Pues en definitiva ya estoy más de parte con el team Lukanette, y no es que me moleste ya el cuadro amoroso original, pero digamos que estoy un 85% Lukanette y 15% Adrianette, así que, no pude evitar el ponerme a escribir otro Fanfic de este ship tan hermoso.

Originalmente solo iba a ser un one shot basado en una canción, pero después se me vino que podría hacer otro capitulo basado en más canciones, y como se trata de Luka, pues le queda perfecta esta temática.

Así va a estar de esta manera:

Abra saltos temporales, es decir, inicia alguien relatando en primera persona para luego, contar la anécdota basada en la canción, pero relatada en tercera persona, y al final, se vuelve al tiempo en que empezó a relatar, estará marcado así que no tendrán problemas en seguir la historia.

El titulo será la canción que use, tratare de poner el Link para que la oigan antes o después de leer el capítulo.

Los capítulos no necesariamente tienen continuidad, pero si hare menciones de capítulos anteriores.

Y sin más aclaraciones que dar, espero que disfruten estos capítulos, y si se les ocurre una canción que le quede a la pareja, díganme para ver si se me ocurre algo que escribir sobre esa.

Dont ever let it end – Nickelback

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(Pov Luka)

Doy un gran suspiro al sentarme frente al hermoso piano de cola posicionando mis manos para empezar a tocar aquella melodía que he estado practicando hasta el cansancio estos últimos días, incluso ya podría tocarla con los ojos cerrados, pero quería que sonara perfecta. Comienzo a tocar con todo mi corazón teniendo en mente a una sola persona de hermosos ojos celestes, imaginándome su sonrisa, la expresión de amor en su rostro al escucharme. Justo a la mitad de la canción, me pongo de pie y le sedo mi lugar a Adrian, que tras un momento de pausa, retoma la melodía desde donde la deje. Era asombroso lo bien que interpretaba mis sentimientos de aquella composición, sin embargo, seguía pareciéndome que sonaba un poco diferente a como yo la tocaba.

-salió bien – dice tras terminar de tocar las ultimas notas – igual que las otras 500 veces que la hemos practicado – comenta un tanto burlón

-si, suena bastante bien, pero…. – me rasco la nuca – no es por criticar tu talento Adrian, eres un pianista admirable, pero…. Siento que se oye un poco diferente cuando tu la tocas

-obviamente yo no la tocare con los mismos sentimientos que tu – debate con buen humor – sé que si fuera por ti, la tocarías toda, pero no puedes hacer todo al mismo tiempo

-lo sé, perdona amigo, te estoy exigiendo de más

-es comprensible, estas nervioso, pero te aseguro que todo saldrá bien – pone una mano en mi hombro en gesto de apoyo – elegiste una buena fecha, por cierto – sonrió al recordar ese día

-no podía desaprovechar este día tan significativo, lo tome como una señal divina de que ya era el momento – me asomo por el ventanal, dejando que mi mente vuele de nuevo a ese día - ¿estas completamente seguro que no sabe que regrese?

-ha estado muy ocupada con su nueva boutique, y sabes lo despistada que es – ambos reímos, era algo de Marinette que pese al tiempo, no ha cambiado

-ha sido divertido este juego de las escondidas en esta semana – Marinette pensaba que yo seguía grabando en Los Ángeles, he tenido que ser muy cauteloso cuando salgo del hotel donde me hospedaba para venir a ensayar con Adrian, quien ha sido de gran ayuda al informarme sobre los horarios de trabajo de mi novia – debo ir a la joyería antes de que Marinette salga, gracias de nuevo por todo Adrian

-no fue nada, trata de estar relajado para mañana – asiento tratando de alejar mis nervios y salgo de la lujosa mansión directo a la joyería donde mande a hacer algo sumamente especial

-no dejare que esto termine – recito al aire

(Pov normal)

-Es increíble Kagami, muchas felicidades – le dice Marinette con una sonrisa que al mismo tiempo reflejaba una tristeza que hacia lo posible por ocultar, pero que Kagami fácilmente percibió Adrian y tu hacen una hermosa pareja, tienen mucho en común

-Marinette…. – pronuncia con cierto pesar – una de las cualidades que más admiro de ti es esa fortaleza para pensar en la felicidad de los demás antes que en la tuya, pero no tienes que fingir, yo se lo que significa para ti que Adrian se me declarara – se acerca para tomar la mano de Marinette, que había bajado la mirada en un tortuoso intento de no llorar – eres mi primera y mejor amiga, y no quiero que sufras

-en ese caso puedes hacer algo por mi – Kagami estaba preparada y dispuesta de hacer lo que Marinette le pidiera, incluso que le permitiera decirle a Adrian sus sentimientos antes de que le diera una respuesta – no lo dejes esperando tanto tiempo por una respuesta – tal petición, echa con tal sonrisa, la deja en verdaderamente sorprendida – confió en que no lo lastimaras, y que lo harás muy feliz

Era obvio que dentro de ella había una serie de sentimientos contradictorios. Eran sinceros sus deseos de que fuera feliz con él que fue su primer amor, pero no por eso, dejaba de serle doloroso al tener que dejarlo ir, pese a la sonrisa que seguía manteniendo en su rostro. Así que, siendo algo impropio en ella, le da un fuerte abrazo a Marinette, transmitiéndole lo agradecida que estaba por tal sacrificio de su parte. Marinette correspondió apenas pudiendo contener las lágrimas.

Aquella noche no podía conciliar el sueño al tener un conflicto interno al estar viendo el mural de fotos de Adrian recostada en su cama abrazándose a su almohada. Se preguntaba, si hubiese sido diferente si tan solo hubiera tenido el valor de confesarle sus sentimientos, pero ya era tarde, no lo hizo. Debía quitar las fotografías, era momento de dejarlo ir para que fuese feliz. Kagami era una buena chica, ello lo quería sinceramente y no con un loco fanatismo como ella lo ha querido por tanto tiempo, pero aun así le dolía, lo peor es que ni fuerzas tenía para llorar, quería ser fuerte incluso ante ella misma.

Cerro los ojos en un intento de dormir o para evitar llorar, cuando el sonido insistente de su celular le aviso que estaba recibiendo varios mensajes de alguien. Se trataba de Luka, le había mandado varios audios, seis para ser exactos, y al final de estos había escrito que eran inicios de nuevas melodías que se le habían ocurrido y que quería su opinión. Eso dibujo una dulce sonrisa en el triste rostro de Marinette que busco sus audífonos para escuchar las hermosas composiciones en guitarra que tuvieron un efecto tranquilizante y pacifico desde las primeras notas, Luka siempre tenía ese increíble poder con su música, y siempre en el momento en que más lo necesitaba.

"son magníficas Luka" – le escribió una vez que termino de escucharlas

"gracias, pero puedo hacerlo mejor, con un poco más de trabajo encontrare la melodía a la medida de ma-ma-marinette" – le adjunto un Emoji de guiño, haciéndola reír sutilmente al tiempo que sus mejillas se sonrojaban tenuemente – "¿tienes algo que hacer mañana?"

"no, tengo el día libre" – responde ella

"que bien, ¿te gustaría acompañarme a caminar por el parque?, podemos tomar uno de tus helados favoritos"

"claro, me encantaría"

"entonces paso por ti mañana. ¿te parece bien a las 10?"

"si, es perfecto, llevare varios croissants para desayunar"

"perfecto…. Parque, helado, croissants y la compañía de una extraordinaria chica, mañana será un gran día" – Marinette sonríe aun más, mientras su sonrojo se acentuaba

"si, lo será…. Entonces ya me iré a dormir"

"claro, que descanses Mari, te veré mañana"

"hasta mañana" – finaliza la conversación con una gran sonrisa. Y reproduciendo nuevamente los audios que le mando, se recostó arrullándose con ellos, consiguiendo dormir tranquilamente el resto de la noche

Cuando Luka llego puntualmente a la residencia de los Dupain Cheng, los efusivos señores inmediatamente hicieron pasar al apuesto y agradable joven que iba a visitar a su hija aquella mañana. A Marinette casi le explota la cara de la vergüenza al momento de bajar al comedor y encontrarse a Luka sentando en la barra comiendo con suma alegría unas galletas de chocolate que su jovial padre le servía.

-buenos días Mari – le saluda con una galleta en la mano - ¿lista para nuestro paseo?

-s-si, gracias por invitarme Luka –

-¿A dónde irán a pasear? – pregunta Sabine encantada con aquel joven

-solo iremos al parque por un helado – responde Luka, era obvia la alegría del joven de pasar tiempo con su hija - ¿nos vamos ya Mari?

-si, andando – ella también se veía muy feliz de salir con él – los veo más tarde

-claro, solo no regreses muy tarde – pide Sabine

-no se preocupe, yo mismo la traeré hasta la puerta de su casa – dice formalmente a los padres de Marinette, que le agradecen con una enorme sonrisa despidiendo a los chicos

Por mero capricho del destino o simple casualidad, durante su amena caminata por el parque mientras iban comiendo los deliciosos croissants, se encontraron con el heladero de los enamorados que le ofreció a la pareja uno de sus helados especiales de menta azul, melocotón y moras silvestres. Luka gustoso lo compro ignorando que a Marinette le traía el recuerdo de haber querido compartir uno de esos helados con Adrian, dolor que disimulo con una sonrisa agradecida cuando le entrego el helado, aunque él fácilmente se percato del aura de tristeza de Marinette, pero respetaba su silencio no preguntándole nada y mejor ofreciéndole irse a sentar alguna banca para comer el helado. Pero Marinette no le daba bocado alguno, tan solo se quedó sosteniendo el helado en sus manos con la mirada perdida y gesto melancólico. Luka la miraba detenidamente, ignoraba que tenia a Marinette tan pensativa, pero si se daba cuenta que era un asunto que le oprimía el pecho.

-Luka…. – susurra apenas audible - ¿está bien renunciar? – pregunta sin mirarlo

-supongo que si es para conseguir algo que te haga mejorar es válido –

-yo diría que es más para que…. – su voz comenzaba a sonar algo quebrada – alguien más encuentre la felicidad que no lograste conseguir – trata de sonreír, pero era más en un gesto afligido – pese a lo mucho que lo intentaste

-si hiciste todo lo posible y aun así no lo conseguiste, entonces ese no era tu camino, sino el de alguien más – pone su mano sobre el hombro de Marinette, dándole leves masajes con su pulgar – Mari…..

-supongo que…. Era el camino de Kagami, ella es una buena chica y se lo merece – recarga su cabeza sobre su pecho, su voz ya denotaba el llanto. Luka no tardo en comprender de lo que estaba hablando – incluso…. Me dio la oportunidad de intentarlo…. Ayer me dijo que Adrian se le confeso, pero ella aun no le daba una respuesta porque primero quiso saber que pensaba yo – Luka la abraza y ella se permite derramar las primeras lagrimas sobre su pecho – pero ya nada podía hacer, él la elegio a ella, así que le dije que le diera una respuesta…. Supongo que en este momento ya deben de estar juntos

-sé que te duele – empieza a acariciarla en el cabello – no es fácil dejar ir a la persona que amas – él lo sabía, lo había hecho muchas veces – pero lo que hiciste fue lo correcto, tanto para ti como para los demás…. Así como ellos merecen ser libres para ser felices, tú también mereces a alguien que te quiera solo a ti, a cada faceta tuya, aunque muchas veces no es la persona que tu creías que seria la destinada para ti – al sentirla dar leves brincos, la abraza con mayor protección – ya llegara…. Te lo aseguro…. Pero debes ser paciente – lo decía también por él mismo – a la música y al amor no se le deben presionar, de lo contrario, carecerá de espontaneidad – la aleja un poco, sus mejillas tenían unas cuentas lagrimas que él limpia gentilmente con sus pulgares – y mientras llega tu canción indicada, yo estaré para ti en lo que sea que necesites

-gracias Luka –

Luka entonces fue con un bálsamo que poco a poco iba sanando su primer corazón roto, volviéndose también su más confiable amigo con quien le encantaba pasar mucho tiempo. Solían reír de tonterías e incluso molestarse uno al otro, especialmente Luka la hacia enojar con bromas respecto a su estatura, pero Marinette le debatía que no era que ella fuese pequeña, era él quien era demasiado alto.

Seguían saliendo en grupo junto a Nino, Alya, Adrian y Kagami, estos dos últimos se les veían muy felices juntos, incluso la antes conocida como la reina de hielo, ya se le veía divertirse como cualquier adolescente de su edad conviviendo con sus amigos. Verlos de esa forma le daba mucho gusto a Marinette, pero no podía evitar que también le causara un poco de envidia e imaginar como hubiese sido estar en lugar de Kagami al estar compartiendo uno de los famosos helados de Andre con él que fue su primera ilusión amorosa.

-Mari – la calmada voz de Luka aun lado suyo la regresa a la realidad, viendo que traía dos vasos de cartón en sus manos al momento de irse a sentar a lado suyo – te compre un chocolate caliente con esencia de avellana – le pasa uno de los vasos – es una de mis bebidas favoritas y sé que también a ti te gustara – ella le da un pequeño sorbo y casi de inmediato siente su cuerpo entrar en calor y hasta darle calma a su abatido corazón

-esta delicioso, gracias Luka –

Y tras sonreírle amenamente, tomo su fiel guitarra acústica para comenzar a tocar una tenue pero alegre melodía que con facilidad le transmite a Marinette la sensación de que todo estaría bien. La música de Luka tenía ese fascinante poder sobre ella, y justo en el momento que más lo necesitaba, era como si Luka supiera leer sus emociones con la facilidad que se lee un libro abierto. Y en efecto, para el musico era sencillo interpretar la melodía que emanaba del corazón de aquella chica que era tan sincera como la música misma, solo esperaba que algún día ella pudiera escuchar su propia canción, aquella que hablaba solo de ella y lo mucho que la ha llegado a querer, y no simplemente como a una valiosa amiga. Pero era una canción que por el momento debía mantener en silencio, ya tendría la oportunidad de tocarla con todo su ímpetu solo para ella.

La relación de Adrian y Kagami iba marchando de forma calmada, sincera y natural, cada día parecía que se querían más, y ver eso le daba mucho gusto a Marinette, incluso llevaba una gran amistad con ambos, especialmente si interacción con Adrian maduro bastante. Ya no lo veía con ojos de admiración como si fuera una loca fanática del modelo, ni se ponía nerviosa a tal grado que era incapaz de armar una frase coherente ante él, ya se comportaba más tranquila y natural ante él, incluso Adrian tomo la peculiar costumbre de hacer algunos comentarios hilarantes o contar chistes, de los cuales, solamente se reían Nino y Luka, mientras que las tres chicas solo sentían pena ajena por la simpleza de los chicos.

De esa forma, su joven corazón fue restaurándose poco a poco, gracias a la ayuda de sus amigos que hicieron lo posible por alegrarla, pero quien especialmente siempre estuvo apoyándola en todo fue Luka que constantemente la invitaba a oír música a su barco, ver algunas películas o simplemente a caminar a la orilla del rio Sena mientras platicaban de algunas trivialidades que los tenían riendo a cada dos por tres. También siempre la invitaba a las presentaciones que tenia en su escuela, reservándole un asiento en primera fila en el auditorio de la escuela donde tocaba sus canciones favoritas, yendo después de eso, a la cafería favorita de Luka donde pedía su indispensable chocolate caliente con avellanas, bebida a la que Marinette también ya la había agarrado gusto.

Una lluviosa tarde después de clases, Marinette tuvo que aguardar en la entrada de su escuela a que esta disminuyera un poco. A su mente vino el recuerdo de aquel primer golpe de amor cuando Adrian le entrego tan gentilmente su paraguas, recuerdo al que ahora le sonreía feliz al ser una dulce memoria que siempre guardaría en su corazón y mente, pero que ya no era doloroso. Se abrazo a si misma en un intento de darse un poco de calor, esperando en parte que nuevamente aquella sensación de sentir el primer amor se volviese a repetir, que algún otro gentil chico llegara a cubrirla con su paraguas dándole otra vez la ilusión de enamorarse, pero era consciente que nada pasa dos veces de la misma forma.

Y en efecto, en esta ocasión no apareció un apuesto chico rubio de mirada gentil que le ofrecía un paraguas que la hizo sentir un fuerte latido en su corazón cual trueno, esta vez, sintió sobre sus hombros una cálida chamarra que también cubría su cabeza con la capucha. Se dio la vuelta encontrándose con un alto chico de mirada zafiro y sonrisa amable, quizá no sintió su corazón retumbar en ese momento, pero si le dio mucho gusto verlo.

-Luka…. – no evito poner una enorme sonrisa

-venia de hacer una entrega y te vi – Marinette desvió su mirada al pie de las escaleras, efectivamente ahí estaba su bicicleta – me pareció que es el clima perfecto para ir por un chocolate caliente con avellanas y una rebanada de pastel – le guiña un ojo

-tu necesitas un clima frio para tomar tu chocolate, Luka – dice entre risillas – pero acepto, solo que esta vez yo invito – finge firmeza cruzándose de brazos, acto que la hacia ver más adorable que amenazante

-te propongo algo, hagamos una pequeña apuesta – sonríe competitivo – vamos al centro de videojuegos de la plaza y veamos quien gana en la mayoría, el perdedor invita una entrada al cine y lo que quiera el ganador de la dulcería

-trato echo Counffaine – le extiende la mano para sellar el trato

-oh me llamaste por mi apellido – finge sorpresa y ofensa – entonces esto va enserio Dupain Cheng – se estrechan las manos, no era la primera vez que se desafiaban a inocentes retos con los que ambos terminaban en incontrolables risas

Con la adrenalina de la competencia, pero, sobre todo, con la felicidad de pasar un divertido tiempo juntos, Luka toma a Marinette de la mano llevándola a montar en su bicicleta. Le pasa un casco a Marinette y él se pone el otro sonriéndole como un niño que obedecía las ordenes de su mamá, mientras Marinette le sonríe asintiendo orgullosa, y es que de no ser por que ella se lo pidió, Luka no usuaria el casco ni porque fuera a dar un paseo a campo traviesa en las montañas ya que el no soportaba usar nada en la cabeza por alguna extraña razón. Pero Marinette logro convencerlo de usarlo, era imposible para él resistirse a tal dulce petición porque se preocupaba que se fuese a caer de la bicicleta y que se pegara en la cabeza.

En cuanto llegaron al centro de videojuegos, Marinette corrió cual niña pequeña por todo el lugar tratando de decidirse en que juego competirían primero, decidiéndose por los antiguos arcade. Claro que Marinette, al ser una fanática de los videojuegos desde muy pequeña y haber ganado una gran competencia junto a su compañero Max, superaba a su querido amigo con gran ventaja, pero esto a Luka no le molestaba en lo absoluto, se divertía mucho jugando, aunque fuese un total inexperto, pero en especial, le encantaba ver la alegría de Marinette al estar jugando en cada uno de ellos. Aunque si hubo en dos juegos en los que Luka pudo destacar; en el guitar héroe ya que le era fácil mover sus dedos por los pocos seis botones que tenia la guitarra de juguete, después de todo él se movía con destreza por los 24 trastes de su guitarra. Y para sorpresa de Marinette, también se movía ágilmente por la maquina de baile, incluso llamo la atención de varias personas del lugar, en especial a las chicas que lo miraban hasta con corazones en los ojos.

-no sabía que eras tan bueno en ese juego – le dice Marinette, aun asombrada, al salir del local

-no me los vas a creer, pero, es la primera vez que me subo a una máquina de baile – la expresión escéptica de Marinette le dice efectivamente que no le cree – te lo juro Mari…. Supongo que solo me guie por el ritmo – humildemente, se alza de hombros

-supongo que tiene sentido, pero, aun así, tu solo pudiste ganarme en dos juegos – presume adorablemente, dando de brincos mientras caminaba

-de acuerdo, soy un buen perdedor…. Vamos al cine entonces – ella exclama un grito de alegría tomando a Luka de la mano y yendo apresuradamente al cine de la plaza. Luka por eso había echo tal apuesta, ya que era asegurando su derrota.

Luka cumplió caballerosamente y compro los dos boletos del cine, así como todo lo que quisiera Marinette de la dulcería, aunque no pidió gran cosa seguramente para no verse muy abusiva. Y claro, la bebida de chocolate no le podía faltar, aunque no fuese de su cafería favorita

Durante la película, ambos jóvenes se la pasaron riendo y haciendo comentarios de cómo se las arreglarían si de repente ellos dos cambiasen de cuerpos como los protagonistas de la cinta que veían, platica que los hacían reír más al imaginarse por todos los problemas que pasarían. Marinette dijo que lo haría pasar una tremenda vergüenza si casualmente ese día tuviera que tocar en algún lado, y Luka se planteo la muy probable posibilidad de incendiar la panadería de sus padres si ellos le pidieran ayudarles. Claro que tanta charla y risas fuera de tiempo comenzó a molestar a las demás personas de la sala, por lo que uno de los empleados tuvo que pedirles amablemente que guardaran silencio. Ellos obedecieron tras dar las ultimas risillas cómplices.

-aaaaaaah Marinette – suspira echándose al sofá una vez que regreso de dejarla en su casa

-no podrás seguir fingiendo por mucho tiempo – dice Juleka sentándose junto a su hermano – terminaras volviéndote loco al tratar como solo como a una amiga a la persona que amas…. Se lo que te digo

-entonces también comprenderás el miedo de arruinar la relación que ya has conseguido con esa persona – le debate – aunque solo tengan una bonita amistad

-sí, también lo comprendo -

-no quiero que se sienta mal al no poder corresponder mis sentimientos de la misma manera, o peor, que se aleje de mi por eso, así que seguiré fingiendo al menos hasta que vea alguna señal de su parte – mantenía esa esperanza, pero por el momento, no permitiría que lo que tenía con Marinette terminara

Él era feliz con poder pasar agradables momentos junto a Marinette, de verla tan alegre y rebosante de tanta energía que lo inspiraba a escribir gran variedad de canciones que eran su única manera de expresar lo que sentía por ella, aun por el momento, las mantenía en silencio.

Sin embargo, cada vez que estaban juntos, sentía el impulso apenas controlable de hacer más íntimos los espontáneos abrazos que le daba cuando algo le salía bien o se enteraba que había sacado una buena nota en la escuela. Y ni hablar de las ganas abrasadoras de besarla cuando sus miradas se encontraban tras reír alegremente de alguna anécdota divertida, debía volverse a otro lado poniendo cualquier pretexto. Para variar, tomaron la linda costumbre de reunirse en la casa de alguno de los dos para ponerse a ver una divertida serie de anime, genero al que le tomaron gusto tras la película que vieron en el cine, al igual que a la banda Nickelback que vendrían a la cuidad en varios meses, así que Luka se apresuro a comprar los mejores lugares, serian una gran sorpresa para Marinette que le daría en su cumpleaños 17 en un mes más.

Ese día en el Liberty, Marinette se encontraba haciendo los últimos ajustes en el vestuario de Juleka, a quien elegio como su modelo para el festival de la moda que organizaría la cuidad en un par de semanas más, cuyo juez seria el mismo Gabriel Agreste. Sobra decir que estaba bastante nerviosa, al igual que Juleka, estaba en juego el sueño de ambas.

-ambas lo harán estupendamente – las anima Luka sentado en el sofá viendo el minucioso trabajo que hacia Marinette

-eso espero – era muy claro su nerviosismo, incluso pincho sin querer a Juleka con la aguja – lo siento

-descuida…. – a ella también se le notaba muy preocupada, incluso estaba a nada de decirle que mejor buscara a una modelo que tuviese más experiencia, no quería arruinar el gran trabajo de su amiga

-lo harás de maravilla Juleka – le anima al notar su preocupación – este es tu sueño, tienes que intentarlo…. Yo hare mi mejor esfuerzo para que luzcas más linda de lo que ya eres

-gracias Marinette – se dedican una mutua mirada amistosa, y brindándose confianza mutua. Eso deja conmovido al musico, y aun más enamorado de aquella talentosa diseñadora - ¿ya seleccionaste la canción para la presentación? – Marinette palidece, soltando luego tremendo grito agudo

-esto es un desastre – dramatiza – olvide por completo la canción, tiene que ser una que vaya acorde al vestuario y no tengo ni idea de cuál podría ser – y es que el modelo que modelaba Juleka era un estilo entre contemporáneo con toques del estilo gótico antiguo – soy un caso perdido – se cubre la cara con su mano

-tranquila Marinette – habla tranquilamente Luka – yo puedo componer una melodía que se adecue a tu diseño

-pero Luka, el desfile es en una semana – voltea a verlo – no puedo presionarte a que compongas algo en tan poco tiempo, y también tienes tus proyectos de tu escuela

-confía en mi – le dice sonriéndole amenamente – la tendré a tiempo, no te defraudare – y claro que eso ya la tenía más tranquila, sabía que podía confiar completamente en Luka

-te lo agradezco mucho Luka – le da un efusivo abrazo que gustoso correspondió encantado, permitiéndose sentirlo más que como un gesto amistoso y de agradecimiento

-bueno…. – la aleja un poco – será mejor que me ponga a trabajar de inmediato – se retira a su camarote

-espero que se concentre en la temática del diseño y no en alguien más – insinúa Juleka, comentario que Marinette no entiende

Luka sale de su camarote tras una hora de estar encerrado ahí, pero al fin tenía una idea sobre la melodía que podía usar Marinette en la presentación de su diseño, y quería que la escuchara. Sin embargo, se para en seco al verla completamente dormida recargada en el brazo del sillón, escena que lo hizo sonreír tiernamente. Volvió a su cuarto saliendo con una cobija. Acomodo a Marinette a lo largo del sofá poniendo suavemente la cobija sobre ella y poniéndose de rodillas, se quedó contemplando con ensoñación el hermoso rostro dormido de aquella chica, resistiendo el tremendo impulso de acariciarla, o darle un suave beso. Solo se limita a acomodar un mechón que caía sobre su rostro para seguir contemplándola. Tan sumido estaba en aquella admiración que no se percato que su hermana, que salía de su cuarto tras cambiarse el atuendo que diseño Marinette, observaba la devoción con la que la mirada de su hermano se quedaba prendada de su amiga, suspirando al empatizar con el sentimiento de Luka de tener tan cerca, y a la vez, tan lejos de la persona que amaba.

Aquella fiesta que se festejaba en la lujosa casa de Kagami, a cuya madre le costó convencer, pero al final termino lográndolo, no solo era en conmemoración por el cumpleaños 17 de Marinette, también festejaban que su diseño paso a las finales para competir a nivel internacional. Igualmente, resultaba que Juleka, había captado la atención de una revista juvenil, ofreciéndole a esta modelar una sección de ropa punk-gótico. Y como bono extra, la melodía que Luka compuso para la pasarela, gusto tanto, que le ofrecieron comprarla para Soundtrack de una próxima película. Así que, aquella tarde, la celebración fue por cuatro que estaba llena de risas y alegría, aunque eventualmente, dichas risas comenzaron a sonar mucho más de la cuenta por alguna extraña razón, incluso algunos de los chicos se empezaron a comportar algo ridículos, se reían de cosas sin gracia aparente o bailaban de forma muy extraña.

-¡KIM! – grita Alix caminando firmemente hasta al mencionado que estaba junto a los tazones de bebidas - ¿le pusiste alcohol a las bebidas? – era, sobre todo, una clara acusación, había descubierto una botella en la mochila de Kim

-es para animar un poco más la fiesta - admite con una boba sonrisa, delatando que ya se encontraba un poco tomado

-sabes que la mayoría de nosotros nunca ha tomado Kim – le enfrenta – mira como esta Nino – señala a este, quien estaba pegado cual sanguijuela a su novia Alya mientras reía por cualquier cosa. Al principio este incluso le causo ternura y hasta gracia a la aspirante de reportera, pero ya empezaba a sentirse ofuscada por tanto cariño de su novio

-No creo que eso le moleste a Alya, hasta puede acabar en final feliz ¿entiendes? – suelta tremenda carcajada mientras que Alix resistía el impulso de cometer asesinato en pleno cumpleaños de su amiga

-disculpa…. Alix – le habla Luka al llegar junto a ella – ¿dijiste que las bebidas tienen alcohol?

-si…. Kim fue el de la brillante idea – dice furiosa mirándolo al aludido, que seguía soltando risas sin sentido

-¿le puso a todo?

-solo me alcanzo para ponerle al ponche de frutas – responde Kim con una expresión tonta

-que la mayoría ha estado tomando – alega Alix mirando con reclamo

-¿saben de casualidad si Marinette tomo de eso? – le pregunta a cualquiera de los dos

-vino hace unos minutos y se sirvió un vaso – responde Kim, Luka solo suspira.

-iré a buscarla – Marinette nunca ha tomado gota alguna del alcohol, aunque solo haya tomado un vaso, quizá estuviese sintiéndose mal

Empezó a escuchar de entre tanto ruido, risas y platicas, la risa estridente de Marinette, ubicándola junto a Adrian que quien sabe que tanto le contaba, pero la tenía al borde de las lágrimas de tanta risa, y junto a ellos, estaba Kagami, cuya expresión de impaciencia era inconfundible. Era evidente que sea lo que le estuviese contando a Marinette, no era del todo gracioso, seguramente su excesivo buen humor era a causa del poco alcohol que se había tomado.

-veo que me perdí de una buena ronda de chistes – comenta Luka llegando junto a los chicos

-Luka – exclama Marinette con alegría al verlo y lanzándose a darle un efusivo abrazo – Adrian me estaba contando unas cosas muy divertidas

-por tu risa, me imagino que si – mira al rubio alzando una ceja, este solo se alza de hombros

-creo que al fin se dio cuenta de mi gran sentido del humor – se excusa este

-tal vez – mira hacia abajo suyo, Marinette seguía abrazándolo de la cintura con una gran sonrisa – aunque creo que tuvo más que ver el echo que tomo del tazón al que Kim echo alcohol

-eso lo explica todo – dice Kagami cruzándose de brazos – solo así le parecerían graciosos tus chistes – mira acusadoramente a Adrian, este sonríe inocentemente rascándose la nuca

-vamos Mari…. Acompáñame un rato afuera a tomar aire fresco y darte de una vez tu regalo – le pide a la chica que no dejaba de abrazarlo

-¿me compraste un regalo? – lo mira muy sonriente, con un brillo casi infantil en sus ojos - ¿Qué es?

-acompáñame y lo sabrás - y tomándolo de la mano, se lo lleva casi a rastas al patio trasero

El jardín de aquella mansión era del estilo occidental, con una hermosa fuente y un pequeño puente que la atravesaba. Contaba con una gran variedad de flores y vegetación pulcramente cuidada. Caminaron tranquilamente y en un cómodo silencio por aquel hermoso lugar, hasta llegar al puente en donde Marinette se recargo cerrando sus ojos, disfrutando del aire frio que le daba en el rostro. No se había puesto totalmente ebria, el alcohol solo la tenía más risueña de lo normal, pero nada de que preocuparse.

-aquí tienes Mari – pone delante de ella un sobre decorado – feliz cumpleaños

-muchas gracias Luka – y con la emoción de una niña en navidad, abre el sobre sacando dos boletos – no lo puedo creer – exclama con brillo en los ojos – son boletos para ir a ver a Nickelback, pero…. Revise hace poco y ya estaban todos agotados

-los había comprado hace meses, pero preferí guárdalos para dártelos en tu cumpleaños – ella ensancha su sonrisa, casi robándole un suspiro – de hecho, yo los guardare hasta el día del concierto – se los quita sutilmente de la mano guardándoselos en el interior de su chaqueta – se lo distraída que eres y no me arriesgare a que los pierdas – la molesta revolviéndole un poco su cabello

-Luka no es justo – se cruza de brazos haciendo un tierno puchero – esta bien…. Lo importante es que iré contigo – quizá debido a la euforia que todavía le provocaba el alcohol o porque realmente así fue su impulso, Marinette se arrojo a sus brazos siendo revivida protectoramente por Luka, que se permitió imaginarse por un momento que ese abrazo conllevaba un sentimiento más que amistoso – Luka…. Me gusta mucho estar contigo – le dice enternecida entre el abrazo – por favor, no dejes que esto termine

-descuida…. – ejerce un poco más de fuerza en el abrazo – no permitiré que acabe – no sabía exactamente como interpretar tan dulce petición, una parte de él la sintió demasiado especial, dándole esperanzas de que Marinette, al igual que él, sentía algo más que amistad por él. Aunque también, podían ser sus grandes deseos que lo estaban ilusionando en vano.

La estaban pasando estupendamente en aquel concierto tan memorable, ambos coreaban cada una de las canciones que la banda tocaba con tanta energía sobre el escenario. A Luka le encantaba ver la euforia de Marinette aplaudiendo al ritmo de las canciones. A cada rato lo tomaba de la mano emocionada al oír el solo de guitarra o cuando tocaban alguna de sus canciones favoritas.

Ya para casi terminar el concierto, la banda toco aquella canción que le recordaban los grandes sentimientos que tenía por su amiga, aquella que en el coro decía sobre estar harto de seguir fingiendo, pero al mismo tiempo temiendo arruinar su amistad. Era una de esas canciones que describían con tal exactitud los sentimientos, que hasta parecía que fue escrita justamente para él.

-estuvo increíble – celebra caminando por uno de los puentes que atravesaban el rio Sena, Luka la seguía de cerca - ¿no lo crees Luka?

-definitivamente fue un gran concierto, sus canciones son muy sinceras –

-es verdad…. Transmiten mucho sentimiento con su música – ambos se miran dedicándose una mutua sonrisa – mira, esta empezando a nevar – ambos miran en dirección al rio, efectivamente unos pocos copos de nieve ya estaban cayendo, dando al ambiente un aire reconfortante e incluso, hasta romántico

Al sentir la temperatura bajando, Marinette se abrazó a si misma tratando de darse un poco de calor. Luka por supuesto no duda en quitarse su chaqueta para ponérsela sobre sus hombros, acción que la hace sonrojarse al tiempo que una tímida y dulce sonrisa se le dibuja en su rostro. En gesto de brindarle un poco más de calidez, Luka pone sus manos sobre los brazos de Marinette dándole sutiles masajes, cosa que deja de hacer cuando ella se recarga de espaldas sobre su pecho, permitiéndole abrazarla, viendo que no le molestaba el tomarse ese inocente atrevimiento.

-se siente muy bien estar así – susurra Marinette casi en un suspiro, Luka podía sentir lo relajada que estaba entre sus brazos

-no hay mejor sensación que esta, Mari – le habla en aterciopelada voz cerca de su oído,

Entonces la ve dándose la vuelta para mirarlo de frente. Su mirada con la que lo observaba irradiaba mucha ternura, casi quitándole el aliento. Esa era la señal que estaba espetando, de arriesgarlo todo. Sin embargo, todo lo que deseaba decirle, todos los sentimientos que quería expresarle se quedaron atorados en su garganta. Lo que hubiese dado por tener en ese momento su guitarra en mano

-Luka…. – el corazón de este empezó a latir erráticamente y con fuerza, quizá era el miedo a la incertidumbre, quizá la emoción de la esperanza – me siento muy bien estando a tu lado, puedo ser yo misma y todo fluye naturalmente – estaba tímida, pero muy sonriente – siempre has estado a mi lado, apoyándome en todo, procurando hacerme reír pasando un buen momento…. Pero…. Ya no puedo seguir fingiendo – alza tímida y lentamente las manos al rostro encandilado de Luka, hasta posar suavemente las manos en las mejillas de él – no quiero que esto termine, pero…. Crees que…. Podamos llegar a ser…. ¿Más que amigos?

-Mari…. – sus ojos empezaron a humedecerse por la felicidad, no lo podía creer, pero el sentir las manos de Marinette sobre su rostro le dejaba más que en claro que no era solo un sueño – por supuesto que si…. Nada me haría más feliz – ambos se sonríen con infinita ternura, y poco a poco, Luka comienza a acercarse lentamente a Marinette, pidiendo permiso en silencio. Ella accede guiando su rostro mientras él colocaba sus manos sobre su cintura, para terminar en un aterciopelado beso.

Al separarse lentamente, Luka se sentía tan eufórico por el derroche de felicidad que tomo a Marinette para alzarla al aire como si estuviesen haciendo un paso de baile en pareja sobre una pista de hielo. Las risas de ambos se oyeron sobre la tranquila noche parisina hasta que Luka la bajo de nuevo y la envolvió en un fuerte y tierno abrazo, disfrutándolo más que nunca al saber que no solo se tenia que limitar a imaginarse que conllevaba más sentimientos que amistad.

-promete que no dejaras que esto termine – habla Marinette recargada en su pecho – pase lo que pase

-te lo prometo Mari – acaricia su cabello – yo siempre estaré a tu lado

(pov Luka)

-se lo agradezco infinitamente – le digo a la encargada que me entregaba la pequeña caja de terciopelo negro

-no hay de qué joven – me dice la mujer, que ya era un poco mayor – y le deseo mucha suerte y felicidad, dará un gran paso en su vida

-gracias por sus buenos deseos Madam, especialmente por tener mi encargo con tan poco tiempo de anticipación – tuve que rogarle y pagar un extra para que tuviesen mi pedido en una semana

-ante tan linda historia, fue difícil negarme – si, tuve que relatarle la razón del porque precisaba que estuvieran para hoy

Le di nuevamente las gracias y salí del establecimiento con tal sonrisa de enamorado que debía hacerme ver de los más patético, pero poco me importaba, me sentía sumamente dichoso, a tal grado que estaba seguro que era capaz de hacer cualquier cosa que me propusiera. Caminaba tan sumido en mi ensoñación, que mis pasos me llevaron automáticamente a la Boutique "La Vie En Rose", lugar de gran fama que le pertenecía a mi talentosa novia. Afortunadamente yo estaba al otro lado de la calle, pero para no arriesgarme a que me viera, me escondí detrás de un coche, asomándome solo un poco por si tenía la suerte de ver a mi dulce Mari. Y justamente ahí la vi, acomodando frente a la ventana un maniquí con un vestido de temporada que ella diseño, sonriendo encantadoramente como siempre. Me daban tremendas ganas de ir para sorprenderla abrazándola por detrás.

-Luka? – oigo una voz familiar a mis espaldas, era Alya, acompañada de Nino – Hombre ¿pero que estás haciendo aquí? ... Marinette puede verte y se arruinara la sorpresa – me reprende, y es que me había conseguido varios cómplices para esto

-lo siento, vine hasta aquí sin querer – confieso sonriendo nervioso rascándome la nuca

-viejo…. Sabes que te mueres de ganas de verla – dice Nino entre risillas – pero resiste un día más…. No estuviste arreglando todo para echarlo a perder antes

-así es, a todos nos pareció encantador que aprovecharas el festival de música por toda la cuidad que nuevamente se festeja en Paris, así que vete antes de que Marinette te vea – exige, Alya podía llegar a ser bastante intimidante

-de acuerdo, de acuerdo – pongo las manos al frente en señal de paz – me iré…. Nos vemos mañana – me retiro a paso apresurado. En parte agradecía que hubiesen aparecido, de lo contrario, no aseguraba haber resistido la tentación de cruzar la calle para entrar a la tienda, abrazar y besar a mi novia como nunca, lo necesitaba después de meses lejos de ella

En cuanto llegue al hotel donde me estaba hospedando desde hace una semana, me avente de espaldas a la cama sintiendo como no desaparecía la sonrisa de mi rostro. Parte del plan involucraba el tener que rentar una habitación en un hotel algo alejado para que Marinette no me fuese a encontrar por casualidad, por lo que el quedarme con algún conocido no era opción, ambos teníamos muchos amigos en común.

Pienso en todo lo que tuve que hacer desde que me entere que el festival de música por toda la cuidad se haría de nuevo en Paris. En cuanto lo vi en el noticiero al estar en Los Ángeles, supe que esa era la señal que estaba esperando, prácticamente sentí a la reportera diciendo que ese era el momento. Acelere todo lo que estaba haciendo, me la pasaba casi todo el día en el estudio de grabación para acabar lo más pronto posible, hice llamadas a todos nuestros amigos para que me ayudaran en Paris para que me apoyaran en mi plan (Alya casi me deja sordo por tremendo grito que pego por el teléfono), y una vez terminado todos mis asuntos en Los Ángeles, tome un vuelo urgente a Paris yendo directamente a la joyería para hacer un pedido urgente, rogándole a la encargada de que lo hiciese prioridad. Afortunadamente ya tenía la canción para tal evento tan especial, llevaba queriendo dar ese paso hace mucho tiempo, pero no había encontrado el momento indicado, quería que fuese lo más memorable posible, por eso debía aprovechar ese día de festival.

Era hora de tratar de dormir un poco, mañana seria un día muy especial si así Dios me daba la bendición. Me puse de pie para quitarme la chaqueta, sintiendo algo en el bolsillo, claro, ahí estaba la cajita de terciopelo que hoy mismo fui a recoger. La saco para abrirla y admirar la sencilla joya cuyo grabado decía: "Dont let in end".

Me encanta poder terminar los capítulos con la frase del título, me causa una extraña satisfacción.

Espero que les haya gustado este primer capítulo con esta temática, y mientras se me vengan canciones que inspiren para una historia de este hermoso Ship, habrá muchos capítulos más, no tengo, por el momento, un numero limitado.

Hago mención especial a Mariana y Judy, con quienes me encanta estar de fangirl hablando de esta increíble serie y del Lukanette, gracias a eso fue que me inspire a escribir una nueva temática de ellos. Recomiendo que entren a su perfil, tienen varias historias Lukanette muy buenas.