Disclaimer: Todo personaje o situación parecida o igual a los libros pertenecen a J.K. Rowling, Warner Brothers y demás, y si la trama es parecida a la de algún otro escritor, pues bien, pertenecen a ese escritor, la forma de escribir sí es mía. Y la canción "Un beso y una flor" pertenece a Nino Bravo.
Capitulo dos: Una flor
¿Dónde estás? Te busco, pero no te encuentro. Veo algo a lo lejos, entre la negrura, veo algo brillando, una puerta, y tu silueta aparece ahí, pero ese no eres tú.
Por favor respóndeme, te lo ruego, ¿dónde estás? Tu falta es mayor cada día y mi corazón se siente más oprimido cada vez. ¿No recuerdas tus promesas? Dijiste que volverías a mí, pronto, mas sin embargo no lo has hecho, y yo, cual perro faldero, espero a que llegues, a que vuelvas a mí.
Me levanto cada noche pensando, en que él se olvidó de mí, de mis besos, mis abrazos, mis caricias, mi apoyo incondicional a él, mi amor... ¿Por qué me tuvo que hacer esto? Sé que se fue para entrenar, para aumentar sus poderes y derrotar al señor Tenebroso, y hace tres años que logró su acometido; entonces, ¿por qué no ha vuelto? ¿Cuál es el motivo de su ausencia en nuestras vidas? ¿En mi vida? Lentamente me levanto por el calor del verano y me dirijo a mi ventana, abriéndola de par en par. El olor a sal de mar penetra por mi nariz llenando mis pulmones de esperanza, algo que se desvanece pero vuelve a aparecer después. Miro el cielo, y su color azul oscuro del amanecer contrasta con las grandes olas que rompen en la orilla, una belleza digna de admirar.
Actualmente me encuentro en Brasil, trabajando de profesora. Hace dos años que vivo aquí.
¿Por qué? Bien, estudié Idiomas. Al salir de Hogwarts mis padres pensaron que lo mejor sería que estudiara algo que ellos llamaron más "normal" para su medio, que me enterara de qué sucedía con el mundo muggle, y luego podía volver al mundo del hocus pocus y abra cadabra y todo aquello. Aún me causan gracia aquellas palabras. No dije que no, simplemente, con Harry fuera de mi vida, la depresión tocó a la puerta de mi vida para quedarse por largo tiempo, y fue bienvenida. Acepté sin pero alguno y estudié la carrera que mis padres escogieron, y cuatro años después de terminarla decidí que era tiempo de ver el mundo con mis propios ojos, ya siendo toda una mujer. Por eso me vine a Brasil, el ambiente tropical me parece muy agradable, además de que aquí soy una extraña con cabello enmarañado que quiere enseñar. Esto ayuda tanto a mi alma, todo me brinda paz sin igual, y me ayuda a olvidar, a lo menos temporalmente, todo lo que viví antes de venir aquí.
Vivo en una casa cerca al mar, y en cada mínimo detalle se refleja algo de mi personalidad, desde los estantes llenos de libros mohosos por el clima, hasta las tasas de colores exóticos en la cocina. Traté de hacer de este lugar lo más hogareño posible, pero siento que le falta algo.
Aún me hablo con mis padres, y por supuesto con Ron y su familia, y uno que otro compañero de clase. Aquello me ayuda a saber que tuve una vida antes de esta, y a recordar todo lo que viví en ella. Con Harry... eso ya es otra historia. Al principio, cuando acababa de irse, nos escribíamos una carta cada tres días, que era el tiempo en que los búhos demoraban en hacer los viajes. Luego fueron cada semana, cada dos, tres, un mes, dos, seis meses, un año... hasta que un día simplemente no llegó una carta con su remitente, y aún espero que la carta con su letra llegue, y que me diga que todo está bien y que volverá pronto a mí, pero ya me estoy dejando de tantas ilusiones; hace mucho murió en mi la creencia de que volvería a ver a Harry frente a mí mientras viviera.
Mi vida sentimental no ha evolucionado mucho, he tenido una que otra relación pero no han durado mucho, ya que piensan que les estoy engañando con otro hombre, cuando lo que hago es engañarlos con el recuerdo de un ser pasado.
Hay veces que me pregunto, si Harry Potter es verdad, si en realidad existió, o todo fue simplemente un producto de mi imaginación por un intento desesperado de llenar el vacío tan grande que hay en mi vida, pero entonces miro algo que me dice que tanto él como todo lo que viví con él fue tan verdadero como que yo existo y estoy ahora aquí, narrando mi historia... una flor, una simple, pero hermosa flor.
Aún recuerdo exactamente el día en que me la dio; nos encontrábamos los dos solos en el castillo, me refiero claro, a sin estudiantes de tercero a séptimo año, incluyendo a Ron, que logramos convencer de que fuera diciendo cosas como 'tengo mucho que estudiar Ron' y 'sabes que Dumbledore no me deja salir, por mi seguridad'. Así logramos estar a solas, y apenas tuvimos libre el paso, nos dirigimos a nuestro lugar favorito: la orilla del lago cerca del límite del bosque prohibido, un lugar donde nadie se atrevía a ir por cuentos que los mismos Harry y yo habíamos infundido para tener un lugar especial entre los dos; éramos jóvenes con las hormonas alborotadas, así que se nos permitía tal comportamiento. Llegamos a nuestro lugar e inmediatamente me recosté contra una gran roca hueca que tantas veces anteriores nos había servido de refugio en momentos de querer escondernos de los demás. Miré hacia el horizonte y vi el pálido sol de enero recaer sobre las pocas hojas de los árboles que empezaban a nacer, y como su luz se reflejaba en el congelado lago donde más abajo habitaban seres inimaginables para el humano ordinario. Mi concentración se cortó cuando sentí dos extensiones rodearme y cuando volteé a mirar me encontré con mi color favorito: el verde.
"¿No tienes frío?" me preguntó mientras me acomodaba en sus brazos.
"Ahora que lo pienso, creo que sí" respondí a forma de jugarreta. Harry sonrió y me dio un pequeño beso en la punta de la nariz, apretándome más fuerte contra sí. Recosté mi cabeza en su pecho y él la suya sobre la mía, y permanecimos así, simplemente divisando el hermoso paisaje escarchado de blanco ante nosotros, disfrutando de la compañía y el calor del otro.
"¿Sabes?" me dijo después de un rato, ninguno sin cambiar de posición "le pedí a Mandy que fuera mi novia" confesó casualmente.
"¿Y qué te dijo?" le pregunté como si la pregunta no me hubiera afectado en nada, cosa que en el momento no lo hizo en lo absoluto.
"Que le encantaría" dijo acomodando más su cabeza sobre la mía.
"Me alegro por ti" le dije con total sinceridad "ya llevabas mucho tiempo sin pareja, y Mandy es realmente una buena chica".
"Lo sé, por eso la escogí" me dijo levantando su cabeza. Sentí que me miraba así que me acomodé para poder verle frente a frente, él aún rodeándome con sus brazos.
"¿Qué sucede?" pregunté un poco confundida por su mirada inquietante.
"No quiero que lo nuestro termine" me dijo con total sinceridad. En ese momento comprendí lo que quería decir; la última vez que había tenido una pareja había sido antes de que comenzáramos a tener acercamientos más... 'cuerpo a cuerpo' y ahora que tenía una novia nueva, no sabía que hacer con lo nuestro.
"Oh... comprendo" murmuré deshaciéndome de su abrazo. Bajé la cabeza pensando un momento, para llegar luego a una conclusión "no tiene que terminar si tú no quieres que termine" le dije y sonrió "pero... mientras tengas pareja temo que tendremos que posponer nuestras sesiones de... ya sabes..." La sonrisa en su rostro se borró inmediatamente y su cara se volvió sombría, al parecer no le había gustado mucho que digamos mi solución.
"Pero Hermione... yo no quiero que tú y yo dejemos de... ya sabes..."
"Lo siento Harry, pero mientras estés comprometido no puedes hacer eso, sería como engañar a Mandy y no es justo con ella" le dije yo como si fuera lo más obvio. Él lo meditó durante un momento y al final terminó por aceptarlo reluctantemente.
"Bien, pero aunque sea deja que podamos seguir... no sé... abrazándonos, aquello me gusta mucho" dijo con su cara tierna. Le sonreí a manera de sí y se fue acercando a mí cuando puse una mano en su pecho.
"Harry, ya eres novio de Mandy" le dije recordándole de su nuevo estado. Una cara de decepción apareció en él.
"Bien, lo que sea" murmuró de mala gana y volvió a rodearme con sus brazos. Me acomodé nuevamente en su pecho y él reposó su cabeza sobre la mía, murmurando cosas como 'debí de haberle dicho mañana' o 'no hubiera aceptado esa condición' lo cual me producía gracia pero trataba de no reírme para que no se diera cuenta de que le oía. Al rato se movió nuevamente y se levantó del lugar dirigiéndose cerca de la orilla congelada del lago, mirando algo en el suelo.
"¿Qué haces?" pregunté parándome como él y acercándome a donde estaba.
"Mira..." se limitó a decir casi sin aliento, señalando algo en el suelo. Al principio no lo vi, pero luego noté que algo rosado-amarillento sobresalía de entre la nieve. Los dos nos arrodillamos y con sumo cuidado removimos toda la nieve alrededor del objeto o la cosa que había debajo de todo ello. Al terminar de hacerlo, quedamos anonadados con lo que encontramos. Era probablemente la flor más bella que jamás hubiera visto, sus pétalos girando en forma de espiral desde el centro hacia fuera, con un tenue color rosado en las puntas que iba degradándose hasta volverse un ligero amarillo pálido en el centro, y un largo tallo verde que nacía desde el suelo. Era una vista que quitaba el aliento.
"Pero qué..." dije sorprendida, admirando la belleza de la flor "pensé que en Hogwarts las flores no crecían sino hasta marzo".
"Pues al parecer ésta es la excepción" dijo Harry admirándola al igual que yo.
"Es hermosa" dije acercándome un poco inhalando el suave aroma que de la flor salía.
"¿No crees que sea..."
"¿Venenosa? No, las he visto antes, son las Mancortipues Acoideos, mejor conocidas como Emáceas; son flores con poderes mágicos, muy raras incluso en el mundo mágico" le informé yo analizando la flor, "sus pétalos son capaces de revivir a la persona que esté a punto de morir y se dice que cuando se le pide un deseo, la flor permanecerá como el primer día en que floreció a forma de representación de que el deseo se cumple, y sólo se marchita cuando éste acaba o no es cumplido".
"¿Hay algo que tú no sepas?" preguntó Harry mirándome sorprendido. Me sonrojé pero no dije nada, gesto al cual él sonrió. "Es muy hermosa en realidad" dijo cambiando el tema, acariciando la flor levemente. En un momento, la tomó entre sus dedos y la arrancó desde las raíces.
"¡Harry! ¿Pero qué rayos hiciste?" le grité cuando vi aquel acto tan brutal. "¿No oíste nada de lo que dije?"
"Por supuesto que lo hice" dijo Harry analizándola más de cerca "por eso mismo la arranqué". Lo miré confundida, viendo como jugaba cuidadosamente con la flor entre sus dedos.
"¿De qué hablas?" le pregunté desconcertada.
"¿Cómo se pide el deseo?" preguntó él mirando fijamente a la flor.
"¿Vas a pedirle un deseo? Bien, sólo tienes que mirar su centro, el punto de donde salen los pétalos, y decir tu deseo" le dije yo preguntándome qué deseo pediría.
"Bien..." dijo él poniendo el centro de la flor a la altura de sus ojos y mirándola fijamente "Bien... deseo... deseo que esta flor permanezca siempre así de bella..." pausó un segundo y me miró sonriéndome, después volvió a mirar el centro de la flor y continuó "...siempre y cuando Hermione y yo sigamos sintiendo lo mismo el uno por el otro". La flor emitió una luz iridiscente por unos segundos para luego volver a su estado normal. Quedé sorprendida por el deseo que Harry había pedido y lo miré confundida, encontrándome con su mirada llena de algo que nunca antes había visto ahí, y que nunca comprendí, ni siquiera ahora, después de tantos años.
"Harry... ¿qué..." dije confundida. Me miró dulcemente y se acercó a mí con la flor en sus manos, y delicadamente recorrió mis labios con los pétalos de la flor; sé que sonará raro, pero sentí en aquel momento como si esos pétalos fueran los mismos labios de Harry, besándome dulcemente. Cerré los ojos imaginando que la flor era de hecho Harry y cuando los abrí, miré que él mismo los tenía cerrados a su vez, y pensé que había hecho aquello con aquel motivo, ya que yo no dejaría que me besara estando con Mandy. Cuando abrió sus ojos, tomó mis manos y puso la flor en ellas, luego cerrándolas y apretándolas mientras me miraba con un gran cariño que sentí que transmitía por todo su ser.
"Esta flor representa todo lo que eres para mí, y lo nuestro nunca terminará mientras ésta flor conserve ésta misma belleza". Se acercó a modo de darme un beso pero al parecer recordó lo que habíamos hablado antes y me dio un beso en la mejilla, el más tierno y más cargado de sentimiento que jamás había sentido por parte suya, y en mi corazón nació un sentimiento nuevo, o mejor dicho, despertó uno que hacía tiempo había sido sembrado ahí, y que nunca antes había percatado.
Aquel día lo pasamos juntos mirando el paisaje, yo sosteniendo la flor que aún hoy, puesta sobre un antiguo florero griego, irradia toda la belleza que mostró el día que floreció.
N/A: Hola a todos!!!! Primero que todo, quiero agradecer a angel13, emilywolen, sora kinomoto, hermione de potter, angelinaB y K. Oracle por sus reviews, es bueno saber que si hay gente x ahí a la cual le gusta como escribo y me anima a que continúe, así que aquí les dejé el segundo capítulo y depende de cómo sigan las cosas(los reviews y yo...) seguiré escribiendo la historia, estos últimos días mi mente ha divagado mucho y me ha hecho proseguir la historia en mi cabeza, así que veremos si la continúo o no...
Bueno, ojalá les haya gustado este capitulo y no los haya defraudado con él, y si les sigue gustando la historia, sólo diganmelo, y si no, pues también, acepto todo tipo de sugerencia para mejorarla y que todos puedan disfrutarla, así que... les dejaré en paz xa q' puedan mandarme un review, ^_^ y estén pendientes x si aparece el tercer capitulo x ahí, adiós
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