Disclaimer: Todo personaje o situación parecida o igual a los libros pertenecen a J.K. Rowling, Warner Brothers y demás. Y la canción "Un beso y una flor" pertenece a Nino Bravo. Inspiración en "Harry Potter y la cicatriz negra".


N/A: Oh por fin pude publicar este capitulo... Sé que ya todos están con sus varitas apuntándome(jejeje) pero créanme que no fue porque yo no quisiera, y ni siquiera por mi colegio, sino porque este estúpido Internet de (jeje) no me había querido servir más de una semana.

Verán, el fin de semana pasado, pasado, había puente aquí, así que salí con mi familia... sorpresa cuando volví a poner el capitulo y no servía el Internet... Me pedía conexión a red telefónica y mi Internet es de FIBRA "PTICA! Lo lamento, me emocioné un poco... en fin, hasta ayer pude volver a usar mi computador, luego de más de una semana estando desvalida, y pues hoy publiqué el capitulo. He estado todo el día arreglando los últimos detalles y espero que lo disfruten, es el más largo que he escrito hasta ahora... 25 hojas, sí señor, récord para mí... Bueno, ya dejo de hablar para que por fin puedan leer, adiós, terminaré lo que quiero decir al final.

PD: Oh, y algo más, cuando Harry estuvo quedándose con Ron, él nunca le escribió a Hermione directamente, era Ron el que escribía por los dos y firmaba con ambos nombres... luego entenderán por qué.


"Te amo Hermione Granger" oyó la muchacha en cuestión como en eco, una y otra vez las palabras resonando en su interior.

Parpadeó una, dos, tres veces; con su mano derecha se pellizco el brazo izquierdo.

No, no estoy soñando se dijo a sí misma mientras se sobaba el lugar donde se había pellizcado.

Miró a Harry, quien la miraba con una enorme sonrisa en su rostro; su corazón se encogió aún más.

"¿De... de veras?" fue lo único que logró decir cuando encontró su voz. La sonrisa en el rostro del joven se ensanchó.

"No, estoy bromeando... pues por supuesto que hablo en serio, ¿crees que jugaría con algo así?"

Hermione bajó la mirada, pero luego sintió como los dedos de Harry tomaban su barbilla y levantaban su rostro para que se vieran a los ojos. Él los cerró y lentamente fue acercándose a ella...

Hermione pudo oír el latir de su corazón en sus propios oídos, y veía como en cámara lenta a Harry quien se acercaba cada vez más... Estuvo tentada de cerrar los ojos y esperar sentir los labios de Harry sobre los suyos, pero en último momento recobró la cordura y súbitamente se levantó del sofá y le dio la espalda.

No puedo hacerlo se dijo a sí misma mientras se cruzaba de brazos y cerraba los ojos para impedir que las lágrimas se formaran en ellos.

No necesitaba voltearse para ver que Harry se paraba y caminaba hacia ella, una mirada confusa impresa en su rostro.

Hubo un momento de silencio, en el cual Hermione se preguntaba qué estaría haciendo Harry cuando de pronto sintió que él la tomaba por los brazos y la hacía girar hasta quedar frente a él.

No quería abrir los ojos, para así evadir la realidad, pero sabía que no podía mantenerlos cerrados para siempre. Tomando un hondo suspiro, y buscando coraje en cualquier lugar de su interior, Hermione abrió los ojos, y se encontró con su color favorito, el verde.

"Pensé que esto era lo que querías" Harry le dijo sutilmente. Ella bajó la mirada pero el joven le tomó nuevamente de la barbilla para obligarle a verle.

"Esto es lo que quiero... pero uno no siempre obtiene lo que quiere". Harry la miró con una ceja arqueada, obviamente pidiendo una explicación.

Soy una Gryffindor, soy una Gryffindor, soy una Gryffindor se repitió a sí misma antes de volver a abrir los ojos y decirle a Harry la verdad.

"Yo... me voy el sábado con Andrew para África". La sonrisa en el rostro de Harry se borró y por unos instantes pareció perdido, pero luego sacudió la cabeza y volvió a sonreírle, aunque esta vez parecía forzosamente.

"Bueno... pues dile que ya no vas a ir" repuso simplemente como si fuera una decisión fácil de tomar. Hermione sacudió la cabeza y se alejó un poco de él, mirando al suelo.

"No es tan sencillo... Harry... nos vamos a casar, el sábado en la mañana, y luego almorzaremos y nos iremos a tomar el avión".

Aún con la cabeza gacha podía ver la cara de profunda decepción de Harry. Se sentía tan mal, pero lo hecho, hecho estaba; ya no podía deshacerse de aquel compromiso.

"¿Qué?" oyó que él decía frente suyo. Levantó la cabeza con miedo, dispuesta a decirle todo.

"Nos casaremos... acordamos que sería lo mejor ya que si me voy a vivir con él a otro lado, lo mejor será que seamos pareja y...

"¡Pero tú no lo amas!" la interrumpió Harry bruscamente. Ella trató de responderle lo más calmada posible.

"Sé que no lo amo, pero con el tiempo llegaré a hacerlo". La mentira se oía diez veces peor dicha en voz alta, pero no le importó.

"¿Cómo... cómo puedes hacer esto?" preguntó el muchacho con voz débil.

"Tenía que tomar una decisión, ya te había comentado...

"¡Estás perdiendo los estribos!" gritó él enojado. Hermione también se enojó; él no era nadie para decirle aquello.

"¿Por qué? ¿...porque no te escogí a ti? ¿...porque no me quedé esperándote como un perro faldero a su amo mientras se te daba la gana de volver?"

"No seas injusta, yo te dije lo que me pasó, no podía volver, necesitaba tiempo...

"¡Pero podías haberme avisado...!" ahora fue el turno de Hermione de interrumpirle; se estaba poniendo roja del cólera.

"Te dije que quería estar solo y no deseaba hablarme con nadie" dijo él con un tono de voz normal, aunque se oía peligroso. Hermione se enojó aún más.

"Y cuando dices nadie te refieres a mí, ¿no? Porque a Ron si le escribiste, no cartas largas claro, pero aunque sea le escribías de vez en cuando para hacerle saber que estabas bien... y no me vengas con la basura de que esas cartas fueron en la fecha en la que tú aún me escribías, porque vi las fechas y eran del tiempo en que no oí de ti jamás" gritó lo último con amarga satisfacción, y vio como Harry abría los ojos al oírle a ella decir aquello que no debía de haber sabido.

"Ahora si no tienes nada que decir, ¿eh?" dijo en voz baja pero cargada de reproche. Harry no le dijo nada, así que siguió hablando, sacando todo lo que tenía que decir.

"Sé que sufriste durante todo ese tiempo Harry, y lo entiendo, pero yo también sufrí, porque yo también siento, y créeme que no fue nada agradable. Viví en tanta miseria... estaba destrozada moralmente, no pensaba más que en ti y me vivía martirizando... hasta que un día no lo soporté más, y decidí acabar con ese capitulo de mi vida.

"Y ahí fue cuando Andy apareció, y no pudo haberlo hecho en mejor momento que en ese, porque necesitaba apoyarme de alguien para poder acabar con esa época tan tormentosa de mi vida, y él llegó para ayudarme... hasta que llegaste tú..".

"¿Entonces es mi culpa?" preguntó Harry mientras se señalaba.

"No te estoy echando la culpa..". empezó a decir Hermione mucho más calmada, su tono de voz apagado "...sólo te estoy diciendo, que en el momento justo en que decidí olvidarme de ti, apareciste nuevamente. Estaba tan confundida, ya no sabía que hacer... pero Harry, tenía que dejarte ir... tú... tú perteneces a mi pasado, y yo no deseo volver atrás, es demasiado doloroso. Quiero reconstruir mi vida, pero tú no me dejas..".

"Podemos construirla juntos..". dijo Harry de pronto, su voz también suave y angustiada. Se acercó a Hermione con urgencia y le tomó de ambas manos, sus ojos implorándole que aceptara. Ella las soltó y dio un paso atrás.

"No me pidas eso... no puedes pedirme que haga eso... Andy es alguien muy especial para mí, y no quiero herirlo..".

"Pero prefieres herirme a mi" le interrumpió Harry sutilmente.

"No... no quiero herir a nadie, pero de todas formas alguien saldrá lastimado... lo siento Harry". Calló porque un enorme nudo en la garganta le impedía continuar. Él simplemente la miró tristemente, sus ojos apagados. No le dijo nada, simplemente se fue hacia su habitación y unos momentos después reapareció con su larga gabardina negra en mano, mientras se pasaba la otra bajo las gafas.

"¿A dónde vas?" preguntó ella de pronto, sintiéndose angustiada. Él no volteó y siguió caminando hacia la salida.

"A cualquier lado menos este..". repuso con amargura, mientras introducía sus brazos en las mangas.

"No te vayas, tenemos que terminar de hablar..".

"¿Qué más quieres decirme eh?" dijo Harry de pronto mientras se volteaba bruscamente y hablaba con intenso odio; cada palabra que pronunciaba era como una daga al corazón de Hermione.

"Tenemos que terminar de hablar..". repitió ella con voz débil, mirándole atemorizada. Harry bufó y caminó a grandes zancadas hasta quedar nuevamente frente a ella, sus ojos girando como si en cualquier momento fueran a salirse de órbita.

"¡Terminemos bien!" gritó con furia "¡aunque no entiendo que más te quede por decirme, si ya me dijiste prácticamente todo, que me vaya al infierno, ¿no? Si eso quieres...

"¡No, no es así!" repuso Hermione mortificada.

"¿A no? ¿Y como es entonces? Ya destrozaste mi corazón Hermione, ¿qué más quieres de mí, que caiga muerto? De todas formas ya no es necesario, ya lo estoy".

"¡Basta Harry!" gritó ella mientras sentía las lágrimas formarse en sus ojos. El joven respiró profundamente y volvió a abrir los ojos, éstos destilando traición y dolor.

"Ya no sé quien eres" repuso con los dientes apretados.

"¿Por qué no?" preguntó ella sintiendo la ira nuevamente apoderarse de ella.

"Porque la Hermione que conocí nunca haría esto, nunca me heriría así como lo estás haciendo ahora, esa Hermione...

"...Está muerta..". repuso ella apretando los puños, irguiendo la cabeza y mirándole desafiante, "ya no existe, al menos esa parte de ella donde siempre los ponía a todos antes que a ella misma..".

"No puedo creerlo..".

"Te dije que había cambiado, que no era la misma" repuso ella tratando de sonar tranquila, pero el tono de voz la delataba.

"¡Sé que me dijiste que habías cambiado, no que te habías convertido en otra persona! Te desconozco por completo" dijo Harry haciendo énfasis en lo último.

"Si me desconoces no es mi culpa, tú fuiste el que se fue. Sé que eso sonó injusto, y sé que lo es, pero también es injusto que tú aparezcas después de más de seis años y pienses que nada ha cambiado y que yo congelé mi vida hasta que tú llegaras... soy un humano, no un pedazo de comida que se puede guardar en el refrigerador y luego de un tiempo se saque y esté aún bien. Siempre estuve ahí para ti Harry, y siempre lo estaré, pero no puedes esperar que después de tanto tiempo simplemente hubiera estado de brazos cruzados, mirando a la ventana por si algún día aparecías... decidí formar mi vida, no puedes esperar de un momento a otro que lo destruya todo por ti..". calló cuando sintió la primera lágrima caer libremente por su mejilla. Se limpió rápidamente con un movimiento de la mano pero no bajó la vista; ésta estaba fija en Harry quien no se había movido del mismo lugar en todo el tiempo.

"Entonces... no valgo la pena..". repuso él sin gritar, su voz neutral, vacía de emoción alguna.

"Sabes que no me refiero a eso... hasta hubo un momento en mi vida en que tú eras mi vida... Harry yo... siempre me preocupé por tu felicidad, y no te lo estoy sacando en cara, pero siempre pensé en que tú fueras feliz, al punto en que me olvidé por completo de mi propia felicidad, y tal vez por eso he sido tan miserable; ya no quiero serlo más, no quiero sentirme así, quiero ser feliz...

"¿Y piensas que serás feliz al lado de un hombre que no amas?" repuso él totalmente calmado, pero sus ojos mostraban la tristeza que seguro estaba sintiendo en ese instante.

"No lo sé... pero nunca lo sabré si no hago el intento" repuso ella calmada. Miró a Harry directo a los ojos, y vio que estos estaban cristalinos.

"Pero no vale la pena hacer ese intento conmigo, ¿no?" repuso con desolación, riendo sardónicamente al final.

"Te equivocas..". dijo ella caminando unos pasos hacia él y tomando sus manos entre las suyas, mirándole directo a los ojos, "...lo vale todo, pero nosotros ya lo intentamos, y nada bueno resultó de ello".

"Hermione, ¿cómo puedes decir que aquello fue una oportunidad? Era joven, un niño casi, no sabía nada de nada..".

"Yo sí sabía" le interrumpió ella sutilmente.

"Tú siempre sabes de todo" repuso él y si no hubieran estado en aquellas circunstancias, Hermione se hubiera reído.

"...el problema es que yo no lo sabía, y si lo hubiera sabido, no hubiera sabido como asimilarlo... por eso te necesito a ti, para que me ayudes a asimilar lo que yo no puedo... por favor... dame una última oportunidad".

Hermione no dijo nada, sólo miró al suelo y un tiempo después unas gotas cayeron a éste.

"Bien... creo que ya hemos terminado" repuso él simplemente con voz ahogada y le soltó de las manos. Luego se oyeron unos pasos, una puerta abriéndose y luego un golpe sordo que indicaba que ésta se había cerrado; Hermione sintió como si una puerta dentro de su corazón se hubiera cerrado para siempre.

Finalmente había cerrado aquel capitulo de su vida.


Harry no apareció en todo el día, y Hermione no supo si llegó a dormir en la noche porque cuando ella se acostó(pasada la medianoche) él aún no había llegado.

La muchacha se levantó antes de que saliera el sol. Aquel día no tenía que trabajar. Ya había pasado la renuncia al colegio y tristemente la directora la había aceptado. Ella junto con muchos profesores le reprocharon a Hermione el no haberles dicho antes que iba a irse del todo de Brasil para que hubieran podido hacerle una despedida.

Hermione les dijo que una vez que se hubiera instalado en África volvería para que pudieran hacerle una despedida como ellos hubieran querido, y así aceptaron.

No tenía que ir a trabajar, pero ella había insistido que debía compensar por el día anterior ya que había faltado a la mitad de las clases que tenía que dictar y la otra mitad las había impartido fatalmente; así que iría a trabajar la mitad del día, y luego almorzaría con Andrew para hacer unos ligeros preparativos para su boda y la partida.

Tomó una larga ducha de agua fría, dejando que el helado chorro cayera por su cabeza, su espalda y el resto de su cuerpo para que la levantara.

Su ánimo estaba por el piso, y parecía que el día había optado por reflejar como se sentía, porque el cielo estaba grisáceo, las nubes cargadas de agua se arremolinaban en el firmamento y parecían indecisas de soltar el aguacero en ese momento o después.

Había permanecido despierta toda la noche, no llorando ni nada ya que había gastado prácticamente todas sus lágrimas desde que conoció a Harry y deseaba preservar algo para su vejez, sino que permaneció despierta sólo mirando el techo blanco de su habitación, formando patrones complicados en su mente.

Había revivido la conversación que había mantenido con Harry durante el día cientos de veces, tanto que se la sabía de corazón. Simplemente no podía sacarse sus palabras de su cerebro, y mucho menos de su corazón.

"...por favor... dame una última oportunidad..". eran las mismas palabras que oía una y otra vez cada vez que la conversación terminaba.

¿Por qué no? ¿Por qué no darle una última oportunidad? Eso era lo que ella había estado deseando desde hacía años, ¿así que por qué no darse una oportunidad tanto a ella misma como a Harry?

No puedo herir a Andy decía su razón una y otra vez, cada que se formulaba la misma pregunta. Pero, ¿no había sufrido ella también, tanto que merecía ser feliz? Por supuesto que ella también merecía ser feliz, lo sabía, y también sabía como serlo... bueno, su corazón sabía como lograr esa felicidad tan anhelada, pero su razón simplemente continuaba negándosela, al menos esa opción.

¿Por qué? ¿Por qué no puedo ser feliz? Ya sabía la respuesta a aquella pregunta, la que debería hacerse sería ¿por qué no quiero ser feliz? Ella ya sabía como serlo, y con quien serlo, pero estaba tan decidida a seguir lo que su razonamiento lógico le dictaba que no aceptaba nada de lo que le dijera su corazón, que era el que había estado soportando tantas emociones durante todo el tiempo.

¿Valía la pena dejarlo todo por Harry?

Claro que la valía, ya lo había hecho una vez, podía hacerlo de nuevo. Pero siempre que pensaba en hacerlo, la imagen de su prometido llegaba a su mente, con su enorme sonrisa y ojos inocentes.

Tan inocentes se decía Hermione a sí misma como si nunca hubiera sufrido así, o sufrido por algo durante todo su existir.

Cerró la llave y salió de la ducha mientras se rodeaba con una enorme toalla esponjada todo el cuerpo. Salió del baño a su habitación y tomó su varita del tocador, y con un complicado movimiento con su mano derecha de la punta de la varita empezó a salir vapor. La apuntó a su cabello, no para hacerlo liso, ni para dejarlo en rizos, sino para secarlo, con ese único propósito. Mientras se secaba el cabello se sentó en la silla frente a su tocador, y se miró al espejo.

Unas enormes ojeras se vislumbraban bajo sus ojos, los cuales se veían cansados y opacos, sin vida.

Todo era tan difícil, le gustaría tanto que alguien más tomara sus decisiones por ella. Aunque dudaba si eso sería posible, ya que no confiaba mucho en lo que otras personas hacían a menos que ella les revisara y aprobara que esa sería la mejor decisión para ella, que al final de todo resultaría siendo lo mismo, ya que ella estaría decidiendo todo.

Les revisaría a todos menos a... Por Dios, contrólate Hermione, tienes que dejar de hacerte esto...

Luego de un tiempo su cabello finalmente se secó, así que lo tomó todo y se hizo un moño muy parecido al que la profesora McGonagall solía tener, lo que la hacía verse mucho mayor de lo que era.

Terminó de alistarse, poniéndose su traje ejecutivo gris y sus gafas, y se dirigió a la cocina a empezar con su rutina.

Con un movimiento de la varita el café se empezó a hacer en la cafetera. La lechuza que le traía el periódico se encontraba encima del mesón donde estaba haciendo su café y esperaba pacientemente a que Hermione tomara el periódico que tenía atado a la pata estirada y depositara el dinero en la bolsa que tenía en la otra pata.

La muchacha hizo lo anterior y acarició a la lechuza antes de que ésta partiera y se perdiera en el cielo pardo.

Se sentó en su usual silla y apoyando los codos en la mesa, enterró su cabeza en sus manos y cerró los ojos apretándolos fuertemente.

Mi cabeza... pensó mientras se la oprimía con las palmas de la mano siento que me va a estallar.

Trató de no pensar en nada por unos minutos, y lo logró durante ese laxo de tiempo, hasta que el café que se depositó sobre la mesa, ya servido en un posillo, la sacó de su estado de relajación.

Lo tomó entre sus temblorosos dedos y se lo llevó a la nariz para poder inhalar el fuerte aroma que emanaba, y sintió cómo las fuerzas le volvían. Estaba a punto de tomar el primer sorbo cuando un ruido la sacó de su ensimismamiento.

Levantó los ojos y vio con sorpresa a Harry entrando por la puerta de la cocina envuelto en una bata gruesa. Caminó hasta el mesón donde Hermione había hecho el café(ignorándola durante todo el tiempo) y dándole la espalda para servirse un poco. La joven sintió cómo se le caía el alma al suelo.

"Bue...buenos días" repuso débilmente y con voz temblorosa. Harry no volteó.

"No veo que tengan de buenos" dijo al rato éste con un tono mortífero. Hermione no dijo nada. Volvió la vista hacia su café, y no deseó más que zambullirse en el líquido negro y perderse ahí para siempre.

Harry finalmente volteó y se sentó también, precisamente en la silla opuesta a la de ella. Su mirada fría se posó sobre ella y empezó a tomar lentamente su bebida, sin quitarle un ojo de encima. La joven se sentía cada vez peor; durante un instante levantó la mirada y se encontró con la cara rígida de Harry, y pudo distinguir las bolsas bajo sus ojos y como éstos estaban hinchados y algo rojos. Se sintió avergonzada, porque a diferencia de Harry a quien no le apenaba mostrar que no había dormido y había estado llorando, ella se había aplicado un hechizo para cubrir las bolsas moradas que había adquirido la noche anterior. No pudo mirarlo durante mucho tiempo porque de sólo verle a los ojos le producía dolor en el pecho; su mirada era gélida y cruda, y sólo mostraba odio, mucho odio.

Estuvieron envueltos en un incómodo silencio durante unos minutos, hasta que Hermione no pudo soportarlo más y se levantó de su silla, poniendo el pocillo medio lleno en el lavaplatos y girando para salir de la cocina.

Estaba a unos pasos de ésta cuando algo se aferró con fuerza a su cintura y sintió un leve cosquilleo en la nuca. Iba a llevarse una mano atrás cuando la voz amortiguada de Harry se oyó justo en aquel lugar.

"No... lo lamento... no te vayas" dijo débilmente y enterró su rostro aún más en su nuca desnuda. Hermione cerró los ojos cuando sintió una oleada de placer al sentir la respiración de Harry en su cuello.

"No lo hice a propósito..". habló de nuevo y ella sintió un hormigueo recorrer su espina dorsal. Apretó los ojos con fuerza y se mordió los labios al sentir su respiración agitada sobre su piel... tenía un efecto tan grande en ella...

Tuvo que poner sus brazos encima de los de él porque sintió su determinación disminuir y se sintió débil; el sólo hecho de saber que estaba entre sus brazos le causaban aquel desasosiego.

Su tacto le estaba afectando la mente; llevó una de sus manos hacia atrás y la dejó descansar en la parte trasera del cuello de Harry, la sensación intensificándose al sentir como si puyas entraran por sus dedos y viajaran por su sistema nervioso hasta su cerebro.

Harry le ciñó más fuerte de la cintura y empezó a murmurar palabras que Hermione bien no oía o no entendía porque tenía la razón nublada, pero que hacían que sintiera las puyas viajando con más rapidez.

"Oh... no hagas eso" murmuró tratando de sonar incómoda pero su voz salió suave y algo aguda, delatándola por completo.

"No estoy haciendo nada" susurró Harry y acto seguido empezó a besarle lentamente la nuca.

La poca resistencia que Hermione había formado se fue abajo con ese simple acto, y sintió como si su cabeza empezara a dar vueltas.

Involuntariamente un débil gemido escapó de su boca y supo que había sido un error, porque sintió cómo los labios de Harry se formaban en una sonrisa antes de empezar a besarle más pausado, sus labios húmedos contra su piel llevándola al borde de la locura.

"Ahora sí estoy haciendo algo" musitó Harry entre besos. Hermione dejó caer su cabeza a su hombro dándole un nuevo espacio de su cuello por explorar.

El mar de sensaciones por el cual estaba pasando no le ayudaban en su causa, que era alejarse de él en ese instante. Ordenó a sus brazos deshacerse del abrazo pero éstos no le respondían; tampoco sus piernas las cuales habían decidido por sí mismas no moverse del lugar donde estaban.

Harry le estaba ya besando por el lado derecho y con tanta calma que Hermione deseó tomarlo y tirarlo a un acantilado por su paciencia, ya que la de ella se estaba agotando.

"Te amo" susurró Harry en su oído, y ella se sintió enloquecer.

"...yo también te amo..". escapó de sus labios y cuando se dio cuenta de lo que dijo abrió los ojos y se alejó de Harry, volteando para verle.

Este tenía una enorme sonrisa en sus labios y sus ojos volvían a tener cierto brillo, pero luego su expresión cambió por una seria y dio unos pasos hasta quedar frente a Hermione y le tomó de las manos, mirándola directamente a los ojos.

"Piensa bien las cosas... aún tenemos una oportunidad, pero todo está en tus manos..". las llevó a sus labios y le dio un ligero beso al dorso de cada una, y luego volvió a verla a los ojos "sólo... sólo te pido una sola cosa... si estás tan segura de lo que vas a hacer, me iré hoy mismo en la noche, y te juro que jamás te volveré a molestar en la vida... pero, si aún crees en que algo pueda pasar, te esperaré a las seis aquí... si no llegas, lo entenderé como un no y me iré para jamás volver". Le dio un beso en la frente y antes de que ella pudiera hablar, desapareció por la puerta de la cocina hacia su habitación, dejándola en medio de un torbellino de nuevas preguntas y un plazo más para decidir.


Antes de que se diera cuenta, ya era el mediodía.

Había pasado la mañana dictando clases y despidiéndose de cada alumno y profesor en el colegio, algo que le partía el alma. Cuando salió de las instalaciones de la institución, dos bolsas repletas de regalos y cartas en cada mano por parte de sus estudiantes más queridos, caminó unas cuadras hasta que se subió a un carro negro que la esperaba en una esquina. Andy le saludó.

"¿Cómo te fue?" le preguntó emocionado mientras el carro arrancaba y los llevaba hacia un restaurante donde iban a almorzar.

"Bien... muy bien... las despedidas son la peor parte en una relación" comentó mientras se acomodaba en el auto y dejaba las bolsas(mágicamente cerradas para que sólo ella las pudiera abrir) en la parte trasera del vehículo.

Estaba distraída, no podía evitarlo. No había pensado en otra cosa que no fuera el momento que había pasado en la cocina en la mañana con Harry. Su voz se oía tan fuerte y claro que a veces pensaba que estaba a su lado hablándole al oído.

"...te esperaré a las seis... si no llegas, me iré para jamás volver". Era todo lo que escuchaba. Miró a su lado izquierdo y vio como Andy hablaba agitado acerca de algo que ella no sabía, porque no le ponía la atención que tenía concentrada en Harry.

Aquello le hacía sentir mal. No era correcto estar con su futuro esposo a su lado y estar pensando en otro hombre, y más en la forma como evadir su matrimonio para irse con él.

El almuerzo fue algo muy lento, y Andy fue el que habló todo el tiempo. Normalmente se hubiera dado cuenta de la falta de atención de Hermione, pero por estar tan emocionado de la boda y todo el viaje de seguro no había reparado en la actitud de su futura esposa.

Luego del almuerzo fueron a comprar unas cuantas flores para arreglar la capilla donde se iban a casar.

Habían optado por casarse primero por lo civil porque Hermione deseaba que sus padres estuvieran presentes el día de su boda, así que luego de instalarse en África se casarían en Inglaterra(por petición de Hermione) por la iglesia, como sus padres deseaban.

La capilla donde iban a comprometerse el uno al otro de por vida era realmente pequeña, y estaba en el segundo piso de la Notaría municipal de Natal. Sólo tenía cuatro hileras de madera a cada lado para que la gente se sentara, aunque en realidad sólo irían los dos testigos que Andy había conseguido para que firmaran el acta del matrimonio; Hermione había insistido en que no deseaba a nadie de su lado como testigo(había dicho que todos tenían que trabajar el sábado en la mañana y cuando Andy le nombró a Harry, Hermione se puso pálida e inventó que a él no le agradaban las bodas).

Así que sus vueltas consistían en comprar unas cuantas flores para arreglar la pequeña capilla y buscar anillos ya hechos para tener al día siguiente.

Llegaron a la casa de Andy un poco después de las cinco de la tarde.

Fueron directamente a la cocina y él empezó a prepararle la cena, aún hablando con entusiasmo de todo lo que podrían hacer una vez llegaran a su destino, y no notó la cara trágica que Hermione ponía por oír esto.

Su corazón palpitaba fuertemente, y miraba de vez en cuando el reloj. Dentro de menos de una hora Harry estaría esperándola, y si no llegaba, se iría para siempre, para siempre. Se sentía miserable, no sabía que hacer.

Ella no había pedido enamorarse de su mejor amigo, no, ciertamente no lo había pedido. No era su culpa que se hubiera fijado en él y sólo en él, y se maldijo mentalmente por eso. Habría podido enamorarse de Ron, cuya vida no eran tan complicada, y hasta cierto punto, ella pensó que le había querido como más que un amigo. Pero su corazón la había traicionado, y había optado por Harry, Harry Potter, el niño que vivio.

¿Por qué? Se había hecho esa pregunta cientos de veces, por qué Harry. Él era otro hombre mortal después de todo, no era perfecto, tenía cientos de errores que a ella le disgustaban, bueno, no cientos pero si muchos... en fin, no es que fuera un súper hombre, bueno, podría ser El que derrotó Al-que-no-debe-ser-nombrado, pero eso a ella no le importaba. Tenían muchas diferencias, y él podría tener a la mujer que quisiera(bueno, no cualquiera, pero sí tenía una larga lista de admiradoras), sin embargo la había elegido a ella. ¿Por qué? Ella tampoco era nada del otro mundo, no era glamorosa ni bonita, era muy mandona y... podría seguir y seguir por horas, así que resumiendo, ella era común y corriente, tal como las demás.

Entonces, ¿por qué se habían fijado el uno en el otro, si ambos son tan comunes y corrientes?

Porque tal vez no están buscando superpersonas con quienes estar, sólo alguien a quien amar, y ser correspondido.

Parpadeó un par de veces mirando a su alrededor, ¿acaso esa respuesta había salido de ella? Sí, porque sólo se encontraban ella y Andy en la cocina, y él estaba ahora cubriendo el tópico sobre automóviles mientras revolvía algo en una cacerola al fuego, así que no podría ser el.

Entonces era eso. No necesitaba a un superhombre, ni a un ser perfecto con el cual compartir el resto de su vida, sólo necesitaba a Harry. Miró nuevamente a su alrededor y vio a Andy(quien por fin se había callado) servir al parecer sopa en dos platos redondos mientras entonaba una canción. Hermione sintió una tristeza inmensa, al verlo ahí tan abstraído a todo lo que estaba sucediendo, que de una u otra forma tenía tanto que ver con él y a la vez no tenía nada que ver en lo absoluto.

Miró su reloj y se sorprendió de que eran las cinco cincuenta y nueve de la tarde. Quedaban cinco segundos para las seis, y Harry se iría...

Se quedó mirando su reloj, y cómo el segundero se acercaba cada vez más a la rayita que marcaba las doce.

Cinco... cuatro... tres... dos... uno...

"¿Hermione?" oyó de pronto que alguien le llamaba. Levantó la cabeza y vio que Andrew le miraba con el ceño ligeramente fruncido.

"¿Si-sí?" tartamudeó algo confundida, sintiendo como si hubiera aterrizado de un largo viaje en ese instante.

"Te pregunté que si querías algo de sal para tu sopa, pero no me respondiste nada" dijo mientras se acercaba a un estante y sacaba el salero.

Hermione miró a su sopa(que estaba frente a ella en la mesa) y luego miró a Andrew, aún un poco confundida.

"Eh... no, no quiero gracias..". respondió al cabo de un rato mientras se conectaban nuevamente sus sentidos a su cerebro.

"¿Estás bien? ¿Necesitas ir a algún lado?" preguntó él luego de que se hubiera sentado y le hubiera echado algo de sal a su comida.

"¿Por qué lo dices?" preguntó ella deseando tanto ahogarse en el mar de comida salada frente a ella.

"Porque no has hecho más que mirar a tu reloj desde hace rato, y no me has puesto atención en todo el tiempo" repuso con tono jovial mientras tomaba su cuchara y la introducía en el plato.

Hermione abrió los ojos al haber sido descubierta y trató de defenderse.

"¡Si estaba oyendo! ¡En serio!" dijo tratando de sonar convincente. Andrew rió.

"Si claro, es por eso que no me dijiste nada cuando dije que deberías no trabajar cuando lleguemos a África y sólo te dediques a cuidar a nuestros hijos" dijo contento.

Ella no dijo nada, y lo más disimulada que pudo, miró a su reloj.

6:05pm... dijo dentro de su cabeza y la bajó para mirar a su plato.

Durante el resto de la comida no dijeron nada, sólo ingirieron sus alimentos sin musitar palabra alguna.

Hermione sentía una desdicha tan grande que pensaba que si pronunciaba una palabra se echaría a llorar de inmediato.

Seré feliz... seré feliz... ¿cierto? Se dijo a sí misma mientras jugaba con su comida y veía como se arremolinaba en el plato. A veces seguía el trayecto del humo que emanaba de su sopa hasta perderse en las alturas, y una vez que lo hizo, su mirada se perdió en la ventana que había en la cocina desde la cual se veía el cielo negro cubierto de nubes grises, amenazando con una tormenta, como el resto del día lo había hecho.

"Tendré que llevarte a casa" oyó que Andrew le decía y miró hacia él. Al parecer había seguido su mirada hasta la ventana porque ahora estaba mirando hacia ella con el entrecejo fruncido.

"Gra-gracias" musitó ella cuando hubo recuperado el habla. Él dejó de mirar hacia allá y posó su mirada en Hermione. Para sorpresa suya, él le tomó delicadamente su mano, sacándola de su ensimismamiento.

Le miró algo confundida, y pudo ver en sus ojos comprensión.

"Muy bien... has estado actuando así todo el día... ¿qué sucede?" preguntó seriamente. Hermione iba a decir algo cuando Andrew habló nuevamente. "Sé que soy un poco despistado a veces, pero no tanto como para no darme cuenta de que algo muy serio te está pasando y se nota que es grave, por la mirada en tu cara".

Hermione sintió sus ojos llenarse de lágrimas y bajó la mirada. Luego de un momento la levantó nuevamente y forzó una sonrisa en sus labios.

"No es nada... estoy sólo un poco nerviosa por mañana" mintió y logró sonreír nuevamente, aunque le estaba costando mucho hacerlo.

"Estás mintiendo" dijo Andrew simplemente, y luego continuó, "Tal vez... estás teniendo dudas acerca del matrimonio..".

Hermione deseó haber gritado que no era así, que no deseaba más que casarse con Andrew y ser feliz para siempre... pero no podía engañarse, no lo quería.

Lo miró con sus ojos llorosos y una lágrima bajó por su mejilla. Él acercó una mano a su rostro y con su dedo la secó.

"No te preocupes... sé que tienes dudas; incluso yo las tengo... sé que no te di mucho tiempo para pensarlo, pero...

"Está bien..". dijo Hermione poniendo su otra mano encima de la de Andy(la cual tenía a su vez su mano derecha) "sé que quiero hacer..".

Él le sonrió y le soltó de las manos, parándose para marcharse.

"¿A dónde vas?" preguntó con cierto susto en su voz. Andrew volteó para mirarla y le sonrió.

"No te preocupes, volveré en un instante. Es que hay algo que tengo que hacer..". pronunció lo último de una forma extraña, como si alguien más ya hubiera dicho lo mismo a Hermione una vez hace muchos años... y entonces lo recordó.

"Hermione, no llores, volveré. Es algo que tengo que hacer"

Sí, casi seis años habían pasado desde que había oído esa frase, y aun así parecía que hubiera sido ayer.

No pudo evitarlo, fue como una reacción en cadena. Esa simple frase, ese simple recuerdo activó muchos otros, y no pudo evitarlo.

Sus labios temblaron, y de pronto se lanzó sobre Harry y lo abrazó.

"¡Hermione!"

"Harry... eres un gran mago, ya lo sabes".

"No soy tan bueno como tu" contestó muy incómodo, mientras ella lo soltaba.

"¡Yo!" exclamó Hermione "¡Libros! ¡Inteligencia! Hay cosas mucho más importantes, amistad, valentía y... ¡Oh, Harry, ten cuidado!"

Sentía las mariposas en su estómago y cientos de ojos posados sobre ella, pero aún así logró sonreír(algo nerviosa) y caminó cogida del brazo de Krum cuando la profesora McGonagall los llamó.

Se dirigieron al lado de la puerta siguiendo las órdenes de la profesora y se quedaron junto a los demás campeones.

Sintió unos ojos en particular sobre ella, y cuando volteó la mirada en busca del que la observaba, se encontró con los ojos verdes de Harry.

Éste la miraba con una cara de sorpresa y con la boca abierta, y se sintió enrojecer; aun así siguió sonriendo y trató de sonar casual cuando le saludó.

"¡Hola, Harry! ¡Hola, Parvati!"

Estaban en el gran Comedor desayunando y Hermione estaba contándoles a Harry y a Ron que se había suscrito a El Profeta y estaba esperando a que llegara la lechuza con su periódico cuando muchas lechuzas empezaron a llegar justo frente a ella.

"¿Cuántos ejemplares has pedido?" preguntó Harry, agarrando su copa antes de que la tiraran las lechuzas, que se empujaban unas a otras intentando acercarse a ella para entregar la carta primero.

"¿Qué demonios...?" exclamó ella, cogiendo una carta traída por una lechuza gris y empezó a leerla. "Pero ¡bueno! ¡Hay que ver!" farfulló, poniéndose colorada.

Harry tomó la carta y la leyó en voz alta:

Eres una chica malvada. Harry Potter se merece algo mejor que tú. Vuelve a tu sitio, muggle.

"¡Adiós Harry!" dijo Hermione, e hizo algo que no había hecho nunca: le dio un beso en la mejilla.

Ron salió corriendo de la habitación, y Harry y Hermione se quedaron solos.

"Harry..." empezó a decir la muchacha con timidez.

"Felicidades, Hermione" le dijo Harry tan efusivamente que no parecía su voz. Ella notó que estaba evadiendo el verla porque tomó la ropa que la señora Weasley había dejado sobre su cama y fue hacia su baúl sin mirarla siquiera una vez. "Es fantástico. Prefecta. Genial".

"Gracias" contestó sintiéndose un poco triste de la actitud de Harry hacia ella.

"Y no habría estado de más mencionar lo fea que me encuentras".

"Pero si yo no te encuentro fea".

"¡Por favor, Harry, te lo suplico! Déjanos comprobar si Sirius se ha marchado... Si no está en Grimmauld Place, te juro que no haré nada para impedir que vayas. Iré contigo, haré...lo que sea para ayudarte a salvarlo".

"¡Corran!" gritó Harry mientras los estantes se tambaleaban y las esferas seguían cayendo. Agarró a Hermione por la túnica y tiró de ella hacia delante.

"Bien hecho Ha..."

Un haz de llamas color morado le atravesó su pecho. Miró a Harry, quien parecía no creer lo que estaba sucediendo, y pronunció un leve ¡oh!de sorpresa antes se sentir sus rodillas doblarse y luego se derrumbó.

"Esta flor representa todo lo que eres para mí, y lo nuestro nunca terminará mientras ésta flor conserve ésta misma belleza".

"Cuando todo haya acabado, volveré a ti"...

Las lágrimas cayeron a su ropa. Miró su reloj, e incluso con sus ojos vidriosos vio claramente que marcaba las siete y tres minutos.

Se paró de inmediato y miró a Andy, quien la estaba mirando un poco alarmado.

"¿Estás bien? Te pusiste toda pálida de repente..". Pero Hermione no oyó que siguió diciendo, porque salió de la cocina a paso decidido y fue en dirección a la puerta. Oía el agua golpeando contra los techos y carros afuera del lugar, y apuró el paso.

"¿Her...Hermione? ¿A dónde vas?" oyó la voz de Andy detrás suyo. Bajó las escaleras rápidamente y cuando estaba en el último escalón, giró a verlo en la punta de las escaleras.

"Debo irme" repuso simplemente.

"¿Deseas que te lleve?" preguntó con voz preocupada, sin moverse del lugar.

"No..." dijo ella mirando al suelo unos instantes, pero luego alzó la mirada nuevamente hacia él. "...esto es algo que debo hacer sola". Sin esperar respuesta alguna, tornó hacia la puerta y sin hesitar la abrió de golpe y puso un pie afuera. Caminó rápidamente por el caminito de la puerta a la acera(todo el camino estaba protegido para que no se mojase) y sin importarle, salió de éste y puso un pie en la acera.

Apenas hizo eso la lluvia la empapó. El agua estaba cayendo a torrentazos pero no le importó, sólo deseaba encontrar un lugar donde nadie le viera para aparecerse a su casa.

Caminó rápidamente hasta la esquina mientras se revolvía los bolsillos de la falda y cuando llegó a ella recordó que había dejado la varita dentro de una de las bolsas con regalos en casa de Andy.

¡Maldición! Pensó mientras daba media vuelta para dirigirse a la casa de su prometido, pero antes de empezar a caminar se percató de que no era buena idea volver si iba a hacer lo que pensaba hacer.

Volvió a girar sobre sus talones y empezó a caminar con paso decidido a su casa.

La lluvia la tenía calada hasta los huesos, pero a ella no le importaba, sólo deseaba llegar lo más pronto posible, esperanzada de que aún no fuera muy tarde. Llevaba caminando ya bastante tiempo a su parecer y cuando miró a su reloj, este marcaba las siete quince, por lo que apuró el paso y se hizo camino entre las multitudes de personas que corrían para refugiarse bajo los techos de la lluvia que caía inminente del negro cielo.

Por favor que aún esté, por favor que aún esté rogaba mentalmente al cielo mientras se echaba a correr con dificultad por sus tacones las últimas cuadras que la separaban de su hogar, el cual ya se veía a lo lejos.

Sin poder ver donde andaba, pisó en un gran hoyo que había en el pavimento de la acera, y su pie izquierdo se dobló momentáneamente y ella cayó al suelo. Los ojos se le llenaron de lágrimas pero se las limpió rápidamente con la mano, ahora necesitaba poder ver a dónde quería ir si deseaba llegar lo más pronto posible.

Se quitó ambos tacones(uno roto por la caída) y con gran dificultad logró levantarse del suelo para echarse nuevamente a correr. Tenía que ignorar el intenso dolor en su tobillo si deseaba llegar rápido, y trataba de correr tan rápido como sus piernas se lo permitieran. Miraba con los ojos entornados(debido a la oscuridad) el suelo, y de vez en cuando se chocaba con otras personas que corrían por refugio, o hacía salpicar el agua mezclada con la tierra en el suelo empapándose a sí misma, pero no le importaba.

Su corazón palpitaba con estrépito contra su pecho no a causa de la carrera(bueno, quizá no tanto) sino a causa del nerviosismo que estaba sintiendo. Pero no reparaba en él ni en el susto que tenía de no encontrar a Harry, porque sabía que si lo hacía no llegaría nunca.

Por fin llegó. Tomando grandes bocanadas de aire paró justo frente a las escaleras de su casa, apoyando una mano en el pasamanos para recobrar algo de aire.

El pánico empezó a abrumarla de tal forma que se quedó inmovilizada por unos instantes, sólo mirando hacia arriba a la puerta de su casa entre la cortina de lluvia que seguía cayendo.

¿Qué tal que ya no esté? Son mucho más de las siete, y él dijo que se iba a las seis... lo más probable es que no esté pensó con pavor. Mentalmente la voz que la había incitado a llegar hasta allí le pegó una cachetada y luego habló.

Bueno, no lo sabrás hasta no mirar si es verdad o no dijo claro y fuerte.

Prácticamente oyendo el palpitar de su corazón en sus oídos, Hermione puso un pie tembloroso sobre el primer escalón, y apoyándose bien del pasamanos debido a su tobillo adolorido, subió con dificultad las escaleras, pero sintiendo su resolución volver a ella con fuerza.

Cuando finalmente llegó frente a la puerta, puso la mano en la perilla y cuando la giró, la puerta se abrió(se sorprendió debido a que la puerta no se abría a menos que quitara los seguros muggles con sus llaves y los mágicos con la varita). No se puso a pensar en eso, y entró como un tropel a su hogar cojeando, botando sus tacones a la entrada.

El agua escurría de su ropa dejando un camino labrado desde la puerta(que se cerró sola) hasta donde ella iba.

La casa estaba en penumbra, algo que no era muy buena señal, pero logró llegar al cuarto de Harry(cuya puerta estaba cerrada) y la abrió de inmediato. Buscó el interruptor que se encontraba dentro de la habitación junto a la puerta, y cuando lo localizó la luz inundó el lugar. Pasó sus ojos por la habitación con agilidad, y sintió su alma caer a sus pies.

Todo estaba impecable, no había ni un vaso, ni una media en el suelo, ni las sábanas a medio hacer; trató de ignorar esto, pensando que tal vez Harry había decidido asear un poco su habitación, pero incluso cuando caminaba hacia el armario con esperanza de encontrar algún vestigio que confirmara que él hubiera estado quedándose por tanto tiempo en su vivienda, muy adentro sabía la verdad.

Llegó frente al armario y lo abrió de golpe. Se atragantó cuando lo vio.

Estaba vacío.

Frenética, empezó a abrir uno por unos los cajones que habían en toda la habitación, dispuesta a encontrar lo que sea. Fue al baño y lo revolvió todo, esperando encontrar una pasta de dientes o un cepillo, pero salió de éste con la cara derrotada. Revisó cada centímetro de la alcoba, incluso debajo de la cama, pero no había nada. Era como si un torbellino hubiera pasado y arrasado con todo, porque no había siquiera una partícula de polvo en el suelo.

Salió del cuarto rápidamente y fue a la cocina, al solar, la sala(y miró hasta bajo los muebles), la terraza y hasta su propia habitación, pero no encontró rastro alguno del joven.

Sintiendo su esperanza esfumarse por completo, se dejó caer a los pies de su cama, y miró a un punto indefinido más allá de su puerta, sintiendo como si le acabaran de echar un balde de agua fría.

Se fue pensó mientras trataba de recobrarse de su asombro.

Lo había perdido, para siempre, y todo había sido su culpa.

Estuvo sentada ahí por mucho tiempo, sintiendo como si en un bostezo su espíritu hubiera escapado de su cuerpo, dejándola sola y vacía.

Al cabo de un rato se levantó con torpeza, debido a que aún no lograba asimilar muy bien el hecho de que hubiera dejado pasar oportunidad así en la vida y también por su tobillo que estaba hinchado. Caminó con lentitud a la puerta, dispuesta a salir, no sabía a qué sitio, pero necesitaba de irse.

Mas sus esfuerzos fueron en vano porque cuando puso un pie fuera de su alcoba, se sintió tambalear y tuvo que apoyar el hombro izquierdo en el marco de la puerta.

Miró hacia el fondo del pasillo, su mirada perdida en un punto cualquiera en la grande puerta negra de su estudio, cuando algo la desconcertó.

Parpadeó unas veces mientras trataba de pararse erguida, su cara en dirección a la puerta del fondo, y entonces su corazón dio un vuelco.

Un haz de luz se colaba por debajo de la puerta, formando un hilo dorado que recaía en el piso negro.

"...Harry..". murmuró levemente mientras empezaba a caminar con dificultad en dirección a la puerta, su tobillo reclamándole el haber abusado de él de tal forma.

Paró frente a la entrada del lugar, su respiración entrecortada y la esperanza volviendo a ella, y puso una mano en la perilla.

La iba a girar cuando un pensamiento le golpeó tan fuerte que no pudo ignorarlo.

¿Y si un ladrón que vio todo apagado decidió meterse a robar? No tengo mi varita para defenderme pensó con pánico.

No seas tonta, si hubiera sido así, el ladrón estaría tirado afuera totalmente rostizado, ¿no recuerdas el hechizo de protección que le pusiste a la casa? le apremió la misma voz que la había hecho sentir, porque todo lo que había hecho en esos días era razonar.

A pesar de todo, Hermione sonrió verdaderamente, y le dolió la cara porque sus músculos estaban desacostumbrados a que sonriera de verdad.

Podría ser él, si no, el susto de un ladrón sería suficiente para que pudiera maldecirlo sin su varita, o al menos así lo esperaba.

Suspiró profundamente y giró la perilla; la puerta lentamente se abrió.

Al lado derecho de la puerta, dentro de la habitación, habían dos enormes maletas negras, que para sorpresa de Hermione, pudo reconocerlas como las de Harry.

Llevó su cabeza justamente hacia el frente. Ahí estaba él, inconfundible por su cabellera negra azabache. Estaba sentado de espaldas a ella en un viejo sofá que había frente a una chimenea en la pared opuesta a la entrada del lugar.

Las llamas crepitaban lenta y apaciblemente en el fuego, haciendo del estudio un lugar acogedor considerando la tormenta que se había desatado afuera.

Su corazón dio un furioso vuelco y sintió que se atragantaba con la oleada de nuevas emociones que estaba sintiendo en el momento. Había llegado a tiempo después de todo...

"¿Harry?" preguntó en un hilo de voz dando un paso adelante. El muchacho no le respondió de inmediato, pero luego de un tiempo en el que sólo se oía el fuego consumiendo la leña, habló.

"Oh, ya volviste... ¿cómo te fue?" Su voz sonaba mortalmente apagada, lo que le rompió(aún más) el corazón a Hermione.

"¿Qué? No... no vine por eso" dijo ella dando otro paso hacia el frente, un poco confundida por la pregunta que le había hecho.

"¿Entonces?" sonó nuevamente su voz apagada.

"Vine por ti" repuso con valentía, sintiendo sus manos temblar. Las pasó sobre su falda empapada, y se regañó a sí misma por tener ese hábito que consideraba tan desagradable.

Harry por fin se levantó del sofá y caminó unos pasos hasta quedar de espalda a éste, y totalmente de frente a Hermione. Ella le vio sus ojos hinchados y su piel húmeda, lo que le decía que acababan de bajar unas lágrimas por sus mejillas. Pero su atención se fue directamente hacia algo Rosado-amarillento que él sostenía en su mano izquierda. Miró entornando los ojos a su mano, y distinguió los pétalos bañados de un delicado rosa en la punta, que pasaba por un tenue naranja hasta un amarillo muy suave en el centro, de donde los pétalos salían en espiral; era una flor, su flor.

"¿Qué... mi... cómo la... de dónde la sacaste?" logró decir al final sin despegar la vista de la flor. Harry lentamente la levantó hasta la altura de sus ojos y luego miró a Hermione.

"Bueno... estaba en un jarrón un poco extraño en éste estudio, ahí " dijo señalando hacia su izquierda con un blanco dedo a un espacio vacío junto a un estante repleto de libros. Frunció el ceño.

"Vaya... juré que allí había una mesa hacía unos instantes" comentó rascándose la cabeza con la mano libre.

"La... la hay, pero sólo yo puedo verla, y sólo cuando lo deseo" dijo ella mirando desconcertada entre Harry y la flor.

"Bueno... yo pude verla y... la encontré " dijo lo último refiriéndose a la flor y luego miró a Hermione a los ojos, los suyos mostrando tantas emociones a la vez que la abrumaron. Ella parpadeó un par de veces para salir de ese trance.

"Pensé... pensé que te habías deshecho de ella" repuso Harry como un pequeño niño que ha encontrado su juguete favorito luego de tanto tiempo.

La expresión confundida de Hermione se suavizó y le miró con ternura, deseando más que nada que estrecharlo en sus brazos.

"¿Cómo podría? Es mi tesoro más preciado" respondió con dulzura. Harry miró un momento a la flor y luego a ella.

"Está muy hermosa, no la recordaba tan bella" comentó mientras miraba a la joven directo a los ojos. Ella tuvo que abstenerse de lanzarse a sus brazos. "La has cuidado muy bien" agregó luego de un tiempo.

Hermione movió la cabeza de lado a lado unas veces y luego le miró sintiendo que sus ojos estaban expresando todas las emociones que estaban dándose en su corazón.

"Lo hemos hecho juntos... tú sabes cómo funciona" repuso simplemente. Quedaron callados unos instantes, sólo mirándose a los ojos, y luego ella habló de nuevo.

"Pensé... pensé que no te encontraría aquí " comentó mientras le miraba nerviosa. Harry no dijo nada, sólo miró al suelo unos instantes y cuando levantó de nuevo la cara, sus ojos se veían más cristalinos que antes.

"Estaba por irme a las seis pasadas, cuando no te vi llegar... pero en último momento me decidí por dar un paseo por todo el lugar, ya sabes, para recordarlo... cuando llegué al estudio, y me di cuenta de que nunca antes lo había visto bien, ya que sólo estuve aquí un día.

"Así que me puse a mirar entre los estantes, y encontré unas cosas que me llamaron la atención..." dejó de hablar y miró hacia su derecha unos momentos, para luego volver a descansar sus ojos sobre Hermione.

Ella siguió su trayecto y cuando vio lo que había sobre su escritorio, sus ojos se aguaron nuevamente.

Un álbum sobre otro, todos llenos de fotos de Hogwarts, en su mayoría de ellos dos, cubrían la superficie de su mesa de trabajo junto con una pila de papeles amarrados por un listón, que un segundo después Hermione reconoció como todas las cartas que Harry le había mandado desde que lo conocía, desde la primera que le había mandado un tiempo después de terminar el primer año, hasta la última donde le había contado que había derrotado a Voldemort.

"Lamento haber revisado tus cosas..." dijo la voz de Harry lo que la obligó a dirigir su mirada a él, "...las ordenaré antes de irme".

La joven sintió el pánico crecer rápidamente luego de lo que Harry dijo. Tenía que apurarse si quería que él se quedara.

"¡No! ¡Tú no puedes irte!" le dijo. Harry la miró confundido.

"¿Para qué quieres que me quede, para tu boda? No creo que sea la mejor idea...

"¡No! ¿Cómo puedes hacer esa clase de comentarios en momentos como este?" le interrumpió enfadada. Él se encogió de hombros.

"Me ayudan a asimilar las cosas más fácilmente" dijo simplemente. Hermione iba a regañarle nuevamente cuando reparó en su comentario. Se limpió con la manga de su blusa los ojos.

"Por favor... no te vayas, yo te necesito" dijo lo último con ruego en la voz. Harry la miró incrédulo y para su sorpresa, bufó.

"¿Me necesitas? ¿me necesitas? ¡¿A qué estás jugando?! Primero te digo que te amo y me rechazas, luego me dices que me amas justo antes de irte a finalizar los preparativos de matrimonio con novio, y ¿ahora me vienes con que me necesitas? ¿No crees que ya me has hecho suficiente daño? ¿No crees que ya pagué por todo el que yo te causé? ¿Hasta cuándo vas a seguir con esta tortura?"

"¡Por favor para!" gritó ella sintiendo las lágrimas finalmente caer por sus mejillas. Caían con tanta regularidad que esta vez no trató de limpiarlas ni de detenerlas. "¡Jamás te quise hacer pagar por lo que sufrí porque sé que tú también sufriste... jamás deseé hacerte daño Harry, esa no es mi intención! ¡Nunca lo haría a propósito, no soporto el que sufras...

"¡Lo demuestras bien!" gritó Harry con cinismo antes de atragantarse con un sollozo. Respiró profundamente y se pasó las manos bajos las gafas para limpiar las lágrimas que no dejaban de empapar su rostro.

"¿De veras sabes lo que quieres? Porque yo sí sé que quiero Hermione, te quiero a ti, te necesito a ti, muero por ti y tú lo sabes, pero no sabes lo que tú quieres...

"¡Te quiero a ti!" interrumpió ella mientras se ahogaba con sus propias lágrimas.

"¡No, no es verdad! ¡Vives cambiando de parecer a cada rato y no puedes hacer esto, hay otra gente involucrada en esto a quienes tú lastimas con tu indecisión!" paró un instante y se pasó una mano furiosa por su cabellera.

"¡Tienes que decidirte ahora y no lo hagas sólo por lo que te dicta tu corazón, sino por todo lo que tu ser en su totalidad te dice!" gritó frustrado mientras la miraba intensamente.

Le miraba temerosa y su pecho subía y bajaba rápidamente mientras continuaba parada en el mismo sitio de antes.

Pensó en Andrew, y su corazón le dijo que aunque le quería, jamás sería feliz con él, y por primera vez en mucho tiempo, su razón estuvo de acuerdo en eso.

Pensó en Harry y prácticamente todas sus entrañas saltaron a la vez fuertemente. Su corazón dio una vuelta entera al mundo y volvió a su lugar moviéndose violentamente. Tenía que estar con él, al menos darse una oportunidad, o jamás estaría en paz consigo misma.

Por segunda vez en la noche, su razón estuvo de acuerdo.

Le miró menos agitada y sintió a su corazón cansado aún con fuerza suficiente para acelerarse bajo esa mirada verde.

Cojeando, logró dar otro paso al frente.

"¿Alguna vez... has pensado tanto en una persona, que sientes que por unos momentos toda tu vida gira alrededor de ella, y te sientes realizado sólo cuando le ves? ¿Alguna vez has sentido, que lo que sientes por alguien es tan pero tan fuerte, que te desesperas porque no sabes de qué forma hacerle saber todo eso que estas sintiendo por ella? Que cuando le miras, tu respiración se vuelve superficial, tus ojos se traban con los suyos, y no existe nadie más que sólo ustedes dos así estén en un lugar poblado de gente... que cuando le tocas sientes que tu piel se está quemando al rojo vivo, y sin embargo no puedes dejar de tocarla porque se siente demasiado bien... que el sólo hecho de verla o sentirla cerca de ti haga que se te agudicen todos los sentidos, y no deseas más que tocarla, abrazarla, sentirla... que por más que estén juntos nunca es suficiente, porque eso que sientes es tan fuerte que no te cansas de verla día a día, momento a momento... o que así tengas el peor de tus días, y estés al borde de un colapso nervioso, con sólo mirarle a los ojos sabrás que todo estará bien... y que el mundo será mejor...

"Dime, ¿has sentido eso? Porque yo sí, y me sucede cada vez que estoy contigo... si eso no es amor Harry... entonces no sé que es, pero sí sé que es lo suficientemente fuerte como para haber venido hoy aquí, a no dejarte ir por esa puerta, a no permitirte que te alejes de mi vida porque sin ti ya nada vale..." se enjugó las lágrimas de su cara.

Harry no le dijo nada, sólo la miraba mientras lágrimas silenciosas bajaban por sus blancas mejillas. Era difícil saber que estaba pensando, ya que sus ojos estaban mostrando un mundo de confusión sin igual, probablemente el mismo que Hermione había mostrado los días anteriores.

Caminó unos pasos hasta quedar frente a ella, y se agachó hasta quedar a la altura de sus rodillas. Para su sorpresa, tomó su pierna izquierda y la levantó un poco, tocando con sus manos su tobillo hinchado. Hermione sintió un dolor provenir de él.

"Déjame ver" dijo con voz muy suave. Acercó su cara un poco más a su maléolo lastimado y empezó a darle unos ligeros besos y a murmurarle palabras que ella no pudo oír.

Iba a preguntarle qué estaba haciendo cuando sintió un gran alivio en su pierna, y cuando miró hacia abajo nuevamente, vio como el tobillo empezaba a deshincharse y volver a su forma normal.

Una vez restaurado, Harry puso su pie desnudo nuevamente en el suelo, tomó con la mano izquierda a la Emácea(la cual había depositado en el suelo) y empezó a erguirse nuevamente, sólo que su mano derecha aún seguía en la pierna de Hermione, y le rozó su piel por todo el camino hasta un poco más arriba de su rodilla, que fue cuando la dejó de tocar.

Ella cerró los ojos fuertemente durante unos instantes y luego volvió a abrirlos para encontrarse con los verdes de Harry. Él le sonrió sutilmente.

No le decía aún nada, simplemente llevó su mano detrás de la cabeza de Hermione y le quitó el gancho que le sostenía el pelo, haciendo que éste cayera a sus hombros. Acto seguido depositó la Emácea en su abundante cabellera, a fin de dejar visible sólo la flor en sí sin su tallo. Luego le miró nuevamente a los ojos, y le sonrió nuevamente.

"Eres tan hermosa..." susurró suavemente mientras le acariciaba su mejilla izquierda, y Hermione se vio obligada a cerrar los ojos de nuevo, un nuevo grupo de lágrimas cayendo cuando volvió a abrirlos.

"Harry... estoy mojada hasta en la médula ósea, cubierta de lodo y oliendo a tierra mojada... ¿y tú me dices eso?" dijo riendo tristemente mientras las lágrimas bajaban, empapando la mano de Harry en el proceso.

Él no le dijo nada, pero la miraba de una forma en que nunca lo había hecho, y luego de un rato, finalmente habló.

"Te amo" se limitó a decir antes de hacer algo que Hermione había deseado que hiciera desde que había llegado: la besó.

Sintió su mundo colapsarse y venírsele encima. De inmediato todo lo que había pasado durante todo este tiempo se le olvidó; incluso su vida entera pasó a la parte trasera de su mente. Todo el sufrimiento, la angustia, el desespero, todo lo que causó tantas penas y desdichas se borraron por completo de su cerebro, mientras le respondía abiertamente a Harry con frenesí al beso tan esperado.

Sintió los brazos de Harry envolverla y besarla con una desesperación sin igual, como si deseara sentirla por completo de una vez.

Hermione por su parte no se quedaba atrás, y le besaba con fervor, mordiéndole los labios, su lengua entrando y saliendo de su boca, recorriéndole con ímpetu la espalda con las manos, sintiéndose más viva que nunca.

Empezó a caminar hacia atrás con Harry aún besándola.

Se murmuraban te amo entre besos fervientes que querían tomarlo todo.

A trompicones lograron salir del estudio y siguieron caminando sin despegarse, Harry besándola con una pasión desmedida a la cual Hermione respondía con la misma exaltación.

"Te amo, te amo, te amo..." repetía ella una y otra vez mientras se deshacía de sus gafas y le besaba las pestañas, los párpados, la nariz, la boca, el mentón y todo lo que pudiera mientras él los guiaba y los hacía virar luego de un momento a la derecha.

Su cuerpo quedó atrapado entre algo plano y alargado y el cuerpo de Harry, que la presionaba con más ahínco contra el objeto.

A pesar de la ofuscación, el cerebro de Hermione se encendió en ese momento y supo que estaba contra una puerta.

Llevó su mano atrás, buscando en la plana superficie lo mismo que la mano de Harry(quien le besaba el cuello a mordiscos) buscaba, y luego de un momento, en el cual no se separaron un instante, ambos pusieron su mano en la perilla y la hicieron girar. Harry volvió a estrellar su boca contra la de Hermione mientras los empujaba a ambos hacia dentro del cuarto.

"Te amo, te amo..." murmuró él mientras deslizaba sus manos bajo la blusa de Hermione antes de que ella soltara un gemido de placer y él con una patada hacia atrás cerraba la puerta.


N/A: Bueno hola, jeje, ¿qué les pareció? ¿Bueno? ¿Malo? ¿Apestó increíblemente? ¿Tienen ganas de llorar? ¿Reír? ¿Maldecirme hasta que se acaben las palabras?... Bueno lo mejor será que deje de darles ideas así que cerraré mi boquita ahora... :X

Pero en serio, ¿les gustó o estuvo demasiado melodramático? Sí, ya sé, fui cruel con ambos, y probablemente dirán que Hermione fue una tonta, pero denle algo de espacio, sufrió mucho... en fin, este es el penúltimo capitulo, y para el alivio de ustedes ya empecé a escribir el último(se oyen vítores) pero me falta empezar a pasarlo(se oyen abucheos) pero trataré de hacerlo rápido, ya que los exámenes que vienen ahorita son de lo más sencillos. En fin...

Agradecimientos a: Claudia Black, AngelinaB, Dutty Non, Cidonya, shiokaze, SuMundusita, Arabella-G-Potter-Black, Piolina Palmera, VeGaLoNe, Zeisse, Sakura Potter, Maky-Chan, Celeste Potter, Ichan(aunque no sé si agradecerte x la amenaza de muerte, jeje), Lobo Solitario, Kipling, pgranger, marla, hera, RomyLupin, MarceDERRad, cristalgirl, Polly, bbpotter, S. Lily Potter, Iory y Hermione Potter Adams.

Para responder la pregunta de Celeste Potter, en un chat(creo que fue que fue) que hizo J.K. Rowling hace un tiempo, en www.mugglenet.com en la sección(la verdad no sé en que sección estará) está la entrevista, así que si lo deseas puedes mirar ahí que ahí dicen el segundo nombre de Hermione, Ron y Ginny, ah, y por cierto, para quienes no sabían, el nombre verdadero de Ginny es Ginevra(creo que así se escribe), no Virginia como muchos escriben.

Oh, y antes de que lo olvide, los recuerdos en cursiva que están casi al final son tomados de los libros, sólo los modifiqué algo para que parecieran más desde el punto de vista de Hermione y no de Harry; sólo los últimos dos son míos de la historia... Y perdón si hay una palabra que le falta una letra, pero no sé por qué la nueva cosa esa de Quick Edit se come las letras así las escriba una y otra vez... Sí, volví a poner el capitulo porque había una palabra mal escrita, y no soporto eso... soy demasiado obsesionada, lo siento, pero soy muy perfeccionista con las cosas...

Bueno, ya ahora sí, los dejo para que me dejen un review para que puedan amenazarme por el último capitulo, jeje, adiós....

D

E

J

E

N

R

E

V

I

E

W

S

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