Disclaimer: Todo personaje o situación parecida o igual a los libros pertenecen a J.K. Rowling, Warner Brothers y demás. Y la canción "Un beso y una flor" pertenece a Nino Bravo.

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N/A: Este capitulo fue más largo que el anterior, así que disfrútenlo.

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Trató de abrir los ojos pero sentía los párpados muy pesados, así que los cerró nuevamente. Sintió algo cálido sostenerle la mano y a pesar de sentirse inmensamente cansada, sonrió pensando en que era la mano de Harry la que tenía a la suya.

Los recuerdos de la noche anterior invadieron su mente semi-apagada y sonrió aún más pensando en todo lo que había sucedido.

Se sentía un poco insegura de abrir los ojos, porque temía no encontrar a los de Harry viéndola a ella, o aun peor, ver sus ojos verde esmeralda pero sin esa expresión de infinito amor que habían mostrado la noche anterior.

Pero tenía que levantarse, no podía quedarse toda la vida con los ojos cerrados y acostada en la cama, tenía que enfrentar la situación que estaba viviendo.

Lentamente fue abriendo sus ojos, y tuvo que parpadear varias veces por la intensidad de la luz. Cuando los abrió por completo, tuvo que esperar a que las cosas se esclarecieran, ya que veía las formas borrosas e indefinidas.

Espero que no haya aumentado mi miopía pensó mientras entornaba los ojos hacia la derecha al distinguir a alguien a su lado.

La mano que sostenía a la suya pertenecía a la persona sentada al lado de su cama, y mientras su vista se aclaraba, su mente se confundía.

Esperaba encontrar a Harry acostado junto a ella en la cama, no sentado en una silla junto a la cama, pero mientras más nítidas se volvían las formas, más confundida se sentía.

Si ese es Harry... ¿por qué su cabello es marrón? Pensó mientras se sentaba en su cama procurando no moverse mucho para no despertar a su acompañante, cuya cabeza estaba caída hacia al frente haciendo posible que ella sólo le viera la coronilla.

Parpadeando unas veces más, miró a su alrededor y se sorprendió cuando reconoció los alrededores, los cuales identificó como su habitación.

Que raro... pensé que habíamos entrado a la habitación de Harry pensó mientras sentía la sangre subir a su cara, pero en cuanto esto sucedió, sintió un fuerte dolor de cabeza.

"¡Auch!" dijo en voz alta llevándose la mano izquierda a un lado de ésta. Su quejido hizo que su acompañante se despertara, porque Hermione sintió su mano deslizarse de la de ella y oyó unos ruidos a su derecha.

"¡Hermione, despertaste!" dijo una voz emocionada, y antes de que ella pudiera reaccionar, se vio envuelta en un fuerte abrazo por parte del que la acompañaba.

"¿Qué?" preguntó confundida, parpadeando para poder ver entre la espesura de cabello marrón. Cuando la persona finalmente la soltó(tomándola de los hombros), Hermione se llevó una enorme sorpresa.

"¿Andrew?" preguntó incrédulamente mientras abría los ojos como platos. El joven le sonrió aún más contento y la estrechó nuevamente en sus brazos. Cuando la soltó, la sonrisa permaneció en su cara.

"¿Qué está sucediendo?" preguntó ella confundida mientras se hacía de para atrás para descansar su espalda en la cabecera de la cama.

Andrew se sentó junto a ella en el borde de la cama y la miró emocionado.

"Está bien, ya nada está sucediendo... todo estará bien..." repuso como si esas palabras fueran a confortar a la joven.

Ella frunció el ceño; obviamente esperaba una explicación razonable al por qué él se encontraba ahí en su casa, su habitación, y sentado en su cama, y sobretodo porqué rayos había dicho que había despertado. ¿Acaso ella no podía dormir?

"¿Qué haces aquí?" preguntó tratando de no sonar muy ruda. La sonrisa de Andrew disminuyó un poco y le miró preocupado. Justo cuando abrió la boca para empezar a explicar, unos sonidos fuera de la habitación atrajo la atención de ambos y enfocaron sus ojos en la puerta.

Casi al instante ésta se abrió y entró un hombre alto y delgado, de barba y cabello plateado y corto, vestido con lo que parecía una bata blanca. Fue seguido por una mujer algo vieja y regordeta vestida de enfermera que cargaba un bolsito negro, y al final una persona que sí pudo reconocer: Harry.

Iba a hablarle a éste cuando miró nuevamente al hombre que había entrado de primero, y su mente quedó parcialmente en blanco al finalmente reconocerlo.

"¿Pro-pro-profesor Dumbledore?" tartamudeó abriendo los ojos totalmente. Miró confundida a todos los residentes, como exigiendo una explicación, pero lo único que obtuvo fue una sonrisa de su viejo director.

"¿Profesor?" oyó que Andrew murmuró pero nadie le puso atención.

"Ah... señorita Granger, me alegra que finalmente haya despertado..." empezó a decir Dumbledore mientras se acercaba a ella y paraba a los pies de la cama, "Tomó un poco más de tiempo de lo esperado... pero me alegro de que al fin todo haya acabado".

Hermione miró confundida entre su ex-director a la enfermera, luego a Andrew y finalmente a Harry.

"¿Alguien podría explicarme qu está sucediendo?" repuso frustrada al ver que nadie decía nada y sólo le sonreían. El único que estaba mortalmente serio era Harry, quien se encontraba recostado a la pared de una esquina de la habitación de Hermione con los brazos cruzados y un semblante serio. Ella le miró inquisitivamente un momento antes de volver a mirar a Dumbledore quien había abierto su boca.

"Es muy simple señorita Granger, verá, usted ha estado más de un mes en un estado... podría llamarse comatoso, si entiende lo que le quiero decir" contestó el viejo mago con expresión grave.

"¿Per-perdón? Creo que no le escuché bien" dijo Hermione aguzando el oído. El hombre le sonrió.

"Creo que me escuchó perfectamente bien señorita Granger, usted ha estado en coma por mes y medio. No se había levantado desde el viernes once de Febrero, y ya me estaba empezando a preocupar".

Hermione abrió la boca varias veces y luego la volvió a cerrar el mismo número de veces que la abrió; por más que trataba de decir algo, su mente parecía estar apagada y ninguna respuesta parecía formarse para que pudiera expresarla.

Miró confundida a Dumbledore, como tratando de decirle que le ayudara a recuperar la capacidad del habla, pero en vez de eso sintió un dolor muy agudo en su mano derecha y miró a ella.

"¡Ay!" gritó cuando sintió una larga aguja introducirse en su piel. Lanzó una mirada asesina a la enfermera ya que ésta era la que estaba clavando la aguja en su mano. "¿Qué cree que está haciendo?" repuso con rabia mientras trataba de alejar su mano de las garras de la enfermera, pero ésta era mucho más fuerte que ella y no la dejó.

"Señorita, por favor quédese quieta para que pueda terminar de conectarle el suero" repuso la enfermera con fastidio mientras ponía una cinta color piel sobre la aguja ya enterrada en la piel de Hermione. Elle le miró de la misma forma que había hecho antes pero luego miró a su mano y se dio cuenta de que de la aguja salía un largo tubo transparente que estaba conectado a una bolsa(también transparente y llena de un líquido cristalino) que colgaba de un atril metálico que estaba junto a su cama.

Miró a Andrew confundida, obviamente exigiéndole una respuesta, y éste sólo se encogió de hombros. Iba a decir algo cuando la voz de Dumbledore sonó nuevamente.

"Por favor deje que la enfermera haga su trabajo. Después de todo ella es la persona que ha estado atendiéndola durante todo este tiempo, y sólo hace lo necesario para que usted esté bien" le dijo tranquilamente.

"¿Qué rayos es esto? ¿Por qué pasé mes y medio en coma? ¿Alguien podría explicarme que está sucediendo conmigo y por qué están todos aquí?" gritó Hermione enojada sintiendo enrojecer de cólera, pero nuevamente sintió el dolor de cabeza que había sentido antes y se llevó una mano a ésta.

"Por favor tranquilícese, procure no tener emociones muy fuertes durante la primera semana ya que aún está muy débil y eso puede perjudicarla" dijo Dumbledore en tono formal escribiendo algo en una carpeta que tenía en una mano y luego se lo entregaba a la enfermera.

"Bueno, ¿cómo quiere que no tenga emociones muy fuertes si nadie me explica que está pasando?" preguntó Hermione frustrada. Normalmente no sería tan grosera y mucho menos con su ex – profesor, pero en ese momento lo único que deseaba era respuestas y como ninguno le decía nada, se estaba cansando de eso.

¿Y por qué rayos Harry me está mirando así? Se preguntó a sí misma con fastidio Si no me va a decir nada que ni me mire porque soy yo la que debería estarle mirando de aquella forma.

Bufó de la rabia que sentía mientras se sentaba recta contra la cabecera de su cama y miraba aburrida a sus sábanas, ignorando al resto de gente. Harry la seguía mirando de aquella forma tan intensa con su expresión seria, y Hermione no podía leer sus ojos porque además de que ya veía borroso de lejos, le parecía que los ojos del joven estuvieran como enmascarados de cierta forma. En ese momento se dio cuenta de que algo había cambiado en Harry, pero antes de poder seguir contemplándolo para saber qué había de raro en él, oyó nuevamente a Dumbledore hablar.

"Entonces pediré al señor Potter y al señor Mason que se retiren para que pueda hablar a solas con mi paciente" repuso Dumbledore con voz cantarina mientras se acercaba al lado derecho de la cama de Hermione y miraba unos aparatos puestos en una mesa que hasta el momento ella no se había dado cuenta que estaban allí(su mesa de noche había sido removida del lugar que ocupaba antes ya que los aparatos eran tan grandes que de seguro no habrían cabido allí).

Andrew le dirigió una mirada y una sonrisa alentadoras antes de levantarse de la cama y salir del cuarto. Harry por su parte la escudriñó con la mirada durante otro momento antes de salir también, sin pronunciar palabra alguna.

"¿Paciente? Profesor Dumbledore, ¿podría explicarme por favor qué está sucediendo?" exclamó Hermione irritada.

Dumbledore miró durante otro momento a los aparatos y finalmente tomó la silla donde Andrew había estado antes y se sentó, apoyando los codos en sus propias piernas y juntando los largos dedos de sus manos, mirando a Hermione de forma minuciosa.

"Primero que todo, quiero dejar en claro que lo que discutamos aquí no le afectará de ningún modo, me refiero claro está a que no debe apenarse de lo que hablemos por más personal que sea, ¿está claro?"

Hermione arqueó una ceja pero aun así asintió y le siguió mirando de forma curiosa.

"Supongo que usted estará al tanto de la situación de Harry, es decir, de todo lo referente a lo que le sucedió en su duelo con Voldemort y las consecuencias que esto trajo, ¿estoy en lo cierto?" pausó un momento esperando la respuesta de Hermione, y luego de que ésta asintiera nuevamente, continuó. "Bien, si sabe todo acerca de aquello, entonces supongo que sabe la forma en que Harry obtenía calor y energía de manera más prolongada a la de simplemente tocar con su mano a otras personas, ¿cierto?" Hermione asintió. "Muy bien... recuerde que debe controlar sus emociones y no apenarse por nada. Estoy al tanto de lo ocurrido entre usted y el señor Potter el mismo viernes en que usted cayó en estado de coma".

Ella no dijo nada y trató de controlar la vergüenza que estaba sintiendo en el momento. Sintió un leve mareo pero aun así logró controlarse de ruborizarse. Miró a Dumbledore directo a la cara y trató de mantenerse seria.

"Está bien, se-señor" tartamudeó nerviosa pero tratando de mostrarse fuerte.

"En ese caso, sólo le pido que relacione la condición de Harry con lo que sucedió entre ustedes aquella noche, y creo que con eso todo estará resuelto" dijo Dumbledore tranquilamente.

Hermione parpadeó un par de veces confundida, pensando en que tanto alboroto por una explicación tan corta había sido muy tonto. Sin embargo, hizo caso a lo que el mago le pidió que hiciera y pensó en ambas cosas y cómo relacionarlas.

En ese momento cayó en cuenta del por qué se había desmayado y había estado dormida todo ese tiempo y la imagen de Harry en el rincón de su habitación pasó por su mente.

"¿Quiere decir que yo... que Harry... que él tomó toda mi energía y yo lo hice volver a la normalidad? Porque si no vi mal, había algo distinto en Harry desde que lo vi en mi cuarto y ahora que lo pienso... era su piel... su color, es el mismo que él tenía antes de irse a pelear con Voldemort".

"Correcto señorita Granger. Como usted pudo apreciar, el señor Potter volvió a la normalidad gracias a usted. Fue con su ayuda que Harry recuperó ese calor natural que circunda en nuestras venas y que él lamentablemente había perdido en la batalla, llevando a que su piel volviera a adquirir su tonalidad regular".

Hermione permaneció en silencio durante unos instantes mirando a sus manos, y luego levantó la mirada hacia Dumbledore nuevamente.

"Pero entonces... eso quiere decir... perdón, ¿no tendría yo que haber muerto o algo así?"

"Bueno, no en realidad. Es decir, hubiera muerto de no ser por el gran cariño que Harry siente por usted. Verá, fue algo así como que compartieron su energía, pero Harry tomó mucho más de lo que normalmente tomaba, y dado que lo que ambos sienten el uno por el otro es lo mismo, usted le devolvió a Harry lo suficiente para que él pudiera producir por así decirlo la energía que él necesitaba, y al mismo tiempo él le ayudó a que usted se mantuviera con vida durante todo este tiempo, aunque no estábamos seguros de si iba a despertar pronto o no".

Callaron unos instantes y Hermione vio a la enfermera que le murmuraba algo a Dumbledore en el oído y éste asentía. La joven se movió incómodamente en su cama y luego de aclararse la garganta para llamar la atención de su director, volvió a hablar.

"Eh... ¿será que por casualidad usted sabe por qué Andrew está acá?" preguntó incómodamente pero tratando de no conmocionarse.

Dumbledore la escudriñó con la mirada unos momentos antes de hablar. Ella miró hacia abajo, notablemente incómoda.

"Bueno... según lo que Harry me dijo, usted y el señor Mason iban a contraer matrimonio el sábado en la mañana... así que cuando él notó que usted no llegaba y nadie le contestaba las llamadas, decidió venir a ver que sucedía con usted". Hermione abrió los ojos como platos pero Dumbledore rió ligeramente y luego continuó. "No tiene por qué alarmarse, el señor Mason no los encontró juntos. Harry le abrió y le contó que usted había amanecido inconsciente(no le dijo los motivos del por qué por obvias razones) y desde entonces él ha estado casi todos los días con usted".

"Pero... ¿y su viaje? Él se iba a mudar a África y...

"Sí, estoy al tanto de eso" le interrumpió Dumbledore gentilmente, "pero decidió aplazarlo hasta nuevo aviso. Se ha quedado todo este tiempo aquí en Brasil para estar junto a usted, según tengo entendido hasta que saliera del coma".

Hermione miró hacia sus manos sintiéndose culpable. ¿Andrew se había quedado por... ella? ¿Cómo podría decirle ahora que todo entre ellos había terminado? Se sentía muy mal por Andrew, nunca quiso herirlo, pero esa noche ella había decidido seguir a su corazón. Por primera vez había dejado los razonamientos a un lado y había seguido sólo su instinto, que había sido decirle a Harry que lo amaba y que no permitiría que se fuera. No había pensado mucho en las consecuencias de sus actos, y ahora encarar a Andrew era una, aunque no sabía cómo hacerlo.

"Bueno... creo que está muy bien así que yo me retiro...

"¿Se va?" preguntó ella alarmada. Dumbledore le sonrió amablemente mientras se levantaba de la silla.

"Así es señorita Granger, tengo otros compromisos que atender. No se preocupe, la enfermera Cole está a su entera disposición. Oh y algo más... ese suero es un sustento provisional que le hemos puesto desde el primer día como energía sintética para que la mantuviera a una temperatura normal, dentro de una semana no será necesario volvérselo a poner; y el señor Mason cree que soy un doctor Muggle, así que tendrá que explicarle por qué me llamó Profesor". Dumbledore se encaminó hacia la puerta y antes de abrirla volteó para mirar a Hermione con una expresión seria.

"Y creo que lo mejor será que arregle la situación con el señor Mason en cuanto antes, para evitarse más dolores de cabeza". Le sonrió alentadoramente y salió de la habitación cerrando la puerta detrás de sí con gentileza.

Hermione contempló la puerta por largo rato sumida en sus pensamientos. Luego de un tiempo le pidió a la enfermera por sus gafas y un libro para distraerse un rato, ya que ciertamente necesitaba distraerse.

La enfermera Cole dejó la puerta de la habitación abierta, y Hermione podía ver a lo lejos manchones borrosos de las cosas. Pero no hubo mirado mucho tiempo cuando Andrew entró al lugar rápidamente y se sentó junto a la cama.

"¡Hermione!" dijo emocionado mientras le tomaba la mano izquierda. "¿Cómo estás? ¿te sientes bien? ¿te duele algo? ¿ya te dijo el doctor qué tenías? ¿cómo fue que...

"Para un momento Andy..." dijo ella con una risa, "Estoy bien, me siento muy bien, no me duele nada, no el doctor no especificó qué tenía... ¿eso responde a tus preguntas?" dijo con una sonrisa.

El joven le sonrió tímidamente y asintió con la cabeza.

"Cuando vine el sábado a ver por qué tardabas tanto y Potter me contó lo que te pasó, es decir, como te encontró... no sabes cuánto susto me dio. Le dije que te lleváramos a un hospital pero él dijo que lo mejor sería no moverte y esperar a que llegara un doctor que él había llamado, pero aun así ninguno me dio razón alguna de lo que te sucedió. ¿Por qué le llamaste profesor?"

Hermione contempló por largo rato su mano entre las de Andrew, indecisa de contarle de una vez todo o esperar hasta después. Finalmente se decidió a sólo responderle a su pregunta; luego vería qué hacer.

"Fue un antiguo tutor mío... te sorprendería todo lo que ese hombre sabe hacer" repuso con una ligera sonrisa. "Andrew... creo que debemos hablar... yo..." no pudo terminar su frase porque oyó un ruido en la puerta y cuando levantó la cabeza vio a la enfermera Cole acercándose. Ésta le dio sus gafas y un libro que de seguro habría traído de la biblioteca y lo primero que Hermione hizo fue ponerse sus gafas. Puso el libro a su lado izquierdo en la cama y se dispuso a hablar nuevamente cuando otro ruido la interrumpió. Miró su origen y quedó sorprendida al ver a Harry entrando rápidamente por la puerta de su cuarto, parando justo a los pies de la cama.

"El doctor me dijo que te recordara no tener emociones muy fuertes, que lo mejor es que esperes hasta la próxima semana para arreglarlo todo". Su voz sonaba algo fría e indiferente al igual que su mirada. Hermione le miró curiosa durante unos instantes y no pudo evitar el no pasar esta vez por desapercibido el cambio en su piel. Ahora era como ella la recordaba, aunque un poco más oscura tal vez por el hecho de que en todo ese tiempo se había expuesto bastante al sol.

Trató de no mirarlo de una forma muy obvia pero no podía evitar el sólo quedársele mirando. Sacudió su cabeza para salir de su ensimismamiento y miró a Andrew pretendiendo que se le escapaba un bostezo.

"Andy, si no te molesta, me gustaría descansar un poco... tantas cosas el día de hoy me han dejado exhausta" mintió mientras volvía a fingir otro bostezo.

"Oh está bien, no te preocupes. Además, creo que lo mejor será irme ahora. Ya es la hora del almuerzo, procura comer bien y si necesitas algo sólo llámame". Se levantó de la cama pero se inclinó para darle un ligero beso en la frente antes de despedirse de la enfermera amigablemente. Cuando paró junto a la puerta volteó a mirar a Harry con cara de pocos amigos. "Adiós Potter" repuso simplemente y sin esperar a que él le contestara, salió del cuarto.

El silenció se posó sobre la habitación.

Hermione miró a la enfermera Cole quien miraba la planilla que Dumbledore le había dejado y para su sorpresa la mujer salió de la habitación dejándolos solos. Ella miró de inmediato hacia sus sábanas sin saber qué decir.

"Dumbledore ya te contó todo, supongo" oyó que le dijo Harry con el mismo tono frío. Se sentía ofendida por aquella forma en que le hablaba.

"Así es... también me dijo que arreglara la situación con Andy en cuanto antes, así que no entiendo por qué te dejó dicho eso" repuso ella tomando su libro y abriéndolo en la primera página.

"No me dejó dicho nada, sólo quería que Mason se fuera de aquí de inmediato" repuso Harry con amarga satisfacción y Hermione trató de no sonreír ante los celos inminentes del joven.

"Necesitaba hablar con él, ya sabes, aclararlo todo" exclamó ella simulando leer el libro.

"No entiendo qué hay que aclarar" dijo Harry de pronto y Hermione levantó por fin la mirada hacia él, obviamente confundida.

"¿Qué quieres decir? Tengo que explicarle que entre él y yo no puede haber nada...

"¿Por qué no?" preguntó Harry interrumpiéndola y usando un tono despectivo.

Hermione le miró incrédula y puso su libro a un lado, mirándole confundida.

"¿Cómo que por qué no? Pues porque lo que pasó entre nosotros ese viernes Harry...

"No pasó nada" le interrumpió nuevamente Harry mordazmente.

Hermione abrió la boca sintiéndose más confundida que nunca, y más sorprendida por lo que él acababa de decir.

"¿Que no pasó nada? ¿Entonces el hecho de que tú y yo hiciéramos el amor es nada?" preguntó, su voz empezando a sonar peligrosa.

"Entonces cambio mis palabras... no signific nada" repuso Harry haciendo énfasis en la penúltima palabra.

Ella abrió los ojos como platos y por ellos pasó un rayo de furia. Si tan sólo tuviera su varita en ese momento...

"¿Nada? ¿Nada? ¡NADA! Eres un... no puedo... ¡Cínico!" gritó con furia cerrando los puños con fuerza. El dolor de cabeza regresó rápidamente pero ella lo ignoró, sintiendo su sangre hervir en el momento.

"Sólo lo hice para recuperarme, ya estaba cansado de sentir tanto frío... y si tú podías curarme, ¿por qué no aprovechar la oportunidad? Además, no puedo negarte que fue divertido, hace mucho no tenía sexo casual" dijo con autosuficiencia, sonriendo socarronamente.

Hermione no podía creer que fuera Harry el que estuviera diciéndole todo eso. ¿Cómo podía? Entonces todo lo que le había dicho... ¿había sido mentira?

Sintió sus ojos llenarse de lágrimas por la furia, y antes de saber lo que hacía, tomó su libro con la mano izquierda y lo tiró con fuerza hacia Harry. La sonrisa que éste había tenido se borró de su cara al ver el libro venir hacia él pero en último momento éste quedó suspendido en el aire justo frente a su nariz, como si una fuerza invisible lo hubiera detenido en medio del vuelo.

Hermione casi no podía ver por la ira que estaba sintiendo adentro.

Él lo tomó tranquilamente con una mano y miró a Hermione volviendo a sonreír con autosuficiencia, aunque sus ojos no mostraban lo mismo; de hecho, no mostraban nada, era como si los hubiera enmascarado nuevamente.

"No fue por nada que derroté a Voldemort" repuso simplemente, tirando el libro a la cama junto a los pies de Hermione. Lo único que podía ver era rojo y empezó a respirar pesadamente, entornando los ojos peligrosamente y apretando los puños con fuerza. Antes de que supiera lo que estaba pasando, sintió por primera vez un dolor agudo en el pecho y se llevó una mano a él, apretando con fuerza su pijama blanca. Cerró los ojos mientras inclinaba la cabeza hacia delante un poco, apretándose cada vez más la pijama.

"¡Hermione!" oyó que Harry gritaba y luego sentía unas manos tomándola por los hombros.

La cabeza empezó a darle vueltas por lo que apretó más los ojos como si así fuera a detener el dolor. Oyó que Harry le gritaba a la enfermera que viniera de inmediato, pero su voz empezó a sonar distante y cada vez se oía más lejos hasta que dejó de oírla.

El dolor terminó y se sintió de pronto como inmersa en un mar negro, donde no oía, ni veía, ni sentía nada. Le pareció una sensación muy agradable.

Estuvo mucho tiempo en ese estado, como flotando en ese lugar donde no se sentía ni percibía nada, hasta que de pronto empezó a escuchar unas voces de nuevo. Al principio sonaban apagadas, pero cada vez se oían más claras. Aun así no quiso abrir los ojos y los dejó cerrados, mientras el sonido seguía aclarándose y sus demás sentidos se despertaron también.

Alguien le tenía de la mano derecha y por su voz estaba muy angustiado. Al tiempo logró identificar al dueño de la voz: era Harry.

"Por favor despierta, por favor... lo siento, no quise decir lo que dije, lo hice sin pensar... nada de eso es cierto, estaba mintiendo. Hermione por favor, no me dejes" oía que él se lamentaba en su oído.

Simuló el aún estar inconsciente y no abrió los ojos; se quedó tan tiesa como si de verdad aún estuviera desmayada.

"No te mueras... no me dejes... no puedes morirte por mi culpa, por favor, perdóname... no quiero que te vayas pensando que soy el ser más miserable del mundo... yo te amo, te amo con todas mis fuerzas, perdóname".

Se sintió mal por torturarlo así, dicho lo que le haya dicho.

Lentamente fue abriendo los ojos y lo vio(todavía tenía las gafas puestas) arrodillado en el suelo sosteniendo su mano entre las de él y su cabeza apoyada en ellas. Movió la suya un poco para que él supiera que estaba despierta, y en cuanto lo hizo, Harry alzó la cabeza y una oleada de alivio pasó por su cara.

"Despertaste" dijo simplemente con una sonrisa sincera, sus ojos brillando nuevamente y mostrándole que lo decía en serio.

Hermione sólo lo contempló en silencio por largo rato; así lo que había dicho no era verdad, la había herido profundamente y se sentía mal por ello. Lo miró otro rato más y luego de un tiempo miró hacia su izquierda, ignorándolo por completo, pero su mano aún entre las de él.

"Oh, señorita Granger, ya despertó. ¿Se siente mejor?" preguntó la enfermera sonriéndole por primera vez amigablemente. Hermione asintió con la cabeza y la enfermera continuó. "Muy bien. Creo que es hora de su almuerzo, debe tener un apetito voraz porque no ha comido nada en todo el día. Antes le dábamos la comida por alimentación parenteral, pero ahora que está consciente puede ingerirla usted misma. Por favor no se le olvide la recomendación del profesor Dumbledore: no tenga emociones muy fuertes, porque ya vio lo que le puede pasar".

Hermione volvió a asentir sin girar la cabeza de lado, Harry todavía teniendo su mano entre las de él.

Oyó a la mujer salir de la habitación para dejarlos nuevamente solos.

Aguardaron silencio durante toda la ausencia de la enfermera, y ella no se inmutó en voltear a mirarle. Sabía que los ojos de él estaban sobre ella y que no dejaría de mirarla hasta que ella hiciera lo mismo para con él.

Pensó en lo que le había dicho cuando estaba dormida.

"...no puedes morirte por mi culpa..." había dicho y ella no comprendía por qué. ¿Acaso él pensaba que lo que había sucedido casi acaba con su vida? Bueno, en realidad era casi así, pero según lo que le dijo Dumbledore, Harry mismo le salvó la vida, por el gran amor que sentía por ella. Si en realidad no lo sintiera, de seguro no habría sobrevivido.

Pero Harry se sentía el responsable por su estado, y... sí, tenía sentido; se había sentido responsable por la casi muerte de Hermione que como era costumbre en él, cuando ella había despertado la había tratado indiferentemente y como si lo que pasó entre ellos no significó nada para alejarla de él, y así probablemente él no podría ponerla nuevamente en peligro.

Sí, definitivamente eso era lo que pasaba; así era Harry, siempre responsable por la vida de los demás.

Esto enfureció a Hermione. ¿Acaso él no creía que ella estaba dispuesta a entregarlo todo por él? ¿Que le amaba tanto que no le importaba sacrificar su propia vida para su bien? ¿Que lo había hecho voluntariamente? No... él siempre se creía el responsable de todo, como si la hubiera obligado a hacerlo.

Cuan equivocado estaba; ella le había dado todo su amor porque... no siempre es necesario tener una razón para hacer las cosas, y si ella había decidido entregarle todo su amor para que él se recuperara, no tenía un porque para justificarse; simplemente porque ella había querido, nada más.

La voz de la enfermera Cole la sacó de sus pensamientos. Miró hacia el frente justo en el momento en que ella entraba con una bandeja en las manos y se dirigía hacia ella.

Por primera vez desde que le había tomado la mano, Harry la soltó y se paró justo enfrente de la enfermera.

"Déjeme... yo se lo doy" repuso tomando la bandeja de las manos de la mujer sin dejar que ella dijera algo. La mujer quedó perpleja cuando Harry hizo esto, pero él se limitó a sonreírle en forma de agradecimiento y la mujer le devolvió el gesto y salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí.

"No tienes por qué hacer esto" exclamó Hermione con voz fría mirando hacia su izquierda.

"Lo sé, pero quiero hacerlo" dijo Harry a su derecha, poniendo la bandeja en el suelo y tomándola a ella por los hombros para sentarla. Luego acomodó la bandeja en sus piernas(él se había sentado junto a Hermione en la cama) de forma que no fuera a caérsele.

Le tomó sutilmente de la barbilla e hizo que ella volteara la cara. Hermione miró hacia abajo y en silencio él empezó a darle en pequeñas cantidades un consomé de pollo que venía en la bandeja. De vez en cuando se llevaba las cucharadas cerca de su propia boca y las soplaba ligeramente para que no estuviera muy caliente para Hermione y luego se las daba a ella.

La joven no pudo evitar el levantar un poco los ojos hasta la boca de Harry, y quedó embelesada de sólo mirar cada vez como él contraía los labios para soplar el líquido en la cucharita y luego se lo daba a ella.

Trató de detenerse, pero no podía quitar los ojos de su boca.

Amaba la forma como él juntaba los labios haciendo una ligera o y soplaba suavemente para no derramar el consomé en las sábanas.

Era probablemente la cosa más simple del mundo pero aun así Hermione no podía evitar amar semejantes detalles tan pequeños en él, y así fueran de lo más normales, simplemente quedaba fascinada con ellos.

Sus movimientos eran lentos y acompasados, como si estuviera en una obra y hubiera ensayado para ellos con anterioridad. Los hacía con tanta gracia y sutileza que Hermione estaba sencillamente maravillada por la forma en que él le daba de comer, como si estuviera acostumbrado y lo hubiera hecho durante toda su vida.

Continuaron así por probablemente cinco minutos más, y cuando hubo terminado Harry puso la cuchara en el plato vacío y tomó una tostada que había en un platito junto al otro y empezó a partirlo en pequeños pedazos.

Uno por uno fue introduciéndolos en la boca de Hermione, sus dedos tocando(adrede como ella sospechaba) sus labios llenos de migajas. Ella se limitaba a aceptarlos entreabriendo la boca y masticando unas cuantas veces hasta pasarlos y volver a abrirla, esperando el próximo bocado.

Harry lo hacía con tanta diligencia que aquello la sorprendió. Tenía mucha paciencia porque esperaba en silencio sin apurarla a que ella masticara y pasara hasta darle el otro pedazo; casi era como si lo estuviera disfrutando.

Aproximadamente unos cinco minutos después la tostada se acabó.

Por primera vez en todo ese tiempo, Hermione posó sus ojos en Harry y sólo en él, mirando cómo él tomaba la servilleta y se la pasaba con cuidado por la boca, para luego depositarla en la bandeja vacía y quedarse inmóvil.

Se quedaron largo rato mirándose a los ojos, sin pronunciar palabra alguna. Era como cuando eran más jóvenes, que no necesitaban de las palabras para entenderse. Simplemente con verse, expresaban todo lo que sentían, hablaban sin abrir la boca y se comunicaban entre ellos sin ni siquiera recurrir a los gestos.

Finalmente Harry movió de nuevo una sola mano y le acarició la mejilla izquierda pausadamente, sin despegar los labios y sin dejar de mirar a sus ojos.

Ella posó su mano sobre la que él tenía sobre su mejilla, y se miraron por largo rato en silencio. No necesitaba nada más, hasta podría quedarse así para siempre, porque nunca se había sentido tan a gusto como en ese momento.

Cuando se oyeron las gaviotas en el cielo, Harry deslizó su mano de entre la de Hermione y su mejilla, y con una expresión de suma tristeza, le sonrió con desgana y sin decir algo, tomó la bandeja y salió de la habitación.

Ella se quedó por largo rato mirando la puerta, totalmente ida del mundo terrenal.

Entendió por qué le había hablado así, y entendió que a él no le había gustado hacerlo. Por su parte Harry comprendió que ella le perdonaba y que hiciera lo que hiciera ella no se alejaría de él, y que dejara de echarse la culpa por algo que él no había tenido que ver.

Ambos habían aprehendido todo esto en su tiempo en silencio, leyendo al otro basándose en cada una de sus acciones y en su manera de actuar.

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La semana le pareció a Hermione una eternidad, nunca se había sentido tan aburrida como en todo ese lapso de tiempo.

No había podido hacer nada, ya que por órdenes de Dumbledore ella debía realizar un esfuerzo mínimo en todas las cosas que hiciera. Así que la enfermera Cole, Andrew y Harry se habían encargado de hacer todo por ella.

Al tercer día de haberse levantado, Dumbledore le había permitido salir de la cama.

Tenía que llevarlo con calma porque según el director, su recuperación total tomaría algo de tiempo, así que debía ser muy paciente.

Ese día había caminado por su habitación, al siguiente había podido salir de ella; el siguiente había podido recorrer dos cuartos enteros hasta que ya podía caminar por toda la casa, pero no le permitían salir de ella porque las escaleras la cansarían demasiado(eran muchas escaleras) y le harían usar casi toda la energía que había logrado restaurar en ese tiempo.

Su piel se había tornado casi como la de Harry, sólo que menos blanca, pero al paso de los días poco a poco había recobrado su tonalidad, hasta que finalmente semana y media después de haberse levantado del "coma" ya tenía el mismo color de antes.

Las comidas eran su parte favorita, no por la comida que le daban que según ella apestaba, pero tenía que ser aquella para que recobrara fuerzas más rápido, sino porque era Harry el que se las daba; ella no permitía a nadie más hacerlo ni dejaba que incluso entraran cuando estaba comiendo y él le estaba dando de comer.

Desde el primer día que se había levantado y que él le había dado el almuerzo, habían repetido la misma técnica siempre que fuera la hora de comer.

Nunca hablaban, pero ni tanto para ella ni para Harry resultaba desagradable el no hacerlo. Era como un silencio establecido entre los dos, porque no necesitaban en realidad pronunciar palabras para comunicarse; ya se habían dicho todo lo que tenían que decirse, y con el silencio mismo se hablaban entre ellos.

Todavía faltaban muchas cosas que aclarar, cosas que debían discutir con verdaderas palabras, pero ambos habían acordado en silencio que por ahora no tocarían ese tema hasta nuevo aviso, aunque ninguno de ellos sabía cuando ese aviso iba a llegar.

Esto también ayudaba mucho a Hermione, quien no podía esforzarse mucho ni sentir cosas muy fuertes o sucedería lo mismo que le pasó el día que se levantó. Por ello su recuperación había sido más rápida de lo previsto.

Así que una semana y media había pasado, y Hermione se encontraba sentada en una silla junto a la ventana, mirando aburrida por fuera de ésta hacia los muelles que estaban cerca de su casa.

Tenía un libro en sus piernas, pero para gran sorpresa suya, no lo había ni hojeado siquiera una vez. Normalmente cualquier libro que pasara bajo sus manos era leído por ella, pero ese día se sorprendió de que no quería leer, y eso era algo extraño en ella porque ella siempre quería leer.

Así que se había dedicado a mirar por fuera de la ventana con una expresión de infinita aburrición, apoyando su codo en el borde de la ventana abierta y descansando la quijada en la palma de la mano.

El día era agradable; el sol brillaba arriba en el cielo azul en el cual se podía apreciar una que otra nube blanca con formas extrañas; el hálito era suave y sólo hacía mover las hojas de los árboles ligeramente, haciendo que se mecieran de aquí para allá como siguiendo una melodía entonada por un cantante invisible; las gaviotas se revoloteaban en el firmamento y una que otra bajaba de vez en cuando para volar sobre el mar(el cual ese día estaba de un intenso azul claro), rozando el agua con sus patas para luego retomar el vuelo con un pescado entre ellas.

Los pescadores se alcanzaban a divisar desde el muelle, todos trabajando arduamente, desmantelando los barcos, las redes, limpiando las lanzas y todo tipo de instrumentos que utilizaron para pescar en la mañana.

Alcanzó a ver a Crookshanks caminando sigilosamente hacia una cubeta de pescados frescos y se mordió los labios para tratar de contener la risa que amenazaba por escapar de ellos al ver cómo su gato astutamente se deslizaba bajo unas cajas y tomaba un pescado de la cubeta y cómo uno de los pescadores se daba cuenta y empezaba a gritarle alzando el puño en forma amenazadora mientras empezaba a perseguirlo por todo el muelle, pero el gato era mucho más rápido y logró perderse entre la marea de personas en la plaza junto a los muelles.

¿Qué haré contigo Crookshanks?... Pensó mientras ponía los ojos en blanco por un momento antes de estallar a carcajadas al alcanzar a ver la cara del pescador derrotado quien se devolvía a su puesto junto a su barco.

Le agradaba el sentir los tibios rayos del sol cayéndole a la cara; aspiró profundamente mientras cerraba los ojos un instante y el olor de sal de mar penetró por sus fosas nasales. Adoraba ese olor, pensaba que era muy fresco, comparándolo con el olor de humo de las chimeneas de empresas que solía llegar a su casa tiempo atrás en Londres, y pensaba que no podía vivir en lugar mejor, aunque sí se arrepentía de tener esas largas escaleras que eran las culpables de detenerla a salir a pasear por la playa.

Cuando abrió los ojos, puso su libro en una mesita que había frente a ella y se levantó de la silla desperezándose por completo antes de ir a su habitación. Ahora la dejaban caminar sola por su casa y se sentía agradecida por ello porque ya le hacía falta pasar un tiempo a solas, sin nadie preguntándole constantemente si estaba cómoda o si necesitaba algo.

Sonaba un poco odioso, ya que ellos sólo querían que ella se recuperara rápido y estuviera lo mejor posible, pero de vez en cuando necesitaba su propio espacio y en todo ese tiempo no se lo habían dado.

La tarde estaba fresca así que luego de mojarse un poco la cara salió a su terraza a esperar a Andrew.

No había ido en dos días porque estaba ocupado arreglando nuevamente las cosas para su llegada a África. En todo ese tiempo sólo hablaba emocionado de que como ella ya se había despertado, ahora sí podría continuar su aventura al lado de su futura mujer.

Solía sentarse a su lado en su habitación a hablar por horas acerca de todas las cosas que harían cuando llegaran a su destino, los trabajos que ella podría mirar(él ya tenía el suyo definido) y todo tipo de cosas con referente a aquello.

Hermione sólo se limitaba a sonreírle y bajar la cabeza, tratando de controlar sus emociones. No quería decaer nuevamente y sabía que si se ponía a llorar las cosas se agravarían.

Así que ya después de esa semana y media, se sentía con las fuerzas suficientes para hablar con él y terminar de una vez por todas. Tenía que llevarlo con calma, porque aunque ya hubiera pasado cierto tiempo, no sería muy prudente confiarse demasiado sin saber qué podría pasar.

Le había pedido que la visitara ese día a las tres de la tarde, así que en ese momento mientras ella se balanceaba en su hamaca con una pierna, él probablemente estaría dirigiéndose para allá en ese momento.

Su mirada estaba perdida en el cielo, pero trataba de no pensar en nada porque sabía que si lo hacía se empezaría a sentir culpable y podía debilitarse, y ciertamente necesitaba toda su energía para lo que iba a suceder.

Estuvo así posiblemente por unos diez minutos cuando oyó el chirrido de las patas de una silla contra el suelo y supuso que sería Andrew sentándose a su lado.

"Hola, te traje las bolsas que dejaste el otro día en mi casa... están imposibles de abrir" oyó a su derecha y cuando giró la cabeza ligeramente lo vio ahí sentado con una expresión infantil en su rostro.

Se sentó en la hamaca de lado para poder verle de frente y le sonrió débilmente.

"Gracias por traerlas, y por venir" le dijo simplemente.

"No tienes que agradecerme eso, es un gusto para m" repuso con la misma expresión.

"Sí, tengo que agradecerte, no sólo por venir hoy sino por todo lo que has hecho por mí; por cuidarme mientras estaba enferma... te lo agradeceré toda la vida".

El joven frunció el entrecejo, al parecer confundido.

"Eh... está bien, entonces supongo que... ¿de nada?" dijo inciertamente.

Estuvieron por mucho tiempo en silencio, Hermione sólo mirando hacia la playa y supuso que Andrew la estaría viendo a ella. Cuando aclaró su mente volvió a mirarlo de frente con decisión en sus ojos, una decisión que no había sentido desde hacía más de mes y medio cuando fue a buscar a Harry a impedirle que se fuera

"Andy... ¿todavía te quieres casar conmigo?" preguntó. Él arqueó una ceja, mirándola dubitativamente.

"¿Por qué me lo pre-...

"¿Sí o no?" lo cortó ella tratando de no sonar muy grosera. Él abrió los ojos mirándola sorprendido pero luego se recuperó de la sorpresa y la miró más curioso que antes.

"Cla-claro Hermione... he estado esperando todo este tiempo a que te repusieras para así podernos ir juntos" repuso aún con la confusión impresa en su rostro.

"¿Qué sucedería si yo... si yo cambiara mi opinión acerca de todo esto?" preguntó tentativamente, escudriñándolo con la mirada.

"Bueno pues... supongo que tendría que renunciar a ti" repuso él como si fuera lo más lógico, dejando completamente en claro que no había entendido la indirecta de Hermione. Ella puso los ojos en blanco un momento pero trató de ser paciente; después de todo eso era algo que necesitaba.

"Andy... lo que quiero decir es... que he cambiado de opinión... yo... no, no puedo casarme contigo".

El joven frunció aún más el entrecejo y la miró perplejo.

"¿Por qué? ¿Qué sucedió? ¿Por qué cambiaste de opinión?"

Hermione se pasó una mano nerviosa por su enmarañado cabello(que aquel día estaba peor que nunca) y le miró atentamente, apoyando ambas manos a cada lado suyo en la hamaca para poder sentarse un poco más al borde.

"En todo el tiempo que llevamos de novios... nunca me has dicho aunque sea una sola vez te amo" exclamó con cuidado y esperó a que él hablara.

"¿Es por eso que cambiaste de opinión? Porque si es por eso entonces perfectamente te lo puedo decir ahora... yo te...

"No" lo interrumpió sutilmente "...no es por eso que cambié de opinión. Y además, jamás digas algo si no lo sientes realmente".

"¿Qué quieres decir? Estoy confundido".

"Andy... tú no me amas... y no hace falta que me lo digas para que lo sepa; lo puedo ver en tus ojos. Creo que has confundido el gran cariño que sientes por mí por amor... tú me quieres, pero el sentimiento no es más fuerte que eso... ¿estoy en lo cierto?" Él iba a responderle de una vez porque separó sus labios, pero al no salir sonido alguno de ellos, volvió a cerrarlos y miró hacia abajo a sus manos. Estuvo un tiempo así en total silencio, hasta que por fin volvió a mirar a Hermione a los ojos.

"Sí... estás en lo cierto" respondió en voz baja, sin agregar algo más.

"La verdad ni siquiera por eso cambié de opinión... yo... el motivo porque lo hice fue porque... estoy enamorada de alguien más".

Nuevamente estuvieron en silencio por unos minutos, Andy mirando sus manos como si encontrara algo interesante en ellas y Hermione mirándolo a él.

"¿De veras? Déjame adivinar... es Potter, ¿cierto?" En realidad no estaba preguntando por verificar sino lo estaba dando por hecho.

Hermione se sorprendió un poco al oírlo decir eso, ya que nunca había pensado que Andy fuera tan perceptivo, pero tal vez lo había sobreestimado. Fue su turno de mirar hacia abajo unos momentos, pero luego volvió a verlo a la cara y le sonrió tímidamente.

"¿Cómo lo supiste?" preguntó con voz neutra.

"Bueno... cuando tu novia no hace más que ver a su mejor amigo todo el tiempo así haya más gente en el lugar y prefiere estar con él a solas que con su novio, creo que empiezas a sospecharlo" dijo él con una ligera sonrisa en los labios. Hermione le devolvió el gesto aunque ligeramente apenada.

"Lo lamento" dijo tímidamente pero Andy sacudió la cabeza.

"No tienes por qué... si lo amas, es algo que no puedes evitar".

"¿Desde hace cuánto lo sabes?" preguntó Hermione curiosa.

"Bueno... empecé a sospecharlo desde la misma noche en que nos introdujiste... pero mis sospechas se confirmaron durante estos días" contestó tranquilamente.

"Si lo sabías... ¿por qu seguiste con todo?" dijo la joven sin poder evitar la curiosidad. Andy rió sardónicamente y luego le contestó:

"Creo que... trataba de convencerme de que con el tiempo llegarías a mirarme de la misma forma en que lo miras a él, pero creo que eran falsas esperanzas. Además, creo que fue más porque estaba tratando de convencerme a mí mismo de que en realidad sí te amaba". Callaron nuevamente por unos instantes antes de que las ansias por respuestas de Hermione prevalecieran sobre ella y se le escapara otra pregunta.

"¿Por qué tratabas de hacerte creer que me amabas?"

"Bueno porque... en realidad no lo sé... sólo... nunca había conocido a una mujer como tú, y no puedo negarte que me gustas mucho Hermione, y para mí tú eres mi prototipo de mujer ideal, de esposa ideal, así que pensé que no podía dejar pasar esta oportunidad, que ya que había encontrado a la mujer perfecta y ella al parecer me quería, debía actuar rápido, porque probablemente se me escaparía esta mujer perfecta y luego no encontraría otra igual. Y en cuanto al aspecto del amor, pensé que tal vez con el tiempo llegaría a amarte..." calló unos instantes sin despegar la vista de sus manos, pero luego agregó algo más, "...debes pensar que soy un tonto".

"Por supuesto que no... a decir verdad, yo también actué durante todos estos meses bajo el mismo predicamento..." Andrew levantó la cabeza mirándola sorprendido, pero ella siguió hablando "...creo que... estaba tan aferrada a la idea de que había encontrado al hombre perfecto que no podía dejarte ir, que si eras tan perfecto mi búsqueda había acabado y tú podrías hacerme feliz... y también trataba de convencerme que con el tiempo llegaría a amarte... pero, ¿sabes algo? Ese viernes, cuando estaba contigo, ¿recuerdas que me preguntaste qué me pasaba?" Andrew asintió y ella continuó, "Bien... en realidad estaba pensando sobre todo eso... ese día Harry me había dicho que tenía que decidirme de una vez por todas, por él o por ti, que si me decidía por ti, no lo volvería a ver jamás, para ahorrarnos el dolor a ambos, y estuve meditando qué hacer o no. Me da pena decirte esto...

"No, por favor, continúa" dijo Andy alentándola.

"...eh... siento mucho si te di esperanzas de que nos casaríamos... pero... conozco a Harry desde hace muchos años, lo he conocido por más de la mitad de mi vida... y no podría decirte si lo he amado desde que lo conocí o desde una situación específica, porque en realidad no lo sé... pero sí sé que lo he amado con tanta intensidad, como nunca había amado tanto a algo o a alguien... siempre que pienso en mi futuro, sólo me veo con él, con él y nadie más que él... pero... cuando él se fue en nuestro último año en la escuela, mi corazón se destrozó, y todo ese tiempo que estuvo lejos de mí me sentí tan sola y herida... porque no sabía nada de él, y pensé que él no quería saber nada de mí y me había olvidado...

"Sufrí tanto, tanto que cuando él volvió y me dijo que quería algo conmigo más allá de la amistad... lo negué alegando que había sufrido tanto que no quería sufrir más, y que probablemente sufriría más si estaba con él que si estaba contigo, pues como tú eres el hombre perfecto... no me di cuenta de que en realidad estaba sufriendo mucho más estando alejada de él que si hubiera estado con él...

"Entonces ahí me di cuenta Andy, me di cuenta de que esa búsqueda por el ser perfecto es ridícula, porque nosotros como seres imperfectos necesitamos a otro igual de imperfecto a nosotros para que nos llene... y muchas veces estamos ciegos y no vemos que ese ser está ahí bajo nuestras narices... Me di cuenta de que por más perfecto que fueras, y por más tiempo que pasara, jamás llegaría a quererte como lo quiero a él, y me dije a mí misma, no necesito a un ser perfecto, sólo necesito a Harry..." Terminó su discurso y se enjugó las lágrimas que habían bajado por sus mejillas sin que ella se diera cuenta.

Andy la miraba con una expresión totalmente distinta, de una forma que ella jamás le había visto a él mirarla; era mucho más profunda más madura, mucho más humana...

Estuvieron nuevamente en silencio, ambos admirando al panorama frente a ellos.

Unas cuantas personas caminaban por la orilla del mar, jugueteando con las olas que los alcanzaban y se rompían en sus piernas. Sus lejanas risas alcanzaban a llegar a los oídos de la joven...

Luego de un tiempo, Hermione volteó a verlo y vio que él la miraba con una ligera sonrisa en el rostro. Andy se levantó de su asiento y Hermione le siguió.

"Entonces... supongo que esto es un adiós" repuso incómodamente, rascándose la parte de atrás de la cabeza.

"No... es sólo un hasta luego... no sé si te esté pidiendo mucho con esto pero... me gustaría conservar tu amistad" dijo tímidamente.

"Claro... a mí también me gustaría. Supongo que... debo irme para buscar a ese Harry para mí, pero versión femenina claro" dijo en broma y Hermione no pudo evitar reír por su comentario. "Que... te vaya muy bien Hermione... procura ser feliz". Ella le sonrió agradecida y lo abrazó inesperadamente. Él la abrazó también por un tiempo y luego se soltaron. Ella no pudo evitar que unas cuantas lágrimas se le escaparan.

Andy le sonrió y le limpió las lágrimas con un rápido movimiento de su dedo.

"Y si ese Potter te hace algo malo... no olvides en avisarme" dijo en tono de hermano mayor y Hermione rió nuevamente.

Se volvieron a abrazar y él se fue hacia la puerta que lo guiaba dentro de la casa. Antes de salir, volteó para ver a Hermione por un momento.

"Busca bien a esa persona... estoy segura de que no tendrás problema en encontrarla... avísame cuando llegues" le dijo ella con una sonrisa de agradecimiento y él se la devolvió con un ligero movimiento de despedida de la mano y volteó nuevamente para entrar a la casa y luego salir por la puerta principal.

Vaya... es la mejor ruptura que he tenido en mi vida pensó Hermione con una sonrisa antes de entrar a la casa.

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Al siguiente día Hermione amaneció con una enorme sonrisa en la cara.

No podía evitar el sentirse tan bien luego de que hubiera arreglado todo con Andrew, y ciertamente no había esperado que las cosas salieran tan bien.

Se levantó despacio y fue al baño a ducharse con agua tibia(por orden de Dumbledore) para luego volver a su cuarto a cambiarse y esperar a la enfermera Cole.

"Buenos días señorita Granger" saludó la susodicha a Hermione desde la puerta, entrando a la habitación como siempre con el bolso negro.

"Oh... muy buenos días señora Cole, hoy llegó más temprano de lo normal" contestó ella sonriendo más abiertamente.

"Bueno... es mejor madrugar. Veo que amaneció de muy buen humor... ¿a qué se debe ese cambio?" preguntó la enfermera acercándose a ella y poniendo el bolso en la cama para luego empezar a sacar unos instrumentos extraños.

"Oh... nada en particular... hoy es un bonito día" se limitó a decir ella mirando brevemente por la ventana.

La mujer no insistió más y la examinó en silencio, rutina que seguía todos los días. Cuando hubo terminado, le dio a Hermione todas las pócimas que ella tenía que tomar y luego la acompañó hasta el comedor mientras ella se dirigía a la cocina.

Hermione frunció el ceño cuando no vio a Harry desde el comedor por la ventanita de la cocina como lo veía a diario, pero imaginó que estaría terminando de alistarse en su habitación.

Creyó esto hasta que la enfermera Cole le trajera la bandeja a la mesa, y no Harry como era usual.

"Oh... disculpe pero... ¿dónde está Harry?" preguntó tratando de no sonar demasiado interesada en su paradero.

"El señor Potter está haciendo unas diligencias en el momento y me pidió que llegara más temprano para auxiliarla con su desayuno" contestó la mujer poniendo todo en la mesa.

"Y... ¿por casualidad sabe que diligencias son?"

"No, el señor Potter es muy reservado en cuanto a sus asuntos personales" repuso la bruja en tono formal. Hermione no le preguntó nada más y comió en silencio. Lo hizo ella sola ya que ya era capaz de hacerlo, sólo dejaba que Harry le diera la comida porque le gustaba estar con él.

Se preguntó por qué no le habría dejado un mensaje contándole que se iba y a dónde iba, pero trató de no preocuparse demasiado.

Se la pasó toda la mañana haciendo una serie de ridículos ejercicios(según su opinión) con la señora Cole para ver cómo seguía, y según la enfermera, estaba progresando notablemente. Aun así de su mente no salió Harry(en realidad, ¿cuándo salía?) y estuvo toda la mañana esperando a su llegada.

Pero no llegó a la hora del almuerzo, y volvió a comer sola, aunque invitó a su enfermera a que comiera con ella en la mesa para darse compañía la una a la otra.

Estaba empezando a sentirse ansiosa, mirando todo el tiempo la puerta principal de la casa esperando por él.

Trató de leer todo tipo de libro, hasta Una historia de Hogwarts, pero ni siquiera pudo concentrarse en ello. Se instaló en un mueble de la sala que quedaba situado casi frente a la dirección de la puerta, y esperó todo el tiempo mirando la misma página del libro pero sus sentidos atentos a cualquier sonido proveniente de la entrada principal de su casa.

No se dio cuenta de que el tiempo transcurría ni cuando el sol empezó a esconderse lentamente y tiñó su sala de un rojizo-anaranjado.

"No debería leer con tan poca luz, señorita Granger, podría hacer más mal a sus ojos" oyó que una voz femenina le decía y cuando miró a su dueña vio a la enfermera Cole encendiendo el interruptor del lugar, haciendo que se llenara de la luz amarilla.

"Oh... gracias" repuso medio ida. "¿Ya se va?" preguntó cuando vio que la bruja se ponía su abrigo y tomaba el maletín negro que había dejado descansando en el suelo.

"Así es... ya no tengo mucho que hacer aquí, está mejorando bastante bien, y creo que dentro de poco prescindirán de mis servicios. Que tenga una agradable noche, nos vemos mañana" dijo mientras se encaminaba hacia la puerta.

"Sí... hasta mañana" dijo ella con voz medio apagada y una vez que la bruja hubiera cerrado la puerta detrás de sí, Hermione se levantó de la silla y fue a su habitación a refrescarse un poco.

Puso el libro sobre la cama y fue a su baño, quitándose las gafas un momento mientras se echaba un poco de agua en la cara abriendo la llave del lavamanos.

Mientras hacía eso no podía evitar pensar en donde estaría Harry,

¿Será que se fue y no quiso avisarme? Pensó con pánico No, es imposible... además, ustedes ya habían acordado hablar nuevamente y dejarlo todo en claro de una vez por todas dijo otra voz dentro de su cabeza sonando ligeramente frustrada.

Tal vez esté molesto conmigo por algo... o tal vez no quiera verme, pero estoy segura de que llegará, necesito hablar con él con urgencia

Cerró la llave y cuando lo hizo creyó distinguir un ruido fuera de su habitación, y de inmediato pensó que era Harry que había por fin llegado.

Trató de controlar su ansiedad y se puso nuevamente las gafas para luego pasar sus manos sobre su vestido largo para remover arrugas inexistentes en él.

¡Maldición! ¿Cuándo dejaré esta estúpida costumbre? Pensó con irritación mientras volvía a realizar la acción inconscientemente y cuando se dio cuenta bufó frustrada.

Ah... ¿podrías dejar de regañarte por eso? Es sólo una costumbre, agradece que no te muerdes las uñas dijo esa otra voz que por fin había podido distinguir como la rebelde dentro de ella y que la había convencido durante ese último mes y medio de hacer cosas que jamás pensó que haría. De verdad aquella voz estaba empezando a irritarla, pero en ese momento no se preocupó por ella y salió del baño y luego de su cuarto para mirar por su casa a todos lados. Inmediatamente lo reconoció viéndolo por la ventanita en la cocina y sonrió nerviosa para sí.

Cerró los puños por un momento para tomar fuerzas y se dirigió a la cocina parando justo a la entrada. Harry se encontraba de espaldas a ella lavando los platos y no notó su presencia, o la ignoró porque no volteó a mirarla.

Ella cerró los ojos durante unos instantes y luego volvió a abrirlos, mirándolo fijamente.

"¿Harry?" le llamó con voz débil pero lo suficientemente audible para que él la escuchara.

El susodicho dio un salto y volteó como asustado al oír su nombre. Miró a Hermione sorprendido y luego sus ojos bajaron y subieron varias veces por ella hasta que finalmente pararon en su rostro.

Las mejillas de ambos se coloraron.

"¡Hermione! ¿Có-cómo te sientes?" le preguntó luego de un momento de incómodo silencio y se apresuró a ir a su lado. La tomó delicadamente de un brazo y la guió a una de las sillas para luego él sentarse en otra a su lado.

"Supongo que bien" contestó ella sencillamente mirando hacia un lado. Aún podía sentir la mirada de Harry sobre ella.

"Te ves muy bien" oyó que Harry le dijo y sólo se limitó a asentir con la cabeza.

Los envolvió nuevamente un incómodo silencio, y Hermione sintió de pronto unas ganas de salir corriendo de aquel lugar, pero sabía que si lo hacía, nunca podría arreglar las cosas entre ella y Harry, y no había nada más que deseara que enmendar la situación.

Levantó la cabeza y finalmente miró a Harry. Éste la miraba fijamente, como si tratara de decirle algo, pero en cuanto ella miró a sus ojos, él volteó la cabeza a otro lado.

"Harry... tenemos que hablar..." dijo ella en voz débil, sintiéndose algo nerviosa, "...eh... acerca de lo que dejamos pendiente el otro día". Él no dijo nada y siguió mirando a otro lado, así que ella se aclaró la garganta sonoramente y prosiguió. "Yo... mira, si estás molesto conmigo por algo entonces dímelo y...

"No estoy molesto..." le cortó Harry firmemente mirándola por fin. "...no tendría por qué estarlo; es más, deberías ser tú la que está molesta conmigo".

Ignorando su último comentario, Hermione volvió a hablar.

"¿Entonces por qué te fuiste sin avisarme? Pensé que no querías verme y así evitarías el que tocáramos el tema del otro día".

"No, no fue por eso... por supuesto que me encanta verte... es sólo que necesitaba hacer unas vueltas" dijo incómodamente.

"Bien... entonces me gustaría saber si lo que dijiste el otro día fue verdad o lo dijiste por decirlo..." lo miró de reojo para ver su reacción, y vio como él sacudía la cabeza ligeramente.

"Lo dije por decirlo... fui bastante tonto, pensaba que si te decía todas esas cosas horribles tú terminarías odiándome y te alejarías de m" repuso con tranquilidad. Ella ya sabía todo esto, pero quería oírlo de él para asegurarse de que aún podía adivinar sus pensamientos.

"¿Por qué querías que me alejara de ti?"

"Porque... porque no quería estar cerca tuyo".

Ciertamente no esperaba esta respuesta. Sus palabras fueron como un baldado de agua fría. Trató de no verse muy afectada por sus palabras, pero lo único que logró pronunciar fue un ligero ¡Oh! y mirar a sus manos.

"¡No, espera! No creas que lo dije porque no quisiera estar contigo, es decir, no quería estar contigo pero tenía que evitarte, quiero decir, lo que quiero decir es..." gritó frustrado cuando no encontró la forma de decirle lo que quería decirle. Hermione aún miraba a sus manos sintiendo una tristeza invadiéndola, cuando una mano de Harry se posó sobre las suyas y la sacó de su ensimismamiento. No pudo evitarlo pero levantó la cara para verle de inmediato. Confusión era lo único que podía ver en sus ojos, y se notaba que él trataba de entenderse a sí mismo, para hacerle entender a ella.

"Mira... lo que quiero decir es... la otra noche fue... ni siquiera encuentro las palabras para describir lo que fue para mi... lo que significó para mi... jamás... jamás me había sentido como me sentí esa noche, y fue como si... no, fue la primera vez que hice el amor con alguien".

"Harry, pero si tú ya habías estado con otras mujeres...

"Sé que estuve con otras mujeres, pero aquello sólo fue... no sé, podría decirse que fue sólo sexo casual, sólo lo hacía porque necesitaba calor humano y no por alguna otra cosa, pero nunca había hecho el amor con alguien, hasta que estuve contigo..." calló un instante y la miró de la misma forma que la había mirado aquella noche. Sus ojos destilaban tanto amor que Hermione se sentía abrumada bajo esa mirada, y no podía creer que todo aquello estuviera dirigido sólo a ella. Le miró sin saber si tenía que decir algo o hacer algo, pero luego él siguió hablando.

"Hermione yo... nunca había experimentado este sentimiento. Tú sabes cómo crecí, con que clase de personas crecí... cuando conocí el mundo mágico conocí todo aquello que nunca me habían dado... y cuando era feliz, había algo que arruinaba mi felicidad. Voldemort maldijo mi vida, cada que encontraba algo meritorio de alegría, él aparecía y lo arruinaba todo. Así que simplemente aprendí a alejarme de todo aquello que me satisficiera en lo más mínimo, me refiero en lo personal, porque en lo fisiológico era algo que necesitaba... pero en fin... Lo había logrado a las mil maravillas, y todo iba bien hasta que te volví a ver..." calló de nuevo y miró a otro lado, respiró profundamente y luego volvió a hablar.

"Ese fue el motivo por el que no te escribí... aunque ya hubiera acabado con Voldemort, me acostumbré a no darme ninguna satisfacción personal, me acostumbré a no ser feliz... sabía que si te hablaba, que si me comunicaba contigo, arruinarías eso, porque tú eres la única persona que me hace verdaderamente feliz. Fui egoísta, y lo lamento, pero dentro de mí sabía, o tal vez por la costumbre por Voldemort, pensaba que si era feliz, algo muy malo pasaría después, algo terrible que me arrebatara eso, como si estuviera condenado a no sentir alegría en mi vida y si la sintiera tendría que ser castigado.

"Por eso no te escribí más, por eso no deseaba verte, porque sabía que tú dañarías todos mis planes, acabarías con la poca fuerza que había logrado construir para evitar ser feliz a toda costa, y tuve razón en ello.

"No planeaba verte cuando volví a Inglaterra, ciertamente no planeaba llegar precisamente un día antes de tu cumpleaños, pero creo que inconscientemente lo hice, porque necesitaba verte tanto, estar lejos de ti por tanto tiempo me estaba volviendo loco, y por eso volví, aunque no quería aceptarlo.

"Cuando te vi en casa de Ron, supe que estaba condenado a ser feliz, porque tú influyes en mí de una forma que nadie más puede, y sabía que porque iba a ser feliz, me estaba condenando también a la miseria.

"Ese día... ese día reviví todo lo que había sentido antes cuando estaba contigo, y no deseaba que te fueras, quería que te quedaras a mi lado, pero no quería, porque sabía que algo malo pasaría después... Siempre le pedía a Ron que contestara las cartas que nos mandabas, y que te mandara saludos, y siempre le pedía que no me dejara acercarme a ti por nada del mundo, que nunca nos dejara solos, pero el muy idiota lo olvidaba a veces y nos dejó solos en varias oportunidades..." Hermione rió levemente ante su comentario y Harry sonrió también, pero luego su expresión se enserió y continuó. "...y un día él simplemente me dejó solo en casa, y sin saber en qué ocupar mi tiempo, se me ocurrió visitarte... fue un gran error, porque sabía en lo que me estaba metiendo, pero tal era mi urgencia de verte, que no me importó y me vine aquí, rogando que me apareciera entero a tu casa". Paró nuevamente y se levantó de la silla, caminando hasta el lavaplatos frente al cual había una ventana que daba a unas palmeras que se mecían lentamente con el viento.

Luego de un tiempo de silencio siguió hablando, pero se quedó mirando a la ventana como si allí estuviera Hermione.

"...entre más pasaba el tiempo, más me enamoraba de ti, o me daba cuenta de que había estado enamorado de ti, o simplemente me volví a enamorar de ti, llámalo como quieras, pero el hecho es que... de tanto verte, de saber que sólo había una pared de distancia entre nosotros... yo... apenas si podía controlarme y... cuando me dijiste que te casarías con otro, sentí que perdía la cabeza..." paró un momento y caminó hacia Hermione, arrodillándose frente a ella y tomándole de ambas manos, besando cada una, "...ya te había perdido una vez por mi negligencia, no podía permitir perderte nuevamente... implicase lo que implicase... no me importaba si sería infeliz luego, lo único que me importaba eras tú y demostrarte cuán feliz podías ser conmigo". Calló finalmente y enterró su cara en las piernas de Hermione, y luego de un momento ella sintió la tela de su vestido humedecerse y entonces supo que Harry estaba llorando.

Se le contrajo el corazón y empezó a acariciarle la cabeza gentilmente, y luego volvió a oír su voz resquebrajada.

"Cuando te desmayaste... me di cuenta de lo que había hecho, me di cuenta de que podías estar muerta, y todo por mi culpa, porque fui egoísta y sólo pensé en cuánto te necesitaba en ese momento sin parar a reflexionar sobre cómo estaba poniendo en peligro tu vida. Cuando te vi cerrar los ojos... te pusiste de inmediato pálida y fría, y temí lo peor... pero aun así logré componerme y de inmediato contacté a Dumbledore para que viniera a verte. Te vestí rápidamente y te abrigué con todo lo que encontré, rogando porque volvieras a tener la misma temperatura corporal, pero seguías fría como un hielo.

"Pensé que morirías..." levantó la cabeza un momento y le miró a los ojos con preocupación, "...pero Dumbledore logró mantenerte. Te mantuvo conectada al atril junto a ti con esa energía sintética para que recuperaras algo de temperatura, y para que tu cuerpo se acostumbrara nuevamente a ella y empezara a producirla por sí mismo... pero estabas tan débil que no se podía, y cada día era un martirio verte postrada en esa cama como si nunca fueras a volver a abrir los ojos...

"Sabía que era mi culpa, y sabía que cuando te levantaras tenía que alejarte de mí, porque lo único para lo que soy bueno es para ocasionar problemas y para poner en peligro las vidas de las personas que amo..."

"Eso no es cierto Harry..." le interrumpió Hermione con voz suave "...tú no ocasionas todo el tiempo en problemas, y no es tu culpa si la vida de las personas corre peligro... tienes que entender que hay cosas más allá de tu control, que por más que quieras mantenerlas bajo tu cuidado, no es posible hacerlo. La vida es algo tan efímero... nunca sabemos cuánto tiempo estaremos aquí en la tierra, y aunque sea nuestra propia vida, no podemos tener el control total sobre ella... y si no podemos manejar nuestra propia vida totalmente, ¿cómo esperas tú manejar las de los demás?

"Comprende que no siempre es por ti que la gente corre peligro. ¿Alguna vez te has puesto a pensar que tal vez las personas quieran poner sus vidas en peligro, así sea por ti o por cualquier otra cosa?" paró un momento y le limpió delicadamente las lágrimas de los ojos, "Tú siempre estás ahí dispuesto a sacrificarte por los demás... lo demás también están dispuestos a sacrificarse por ti...

"Pero eso es precisamente lo que yo trato de evitar" le interrumpió Harry con voz preocupada.

"Lo Harry..." dijo Hermione con voz aburrida "...y eso es precisamente lo que tienes que dejar de hacer. Si tú puedes sacrificarte por los demás, los demás pueden hacer lo mismo por ti, y eso es algo que tú no has querido entender... No puedes imponer lo que tú crees a los demás, ni mucho menos hacerlos actuar de acuerdo a lo que tú pienses que esté bien o mal... así es la vida, así son las personas, hay simplemente cosas más allá de nosotros que no podemos controlar, y la voluntad ajena es una de ellas. Con alejar a la gente que te quiere no haces más que herirte a ti mismo y herirlas a ellas, y eso es peor a que si puedes brindarles un poco de alegría por el simple hecho de estar ahí con ellas... deja de empujar a la gente que te ama, porque por más cosas absurdas que hagas, siempre te amarán... yo siempre te amar".

Harry enterró su cabeza una vez más en las piernas de Hermione y lloró por largo rato ahí. Ella también derramó unas cuantas lágrimas, pero trató de que Harry no lo notara para no hacerlo sentir peor.

Cuando él por fin levantó la cabeza, el sol se había escondido por completo y en la hermosa noche estrellada brillaba la luna menguante.

El mar se movía un poco más que durante el día, por lo que al romper a la orilla producía mucha más espuma que de costumbre.

El viento era agradable y entraba por la ventana revolviendo el cabello de Hermione.

Pero ella miraba a Harry con amor, como si fuera un pequeño niño perdido al que estuviera reconfortando.

"Entonces... es tú decisión... ¿de veras deseas alejarte de mí, o prefieres darnos una oportunidad?" preguntó ella con sutileza.

"¿Pero si pasa algo malo?" preguntó él con voz de niño asustado.

"Bueno... ten por seguro que pasará, porque la vida no es perfecta y siempre hay tiempos oscuros, pero también los hay buenos... y la mejor forma de afrontar lo malo es estando juntos, porque así seremos más fuertes" repuso ella con una sonrisa.

Harry le devolvió el gesto y luego bajó una mano hasta un bolsillo de su pantalón, del cual extrajo una ligera bolsita azul oscura y se la mostró a Hermione.

"Esta era mi diligencia" dijo mirando a la bolsa y luego la empezó a abrir lentamente, para luego sacar un anillo de oro blanco totalmente liso.

A Hermione se le escapó un ligero ruido de sorpresa al ver que Harry tomaba su mano izquierda y le ponía el anillo en el dedo corazón.

"Harry..." dijo ella sin saber qué más decir. Él le sonrió y le dio un ligero beso en la mano antes de mirarla a los ojos nuevamente.

"Sé que todavía no quieres casarte, porque primero quieres ordenar tu vida en los otros aspectos..." empezó a decir con una ligera sonrisa en sus labios, "...pero quiero que lo tomes ahora, como una respuesta a tu pregunta... escojo la segunda opción..." Hermione rió cuando dijo esto pero lo siguió mirando a los ojos, y luego ella se arrodilló también en el suelo para quedar a su misma altura.

"¿Lo dices en serio?" preguntó con la voz quebrada.

"Por supuesto... además, no es todos los días que encuentras a tu heroína pidiéndote que tengas una relación amorosa con ella" dijo con una risa y Hermione arqueó una ceja.

"¿Soy tu heroína?" dijo tratando de no reír.

"Sí... me has salvado tantas veces como yo a ti" contestó ganando otra carcajada de Hermione, pero luego su expresión se tornó seria y ella siguió su ejemplo "...puede que para el mundo mágico yo sea el héroe, pero en mi mundo, tú eres mi héroe, o heroína para mejor decir".

Ella no sabía si era en broma o en serio, pero no pudo evitar el sentirse tocada hasta el corazón por ello. Nunca nadie le había dicho nada más dulce.

"¿Hasta cuando lo seré?" preguntó tratando de que sonara en broma pero unas lágrimas bajaron por sus mejillas y cayeron a sus manos que sostenían las de Harry.

"Por lo que a mí respecta, siempre lo serás..." contestó él antes de darle un ligero beso que sellara lo que dijo.

"Te amo tanto..." no pudo evitar decir Hermione, más lágrimas cayendo.

En cualquier otra situación todo esto le hubiera parecido muy cursi, pero le estaba sucediendo a ella y era real, y no podía evitar el dejar que esa parte cursi de ella aflorara en el momento.

"Yo también te amo... y estaremos juntos siempre que sintamos lo mismo el uno por el otro... es una promesa".

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Muchas veces nos quejamos de la vida, nos sentimos tan apaleados que llegamos a odiarla y a desear no sentir, que es lo mismo que no querer vivir.

Como todas las otras cosas, siempre hay que tener paciencia, porque el truco está en aprender a manejar todas las situaciones difíciles que se nos imponen, y así lograr vencer los obstáculos.

No hay gracia en una vida fácil, sin problemas, sin asuntos que nos den de vez en cuando un dolor de cabeza, porque eso no es vida, porque así no aprendemos nada, y así las cosas no valen nada.

Cuando aprendemos de nuestros errores, cuando afrontamos una circunstancia difícil, tal vez no lo veamos en el momento, pero estamos ganando una valiosa lección que nos servirá para el futuro, y que nos hará crecer como personas.

Yo sufrí por mucho tiempo, pero siempre tuve un poco de alegría en unas cosas, pequeñas claro está, pero eso es lo que hace de la vida lo que es, eso es lo que es la vida. O al menos para mí lo es, porque el sólo hecho de levantarme junto a él, o que preparemos el desayuno juntos, o que construyamos una castillo de arena en la playa para que luego las olas lo derrumben, es lo que me hace feliz; son esos pequeños detalles los que me hacen apreciar la vida, y aferrarme a ella con firmeza... aunque claro está que también me afierro a ella por Harry, que de una forma u otra es mi vida.

Supongo que... hay algo de cierto en aquel dicho, después de la tormenta viene la calma, porque después de tanto sufrimiento, puedo sonreír realmente sin que me duela el corazón. Aunque claro está que deberían agregar que de vez en cuando habrá torbellinos, porque no siempre todo es calma. Pero aun así, la gracia está en sobrevivir a los torbellinos, y en mi caso, no hay mejor forma de superarlos junto a la persona que amo; por ahora, no pido más.

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N/A: Ah, por fin terminé!!!!! ¿Les gustó? ¿Demasiadas florecitas y cositas bonitas? Bueno, ya sé que me quedó muy... no sé, digamos que mundo de Burbuja la de las chicas superpoderosas, pero quería que tuvieran algo de descanso luego de tanto sufrimiento, hasta hice sufrir a la pobre Hermione en el último capitulo, jajaja, pero bueno.

Siento tanto si me demoré mucho, pero, ¿saben algo? Cuando me puse un día frente al computador a escribir este capitulo, tenía la mente en blanco, y me acordé que mi cabeza no había aún imaginado el capitulo final de la historia, jeje, :S ... así que escribí e imaginé cientos de finales para la historia, y al final me decidí por este porque sí... ya no lo voy a cambiar, además, había estado tentada de matar a Hermione al final... esperen, esperen, ¡no se alebresten! Ya vieron que no murió, y no lo hice porque sabía que si la mataba, ustedes me matarían luego (:S) así que la dejé vivita y recuperándose, jaja. Y si Harry fue un poco malo con ella, bueno, ahí expliqué por qué lo fue, y además, entiéndanlo porque también porecito, todo lo que toca lo rompe, ajajaja, no mentira, pobre... en fin...

Decidí terminar la historia desde el punto de vista de Hermione, como había escrito en un principio. No sé, me pareció que debía terminarla como la empecé, y era como Hermione hablando, ya haciendo una conclusión de este largo proceso y capitulo de su vida, así que espero que no les haya parecido muy cursi y que haya llenado sus expectativas y que no los haya defraudado mucho.

Muchas gracias a: Cidonya, Monik, Rosana, VeGaLoNe, AngelinaB, Ichan, Celeste Potter, Angelyanu, Valery Ryddle, nidia, Zeisse, pgranger, lolo, Polly, KARITO, Claudia Black, hera, SuMundusita, Sakura Potter, Hermione Potter Adams, E. Oracle, marla, cristalgirl, S. Lily Potter, piolina palmera, bbpotter, vaneZa, ariel, victoria y Arabella-G-Potter-Black(lamento mucho si no te puse, la verdad pongo a la gente cuando me llegan los alertas a mi correo xo en serio que tú no estabas, si no, no te hubiera omitido, lo siento).

De veras que gracias a ustedes y a todos los que me escribieron en los otros capitulos xo no me escribieron en el último... la verdad me dio pereza buscar en cada capitulo, jeje, lo siento, xo duré mucho escribiendo este capitulo xo mi musa decidió irse de vacaciones(aprovechando que ya es junio) sin terminar la historia, y me tocó a mí solita... y pues ya les dije, duré todo este tiempo que no puse el capitulo escribiéndolo... así que espero que sí les haya gustado, porque si no, que depresión...

Mi libro favorito es el quinto, después de muchos meses después de haberlo leído y después de mucha meditación, llegué a esa conclusión, me pareció magnífico

Y gracias x lo de la próxima Rowling, == jajaja, la verdad es que no creo que tampoco pudiera llegar a ser la próxima, jajaja, vaya que estoy apenada...

Y para Zeisse, no hay problema, sólo déjame tu mail y yo con mucho gusto te lo mandaré, pero siempre y cuando no lo pongas en otra página o algo así, lo siento, tenía que decirlo, creo que esa es una de las razones x la que muchos escritores no quieren q' otras personas tengan sus fics, xo a mi la verdad no me afecta, siempre y cuando no lo publiquen ni nada que se le parezca, espero que entiendas y no creas que soy una odiosa, :)

Y pues ya eso es todo, dejo de escribir tan largas notas de autora(el público piensa: gracias al cielo) y les agradezco en serio por todo el apoyo que me dieron por esta historia, de veras que sus reviews fueron lo que me hicieron seguir, y les agradezco de todo corazón por las cosas que me dijeron... no tengo más fics, este es el único, y no sé cuando vuelva a escribir, por ahora quiero tomar un descanso de esto... pero tal vez ponga algo que escribí cuando comencé este fic, cuando escribí el primer capitulo, que no está terminado ni tengo idea de qué será, pero sí es un H/Hr por supuesto... así que adiós...

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