Año 180 de la Tercera Edad
El sol se ocultaba en el valle, pero bajo la luz rojiza de sus últimos rayos se podían distinguir dos figuras que corrían, o al menos hacían el intento de correr, pero sería más exacto decir que prácticamente se arrastraban.
- ¡Elladan! ¡Elrohir! No os voy a perdonar ni una vuelta. Otro día os lo pensaréis mejor lo de ir hablando tranquilamente al final de la marcha cuando yo ordeno 15 vueltas a paso ligero.
Los gemelos miraron a Miluinel con mala cara. Habían pensado que les perdonaría al menos las 3 últimas vueltas, pero parecía que la Elfa no tenía compasión de ellos.
Al final, cuando ya casi no quedaba luz, y ya la noche parecía llegar los hermanos se dejaron caer en el suelo, casi sin fuerzas. Miluinel les dedicó una sonrisa de burla, como si les dijera "Pobrecitos, no aguantan nada" y se fue.
- Nunca más - dijo Elrohir sin aliento - No pienso a ir a ninguna clase más
- Es verdad - asintió Elladan, en el mismo estado que su hermano - Nos las podemos arreglar solos para aprender. Además ahora ya sabemos.
* * *
La mañana siguiente, los gemelos no se movieron de sus camas, aún cuando ya era hora de ir a sus clases. Por eso su padre entró, extrañado en su habitación, pues sus hijos no solían dormirse nunca, y detrás de Elrond entró Glorfindel, curioso para ver que les pasaba esta vez a Elladan y Elrohir.
- ¿Hijos? - dijo Elrond con voz cautelosa - Deberíais estar en clase. Miluinel os está esperando.
Un par de cabezas asomaron de entre las sabanas. Ponían una cara como si estuvieran al borde de la muerte.
- No nos encontramos bien papá... .- dijo Elladan
- Nos hemos puesto malos... - añadió Elrohir
Glorfindel se adelantó unos pasos, y se acercó a las camas, fingiendo que les iba a colocar bien las mantas, y cuando estuvo lo suficientemente cerca murmuró, sin intentar apenas mover los labios.
- Los elfos no nos ponemos malos...
- ¿¡Cómo que no?! - Elrohir habló un poco más alto de la cuenta
Elrond se echó a reír; siempre le sorprendían las ideas de sus hijos.
- ¿Qué problema tenéis con las clases? - preguntó su padre
- Es solo que... Creemos que ya sabemos lo suficiente
- Eso - Elladan asintió ante las palabras de su hermano - No tenemos que ir más a clase. Sería hacerle perder el tiempo a Miluinel
* * *
Glorfindel le fue a decir eso mismo a Miluinel, pero para su sorpresa la Elfa se echó a reír.
- ¿Me he perdido algo? - preguntó
- Creo que Elladan y Elrohir temen a mis clases. Total, porqué el otro día se pasaron todo el rato haciendo el vago y les puse a hacer 20 vueltas después que los demás terminaran. - dijo la Elfa
- ¿Así aun no están preparados?
- Han mejorado mucho, pero aún no lo están del todo - opinó ella
- ¿Alguna idea?
- Bueno, creo que esta noche vendrán conmigo a hacer la vigilancia - dijo Miluinel - Les asustamos un poco y quedará claro que no están preparados.
- ¿No crees que puede ser peligroso? - preguntó Glorfindel
- Nunca pasa nada. Tranquilo
- En todo caso yo también vendré, sólo para controlar la situación
- Como quieras
* * *
- ¿¡Que!? - los gemelos se desperezaron de golpe. Habían estado todo el mediodía tomando tranquilamente el sol en una de las terrazas y la noticia que les acababa de dar Glorfindel les había tomado completamente por sorpresa.
- ¡No pueden hacer eso! - protestó Elrohir
- ¡Somos demasiado jóvenes! - añadió Elladan
- Si estáis lo suficientemente preparados como para no acudir a ninguna clase más debéis incorporaros a las guardias como todos. - dijo Glorfindel, intentando contener la risa. Sólo de ver las caras de susto de los gemelos tuvo la certeza que el plan de Miluinel saldría bien.
- Creo que ahora si que me encuentro realmente mal... - Elladan puso una mano sobre su estomago y se dejó caer en una silla
- Yo me estoy mareando... - añadió Elrohir
- No seáis payasos - Glorfindel dejó ir una suave risa - Estad preparados para cuando os venga a buscar cuando se oculte el sol.
- Vamos a morir - dijo Elrohir mirando a su hermano cuando el rubio noldo hubo cerrado tras de sí la puerta.
- Yo no voy - Elladan acompañó esa afirmación rotunda con un movimiento de negación de la cabeza.
Sin embargo cuando un rato después Glorfindel tocó la puerta, los gemelos estaban listos, vestidos con ropa de abrigo. Él les entregó unas ligeras armaduras de cuero y un par de dagas ligeras a cada uno y sus respectivos arcos con algunas flechas.
- ¿Esto es meramente normas de seguridad no? - preguntó Elrohir al tiempo que notaba que la garganta se le secaba del nerviosismo
- Nunca se sabe lo que se puede encontrar en las guardias de noche.
Fuera, la noche era oscura y sombría, con una espesa niebla que apenas dejaba ver lo que tenían un par de pasos por delante. La visión se complicaba, aún con la espléndida vista que poseen los Elfos.
- A la que oigan un ruido extraño volverán corriendo a casa - le susurró Glorfindel a Miluinel con una sonrisa
Pero no pudieron hablar más, porqué Elladan y Elrohir prácticamente se cogieron de la ropa de Glorfindel.
- No te alejes mucho - le dijo Elladan
* * *
La noche pasaba rápidamente, y al contrario de lo que esperaban Glorfindel y Miluinel los gemelos no huyeron a pesar que los ruidos habituales del bosque sonaban mucho más aterradores debido a la niebla y a la profunda oscuridad. Aunque estaban visiblemente asustados. Ni que se oyera el crujir suave de alguna hoja, ya daban un pequeño salto, sobresaltados.
En ese momento, un Elfo saltó de entre las ramas de un árbol cercano.
- Un grupo de unos diez orcos se acerca desde las montañas nubladas. - anunció
- ¿¡Orcos!? - exclamaron los gemelos a la vez, con voz demasiado alta.
- Shh! - Glorfindel les hizo una señal para que se callaran - Volved a casa niños, nosotros nos encargaremos.
Elladan y Elrohir se miraron, ambos, a pesar del miedo, con decisión en sus ojos : - No, nos quedamos. Somos valientes.
- ¡Esto no es ningún juego! ¡Volved a casa!
Sin embargo la orden del noldo no tuvo efecto sobre los hijos de Elrond, además que ya no tenían tiempo a cumplirla, pues las pisadas de los orcos llegaron claras a sus oídos.
- ¡Escondeos detrás de los arbustos! Les tomaremos por sorpresa - dijo Miluinel. Todos le hicieron caso.
Los gemelos estaban temblando, prepararon sus arcos en silencio. Glorfindel les miró con preocupación, eso solo tenia que ser para que los niños comprendieran que no estaban preparados, nunca para enfrentarlos de verdad con unos orcos.
A una orden de Miluinel, se precipitaron contra los orcos. Pronto todo fue una maraña de Elfos y orcos, y una mezcla del sonido del metal al chocar y las cuerdas de los arcos al tensarse y ser soltadas. Glorfindel perdió a los gemelos entre la confusión.
No fue hasta un rato después, cuando el silencio se hizo de nuevo que pudo verlos. Ambos estaban bien, sostenían sus dagas, manchadas ahora de sangre, y tenían algunas heridas sin importancia. Sonreían.
- Pues no ha sido tan difícil - dijo Elrohir dándose aires de importancia - ¿Lo hicimos bien Glorfindel?
El rubio noldo sonrió aliviado : - Demasiado bien lo habéis hecho. Anda vamos, creo que Isilwen va a tener que curaros todas esas heridas.
* * *
- ¡Aaau! ¡Escuece!
- ¡Basta! ¡Basta!
Los quejidos de los gemelos llenaban los recintos de curación de Rivendel. Isilwen, la sanadora, tenía que sostener con firmeza a los niños, porqué querían huir. Glorfindel y Miluinel lo miraban todo con una sonrisa.
- A lo mejor los subestimamos - dijo él
- De ahora en adelante los tendremos que tener más en consideración
Al final, Elrohir y Elladan salieron con el torso y uno de los brazos vendados.
- ¿Se os han pasado las ganas de haceros los héroes? - les preguntó Elrond más en broma que en tono de regaño. Glorfindel le había ido a avisar, y no había podido dejar de sentirse orgulloso de lo valientes que habían sido sus hijos.
- ¿Bromeas? - dijo Elladan mirando el reflejo de él y su hermano en las aguas claras de una de las fuentes - Así con los vendajes nos vemos importantes
- Parecemos dos guerreros de verdad. No está tan mal esto de luchar contra orcos - añadió Elrohir
* * *
Aiiis no sé, este capi no termina de convencerme... Tengo la sensación de que me ha quedado medio raro... En fin, vosotras opinaréis... ¡Dejad review! A, por cierto Loth, espero que no te importe que te haya tomado prestada a Isilwen, necesitaba una sanadora para los gemelos ^^U
* * *
El sol se ocultaba en el valle, pero bajo la luz rojiza de sus últimos rayos se podían distinguir dos figuras que corrían, o al menos hacían el intento de correr, pero sería más exacto decir que prácticamente se arrastraban.
- ¡Elladan! ¡Elrohir! No os voy a perdonar ni una vuelta. Otro día os lo pensaréis mejor lo de ir hablando tranquilamente al final de la marcha cuando yo ordeno 15 vueltas a paso ligero.
Los gemelos miraron a Miluinel con mala cara. Habían pensado que les perdonaría al menos las 3 últimas vueltas, pero parecía que la Elfa no tenía compasión de ellos.
Al final, cuando ya casi no quedaba luz, y ya la noche parecía llegar los hermanos se dejaron caer en el suelo, casi sin fuerzas. Miluinel les dedicó una sonrisa de burla, como si les dijera "Pobrecitos, no aguantan nada" y se fue.
- Nunca más - dijo Elrohir sin aliento - No pienso a ir a ninguna clase más
- Es verdad - asintió Elladan, en el mismo estado que su hermano - Nos las podemos arreglar solos para aprender. Además ahora ya sabemos.
* * *
La mañana siguiente, los gemelos no se movieron de sus camas, aún cuando ya era hora de ir a sus clases. Por eso su padre entró, extrañado en su habitación, pues sus hijos no solían dormirse nunca, y detrás de Elrond entró Glorfindel, curioso para ver que les pasaba esta vez a Elladan y Elrohir.
- ¿Hijos? - dijo Elrond con voz cautelosa - Deberíais estar en clase. Miluinel os está esperando.
Un par de cabezas asomaron de entre las sabanas. Ponían una cara como si estuvieran al borde de la muerte.
- No nos encontramos bien papá... .- dijo Elladan
- Nos hemos puesto malos... - añadió Elrohir
Glorfindel se adelantó unos pasos, y se acercó a las camas, fingiendo que les iba a colocar bien las mantas, y cuando estuvo lo suficientemente cerca murmuró, sin intentar apenas mover los labios.
- Los elfos no nos ponemos malos...
- ¿¡Cómo que no?! - Elrohir habló un poco más alto de la cuenta
Elrond se echó a reír; siempre le sorprendían las ideas de sus hijos.
- ¿Qué problema tenéis con las clases? - preguntó su padre
- Es solo que... Creemos que ya sabemos lo suficiente
- Eso - Elladan asintió ante las palabras de su hermano - No tenemos que ir más a clase. Sería hacerle perder el tiempo a Miluinel
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Glorfindel le fue a decir eso mismo a Miluinel, pero para su sorpresa la Elfa se echó a reír.
- ¿Me he perdido algo? - preguntó
- Creo que Elladan y Elrohir temen a mis clases. Total, porqué el otro día se pasaron todo el rato haciendo el vago y les puse a hacer 20 vueltas después que los demás terminaran. - dijo la Elfa
- ¿Así aun no están preparados?
- Han mejorado mucho, pero aún no lo están del todo - opinó ella
- ¿Alguna idea?
- Bueno, creo que esta noche vendrán conmigo a hacer la vigilancia - dijo Miluinel - Les asustamos un poco y quedará claro que no están preparados.
- ¿No crees que puede ser peligroso? - preguntó Glorfindel
- Nunca pasa nada. Tranquilo
- En todo caso yo también vendré, sólo para controlar la situación
- Como quieras
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- ¿¡Que!? - los gemelos se desperezaron de golpe. Habían estado todo el mediodía tomando tranquilamente el sol en una de las terrazas y la noticia que les acababa de dar Glorfindel les había tomado completamente por sorpresa.
- ¡No pueden hacer eso! - protestó Elrohir
- ¡Somos demasiado jóvenes! - añadió Elladan
- Si estáis lo suficientemente preparados como para no acudir a ninguna clase más debéis incorporaros a las guardias como todos. - dijo Glorfindel, intentando contener la risa. Sólo de ver las caras de susto de los gemelos tuvo la certeza que el plan de Miluinel saldría bien.
- Creo que ahora si que me encuentro realmente mal... - Elladan puso una mano sobre su estomago y se dejó caer en una silla
- Yo me estoy mareando... - añadió Elrohir
- No seáis payasos - Glorfindel dejó ir una suave risa - Estad preparados para cuando os venga a buscar cuando se oculte el sol.
- Vamos a morir - dijo Elrohir mirando a su hermano cuando el rubio noldo hubo cerrado tras de sí la puerta.
- Yo no voy - Elladan acompañó esa afirmación rotunda con un movimiento de negación de la cabeza.
Sin embargo cuando un rato después Glorfindel tocó la puerta, los gemelos estaban listos, vestidos con ropa de abrigo. Él les entregó unas ligeras armaduras de cuero y un par de dagas ligeras a cada uno y sus respectivos arcos con algunas flechas.
- ¿Esto es meramente normas de seguridad no? - preguntó Elrohir al tiempo que notaba que la garganta se le secaba del nerviosismo
- Nunca se sabe lo que se puede encontrar en las guardias de noche.
Fuera, la noche era oscura y sombría, con una espesa niebla que apenas dejaba ver lo que tenían un par de pasos por delante. La visión se complicaba, aún con la espléndida vista que poseen los Elfos.
- A la que oigan un ruido extraño volverán corriendo a casa - le susurró Glorfindel a Miluinel con una sonrisa
Pero no pudieron hablar más, porqué Elladan y Elrohir prácticamente se cogieron de la ropa de Glorfindel.
- No te alejes mucho - le dijo Elladan
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La noche pasaba rápidamente, y al contrario de lo que esperaban Glorfindel y Miluinel los gemelos no huyeron a pesar que los ruidos habituales del bosque sonaban mucho más aterradores debido a la niebla y a la profunda oscuridad. Aunque estaban visiblemente asustados. Ni que se oyera el crujir suave de alguna hoja, ya daban un pequeño salto, sobresaltados.
En ese momento, un Elfo saltó de entre las ramas de un árbol cercano.
- Un grupo de unos diez orcos se acerca desde las montañas nubladas. - anunció
- ¿¡Orcos!? - exclamaron los gemelos a la vez, con voz demasiado alta.
- Shh! - Glorfindel les hizo una señal para que se callaran - Volved a casa niños, nosotros nos encargaremos.
Elladan y Elrohir se miraron, ambos, a pesar del miedo, con decisión en sus ojos : - No, nos quedamos. Somos valientes.
- ¡Esto no es ningún juego! ¡Volved a casa!
Sin embargo la orden del noldo no tuvo efecto sobre los hijos de Elrond, además que ya no tenían tiempo a cumplirla, pues las pisadas de los orcos llegaron claras a sus oídos.
- ¡Escondeos detrás de los arbustos! Les tomaremos por sorpresa - dijo Miluinel. Todos le hicieron caso.
Los gemelos estaban temblando, prepararon sus arcos en silencio. Glorfindel les miró con preocupación, eso solo tenia que ser para que los niños comprendieran que no estaban preparados, nunca para enfrentarlos de verdad con unos orcos.
A una orden de Miluinel, se precipitaron contra los orcos. Pronto todo fue una maraña de Elfos y orcos, y una mezcla del sonido del metal al chocar y las cuerdas de los arcos al tensarse y ser soltadas. Glorfindel perdió a los gemelos entre la confusión.
No fue hasta un rato después, cuando el silencio se hizo de nuevo que pudo verlos. Ambos estaban bien, sostenían sus dagas, manchadas ahora de sangre, y tenían algunas heridas sin importancia. Sonreían.
- Pues no ha sido tan difícil - dijo Elrohir dándose aires de importancia - ¿Lo hicimos bien Glorfindel?
El rubio noldo sonrió aliviado : - Demasiado bien lo habéis hecho. Anda vamos, creo que Isilwen va a tener que curaros todas esas heridas.
* * *
- ¡Aaau! ¡Escuece!
- ¡Basta! ¡Basta!
Los quejidos de los gemelos llenaban los recintos de curación de Rivendel. Isilwen, la sanadora, tenía que sostener con firmeza a los niños, porqué querían huir. Glorfindel y Miluinel lo miraban todo con una sonrisa.
- A lo mejor los subestimamos - dijo él
- De ahora en adelante los tendremos que tener más en consideración
Al final, Elrohir y Elladan salieron con el torso y uno de los brazos vendados.
- ¿Se os han pasado las ganas de haceros los héroes? - les preguntó Elrond más en broma que en tono de regaño. Glorfindel le había ido a avisar, y no había podido dejar de sentirse orgulloso de lo valientes que habían sido sus hijos.
- ¿Bromeas? - dijo Elladan mirando el reflejo de él y su hermano en las aguas claras de una de las fuentes - Así con los vendajes nos vemos importantes
- Parecemos dos guerreros de verdad. No está tan mal esto de luchar contra orcos - añadió Elrohir
* * *
Aiiis no sé, este capi no termina de convencerme... Tengo la sensación de que me ha quedado medio raro... En fin, vosotras opinaréis... ¡Dejad review! A, por cierto Loth, espero que no te importe que te haya tomado prestada a Isilwen, necesitaba una sanadora para los gemelos ^^U
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