Capítulo 1 El reencuentro
Pin salió del restaurante familiar en donde se encontraba un poco devastado, se quitó los anteojos y masajeo sin cesar el puente de su nariz. Todas sus expectativas se habían venido abajo.
-Soy un tonto, pensé que podríamos arreglarlo- Susurró para si mismo y se dirigió a la zona de bares más cercana
Acomodo su cabello en el reflejo de una tienda de conveniencia, ya no usaba su típico pelo de gánster al estilo supersayayín, ahora lo usaba corto, como casi todos los asalariados en Tokio.
-Incluso me mudé a Tokio por ella- pensó
Tomó el metro y bajó 3 estaciones después, al no ser hora pico no tuvo tanto problema en su traslado. Comenzó a pensar a que bar quería ir, le avergonzaba pero conocía muy bien la mayoría de los bares la zona, por un momento el ruido de su estómago que indicaba un hambre descomunal lo desconcentró, por supuesto recién había salido de un restaurante familiar pero la plática con su ex novia había durado a lo mucho 15 minutos, no le dio tiempo de pedir algo más que un café y quedarse en el lugar después de lo que salió de la boca de su ex le hubiera parecido aún más patético.
Decidió entonces que iría a un bar a 10 minutos de la estación del metro, buenas botanas, algunos platos de comer y lo que más necesitaba en esos momentos litros y litros de alcohol.
-Tal vez cerveza y después un poco de sake- Miro su reloj, apenas era las 9:30 pm, no trabajaba al día siguiente, todo estaba a su favor, planeaba tener una borrachera épica que le permitiera distraerse del dolor punzante que sentía en su pecho.
Caminó viendo las luces y los anuncios de neón, leyó algunas ofertas de otros bares y pensó que si terminaba de comer pronto podría ir a varios lugares en lugar de a un solo establecimiento, observó a varias parejas que caminaban descaradamente a la zona de love hotels, sintió envidia y tristeza a la vez.
Giró a la derecha, dos cuadras más, giró a la izquierda.
A lo lejos vio una mujer que era totalmente su estilo, no muy alta, pelo pintado de castaño, asalariada, con vestimenta formal que indicaba que había salido hace poco del trabajo. El Pin del pasado la hubiera abordado sin dudarlo y seguro hubiera sido rechazado tajantemente, el Pin del presente no podía pensar siquiera en intentar abordarla. Siguió su camino y al girar en la siguiente esquina vio a lo lejos el anuncio del bar que buscaba.
-Ya falta poco- pensó mientras apuraba el paso.
Antes de cruzar la calle pudo ver a un joven de unos 26 años hablando insistente con una chica que también correspondía al estilo de Pin, incluso más guapa que la anterior se atrevió a adivinar dado que solo podía verla de espaldas. Al pasar a su lado escuchó las insistencias del chico, no intentaba abordarla, estaba más bien acosándola.
-He vamos chica, yo sé que te gustó, me viste desde el bar pasado… te estoy invitando una copa, acéptala y acompáñame…- Sonreía con desdén y morbo el joven en cuestión
Pin se dispuso a pasar de largo, el Pin del pasado hubiera saltado y ayudado a la chica, lo había hecho varias veces con muchas de sus estudiantes de preparatoria a las que casualmente se encontraba en el centro comercial o en el metro, siempre le agradecían efusivamente. El Pin del presente sin embargo, se sentía tan decaído que no tenía cabeza para alguien más…
-Déjame en paz, friki - escuchó decir a la chica
-Ehh bueno, si no quieres ir a un bar, vayamos directo al hotel… lo estás pidiendo… ¿qué copa eres? ¿34-C? ¿34-D?-
-¡Estúpido!- escuchó gritar a la chica mientras levantaba su bolso y golpeaba la cabeza de su acosador. Pin sonrió, le gustaban las mujeres fuertes.
-¡Mierda!, Maldita mujer, mira lo que me haz hecho en el rostro-
Después de eso todo pasó demasiado rápido, Pin vió como el sujeto se disponía a golpear a la mujer y sus sentimientos se desbordaron, había ciertas cosas que no podía dejar pasar. Regresó sobre sus pasos, giró rápidamente y levantó de la chaqueta al hombre, casi 20 cm arriba del suelo, Pin tenía una fuerza descomunal cuando se lo proponía, mientras tanto la mujer había levantado su bolso protegiendo su rostro de un golpe que gracias a Pin nunca llegó.
-Ehhh imbécil, déjala en paz- masculló y el hombre se volteo para enfrentarlo. Los 193 centímetros de estatura de Pin jugaron a su favor, de sus ojos salían llamas y su apariencia parecida a la de una bestia a punto de acabar con su presa, término con la nula valentía del acosador…
-Yo…yoo…¡lo sientooooooooooooo! - Gritó el friki mientras huía despavorido del lugar….
-Grrr…- gruñó Pin antes de voltear a revisar a la joven que lentamente bajaba su bolso al verse ya segura- Oye…¿estás bien?-
-Emm… si muchas gracias, fuiste de gran ayuda -comentó la chica, acomodando su ropa y volteando a ver al rostro de su salvador
Sus ojos se cruzaron…
1 segundo…
2 segundos…
3 segundos…
Los ojos de Pin y la chica se abrieron de par en par….
-¡Ehhhhhhh!- gritó Pin - T…tú…tú…
-Tú….tú…tú… - siguió la joven
-¿Qué... qué… diablos…. haces… aquí?!- preguntó y gritó Pin a la vez
- ¡Cuatro… cuatro…. Cuatro ojossss! -gritó la chica antes de reír a carcajadas - ¡Pin, ahora…. eres…. un… cuatro… ojos! - siguió sin poder contener la risa
-¡Cállate!… ¡Cállate!… No lo digas en voz alta- Gritaba Pin avergonzado, mientras se revolvía el cabello, se quitaba sus anteojos y los lanzaba al piso
-Tanto tiempo…-Sonrío finalmente la chica, levantando los lentes de Pin
-Tanto tiempo…. Ayane -Dijo Pin aún sin recobrar la compostura y aceptando sus lentes de regreso…
Y así de la nada… Pin se reencontró con su mejor ex alumna en mitad de la zona de bares de Tokio…
Ayane había salido relativamente temprano de su trabajo, era viernes y quería ahogar sus penas en alcohol. Se dirigió al primer bar donde sabía hacían su trago favorito y se sentó en silencio en la barra. No quería hablar con nadie.
-Fuí una estúpida- pensó mientras jugueteaba con la aceituna de su segundo martini.
Esa semana Ayane había sufrido la primer decepción amorosa de su vida adulta, lo peor de todo es que no había sido una decepción como a las que estaba acostumbrada. Este chico era especial.
-Mi segundo amor verdadero- susurró para sí
Su primer amor verdadero había sido su estúpido maestro de instituto, Kazuichi Arai, más conocido como Pin. Fue el primer y único hombre al que ella se le había declarado y Pin la había rechazado tajantemente. Por supuesto ahora que era adulta lo entendía. Hubiera sido poco ético de parte de Pin salir con una de sus alumnas. El bastardo aparentaba ser un infantil e inmaduro pero en realidad había sido un adulto muy consciente.
Al final el instituto, ella se había mudado a Tokio para asistir a la universidad de la cual había egresado con uno de los mejores promedios. Había estudiado Negocios y Administración, no se podía negar que lo suyo era la negociación. Además tenía claro que quería un trabajo en donde ganara bastante dinero, le gustaban los lujos y no hacía nada para disimularlo.
Como sea, su vida de estudiante universitaria había sido bastante amena, gracias a Chizu-chan y Sawako-chan había aprendido a confiar en la gente y consiguió amigas cercanas bastante rápido, además en todas las vacaciones de verano y días festivos regresaba a su pueblo natal y se juntaba con sus amigos de la preparatoria, en esos momentos incluso hablar con Joe, el más ruidoso de la clase, le resultaba reconfortante.
Al que siempre evitó ver fue a Pin, ya no podía decir que lo amaba, pero se había hecho la promesa de que solo volvería a verlo cuando fuera una "adulta digna". Cuando eso pasara iría a visitarlo y le agradecería por toda su ayuda y por confiar en ella. Incluso pensaba agradecerle por rechazarla. Sabía dentro de si que si Pin la hubiera aceptado ella hubiera dejado atrás su sueño universitario y se habría quedado con él por amor. Esa era la clase de persona que era y aunque le costaba admitirlo algo de eso había pasado con su segundo amor.
En su segundo año universitario había conocido a Tanaka Dai, Dai era hijo de un fotógrafo importante en Japón y una ex modelo inglesa. No solo era guapo, era amable y su liderazgo en la escuela le recordaba un poco a Kazehaya. La conquistó casi desde el primer momento, pero fue con el tiempo que ella se enamoró perdidamente y de manera reciproca por primera vez. Dai se le declaró un 28 de octubre, llovía y habían tenido la peor cita de toda la historia pues todos sus planes se habían echado a peder y su ropa estaba totalmente arruinada. Aún así Ayane fue muy feliz.
Salieron durante toda la universidad y fue la primer persona a la que amó completamente.
Las cosas empezaron a cambiar poco a poco en cuanto se graduaron. Ambos eran ambiciosos y buenos en su trabajo, Ayane consiguió una vacante muy solicitada en una empresa transnacional. Comenzó a viajar mucho, primero al interior de Japón. Saporo, Kioto, Okinawa, eran ciudades ya conocidas para ella y 6 meses después comenzaron sus viajes al extranjero. Corea y China se volvieron destinos regulares y gracias a la buena relación que tenía con su jefa eran viajes que disfrutaba mucho.
Dai trabajaba en una empresa de software bastante famosa y aunque ya no se veían tan seguido, intentaron hacerlo funcionar. En sus últimas vacaciones juntos incluso habían hablado de rentar un departamento en conjunto. El paso definitivo a ser una pareja formal.
Sin embargo la relación ya estaba dando sus primeras señales de alarma y pasados dos meses comenzó a ir a peor, Ayane se odio a si misma por no verlo antes. Dai comenzó a faltar a sus citas con frecuencia, le hablaba seguido de sus horas extra y siempre mencionaba un nombre, una compañera de su trabajo de la cual él era sempai. Por supuesto Ayane no sospechó nada hasta que fue demasiado tarde.
Esa semana había regresado de un viaje express a Corea y había comprado algunos souvenirs que quería darle a Dai en persona, el lunes su jefa le había dado permiso para llegar más tarde y decidió pasar al apartamento de Dai rápidamente. Lo encontró en la cama con su compañera de trabajo. Ambos aún estaban dormidos.
Le aventó los souvenirs al rostro, mientras le gritaba qué habían terminado y no quería volver a verlo. Salió ante la mirada asombrada de la chica, quien también había empezado a llorar. Dai no había siquiera hecho el esfuerzo de disculparse durante toda esa semana y Ayane ya no lo necesitaba, se reportó enferma lunes y martes y lloró hasta que su cuerpo le dijo que era suficiente. Había perdido 4 años de su vida con ese bastardo. El miércoles se presentó a su trabajo con la cara inflamada, hablo con su jefa al respecto y recibió un poco de consuelo. El viernes fue un poco más impactante, al salir de su oficina encontró a la amante de Dai parada en la puerta. La chica venía a disculparse.
-Lo siento mucho- Escuchó decir a la joven mientras le hacía un reverencia y lágrimas salían de sus ojos. - Tanaka-kun nunca te mencionó, no sabía que el tenía novia- Ese comentario la hizo sentir peor
-No es necesario que te disculpes -dijo mientras ponía un rostro inexpresivo para evitar llorar ahí mismo
-¡No! - gritó la chica - nunca lo volveré a ver, te lo prometo…. Yo, de verdad… de verdad lo siento - continuó
-Parece que al final las dos fuimos engañadas- finalizó Ayane con una media sonrisa - me iré a beber y te recomendaría hacer lo mismo - finalizó mientras se alejaba despidiéndose de la chica con la mano.
Y así era como había llegado al momento actual, estaba sentada en un bar, sola, tomando un martini o fingiendo que lo tomaba mientras se encontraba absorta en sus pensamientos.
Se le acercó un hombre de unos 26 años y le invitó una copa, Ayane lo rechazó, el hombre parecía ser un friki bastante insistente. Decidió irse, había otro bar cerca en donde conocía al dueño y podía evitar que el friki entrara. Eran unos 10 minutos caminando, estaría bien, estaba acostumbrada a tratar con acosadores.
Pago su cuenta y salió del lugar, 5 minutos después pudo notar que el friki se acercaba a ella… atrás del friki, sin embargo vio a otro asalariado que a su parecer era totalmente su estilo…
-Es bastante alto- pensó, ahora que era soltera de nuevo no le hacía mal mirar.
El friki se interpuso en su camino para abordarla con más fuerza…
-Déjame en paz, friki - contestó a una de sus insinuaciones
-Ehh bueno, si no quieres ir a un bar, vayamos directo al hotel… lo estás pidiendo… ¿qué copa eres? ¿34-C? ¿34-D?-
-¡Estúpido!- había tenido suficiente, ella no era de las típicas mujeres débiles que se dejaban acosar, ella sabía pelear… levantó su bolso y golpeo en la cara al sujeto
-¡Mierda!, Maldita mujer, mira lo que me haz hecho en el rostro- se quejó el hombre
Después todo pasó muy rápido, logro ver como el friki levantaba su puño con intención de golpearla, en un acto reflejo ella levantó su bolsa para cubrirse del golpe, pero el golpe nunca llegó.
El hombre alto que había visto a lo lejos había levantado al friki que se encontraba a unos 20 cm del suelo, parecía una bestia salvaje.
-Ehhh imbécil, déjala en paz- escuchó salir de la boca de aquel hombre, parecía que rugía… el friki huyó pidiendo disculpas y ella se dispuso a acomodar su ropa y recuperar la compostura.
-Grrr…- escuchó gruñirse al hombre que la había ayudado - Oye…¿estás bien?-
-Emm… si muchas gracias, fuiste de gran ayuda -comentó y volteó a ver al hombre que la había ayudado.
Sus ojos se cruzaron…
1 segundo…
2 segundos…
3 segundos…
Los ojos de Ayane y la hombre se abrieron de par en par….
-¡Ehhhhhhh!- escuchó - T…tú…tú…
-Tú….tú…tú… - siguió la joven
-¿Qué... qué… diablos…. haces… aquí?!- preguntó y gritó el hombre a la vez
- ¡Cuatro… cuatro…. Cuatro ojossss! -gritó Ayane antes de reír a carcajadas - ¡Pin, ahora…. eres…. un… cuatro… ojos! - siguió sin poder contener la risa
-¡Cállate!… ¡Cállate!… No lo digas en voz alta- Gritó Pin avergonzado, mientras se revolvía el cabello, se quitaba los anteojos y los lanzaba al piso
-Tanto tiempo…-Sonrío Ayane finalmente levantando los lentes que Pin había lanzado al piso, de todas las personas que pensaba encontrarse esa noche Pin no estaba ni siquiera en su top 100
-Tanto tiempo…. Ayane - le respondió Pin aún sin recobrar la compostura y aceptando sus lentes de regreso…
Y así de la nada… Ayane se reencontró con su primer amor verdadero en mitad de la zona de bares de Tokio…
Notas de autor: Kimi ni todoke ya está disponible en Netflix y eso me recordó lo mucho que me gustó esa serie, para mi la primera temporada es una joya. Si bien me gustaron todas las parejas, me encantó el enfoque que dan a la relación de Ayane y Pin y creo que en el manga la trataron con mucho respeto dada la diferencia de edad, pero quedó un poco el final abierto a un reencuentro, esta es mi versión de ese reencuentro que claro ocurre varios años después del manga. Ocuparé algunas referencias pero como leí el manga hace bastante tiempo no esperen que todo sea tan exacto ^_^
