Capítulo 8




Era 31 por la tarde. Los días se habían convertido en aburridos y repetitivos. Tonks aguardaba en la entrada del Castillo la llegada de Severus, que no se hizo esperar.

- ¿Vamos?

Habían decidido (o más bien, Tonks le había rogado a Severus) ir a dar una vuelta por Londres, a lo muggle. Viajarían en Polvos Flu... Pero nunca llegaron al Caldero Chorreante. Por alguna razón habían sido desviados a una extraña mansión. La primera en llegar fue Tonks, pero Severus no tardó.

- Bienvenidos. – Bellatrix, con la túnica de mortífago, tan conocida para Severus, pero sin la capucha puesta ni la mascara, se encontraba en un rincón de la sala. – ¿Qué tal? – Preguntó maliciosamente. Tonks y Severus sacaron sus varitas, pero al tiempo que lo hacían estas fueron levitando hacia otro punto de la sala.
- Malfoy... – murmuró Severus.
- Vaya, vaya, Severus,... nos vemos de nuevo. La última vez no te despediste. – Lucius mostraba una enorme satisfacción en su cara. Tonks no decía nada, quería intervenir, pero no sabía que decir. – Y aquí nuestra queridísima sobrina... – Bellatrix desvió su mirada hacia ella, así como lo hizo también Severus. – Dime, ¿qué se siente al estar rodeada de mortífagos? Gracias Severus por traerla, con esto creo que el Señor Tenebroso te perdonará. Pero hasta que hables con él... ¡Desmaius!

Tonks no sabía que pensar... ¿Realmente Severus la habría traicionado? Se sintió completamente desorientada en esa sala con Bellatrix y Lucius. Un hombre entró y se llevó flotando el Profesor de Pociones y a ella la hicieron arrodillar en el suelo. Al cabo de algún rato Bellatrix empezó a dar vueltas a su alrededor. Tonks sabía que sería inútil intentar hacer algo, ellos tenían las varitas...

- Hace tanto que no nos veíamos... ¡Años! – Bellatrix se detuvo y se giró hacia ella. – ¡Oh!, pero que descortés he sido, se me ha olvidado darte la bienvenida... Espera: ¡crucio!

Tonks sintió ese dolor en todo su cuerpo pero una voz valiente la obligó a no gritar. Cerró los ojos con fuerza y esperó que el dolor cesara.

- Creo que ya que estás aquí... Podrías hacernos un resumen de los movimientos de la Orden – Lucius se sentó dando a entender que la escuchaba.
- Piérdete, Malfoy – se atrevió a desafiarle. – Si Snape es mortífago, ¿cómo que no sabes eso? – Lucius puso los ojos en blanco:
- Ah, Severus... No te quiere, no está de tu lado... ¿No sabes que es incapaz de amarte?
- De todas formas no tendrá la oportunidad... – Bellatrix levantó su varita hacia Tonks dispuesta a echarle una Maldición Imperdonable pero alguien abrió la puerta tranquilamente, alguien con una sonrisa en la cara...
- ¡Hola Snape! – gritó Bellatrix, cosa que hizo que Tonks se girara. Vio al hombre, vio que la miraba y vio como la miraba... En su cara era imposible no apreciar esa expresión de asco total. Y esa expresión iba dirigida a ella. – Estábamos despidiéndonos –dijo Bellatrix sonriendo.
- Oh, – bajó la mirada hacia el suelo y la miró a los ojos hablando muy fríamente – adiós.
- ¿Qué? – No pudo evitar decir Tonks.
- Mi querida Nymphadora... Ya te lo dije. – Lucius se divertía con la escena. Se levantó y se puso al lado de Bellatrix. Severus se agachó y agarrándole la barbilla le dijo:
- No estaba mal... Pero es tu vida o la mía. Si no te llevaba aquí estaba muerto de todas formas, así que... aquí estamos. Dale gracias a Dumbledore por sugerirnos salir... – Hizo una mueca de satisfacción y se levantó.

En ese momento aparecieron Albus Dumbledore y Remus Lupin en la sala y sin dar tiempo a los mortífagos a contraatacar empezaron a lanzar hechizos. Tonks fue capaz de agarrar su varita -y con ella la de Severus ya que estaban juntas- y, por indicaciones de Lupin, se fue de ahí. No conocía de nada esos terrenos... Pero se puso a correr y correr hasta que alguien la agarró por el brazo y la atrajo hacia un rincón oscuro. Ese alguien le tapó la boca también para que no emitiera ningún ruido, y estando ahí vio pasar a un grupo de mortífagos en la misma dirección que había ido ella. La chica intentaba librarse de las manos de aquel extraño cuya presencia le resultaba tan familiar...

- ¡Snape! ¡Suéltame!
- ¿Snape? – El hombre no se hizo rogar dos veces. – ¿Por qué Snape?
- Sabes perfectamente porqué, ¡y aléjate de mi!
- Tonks... ¿qué te ocurre?
- A mi no me ocurre nada, ¡a quien le ocurre es a ti! Deberías decidir de que lado estás, ¿no crees? – Tonks quiso alejarse pero él no la dejó. La agarró de nuevo y fueron trasladados al despacho de Dumbledore.
- Escúchame, ¿quieres? – Dijo el hombre una vez allí tomando los hombros de la chica con sus manos fuertemente. – No tengo ni idea de porqué te comportas así, ni se lo que ha pasado allí dentro una vez me sacaron. Si no vas a escucharme ten por lo mínimo la decencia de quedarte aquí hasta que regrese Dumbledore.

Dicho esto el hombre se alejó, abrió la puerta y desapareció dejándola otra vez como estaba. Tonks, con ganas de arrancarle los ojos al hombre que acababa de salir por lo que había hecho se sentó en una silla e intentó desacumular tensión.



Severus bajaba las escaleras sin entender porqué la chica se comportaba así. Sabia que de alguna manera la habían engañado en aquel lugar para confundirla, pero no iba a intentar darle más explicaciones si ella no estaba dispuesta a escucharle. Lo mejor era dejar que hablara con Dumbledore y que pasara un rato... Ahora estaban todos demasiado nerviosos.



Dumbledore y Lupin habían acudido al lugar en cuanto se habían enterado de lo sucedido, mientras que Ojoloco Moody se había quedado con Harry, Hermione y los Weasley. Ahora ya habían dejado ese lugar, y tras pasar por Grimauld Place a comprobar que todo seguía en su orden ahí, Dumbledore volvió a su despacho.

- Nymphadora... ¿estás bien? – El Director la había llamado tres veces pero ella no se había percatado.
- Sí, sí, solo estaba... distraída. – Dumbledore suspiró y se sentó en frente de ella.
- Creo que antes que nada deberías saber – Tonks levantó la vista dispuesta a escuchar lo más atentamente posible cualquier cosa que pudiera contarle de Severus – que Snape no nos ha traicionado. Lucius Malfoy y Bellatrix Lestrange hicieron sus... "venganzas", por así decirlo, contra Severus y tú. El hombre que tu viste ahí no era más que otro mortífago bajo los efectos de la Poción Multijugos.

Tonks se sintió cómo una imbécil. Y tenía sentido: lo que había hecho había sido fiarse más de lo que le habían dicho y mostrado Malfoy y Lestrange que de Snape...

- Dumbledore, yo... – lo interrumpió – creo que me iré a dormir ya. – Dicho esto y sin esperar respuesta por parte del Director se levantó y se fue.



Severus salía un par de horas más tarde del mismo despacho. Había estado hablando con Albus y este le había explicado lo que pasó mientras él estaba inconsciente. Caminaba lentamente por los pasillos y al llegar a la entrada de las mazmorras se detuvo para dar vuelta atrás. Al llegar a su nuevo destino abrió la puerta lentamente. En el despacho no había nadie. Abrió la otra puerta y ahí la encontró: durmiendo. Se acercó sin hacer ruido y se sentó en el borde de su cama. La acariciaba y miraba en la oscuridad sin irrumpir el silesio que reinaba en la sala.

- Severus... – murmuró la chica al rato.
- Aquí estoy.
- ¡Severus! – Se despertó de un golpe y lo abrazó. – Lo lamento, de verdad, pero no se que más podía hacer... El hombre que entró eras tú, bueno, no, no eras tú, pero en teoría lo estabas siendo – Snape la miraba intentando entender el lío que estaba soltando – y claro... Con lo que dijiste, quiero decir, con lo que dijo, ¡no podía pensar nada más! Además dijo que Dumbledore nos había propuesto salir, así que ¿cómo podía saberlo si tu no eras... si él no era tú?
- Oh, eso también tiene su explicación... La persona por la que se enteraron los mortífagos de nuestra salida fue Draco Malfoy, que se quedó en Hogwarts estas vacaciones. Como su padre tiene que estar escondido su madre dijo que no podía ocuparse de él. Lo que pasaba en realidad es que tenía que trabajar para el Señor Tenebroso... Así que bueno, escuchó lo que hablamos en el pasillo y se lo dijo corriendo a sus padres. Y creo que su opinión de ti no ha ayudado...

Tonks sonrió y lo besó, beso al cual él correspondió. Y siguieron allí tumbados ya los dos por un rato antes de caer dormidos.









*- Laura-san -*

Another chapter! Wish you like it ^^! Y si es así... *ahem* review *ahem*!
Nah, en serio que me interesan vuestros reviews para este capítulo, algo distinto... xD!

Dedicado a Par -^o^-!

PD -- Visiten www.harryargentino.com ^^