1 La orden del remolino.

Un gran poder confiere grandes posibilidades—Sacudió su cabeza, por una quinta vez en el día el cual solo acababa de comenzar. No había gran cosa que hacer ese día, más que su rutina para ir a la academia.

Su cuerpo se sentía pesado en la mañana, sus párpados cansados y sus pies se movían en modo automático. Tomó lo primero que encontró de su refrigerador y lo puso sobre la mesa, aún en modo automático se asió lo mejor que pudo. Tomo asiento mirando que había sacado de su refrigerador, un Ramen que hizo en la noche anterior para unos amigos que aparentemente le prometieron ir. Su inocencia en la edad no le dejó ver que aquello era una broma cruel y preparo su comida favorita. 5 platos que pasando las horas de espera decidió guardar para evitar que se echaran a perder. Luego de terminar el desayuno se arregló un poco para ir a la academia de la hoja, aún faltaban 3 años para salir de esa tortura aunque si era sincero, los maestros le hacían tan poco caso que no aprendía mucho más de lo básico.

Las miradas de odio.

Las pudo ignorar, ya se había acostumbrado a ellas. No le sería difícil.

Los susurros.

No los pudo evitar escuchar, deseaba saber que pensaban sobre él, no eran palabras nada alentadoras.

La tensión al pasar.

Era típica, nada del otro mundo. Todos ponían en tensión sus músculos cuando el pasaba cerca, entre temerosos y esperando atacarlo.

Una roca.

La pudo evitar, pero dejó que le golpeará la cabeza asiendo que una línea de sangre bajará por su frente.

Una lluvia de rocas.

Todos comenzaron a lanzarle rocas siguiendo al primero que lo hizo, una cantidad enorme le daba en todo el cuerpo dejando contusiones y moretones. El tercero no podría encerrar a media aldea.

Siguió caminando sin importarle aparentemente los proyectiles, no había subido la mirada evitando que todos vieran sus ojos, estaban rojos.

Mi gran poder te confiere grandes posibilidades—Repitió una voz en su cabeza, apenas lo escucho como un Susurro lejano, se negaba a odiar.

Todos paran.

Todos dejaron de lanzarle rocas, no le prestó atención y siguió su camino, las heridas iban a sanar, siempre lo hacían. El problema para él era que su ropa se manchaba o rompía, era molesto encontrar civiles que aceptarán vender ropa en el mercado bajo de la aldea.

Miedo.

Los aldeanos se congelaron de un segundo a otro, incapaces de mover un músculos. El líder del clan Nara caminaba sin abrir los ojos, con toda su tranquilidad o pereza característica. Una sombra se extendía abajo de él uniendo a todas las personas que lanzaban piedras. El continúo caminando hasta perderse en la otra calle soltando a todos de su Jutsu. El pobre chico que recibió las piedras en su cuerpo se había ido ya.

Su nombre.

Naruto Uzumaki, Naruto fue un nombre puesto por sus difuntos padres y el Uzumaki un regalo de Kushina Uzumaki, no sabia quien era o que tenía que ver con el. Quizá aquella mujer le regalo su apellido por pena cuando sus padres murieron, quizá era amiga de sus padres. Nunca lo supo porque nunca la conoció.

Sus amigos.

... No tenía.

Su círculo de conocidos.

Varios herederos de clanes, Kiba Inuzuka no lo veía como un amigo, solo como un compañero. Hinata Hyuga, la había defendido los primeros 3 años de la academia contra todos los que intentarán algo en su contra. Shikamaru Nara, y Chouji Akimichi. Lo más cercano a amigos que tenía. Pero no lo eran, solo convivían de vez en cuando. Ino Yamanaka, solo compañeros de clase. Sakura Haruno, su amor platónico. Shino Aburame, un Compañero más... entre otros más.

Su igual.

Sasuke Uchiha, el único que conocía el dolor de la soledad como el, no eran amigos y pese que él lo veía como rival, Sasuke no lo veía ni como una lacra o por lo menos eso pensaba el.

Su pecado.

No sabía cuál era, vivía su vida lo más normal posible, eso si no consideran aquella extraña voz en su cabeza que escuchaba de vez en cuando.

Su meta.

Ser simplemente el mejor de todos, el Hokage más fuerte de la historia.

Las ambiciones de otros.

Danzo se abrió paso entre las personas muy lejos de la aldea, la aldea oculta entre la niebla. Miro sin pena alguna a las personas en esa que alguna vez fue una imponente aldea. El la recordaba, antes de la tercera guerra ninja él y Hiruzen llegaron para ver al Mizukage, Jinchuuriki Yagura. En aquel entonces el chico de apenas 18 años era amable con todos, compasivo, bondadoso. Era respetado y admirado por su nación a la cual guiaba con orgullo y sabiduría. Él los había invitado directamente a sus aposentos para charlar a gusto. Les había servido té y aperitivos como si él fuera otro civil más recibiendo a sus invitados. Se ganó el cariño de ambos en ese entonces, el suyo para sorpresa propia pero aquel chico se ganaba el cariño de todos con facilidad.

Unos meses después de la guerra eso cambió, la aldea de la niebla quienes eran sus aliados los traicionaron poco después, Tras eso Yagura ordeno una Purga de sangre para sorpresa de Minato quien era Kage en ese entonces y horror de Hiruzen, Minato murió tiempo después y Hiruzen regreso al poder. Pero Yagura pese a todo siguió igual, había guerras civiles y matanzas a menudo. Por lo que sabía muchas talentosas Kunoichis que otras aldeas desearían tener por la falta de trabajo que causó todo aquello en la aldea de la niebla tuvieron que mandar su honor y orgullo al demonio para rebajarse a otros trabajos nada honorables. No le era sorpresa a ningún otro Kage las noticias de ninjas renegados que se iban de la aldea tratando de matar al Kage.

Si ellos vivieran en esa aldea también lo abrían intentado. Entre tantos derramamientos de sangre y aun con advertencias el, sin miedo se aventuró a la aldea con sus mejores Ambus siguiendo sus pasos. Lo que veían sus ojos era lo contrario a Konoha, apenas había ventas y las pocas que había no tenían mucho que comerciar, había gritos a lo lejos y nadie hacía nada, los Ambus de la neblina actuaban como fríos soldados. Pero no como Ambus de Raíz, esos sujetos mataban sin compasión a quien los mirara directamente. Todo estaba con aura de depresión enorme, miedo y tensión. Era como volver a la guerra y confirmando los rumores, muchas Ninjas que pelearon en la guerra, talentosas tenían que vender sus cuerpos por pocas monedas.

Odio a Yagura al ver eso, esas ninjas si se fueran del país ganarían mucho dinero haciendo trabajos honorables, incluso Konoha las recibiría con los brazos abiertos pero si intentaban salir del país se las verían con Yagura y su legión de Ambus directamente. Eran buenas y tenían experiencia en las guerras pero contra tal ejército hasta el moriría intentando hacerles frente. Incluso si se unían para pelear tenían demasiada desventaja.

Llegó a la torre del Mizukage y con sus Ambus a los lados camino por ellos hasta llegar a la oficina en el último nivel, no le interesaba las personas que veía por el camino.

Llegó a la puerta del Mizukage y la abrió dejando ver un gran salón sin ventanas, Yagura estaba tras un escritorio sin hacer mayor cosa que ordenar a mujeres que estaban ahí que hicieran prácticamente todo su trabajo, las 7 mujeres obedecían a su mandato de inmediato.

—Danzou—Dijo Yagura al verlo—Es una desagradable sorpresa verlo por aquí... ¡Que sea rápido!—Ordeno el Kage sin perder la expresión fría en su rostro, Danzou tuvo que limpiar su ojo para ver si aquel que estaba frente a él era el mismo joven que alguna vez vieron él y Hiruzen. Volvió a su expresión Neutra y camino hasta quedar frente al Jinchuuriki—No seas insolente Yagura, solo vengo para hablar ¿Que no me servirá té como hace tantos años?—Pregunto tomando asiento frente al Kage, Yagura lo miro con desprecio—Para eso están mis prometidas, es su deber hacerlo o buscaré reemplazos más eficientes para ellas—Miro a las mujeres que tenían ojeras bastante marcadas, estaba confundido— ¿Un Harém? No fuiste tú quien comenzó las purgas de sangre, ¿Buscas redención por todo el daño causado a tu nación? —Yagura negó— ¿Buscas simple diversión carnal?—Volvió a negar— ¿Porque tienes un Harem?—Pregunto Danzou con curiosidad. Yagura solo sonrio un poco—Evolución Danzou—

—¿?—Danzou puso expresión de desconcierto, Yagura se paro para tomar a una de las mujeres presentes y la obligó a sentarse en sus piernas—Este es uno de mis recipientes donde mezclo lo necesario para mi experimento. Como sabrás en un Kekei Genkkai, cuando alguien que no es de el clan que posee una línea de sangre se casa con un miembro de la familia. Y ambos se aparean para tener decendiencia el hijo de ambos tiene un 40 por ciento de heredar la línea de sangre del miembro del clan y 60 por ciento de no heredar nada por la intromisión en la decendiencia—Explicó tomando uno de los senos de la chica para apretarlo, la chica emitió un tímido gemido—Si dos miembros de dos clanes con líneas de sangre distinta se casan el descendiente tiene un 99.09% de posibilidades de despertar uno de los Kekei Genkkai. Y menos de un 0.1% de heredar ambos lo cual es casi nada—Yagura tomó a la chica obligando a que se pusiera de pie, abrió el Kimono de la joven mostrando su ropa interior pero Danzou miro más el vientre abultado de la joven. Yagura tendría un hijo al parecer—Pero, si uno de los dos es un Jinchuuriki. Y ese Jinchuuriki tiene un Kekei Genkkai entonces ese insignificante 0.1% se convierte en un 90% pese a que pasarían años y un impulso fuerte para despertar ambos, sigue valiendo la pena—Yagura hizo atrás a la chica y sin miramientos lanzó un pulso de Chacra asustando a las otras mujeres presente, la joven castaña de ojos violetas hizo las manos al frente para detener la onda de chacra la cual fue visible para todos, ella temblaba pero eso no le importaba a Danzou que miraba aquello con los ojos abiertos—Ella es un miembro del clan Yukkima, la última de hecho y ese clan controla el chacra, suma eso a mi estado como Jinchuuriki y obtienes un niño que tiene grandes posibilidades de poder controlar al 3 colas. Puede que ese 10% lo impida pero eso es mejor que nada ¿No te parece?—La chica dejo caer los brazos sudando a mares, cayó hacia a tras para ser atrapada por una pelirroja con un mechón que cubría su ojo derecho, aquella era quizá la más hermosa de las presentes. Miro a Yagura con odio, el maldito sabía muy bien que en ese estado no podia esforzarse en nada. Danzou tuvo el presentimiento que esa mujer tendría mucho que ver con el futuro del país.

La mujer aún así solo se llevó a la chica para el otro extremo de la habitación preocupada, la chica embarazada fue rodeada por el resto mientras Yagura se tiraba a su cómodo asiento—Me sorprende que me cuentes esto cuando nuestros países son rivales—Fue la única contestación que hayo Danzou tras unos momentos en silencio, Yagura rio—¿Eres estúpido? Nadie dijo que te daría la información gratis—Yagura de manera presumida extendió la mano al frente, Danzou suspiro tanto por el insulto como porque pensó que aquella información fue por viejas amistades, se sintió tonto y se dio cuenta que del viejo Mizukage ya no quedaba nada. Sacó unos papeles de su Jukkata y los extendió, el Mizukage los tomó para leer los papeles. Eran estrategias militares de la aldea oculta entre las rocas, sonrio contento y los guardo en su escritorio—Ahora, después de ese corto intercambio de información ¿Tienes algo que hacer aquí?—Pregunto el Mizukage cortante, Danzou gruñó por la inderecta—Entonces... Vete antes de que te mate—Yagura no se molesto en alargar la conversación, dos Ambus aparecieron a su lado.

La amenaza era clara y sus guardaespaldas se pusieron en posición defensiva, a él no le importo y se puso de pie, con toda la tranquilidad del mundo se dirigió a la salida seguido de sus Ambus, cuando salieron y la puerta se cerraba Danzou le dio una mirada a Yagura, una mirada fría—Si me vuelves a insultar... Te mato—Y la puerta se cerró dejando al Mizukage algo paralizado por esa última frase, se rio un poco y miro a sus prometidas. Todas lo miraban con odio pero a él no le importaba, iba a dar una orden pero se congelo unos segundos, su mirada se apago por completo y habló—Bien... Salgan de aquí hasta nueva orden—

Todas hicieron caso y salieron aliviadas, al quedarse solo los dos Ambus que no habían cambiado su posición defensiva comenzaron a dormirse, sus párpados se fueron cerrando y los dos cayeron al frente, Yagura miro atrás donde una sombra caminaba hacia el.

La sombra se hizo visible mostrando un enmascarado que le daba una mirada fría—No me especifique lo suficiente con mi orden, le distes información innecesaria Yagura—

—Mis ordenes solo eran hacer que se fuera pacíficamente—Contestó Yagura, su voz no tenía vida alguna, estaba apagada y fría—Así fue, y por eso te perdonaré esto Yagura... Aun no es momento de invadir la Hoja, tienen la defensa muy alta últimamente—Se poso frente a Yagura para tomar los papeles del cajón del escritorio, los leyo rápidamente y al terminar los dejo en el cajón—Por lo menos con esta información podremos obtener datos sobre los Jinchuurikis, bien hecho, dudo que esa información le sirva a Danzou por un rato. Siempre le llevaremos ventaja—El enmascarado volvió a caminar por donde había llegado, desapareciendo en una espiral y Yagura regreso "A la normalidad".

Hubo dos funerales hacia los Ambus de Yagura esa noche, al parecer los dos Ambus no habían obedecido a Yagura.

Danzou mientras tanto, ya en el camino para volver a Konoha analizaba la nueva Información y como usarla. Por lo menos ya sabía que Naruto había para su desgracia estado entre ese 60% que no heredaron nada por culpa de Un ninja sin clan como su padre. Si hubiera heredado las cadenas de chacra hubiera sido un gran soldado.

Pero el chico aún con todo había heredado la fuerza vital de su madre ¿Pero y de Minato? Quizá su inteligencia, sus reflejos, su talento para el Fuinjutsu, quizá un poco de todos. Quien lo sabría, lo mantenía bajo vigilancia pese a que Hiruzen ya lo tenía controlado lo suficiente. El chico tenía malas notas, era el peor de la clase, puntería, Taijutsu, Ninjutsu... Daba asco en todo.

Sus padres eran ninjas del más alto calibre, y aun tenían las cadenas de chacra por sus venas aunque no las haya podido despertar, la vitalidad, la fuerza y su Biju para su favor. ¿Un niño Hyuga capaz de controlar el Kyuubi? ¿Un niño capaz de controlar animales a su propio antojo? ¿Una niña con un Sharingan y cadenas de chacra? Esa última era pensar en décadas futuras y esperar a que Sasuke tuviera descendencia. La idea de un joven con el Byakugan que tenía grandes reservas de Chacra era tentador, un golpe de alguien así en el momento y lugar exacto y haría un KO incluso a un Kage.

Un Inuzuka con audición y visión Zorrunas, Un Aburame que pudiera tener grandes colmenas sin necesidad de tener que recurrir a usar su chacra, un Nara con fuerza brutal que herede la energía de un Uzumaki. Las opciones eran infinitas con la nueva Información pero llegaban al mismo punto.

Usar a Naruto Uzumaki, el joven marginado de la aldea para crear una variable de los clanes, una descendencia que aseguraba el futuro de la aldea. Un ejército frío entrenado por el con los genes de el joven Jinchuuriki y herederas de clanes. Eso le gustaba, ahora sólo tenía que mover sus piezas para hacer su nuevo sueño realidad. Pero conociendo a Hiruzen el se negaría a la idea de un Harem, tardaría años en convencerlo de la idea. Pero valdría La pena.

Hiruzen poso su mano sobre su frente cansado, era la décimo cuarta ocacion que discutía sobre la idea de Danzou. El mismo estaba parado frente a su escritorio hablando sin parar sobre genética, psicología, posibilidades, matemáticas y cálculos avanzados, el lo escuchaba en silencio. Era verdad lo que decía, todo tenía el sentido necesario para hacer que escuchara aquello sin perder la calma.

Danzou antes de comenzar a insistir había investigado a fondo el tema en Raíz. Poniendo como ejemplos niños nacidos de la unión de 2 clanes, matrimonios civiles que eran ninjas, de un miembro de un clan y un ninja sin clan, siguieron hablando durante semanas y semanas. Danzou no iba al punto para evitar el disgusto del tercero, primero lo iba a convencer de que a futuro el plan del Mizukage era certero y les serviría de mucho. Y mientras más pasaba el tiempo Hiruzen se daba cuenta que era verdad, pero el sabía lo que significaría eso. Usar a Naruto como un trapo que sólo serviría para hacer bebes fuertes a futuro.

—Una guerra ninja puede iniciar en unos años, tan sólo con uno de los hijos de Naruto tendríamos más ventaja para futuros conflictos—Danzou al casi año de insistir señalaba a la aldea con determinación—¡Es solamente traer la evolución a futuros clanes Hiruzen!—

—¡Danzou! Ya entendí tu punto hace meses, pero... No podría hacer algo semejante contra Kushina y Minato. Ambos nunca considerarían tal cosa tan siquiera posible y planeo respetar su voluntad—Contestó Sarutobi masajeando su frente, si ciertos dos ancianos se enteraban de lo que decía Danzou sus dolores de cabeza aumentarían hasta que diera su brazo a torcer. Por suerte aquel plan solo era entre el y su viejo amigo.

—¿Condenar a su hijo a una niñez de sufrimiento fue su voluntad?—Pregunto Danzou dando un duro golpe al Hokage, Sarutobi sabia que era verdad. Aunque le tenía Ambus vigilando a Naruto no podía evitar que fuera tratado mal en la aldea, lo quisiera o no todos tenían sus negocios y decidían a quien vender y a quien no. Aunque era el Hokage no podía interferir en negocios civiles. No quería iniciar una revuelta—Hablas de esos dos como si aún siguieran con nosotros, Minato ya hubiera aceptado esta propuesta por el futuro de la aldea—El hombre con vendas siguió insistiendo, era ahora o nunca ya que Hiruzen tenía las defensas bajas. No le daría tiempo a pensar una contestación apropiada.

—Un Hokage debe decidir que es mejor para su aldea, Si es verdad que Kushina-San no lo hubiera aceptado con facilidad lo hubiera terminado asiendo tarde o temprano porque ella amo esta aldea—Danzou golpeó el suelo con su bastón. El sonido rebotó en las paredes causando que el dolor de cabeza del Hokage aumentará un tanto más—Que hubieran hecho ambos con la propuesta del Harem de Naruto nunca lo sabremos porque ellos ya están muertos, piénsalo una vez más Hiruzen, en ves de pensar en las desventajas de este plan piensa en las ventajas—

—¿Darte una generación de niños que podría desaparecer de un segundo a otro para que los entrenes como soldados de Raíz?—Pregunto Irónico Hiruzen, Danzou guardo silencio—¿Ya has pensado por lo menos que líder de los clanes estaría dispuesto a dar la mano de su heredera?—Continuo Hiruzen deteniéndose a tomar aire—¿Ya pensaste que pasaría si Naruto se negará?—

—¿Un hombre que se niegue a un Harem? Suena ridículo, además eres al único que respeta un poco por lo menos en estos meses, una orden tuya sería más que suficiente para que aceptará—Danzou camino alrededor de la sala, Hiruzen lo veía con rostro neutral—Y los clanes no tienen porque aceptar... Están obligados a velar por la aldea y conociendo a la mayoría aceptarán sin problema—Danzou le apuntó con su bastón—Minato soñó con un futuro donde su hijo fuera considerado un héroe por salvar la aldea. Si la aldea no lo quiere así ¿Le negarás a Minato y Kushina-San que sus nietos aunque sea fueran considerados héroes?—

—... Danzou—Hiruzen lo miro con dudas, Danzou sonrio, no importaba cuantos años pasarán el sabia como tratar con el Hokage. No de balde fueron mejores amigos por años—Naruto aun puede lograr que lo miren como lo que Minato quizá que...—

—Eres más listo que eso Hiruzen, la única manera lo lograr eso sería que le dijeras a la aldea entera que Naruto es hijo del héroe y la habanera sangrienta de la aldea. Nadie te creería en un principio y cuando sólo uno de ellos salga por un negocio fuera de la aldea en menos de una semana el pobre niño tendría mínimo a 6 países buscando matarlo—Danzou alzó los hombros desinteresado por el asunto, eso para molestar a Hiruzen que sabía que era verdad, mientras que para su país Minato era un héroe para muchos otros era una amenaza. Un hijo de dicha amenaza con sangre Uzumaki era un blanco a matar o secuestrar—Te aseguro que en menos de 5 días tendría a 70 asesinos profesionales tras de el, y aunque le pongas un batallón de Ambus para protegerlo tarde o temprano morirá—

—¿El Harem en que diablos serviría para ayudarlo sin necesidad de romper la ley?—Por fin, pensó Danzou. Ahora solo necesitaba dar el último empujón—Fácil amigo mío...—

Los Ambus afuera de la habitación esperaban que ambos terminarán su charla ya usual desde hace un año, Hiruzen siempre les pedía que salieran cuando ellos hablaban dejando ver el nivel de seriedad de su charla.

Ellas dos jugaban cartas, estaban nerviosos ya que sus manos no eran buenas, se miraron con intensidad sabiendo que posiblemente ambos tendrían que recurrir a carta más alta.

Justo cuando iban a mostrar sus cartas las puertas se abrieron causado que se sobreaaltaran, se pusieron firmes guardando las cartas y miraron al Hokage y al líder de Raíz salir, Hiruzen miro a sus Ambus cansado—Llamen a una junta, líderes de clanes y civiles—Pidió amablemente para caminar tras su viejo amigo.

Ambos Ambus no supieron que decir y a los pocos segundos desaparecieron para cumplir su misión.

No tardaron mucho, en menos de una hora reunieron a la parte civil del consejo de la hoja. En otra media a los líderes y todos se dirigieron a la gran sala alumbrada con pocos focos alrededor de la habitación, tomaron asiento esperando al Hokage y lo que obtuvieron fue a alguien que conocían muy bien, además de tener cierto rencor sobre de él. Danzou entró con paso calmado Mientras Hiruzen lo acompañaba. Ambos serios.

La parte civil trago duro al ver al Shinobi, el apenas los reconoció frunció su ceño.

—El día de hoy discutiremos un asunto importante, todos los presentes ya saben sobre la ley del Kyuubi en la aldea así que me saltare esa parte de mi discurso—Hiruzen camino al centro de la habitación para ser oído por todos—Aprobé una solicitud de Harem esta tarde—Los presentes se sorprendieron un poco, un civil se paro de inmediato—¿¡Uchiha Sasuke acepto la solicitud del Harem al fin?!—Pregunto causando susurros en toda la habitación, Danzou negó al ver el barullo pero no hablo—Me temo que no, como único miembro del clan tiene el derecho de decidir si lo desea o no, además obtuvo su emancipación hace un año así que la aldea no tiene poder sobre sus decisiones—Contestó Hiruzen subiendo de nivel los susurros de ambas partes—¿A quien se le dio el derecho de un Harem?—Pregunto al final Aburame Shibi calmando los barullos, todos miraron expectantes al Hokage y en ese momento Danzou dio un paso al frente—Uzumaki Naruto—

Lo que pasó ya lo sabía Danzou, todos se pararon sorprendidos, muchos con los ojos abiertos como platos y otros mas se quedaron en un shock temporal. El mismo Shibi quien era el más calmado de todos se sobresalto por la noticia—¡Espere! ¿¡Que?!—Hiashi miró al Hokage confundido, el sonrio de forma cansada—Así es, decidimos que Naruto tendrá un Harem desde ahora—

—¡Razones! Por lo menos denos razones para tal locura—Una de las civiles presentes y 5ta mujer de la habitación grito golpeando la pared junto a ella—Hay muchas empezando por su estado de carcelero del Kyuubi—Empezó Danzou dándoles una mirada a todos que los calmo, Hiruzen se adelanto para hablar.

—Su descendencia mezclada con sangre de clanes nos traerá beneficios grandes en una guerra a futuro, sus hijos o tendrán un Kekei Genkkai oculto o heredarán una resistencia y chacra increíbles—Contestó de forma calmada, en su cabeza se escuchaban las últimas palabras de su amigo para convencerlo—Pero el demonio no tiene una línea de sangre para iniciar un Harem como el joven Uchiha—Hablo un anciano de la parte civil atrayendo la atención, tanto líderes de clanes como civiles lo apoyaron sin dudarlo, aquello sería conferir un poder político grande a futuro al "Niño zorro" aunque otros líderes lo apoyaron por más lógica como el Nara y el Akimichi.

—Se equivocan en eso, el tienen un Kekei Genkkai aunque no pudo despertarlo—Hablo Danzou sin perder la tranquilidad, Hiruzen miro a los miembros del consejo tomando una gran bocanada de aire—El posee las cadenas de chacra dentro de su sangre—Silencio... Un silencio sepulcral se extendió en la sala, hasta se podía oír con facilidad el caminar de una hormiga en el suelo.

Danzou dio un paso al frente evitando que cualquiera hablara—Yo no confío en ustedes ni ustedes en mi así que lo diré directamente: Si este secreto clase S es revelado a alguien en cualquier lugar o momento se les declarara de inmediato traidores clase S en el libro bingo. Y todos los Ambus de Raíz y del Servicio del Hokage tendrán como orden matarlos ¿Entendido?—Pregunto Danzou con voz calmada. Nadie dijo nada, solo a sintieron en repetidas veces, la parte civil parecía más helada que la parte Shinobi, el líder del clan Nara miro al líder Yamanaka para susurrar—Mi prediccion fue acertada viejo amigo—Inoichi asintió tratando de no perder la calma, de todos Hiashi apretaba sus puños sin que nadie lo notará.

—Ahora de la manera más calmada que puedan aceptarán el plan de mejoramiento de sangre sin problema: que consiste en hacer que la heredera de los clanes que las tengan sean dadas en matrimonio al hijo del cuarto Hokage y último Uzumaki en la aldea para tener descendencia, viendo a donde va el asunto Nadie se negará ¿Me equivoco?—La momia los tenia en la palma de su mano, moviendo hilos invisibles tras de cada uno. Ellos se podían negar era cierto pero había algo que afectaba a todos los presentes. Ahora sabían el origen del rubio y si no querían faltar más el respeto a la memoria de su héroe más grande tendrían que aceptar, solo Shikaku Nara no estaba obligado porque su clan siempre protegió a Naruto, Hiruzen y el lo sabían, ellos ya habían deducido sus orígenes desde hace años, si no decir que desde el ataque del Kyuubi ya lo debían saber.

Los demás de manera directa o indirecta (Ignorando sus peticiones de ayuda, no ayudándole o no dejando que viviera en paz) habían lastimado al hijo del Namikaze y el daño no se podía revertir, le habían dado la infancia más agria al hijo de su Hokage.

Y tras unos momentos de silencio todos asintieron, Shikaku feliz por no tener una hija a la cual enviar al plan de Danzou, pero sintiendo pena por su amigo rubio ya que por el regordete de su generación no había problema, Chouji había sido su único hijo.

La bella líder del clan Inuzuka, Tsume se Puso de pie lanzando gruñidos molestos—Mi hija y primogénita del clan... Hana... Acepta el honor Hokage-Sama—Volvió a su asiento volteado el rostro para no ver a nadie a la cara, estaba molesta con ella misma al no poder recordar que Kushina iba a dar a luz la misma noche del ataque, todo estaba frente a ella pero por el enojo contra las pérdidas que tuvo su clan en el ataque lo ignoro. Le había fallado a su antigua buena amiga. Danzou sonrio macabramente y Hiruzen asintió sin perder su máscara de seriedad. Internamente esperaba que Naruto fuera un hombre parecido a Minato para no darles una vida miserable a las jóvenes.

—El Clan Hyuga acepta la propuesta de matrimonio, Hinata mi heredera aceptará el honor—Hablo Hiashi tranquilamente, con más tranquilidad de la debida causando que una alarma se encendiera en la cabeza del líder de Raíz. El y Danzou cruzaron miradas durante unos momentos, causando una baja en la temperatura de la habitación. La tensión subió y Hiruzen se tenso, internamente sólo se dijo "Ya estoy muy viejo para esta mi..."

—¿No tenías una segunda hija Hiashi?—La temperatura bajo más de ser posible, Hiashi se tenso junto a su mandíbula pero trato de aparentar lo mejor posible—Así es—Respondió cortante.

Danzou lo miro curioso y sonrió—Entregaste a tu heredera sin problemas, lo entiendo de Inuzuka-San pero viniendo de un clan como el Hyuga se me hace raro—

—¿Que estás insinuando?—

—Serán ambas—Interrumpió Danzou dejando a Hiashi de piedra, el pensó en entregar a Hinata ya que era más débil que su hermana pero ahora... —¿¡Que?! E-Espera Danzou. La acción es muy premeditada, si es por honor no veo el problema de dar la mano de mi heredera—

—Conocemos a tu clan Hiashi, y conociendo muy bien sus pensamientos, no ves problemas en desechar un estorbo para quedarte con las joyas tu solo—Hiashi miro con furia al hombre, Danzou al contrario no mostraba emoción alguna—Serán la menor y la mayor, el plan para el mejoramiento de los Kekei Genkkai debe ser perfecto. Piensa en los nietos que tendrás después... ¿Aceptas?—Pregunto sin perder su fríaldad, más de uno siempre se pregunto como Danzou lo lograba. Hiashi miro a su Hokage Preguntándose como es que el permitiría algo así, Hiruzen miro el suelo sin subir la Mirada.

—¿Aceptas?—Pregunto Danzou presionando al líder del clan Hyuga. Hiashi no contestó hasta que la imagen de su sobrino con su Byakugan activado le vino a la cabeza. Aun tenía a Neji—Mis dos hijas aceptarán el honor—Acepto volviendo a su tranquilidad anterior. El líder del clan Yamanaka y padre de Ino se puso de pie—Mi hija Ino acepta el honor de casarse con el hijo del cuarto—

Un momento de silencio vino después, las principales herederas estaban puestas en su bandeja y después, cuando el plan siguiera las otras 3 candidatas de otros clanes llegarían. Un hombre de la parte civil se puso de pie, tenía un rostro cansado para su edad—Oh, Kuu-San ¿Desea dar su opinión?—Pregunto el tercero con respeto al hombre. El era su principal proveedor de armas junto a su familia. Aun eran considerados una simple familia que se dedicaba a la colección y venta de armas pero a la hora de misiones todos los ninjas de la aldea acudían a el—Deseo postular a mi primogénita para el proyecto—La parte civil y los líderes de clanes lo miraron extrañados, pero no hablaron—¿Acaso tiene un Kekei Genkkai oculto de la aldea?—Pregunto Danzou curioso, el negó—Nuestra familia no tiene ninguna línea de sangre pero mi hija es una ninja sin igual, ella es muy fuerte se lo aseguro—

—Buena genética ¿Eh? Yo y el Hokage discutiremos de eso en otro momento y le daremos la respuesta—Contestó Danzou con tranquilidad. El hombre asintió para tomar asiento.

—Bueno, tenemos a cuatro jóvenes para el plan de mejoramiento de sangre—Volvió a hablar Danzou, Hiruzen asintió para tomar la palabra—La boda según lo acordado al plan, será dentro de una semana para evitar cualquier imprevisto. Se les deberá informar a las herederas sobre ello desde ahora para evitar negativas. Se preparará una casa en la parte oeste de la aldea para que convivan juntos—Una Señorita paso dejando una hoja frente a cada uno, un acuerdo para ofrecer a su heredera.

La mayoría de los clanes tenían primogénitos varones y si tenían niñas estas eran muy jóvenes aún, de 2 años y unos cuantos meses más así que se salvaron. La parte civil también tenía que firmar y por lo que Shikaku Leyó en tiempo récord también era un acuerdo de silencio. Aquella revelación de los padres de Naruto tendría que ser un secreto clase S y cualquiera que hablara de él fuera de la sala sería ejecutado en el acto. Firmo soltando un "Problemático".

Lo que no dictaba aquel papel era el silencio de Harem, y conociendo bien a una de las mujeres que estaba presente quien era amiga de su esposa y encargada del mercado de la aldea. En menos de esa semana acordada todos en la aldea sabrían de ello.

Cuando terminaron de firmar Hiruzen tomó la palabra—La reunión a terminado, espero y todos prestarán atención a las estipulaciones del contrato. Los líderes de los clanes que aceptaron deberán entregar a sus hijas dentro de 7 días a partir de ahora en esta misma sala—Su rostro fatigado por el cansancio finalmente tuvo un descanso mientras todos se ponían de pie para inclinarse de manera respetuosa al Hokage. Danzou salió con una sonrisa y Hiruzen le acompañó. Sólo la puerta se cerró todos comenzaron a hablar sobre el tema.

Un último "Problemático" salió de la sala antes de que todos salieran, 4 padres y uno más en espera sabiendo que en su casa se armaria un conflicto enorme.

Hana Inuzuka.

Tenía 14 años en ese momento, era Chunin y una muy talentosa, fuerte y rápida, el orgullo de su clan y admiración de su hermano menor, su perro era igual que ella, un orgullo para los miembros del clan. Ambos hacían una combinación temible logrando cosas que sólo pocos lograrían a su corta edad, solo Itachi Uchiha la superaba en un gran número de logros que ella daba por sentado que nunca podría superar, al lado de su fiel can el cuan tenía un lazo fuerte de amistad con ella eran una combinación explosiva... y ahora sólo le tocaba ver como su dueña, el orgullo del clan tenía una cara de espanto. La matriarca del clan bajo la miraba expectante, Hana sabía que era su deber casarse con quien su madre quisiera. Si era por honor tendría que hacerlo, era su deber pero aún así no pudo evitar confundirse con la proposición, las circunstancias y el solo hecho de que al parecer su esposo sería 4 años menor a ella, sin contar que las otras niñas porque ello eran. Que lo conformaría tendrían también 10 años.

Asintió a lo que dijo su madre con resignación, su fiel can no dijo nada y se fue con los suyos para darle espacio a su ama y está a su vez fue a empacar sus cosas. 1 semana únicamente.

Ino Yamanaka.

A Inoichi le hubiera gustado que su hija se tomará con tanta tranquilidad la noticia, por lo menos su esposa supo como controlar bien la situación. Ino se fue a su cuarto negándose a aceptar la idea como cualquier otra niña de 10 años lo haría. Tuvieron que recurrir a una charla tan larga que de ser escrito hubiera abarcado más hojas que cualquier libro de Stephen King.

Y al final la pequeña niña tuvo que aceptar la propuesta al igual que Hana por honor a su clan. Aunque aún no era asimilable el hecho que su futuro con Sasuke fuera dejado de lado para ser la esposa de Naruto... Naruto... Definitivamente la idea no le gustaba en lo absoluto pero olvidando su tristeza y desagrado lo tuvo que aceptar.

Hinata Hyuga.

Sintio como su corazón paraba de latir con cada palabra de su padre, su cabeza dio vueltas un par de veces creyendo estar al borde del desmayo. En un principio pensó que era una especie de broma cruel de su padre que descubrió su admiración por el rubio, pero su padre nunca en la vida había hecho una broma. Después pensó que era un sueño y dio un salto grande para ver si volaba mientras su padre ponía cara de desconcierto. Al no ser nada de eso pego un grito de alegría mientras saltaba celebrando, Hiashi la miro sintiendo vergüenza al ver actuar a su hija como una niña. Olvidando que eso era ella, una niña de 10 años.

Con sólo un carraspeo Hinata se dio cuenta de lo que hacía y se puso roja, pidiendo un millón de veces perdón hasta que su garganta le dolió. Miro a su padre y más tranquila dio una reverencia aceptando el honor. Sabiendo que pese a la emoción cuando viera a Naruto apenas y saldría un titubeo de sus labios.

Hanabi Hyuga.

Una niña de 8 años apunto de casarse, quien lo diría, aquello definitivamente sería una bomba en la aldea, multiplicada por 10 ya que ella era la hija prodigio de los Hyuga, su respuesta fue mucho menos ruidosa que la de su hermana. ¿Que podía decir de todos modos? "No quiero casarme" "Yo deseo hacerlo por amor" aquello era inadmisible para ella, con una reverencia al mismo tiempo que su hermana puesto que ambas estaban juntas acepto el honor de entregar su mano a Naruto al cual ya conocía debido a sus antiguas caminatas siguiendo a su hermana. Pero ella al ser diferente a Hinata no tuvo deparó en preguntar—¿Porque debo casarme con Uzumaki-San?—La respuesta de su padre fue extraña y le dejó más dudas.

—Temo, que no puedo contestar ya que podría revelar algo que me puede dar la pena capital—En ese momento Hinata se dio cuenta del Harem y su sonrisa tímida se borro.

Amane Tenten.

Ella no dijo nada, cuando su padre terminó de hablar solo asintió con una sonrisa, todo por ayudar a su familia.

De otra forma ahora no estaría a 1 año de graduarse de la academia, se dirigió a su cuarto en el segundo nivel de su casa—Espero la respuesta del Hokage aún Hija—Dijo su padre deteniendo sus pasos a la mitad de camino, ella sonrio risueña y dijo—Empacare la mitad de mis cosas, si ocurre una negativa entonces solo lo sacaré de las cajas y si la respuesta es positiva me será más fácil empacar el resto—Y ella se perdió en el resto de escaleras, sus padres oyeron como se cerró una puerta, seguramente de su habitación y sonrieron.

Naruto Uzumaki.

No soportaba esas miradas, las había tenido toda la semana sobre el, todas las personas no lo veían con odio. Si no con furia, pero ahora no susurraban nada sobre el, hasta que el se iba comenzaban a hablar posiblemente de él. Antes eran miradas con desprecio y odio, pero esas miradas le daban realmente escalofríos.

Además Ino y Hinata habían actuado raro, bueno Hinata más rara de lo normal. Estaba pensativa y callada, cada ves que lo miraba prefería irse a otro lado aunque claramente tenía el rostro rojo. Ino solo estaba sombría, ya ni siquiera peleaba con Sakura.

Y mencionando a ella y sus demás compañeros. Los niños lo miraban con curiosidad, las niñas con repugnancia. Los maestros con cierta pena y los demás adultos... Ya habían sido descritas sus miradas.

El único que no había cambiado de verlo igual fue Sasuke, el siempre era frío de todos modos. Aquella semana fue tortuosa debido a ello, ya ni sus bromas lo animaban lo suficiente para sonreír un poco. Quería respuestas y las quería ya.

Por supuesto siempre debes pensar tus deseos porque se pueden cumplir. Y obtuvo las respuestas que buscaba en la torre Hokage pero no como el las esperaba. El tercero lo había mandado a llamar y cuando se negó a ir se lo llevaron a rastras entre Iruka y Un Ambu.

—¡Esto es abuso de autoridad!—Grito tratando de soltarse de ambos adultos fallando nuevamente, se retorcia y movía esperando aflojar el agarre pero nada funcionaba—¡Quiero usar mi llamada, conozco mis derechos. Quiero un abogado!—El Ambu y el maestro se detuvieron a suspirar, no les pagaban suficiente para soportar aquello.

Un poco más y llegarían donde el Hokage para deshacerse un rato del rubio, pero el pasillo parecía alargarse para torturar sus mentes, las demás personas que pasaban por ahí solo ponían cara de desconcierto ante tal escena. Pero lo peor no vino para Naruto aun, si ser arrastrado no fue lo peor si lo fue que unas mujeres llegaron de pronto para tomar el lugar del maestro y Ambu que al suspirar aliviados cayeron al suelo para descansar. Las mujeres en pocos minutos lo mandaron dentro de un cuarto donde lo procedieron a desnudarlo, Naruto temió por su castidad y grito pidiendo auxilio que nunca llegó, no podía sólo contra 4 señoras.

Pronto tenía puesto un kimono rojo, además de unas decoraciones incómodas y unas sandalias de madera. Una de ellas llevaba una katana dándole una idea errónea al chico que estaba pálido—(¿Me obligarán a cometer Seppuku?)—Se preguntó tratando de recordar a quien le quito el honor estos últimos días. Las bromas no podían ser una ofensa tan grande ¿Cierto?.

Paso frente a la puerta del Hokage mientras era arrastrado a quien sabe donde. Grito de nuevo por auxilio pero o el Hokage no se encontraba o solamente lo había ignorado. La escena a algunas personas les era ridícula y curiosas siguieron a las mujeres.

Llegaron a la parte de arriba de la torre dándole a entender al rubio que hasta ahí había llegado su vida. Iba a cometer Seppuku ante la aldea quitándole el poco honor con el que vivió, claro que la imagen al salir pensó sería diferente. Había dos ancianos que no conocía junto al Hokage y otro más del que sólo había oído hablar. Había pocas sillas alrededor en donde estaban al parecer conocidos suyos. Y por conocidos sólo eran Ayame y su padre, después de ellos unos adultos que reconoció como padres de Hinata, Ino y Kiba.

Y mencionando a esos 3, Kiba estaba en los asientos junto a su madre. Ambos parecían molestos y al frente de todos esperándolos estaban Ino, Hinata y 2 niñas junto a una señorita que no conocía, la última posiblemente del clan Inuzuka—Se tardaron más de lo esperado hijas—Hablo la anciana junto al Hokage, en su rostro arrugado se reflejaba el cansancio del momento.

—El niño no se dejaba poner el Kimono ceremonial—Se excusó una apenada mujer asiendo al frente al chico, tras de las adultas que le "ayudaron" a ponerse aquel kimono ,entró Iruka el cual tomó asiento bajo la mirada confusa de Naruto que literalmente estaba en la luna. Danzou al ver esto sonrio, Hiruzen se hizo al frente llamando a su nieto adoptivo al frente. El avanzo atemorizado—Hijo lamento no haberme comunicado con tigo para informarte de esto pero mis deberes como Hokage me lo impidieron—Hiruzen se puso de rodillas para hablarte al rubio, aún así el era más alto que Naruto—Te daré el resumen más rápido que pueda—El dios Shinobi se aclaro la garganta para hablar de nuevo. Los demás esperaron con paciencia a que terminaran de hablar, tras unos minutos de larga platica entre ambos Naruto miro a su Hokage serio—Bien, si no me queda de otra aceptaré—Naruto no lo noto en ese momento pero hizo sonreír a Hinata—Pero solo me queda una pregunta ¿Que es casarse?—Todos los presentes cayeron de espaldas. Tantos minutos desperdiciado por nada, Naruto se rasco la nuca, ahora sabía el porqué estaba ahí pero el no sabía nada sobre el Matrimonio.

Hiruzen suspiro y se acerco al oído para susurrar algo—Es cuando una persona que aprecias una su... Y luego tienen una boda con... Luego esperan a... Y se mudan a tu casa—Naruto apenas entendió con su mente de 10 años, solo le quedo claro que ahora compartiría su vida con aquellas niñas en su pequeño apartamento, como Danzou predijo, una sola orden basto para que Naruto aceptará.

Naruto asintió mientras era llevado al frente para una ceremonia.

Una muy larga ceremonia, caía sudor de su frente debido al sol mientras estaba arrodillado. Sus piernas le dolían. Sus rodillas ardían y su cuerpo entero estaba a dolorido, las niñas y la señorita estaban igual. Casarse no era nada de lo que imaginaron, era una experiencia inolvidable que esperaban no volver a repetir. Hanabi debido a su edad y tamaño era quien lo pasaba peor.

—(Duele... Sin duda duele)—Pensó Naruto mordiendo su labio inferior, miro disimuladamente a las niñas de quienes por lo menos ya sabia el nombre, Tenten, Hanabi y Hana. Ellas tenían el rostro rojo en el cual reflejaban el dolor de sus rodillas.

Y cuando creyeron no soportar más Hiruzen paro de hablar dando por terminada esa larga ceremonia. Ellos cayeron de frente o espaldas aliviados mientras los demás aplaudían. Naruto miro a sus "Esposas" cansado y ellas le devolvieron la mirada mostrado diferentes emociones.

—Uzumaki Hinata, Uzumaki Hanabi, Uzumaki Tenten, Uzumaki Ino, Uzumaki Hana y Uzumaki Naruto, desde ahora están unidos ante Kami-Sama y la aldea de las Hojas—Y unas hojas justamente les pasaron, los 6 firmaron rápido lo que sea que fuera eso para ponerse de pie a doloridos.

Cuando Naruto volvió la vista miro a Iruka limpiarse una lagrima aparentemente orgulloso, eso por alguna razón le hizo sentir calidez que desapareció al ver a los demás adultos. Todos menos Ayame y Teuchi lo miraban con resentimiento haciendo que se sintiera mal. Con sus compañeras de por vida era algo parecido, 3 de ellas estaban serias, Tenten sonriente saludando a sus padres y Hinata con la mirada gacha y al parecer derramando algunas pequeñas lágrimas que se limpio con su kimono.

Bueno, vivír con ellas cinco sería sencillo pese a que aún no comprendía con que propósito se había "Casado" con ellas. Aunque eso era algo en lo que Danzou no podría meterse por orden de Hiruzen. Que ellos llevarán su nuevo matrimonio sin que sus colegas consejales y su viejo amigo de batallas se metieran, ellos lo llevarían e iban a aprender a su modo ya que los presentes sabían que solo Hana era la única que sabía como crear nuevas vidas y nadie tenía permito presionarla sobre ello.

Naruto solo pensaba que haría nuevas amigas, personas con las cuales vivir en su apartamento y ya, no podía ser tan malo... ¿O no?...