Detective Conan es una producción de Gosho Aoyama, todos sus derechos le pertenecen a él y a sus respectivos proveedores. Este fic no está hecho con fines de lucro, simplemente escribo por el gusto de escribir y para dar gusto a los lectores, así que, por favor, no me denuncien. Gracias n_n;


NA – Esta serie sigue el hilo del tomo 26, justo después de la reaparición de Shinichi (Shinichi's Rebirth). Este tomo aún no ha sido traducido al español y por eso mismo y para que entendáis más este fic, ya estoy en ello. De momento, os recomiendo que leáis esto para entenderlo mejor. Será un pequeño resumen, sólo para no perderos mucho en los primeros capítulos n_n

Tomo 26, capítulo 7 – Desenlace – Conan vuelve a ser Shinichi gracias al antídoto de Ai, pero este sólo dura 24 horas y justo cuando se había decidido a hablar con Ran (ya estaban los dos en un restaurante) se vuelve Conan.


::Simbología::

"…" Lo que dice un personaje

*…* Lo que piensa un personaje

- - - - - Cambio de escena

/ /···\ \ Flash Back

Empezando a Olvidar

Cap. 2 – Un disputado torneo

Un fic escrito por CiNtUrO-cHaN (CCF)

Ran y Conan corrían hacia el instituto Ikushikuwa, jadeando. Después de perder el autobús, el único remedio que les quedó fue ir hacia allí corriendo, algo bastante destacable ya que no estaba precisamente cerca. Ran no paraba de mirar el reloj, inquieta, mientras Conan no paraba de mirar a Ran, inquieto.

"¡Y-Ya está! ¡Ya hemos llegado!" Exclamó Ran llena de felicidad al encontrarse en frente de Ikushikuwa. Rápidamente tomó de nuevo la mano de Conan y se fueron corriendo hacia el pabellón. Allí les esperaban todo el equipo de kárate, algunos profesores y su particular club de fans, encabezado por Sonoko Suzuki la Grande.

"¡¡RAAAAN!!" Exclamó Sonoko harto enfadada, señalándole el reloj "¡¡SÓLO FALTAN 5 MINUTOS!! ¡Anda, ve y cámbiate!"

"Lo siento, lo siento, es que hemos perdido el autobús y…"

Todos hicieron cara de 'vale, vale, pero ve a cambiarte' y se marchó con el señor Kijikata. Conan la siguió con la vista y se fue con Sonoko y sus compañeros, más bien sus antiguos compañeros.

"¿Hoy ya te encuentras bien?" le preguntó el señor Kijikata a Ran al vestuario "Si te encuentras mal, para el partido, ¿me oyes? ¡Páralo!"

"Sí, sí" dijo ella, ajustándose el obi negro "¿Cuánto falta?"

"En pocos segundos empezará ya la presentación de los finalistas. ¿Preparada?"

Ran asintió con una sonrisa algo nerviosa. Él le palmoteó la espalda en señal de ánimos y ella aún se puso más nerviosa. Al cabo de un instante, los altavoces empezaron a sonar y el eco del público, situado arriba de los vestuarios, empezó a vibrar por las paredes.

Todos los karatekas que había a la sala se pusieron de pies y en fila empezaron a desfilar hasta el campo. La representante femenina de la escuela Teitan era Ran, y era la única, ya que de masculino no se había conseguido clasificar nadie. Se giró hacia el bando del público donde tenía sus admiradores, unas veinte personas con pancartas de 'RAN THE BEST' y 'WE LOVE YOU'. A Ran se le cayó una gotita y siguió andando firmemente siguiendo la fila.

"Hum, creo que está nerviosa" dijo Sonoko de repente. Nadie le hizo caso, puesto que todos estaban animándola y otros pocos encarando al público de al lado que animaba a otra escuela. Conan, sin embargo si lo oyó.

"Je, je. Ran-neechan no está hecha para el escenario." Dijo sonriendo.

Sonoko frunció el ceño "Ah, qué bien que vivís los pequeños… Se nota que no comprendéis los problemas de los chicos de hoy en día…" dijo ella en tono melancólico.

Conan se la miró de reojo *Ja-ja*

"Pero… no se, hoy cuando habéis venido la he notado rara. No la había visto así en mi vida."

El pequeño de las gafas se giró hacia Sonoko "¿Rara? ¿En qué sentido?"

"Pues…rara… Tenía una expresión diferente, no era la expresión de niña-buena-y-amable-Ran, sino de chica-madura-Ran-que-no-cree-en-hadas… ¿entiendes?"

A Conan se le cayó una gotita "No mucho, la verdad."

Sonoko enrojeció, sabiendo que había echo el ridículo "¡Ah, olvídalo! Seguramente sólo habrá vuelto a pensar en ese maniático…"

"¿Yo?"

Sonoko se quedó mirando a Conan. Él, que al principio no se había dado cuenta, enmudeció.

"¡Tú no, so tonto! ¡Shinichi!"

"Ja-ja, claro, claro…" sonrió Conan, rascándose la cabeza "¿Y por qué lo dices?"

Sonoko se puso un dedo a la cara "Bueno… siempre que está así es porque piensa en ese estúpido. Tal vez haya tomado una decisión o algo, y por eso estaba tan…tan…tan rara…"

De repente, las luces se apagaron, y sólo funcionaban las centrales que iluminaban el campo de batalla. Los gritos y euforia se hicieron más intensos.

"¡AHO! ¡Ya empieza! ¡Qué emoción!" Sonoko olvidó por completo a Conan y se puso a chillar junto con sus otros compañeros de clases. Conan, sin embargo, se quedó de brazos cruzados, pensativo en lo que le acababa de decir Sonoko. Y, pensándolo bien, justo antes de venir hacia aquí Ran había dicho que…

'Da igual, ya todo me da igual…'

A Conan se le quedaron clavadas estas palabras, y de repente entendió su verdadero significado. ¿Significaba eso que ya no le esperaría? ¿Que ya no le importaba para nada? Pensándolo bien, cuando ella le dijo a Conan que le gustaba Shinichi, fue justo después de desaparecer, y desde entonces las cosas habían podido cambiar mucho…

El pequeño negó con la cabeza con energía. Ni hablar. No, imposible. Ran nunca… *Será mejor que hoy la llame sin falta.*

"¡¡COOONAAAAAN!!"

El crío de las gafas se giró. Detrás de él, corriendo hacia su puesto, había los Detective Boys, para servir a la justicia y disfrutar de los partidos de las amigas de su amigo. Ai venía detrás, con su infranqueable impasibilidad. Ayumi, Genta y Mitsuhiko se sentaron automáticamente al lado de Conan.

"¿Qué hacéis aquí?" preguntó él, aunque ya hacía mucho tiempo que había descubierto que era prácticamente imposible pasar un día sin que ellos le encontrasen y le obligasen a jugar con él.

"¡Hemos venido a animar a Ran!" dijo Ayumi, mirando al centro del pabellón "¿No ha empezado aún?"

Conan negó con la cabeza "Acaban de hacer la ceremonia de apertura, ahora no tardarán en salir los karatekas…"

"¿Cuándo luchará Ran?" preguntó Mitsuhiko.

Conan cogió un prospecto y releyó la lista "Pues… la final femenina de kárate será a las once y media, dentro de hora y media. Supongo que esto irá por categorías, primero tienen que luchar los más jóvenes."

Los tres niños resoplaron "¿Aún falta una hora y media?" Conan asintió "Bueno, pues mientras vamos a jugar, ¿eh?"

Conan sacudió la cabeza "No, no. Es que hoy estoy cansado y le prometí a Ran-neechan que estaría todo el campeonato aquí sin moverme. Id vosotros y luego volvéis, ¿vale?"

Los tres chicos se miraron "Bueno, vale. Pero luego venimos. ¿Haibara, vienes?" preguntó Genta a la chica.

"No, haced vosotros, yo me quedo aquí con Conan."

Los tres asintieron, Ayumi algo irritada, y se fueron a fuera del pabellón. Ai sonrió "Así que hoy no estás de humor para ir a jugar al fútbol, ¿eh, pequeño detective?"

"¡Pues no! Hoy no tengo ganas de nada que no sea estarme sin hacer nada."

Ai sonrió para si. Los primeros karatekas salieron al escenario. La final masculina infantil, de los institutos Muuban y Komunakashi. El público aplaudió sin cesar. El torneo empezaba.

- - - - -

Ajena a todo ese griterío, Ran se paseaba por el patio de Ikushikuwa, con el traje de karateka puesto. Tenía la mirada fija y no paraba de dar suspiros. Seguía pensando en su nuevo plan. ¿Era lo mejor que podía hacer? Sentía un fuerte dolor en el pecho con solo pensarlo. Y si se había pasado dos años esperándole… ¿por qué no un poco más?

Ran sacudió la cabeza con fuerza. *No. Shinichi piensa que voy a estar toda mi vida esperándole. ¡El año que viene ya iré a la universidad! Tengo la sensación de estar malgastando mi juventud por culpa suya. No, por culpa mía. Soy la única persona sobre la faz de la tierra capaz de esperar tanto tiempo por alguien que… que bueno, ¡que ya no me gusta! ¡Eso! ¡A partir de ahora, yo ODIO a Shinichi! ¡No quiero verlo ni en pintura, ni hablar con él ni nada! ¡Se acabó! ¡La paciencia tiene un límite!*

"¿Ran?"

Ran se giró asustada. Su entrenador la miraba con cara de preocupación.

"¡Ah! ¡Señor Kijikata!" Ran se acercó hacia él, algo avergonzada "Perdone que desapareciera así, pero…"

Él la miró con franca preocupación "Ahora en serio, Ran, qué te ocurre. Así no puedes luchar. Tienes la cabeza fuera del kárate. En este deporte, si uno no está 100% concentrado, pierde. Esa es la verdad del kárate. Si no te encuentras bien, no luches. Podemos aplazar tu final unos días, por eso no te preocupes."

Ran negó con fuerza "No, si estoy bien, sólo que estaba pensando en el sueño de anoche… ¡tranquilo, tranquilo, no voy a perder!"

El Sr. Kijikata se la miró con desconfianza. Ran sonrió "En seeeerio. Venga, vamos dentro, ¿vale?"

Ran y su entrenador empezaron a andar hacia la puerta trasera del pabellón. Ambos oyeron un gran 'plof' y seguidamente la multitud gritando y aplaudiendo. Ya había terminado el primer combate. Ran miró nerviosa el reloj del Sr. Kijikata. ¿Las diez y media? ¡¿YA?! *Tranquila, tranquila, has pasado por esto miles de veces, aunque nunca ha habido tanto público como hoy… ¡Aaaay! ¡Estoy muy nervio… tranquila, sí, eso. Tengo que autoconvencerme.*

"Entrenador, voy a fuera a correr un poco y eso. ¡Hasta ahora!" Ran se calzó de nuevo y se despidió con la mano. El Sr. Kijikata resopló.

"¡No te fuerces, a ver si ahora te vas a lesionar justo antes de tu debut!"

Ran se paró en seco y se giró poco a poco hacia el Sr. Kijikata. Él, rápidamente, se tapó la boca y se giró. Ran retomó sus pasos y se acercó a él, dudosa.

"¿Cómo que 'debut'?"

Al ver que su entrenador le continuaba dando la espalda, le cogió por los hombros y lo obligó a mirarla cara a cara "¿Qué debut? Esto es sólo un campeonato más." Al ver que el Sr. Kijikata no respondía, Ran sonrió "Porque… esto es sólo un campeonato más, ¿verdad?"

El Sr. Kijikata suspiró. Cogió a Ran por los hombros y ambos se fueron andando poco a poco hacia un banco próximo que había al lado del pabellón. Ran miró a su entrenador. ¿Le ocultaba algo? Seguramente. ¿Y qué había querido decir con eso de debut? La chica esperó paciente a que su interlocutor empezara.

"Er… verás, Ran…" empezó él "Tú ya eres toda una mujer… estás a punto de cumplir los dieciocho y ya has terminado el instituto. Ahora es hora de mirar adelante. Probablemente, todas las chicas de tu edad sueñan con entrar a la Tôdai y conocer un buen chico, pero hay otras muchas opciones para triunfar en la vida…"

Ran escuchaba silenciosa. ¿Eso era lo que ella se estaba pensando? No podía ser, no podía ser… No era posible.

"Y…verás, tú y yo sabemos que eres la mejor karateka de Teitan y que sobrepasas ese nivel 'escolar' al que juegan tus compañeras. Tú vales mucho más en el kárate. Te he visto luchar, tienes buenos reflejos y potencial. No quería decirte nada de esto hasta acabar el torneo para que no te sintieses presionada ni nada, pero…"

Hubo un momento de silencio. De repente, el Sr. Kijikata endureció el rostro, como si ahora estuviese harto decidido a decirle a su pequeño saltamontes lo que tenía que decirle.

"Mira, Ran, iré sin rodeos. Si ahora quieres seguir con el kárate, esta es tu oportunidad. En este torneo ha venido gente importante del mundo del kárate. Presidentes de los mejores clubes, expertos karatekas ya jubilados, para encontrar en estos campeonatos 'nuevas esperanzas', nuevos karatekas que puedan asistir con ellos a un nivel mucho más alto."

"U-Un momento. ¿Me está diciendo que entre el público hay gente que busca a nuevos karatekas para sus clubes, para 'ficharlos' y eso?"

Él asintió. Miró a Ran.

"Bueno, ¿y qué? En casi todos los campeonatos ha venido gente de este tipo para ver si había alguien que valiese la pena para sus institutos y tal."

Él negó rápidamente con la cabeza, desesperado "¡No, no! Ran, eso era al pasado. Ahora tienes diecisiete años, casi dieciocho. Los que han venido aquí son más que entrenadores de institutos. Son los subordinados de poderosos jefes de poderosos equipos, los que representan a ciudades, como Tokio, y no a institutos, como Teitan. Este no es un camino extraescolar, es un camino profesional. Lo que te estoy diciendo es que hoy luches lo mejor posible porque tú eres una de sus favoritas. No quiero ponerte presión ni nada, pero hazlo bien. Luego ya veremos, tú misma decidirás qué quieres hacer, pero ahora estamos en un campeonato, ¿entiendes?"

Ran asintió pesarosa. "Entiendo…" Ambos se alzaron y empezaron a andar. Las once. Ran rápidamente se despidió de él y empezó a precalentar dando vueltas alrededor de la zona, mientras su entrenador volvía con el público.

- - - - -

Conan miró el reloj. ¡Las once y veinticuatro! Pronto lucharía su Ran-neechan. Sonrió para sus adentros. Las llaves que ella solía utilizar para intimidarle ahora estarían destinadas a otra persona que no fuese él… ¡un sueño! Pensando, pensando, se acordó de todas las veces en que Ran le salvó con una de sus patadas y puñetazos, sin ir más lejos el mismo día en que se convirtió en Conan Edogawa, en el caso del secuestro de la hija de un hombre importante. A partir de entonces, el doctor Agasa le proporcionó nuevos utensilios para valer por si mismo, pero en más de una ocasión ella le salvó. Y él a ella.

"¡Hola! ¿Llegamos a tiempo?" exclamaron los pequeños detectives corriendo hacia Conan y Ai. Ellos asintieron.

"¡Mirad, el profesor Agasa también ha venido!" exclamó Ayumi. Conan y Ai se giraron para ver, evidentemente, al profesor, el cual tenía una expresión de 'Me obligaron a venir'.

"Esto…Shinichi" le susurró el profesor a la oreja "¿Cuándo juega Ran?"

Él miró el reloj "Ahora mismo, a y media."

Los altavoces empezaron a sonar de nuevo. Todos los de Teitan contuvieron la respiración. La voz grave del presentador empezó a sonar "¡Y una de las finales más esperadas, la final femenina entre la representante del instituto Uebara, Michi Shikano, y la representante del instituto Teitan, Mouri Ran!"

Todos los de Teitan empezaron a animar a Ran nada más oír su nombre. Conan vio como el árbitro les indicaba que subiesen a pista. Ambas, con su gi blanco y su obi negro, reflejando así que ambas tenían el máximo grado del kárate, se acercaron hasta quedar a un metro y se saludaron respetuosamente. Luego, ambas se separaron un poco y el árbitro alzó la mano. Todo el público calló, igual que en los anteriores combates, aguardando que el árbitro jefe bajara la mano para dar comienzo al combate.

Ran y Shikano miraron expectantes la mano del árbitro, ambas con emoción, miedo y nerviosismo acumulados. Y el árbitro bajó la mano de improvisto. Las dos empezaron su barrida al mismo tiempo. Primero atacó Shikano, aprovechando su velocidad con un intento de puñetazo en el vientre, que Ran rápidamente bloqueó con su brazo. Ran se quedó paralizada. Shikano no era solamente rápida, era fuerte. Cualidades muy importantes en el kárate. Ran se consideraba fuerte, pero rápida…

"¡¡Y Michi intenta dar un golpe a Mouri, pero esta reacciona y lo bloquea!! ¡Ahora Michi se acerca a ella, seguramente querrá una lucha cuerpo a cuerpo aprovechando su velocidad! ¡Mouri, por su parte, esquiva todos los ataques que Michi le prepara!"

Conan escuchó con atención el altavoz. Estaba en una de las partes más altas del estadio y no podía ver con claridad quién era quién y quién atacaba a quién. Como ambas tenían el pelo largo y en una cola de caballo, no las podía distinguir muy bien. Se giró hacia Sonoko y las demás y se le cayó una gotita. Todas, absolutamente todas, llevaban unos prismáticos, cual partido de fútbol.

"Esto, Shinichi…" dijo el profesor Agasa a la oída de este "¿Cómo se supone que se gana en un partido así?"

Él se encogió de hombros y se puso las manos a la cabeza "Supongo que hasta que una inmovilice a la otra con un barrido, patada o cualquier cosa semejante."

"Ah…"

"¡¡VAMOS, RAAAAAAAAN!!"

Conan, Agasa, Ai y Sonoko se giraron hacia los pequeños detectives quien la animaban a pleno pulmón. Sonoko y sus amigas, para no ser menos, empezaron a gritar más alto que ellos, hasta que ambos grupos empezaron una disputa para ver quién animaba a Ran con más ímpetu y fuerza.

- - - - -

El Sr. Kijiakta estaba sentado al banquillo del entrenador, contemplando el partido a primera fila, junto al entrenador de Shikano. Estaba de brazos cruzados, observando el partido con atención y preocupación. Ran aún no había atacado ni una sola vez, la delantera la tenía Shikano desde buen principio. Observó a su aprendiz. No parecía muy segura de si misma, y en un momento dado le pareció que le temblaban las piernas. Tal vez había sido mala idea decirle aquello antes del campeonato.

Shikano agarró fuertemente, de improvisto para todos, el gi de Ran con fuerza, haciendo que ambas estuviesen a menos de un metro. Shikano continuaba en sus trece, sin parar de intentar dar algún golpe al estómago de Ran con el puño, pero ella seguía parándolos, cada vez con más esfuerzo, con el brazo.

El Sr. Kijikata observaba a Ran con preocupación. ¿Qué le pasaba? Eso no era sólo presión. Había algo más… ¿Y si no se encontraba bien? ¿Y si no estaba luchando en condiciones? Miró a la chica. Sudaba sin cesar. ¿Tan cansada estaba? Sólo habían transcurrido diez minutos…

Y entonces, para sorpresa de todos, Ran atacó. Sobretodo para sorpresa de Shikano, quien ya se daba el partido por suyo. Ran cogió la muñeca con la cual ella le sujetaba su gi y con su pie derecho le hizo perder el equilibrio. Luego ella misma se tiró de espaldas y aún sujetando a su rival con ambas manos y el pie, dio el golpe de gracia. Hizo servir su extremidad libre, el pie izquierdo, para hacer de 'palanca', y apoyarlo en el vientre de su rival, la cual estaba cayendo casi encima suyo. Le puso el pie y con fuerza la hizo caer de espaldas detrás suyo, haciendo que diese un salto enorme.

Todo eso duró menos de un segundo. Desde que agarró su muñeca hasta rematarla con el pie lejos, el público casi ni lo percibió. Sólo los que tenían cámara digital y lo habían grabado podían ver a cámara lenta la sucesión de movimientos largamente practicados.

Y Teitan explotó en gritos de felicidad. Ahora Ran tenía la delantera. El Sr. Kijikata observaba a Ran con admiración. Hasta a él mismo le había engañado. ¿Eran suposiciones suyas o Ran había estado todo el rato a la defensiva para hacer confiar a su adversario y en el momento más importuno darle el golpe de gracia? ¡Maravilloso! ¡Pero si hasta a él, a su propio entrenador, le había engañado! ¡Perfecto! Eso aún le hizo sentir más orgulloso de esas horas extras que durante años él y ella practicaron a solas.

Ahora las cosas cambiaban. Ran tenía más puntos. Ahora era Teitan quien chillaba más que Uebara. Shikano, quien no había tenido tiempo de saber lo que había pasado, ya se encontraba al suelo con los ojos abiertos. Rápidamente se alzó y empezó a embestir contra su adversaria quien, para su sorpresa, aún estaba tumbada en el suelo.

Los gritos de alegría pasaron a comentarios de duda. ¿Qué hacía Ran Mouri tendida aún el suelo? La alegría pasó a preocupación. Ni siquiera Shikano se atrevió a atacarla. Estaba tendida al suelo, igual que justo después de propulsarla a ella. Estaba roja, sudaba, y tenía los ojos cerrados y la respiración agitada. El Sr. Kijikata se alzó rápidamente hacia la pista. Los árbitros se alzaron. Shikano, con preocupación, intentó reanimarla, pero ella seguía inconsciente. Toda la felicidad de momentos antes de Teitan pasó a preocupación y angustia. Conan y demás bajaron hasta las primeras filas rápidamente para saber qué demonios pasaba.

Vino un equipo de socorristas y se llevaron a Ran en camilla. Todo el estadio se quedó en silencio. ¿Qué había pasado? Shikano era la que menos entendía las cosas. Pero si estaba a punto de perder…¿cómo era posible que ahora su adversaria se hubiese quedado así?

Los altavoces volvieron a sonar. Informaron de la situación y dijeron que ahora jugaría el próximo equipo, tal y como venía en el panfleto, y que ahora la decisión de dar por perdido o aplazar el partido de Uebara y Teitan estaba en las manos de los árbitros.

- - - - -

Ran empezó a abrir lentamente sus ojos con cansancio, un pesado y angustioso cansancio. Veía borrosamente y solo percibió unas siluetas alrededor suyo. ¿Qué hacía en una cama? ¿Y el torneo? De repente se acordó de todo. Ya desde que subió a pista, que no se encontraba bien. Tenía una sensación extraña en su vientre y la cabeza le dolía. De repente empezó a sudar incluso antes de que el árbitro bajara la mano.

Como pudo, intentó bloquear los ataques de su adversaria. Cada vez veía más borroso y casi ya ni distinguía sus brazos de los suyos. La chica se quedó indignada de si misma. No quería acabar como una pánfila, así que sacó fuerzas de flaqueza y como pudo realizó esa última embestida. Lo último que vio fue a Shikano volar por encima suyo y caer metros detrás de ella. Ran sonrió para sí y, repentinamente, se durmió. Y despertó aquí.

"Eh, se ha despertado." Le oyó decir a uno.

"Comprueba su temperatura."

"Se va normalizando, pero aún está cansada."

"Bien, haced pasar a los demás, pero decidles que nada de interrogatorios exhaustivos. La chica tiene que descansar mental y físicamente."

Ran aún se quedó más confusa. ¿Estaba en la enfermería? Eso no era un hospital, claro estaba, porque la sala no tenía esos extraños aparatos que suelen tener las salas de los hospitales. Aunque viendo tan borroso como veía, tampoco era mucho de fiar su juicio.

La puerta se abrió, y esos dos hombres salieron. Luego entró gente, mucha gente, y todos empezaron a hablar. Ran frunció el ceño, su cabeza parecía que fuera a estallar. De repente, alguien dijo '¡¡SILENCIO!!' y todo el mundo calló como un muerto.

Notó que alguien se sentaba a su cama, a su lado. Giró la cabeza como pudo. Era un chico, de eso no había duda.

"¿Cómo te encuentras?" preguntó Conan con preocupación.

Ella frunció el ceño. Veía que los labios de ese chico se movían, pero no lograba escuchar nada. ¿Quién era? ¿Shinichi? Se parecía bastante. Pero no podía ser, Shinichi estaba lejos, muy lejos, y de repente recordó sobre todo lo que había meditado.

"¿Ran-neechan?"

Ran abrió un poco más los ojos. Así que se trataba de Conan. Quiso preguntarle dónde estaba, por qué y qué había pasado con el torneo. Sin embargo, sólo logró articular una palabra.

"¿C…Conan…?"

Él asintió, contento que empezase a hablar. Se bajó de la cama y se puso a su lado, luego se abrió la puerta y el médico hizo señas para que todos saliesen, que la paciente debía descansar. En un último intento, Ran empezó a hablar.

"¿Dónde…estoy…?"

Conan se giró hacia ella "En la consulta del Dr. Araide. Por la tarde vendremos a recogerte, Ran-neechan. Descansa."

Ella sonrió y todos se fueron. Sin embargo, tenía muchas preguntas. ¿Qué había pasado con el partido? ¿Lo había perdido, ganado o lo habían cancelado o pospuesto? Y, lo más importante de todo, lo que de ninguna manera comprendía, algo que jamás le había sucedido antes…

¿…Qué le había pasado…?

Fin del cap. 2

CONTINUARÁ


Notas de la Autora

Salu2 a to2 una vez más. ¿Os ha gustado este 2º capítulo? ¡Espero que sí! Tranquilos, tranquilos, que poco a poco las cosas se irán poniendo más interesantes. Esto sería simplemente una pequeña introducción a… bueno, ¿en serio os creíais que os lo diría? Jejejeje, no, no. Suspense hasta el final, que por algo Dtve. Conan es una serie de misterio, ¿o no?

Bueno, quejas, reclamaciones y todo lo que queráis a cinturo@3xl.net (mejor no enviéis nada a shinichi_memories@detectiveconan.com porque creo que no va bien… T_T sorry)

Hasta la próxima!!

CiNtUrO-cHaN (CCF)

· 26 | Julio | 03 ·