Detective Conan es una producción de Gosho Aoyama, todos sus derechos le pertenecen a él y a sus respectivos proveedores. Este fic no está hecho con fines de lucro, simplemente escribo por el gusto de escribir y para dar gusto a los lectores, así que, por favor, no me denuncien. Gracias n_n;
NA – Esta serie sigue el hilo del tomo 26, justo después de la reaparición de Shinichi (Shinichi's Rebirth). Este tomo aún no ha sido traducido al español y por eso mismo y para que entendáis más este fic, ya estoy en ello. De momento, os recomiendo que leáis esto para entenderlo mejor. Será un pequeño resumen, sólo para no perderos mucho en los primeros capítulos n_n
Tomo 26, capítulo 7 – Desenlace – Conan vuelve a ser Shinichi gracias al antídoto de Ai, pero este sólo dura 24 horas y justo cuando se había decidido a hablar con Ran (ya estaban los dos en un restaurante) se vuelve Conan.
::Simbología::
"…" Lo que dice un personaje
*…* Lo que piensa un personaje
- - - - - Cambio de escena
~ ~ ~ Flash Back
Empezando a Olvidar
Cap. 5 – 'Remordimientos del Corazón'
Un fic escrito por CiNtUrO-cHaN (CCF)
Ran y Kaji se quedaron boquiabiertos observando el pequeño niño de las gafas a unos quince metros de distancia, aún con la pierna al aire, señal indiscutible que había sido él el lanzador de la pelota. De improvisto, Conan empezó a correr hacia ellos con los brazos al aire.
"¡Lo siento, señor! ¡No era mi intención! ¡Estaba apuntando al árbol!" dijo él, haciendo una pequeña reverencia.
*¡Uno a cero, listo!* pensó.
Kaji se lo quedó mirando, confundido. ¿Había sido sólo mala puntería o le había apuntado a él desde un principio? *Tranquilo, sólo es un crío, es imposible que lo haya hecho. Y con Ran tendrás otras oportunidades.*
"Pero Conan, ¿se puede saber qué haces aquí? ¿No ibas a jugar al fútbol con tus amigos?" preguntó Ran, arrodillándose para estar cara a cara.
Conan sonrió "Sí, pero tuve que volver porque se me había olvidado el balón, y como no les encontré pues creí que me perdería de camino a casa, así que decidí buscarte para volver juntos." Dijo él, risueño. Ran lo miró preocupada.
"Ya eres lo suficientemente grande como para no perderte, Conan…" le dijo en tono maternal. Luego se puso de pies y se encaró a Kaji, aún nerviosa por lo que había ocurrido y, más importante, por lo que estuvo a punto de pasar "Bueno, Kaji, está anocheciendo. No puedo dejar a Conan irse solo. Lo dejamos para otro día, ¿te parece bien?"
Conan lo miró por encima del hombro *¡Ja! ¡Dos a cero!*
Kaji sonrió, una sonrisa bastante perturbada. Era obvio que no le parecía bien, pero no dijo nada "Está bien. Este niño… ¿le conoces?" preguntó él, mirándolo con fuego en los ojos. Conan correspondió a la mirada con mayor intensidad. Por un momento, a Ran le pareció que saltaban chispas. Contestó rápidamente.
"Sí. Es pariente de un amigo mío y sus padres están al extranjero, así que vive en mi casa." Dijo ella, mirando a Conan y sonriendo "¿Verdad, Conan?" el niño asintió sonriendo.
"Bueno, Ran, si quieres podemos quedar este domingo. Han abierto un nuevo parque de atracciones en Izu, podríamos ir juntos…" dijo Kaiji, al mismo tiempo que volvía a cercarse peligrosamente a Ran, según Conan.
La chica se puso algo roja ante la proximidad "Cla-claro."
Por un instante, a Ran le pareció que Kaiji intentaba besarla de nuevo, pero de repente Ran notó como algo la estiraba hacia el sentido contrario del chico.
"¡¡Tengo hambre, Ran-neechan!!¡Vamos a casa! ¡Vamos, vamos, vamos!" dijo Conan, tirando de ella.
"Vale, vale, pero no tires de la manga. Adiós, Kaji." Dijo alejándose a causa de los tirones de Conan.
Él la despidió con la mano "Adiós, Ran. Ya te llamaré."
Desde la lejanía, Kaji oyó un lejano 'vale'. Cuando hubieron desaparecido, frunció el ceño. Todo iba bien, todo le salía a pedir de boca, hasta que apareció él. Pero era demasiado pequeño para considerarle rival, aunque tenía que encargarse de él, ya que por lo que había visto, Ran sentía una especie de cariño especial en versus el niño. Primer paso: hacerse más importante para ella que él. Segundo paso: hacerse más importante para ella que ese chico del que le habló antes, ya que por lo visto Ran aún seguía pensando en él. Y en el tercer paso, Ran ya sería suya. Como tantas otras antes.
- - - - -
"¡De verdad, no te entiendo!" dijo Ran, algo irritada, mirando de soslayo a Conan con el ceño fruncido. Ambos caminaban dados de la mano. Con la cita y todo, ya se había hecho de noche. Ran iba enseñando a Conan algunos indicios que había en su habitual camino, para que el niño no se perdiese más. "Con lo listo que eres y me sales con que te ibas a perder… no te entiendo, Conan." Dijo ella, finalmente.
Conan se puso la mano en la cabeza "Je-je, es que aún soy muy pequeño, Ran-neechan. Por cierto, ¿quién era ese tío?" preguntó él rápidamente, yendo al punto que le interesaba.
Ran lo miró "¿Tío?"
"¡¡Ah-er!! Quiero decir chico."
Ran lo miró dudando. ¿Debía contárselo? Al fin y al cabo, siempre había podido confiar en Conan, ¿no? Siempre la había ayudado a sentirse mejor desahogándose, pero… ¿ahora también? Según la 'nueva Ran', una chica de casi dieciocho años no le va contando sus peripecias amorosas a un crío de siete. Pero Ran tenía dudas al respecto de 'la nueva Ran'. Por más que se esforzaba, no podía. No le salía del corazón. Parecía una especie de caparazón tratando de ocultar la verdadera alma. Un ejemplo muy claro de ello había sido Kaji. No se sentía muy cómoda con él. Los primeros minutos habían sido buenos, él se mostraba amable y Ran se lo pasaba bien, lo consideraba como un amigo. Pero al cabo de poco empezó a coger confianza en sí mismo, y cada vez había más contacto; que si darse la mano, que si le tocaba el hombro porque había tropezado…
*Y luego, lo del beso. ¡Agh! Ojalá le hubiese tumbado de un golpe. Pero no, no debo hacerlo. Tengo que aguantar. Sí, tengo que aguantar por mí misma y por mi futuro. No puedo pasarme toda la vida huyendo de los hombres. Si sigo así, me terminaré por meterme en un convento… Pero no me gustó. Es algo que no puedo cambiar. Y sé que si lo intenta de nuevo no me gustará. Llevo demasiados años siendo así como para cambiar ahora. Claro que el problema también podría estar en que no me gusta que me lo haga él. Tal vez es ése el problema. Tal vez Kaji no sea el hombre apropiado para mí; además, Sonoko me dijo que tenía una larga lista de pretendientes. Tal vez debería dejarlo…*
"¿Ran?"
Ran salió de sus pensamientos y se giró hacia Conan. Él rápidamente terminó la frase "…-neechan?" Involuntariamente, desde que Ran se había quedado pensativa, Conan se la había quedado observando como Shinichi, y no como Conan. El 'Ran' a secas le había salido del corazón. Pero advirtió rápidamente su fallo y lo corrigió al instante. Ran no se enteró de nada.
"Perdona, ¿qué decías, Conan?" dijo ella.
"Sobre el chico…" dijo él, algo atormentado "Ese tal Kaji o como-se-llame… ¿es tu novio?" dijo él, finalmente.
Ran miró a lo lejos. Conan aguardaba la respuesta, expectante. Al cabo de unos momentos de silencio, volvió a mirarle y le contestó.
"No."
Eso valió como mil millones de yenes para cualquier rico, como tres mil kokû a la época feudal para un campesino. Conan sonrió y sus ojos brillaron "¿En serio? ¡Genial!"
"¿Genial? ¿Por qué?" preguntó Ran, algo sorprendida.
Conan rápidamente enrojeció "¡Ah-no! ¡Nada! Es que…er… me refería a que… bueno, creí que tu extraño comportamiento de la otra noche era debido a que tenías a alguien…" dijo él, algo excitado.
Ran lo miró algo triste, y giró la vista "Yo no he dicho que no tenga a 'alguien'…" dijo en tono de suspense.
Conan la miró, sin entender "¿Eh?"
"Yo te he dicho que no tengo novio, y es cierto. Sin embargo, sí tengo a alguien especial." Dijo ella, mirando al oscuro firmamento.
Conan la miró sin entender. ¿A quién se refería? ¿A él? Bueno, a su otro yo… a él en realidad. ¿A Shinichi? ¿Significaba eso que ya no estaba enfadada? No. Ran seguía enfadada, de no ser así no hubiese hecho lo de hoy. Y tenía la sensación de que aún había más…
"¿Pu-Puedo preguntarte una cosa, Ran-neechan?" preguntó Conan, mirando al suelo. Ran asintió con una sonrisa. Él prosiguió "¿Odias a Shinichi-niichan?"
Ran paró de andar al instante y Conan la imitó. Ella le miró, sorprendida e impactada. Él le aguantó la mirada, expectante. Ran giró poco a poco la cabeza hacia delante. Empezó a abrir los labios. El corazón de ambos se aceleró. ¿Lo odiaba? ¿Realmente ella lo odiaba?
Hubo unos infinitos momentos de silencio.
"Lo cierto es que…" empezó a decir ella. Conan escuchaba con el corazón en puño.
Y, de repente, Ran empezó a andar de nuevo, ahora sin darle la mano a Conan. El niño se quedó sorprendido ante la acción y siguió andando detrás de ella. Mejor dicho, empezó a correr detrás de ella, ya que Ran iba muy deprisa. Cosa que hacía cuando estaba enfadada, confusa o varias cosas de éstas a la vez.
"¿R-Ran-neechan?" dijo él, jadeando "¿Por qué no me has contestado?"
Ran no le miró "Porque no, Conan. Tú eres un niño y no debes saber estas cosas. Esto sólo me concierne a mí y a… bueno, y a Shinichi, pero ya casi no. Esto es sólo cosa mía, ¿comprendes? No hace falta que te preocupes por mí, ni tú ni nadie. Sé apañármelas yo sola, soy mayor, aunque no lo parezca. Aunque siempre llore y vista como una cría y me comporte como una cría, estoy en edad de tomar mis propias decisiones. Y de tener intimidad, ¿o tú no la tienes? Yo sí y tú también. Y esto es algo privado, ¿lo entiendes, Conan? Siento si he sido brusca, pero es la verdad."
Ran se plantó delante de su casa y empezó a subir las escaleras hasta la puerta de entrada. Conan paró de correr. Empezó a andar mirando al suelo, pensativo. ¿Y ahora, qué? Ahora ya ni en Conan confiaba. Esta vez la cosa sí iba en serio. Y cuanto antes la arreglase, mejor.
- - - - -
"Bueno… si ponemos 10 ml de la sustancia X y le añadimos 40 ml a N, y luego juntamos X y N…"
BOOOOM.
"¿No ha habido suerte, profesor?" dijo Ai bajando las escaleras.
El doctor, lleno de polvo, con los bigotes y el pelo de punta, con los cristales de las gafas rotos y dos frascos de vidrio en ambas manos, se volvió hacia la inquilina, haciendo esfuerzos por mantenerse de pie. Sonriente, le dijo lo de siempre "Cada día falta menos, Ai, tú tranquila."
Y Ai, como cada día, volvía a sentarse al ordenador de la mansión, intentando descodificar algunos archivos que ella conservaba, para quizás poder hacer de nuevo otra anti-APTX 4869, como la otra vez en que el antídoto que le dio a Shinichi le permitió a éste conservar su cuerpo durante 24 horas exactamente.
"Ah… todo esto me tiene harto… ¡harto! ¿Por qué demonios no podemos consultar con verdaderos científicos acerca de la droga?" exclamó el doctor Agasa, tirándose al sofá, cansado.
Ai le miró por encima de la revista que ahora leía "Ya lo sabe usted mismo, profesor. ¿Cree que guardarían el secreto? Todo lo contrario. Además, usted es un gran científico, aunque reconozco que Kudo acierta en decir que está algo loco…" dijo riendo.
El doctor la miró con el ceño fruncido "¡Oh, no, por favor! ¡Más elogios no!" Ai volvió a soltar una risita, y él se dirigió a la cocina "¿Qué te apetece hoy, Ai?"
La chica siguió leyendo la revista "Hmm…lo que haya… ya sabe que yo me lo como todo, profesor, salvo sus experimentos…" y volvió a reír con ganas.
Oyó al doctor lanzar una maldición desde la cocina y empezar a preparar la cena. Al cabo de un momento, sonó el timbre. "Ya voy yo." Dijo la niña. Sin embargo, el doctor apagó el fuego y se dirigió rápidamente a la puerta, mirándola con firmeza.
"Tú escóndete, rápido." Dijo él.
Ai frunció el ceño "No van a ser ellos…" dijo, aburrida.
"¡La seguridad ante todo! Rápido, sube al segundo piso."
Ai, a regañadientes, empezó a subir ágilmente las escaleras. Cuando supo del cierto que ya no estaba al alcance, abrió la puerta. Agasa no vio a nadie. E, instintivamente, bajó la cabeza. Vio al pequeño niño de las gafas, que le miraba con su habitual semblante.
"¿Por qué habéis tardado tanto? ¡Hace frío, ¿sabes?!" exclamó Conan.
El doctor le dejó pasar, suspirando "Ai, baja, es Conan." Al cabo de un momento, Ai bajó las escaleras con cara de fastidio.
"¿Lo ve? ¿Cree en serio que, tratándose de la organización, llamarían al timbre?" dijo ella, con los brazos cruzados.
"¡La seguridad ante todo!" Los tres se sentaron en el sofá del recibidor. Agasa sirvió un poco de bebida "¿Por qué has venido, Conan? ¿Hay problemas?"
Conan se apoyó con el sofá, con ambas manos a la cabeza, y miró al techo con aburrimiento. "Ran."
Agasa le miró con cara de 'oh, ya veo'.
"¿Qué ocurre exactamente?" preguntó el profesor.
"Pues que…"
"…el detective más famoso de todo Japón resulta ser un NULO DESASTRE para el amor. Recibió un regalo el mes pasado en el día de San Valentín de parte de Ran, y el otro día, que fue el Día Blanco, el famoso detective se olvidó por completo de su obligación…"
Conan miró irritadísimo a Ai. Ésta simplemente siguió con la revista, sin hacerle caso alguno. Luego, el doctor Agasa miró a Conan buscando su confirmación y éste, algo enfadado, dijo "Bueno, fue algo así…"
Agasa frunció el ceño "Ya veo, así que es por esto por lo que Ran estaba tan rara estos últimos días… no es de extrañar. ¡Pobre chica! Se preocupa tanto por ti, Shinichi… ha venido cada semana, sin falta, desde que desapareciste, preguntándome por ti y para cuándo ibas a regresar. ¡Cada semana desde hace dos años! Y tú vas y te olvidas del Día Blanco… pobre, pobre Ran… no me extraña que pase de ti y…"
"¡Con permiso, pero no he venido aquí a hablar del porqué, sino para buscar una solución!" dijo Conan, explotando. Estaba harto de que todo el mundo le dijese lo mismo. Ya sabía que lo que había hecho (o más bien, lo que no había hecho) era algo fuerte, pero es que se lo repetían a diario.
*Estúpido, te lo tienes bien merecido.* le decía su voz interior *¿Cómo has podido olvidarte de RAN? Debe estar desolada, y con razón. Debe pensar que, la otra noche, en el restaurante, la abandoné por otro caso, como la primera vez. Siendo ella, no es de extrañar que esté furiosa. ¿Pero qué hago? Por teléfono no resolveré nada. Ran, simplemente, colgará al oír mi voz. ¿Entonces qué?*
"¿Qué sugiere, profesor?" dijo él, al cabo de un rato.
El profesor Agasa se quedó pensativo un rato y luego habló con expresión grave "Supongo que, esta vez, hablar por teléfono no sería lo más adecuado. Pero siempre podríamos crear la ilusión de que vuelves, como esa vez, después del caso del chantaje a un futbolista. ¿Recuerdas? Con mi coche proyecté tu sombra, y Ran creyó que eras tú. Quizás podríamos…"
"No." Dijo secamente Ai "No colará. ¿Y si, por un casual, Ran quisiera estar cara a cara con Shinichi, y en lugar de eso se encontrase a Conan subido a una caja, proyectando la sombra de Shinichi? ¿Entonces, qué? Yo opto por otra opción, más segura."
"¿Cuál, lista?" replicó Conan.
Ella sonrió audazmente "Un antídoto. El otro no dio mal resultado en absoluto. Según lo que me contaste, la primera vez que volviste a ser Shinichi, fue sólo por dos o tres horas. Y éste duró veinticuatro."
Conan la miró, boquiabierto "¿Me estás diciendo que tienes un nuevo antídoto?" exclamó, lleno de júbilo.
Su expresión volvió a cambiar, y ahora usó una cara seria "No. Ya te lo dije. Es como el antídoto de Heiji. Ese antídoto ya no servirá más. Tengo que crear uno que contenga unas sustancias mucho, mucho más fuertes que las anteriores, para que el período de cambio alcance toda una vida. Pasar de veinticuatro horas a una vida cuesta, ¿no crees? Pero es posible. Con tiempo, pero es posible. Pero, de momento, no es una solución fiable. Ahora estoy experimentando con otras sustancias, y con ellas tengo esperanzas… pero sólo son conjeturas, nada cierto. Yo te recomiendo otra cosa mientras esto esté en fase experimental."
"¿El qué?" preguntó rápidamente Conan.
Ai miró al techo "Una carta. O algo así. Algo romántico. Y no me mires con esta cara, Kudo. ¿Qué ocurre? ¿Es que no quieres ser romántico con Ran? ¿Entonces, qué tipo de relación quieres? Y creo que le debes algo de romanticismo a la chica. No sé… un ramo de flores con una postal. Un regalo del Día Blanco; aunque sea días atrasado, pero algo será algo." Ai paró al ver la cara del chico. No parecía muy seguro de esa idea. O más bien no parecía muy seguro de si mismo. *¿Shinichi Kudo, tímido? Caramba…* pensó la chica, sonriendo. Luego lo miró pícaramente "O también podrías…darle eso que no pudiste la última vez…" dijo en tono misterioso.
Conan se la quedó mirando, impresionado. "¿Cómo lo…?" tartamudeó, rojísimo.
"Oh, vamos" rió ella "Aunque no lo parezca, yo también soy mujer, y encima, de su misma edad. Y sólo hay una razón al mundo para que un chico de dieciocho años invite una chica al hotel Kyoto, a la última planta, al restaurante más caro… No puedo creerme que Ran no se haya dado cuenta."
Conan iba a decir algo, pero su tartamudeo le obligó a callar. Había subestimado a Ai, como siempre. La chica sonrió y volvió a su lectura. El profesor Agasa, el cual se había mantenido expectante durante el relato, se había perdido en las últimas frases.
"¿Darle el qué, Shinichi? ¿Y cuál es la única razón para ir al hotel Kyoto? ¿Qué pasa aquí? ¿Qué os tramáis? ¿Eh? ¿Eh? ¡Contestad!"
Conan lo miró algo nervioso "¡No pasa nada, profesor, absolutamente nada!"
Él lo miró de reojo "¿Qué no le diste esa noche, Shinichi…?" preguntó, desconfiado. Entonces Ai sonrió "Un ani…"
"¡¡CAAAAALLA!!" dijo él, dirigiéndose hacia la chica, más rojo que un tomate. Entonces, poco a poco, se giró hacia el doctor. Éste tenía una sonrisa burleta.
"¡Es mentira, mentira, mentira, mentira, mentira!" gritó el pequeño detective "¡No se la crea!"
Sin embargo, él seguía sonriendo "Shinichi, Shinichi… ¿cómo no le dijiste algo tan importante a tu querido amigo el profesor? Venga, ven a mi cuarto. Vamos a tener una charla, de hombre a hombre. Para consejos y tal…" dijo él, a punto de echarse a reír.
Ai también sonrió "Sí, ve, Kudo, te conviene más de lo que crees…"
Conan los miró a ambos con furia "¡¡Venga, reíros!! ¡¡No pienso deciros nada nunca, nunca más!! ¡¡Me voy ahora mismo!! ¡Humph!" y, dicho esto, abrió la puerta y la cerró sonoramente. Acto seguido, oyó unas carcajadas procedentes del interior de la casa. Miró hacia atrás con la mirada de 'me vengaré' y se marchó.
~ ~ ~
Ran estaba sentada a la mesa del restaurante, observando la preciosa vista desde la última planta del rascacielos del hotel Kyoto. Lucía una bonita sonrisa. En las últimas veinticuatro horas, todo habían sido sorpresas gratas. Y que él la invitase a cenar a un lugar así… bueno, no quería hacer conjeturas ni castillos en el aire, pero tenía una pequeña esperanza de que esa noche él…
Volvió a mirar el reloj de la estancia. Las once y media. Ya hacía tres cuartos que se había ido. De vez en cuando, la camarera venía para preguntar si deseaba pedir. Pero ella todo el rato le iba diciendo que se esperaba a que viniese su acompañante. Entonces, la camarera le guiñó el ojo y le dijo que hacía cosa de veinte años, una pareja similar a ellos también vinieron aquí. Daba la casualidad de que el hombre era clavado al chico que iba con ella, y al igual que ahora, dejó a la mujer, una chica guapísima, de pelo castaño, para ir a resolver un caso. Luego, al cabo de una hora o así, volvió. Cenaron y el hombre le entregó una sortija de oro.
Ran se puso colorada y le dijo a la camarera que ellos no eran novios ni nada, a lo que ella repuso que eso daba igual si uno se estaba enamorado. Ahora Ran miraba constantemente el reloj, aguardando con ansias a que llegase la hora justa, para ver si sucedía exactamente como había ocurrido hacía veinte años con sus padres. Los padres de Shinichi.
"Escuche, señorita, ya han pasado casi dos horas" dijo la anciana mujer "¿Está segura que no desea tomar algo? ¿Ni una copita ni nada para picar?"
"No, no" dijo ella, cortésmente "Gracias, pero esperaré. Pero, querría preguntarle algo…"
"Sí, adelante."
"¿Se ha resuelto ya el caso?" preguntó ella con una fingida sonrisa.
La camarera arqueó los ojos, sorprendida "¿El asesinato de al lado? Señorita, ya hace más de una hora…"
Ran abrió los ojos, estupefacta. ¿Más de una hora? ¿Y por qué rayos Shinichi no venía? De improvisto, un miedo se apoderó de ella. Otra vez. Otra vez ocurriría lo mismo, lo presentía. Otra vez se iría y la dejaría. ¿Por qué? ¿Por qué la había invitado a un sitio así si luego debía irse? ¿Para burlarse de ella o para hacerla sufrir aún más por él?
La chica volvió a mirar a través del cristal la urbana Tokio. A pesar de ser las doce y pico, había mucha actividad, y aún la habría hasta bien entrada la noche. Ahora era hora del divertimiento para los ejecutivos y los jóvenes. Pero no para ella. Seguía esperando. Tal vez esperando a nadie. Se preguntaba qué hacía ella allí, esperando a alguien que sabía del cierto que ya la había dejado plantada. Y, entonces, oyó que alguien la llamaba. Rápidamente se giró para encontrarse frente a frente con su interlocutor. Su sorpresa iba en aumento.
"¿Conan?" dijo ella, sin comprender "¿Qué haces aquí?"
Vio que el chico sonreía nerviosamente "Bu-Bueno, es que…"
Ran no le dio importancia y miró alrededor "¿Y…er…has visto a Shinichi?"
Vio que su rostro se ensombrecía, y empezó a temer que todo lo que se le había ocurrido fuese cierto. El niño empezó a hablar, sonriendo, pareciendo despreocupado.
"¡Pues sí! Shinichi-niichan resolvió un caso y alguien le llamó. Le decían que debía ir urgentemente a otro caso, así que se fue. ¡Qué morro!"
Ran empezó a cerrar los ojos, sonriendo. Una sonrisa vacía "Sí…"
Entonces Conan, al vislumbrar la preocupación de la chica, empezó de nuevo "S-Shinichi-niichan me dijo que te dijera que…"
"¡NO!"
Fue tal la brusquedad con que ella le gritó que Conan se quedó, más que sorprendido, culpable. Entonces vio que la chica empezaba a llorar, acurrucada a la mesa, sola.
"No quiero oír… más excusas…"
El suave tono en que lo dijo, sin rabia, aún le partió más el corazón al chico. La miraba sin saber qué decirle ni cómo consolarla. ¿Qué debía hacer? Había vuelto a encoger de nuevo. Ahora que todo pintaba tan bien, ahora que por fin volvía a ser el mismo, ahora que ya se había decidido, de una vez por todas, de hablar con Ran, resultaba que el antídoto era inestable, que su máximo era de veinticuatro horas.
"Shinichi-niichan me dijo que…" balbuceó el niño "…que él volvería… no importa lo que pase…y que le esperes…"
Conan miró a Ran, la cual ahora parecía un poco más animada. Entonces, ella dijo de improvisto, fingiendo estar enfadada "¿Y por qué diablos tengo que esperarle? ¡Yo no soy su madre! Venga, Conan, no hablemos de ese estúpido detective y cenemos, que estoy hambrienta. ¿Tú no?"
"Yo…sí." Dijo él, finalmente. Se enorgulleció de Ran. Lo había aceptado, pese a dejarla plantada tan descaradamente, había aceptado las palabras. Lo esperaría. Y eso para él valió muchísimo.
Mientras que ella, en su interior, se decía que podía esperarle otra vez, porque él así lo había dicho. Le había dicho que volvería, y lo haría. Ran confiaba en él, y aunque tardara mucho tiempo, ella le esperaría… ¿o no?
~ ~ ~
Ran se enjugó rápidamente las lágrimas con pesar y cambió de posición. Ahora estaba echada mirando su escritorio. No tenía sueño, pese a ser casi las doce. No había terminado los deberes, pese a tener que entregarlos mañana. No había preparado la cena, aunque tampoco se lo habían pedido. Pero ya le daba igual. Ahora ya le daba igual todo. ¿Por qué seguir esforzándose, cuando nadie se esfuerza por ti? ¿Por qué ser buena, gentil y amable, cuando nadie te lo agradece? Y no estamos hablando de bienes materiales, sino de un simple 'gracias' que nunca llega. Entonces, ¿para qué seguir luchando, sabiendo que el día de mañana todo será exactamente igual que el ahora?
Ran miró fijamente la foto que tenía encima de la mesilla de noche. Eran Shinichi y ella en el parque de atracciones; la foto más reciente de ambos juntos que ella conservaba. La miró tristemente y se estuvo un buen rato observándola, intentando encontrar paz allí. Pero sin previo aviso, la cogió con rabia y la puso bocabajo, al mismo tiempo que le daba la espalda e intentaba, una vez más, no pensar en el pasado, y mucho menos en él.
Fin del cap. 5
CONTINUARÁ
~Notas de la Autora~
¡Buenas a todos! Por fin he vuelto de mis segundas vacaciones, ¡qué ganas tenía de volver a ponerme al teclado! (Cualquiera diría que he estado en la cárcel para sentirme así… n_nU, pero aquí estoy de nuevo, ¡yeyeye! Y con más ideas que nunca después de mi laaaaarga ausencia (so sorry). Espero que os haya gustado el capítulo tanto como a mí, porque creo que me ha quedado bien (ahora es cuando no le gusta a nadie xD).
Y lo de siempre, ya os lo sabéis de memoria, ¿neh? Dudas, sugerencias, preguntas, reclamaciones y lo que queráis a cinturo@3xl.net
/ S a Y o N a R a B a B y \
CiNtUrO-cHaN (CCF)
· 24 – Agosto – 03 ·
