Detective Conan es una producción de Gosho Aoyama, todos sus derechos le pertenecen a él y a sus respectivos proveedores. Este fic no está hecho con fines de lucro, simplemente escribo por el gusto de escribir y para dar gusto a los lectores, así que, por favor, no me denuncien. Gracias n_n;
NA – Esta serie sigue el hilo del tomo 26, justo después de la reaparición de Shinichi (Shinichi's Rebirth). Este tomo aún no ha sido traducido al español y por eso mismo y para que entendáis más este fic, ya estoy en ello. De momento, os recomiendo que leáis esto para entenderlo mejor. Será un pequeño resumen, sólo para no perderos mucho en los primeros capítulos n_n
Tomo 26, capítulo 7 – Desenlace – Conan vuelve a ser Shinichi gracias al antídoto de Ai, pero este sólo dura 24 horas y justo cuando se había decidido a hablar con Ran (ya estaban los dos en un restaurante) se vuelve Conan.
::Simbología::
"…" Lo que dice un personaje
*…* Lo que piensa un personaje
* * * * * Cambio de escena
~ ~ ~ Flash Back
Empezando a Olvidar
Cap. 9 – 'Hoy empieza un nuevo día'
A Great Karateka in Love Fanfic,
bye CiNtUrO-cHaN
El público hizo un 'oh' de asombro. Todo había ido tan rápido que apenas se habían enterado de quién había punteado a quién. Sólo segundos después supieron que era Shikano la que había dado ese fuerte golpe a Ran, la cual estaba aún tendida al suelo, observada por los árbitros quienes ya empezaban a contar el tiempo de su presencia en el suelo. Toda la mancha azul de Teitan empezó a abuchear sobremanera a la adversaria, mientras que en la parte de delante del pabellón toda una mancha de uniformes marrones y lazos rojos animaban a Shikano.
"R-Ran…" Sonoko se puso de pies para ver qué hacía Ran que no se levantaba. Makoto la intentó tranquilizar en vano mientras la chica miraba preocupadamente hacia la pista, al igual que todos.
"¡P-Pobre Ran-neechan!" exclamó Ayumi, conmovida "¡Debe de estar pasándolo muy mal! Esa Shikano no me gusta nada" dijo la niña, a punto de llorar. Genta y Mitsuhiko asintieron, algo asustados también, mientras consolaban a la pequeña.
Ai se cruzó de brazos y se encaró hacia el pequeño detective, que aún no había dicho nada "Eso debe haber dolido, ¿eh, Kudo?" dijo ella en su habitual tono tranquilo.
Conan se puso ambas manos en la cabeza y la miró con indiferencia "Bah, es capaz de aguantar eso y más" dijo, sorprendiéndose a si mismo por la frialdad con que lo había soltado. De hecho, él había sido el primero en ponerse de pies ante el golpe de la adversaria de Ran, pero después se había quedad callado, absorto, dándole ánimos interiormente. Sabía que un golpe así lo podría aguantar… ¿no? Lo cierto es que el golpe había pintado ser duro… Casi todo el mundo hizo un 'auh…' como si les hubiesen pegado a ellos. Sin embargo, Conan no rectificó la frase. Confiaba plenamente en Ran y en sus posibilidades. No iba a perder.
Ai sonrió de ese modo que sólo ella podría hacerlo y volvió a mirar a la pista "¿Quién hablaba de Mouri?" dijo ella misteriosamente. Conan se giró sin entender cuando, para su sorpresa, alguien gritó detrás suyo.
"Ja, le está bien empleado. Esa engreída…"
Conan y CÍA se giraron sorprendidos hacia cierto sujeto que observaba el espectáculo detrás suyo con unos pequeños prismáticos. El pequeño detective se le quedó mirando, pasmado, sin saber qué demonios hacía Kaji Okata aquí. Al notar las miradas de todos, él miró hacia abajo y se encontró con los rabiosos ojos azules de Conan.
"¡TÚ!" exclamó él, mirándolo con rabia contenida.
Conan también se le quedó mirando y sonrió fríamente "¿Ahora que te ha dado plantón la abucheas?"
Agasa, los niños, Ai, Makoto y Sonoko se quedaron mirando la conversación entre ambos, sin saber quién era ese tío ni de qué se conocían, y mucho menos de lo que estaban hablando, excepto Sonoko, la cual sonrió y se abrazó aún más a Makoto y siguieron contemplando el partido sin más.
* * * * *
Un sinfín de pensamientos pasaban por la mente de Ran, la cual seguía al suelo, casi en estado de shock por lo que había ocurrido. Había sido todo tan rápido… Sin saber cómo, Shikano había arramblado contra ella y le había propinado un golpe en plena barriga que la había hecho. Notó como se le nublaba la vista y el dolor se apoderaba. Pese no parecerlo, Shikano era tremendamente fuerte. Y súmale a ese hecho el ir con tanta carrerilla… Una acaba K.O. Pero ella no era una cualquiera, estaba entrenada para eso. Si supiesen todos los entrenamientos extras a los que se había sometido últimamente únicamente ella, sin el equipo, con el sensei Kijikata… había recibido esos golpes y mucho peores, así que no había problema. No. No se había rendido ni mucho menos.
Para sorpresa de los árbitros, que ya empezaban a dudar si pitar falta o no, Ran dio un puñetazo al suelo y poco a poco empezó a levantarse. Lo cierto era que por muy acostumbrada a los golpes que estuviera, éstos no dejaban de doler por mucho que te entrenases. Poco a poco, se fue levantando de nuevo y adoptó la posición de lucha, mirando más fieramente a su adversaria que nunca. Shikano, por su parte, se quedó algo tocada por la rápida recuperación de Ran, ya que el tiempo que había estado al suelo era un récord para ella. No sólo era lista, sino resistente…
Ran miró a Shikano y notó que empezaba a dudar de sí misma. *Perfecto, era el empujón que necesitaba… No está al cien por cien segura de ganar, y esa es nuestra pequeña diferencia. Ahí es donde se diferencia el vencedor del perdedor. Porque el perdedor…*
La chica se abalanzó rápidamente como instantes antes había echo Shikano; con la pierna izquierda se apoyó al suelo y aprovechando la fuerza suya misma saltó alto, muy alto, mientras que Shikano se tapaba con ambos codos. Ran, en el aire, dio medio giro sorprendiendo así la estrategia de Shikano, y con la pierna libre con que había efectuado el giro golpeó fuertemente al costado del torso de su adversaria, lanzándola metros más allá. Luego recuperó su posición inicial y cayó suavemente al suelo. Su arma secreta, el ushirimawashiheri*, nunca antes le había fallado. Y hoy tampoco.
*…porque el perdedor sabe que va a perder.*
"¡Ushirimawashiheri le da la victoria a Mouri, de Teitan! ¡¡Mouri Ran es la nueva campeona sub-17 de este año!" gritaron los altavoces con emoción.
"¡¡BIEEEEEEN!! ¡¡MOURIIIIII!!" Fueron los gritos que empezaron a oírse. Lo cierto es que, para variar, no muchos habían visto con claridad lo que había ocurrido, ya que el ushirimawashiheri de Ran se había efectuado tan rápido que parecía difícil verlo a simple vista. Aún así, una imagen vale más que mil palabras: Ran, a la defensiva, y Shikano, tendida al suelo. A partir de allí empezaron a sonar los gritos de victoria por parte de Teitan, mientras que toda la mancha de la gradería de enfrente empezaban a poner caras largas.
"¡Uaaaah! ¡Ran-neechan es impresionante!" exclamaron los tres pequeños a la vez, observando a Ran como si tuviera estrellitas y brillantes por todas partes, con luz propia.
"¡¡Ha ganado, Ran ha ganado!!" exclamó Sonoko, poniéndose de pies al igual que el club de admiradores que había detrás.
Makoto asintió "El último movimiento ha estado genial. Se merecía la victoria. Me alegro por ella…" dijo él, con ambos brazos cruzados y mirando a Ran como si estuviese orgulloso de ella, para sorpresa de Sonoko.
Ai también se había quedado algo sorprendida "Vaya golpe… no me gustaría enfadarme con ella. ¿Me oyes, Kudo? Será mejor que te andes con ojo o sino…" La chica de pelo castaño que seguía observando el partido con los prismáticos se extrañó al no recibir respuesta de Conan. Se giró, y para su sorpresa el chico parecía bastante triste y solitario. Ai nunca, nunca le había visto así. El pequeño detective miraba a Ran como si fuese a… ¿marcharse? De repente Ai lo entendió todo. *Kudo…*
Conan se giró repentinamente hacia Ai, la cual le miraba fijamente. El chico se echó hacia atrás, asustado "¡H-Haibara! ¿Q-Qué quieres?" gritó él, con una mano en el pecho.
Ai sonrió levemente y negó con la cabeza "Nada…" y volvió a mirar a la pista "Parece que ha ganado, ¿eh?" dijo ella, intentando animarle. El chico asintió y sonrió forzadamente, aparentando felicidad por la victoria. Ai lo miró algo apenada, sabía que el chico no lo estaba pasando muy bien. Entonces, Conan se puso de pies "Voy…voy a bajo, a felicitarla. No me esperéis para volver…" y dicho esto, empezó a bajar las escaleras hacia la zona del enfrentamiento. Ai y todos se lo quedaron mirando algo sorprendidos.
"Eh, Ai" el profesor se acercó a la niña y le susurró a la oreja "¿Qué le pasa a Shinichi?"
Ai sonrió "Nada, que empieza a madurar" La chica continuó mirando hacia abajo, dejando bastante intrigado al profesor.
"¡Muy bien, muy bien!" El señor Kijikata se abalanzó literalmente contra Ran y la abrazó de tal modo que incluso la levantó del suelo "¡Has estado genial, Ran! ¡Mi pequeño saltamontes está creciendo!"
Ran se puso algo roja "¡V-Vale, gracias, pero bájeme!" exclamó la chica, viendo como todo el mundo miraba cómo la levantaba del suelo. Kijikata, aún sonriendo, la dejó al suelo. Acto seguido vino un hombre con un micro y se acercó hacia ella. Ran se lo quedó mirando sorprendida.
"¡Y aquí tenemos a la ganadora Mouri, la afortunada que tendrá la plaza asegurada para el T.K.A! ¡Dinos, Mouri, ¿qué te ha parecido este enfrentamiento?!" y acto seguido le puso el micro en plena cara.
"Ah-er… bue-bueno… ha estado bien… Ha habido un momento que la cosa pintaba negra, pero lo cierto es que Shikano ha sido una gran rival, ¡hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien!" exclamó ella, olvidándose de que todo lo que acababa de decir estaba resonando por el salón. El interlocutor, algo contrariado, le dio las gracias y se marchó, dejando a Ran bastante contenta. Junto a Kijikata se dirigió al banquete para esperar a que empezara la ceremonia de entrega de premios, donde no sólo estaba su categoría, sino de todos los vencedores del día de los deportes.
*He ganado…he ganado…* Ran cerró los ojos, feliz y orgullosa de sí misma, pero de repente se dio cuenta de la realidad. Ganar a Shikano es igual a quedar primera; quedar primera es igual a obtener una beca en el T.K.A; ganar un beca en el T.K.A es sinónimo de subir a la fama del kárate. *Pero… ¿es este el buen camino?*
"¡Ran-neechan! ¡Ran-neechan!"
Ran alzó la cabeza y se giró para encontrarse con la sonriente y dócil cara de Conan Edogawa, que estaba en primera fila, justo a un metro detrás de ella.
"¡Conan!" la chica sonrió y se abalanzó hacia él "¡He ganado, Conan, he ganado!" dijo la chica, abrazándole. Conan también la abrazó, pero esta vez no se sintió feliz porque le abrazara ni sintió ninguna hemorragia nasal. Esta vez, a diferencia de las otras, estaba vacío… Pero no podía hacérselo saber a nadie, y menos a Ran, o le aguaría el día. Hoy había ganado y se lo merecía. Él no era nadie para entristecerla.
"¡Felicidades, Ran-neechan! ¿Me enseñarás a hacer una patada de esas?" gritó el pequeño, separándose del abrazo.
Ran sonrió "Je, je, vale. Pero te costará un poco… ¡te lo digo por experiencia!" Entonces se acercó el señor Kijikata y le dijo algo a Ran sin que Conan lo oyera. Esta asintió y volvió a mirar a Conan "Bueno, tengo que irme a la ceremonia de entrega de premios. ¡Al podium!" dijo ella, risueña. Conan parpadeó y se la quedó mirando, embobado. Nunca antes la había visto tan feliz… Irremediablemente, se sintió mal. al parecer, ella se lo pasaba mejor con el kárate que con él… Bueno, no era de extrañar, con el poco caso que le había hecho antes de convertirse en Conan y sobretodo después de convertirse en Conan… no era anormal que no se divirtiera con él. Y en parte se alegró: ese era su mundo. Ese era su destino. Ese era su futuro. Ser una gran karateka, una excepcional cinturón negro, conseguir premios y más premios, ir incluso a las Olimpiadas, y luego volver al Japón para impartir clases como sensei. Ese era su destino… que no estaba junto a él. Era difícil, pero era cierto. Conan sabía qué era lo mejor para ella y, por consiguiente, lo mejor para él. Su felicidad era su felicidad. Si ella lloraba, él se sentía culpable, siendo o no el causante de su llanto. Si ella estaba feliz… entonces todo lo demás daba igual.
"¿Quieres venir?"
Conan alzó la cabeza repentinamente y miró a la chica sin entender "¿Eh?" Antes de que pudiese darse cuenta, Ran le cogió y se lo cargó a los hombros, y junto al señor Kijikata se dirigieron a la meta. Para sorpresa del presentador, llegó la campeona sub-18, con un crío de gafas bastante rojo cargado a los hombros. A su lado también se encontraba el señor Kijikata. En el público, el profesor y los demás se quedaron boquiabiertos al ver al pequeño detective allí arriba. Para sorpresa de Conan, Ran le 'obligó' también a subir al podium con él, cosa que el chico no encontraba correcta porque él no había ganado nada; a decir verdad, lo había perdido…
"¡¡Y ahora procederemos a la entrega de premios!!"
Ran dejó a Conan a su lado, ambos en el número 1. La chica vio como a su lado ascendía en la segunda posición Shikano Michi, a la cual le acababan de entregar la medalla de plata. Por un momento se miraron, y a Ran le pareció que le había sonreído. *Eres legal…* pensó ella, sabiendo lo duro que habría resultado estar en su lugar.
"¡Y la medalla de oro será entrada nada más y nada menos que por el presidente del Tokio Karate Corporation, el señor Saguruno!"
Hubo un aplauso general y un hombre vestido con traje negro se acercó hacia Ran con la medalla dorada y un ramo de rosas rojas. Se dieron dos besos y la chica se inclinó para que la coronaran. Lo primero que notó fue que la medalla pesaba lo suyo. *¿E-Es todo oro?* pensó, sorprendida *Je… será mejor que no deje acercarse a papá a ella…*
Conan, desde abajo, observó la cara de felicidad sin límites de la chica, la cual había recibido ahora una copa y la estaba alzando hacia todo el público de Teitan, el cual estalló de alegría. Pero él no. Se limitó a sonreír tristemente y a agachar la cabeza. Sabía que su tiempo había pasado…
* * * * *
Kogoro Mouri estaba dormido sobre la mesa de trabajo, con la tele encendida y dos cervezas abiertas, soñando con el concierto en que Yoko Okino le daría un beso delante de todos sus enojados y celosos fans. Pero su sueño se vio interrumpido por un sonido parecido a una manada en movimiento. La puerta de la oficina se abrió con toda su anchura haciendo un gran '¡pom!' y por consiguiente sacando de sus más secretos sueños al detective Kogoro Mouri y hacerle caer de la silla de espaldas.
"¡¡Papá, venga, cámbiate que nos vamos!!"
Kogoro observó cómo Ran, cual tigre feroz, subía las escaleras hacia el piso de arriba para cambiarse. Kogoro se empezó a incorporar y se sentó de nuevo, enfadado.
"¿Se puede saber a qué…?"
Al mismo instante, aparecieron tras Ran Conan, Sonoko, Makoto, Agasa, Ayumi, Genta, Mitsuhiko, Ai, el señor Kijikata y una veintena de alumnos de Teitan, invadiendo así la limitada habitación.
"¡¿Pero qu…?!"
"¡¡Kogoro!! ¡No me diga que no sabe que su hija ha ganado el campeonato!" exclamó Sonoko, dirigiéndose hacia Kogoro con los brazos cruzados.
Kogoro parpadeó, incrédulo "Eso…eso significa que…" Sonoko sonrió. Sabía que, por poco que fuera, él se alegraría de una cosa tan importante para su única hija. Entonces, Kogoro se puso encima de la mesa con unos abanicos con la bandera japonesa "¡¡…ESO SIGNIFICA QUE NO TENDRÉ QUE PAGARLE LOS ESTUDIOS!! ¡¡Yujuuuu!!"
Plof Ruido que ocasionaron todos los presentes en caer de culo.
"¡Ya estoy lista!" Ran bajó del primer piso, ya sin el kimono de lucha. Esta vez llevaba ya un jersei de cuello alto y azul oscuro y unos pantalones cortos tejanos. La chica se dirigió hacia Kogoro, el cual seguía celebrando la recién noticia "¡Papá, date prisa que nos vamos!"
Kogoro la miró sin entender, frunciendo el ceño "¿Irnos…adónde?"
Para su sorpresa, todos los presentes, incluida Ran, sonrieron pillines. Kogoro se temió lo peor…
* * * * *
"¡Eh, eh, por aquí! ¡Yo quiero subir ahí, Makoto!" Sonoko tiró de Makoto hacia la atracción de la ruleta, mientras el chico se ponía algo a la defensiva. Los alumnos de Teitan que formaban el club de fans de Ran estaban aquí y allá, dispersos, cada uno yendo por su lado. Por su parte, Kogoro se encontraba tomando un plato de ramen en un pequeño restaurante junto a Ran y Conan. El hombre se sacó su billetera de nuevo.
"La madre que… ¡¡Me han arruinado!!" exclamó por enésima vez, señalándoles la billetera vacía "¡¿Por qué demonios debía invitaros yo a este dichoso parque de atracciones?!" exclamó él, señalando el enorme parque donde se encontraban. A pesar de que el Sol se estaba poniendo, todos habían decidido de ir a celebrar la victoria allí.
Ran sonrió "Vamos, vamos. El señor Kijikata también te ayudó a pagar… y tu sueldo te lo permite, papá" razonó la chica, intentando que se le pasara la rabieta.
Kogoro resopló y empezó a comer de nuevo "¿Y por qué precisamente AQUÍ? ¿Es que os van los parques de atracciones o algo? Conozco muchos más que están mejor de precio…" refunfuñó, molesto.
Ran sonrió melancólicamente y se quedó en silencio, mirando hacia el gran castillo del parque. Había sido ella la que había dado la idea de ir allí, y ya que la victoria era suya, todos accedieron al instante, además que la idea de ir a uno de los mejores parques de atracciones de la zona completamente gratis no era una idea que les desagradase mucho, ciertamente. Pero ella tenía sus motivos. Ese fue el lugar donde empezó todo… Ran giró la cabeza y miró la montaña rusa, delante de ella; y al lado, el oscuro callejón por donde desapareció Shinichi. Sin poderlo evitar, notó como sus ojos empezaban a humedecerse. Rápidamente se los frotó y giró la vista hacia su plato de ramen de nuevo, esperando que nadie la hubiese visto llorar. Nada más lejos de la realidad, Conan se la quedó mirando silenciosa y tristemente, sabiendo exactamente hacia dónde había mirado la chica instantes antes.
"¡Conan, Ran-neechan, subamos a la montaña rusa, venga!" exclamó Ayumi; Genta y Mitsuhiko asintieron felizmente y empezaron a correr hacia la cola de la atracción.
Conan sonrió nerviosamente y miró a Ran "Er… ¿quie-quieres ir?" preguntó él tímidamente.
Ran lo miró y sonrió "No, no me apetece. Además, aún no he terminado la cena… Ve tú con ellos, Conan" dijo ella, sin mirar hacia la atracción. Por nada del mundo volvería a subir ahí, le traía demasiados recuerdos.
El pequeño detective la miró y se giró hacia Ayumi "Id vosotros, Ayumi, que yo aún quiero tomarme un helado. Me quedaré con Ran-neechan."
Ayumi asintió algo triste y se fue corriendo hacia sus dos amigos. Conan volvió a mirar a Ran la cual estaba inmersa en sus pensamientos. Quería decirle algo, quería decirle que se animara, que volviera a sonreír de esa manera que sólo ella podía hacerlo, pero no encontraba las palabras. Y, vete tú a saber, quizás la chica se imaginara algo raro, como que Conan iba tras ella, lo cual no dejaba de ser cierto.
"¡RAAAAN! ¡¡Ran, Ran, Ran, Ran, Raaaaaaan!!"
Ran, Kogoro y Conan dieron un salto considerable a causa del susto y vieron como Sonoko se lanzaba a los brazos de su amiga, radiante de alegría. Tras ella, apareció Makoto, algo rojo también.
"¿So-Sonoko…? ¿Qué pasa?" preguntó la chica, mirando a su amiga la cual empezó a separarse de ella.
Sonoko se puso de pies de nuevo junto a Makoto y ambos enseñaron sus respectivas manos derechas. Ran, Conan y Kogoro observaron que tanto el uno como el otro llevaban el mismo anillo plateado en el dedo índice…
Ran parpadeó y miró a Sonoko sin creérselo "So-So-Sonoko… vosotros no…" Ran parpadeó y miró a su amiga interrogativa, y ésta afirmó lentamente, algo sonrosada. Ran se la quedó mirando, harto sorprendida, al igual que Conan.
"¡So-Sonoko, felicidades!" Ambas chicas se abrazaron, y ambas empezaron a llorar, contentas. Ran entrecerró los ojos y la imagen de ambas en la cafetería comiendo le vino a la cabeza. Se separó un poco del abrazo de su amiga, y aún llorando le dijo pícaramente "Así que era a 'esto' a lo que te referías con lo de llevarte al hotel Kyoto…" dijo la chica, guiñándole un ojo.
Sonoko asintió nerviosamente y Ran miró a Makoto, el cual se le cayó una gotita de lo emocionada que estaba su prometida.
"Muchas felicidades, Sonoko, te lo digo de corazón. ¡Y a ti también, Kyogoku!" Ran fue hacia el chico moreno y le abrazó amistosamente, ante la asesina mirada del pequeño.
"Je-je, ¿ves, Ran?" Sonoko se acercó por detrás de la chica con la típica expresión de 'tenía razón'.
Ran parpadeó sin comprender y la heredera de la fortuna Suzuki le guiñó un ojo y le señaló el anillo "¡Esto es para lo que un chico invita a una chica al hotel Kyoto!"
*¡¿QU…?!*
Conan y Ran hicieron la misma cara de sorpresa y vergüenza. Ran empezó a reaccionar y a enfadarse con Sonoko mientras esta no paraba de sonreírle pícaramente, y Makoto sólo intentaba detener a la ahora furiosa Ran. En esos instantes, Conan miraba de soslayo a la campeona del torneo de kárate, sonriendo interiormente, sabiendo que lo que acababa de decirle Sonoko a Ran era del todo cierto…
Kogoro miró refunfuñando el reloj "Eh, ya son más de las dos… el crío este mañana tiene colegio, ¿no sería mejor irnos ya?" preguntó el famoso detective a su hija, su amiga y su prometido, ya que el resto del grupo se había independizado por completo, y los pequeños detectives, junto con Agasa y Ai, ya se habían ido hacía rato.
"Sí, tal vez tengas razón" repuso Ran, mirando con preocupación el reloj "Conan mañana tiene clases…"
Conan miró sorprendido a Ran "¿Y tú no tienes mañana clases, Ran-neechan?"
Ran negó con la cabeza "No. Es que… bueno, como he ganado el torneo, la federación me ha concedido un día libre, je-je. Y además, este curso falta poco para que termine…" dijo la chica, mirando a Sonoko que asintió con algo de envidia, porque ella mañana –o mejor dicho, hoy – sí tendría que ir a clases, pese al sueño.
Así pues, todos empezaron a desfilar. Charlaban animadamente, más que nada sobre los recién prometidos, los cuales parecían llevarlo bastante bien. Makoto, eso sí, estaba bastante más alterado que Sonoko. La chica por su parte estaba muy ilusionada, y a Ran le pareció que nunca antes la había visto tan radiante de felicidad. *Así que eso es lo que se siente, Sonoko…* pensó ella con tristeza.
Conan iba mirando hacia Sonoko y Makoto y luego hacia Ran. Había visto que la chica lo había aceptado bien, pero aún así seguía bastante triste. Ahora, más que nunca, debería animarla. La cuestión era… ¿cómo? Involuntariamente, sus ojos pasaron hacia el callejón donde, una vez no hacía mucho tiempo, vio adentrarse a Vodka. Le pareció curioso que en dos años nunca más hubiese entrado allí. Pero, si analizaban el terreno o cualquier otra parte de la hierba que allí había, quizás encontrarían alguna prueba… ¿cómo no se le había ocurrido antes? Ese era un lugar un tanto lúgubre, y seguramente que no solía haber mucha gente allí. Así que si comprobaban distintos ADN y los relacionaban… ¡habría posibilidades de coger a Gin y Vodka! ¡Y al hombre al que chantajearon!
Separándose del grupo con convicción, Conan empezó a correr hacia el callejón. Ran se percató de que el pequeño había empezado a correr a toda pastilla sin previo aviso, y al ver al lugar al que se dirigía, su corazón dio un vuelco. Simultáneamente, extendió la mano hacia a él mientras gritaba.
"¡¡NO!! ¡¡CONAN, NO!!"
Fue tal el ímpetu con el que gritó la chica que medio parque se enteró de que alguien había dicho que no a un tal Conan. Por su parte, Kogoro, Sonoko y Makoto se quedaron algo sorprendidos, sin comprender muy bien por qué el pequeño se había ido y por qué Ran había reaccionado así. No era tan grave, ¿no?
Sin embargo, Conan se paró al mismo instante que oyó su llorosa voz. Se giró, impactado, mirando como ella lo miraba con sus ahora húmedos ojos suplicantes. Se sintió sin fuerzas de ir hacia allí, sabiendo exactamente qué es lo que había impulsado a Ran a hacer lo que había hecho. Al fin y al cabo no era una cosa que se le pudiese discutir. Ran empezó a andar hacia él y le tomó de la mano, con la mirada escondida tras el pelo, y con fuerza lo arrastró de nuevo hacia el grupo y empezó a andar con decisión hacia la salida del parque, ante las atónitas miradas de los demás. Por su parte, Conan no dijo nada, dejándose llevar por Ran sin oponer la mínima resistencia. *Está bien. Lo prometo, prometo que no volveré a pisar ese callejón en toda mi vida. Da igual que haya pruebas de ADN, como si está el mismísimo pasaporte de Gin. Los atraparé con mis propios medios, sin poner un pie en ese maldito callejón* Conan miró con tristeza y a la vez decisión hacia Ran *Te lo prometo.*
* * * * *
El sonido del despertador, como cada mañana, le sonó algo lejano. Dejó que sonara durante unos minutos hasta finalmente encontrar fuerzas de flaqueza y desperezarse para pararlo. Se calzó e intentando no chocar con las paredes, se dirigió al lavabo a asearse. Luego, volvió a su diminuta e improvisada habitación y se puso sus habituales ropajes: su camiseta blanca, su americana azul y sus pantalones grisáceos, sin olvidar, cómo no, de la pajarita transformadora de voz y las zapatillas de fuerza de reacción. Y, sin duda, lo más importante: las gafas.
Cuando estuvo listo, y aún teniendo en mente los acontecimientos, a rasgos generales, del día anterior, se dirigió a la cocina, donde para su sorpresa ya había actividad. Al llegar allí vio como cada mañana a Ran con delantal preparándoles a él y a Kogoro el desayuno.
"Buenos días, Ran-neechan" dijo él, inocentemente, mientras se sentaba en la mesa.
Ran se giró algo alarmada, obviamente no le había oído llegar, pero se tranquilizó inmediatamente y sonrió como cada día, volviendo a los fogones "Buenas, Conan. Hoy no hacía falta que te levantaras tan temprano" dijo ella, sirviéndole el desayuno.
Conan empezó a comer gustosamente "Pero… ¿hoy no tenías fiesta? Ya me habría hecho yo mismo la comida y así tú hubieses podido dormir un ratito más, Ran-neechan…" contradijo él, algo extrañado, mientras saboreaba las delicias de la chica.
Ran, de espaldas, se quedó un momento en silencio "Bueno… es la costumbre, ya no tenía más sueño. Y así de paso me disculpaba por mi comportamiento de la noche pasada…"
El pequeño parpadeó ante la mención de los sucesos del parque de atracciones, en especial de los sucesos del callejón, y la miró algo preocupado. ¿Seguía pensando en eso? Era culpa suya… ¡nunca debió irse hacia allí, y menos teniendo a Ran al lado! Era perfectamente justificable su reacción. Tendría que ser él quien pidiera disculpas, por recordarle ese día… ¿y en lugar de eso se las pedía ella a él?
"¿Po-Por qué…?" titubeó el chico.
Ran seguía dándole la espalda, como para querer ocultarse su rostro "Bueno… ya sabes, lo del callejón. Es que…er… bueno, me recordaste cuando Shinichi se fue… y pues… creí que tú también te irías y…s-sniff…"
Conan se quedó en blanco, repitiendo mentalmente el último ruido: 'snif'. Rápidamente se alzó de la silla y se puso delante de la chica para obligarla a mirarle. Para su sorpresa, estaba llorando. Ran, al ver que el pequeño estaba allí, se frotó rápidamente los ojos, contrariada y sonrió torpemente "¡E-Es que se me ha metido algo en los ojos y…!" se excusó, en vano, ella. "Anda, ve y come, que sino llegarás tarde." Conan no quiso darle más vueltas y por consiguiente más tristezas a Ran y obedeció al pie de la letra.
"Tranquila, Ran-neechan" dijo él, con una extraña voz a juzgar por Ran, la cual se giró sorprendida. Conan la miró despreocupadamente, la misma mirada que siempre solía tener cuando encontraba una prueba irrefutable sobre la identidad de un asesino o la maquinación de un asesinato. Con esa misma mirada y ese brillo en los ojos, sonrió "Yo nunca me iré de tu lado."
*Co-Conan…* Ran parpadeó, indecisa. ¿Qué había querido decir con eso? *No sé por qué, pero… Conan… esa expresión…*
El pequeño detective, sin más, se giró de nuevo y empezó a comer la mar de feliz. Ran se lo quedó mirando, aún sorprendida *…Como si fuese Shinichi…*
Conan, por su parte, se alegró que la chica estuviese ahora más animada, pero al darle tantas vueltas cayó en la cuenta de algo importante: con la frase que había dicho y, lo más importante, cómo la había dicho, parecía que le diese a entender a ella que él, no como Shinichi sino como Conan, le gustaba…
Él miró preocupado hacia la chica, la cual no parecía haberse sospechado ni malentendido nada. Así que él continuó con el almuerzo, más tranquilo.
* * * * *
El profesor Agasa bostezó por decimoséptima vez consecutiva, según Ai, observando aburrido el monitor del ordenador. Llevaba tan sólo CUATRO horas, y ya estaba cansado. En cambio, ella, Ai Haibara, aka Sherry, nombre real del cual era Shiho Miyano, se pasó ayer 17 de las 24 horas que tenía el día, sin contar la hora y media que estuvo en el torneo de Ran y luego en el parque de atracciones. Pero ella ya estaba acostumbrada a trabajar mucho y dormir poco, algo que no parecía encajar demasiado con la rutina del profesor, el cual la estaba substituyendo para que descansara un poco. En lugar de eso, como no tenía sueño, se dedicaba a observar las caritas que ponía el profesor cada dos segundos, ya que, para su frustración, no le salía nada.
En los últimos días, cierto era que habían habido muchos avances, pero desde que llamaron a Conan diciéndole lo de el antídoto inminente, que no había habido ningún avance más. Pero estaba convencida de que tarde o temprano, preferiblemente temprano, llegaría.
"Ai…"
La pequeña entreabrió el ojo que tenía cerrado y miró interrogativamente al profesor "¿Qué pasa ahora?" demandó ella, algo cansada de que cada dos por tres la hiciese levantar.
El hombre se frotó el bigote y miró sin comprender el monitor, mientras le hacía gestos con la mano de que viniese. La chica, a regañadientes, se alzó del sofá y se sentó al lado del profesor, aburrida. Él le señaló el conjunto de números, letras y signos extraños con preocupación. Al ver que la pequeña no contestaba, la miró. Vio que tenía una luz extraña en los ojos, que se miraba el objeto sin dar crédito a lo que veía. Él también miró el monitor, intentando buscar algo sorprendente, aunque no lo encontró.
Entonces la pequeña saltó de la silla y se fue corriendo directa hacia el laboratorio. El profesor se la quedó mirando sin comprender "¡Eh, Ai, ¿dónde vas?!" El hombre la siguió con cierta incertidumbre.
Para su sorpresa, la pequeña se paró a medio camino y se giró, mirándolo con una sonrisa audaz.
"Tenemos el veneno. Ahora sólo hay que crearlo."
Fin del cap.9
CONTINUARÁ
·Notas de la Autora·
*Ushirimawashiheri: Supongo que a muchos de vosotros esto os sonará a chino. Lo cierto es que esto existe (no sé si se escribe así o separado @_@). Es el típico movimiento del kárate de Ran, y aunque en el fic ya lo explico, aquí lo vuelvo a poner: se trata de ese salto que da al aire y en el cual da una especie de patada giratoria. Lo ha hecho muchas veces, ante la admiración/sorpresa/intimidación de todos (^^;).
Bueno, ¡otro capítulo más! Espero que os haya gustado. Para ser sincera, en un principio este tenía que ser el último (glub), pero al final se me fue alargando más y más, así que en principio, este tendría que ser el penúltimo. Tengo previsto que llegue a diez más un prólogo. Pero, claro, lo que yo prevenga, resulta que a la hora de escribir es al revés (¬¬). Relativo al capítulo… ¿os ha gustado? A mí, personalmente, xip. Sobretodo la escena del callejón. Es raro que con tan tos fics que haya por el mundo y tantos que estén dedicados a esta pareja, nunca nadie haya hecho una escena en el callejón (bueno, nadie no. Seguro que mucha gente, salvo que yo nunca lo he leído ^^). En fin, creo que, a rasgos generales, me está quedando bien. Espero que os guste el final, porque, cómo no, va a haber polémica! No os penséis que aquí la felicidad se gana como si nada, no! Jojojo, voy a haceros sufrir un poquitín más, pero no os adelanto nada porque, a parte de que soy muy mala, no os quiero estropear la sorpresa (n_~).
Esto sería todo. Y lo de siempre: si queréis enviarme un comentario, una sugerencia o lo que sea, mandádmelo a cinturo@3xl.net . Desde aquí un saludo muy cordial a todos aquellos que me escriben para animarme y decirme su opinión, ya que la crítica me ayuda mucho n_n. Saludos también a los integrantes de mi foro, a la comunidad de Kazuha_Hattori y todas/os sus integrantes, a los chicos/as del foro del 3xl.net y a mis amigas Jess, Arzainer, Keisa69, etc. Sé que me olvido a mucha gente (bendita mi memoria XD) pero no doy para más… sorry ú_ú.
Ja ne, y hasta la próxima! La próxima entrega promete!
Salu2 a to2,
CiNtUrO-cHaN (CCF)
···12 de Octubre del 2003···
