Detective Conan es una producción de Gosho Aoyama, todos sus derechos le pertenecen a él y a sus respectivos proveedores. Este fic no está hecho con fines de lucro, simplemente escribo por el gusto de escribir y para dar gusto a los lectores, así que, por favor, no me denuncien. Gracias n_n;
NA – Esta serie sigue el hilo del tomo 26, justo después de la reaparición de Shinichi (Shinichi's Rebirth). Este tomo aún no ha sido traducido al español y por eso mismo y para que entendáis más este fic, ya estoy en ello. De momento, os recomiendo que leáis esto para entenderlo mejor. Será un pequeño resumen, sólo para no perderos mucho en los primeros capítulos n_n
Tomo 26, capítulo 7 – Desenlace – Conan vuelve a ser Shinichi gracias al antídoto de Ai, pero este sólo dura 24 horas y justo cuando se había decidido a hablar con Ran (ya estaban los dos en un restaurante) se vuelve Conan.
::Simbología::
"…" Lo que dice un personaje
*…* Lo que piensa un personaje
* * * * * Cambio de escena
~ ~ ~ Flash Back
Empezando a Olvidar
Cap. 10 – 'El cambio a mejor'
A Great Karateka in Love Fanfic,
bye CiNtUrO-cHaN
Aburrida, echó un suspiro de cansancio y cambió de posición. Se levantó sin ninguna cosa en mente, y empezó a vagar sin rumbo por la casa, como si acabara de levantarse y estuviese medio confundida. Ya había pasado una hora desde que había acompañado a Conan a la escuela, ya que ella en el día de hoy tenía fiesta proporcionada por el club de deportes. Pero lo malo es que era la única de todo el instituto que tenía el día libre, así que no podía salir con Sonoko, y no tenía mucha energía después del gran combate de ayer para ir a dar una vuelta. Sólo andaba de aquí para allá, sin ningún objetivo fijo. Recién se dio cuenta de que ya había hecho todo lo posible: barrer, ir a sacar la basura, preparar la comida e incluso comprar los ingredientes para la cena, estudiar un poco…
"Rayos, debo ser una amargada para no saber qué hacer…" dijo para sí. Sin darse cuenta, pasó por el lado del calendario. Se giró hacia él y lo miró tristemente. Allí había empezado todo. Suavemente, pasó las hojas hasta llegar al mes de febrero, concretamente hasta el White Day. De eso parecía que hubiese transcurrido una eternidad, pero lo cierto es que no tanto… ahora estaban a finales de marzo, casi abril… (NA: En Japón, el curso termina por estas fechas)
Había estado pensando bastante en lo del T.K.A… Ahora era la campeona sub-17, lo cual implicaba recibir la beca directa del Tokio Karate Asosation. Dentro de pocos días recibiría, sin lugar a dudas, el certificado conforme ingresaba o no el curso siguiente en la asociación de kárate de Tokio, y eso no lo dice cualquiera. La cuestión era… ¿aceptaría o rechazaría? Más indecisa no podía estar: después de recapitular sobre ella misma y rehacerse de lo de Shinichi, todo había sido muy confuso. Ella misma sabía que jamás de los jamases podía llegar a odiar a Shinichi. Eso sería totalmente imposible. Lo que le pasó entonces, y el motivo por el cual dijo todas esas barbaridades, era porque estaba dolida. Sí, dolida porque Shinichi no se había acordado de ella, dolida porque para ella, él era lo más importante, y él se había olvidado de ella en un día tan importante como el White Day… y no pudo aguantar el dolor, dolor que inoportunamente se transformó en rabia, y de allí a que le dijese a Conan y a todos que le odiaba, que no le quería, y que cambiaría… sí, irónicamente todo lo que hizo para alejarse de él surgió en un primer momento por estar pendiente de él.
*Pero… ¿y ahora?* La chica se puso un poco roja mientras observaba el movimiento que había fuera de la agencia, el ir y venir de la gente y el ruido de los coches. Hacía buen tiempo, ya que estaban en primavera, y algunos cerezos se podían entrever a la lejanía *Está claro que me sigue… er… bueno, que me cae bien y eso, pero…* su rostro se ensombreció y sus ojos empezaron a iluminarse *Pero… no sé si le podré perdonar que…*
La chica volvió a mirar de nuevo hacia la estancia. Estaba completamente sola, puesto que su padre había ido en llamada del inspector Megure. *Un caso… qué irónico, por culpa de los estúpidos casos siempre me quedo sola…*
* * * * *
Hubo unos instantes de silencio. Un silencio incómodo y vivido intensamente por los dos ocupantes de la pequeña estancia, los cuales miraron la pequeña probeta con determinación y alivio de que no hubiese explotado. Luego la pequeña chica de pelo castaño con bata blanca añadió una pequeña dosis de un líquido grisáceo a la ya de por sí extraña mezcla. Otro largo silencio, y ninguna explosión. El profesor Agasa cogió un pañuelo y se secó el sudor frío.
"Oye, Ai… ¿crees que vamos bien?" preguntó el profesor no muy convencido.
La chica sonrió triunfalmente "Pues claro. Creo que usted cree erróneamente que si un experimento explota resulta eficaz, profesor. Y es todo lo contrario" añadió sonriendo pícaramente hacia el ofendido doctor. "Tráigame ese recipiente de allá" y señaló la mesa de al lado llena de extraños recipientes de cristal. Agasa fue refunfuñando hacia allá. Llevaban más de cuatro horas metidos en el laboratorio, y lo que era peor: él tenía el papel secundario. Aunque lo cierto es que aquí, el genio era Ai y no él, cosa que no era del todo anormal.
"Aquí tienes" dijo, dándole el recipiente. La chica lo tomó con delicadeza y tiró el líquido en él. Lo removió un poco y lo tapó con un tapón. Luego miró sonriente al doctor "Ya está."
El hombre parpadeó incrédulamente "¿Ya está? ¿El qué ya está?" preguntó él inocentemente. Ai suspiró cansada y se quitó la bata. Tomó el recipiente y salió del laboratorio, seguida del profesor "¡Ai, ¿el qué ya está?! ¿Qué es lo que has hecho esta vez? ¿Otro intento de cura o bien…?"
Ai se giró, medio ofendida, medio satisfecha "Nada de 'intento'. Este es el antídoto definitivo" dijo ella, jovial, mostrándole el recipiente. Agasa se inclinó hacia él y lo observó minuciosamente, rascándose el bigote. Luego sonrió.
"¡Genial, Ai! ¡Eres la mejor! Voy a llamar a Shinichi ahora mismo" dijo dirigiéndose hacia el teléfono, pero la pequeña lo detuvo.
"Profesor, son las doce del mediodía. Está en la escuela. Recuerde que yo no he ido con el pretexto de que estaba resfriada" dijo la muchacha, dirigiéndose al sofá a leer alguna revista. El profesor la observó algo intrigado y se acercó a ella.
"¿Este es el definitivo?" preguntó, pareciendo no muy convencido.
Ai asintió vagamente. Agasa volvió a preguntar "¿Pero definitivo, definitivo?" volvió a preguntar él. La chica volvió a asentir, cansada. El profesor se rasgó la cabeza inocentemente "¿Y entonces por qué no lo pruebas?"
La pequeña Ai Haibara se quedó algo parada ante la pregunta. Lo cierto es que no dejaba de tener lógica, pero a decir verdad, ya desde hacía mucho tiempo, ella misma había acabado creyendo que la cura era sólo para Kudo, y no para ella. Notó un sentimiento que la invadía y se dirigió hacia el recipiente con decisión. Cogió un vaso y vertió en él parte de la nueva anti-aptx 4869. Agasa observó a la pequeña con detenimiento. Parecía tener sus dudas. Y, repentinamente y sin previo aviso, cogió el vaso y se bebió la bebida de un trago.
Pasaron los segundos y la chica empezó a recuperarse. Se miró las manos sin entender "No pasa nada…" dijo bastante entristecida, tanto por no cambiar a su cuerpo real como por haberse equivocado en lo que a su nombre de buena científica se refería. Miró al también sorprendido Agasa, el cual ya tenía ropa de Yukiko en mano para que se la pusiera Ai cuando hubiese cambiado. La dejó a un lado y se dirigió hacia la chica "Vamos, vamos, no tienes por qué entristecerte. ¡Ya habrá más antídotos! Si te sirve de consuelo, yo jamás hubiera llegado tan lejos…" el doctor observó pacientemente la pequeña, la cual estaba con las manos y las rodillas al suelo, con la vista al suelo. Empezó a apretar fuertemente sus puños y el doctor se alarmó "¡Ai, para! Te harás daño" Pasaron los segundos, y entonces Ai se cayó de un lado, acurrucándose en si misma.
"¡¿AI?! ¡¡Ai, Ai!! ¡¿Qué ocurre?! ¡¿Estás bien?!" preguntó Agasa, sentándose rápidamente a su lado y poniendo su cabeza encima suyo para que respirara mejor. Tenía la tez bastante pálida y estaba sudando. Tenía los ojos cerrados y respiraba con dificultad. Y entonces se le encendió la bombilla *No me digas que está…*
* * * * *
"¡Hasta mañana!"
"¡Hasta mañana!"
Ayumi se acercó rápidamente a Conan, el cual estaba poniendo los libros en la mochila aburridamente "¡Conan, Conan, sólo una semana!" gritó la chica, bastante emocionada y con los ojos brillantes. Conan se giró algo sorprendido ante el comentario, y Ayumi adivinó que no sabía de qué hablaba "¡Falta una semana para que terminen las clases! ¿No es divertido? ¡Así tendremos más tiempo para jugar!"
"No, no, no, Ayumi" le corrigió Mitsuhiko, apareciendo por detrás con una expresión grave "Puede que nos olvidemos de todos los conceptos que hayamos aprendido, y eso no es bueno. Yo propongo que vayamos todas las tardes a la biblioteca a leer un poco para… ¡augh!"
Mitsuhiko se frotó el chichón que tenía con dolor y se giró hacia el que se lo había propinado, Genta, el cual estaba de brazos cruzados con el semblante serio. A Conan le pareció que iba a decir algo importante de verdad "¡Ni en sueños vas a llevarnos en vacaciones a la biblioteca!" A Conan se le cayó una gotita, sin saber cómo había podido creer que de los labios de ese crío saldría algo de bueno. *Ah… todo críos, todo crías… ¿por qué yo? Es tan… frustrante… y tan aburrido… No entiendo cómo no he adelantado ya de curso, sacando todo dieces y más dieces… Espero que Haibara no tarde mucho en encontrar el antídoto, no voy a aguantar mucho tiempo… aunque eso es lo que me vengo diciendo desde hace dos años y bien que he aguantado, ¿no?* De repente a Conan le vino la horrible visión de que Ai jamás encontraba la cura, y de que crecía siendo Conan, y que luego salía con Ayumi, y que se casaban, y que… *No, no, basta* se tranquilizó a si mismo *No me he de torturar así… a-además, Haibara dijo que ya faltaba poco para tener la anti-aptx lista…*
De repente, un objeto vibró en el bolsillo del chico. Conan se lo sacó sorprendido, era el móvil. Acababa de recibir un mensaje de… *¿El doctor?* se pregunto, sin entender. Hasta que le vino una lucecita en la cabeza *¿Es posible que…?* Y de repente el 'resfriado' de Ai encajó en su mente. Se adelantó hacia los tres chicos y se despidió "¡Adiós, hoy tengo que irme rápido, lo siento! ¡Id a jugar vosotros al parque, ¿vale?!" y dicho esto se marchó pitando, sin dar tiempo a Genta de refunfuñar.
Conan corría a través del campo escolar. Ya estaba cerca del final del patio cuando le pareció ver la figura de Ran. ¿Qué hacía allí y además sin el uniforme? *Ah, sí. Hoy tenía día libre. ¿Habrá venido a buscarme para algo?* Conan, olvidando el quehacer que tenía pendiente, se dirigió hacia ella con interés.
"¡Hola, Ran-neechan! ¿Has venido a buscarme?" preguntó con su habitual tono encantador.
Ran asintió sonriente "Sí… Era muy aburrido estarse en casa sin hacer nada y me dije: ¡vamos a buscar a Conan! Y aquí estoy. Por cierto, ¿y tus amigos?" preguntó la chica, observando que no se encontraban a un radio cerca de un kilómetro.
De repente Conan se acordó de su asunto importante y se encaró a Ran "Esto, Ran, tengo que ir a casa del doctor… me ha pedido que vaya y…" Ran asintió con interés, esperando que terminara la frase. Al chico se le hizo un nudo en la garganta *No puedo decirle que quiero ir solo. Encima que me viene a buscar… Bah, da igual. Cuando el doc vea que viene conmigo, seguro que se inventa algo… ya iré a verle esta noche, cuando duerman todos* Conan continuó con su relato "Me quiere enseñar un videojuego. ¿Vamos?"
Ran asintió y le cogió de la mano "Bueno"
Llevaban ya un rato andando, cuando por fin se toparon con la pequeña mansión al lado de la de los Kudo. Por un momento, a Conan le pareció que la miraba de reojo, melancólica, sin saber si estaba enfadada, dolida, contenta, ni nada… Pero ella no dijo nada, y él tampoco. Y ambos se pasaron de largo para llegar a la casa del doctor. No había nadie esperándoles, para sorpresa de Shinichi. Si realmente tenían una cura, lo lógico es que Haibara y el doc estuvieran esperándole impacientes. *Bueno, tal vez me he precipitado* pensó para si, decepcionado.
Ran se adelantó y se dispuso a tocar el timbre, cuando vio que había un pequeño papel en la ranura de la puerta. Conan también lo observó algo extrañado. Ran lo tomó y lo leyó. Como la chica era más alta y no se había arrodillado para que él lo leyera, no sabía qué ponía. Sin embargo, observó que la cara de Ran se tornaba pálida como el papel. Sus puños empezaron a crujir. Sin previo aviso y sin acordarse de que Conan estaba con ella, empezó a correr hacia la mansión Kudo. Conan, sin entender nada, cogió el papel y lo leyó.
"Kudo, estamos en tu casa. Ven en cuanto puedas, es importante."
*…Oh-oh…* fue lo único que se le pasó por su mente en blanco. Rápidamente siguió a Ran, la cual ya ni se veía. Entonces oyó el inconfundible ruido del timbre de su puerta. Al parecer, Ran estaba llamando allí como una posesa. *¡¡La cosa pinta chunga!! ¡¡Como no me de prisa, me la lío!!*
"¡¡¡ABRID!!! ¡¡SE QUE ESTÁS AHÍ!! ¡¡¡ABRE!!!"
Conan empezó a correr desesperadamente hacia Ran, la cual estaba preparándose psíquicamente con su 'aaaaah…' de concentración para ejercer su famosa patada derriba-puertas. Y justo cuando iba a ejecutarla, para su sorpresa y la de ella, la puerta se abrió sin más. De allí apareció una radiante joven, algo sorprendida por el alboroto.
"¿Qué ocurre aquí? Oh, pero si eres Mouri…" dijo la mujer. Aunque aparentaba tener más edad, lo cierto es que tenía tan solo diecisiete años. Pero su expresión tranquila y su autocontrol le daban un aire más maduro y adulto. Tenía un precioso y castaño pelo que le llegaba un poco por encima de los hombros. Vestía ropa normal con la habitual chaqueta blanca de los científicos. Llevaba unas gafas colgando de su bolsillo.
Conan se la quedó mirando a cuadros, sin dar crédito a lo que veían sus ojos. De repente, la chica posó su mirada divertida hacia Conan y le sonrió "Vaya, hola Conan"
Conan la señaló con un dedo "Ha-Ha-Hai…"
Ella movió la cabeza lenta y negativamente "No. Shiho Miyano" La ahora joven científica sonrió, con ambas manos dentro de los bolsillos, con una cara de lo más profesional y a la vez divertida por la enorme sorpresa de Conan. El chico, al acabar de oír la confirmación, se quedó en blanco un instante, mirándola. Y luego empezó a correr hacia ella.
"¿Es…la definitiva?" pronunció apenas el chico, aún bastante sorprendido. Lo cierto es que ya se esperaba una noticia por el estilo, como que habían encontrado por fin la cura definitiva y eso. Pero jamás de los jamases imaginó que se encontraría en el umbral a la pequeña Haibara transformada en la mujer que era. De hecho, le causó algo de sorpresa al verla, puesto que hacía ya bastante tiempo que no la veía (Na1).
Ella asintió "Sí, ya lo creo. Aunque te advierto que esta dolerá mucho más y… ¿qué pasa?"
Conan vio cómo Shiho pasaba de mirarle a él hacia un punto en concreto a su espalda, algo tocada y con la expresión un poco extraña. Entonces el pequeño se dio cuenta de que detrás de él aún tenía a Ran. Rápidamente se giró para darle alguna explicación, ya que con la sorpresa se había olvidado de que la chica estaba a su lado, escuchándolo todo. Seguramente ya tendría que volver a decir una nueva sarta de mentiras, porque seguramente Ran estaría atando cabos de nuevo, y quién no. Pero en lugar de eso, no dijo nada. Bajó las manos lentamente, las cuales había subido para impedir que la furia de Ran sobrepasara sus límites. ¿Pero de qué le servía ahora una defensa con sus manos cuando la chica ni siquiera estaba enfadada? O al menos eso le pareció. Miraba extraña hacia Shiho. Sorprendida, confusa, sin saber qué hacer ni cómo reaccionar. Eso le dio un vuelco al corazón y rápidamente se acordó de lo que había ocurrido. De cómo había leído la carta, de cómo había ido a buscar a Shinichi en su casa… y entonces se encontraba a una atractiva inquilina allí dentro, como si tal cosa. Y la nota provocadora 'Kudo, estamos en tu casa. Ven en cuanto puedas, es importante.'
Conan miró algo atemorizado a Shiho, la cual parecía haberse dado cuenta de la situación. Sonrió un poco nerviosa "Creo que ha habido una equivocación" intentó decir ella. El pequeño detective asintió con fuerza y energía para hacer constatar a Ran de que él también creía que allí había habido un gran malentendido. Sin embargo, Ran pasó de mirar a Shiho a los ojos a mirar al suelo, con expresión vacía. Parecía como si no estuviese oyendo nada, o más bien dicho parecía como si no estuviera en el mundo, sino en un lugar a parte, donde un sinfín de pensamientos se le pasaban por la cabeza.
"¡R-Ran-neechan, esta chica es una amiga mía y del profesor Agasa! S-Sólo conoce a Shinichi-niichan porque se la presentó Agasa un día… y-y la nota es porque esta chica ha encontrado una clave importantísima para uno de sus casos. A-así que no te imagines cosas que no vienen a cuento, Ran-neechan…" Conan miró nerviosamente a Ran, la cual pareció que esta vez le había oído.
Ran volvió de donde había ido con su mente, y con una franca sonrisa y con la expresión de que allí no había ocurrido nada, se encaró hacia la sorprendida y a la vez algo temerosa Shiho "¡Tranquilos, que a mí eso no me afecta para nada! Bueno, yo sólo he pasado por aquí para decirle a Kudo que cuando vuelva al instituto, que llame a Satoshi, que quiere presentarle a unas chicas que conoció en Shibuya. Se lo dirás de mi parte, ¿verdad?" Ran miró con una expresión vacía a la joven científica, la cual no tuvo tiempo de contestar "¡Muchas gracias!" ahora Ran miró hacia Conan "Bueno, Conan. Ve tirando tú hacia casa, ¿vale? Yo tengo que ir a un sitio…"
Ran se giró rápidamente y empezó a correr, haciéndoles adiós con la mano "¡Dile a papá que tal vez llegue un poco tarde y que no me esperéis para cenar, Conan!" y desapareció velozmente tras las vallas de la mansión Kudo.
Conan se quedó clavado al suelo, sin apenas reaccionar. *Otra vez no, por favor…* pensó dolorosamente, recordando cómo había vuelto a mencionarle Kudo. Pero esta vez no tenía razón, esta vez había tomado conclusiones precipitadas. ¡Shiho era sólo una amiga! Pero claro, la chica tenía sus bases para creer que era algo más. Aún recordaba con dolor la expresión vacía de la chica. Sin perder ni un instante, arrancó a correr tras de ella. Tenía que hacerle ver la verdad, tenía que hacerle ver que él, Shinichi, jamás la traicionaría. Se lo diría, y haría lo que fuera para que se le creyese, incluso revelarle toda la verdad.
"¡Kudo, espera!"
El grito seco de Shiho le paró la carrera al instante. Se giró para observar a la científica con los brazos cruzados "Ya que has de ir a consolarla, ¿por qué no vas siendo tú mismo?" dijo ella con recelo. Entonces Conan se acordó repentinamente de que tenían una anti-droga, y de hecho la propuesta de Shiho era bastante tentadora. Si iba él en persona, a parte de que todos sus problemas quedarían resueltos, entonces sí le creería. Y si no, haría cualquier cosa por demostrárselo. Le vino un pensamiento de 'cualquier cosa' en su mente y se puso algo colorado.
Empezó a correr de nuevo hacia la mansión velozmente. Había empezado ya la cuenta atrás.
*Sólo espérame un poco más, Ran. Pronto vendré a por ti*
* * * * *
La chica de pelo largo abrió la puerta con rudeza y determinación. El pequeño grupo de estudiantes que estaban practicando el kendo se la quedaron mirando algo asustados e intimidados. Ella, haciéndoles caso omiso, siguió andando hasta haber traspasado todo el pabellón y entrar en una pequeña estancia dirigida a las reuniones, entre otras cosas. Como bien le aseguró su sensei, allí se encontraría de seis a ocho preparado para recibir la tan ansiada respuesta por parte de Ran. Asistir o no al curso que empezaba en breve del T.K.A.
"¡Ran! Ya creía que no ibas a venir" respondió el señor Kijikata, poniéndose de pies. Entonces observó la cara de angustia e ira que lucía la chica "¿Te encuentras bien?"
Ran asintió febrilmente "Y tanto. Bueno, señor Kijikata. Hace unos días le prometí una respuesta, y aquí la tiene. Lo cierto es que me estaban acuciando unas dudas de… digamos, tipo personal, pero ahora ya no tengo ninguna. Lo he decidido, pienso ir al Tokyo Karate Asosation"
El hombre arqueó las cejas y abrió los ojos harto sorprendido "¿En serio? ¿Estás segura?" Vio como su aprendiz asentía con devoción. Él se acercó y le dio unos golpecitos en la espalda "Recuerda, la vida es como el kárate. No debes dejarte influenciar por circunstancias adversas. ¿Estás segura de tu decisión?" preguntó el hombre con voz grave.
La chica, la cual no estaba muy segura de haber entendido sus últimas palabras, asintió ante la pregunta formulada con ímpetu "Sí, sensei. Ya lo he decidido"
Él, no muy seguro, se dirigió a una estantería que había allí al lado y de un pilón de papeles sacó uno, para luego pasarle un bolígrafo a Ran "El señor Jinzai se tomó la libertad de completártelo todo. Sólo falta tu firma conforme lo aceptas. Como el curso que harás serás considerada mayor de edad, no es imprescindible la firma de tu padre" dijo él, entregándole el papel como si de una misiva se tratara.
Ran lo aceptó algo nerviosa. Tomó el bolígrafo y lo puso justo ante el papel, donde debía restar su firma. Dudó un instante, pero entonces le vino la imagen de esa guapa chica en la mansión de Shinichi. Tomó el bolígrafo con fuerza y firmó.
"Ya está" dijo secamente, entregándole el papel al señor Kijikata con una sonrisa "Bueno, pues. Sólo me cabe decirle que muchas gracias por todo lo que me ha enseñado. Espero que nos veamos algún día"
Él asintió "Iré de vez en cuando a verte. En la asociación tengo compañeros y algunos alumnos antiguos, como un chico llamado Kyogoku…es bastante famoso. Tranquila que esto no es una despedida ni mucho menos. ¡Trabaja duro, Ran!" dijo él amistosamente.
Ran asintió, sorprendida de que él fuese el sensei del prometido de su amiga Sonoko, Makoto Kyogoku. Pues si ya le consideraba a él tan bueno, entonces el señor Kijikata se limitó mucho en sus entrenamientos… eso en parte le dio algo de lástima porque le hubiese gustado verlo jugar al cien por cien, pero ni mucho menos era el punto más importante del momento. Le hizo una breve reverencia y salió calmadamente, para sorpresa de los del club de kendo, del edificio. Ya empezaba a atardecer, y el cielo estaba lleno de tonos rojizos. Los árboles ya tenían todos pétalos, y éstos ondeaban aleatorios con el viento. La chica se retiró su cabello de la cara y empezó a andar, como si fuese la primera vez que lo hacía.
Acababa de tomar una decisión muy importante, tanto para ella como para su bienestar y futuro. *Si no me equivoco, esto ya es una salida profesional. Quién sabe, incluso podría dedicarme, de mayor, a ser profesora de kárate… o educación física. No sé, aún falta mucho para eso. Pero me iría bien…* La chica empezó a andar sin rumbo fijo. Ahora no le apetecía nada de nada volver a casa. Pasó por un pequeño y solitario parque y se adentró en él. Se sentó en el columpio y empezó a tambalearse, recordando todo lo que había vivido en él años atrás. Le entristecía un poco saber que el parque donde pasó las mayores aventuras de su infancia ahora estaba completamente deshabitado. Y entonces le vino un pensamiento a la mente. Se alzó de repente y se dirigió hacia la zona donde se encontraban los árboles y plantas. Empezó a buscar algo a tientas, hasta que al final lo encontró. Observó el tronco del árbol que había delante de ella y sonrió con melancolía.
~ ~ ~ ~ ~
Una pequeña Ran se balanceaba felizmente en los columpios del parque, el cual estaba lleno a rebosar de gente, mayoritariamente niños y madres paseando a sus bebés. A su lado estaba el pequeño Shinichi, haciendo cola con los brazos cruzados y algo cansado.
"¡Vamos, Ran, ya llevas mucho rato!" insistía él una y otra vez.
"Un poquito más" contestaba siempre ella. Y lo cierto es que Shinichi siempre volvía a insistir, y ella siempre volvía a responder lo mismo. Al final, Shinichi nunca subía al columpio, porque cuando ella bajaba y empezaba a andar, él la seguía. Lo cierto es que nunca tuvo intención de balancearse en el columpio.
"Mira, una Cola de Caballo" Ran se puso de rodillas y señaló con el diminuto dedo al pie de un árbol, donde había florecido dicha flor. Shinichi se puso a su lado y arqueó los ojos.
"Qué raro, estamos casi en otoño…No es muy normal"
Ran sonrió felizmente "¿Y qué? ¡Es muy bonita!" y continuó mirándola durante un largo rato. Mientras, Shinichi cogió un pequeño bastón que había allí tirado y justo delante del árbol incrustó ambos nombres, escritos en kanjis. Ran se los quedó mirando, sorprendida.
"Shinichi, ¿qué pone ahí?"
Él sonrió "Aquí pone 'Ran'", dijo señalando el nombre de arriba, y posteriormente el de abajo "Y aquí 'Shinichi'. Me lo enseñó mi papá. Me contó una historia sobre unos chicos que escribieron una vez sus nombres en el tronco de un árbol donde había crecido una flor en una estación que no le correspondía, y que eso les trajo mucha felicidad" dijo el pequeño Shinichi, mirándose la no muy buena caligrafía sin creerse mucho la historia. Sin embargo, Ran pareció que sí se la creía y se giró hacia Shinichi.
"¡Qué bien! Así estaremos juntos siempre, ¿no?" dijo ella, dándole la mano. Él se la cogió y asintió "Claro" y ambos empezaron a correr sin rumbo feliz e inocentemente, sin saber lo que les deparaba el futuro.
~ ~ ~ ~ ~
Una solitaria lágrima corrió por la mejilla de la chica, la cual estaba apoyada en la inscripción. Después de casi diez años, no había cambiado mucho. Estaba más gastada y en un punto más alto del árbol, pues este había crecido, pero parecía como si fuese ayer cuando el pequeño Shinichi esculpió allí sus nombres. Entonces, como curiosidad, vio que la ralla horizontal chi de Shinichi estaba en vertical. Eso la hizo reír un momento, mientras intentaba convencerse a si misma de que no había ocurrido nada, de que seguían en ese mundo, de que la escena de esa tarde no había existido.
*Pero no estoy en ese mundo. Y lo que he visto es real. Pero ya da igual, ya da igual* recordó con amargor el momento de la firma conforme aceptaba la solicitud. Alzó la cabeza con fuerza, como si fuese el momento crítico en que tenía que enfrentarse a todo *Ya está todo decidido, y no puedo echarme atrás. Dentro de una semana… no, menos. Dentro de cinco días…*
Un tumulto de sensaciones y recuerdos le pasaron por la cabeza. Habían sido tantas escenas, tantos momentos, tantas alegrías, tantas tristezas, tantas cosas que habían compartido juntos, para un buen día irse y no volver; para luego encontrarse a otra chica en su casa como la cosa más normal del mundo, y si no lo hubiera visto, quién sabe, quizás aún habría estado toda la eternidad esperándole.
*…Dentro de cinco días, me iré*
Fin del cap.10
CONTINUARÁ
NA1 – Conan ha visto una vez a Haibara siendo Shiho Miyano, en el caso del Reencuentro de los Hombres de Negro, donde aparece la presentación de Vermouth. En esa ocasión, Gin casi mata a Sherry, pero Conan logró llegar a tiempo.
::Notas de la Autora::
Konnichiwa ^^ kyaaaah! Yo misma me emociono de lo que escribo. ¡Kyah! ¿Os ha gustado el décimo capítulo? ¿Sí? ¿No? ¡Espero que la respuesta sea afirmativa! Poco a poco esto va definiéndose. Ah, ¿se nota que esto está llegando a su conclusión? Pues sí, de hecho ya falta poco para el tan esperado (o no) desenlace. Lo cierto es que pienso mucho en vosotros/as mientras escribo, y me imagino qué diréis sobre tal escena o tal otra, y luego rectifico hacia las maneras que creo más convenientes ^^ Pero es que tengo unas imágenes de las próximas escenas en la cabeza que… O///O Kyahhh!! *^x^* ya lo veréis vosotros mismos, tengo muchísimas ganas y mucha ilusión de escribir el final, en serio! Además, 'Empezando a Olvidar' se va a convertir en mi primera serie de Detective Conan terminada! Qué ilusión… snif
Pero bueno, no me enrollo más con mis paranoias. Os pido disculpas porque quizás entremezclo algunas cosas a mis fics que corresponden a algunos capítulos del manga/anime que alguien no habrá visto, y siento de veras si hago algún spoiler… no es mi intención Ú_Ù
¡Muchas gracias a todos por ayudarme y animarme! En serio, ¡de verdad gracias! Los ánimos, los mails… wow, me sorprendéis a mí misma! (Me lo empiezo a creer y todo XD) Especiales gracias a mi cómo no querida Jess, a Arzainer, a Rut, a Tantei Ran, a Ran Aoko, a Hattori Kudo, a Kazuha Toyama, a Ran Aoko, a kevvy-kev, a Conan-kun, a Sherry-89, a mi rival Heiji Hattori, a Kaizer 14, a Ranma, y a un sinfín más que por desgracia no me acuerdo… sorry, mi memoria va fatal (-), en general gracias también a todos los forofos que se pasan por mi querido foro de Shinichi's Memories y un especial saludo también a los chicos del foro del 3xl.net n_n
Bien, sólo me falta decir una cosa (caray, me ha salido largo hoy, ¿neh?): ¡escribidme! Decidme qué os parece este… digamos, prólogo al desenlace n_n Así de paso sabré dónde fallo y en qué debo mejorar. Sólo os digo una cosa… si todo va según lo correcto (bueno, la gente próxima a mí sabe que primero digo blanco y luego es negro ^^U), el capítulo once será el último, con posibilidades de un prólogo. Así que… ¡falta poco!
Matta ne,
CiNtUrO-cHaN (CCF)
···6 de Noviembre del 2003···
