Detective Conan es una producción de Gosho Aoyama, todos sus derechos le pertenecen a él y a sus respectivos proveedores. Este fic no está hecho con fines de lucro, simplemente escribo por el gusto de escribir y para dar gusto a los lectores, así que, por favor, no me denuncien. Gracias n_n;

NA – Esta serie sigue el hilo del tomo 26, justo después de la reaparición de Shinichi (Shinichi's Rebirth). Este tomo aún no ha sido traducido al español y por eso mismo y para que entendáis más este fic, ya estoy en ello. De momento, os recomiendo que leáis esto para entenderlo mejor. Será un pequeño resumen, sólo para no perderos mucho en los primeros capítulos n_n

Tomo 26, capítulo 7 – Desenlace – Conan vuelve a ser Shinichi gracias al antídoto de Ai, pero este sólo dura 24 horas y justo cuando se había decidido a hablar con Ran (ya estaban los dos en un restaurante) se vuelve Conan.

::Simbología::

"…" Lo que dice un personaje

*…* Lo que piensa un personaje

* * * * * Cambio de escena

~ ~ ~ Flash Back

Empezando a Olvidar

Cap. 12'Las palabras largamente esperadas'

A Great Karateka in Love Fanfic,

bye CiNtUrO-cHaN

Un aire cálido y a la vez fresco ondeaba por toda la ciudad, arrastrando los pétalos de flor de cerezo de los árboles de aquí para allá, dándole a Beika un aire más confortable y acogedor. Hacía un día radiante; cielo azul, nubes blancas, sol cálido, pájaros cantantes… Y una agradable brisa que hacía ondear sus cabellos libremente al aire libre.

La joven mujer de dieciocho años agarró fuerte su sombrero blanco de nuevo, para evitar que el viento, tranquilo pero a la vez fuerte, se lo llevara volando. Dicho sombrero blanco, con una cinta rosa carmín, hacía juego con el vestido largo y blanco, también con una cinta rosa carmín en el tórax. La joven tiraba consigo una maleta con ruedas y cogía otra más con la mano libre. Las dejó ambas al suelo y observó con alegría el enorme reloj de la estación principal de Tokio. No había venido nadie a buscarla porque, simplemente, nadie sabía que llegaba; había decidido darles a todos una sorpresa; darle una sorpresa.

Tomó con renovadas fuerzas ambas maletas y continuó andando con firmeza hacia su destino.

* * * * *

"¡Yay! ¡He vuelto a ganaros, chicos!" exclamó felizmente una chica de entre ocho y nueve años, con una consola en las manos, observando con deleite la pantalla del televisor.

Sus dos compañeros, dos chicos, gruñeron aparentando estar molestados, aunque nada les gustaba más que ver a su gran amor, Ayumi, sonriéndoles de aquella manera. Mitsuhiko y Genta se sonrojaron levemente.

"¡Mire, mire, profesor!" exclamó Ayumi volviéndose hacia el doctor Agasa, que se encontraba observando con detenimiento un extraño coche metálico que tenía encima de la mesa, el cual debía ser su última adquisición "¡He vuelto a ganar, profesor!"

"Oh, felicidades, Ayumi" dijo Agasa cortésmente quitándose las gafas que utilizaba para forjar.

Desde la súbita partida de Conan al extranjero, según él porque sus padres ya podían ocuparse de él, que los Detective Boys se pasaban muy a menudo a la casa del profesor, quizás para recordar los viejos tiempos; lo que tampoco ayudó mucho fue también el inesperado regreso de Ai a su anterior escuela. Ni Genta, ni Ayumi ni Mitsuhiko pudieron despedirse ni de Conan ni de Ai, aunque de vez en cuando recibían cartas suyas, conforme estaban muy bien y mandándoles recuerdos. Poco a poco los tres pequeños fueron superando los dos vacíos, y volvieron a acostumbrarse a ser un grupo de tres, aunque constantemente era de cuatro, pues Agasa siempre solía acompañarlos a excursiones o campings. Y muy de vez en cuando también iba otro chico, el joven que vivía en esa mansión vecina, Shinichi Kudo. Al parecer les tenía en grande estima, y aunque al principio a ellos les daba algo de vergüenza ir con alguien más mayor que ellos, al final se hicieron buenos amigos. Pero últimamente no le veían mucho; hacía cosa de un par o tres de meses que no paraba en casa, siempre con casos aquí y allá, siempre viajando… Incluso, si el doctor no les informó mal, creían haber oído que tuvo que ir hasta Nueva York para resolver un caso que se resistía incluso hasta para Yusaku. Pero él, aunque le costó lo suyo, lo logró resolver, dejándoles a todos sin habla.

"Shiho, ¿no crees que a este coche-volador le falta algo…?" preguntó Agasa observando su coche sin estar del todo satisfecho.

Shiho Miyano, la científica, miró algo divertida hacia el doctor desde su nuevo despacho que él le había construido en el lugar donde había una habitación de repuesto. Ahora allí tenía un montón de experimentos, apuntes y sabe dios qué más. A Agasa le daba pánico entrar ahí porque siempre tenía la constante mirada de Shiho clavada al cogote, como si pensara que en un momento u otro fuera a romperle algo.

"Tal vez debería pintarlo" objetó ella, volviendo a sus estudios "Por cierto, hace días que no veo a Kudo… ¿dónde anda?" preguntó ella algo extrañada.

El doctor frunció el ceño "Me llamó antes de ayer, dice que se encuentra en Nagoya. Se ve que ha habido un caso de asesinato en serie y que le necesitan allí… me contó que también se había encontrado con Hattori"

"Oh, el chico de Osaka…" dijo Ai sin interés "Desde que Kudo logró desenmascarar a la Organización, que su fama se ha extendido alrededor del mundo entero…"

Agasa asintió, con las facciones algo ofuscadas ante esa inesperada mención. No hacía más de tres o cuatro meses, que Shinichi volvió a contactar con los hombres de negro. Un caso le llevó a otro y por fin les volvió a seguir la pista. De hecho, desapareció dos días, y cuando volvió, les dijo que había pillado a la organización y que estaba acabada. Ya está, así de simple… Y por muchas veces que Shiho o Agasa intentaron averiguarlo y preguntárselo, él nunca les explicó cómo lo hizo… Todo quedó en misterio. Lo único que sabían, y además por las noticias, era que no era una simple Organización japonesa, sino que tenía miembros alrededor del mundo, y habían cometido gran cantidad de fraudes, robos de dinero, secuestros, y ni mencionar homicidios.

"Y ahora que lo pienso… ¿qué ha sido de Mouri? Hace siglos que no la veo…" dijo la joven castaña, mirando al profesor. Él se encogió de hombros.

"La última vez que vino, si no recuerdo mal, fue por navidades pasadas… y por esas fechas Shinichi se encontraba fuera, así que desde que se fue, creo que no se han visto… a no ser que hayan quedado de escondidas o algo, cosa que no sería de extrañar" respondió el profesor, sonriente. Luego se giró hacia el calendario "Mmm… pensándolo bien, dentro de unas pocas semanas hará un año exacto que Ran se fue… ¿cómo estará? Sólo la vi por navidades, y fue durante un momento… al parecer sólo le dieron un día libre"

Shiho arqueó las cejas "¿Uno?"

Él asintió "Pues sí, la han encontrado tan buena que, digamos, la sobre-explotan… La entrenan más que a las demás y le dan menos días libres que a las demás… Aunque eso no deja de ser bueno, ¿no? Eso significa que tiene talento. Me juego el cuello que es de las mejores del T.K.A. Habrá triunfado muchísimo"

"Visto así…"

"¿Y tú qué piensas hacer, Ai?" preguntó el profesor, volviéndose curioso hacia ella. Shiho se giró hacia él y entonces el profesor cayó en la cuenta de su desliz "Quiero decir, Shiho"

Ella sonrió "Ha pasado un año y aún sigue igual… Pues no sé, estoy pensando de presentarme a los próximos exámenes de ingreso de la Todai, por el departamento de ciencias… Me gustaría continuar mi carrera de científica que dejé parada a los diecisiete años con el pequeño 'incidente'…"

Ding-dong, ding-dong…

"¡Ya voy yo!" exclamó Ayumi, desde la habitación contigua, poniéndose de pies de un salto y dirigiéndose dando zancadas hacia la puerta principal, seguida de Mitsuhiko y Genta "¿Quién es?"

"¿Ayumi?" la voz parecía sorprendida de encontrarse allí a la niña "¿Está el profesor Agasa? Ábreme, soy yo…"

La pequeña frunció el ceño algo preocupada, mientras habría la puerta poco a poco, con los dos detectives juveniles detrás "¿Quién es 'soy yo'…? ¡AH!"

Genta, Ayumi y Mitsuhiko se quedaron petrificados al ver la joven chica plantada delante de ellos y sonriéndoles "T-T

Agasa, sin prestar atención, preguntó "¿Quién es, Ayumi?"

La pequeña se giró lentamente hacia el profesor, señalando a la joven "E-Es…R-Ran-neechan…"

Agasa y Shiho pararon todo lo que estaban haciendo y cada uno sacó la cabeza de su sala, mirando a la pequeña "¡¿RAN?!" Agasa se puso de pies rápidamente y corrió lo más rápido que pudo hacia la puerta. Allí se encontró cara a cara con la visitante. Sin duda alguna, era ella, era Ran.

Agasa abrió los ojos enormemente "¡R-Ran! ¿Cuándo has vuelto? ¡Dame un abrazo, pequeña!" dijo él dándole un afectuoso abrazo que ella le devolvió encantada.

Ran sonrió emocionada "¡Hola, profesor! Acabo de volver de Yokohama… Me han concedido unos días libres antes de empezar de nuevo los entrenamientos de segundo curso, y me he dicho: ¡vamos a hacerles una visita! ¡Y aquí estoy!" exclamó ella, risueña.

Agasa se quedó en blanco. Lo último que se esperaba allí y ahora era ver a Ran… y de hecho seguía siendo igual por dentro, pero diferente por fuera. Tenía un aire mucho más maduro, aunque no por eso menos entrañable e inocente.

"Hola, Mouri, veo que llegaste según lo previsto" dijo Shiho, apareciendo por detrás del profesor.

Ran sonrió y la abrazó "¡Sí, aunque pensaba que me perdería! Hacía demasiado que no venía por aquí"

Agasa se quedó, literalmente, sin palabras "¡O-Oíd…! ¿Desde cuándo sois tan amigas…? ¿Y qué es eso de que ha llegado según lo previsto?" dijo él sin entender nada. Aún recordaba esa pequeña 'confusión' con Shinichi y Shiho, y ahora resultaba que parecían ser amigas de toda la vida.

Ran parecía un poco avergonzada "El hecho es que después de marcharme, ella me vino a ver y me explicó ese pequeño malentendido… Shiho y yo nos fuimos comunicando de vez en cuando, y ambas montamos esta pequeña llegada" dijo Ran.

"Ciertamente, Mouri" dijo ella con su habitual expresión neutra, pero que tiraba más a la contenta. Ran también sonrió y Agasa la invitó a pasar. Los tres pequeños detectives no paraban de ir a su alrededor, pidiéndole una y otra vez que les hiciera alguna demostración de sus nuevas técnicas. Ran, algo nerviosa, intentaba disuadirles.

"Por cierto" ahora se encontraban todos reunidos a la mesa, tomando refrescos variados. Ran miró algo preocupada a los tres pequeños "¿No están Conan y Haibara con vosotros? No los he visto desde que me fui… ¿y cómo le ha ido a Conan con papá todo este tiempo? Cuando me enviaban cartas o me llamaban sólo me dijeron que mi madre había vuelto a vivir temporalmente con mi padre, para ayudarle y tal… Pero siempre que les preguntaba por Conan me cambiaban de tema y no he logrado sacar nada en claro."

Agasa miró con un relámpago a Shiho, pero ella mantuvo su mirada en la taza de café con hielo. Las caras de los tres pequeños se ensombrecieron "¿No te lo ha dicho nadie, Ran-neechan? Ai volvió a su anterior colegio, y Conan se fue al extranjero con sus padres…"

"¡¿Qué…?! ¡¿Es eso cierto?!" Ran parpadeó incrédulamente. Al ver la cara de sinceridad de la pequeña asintió, tristemente "Vaya, por eso no vino a despedirme… ¿y no ha vuelto a contactar con vosotros?" dijo con un deje de esperanza, visiblemente deprimida.

"¡Sí!" Mitsuhiko sonrió "Si quieres le podemos dar tu dirección y que así también te escriba a ti"

Ran asintió contenta y los pequeños detectives empezaron a apuntar las direcciones que Ran les iba dando. Mientras, Agasa se acercó sigilosamente a Shiho "Ya que sabías que Ran iba a venir… ¿estás completamente segura que no sabes dónde está Shinichi?"

Shiho sonrió pícaramente "Cabe la posibilidad que me llamara anoche cuando usted estaba durmiendo, y que me dijera algo como que ese caso de Nagoya ya estaba resuelto, y que hoy mismo llegaría aquí, a Beika…"

El profesor se la quedó mirando asombrado.

* * * * *

El ruido del ir y venir de los trenes no les dejaba hablar con claridad. Había bastante movimiento en la estación, aunque esta no tuviese ni punto de comparación con la de Tokio u Osaka. Los dos jóvenes se encontraban cada uno con sus respectivas maletas al lado, mirando cada uno su reloj y frunciendo el ceño.

"Ja, las líneas de Tokio siempre se retrasan" dijo Heiji Hattori, el gran detective del oeste, con sorna a su compañero.

Él sonrió levemente "¿Y tú qué? Tu tren ya lleva hora de retraso" contraatacó Shinichi Kudo, el gran detective del este, cruzándose de brazos y mirando de nuevo las lejanas vías vacías por donde debían llegar sus transportes.

Heiji se sentó en un banco que había al lado aburrido "Bueno, otro caso más a la larga lista"

Shinichi asintió lejanamente y también se sentó. Heiji miró al vacío algo soñoliento "Parece que fue ayer cuando ocurrió todo…" suspiró Heiji con melancolía, aunque con el rostro visiblemente afectado.

Shinichi cerró los ojos concentrado, recordándolo también "Sin duda alguna fue nuestro mejor caso… aunque la televisión sólo me encuadró a mí como el gran héroe que destapó una gran mafia, sin siquiera nombrarte. No sé por qué no quisiste formar parte en eso…"

Heiji frunció el ceño "No me va la televisión, además si Kazuha se enterara que me metí en algo tan peligroso no me dejaría volver a salir de casa…" suspiró él algo frustrado.

Shinichi sonrió "Que sepas que a mí no me gusta chupar cámara, es más, ¡lo odio! Y me sabe mal por ti, que me ayudaste…"

El joven de kansai hizo un gesto con la mano quitándole importancia al asunto "Bah, fuiste tú quien hizo la gran deducción… yo sólo te ayudé en lo que pude. ¿Uh?" Heiji cogió el teléfono, el cual estaba sonando "¿Qué quieres ahora…? ¡No es culpa mía, el tren no viene y…! ¡AHO, claro que estoy en la estación, ¿dónde sino?!" hubo un pequeño silencio y el chico, antes moreno, se tornó rojo "¡¿C"MO QUIERES QUE ESTÉ EN UN LUGAR COMO ÉSE?!"

Shinichi soltó una gran risotada, haciendo enfadar más de lo que por sí ya estaba Heiji; el chico colgó con ira y guardó su móvil bien lejos, cruzándose de brazos y piernas, mientras que el otro detective seguía partiéndose de la risa.

Al cabo de unos minutos, Shinichi fue parando de reír, aunque de vez en cuando miraba a Heiji con expresión divertida, haciendo que este se enfadara.

"Pssst, Hattori, a ver qué hacéis con vuestro reencuentro, ¿eh?" dijo él señalándole con el dedo meñique.

"¡Idiota, ¿cómo quieres que Kazuha y yo…?!"

Shinichi le paró al instante y le guiñó un ojo "¿Quién hablaba de Toyama…? ¡Bwahahahaha!" el joven detective volvió a reír a gusto. Heiji empezó a levantar el puño con fuerza y el joven detective paró de reír algo intimidado "E-ra bro-ma"

"¿Y tú qué, eh? Yo al menos tendré a alguien esperándome en la est…" Heiji paró al instante, tapándose la boca. Vio como su compañero se quedaba mirando el suelo con la cara oscurecida "¡Vamos, vamos! ¿Quién necesita que…? Es decir, tú ya estás… er…" El joven de Osaka optó por callar.

Atención, atención, tren con destinación a Tokio llegando por el andén 8. Se ruega pasajeros no crucen la línea blanca, gracias.

Shinichi cogió la bolsa y se giró hacia el andén. Antes de eso, no obstante, miró a Heiji sonriendo sinceramente. "No cometas el mismo error que yo, Hattori. Por nada del mundo dejes que los casos ni nada te aparten de Toyama. ¡Nos vemos!"

Heiji frunció el ceño algo rojo y observó cómo el gran detective desaparecía entre la multitud.

*Idiota, ella no… quiero decir, sí, pero… ¡arhg!*

* * * * *

"¡¡Raaaan, hijaaaa!! ¡¡Mi hijitaaa!! ¡¡Buaaaah, buaaaah!!"

Kogoro Mouri, el 'famoso' detective, se tiró encima literalmente hacia la asustada de su hija, la cual se vio envuelta por un mar de lágrimas que empezaban a ahogarla.

"¡Déjala respirar, animal de bellota!" le farfulló su esposa, Eri, apareciendo por detrás después de haber aparcado el coche delante de la casa del profesor. Acto seguido se dirigió hacia Ran y ambas se abrazaron con ternura "Hija mía, estás hecha toda una mujer. ¡Cuánto has crecido!" dijo ella, suspirando.

"Ja, ja…" fue lo único que dijo Ran, algo sonrojada. Kogoro se la quedó mirando por un momento y se puso la mano en la barbilla, frunciendo el ceño "Ve con cuidado, hija, que eres pastada a Eri a tu edad; no te conviertas en una bruja como e…"

Como acto reflejo, Eri cogió a Kogoro y le inmovilizó con un movimiento de judo, dejándolo al suelo con el brazo destrozado. El profesor Agasa sonrió algo temeroso, mientras los Detective Boys la aludían y le pedían autógrafos.

"Ha sido toda una sorpresa, hija. ¿Por qué no nos llamaste? Si no nos lo llega a decir el profesor…" dijo Eri, mirando al profesor y haciéndole una pequeña reverencia que él le devolvió.

Ran sonrió tímidamente "Bueno, es que quería daros una sorpresa…"

Eri sonrió pícaramente "¿A nosotros…?"

"¡Mamá!"

"Bueno, bueno, ya callo" dijo la abogada, sonriendo. Shiho volvió con tazas de te para los recién llegados y se sentó junto a Ran, hojeando el periódico. Ran, sin querer, también lo miró, y para su sorpresa se encontró a primera plana con Shinichi Kudo, el famoso detective. Le sorprendió que ahora ya no le llamaran 'detective juvenil', aunque tampoco era para asombrarse, pues ya tenía dieciocho años y lo era todo menos juvenil. Con admiración, siguió leyendo de soslayo, sintiéndose anonadada y orgullosa por él. Entonces se encontró con los divertidos ojos de la científica, y rápidamente Ran apartó la cabeza algo roja.

"…Pues a mí me ha costado mucho este cambio de vida… no sé cómo podías aguantarle, Ran. ¡Es un desastre de hombre! Y encima critica mi comida… ¡argh!" Eri fulminó con la mirada a Kogoro, el cual empezaba a reincorporarse de la pasada llave.

"¡Al menos tu hija sí que sabe cocinar, pero tú…! ¡Me entran escalofríos sólo de pensar en tu comida, argh!" dijo él, cruzándose de brazos.

"¡¿Cómo diceeeees?!" exclamó la enfadada mujer poniéndose de pies. Kogoro le siguió el juego y ambos empezaron a insultarse y a criticarse, mientras los demás hacían como si no estuvieran, ya que eso era lo más normal de todo.

Ran se dirigió hacia el profesor, el cual estaba observando divertido la escena desde su sillón "Profesor, ¿cómo les va en verdad? De ellos no sacaré nada en claro, y por lo que he visto algo mejor sí que se llevan…" dijo ella, poniéndose un dedo a los labios.

Agasa asintió algo contrariado "Bueno, se llevan 'de aquella manera'… He visto matrimonios peores, qué quieres que te diga. Con respecto a cómo les va… bueno, no sé mucho sobre Eri, sigue tan brillante como siempre supongo; en cuanto a tu padre, desde la reaparición de Shinichi que ya no causa tanto furor como antes, aunque sus casos resuelve también…"

A Ran le entró un pequeño rubor con solo volver a pensar en Shinichi, y disimulada y delicadamente se pasó la mano por el cuello hacia abajo. Allí tenía algo muy especial que aún no era momento de mostrar.

* * * * *

El joven miró hacia abajo; andaba cansadamente, agarrando la bolsa por la espalda. Llevaba ya bastante rato andando, ya que la estación de Tokio se encontraba muy lejos de Beika, y no le quedaba dinero para coger un tren hacia Beika. Pero por fin había llegado a su querido barrio. Pese a estar tan sólo un par de semanas fuera, lo echaba en falta. Nunca se cansaba de verlo, Beika era el lugar donde había crecido, donde habían ocurrido tantas y tantas cosas. Pero todas esas emociones no tenían ningún sentido sin ella, sin Ran.

Shinichi suspiró de nuevo. *No hace falta que te tortures tanto; por más que pienses en ella, no va a volver* continuó andando pesadamente, acercándose al pequeño parque donde se encontraba el Árbol de la Unión. Shinichi sonrió ante el recuerdo de esa escena, de pequeños, cuando escribió su nombre y el de Ran en kanjis. Recordó a Ran de pequeña, algo perturbada por haber hecho 'daño' al árbol. Luego le entregó la flor y… *Si pudiera volver a esa época…*

Ya era la despedida del día. Las sombras alargadas se dibujaban en las solitarias calles; unas luces rojas lo iluminaban todo ante un sol que se estaba poniendo. El joven detective llegó al parque y se lo quedó mirando con ternura. Ese tobogán, donde tiempo atrás había cedido siempre el primer lugar a Ran, esos columpios, donde tiempo atrás se había columpiado con Ran, ese árbol, donde… "¿Eh?" Shinichi paró al instante la marcha, observando más claramente el árbol, frunciendo el ceño. Las luces del sol estaban justo allí, impidiéndole ver claramente. Pero por un momento habría jurado que allí había alguien.

Él se giró totalmente hacia allí, aún con la bolsa en la mano, y se adentró al parque. El Árbol de la Unión se encontraba a unos diez metros de él, y definitivamente había alguien en su base, sentado o apoyado, no podía distinguirlo. De repente, la persona que había allí notó su presencia y se levantó, girándose sobre él. Ambos se quedaron sin habla.

"Shin…ichi…" susurró la joven karateka, agrandando sobremanera los ojos y poniéndose una mano en los labios.

El joven detective no se creía lo que veían sus ojos. Allí, parada a escasos metros, como una figura angelical, con su cuerpo bien definido, con su indudable madurez adquirida, con un sombrero en la mano, se encontraba Ran. Su Ran.

Su primera reacción fue que perdió el control de su ser. Las manos se le soltaron y las bolsas le cayeron al suelo haciendo un ruido seco. La seguía mirando como si la hubiera visto por primera vez en su vida. De repente empezó a andar lentamente hacia ella, mirándola. Ran se sintió en una situación algo embarazosa; tanto tiempo esperando ese momento y a la hora de la verdad…

"Ho-hola, volví ayer, vengo de tu casa, allí están todos y… er…" Ran se puso a jugar nerviosamente con sus dedos, mientras él continuaba acercándose. Volvió a subir la mirada para encararle "Verás…"

Sin previo aviso, Shinichi ya la estaba abrazando antes que ella pudiera saber que se encontraba ya delante suyo. Se quedó en un estado de parálisis mental, con la mente en blanco y la cara roja, una combinación algo divertida.

Él la abrazaba fuertemente, como si de un momento a otro pudiera irse de nuevo. Ese pensamiento le torturó y aún la apretó más consigo mismo. La cara de Ra, la cual sobresalía un poco por el hombro derecho del joven, se encontraba totalmente roja. Pese a intentar domar la situación, esta se hacía cada vez más indomable.

"S-Shinichi…" dijo ella en un murmuro, pero no obtuvo respuesta. Empezó a preocuparse. Se encontraba la mar de bien así, ni que negarlo, pero él no había dicho nada en el casi minuto que llevaban abrazados. "¿Shinichi…?"

"Ran…"

La joven notó cómo su corazón se aceleraba ante su llamada, y giró un poco la cara, aunque no logró verle "¿Sí…?"

Ella notó cómo él aún la abrazaba más fuertemente. Empezó a soplar un viento cálido y agradable, y entre su murmullo se oyó una suave palabra "Bienvenida."

* * * * *

"¡¿RAN?! ¡¿RAAAN?! ¡¡RAAAAN!!"

Se oyó un ruido de pasos alborotados bajando las escaleras. Eri se ajustó las lentes, frunciendo el ceño y mirando ya directamente a la puerta, sabiéndose la escena de memoria. Kogoro, con una lata de cerveza, irrumpió en el despacho de detectives alteradísimo.

"¡Eri, Ran no está! ¡Ha desaparecido! ¡¡Buaah, mi hijita se ha vuelto a ir…!!" exclamó él, poniéndose a llorar y tumbándose en el sofá, visiblemente alterado por el alcohol.

La mujer no le hizo caso y siguió con sus papeles "Para tu información, mientras tú dormías la mona, Ran dijo que esta noche cenaría fuera, y yo obviamente la he autorizado. Esto te pasa por pasarte el noventa por ciento del día durmiendo, Kogoro."

El hombre se incorporó algo interesado. "¿Cenar fuera? ¿Y con quién?"

Eri, fingiendo que no le importaba, se puso un pelín roja "Pues con el pequeño Shinichi." Dijo, pensando en él no como en el hombre que era, sino como en el niño al que siempre pegaba por traerle a Ran sucia por jugar en el barro.

Acto seguido se oyó un furtivo grito por parte del detective que resonó en toda la ciudad de Beika.

* * * * *

Ran, algo sonrojada, sonrió ante la mesa que les habían servido y miró a Shinichi "¿No es esta la de la otra vez que vinimos aquí?" preguntó ella, sabiendo la respuesta. Él asintió y se puso detrás de Ran, retirándole la mesa. Ran se sentó algo alterada, mientras que él también lo hacía.

Después del feliz reencuentro, por sorpresa y, todo fuera dicho, decepción suya, habían aparecido Agasa, Shiho y los Detective Boys, los cuales estaban buscando a Ran, la cual se había dicho alegando que tenía que ir a comprar algo, y ellos se habían creído que al estar tanto tiempo fuera se habría perdido. De modo que se interrumpo la escena, y todo lo demás fue muy rápido. Shinichi, disimuladamente, le susurró al oído de la chica que si querría ir a cenar con él esa misma noche al restaurante del último piso del gran Hotel Kyoto, y allí se encontraban ahora.

Se quedaron ambos un momento en silencio, sin saber muy bien qué decir. De pronto, Shinichi había cogido conciencia de lo que ÉL había hecho en el parque antes. Ran también pensó en ello y ambos se sonrojaron. El joven detective notó cómo toda su madurez de antes se estaba yendo. Eso no debía consentirlo o todo saldría mal… y esa era una noche que ambos recordarían, para bien o para mal.

"Hmm… ¿Ran?" empezó él, mirándola. Ran alzó la cabeza mientras dejaba la copa de agua "Esto… ¿estás…enfadada?"

La chica no supo muy bien a qué se refería, cuando de pronto reparó en los pequeños malentendidos que tuvo antes de irse. Claro, pensándolo bien, él nunca se enteró que ella y Shiho lo habían resuelto todo. "No, no. Tranquilo. Ese mismo día me llamó Shiho para contármelo todo… aunque, sinceramente, no me enteré muy bien de qué era lo que hacía ella allí…"

Vio como Shinichi, el cual había respirado hondo tranquilo, empezaba a verse algo nervioso. Ran cerró los ojos sonriendo "Da igual, no quiero saberlo. El pasado, pasado está. Confío en ti y sé que no pasó nada."

Él frunció el ceño. "¡Hey, ¿qué insinúas…?!"

Ran le sacó la lengua amigablemente "Pervertido" dijo, apoyándose en la mesa con los brazos cruzados. Ese ademán hizo que el colgante dorado que llevaba puesto saliera de la ropa donde se encontraba escondido. Shinichi se lo quedó mirando algo sorprendido "Hey, ¿no es…?" dijo él, señalándoselo.

Ran, algo roja al ver hacia la parte de su cuerpo que señalaba, suspiró aliviada al ver que se refería al colgante. Pero entonces se volvió a sonrojar y asintió, cogiéndolo con los dedos con delicadeza "Sí, es el anillo que tú me diste al irme… Me lo puse como cadena, porque así podía llevarlo conmigo a los entrenamientos, ya que si me lo ponía como anillo me iría mal y…" Ran se quedó callada y sonrojada, al igual que Shinichi.

"Perdonen la tardanza, aquí tienen el menú" dijo la camarera, acercándose a ellos.

Ran cogió el menú "Gra… ¡¡ah!!" la chica se la quedó mirando, absorta. El joven detective miró a Ran sin entender. La camarera también se quedó mirando a Ran frunciendo el ceño "¿Tú no eres…?" empezó a decir Ran.

Entonces la joven camarera sonrió "¡Claro, ya caigo! Sois la pareja que vino esa vez… ¡qué casualidad!" dijo ella, la mar de amigable. Luego los miró a ambos "Veo que sí pasó lo que yo te dije, ¿eh?" dijo ella, mirando el anillo que sostenía Ran. Ella se puso roja como un tomate y movió la cabeza negativamente "¡No, no! No es lo que…"

Ella, ignorándola, les sirvió la bebida y les dejó a solas. Shinichi frunció el ceño "¿La conoces?"

Ran asintió "Tú también. Es la camarera que nos atendió la otra vez que vinimos aquí, ¿recuerdas? Claro que como tú te fuiste al caso, tampoco pudiste verla…" dijo ella, algo frustrada.

"Te recuerdo que fuiste tú quien me dijo que podía irme, miss karateka."

"Sí, y yo también te recuerdo que me dejaste plantada, great detective."

Ambos se quedaron mirándose, y empezaron a reír sin saber muy bien por qué. "Aún no te lo he preguntado, ¿cómo ha ido todo por Yokohama" preguntó él, desviando la mirada. Ran sonrió algo incómoda "Bien… ha sido muy duro… casi creía que no me dejarían un día libre… y los pocos días que tenía no me daba tiempo de ir y volver en un solo día para visitaros, así que hasta hoy que no he podido estar más de un día… pero bien en general. Kyogoku vino unos días a impartirnos clases, y casi le gano. Me han dicho que voy mejorando" dijo Ran, orgullosa. Shinichi sonrió también orgulloso; sabiendo lo franca y honesta que era, eso significaba sin duda que había mejorado MUCHO.

"Bueno, ¿y qué tal te ha ido a ti este tiempo que he estado fuera?" preguntó Ran, sonriendo y haciendo que el joven se sonrojara.

"Tsk, bien… he retomado el trono del mejor detective del Japón *lo siento Hattori, he-he*, y nada más por el estilo… he ido de caso en caso sin descanso. Hoy mismo acababa de volver de Nagoya, ¿sabes?"

Ran asintió "Por eso llevabas las bolsas y todo… de hecho, yo también he llegado hoy, ¡qué casualidad!" dijo ella divertida.

Shinichi frunció el ceño *¿Casualidad…? Haib…quiero decir, Miyano… ¿habrá sido ella? Me dijo que si tenía que volver, que volviera hoy, que me divertiría más…*

"¿Shinichi?"

"¿Eh?"

Ran bajó un poco la vista "Er, verás… todo este tiempo he tenido una duda acuciándome… Quería preguntarte una cosa, ¿puedo?" dijo ella, mirándole. Él asintió como si nada "Claro" Ran frunció el ceño "Pero… ¿me prometes que me contestarás?" Ahora el joven detective sintió que la cosa era algo más frágil de lo que creía. Pero sin pensárselo dos veces asintió con devoción.

"Verás…" Ran empezó a jugar con sus dedos, visiblemente nerviosa "La otra vez que vinimos aquí, dijiste que me habías invitado a cenar con un objetivo especial… Dijiste que querías decirme una cosa muy importante…"

Shinichi parpadeó incrédulamente. No se esperaba que se refiriera a eso. Sin embargo, ella prosiguió.

"Pero como te fuiste, pues…" Ran alzó la cabeza decididamente, con su sonrisa habitual "¿Qué querías? Y recuerda, has dicho que me responderías."

El joven detective se la quedó mirando a los ojos. *Vale, esto va por 'buen' camino… ¿de qué me quejo? Yo mismo no habría encontrado la oportunidad mejor de… decírselo… vale, respira hondo…¡vamos allá!*

"¡RAN!"

La chica se tiró un poco atrás, intimidada "¿Q-Qué…?"

Shinichi respiró hondo, calmándose. Adoptó una cara seria y firme, cosa que hizo sonrojar y al mismo tiempo poner algo nerviosa a Ran. El joven cogió aire para hablar "Verás, Ran. Hace tiempo que… que quiero decirte algo. Yo…"

Brrrr, brrrr, brrrrr

Ambos jóvenes se quedaron helados, sabiendo lo que ese vibrador del móvil de Shinichi había interrumpido. El joven cogió el teléfono con ira y desgana "¡¿Sí?! ¡¡Ahora esto ocupad…!! ¿Inspector Megure?" Shinichi se tranquilizó y adoptó su típica cara de circunstancias "¿Un caso? ¿Ahora?"

Esas simples palabras hicieron efecto en la joven karateka. Por dentro, su corazón se rompió en mil pedazos. Otra vez, como tantas otras veces, un caso criminal se interponía entre ella y su felicidad, él. Una vez más, él se iría, la dejaría plantada, para volver (o no) dentro de X tiempo… ¿por qué siempre tenía que pasar esto? ¿Por qué…? Notó cómo sus lágrimas empezaban a aflorar y rápidamente se las secó con un movimiento brusco. *N-No…estoy siendo muy egoísta… Shinichi es un detective, él vive de casos… no puedo negárselos… forman parte de él, y por lo tanto…*

"Sí, bien, adiós"

Ran parpadeó y volvió al mundo real. Shinichi con decisión había colgado el teléfono y había cogido el menú, leyéndolo "Hum… esto tiene buena pinta…"

La joven se lo quedó mirando "¿Era el inspector Megure?"

Él asintió.

"¿Y te ha dicho que fueses a ayudarle en un caso?"

Volvió a asentir.

Ran se lo quedó mirando "¿Y qué haces AQUÍ?"

Él la miró como quien duda de una cosa obvia "Que me llame para que vaya con él no significa que yo TENGA que ir con él. Estoy en mi pleno derecho de no ir, ¿verdad? Además, hoy he vuelto de un caso, y al menos el día de hoy libre lo tendré. Además, por nada del mundo pienso perderme este… ¿pez con huevos rellenos de…? ¿Qué es ESTO?" exclamó él, apartándose el menú de la cara con repugnancia.

Ran se lo quedó mirando embobada. Había renunciado al caso por ella, y eso la hizo sentir tremendamente bien y mal "Idiota, tienes que ir… eres el mejor detective del Japón, ¿qué harán sin ti?" ni ella misma sabía cómo podía hablar así "Por mí no te preocupes, estaré aquí toda esta semana antes de empezar el nuevo curso. Podemos quedar mañana…"

Él la miró sorprendido "¿Quién te ha dicho que me quedo por ti?" Ran frunció el ceño, pero entonces él la miró sonriendo "Y si ese fuera el caso, ¿qué pasa si por alguna vez huyo de mis deberes para estar con la persona que…?"

El corazón de ambos se puso a mil. Ran le miró fijamente y él la miró fijamente. Shinichi suspiró hondo y sonrió "¿…quiero?"

La chica se quedó en estado de shock, sin abrir la boca, mirándole absorta. Era una sensación aún más fuerte y profunda que la que sintió cuando le abrazó. Shinichi había dicho que… había dicho que… que…

"Esto…" dijo él, aparentemente tranquilo, acercándose un poco a Ran y extendiendo la mano hasta el anillo "…no va aquí…" y acto seguido se alzó de la silla y se puso a su lado, sacándole el collar y posteriormente sacando el anillo del collar. La joven karateka se lo quedó mirando sin articular palabra. Y entonces notó que su corazón se ponía a mil por hora, su sangre hervía, sus pómulos se enrojecían…

Shinichi, con un ligero tono rojo en los pómulos, se arrodilló con una rodilla al suelo y apoyándose con el muslo de la otra cama, tomó su mano con delicadeza y cogió el anillo "Va aquí…" y acto seguido, le introdujo el anillo en el dedo anular de la mano izquierda.

"Ran…¿quieres…querrás…" el joven detective volvió a tomar aire –notaba que le faltaba- con decisión, aún sin soltarle la mano, notando la mirada fija de la chica en él "¿…casarte conmigo?"

Ran se puso ambas manos en los labios, impactada, notando que estaba empezando a llorar de la emoción. Eso en cierta manera sorprendió y asustó a Shinichi, pero antes que pudiera preguntarle que qué le ocurría, notó como la joven se tiraba encima suyo, dándole un tierno y dulce beso de afirmación, de que compartía sus sentimientos y que aceptaba encantada su propuesta. El joven cerró los ojos y la abrazó.

Por fin, después de tanto tiempo, un futuro mejor se reflejaba sobre ellos. Por fin el amor había prevalecido, y él podría estar siempre con la persona que tanto quería desde la primera vez que le vio, hacía tantos años…

Por fin podría amar libremente a Ran.

Fin del cap.12

CONTINUAR

Notas de la Autora:

¬¬U Noto como hay un montón de miradas hostiles fijas en mí preguntándose QUÉ ES ESTO?! Bueno, pues yo os respondo: ESTO ES EL CAP.12! Pues sí, al final, como el epílogo (porque en teoría todo esto es el epílogo) era tan largo, decidí hacerlo como un capítulo más. Y tampoco no me he equivocado al poner 'CONTINUAR', porque, esta vez sí… habrá epílogo (este será el definitivo ^^UU). Bueno, pedir perdón por la confusión, pero yo me imaginé que sería bastante cortito, pero al final mi pura sangre empezó a devorar el teclado, haciendo la cosa un poquito más complicada y… bueno, da igual, supongo que tampoco os desagradará que haya un epílogo ahora, ¿no? Juju, y más sabiendo cómo ha terminado la cosa… Y ahora vamos al capítulo: ¿¿os ha gustado?? Jajaja, espero que sí ^^ sinceramente, me ha ENCANTADO escribir este capítulo (vaya si no :P), y espero de todo corazón que os haya gustado…

Relativo a cosas del capítulo, que sepáis que esa camarera no me la invento yo, sale en Shinichi's Rebirth (en mi web hay los scans traducidos), y eso que le insinúa a Ran es que si Shinichi se le había declarado al final (no ahora, sino la otra vez al final de Shinichi's Rebirth, justo antes de volverse Conan). Y vale, tal vez sea demasiado optimista por poner a Eri y Kogoro juntos, pero… no sé, tengo el presentimiento que Gosho los volverá a juntar 'de aquella manera'… ^^U Y supongo que también os habrá sorprendido lo de Shiho y Ran, y que sean tan amigas… bueno, por alguna vez pase, ¿neh? Esto es un fic, aquí hay libertad de expresión, bwahahahahaha.

Ah, y espero que no os haya decepcionado la declaración y la propuesta de matrimonio… quería hacerla lo más especial posible, pero tampoco al estilo 'super cursi', donde todos acaban llorando (sólo llora Ran xD).

Aún no me despido, ni mucho menos, de este fic, porque falta el epílogo… Lo que sí es cierto es que me he encariñado mucho con él y que me da mucha tristeza terminarlo, pero bueno, todo tiene que terminar algún día, ¿neh?

MUUUUCHAS gracias a toda la gente que me apoya, que me envía comentarios al mail, al msn, al foro, que me escribe constantemente comentándome cada escena del capítulo… ¡sois unas joyas! Muchísimas gracias, en especial, a las siguientes personas ^^: Ran-chan (te he puesto bien el nick, ¿eh? Humph!), Haku-chan (ya ves, al final otro cap más ^^U), Arzainer, Azalea, Mirta_22, Maron-chan, Aya-chan, Ai-kun, y en general a la gente del foro, del foro del 3xl.net, de la comunidad de Kazu y la de Tantei Holmes Sensei ^_^ ¡Muchas gracias por leerme!

Nos vemos en el epílogo final (sí, sí, este será el bueno o)…

Ja ne,

CiNtUrO-cHaN

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