Prólogo

-Maestro, es hora de despertar- dijo una hermosa voz que pude reconocer.

-5 minutos más...- le dije a la joven señorita que estaba a mi lado.

-Maestro. Tiene que despertar. Hoy tiene su agenda muy apretada- me respondió ella.

-Ya voy,...Belfast- le dije mientras me despertaba y levantaba de mi sueño. Luego volteé a verle y me encontré con la bella sonrisa que siempre me daba en las mañanas. -Buenos...días- le dije sonriendo.

-Buenos días, maestro. El desayuno está casi listo- dijo Belfast mientras iba a mi armario y buscaba mi ropa. Luego, la dejó tendida en mi mesa de trabajo y me dijo. -Dejaré su ropa aquí, comandante. Cuando termine de asearse, lo esperaré en la oficina con su desayuno.

-Gracias, Belfast. Eres la mejor- le dije a Belfast, a lo cual ella se sonrojó y murmuró un ligero "gracias" que pude escuchar. Saben, se ve muy hermosa cuando está sonrojada. Tal vez sea por eso por lo que me enamoré de ella hace tiempo.

-Bueno. Hora de empezar el día- dije mientras me preparaba para otro día de trabajo.

Tal vez se estarán preguntando por que una chica tan bella como Belfast me está despertando esta mañana; pues hay una buena historia. Hace tiempo, mi padre fue un antiguo veterano de la marina; pero, debido a un accidente que tuvo durante una misión, tuvo que retirarse por temor a salir herido. Mi padre siempre fue un héroe que luchaba por proteger a otros. Todo el tiempo, soñé que quería ser como él; pero todo eso cambió cuando "ellas" vinieron a destruirnos. Las "Sirens" eran una raza alienígena, con una tecnología más avanzada que los humanos, que llegaron a la Tierra y expulsaron a la humanidad de los océanos. La humanidad hizo de todo para derrotar a las invasoras, pero no pudieron lograr el cometido; pero, la humanidad no pudo rendirse así nada más. Usando la tecnología de las "Sirens", crearon a las "Kansen"; barcos de guerras con apariencia humanoide. Con su ayuda, la guerra contra las "Sirens" terminó y la humanidad quedó en paz. Pero, la paz duró muy poco cuando una nueva guerra estalló entre las facciones que se fundaron para derrotar a las "Sirens". La alianza mundial, Azur Lane, fue dividida en 2 bandos que tenían ideas diferentes para vencer a las "Sirens". Eagle Union y Royal Navy se mantuvieron unidos a Azur Lane para enfrentar a las "Sirens" usando la tecnología otorgada por la humanidad para enfrentarlas. Sin embargo, Sakura Empire y Iron Blood conformando a la alianza rival Red Axis, creyeron que era mejor usar la tecnología de las Sirens en su contra. Aun así, luego de un ataque sorpresa por parte de las "Sirens", ambos bandos volvieron a ser uno y se pusieron manos a la obra para defender el mundo.

Mi padre también fue parte de la nueva alianza pero, debido a su condición, no pudo continuar en servicio. Estaba triste porque mi papá era un gran hombre y ya no podía ayudar al planeta. Fue en ese entonces, que me enlisté en la marina para seguir los pasos de mi padre. A pesar de la dificultad, logré graduarme con honores en la academia. Mi padre estaba orgulloso; pero también preocupado de que las "Sirens" volvieran a atacar. Yo sabía el riesgo pero, aun así, le dije que sin importar que ocurría, no iba a rendirme. Él sonrió y me abrazo; pero entonces, apareció un almirante de las fuerzas armadas. Reconoció a mi padre y le dijo lo impresionado que estaba conmigo. Mi padre le agradeció y le preguntó el motivo de su llegada. El almirante, conocido como Richard Hendrickson, habló con nosotros sobre darme un puesto como comandante de la alianza Azur Lane. Yo estaba sorprendido pero a la vez confundido. Mi padre le preguntó al almirante Hendrickson sobre el motivo de esta oferta. El señor Hendrickson nos dijo que yo tenía un potencial y una gran habilidad para comandar que cualquier otro comandante. Ya que los comandantes que se han graduado de la academia siempre son codiciosos u orgullosos, e incluso presumidos; en mi caso, yo era alguien amable, respetuoso, nunca dejaba a alguien a su suerte, daba órdenes precisas, etc. Eso me dejó pasmado, y era por eso por lo que el almirante Hendrickson me recomendaba para el puesto. Papá estaba muy pensativo pero sabía que mi decisión era definitiva. Lo había pensado y acepté el puesto.

Ya habían pasado 6 meses desde que llegué a la base de la alianza Azur Lane. Desde el día que llegué por primera vez, tuve ligeros tropiezos en llevarme bien con las chicas de la base. Sin embargo, al cabo de un tiempo, todas ellas empezaron a tomar más confianza en mí. A pesar de las miradas que tenían en mí, logré que ellas confiaran completamente en mí y me hice amigo de todas ellas. Pasaba tiempo con ellas en distintas actividades y misiones, como por ejemplo: Tomar el té con las damas de la Royal Navy, jugar deportes con las chicas de Eagle Union, aprender un poco el estilo de vida de las chicas de Iron Blood, o incluso disfrutar un tiempo de paz debajo de los árboles de cerezo con las chicas de Sakura Empire. Incluso otras facciones se unieron al equipo y nuestro grupo creció, pero vivíamos en armonía entre todos.

Tal vez no lo parezca, pero durante esos 6 meses, logré entablar una relación un poco más profunda con varias chicas de la base. Esas chicas fueron algunas de mis secretarias a las que conocí por primera vez pero, aun así, puedo decir que me enamoré de ellas. Algunas fueron a primera vista, otras fueron durante una misión, y otras fue porque acepté su forma de vida y ser. Pero saben que, este estilo de vida que tengo con las chicas, espero que nunca cambie.

-Espero que el trabajo de hoy no sea tan pesado como la última vez- dije mientras estaba acomodando mi uniforme de comandante. Cuando terminé, salí de mi habitación y me dirigí a mi oficina.

Durante el camino me encontré con varias de las chicas. Unas me saludaban amablemente, otras eran muy tímidas pero podían saludarme a pesar de sus nervios. Yo les devolvía el saludo con una sonrisa. Para mí, ellas eran muy importantes. Llegué a la oficina y Belfast me recibió con una bandeja de desayuno.

-Bienvenido, maestro. Por favor, disfrute su desayuno.- me dijo Belfast con una sonrisa.

-Gracias, Belfast- le respondí. Me senté en mi silla a disfrutar de mi desayuno cuando la puerta de mi oficina se abre de golpe. Agradeciendo que aún no había tomado la taza de café que Belfast me hizo, miro a la puerta enojado.

-¡Hornet! ¡¿Cuantas veces te he dicho que no me des un susto así?!- grité cuando entró la más joven de las hermanas de la clase Yorktown, meciendo su cabellera rubia y haciendo su usual rutina de saludo.

-¡Jejejeje! ¡Lo siento comandante!- dijo Hornet sonriendo como de costumbre. -Es que tenía prisa para decirte algo. Verás, ¡acabo de hablar con mi hermana Enty y ella me dijo que...!- me decía Hornet hasta que alguien entró a interrumpirla.

-¡Horneeeeeettttttt! ¡No lo hagas!- gritó una persona muy conocida para mí. Fue cuando entonces, vi como Enterprise amordazaba a su hermana menor; evitando que diga algo. Hornet intentaba liberarse de su agarre, pero Enterprise logró cubrirle la boca y, amarrarle las manos y pies para que no hablara.

Estaba tan sorprendido que lo único que dije fue. -Uh. ¿Enterprise?-

Enterprise volteó y se dio cuenta que aún estaba en mi oficina. El día que la vi, hace 6 meses, por algún motivo me había enamorado de ella; al igual que Belfast y su hermana Hornet. Fue amor a primera vista.

Enterprise estaba tan sonrojada por lo que hizo que solo pudo voltear para que no notara su sonrojo. -Comandante, no es lo que cree- dijo Enterprise aun sonrojada.

-¿Acaso sucedió algo que deba saber?- pregunté algo preocupado. Enterprise se sorprendió y volteó a ver aun con su enrojecido rostro.

-No. No ha pasado nada- decía Enterprise mientras movía sus manos frenéticamente. A pesar del bochorno que acaba de pasar, ver a Enterprise con ese lado vergonzoso la hacía ver aún más tierna. Hornet también tiene su encanto, pero hay veces en que su energía y su entusiasmo puede ser difícil de controlar.

-Enty. ¿Qué estás haciendo?- preguntó otra voz muy familiar también. Era Yorktown, la hermana mayor de Enterprise y Hornet. A pesar de su belleza y habilidad, Yorktown era una chica muy delicada. Cuando la conocí, estaba muy mal. Me dijeron que fue atacada y que su estado era muy crítico. Sin embargo, busqué la ayuda necesaria para ayudarla. Costó pero al final, logré salvarle la vida. Ella me lo agradeció y me sentí bien por eso. La visitaba de vez en cuando durante su rehabilitación y empecé a enamorarme de ella también.

Enterprise vio a su hermana mayor y quería responderle, pero Hornet logró liberarse de su amarre y le dijo a su querida hermana mayor. -Neechan, tienes que escuchar esto. Enty-neechan me amordazó solo porque no quería que le dijera al comand...- decía Hornet hasta que vi como Enterprise le dio un derechazo que calló a Hornet al instante.

-No es nada. De verdad, no es nada- decía Enterprise toda nerviosa. Yorktown, al parecer, no caía en esa mentira. Conocía muy bien a su hermanita, y sabe que hay algo más en todo eso.

-¿Sucede algo, comandante?- dijo otra voz que se escuchó en la oficina. Eran Hood, Wales e Illustrious, quienes habían ido a verme luego de que el drama de Enterprise y Hornet se escuchara por todo el pasillo.

-Aún no lo sé- había respondido. Luego de unos minutos, llegó más gente a la oficina. Akagi, Kaga, Amagi, Mikasa, Dido, Sirius, Bismarck, Tirpitz, Prinz Eugen, Graf Zeppelin, Yat Sen, Avrora, Dunkerque y Jean Bart; llegaron también como si hubiera un problema. Y empezó una discusión sobre lo que había ocurrido pero sin llegar a un acuerdo. Voy a ser sincero; enamorarme de una o 2 chicas no es nada bueno. Pero en mi caso, estoy saliendo con 21 chicas. Así es mis amigos. Esto es lo que algunos considerarían un harem impresionante, un paraíso, entre otras cosas. Aceptar salir con ellas fue todo un reto.

Akagi y Kaga fue algo sencillo, al igual que Amagi; ya que iba a acompañarlas en un picnic debajo de los árboles de Sakura.

Jean Bart fue algo más terca por su orgullo, pero al final, se ablandó en su corazón.

Mikasa fue muy duro porque pensaba que yo estaba saliendo con ella por ser vieja, pero le demostré lo contrario.

Dido y Sirius fue algo complicado debido a la actitud de Dido por pensar que no la necesitaba para nada y Sirius por su torpeza; pero, digamos que eso también fue parte del encanto de ambas lo que me atrajo de ellas.

Yat Sen fue fácil ya que siempre pasaba tiempo con ella, celebrando algunas tradiciones de Dragon Empire.

Avrora, no tanto, ya que su afición al vodka fue tanta que una vez se desmayó y tuve que llevarla a su habitación estilo "pareja recién casados". Saben, ella es linda pero siento que el vodka es mala señal para ella.

Bismarck y Tirpitz no fue nada fácil; en especial porque las 2, al ser hermanas, eran de personalidades muy diferentes. Pero, todo resultó bien porque logré reconciliar a Bismarck y Hood. Bismarck lloró porque logró recuperar la amistad perdida de su vieja amiga y me agradeció por eso. Tirpitz estaba feliz también por ver a su hermana sonreír de nuevo, y también me dio las gracias.

Belfast, Hood, Wales e Illustrious fue diferente, en cierta manera. Como a su majestad Elizabeth le gusta realizar fiestas de té, ellas me invitaron a participar también. Estaba nervioso esa vez ya que nunca he estado en una fiesta de ese tipo; pero las chicas me ayudaron con los modales y logré aprender muy rápido. Incluso, Elizabeth me felicitó por mi gran esfuerzo. Las chicas estaban felices que me dieron un beso cada una en las mejillas.

Prinz y Graf fueron el mayor reto de todos. Como le pedí una cita a Eugen, Graf quiso ir también y no iba a aceptar un "no" por respuesta. Yo acepté pero jamás pensé que ese día, iríamos aun bar muy conocido y que hubiera una competencia de "Beber más cerveza". Fue un día duro, en especial cuando tuve que traer al par de ganadoras hasta la base. Lo bueno fue que me divertí pero fue algo que prefiero olvidar.

Dunkerque fue una dulce experiencia. Compartí mucho con ella y su gusto por la repostería. De hecho, ella me ofreció algunos de sus dulces y me gustaron mucho. Fue entonces, que yo decidí hacerle uno propio a ella. A pesar de ser un novato, mi primer pastel quedó muy bien y a Dunkerque le gustó muchísimo su forma y su sabor. Ella estaba feliz y yo igual.

El trío de hermanas Yorktown estuvo difícil pero terminó bien al final. Yorktown estuvo en cuidados intensivos mientras la cuidaba durante su recuperación. Hornet siempre estaba alegre y le encantaba pasar el tiempo en la playa y conmigo. Enterprise, por el otro lado, fue una sorpresa para ella. Durante una de las misiones que tuvo, decidí acompañarla. Se sentía confundida por mi idea de acompañarla pero le dije que estaría bien. Ella aceptó y fuimos a la misión que le fue asignada. Durante el camino, fuimos atacados por barcos "Sirens", pero ella logró vencerlos. Pero, uno de ellos le atacó por la espalda y vi como unos aviones le atacaron con misiles. Estaba a punto de hundirse cuando me acerqué a ella en mi lancha y logré subirla a tiempo. Puse en marcha el vehículo y logramos llegar a la base. Hicieron todo por salvarla, y al final, se recuperó. Cuando la fui a ver, estaba triste y deprimida. En cuanto me vio, empezó a llorar. La abracé y le dije que no fue su culpa. Ella siguió llorando pero trataba de tranquilizarla lo mejor que podía. Cuando se recuperó, Enterprise empezó a sentir miedo. Miedo por el mar. Traté muchas veces de ayudarla pero siempre se negaba. Fue ahí cuando le dije que fuéramos a un lugar especial. Cuando llegamos, le mostré el acuario de mi ciudad natal. Estaba sorprendida por todo lo que veía. Durante días, ayudé a superar su trauma por el océano; e incluso, fuimos a la playa a pasar el tiempo untos. Nos divertimos mucho. Cuando estábamos nadando en el mar, una ola nos golpeó y nos sacó del agua; solo que en esta ocasión, terminamos besándonos por accidente. Enterprise estaba roja como un tomate, literalmente. Le dije que fue un accidente y que termináramos por el día. A pesar de eso, me encariñé mucho con ella esos días.

Saben algo, esto tal vez no sea malo. No creo vaya a pasar algo malo. Por ahora, será mejor disfrutar mucho de esta vida.