Disclaimer: los personajes que aparecen en esta historia pertenecen a JK Rowling y Warner Brothers----

Hola!!!

Lamento mucho haberme atrasado tantísimo en este fic, es que concentré mis energías en los otros dos y este se me había olvidado prácticamente, pero aquí está el siguiente chap. Es corto, pero pienso seguir pronto, tranquilas.

Todavía no me convence mucho la historia, pero Rosa ya volvió a insistirme sobre ella y bueno, la verdad me hace un poco de gracia, así que decidí seguirla, veremos que sale.

Gracias a las personas que leyeron el primer chap, y a las que están leyendo este. Y hablando de eso, ¡reviews!

Nicky-Potter: ¡¡Hola!! Aquí verás a quien se dirige Sirius, pero no estás perdida del todo. Ya nos hemos visto bastante en otros fics, pero aún así gracias por tu primer review. No sé si Bella verá a Sirius... no le he decidido todavía. Y aquí esta el otro chap que querías, algo tarde, pero aquí está.

My Last Breath: hola amiga!!! No, no es esa película. ¿Te recuerda a Casper? A mi me gustó mucho esa peli también, pero no recuerdo haberme basado en ella para este fic. Sí, debe ser horrible que a uno sólo le digan que está muerto. Espero que estés teniendo unas excelentes vacaciones y oír de ti pronto.  

Bien, ahora, ¡el capítulo!  

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Sirius se detuvo. Estaba seguro. Ese era el #4 de Prive Drive. Era una sensación muy extraña la de caminar por la Tierra sin sentir que la gravedad lo mantuviera atado a ella. Abrió la bolsa que Richie le había dado. El equipo era muy interesante. Ahí estaba lo que le interesaba: una llave mágica. Él no era un fantasma, por lo que no podía atravesar las paredes, pero si introducía esa llave en alguna puerta podía pasar por ella. Suavemente entró en la casa de su ahijado.

Harry le había descrito muchas veces la casa, por lo que no tuvo problema es encontrar el cuarto de su protegido. Estaba dormido sobre el escritorio, por lo que Sirius pudo ver había estado estudiando.

Habían pasado tres semanas desde lo ocurrido en el Departamento de Misterios. En el mundo de transición el tiempo transcurría distinto. Él creía que sólo había pasado un día.

¿Cómo podía despertarlo? Al otro día le iba a doler el cuello... Richie le había dicho que si él y Harry estaban muy conectados en vida él tal vez podía inspirarle ideas. Sirius no tenía la menor idea de cómo hacer eso, por lo que cogió la pluma de Harry y le hizo cosquillas con ella en la oreja.

Harry se despertó sobresaltado y miró alrededor alzando la varita. Luego agitó la cabeza negando y se acostó en su cama. No tardó un minuto en dormirse en un sueño intranquilo.

"No, no, Sirius, vete. No mates a Sirius. Yo voy a salvarlo. Yo te doy la profecía. No mates a Sirius"

Sirius sintió que se le helaba la sangre al oír a Harry hablar en sueños. Tenía pesadillas con él. Se sentó a su lado y le tomó la mano. Aunque no se manifestó físicamente –algo que no podía hacer mas que con la persona que escogiera- Harry pareció sentir cierto alivio, dejó de agitarse y durmió tranquilo.

Sirius lo vio dormir preocupado. ¿Qué podía hacer él es ese estado? Lo primero que se le había ocurrido era seguir a Severus a la cueva de los mortífagos. Podría espiarlos abiertamente y luego decirle todo a Dumbledore, escogiéndolo como "confidente terrestre." Pero no, Bellatrix podía verlo, y ahora que tenía la oportunidad de seguir protegiendo a Harry no iba a desaprovecharla.

Dumbledore... sí, él podía ser su confidente terrestre. "Debe ser alguien cercano al chico Potter" era lo que le habían dicho, no, Dumbledore no era tan cercano como lo que él necesitaba. Lupin fue su segunda opción. Pero no. Su confidente tenía que estar en el día a día de Harry, necesitaba alguien que lo comprendiera, que lo conociera, que estuviera con él y sobre todo alguien en quien Harry confiara y a quien ponía atención. Además tenía que ser alguien inteligente y que tuviera la mente lo suficientemente abierta como para entender lo que pasaba.

Una imagen se perfiló claramente en la mente de Sirius: una chica castaña, de pelo alborotado y diente blanquísimos con una insignia de prefecta en el pecho, junto a una con las iniciales P.E.D.D.O.             

¿Cómo podía encontrar a Hermione? Sabía que era hija de muggles, pero no sabía donde vivía. Tras pensarlo unos momentos decidió dormir junto a su ahijado, después de todo eso de ángel iba a ser agotador.

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Al día siguiente se despertó cuando Harry se acababa de levantar. Cuando salió del cuarto para ir a bañarse Sirius aprovechó para examinar la habitación.

-¿Dónde tendrá un espejo?

Miró a su alrededor buscándolo, pero no lo veía por ningún lado. Luego se le ocurrió que tal vez estaba detrás de la puerta del ropero, como uno que él había tenido una vez. No se equivocó.

Contempló su imagen (nadie más que él podría haberla visto, excepto Bellatrix, pero ella no podía estar ahí). Sonrió. Le gustaba tener 17 de nuevo. Su pelo era sedoso y brillante y unos mechones le caían sobre la cara con mucha elegancia y naturalidad. Recordaba como volvía locas a las chiquillas de Hogwarts. Sí, el cambio era favorecedor. Sus ojos brillaban de nuevo y le devolvían la mirada inteligente y clara, sin esa expresión medio atontada que su estancia en Azkaban le había dejado. Se quitó la camisa que andaba y se siguió examinando. Sí, nuevamente era el Sirius Black que ninguna chica del Hogwarts de su época había podido ignorar y ninguna seguramente había logrado olvidar.

Se preguntaba si lo que Richie había dicho era verdad. Antes de venirse le había dicho que debía tener cuidado, porque conforme pasara el tiempo no sólo se vería de 17, sino que empezaría a actuar como tal. No era un hombre de 36 años en un cuerpo de 17. Era un chico de 17 con los recuerdos de un hombre de 36. 

En eso volvió Harry al cuarto y se quedó mirando la puerta pensativo, no recordaba haberla dejado abierta. Se acercó para "peinarse" si así se podía decir a cepillarse el alborotado y rebelde cabello, y luego se dirigió a desayunar. Sirius lo siguió de cerca, mirando con atención la casa a la que había llegado al día anterior.

Tal vez podía calificarse de "exageradamente" limpia y muggle, pero para Sirius no estaba tan mal, comparada con Grimmuld Place. Llegaron a la cocina, donde estaban los Dursley reunidos.

Sirius miró a Petunia con interés. Sólo la había visto unas cuantas veces, cuando había estado en casa de Lily con James, pero aún la recordaba. Nunca se había parecido a Lily. Le faltaba vida en los ojos y la ternura natural de su amiga. El tío Vernon le pareció algo desagradable y el chico Dudley la verdad le dio un poco de pena, no era nada agraciado. Sin embargo, cuando iba a golpear a Harry por debajo de la mesa Sirius pateó la base de la silla en la que se balanceaba y Dudley se encontró en el piso.

Sirius rió divertido, pero cuando los Dursley empezaron a culpar a Harry se sintió furioso con ellos y luego con él mismo. No estaba ayudando mucho, pero le parecía que lo esencial era sacar a Harry de esa casa.

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Sirius miró a su alrededor y releyó la dirección que había copiado de la agenda de su sobrino. Esa tenía que ser la casa, a la par del consultorio dental.

Se encaminó a ella y entró sin dificultad.

Una mujer de unos 32 años de pelo castaño que se dirigía a su hija de 17 años que estaba en el sofá leyendo un libro

–Hermione, linda, recuerda lavar la ropa que te pedí.

-Sí mamá.

-Ya me voy. Tu padre se queda hoy todo el día en el consultorio, espero no tardar mucho.

-Vale.

La señora Granger se fue apresuradamente. Sirius apoyó los codos contra el respaldar del sofá donde estaba la chica y la miró con atención. Nunca antes la verdad le había prestado mucha atención, pero era muy bonita, y se veía muy bien vestida de muggle, con el pelo bien peinado y ligeramente maquillada.

Leía un libro de Defensa Contra las Artes Oscuras con mucha atención. Sirius sintió de repente que ella de verdad era la indicada para ser su confidente terrestre. Pero, ¿cómo se lo diría?

Pensó en varias formas, pero el espíritu travieso que había olvidado entre las rejas de Azkaban volvió de pronto a él. ¡qué bueno era tener 17 otra vez!

Sin más preparación, se materializó.

-Hola Hermione. Tanto tiempo...            

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¡Ahí está! Prometo subir el próximo pronto. Espero que les haya gustado, y si no, de cualquiera de las dos formas les agradecería que me dejaran un review con algunos comentarios y muy importante SUGERENCIAS de que les gustaría que pasara. Como apenas estoy empezando creo que podría manejarlas mejor.

Nos vemos,

Sara Fénix Black.