Los personajes de Saint Seiya no me pertenecen... los angeles and company,
sip. Este y los siguientes caps van dedicados a mi loca Beta Renegada,
Kitiara!! Thanks por las ideas!! ^^

UN ANGEL PARA UN CABALLERO

Capitulo 8. Como quedarse sin habla y no morir en el intento...

¿Cómo me puedes hacer esto y quedarte tan pancho? – David reviso con ojo critico a su protegido. Tras dos horas de discusiones y de forcejeos habia conseguido que Kamus se pusiera la ropa que el habia elegido para la ocasión. Una blusa de seda, color indigo, medio abierta y unos pantalones negros.

Uhm... falta algo... pero no caigo el que... - Kamus volvio a suspirar. ¿Es que ese martirio no iba a acabar nunca? - ¡Ya se! – el angel desaparecio, para volver a aparecer en menos de un segundo. Le puso una flor al caballero en su mano.

¿Y esto? – pregunto confundido Kamus, mirando la flor.

¡Esto, querido amigo, es lo que va a hacer que se vuelva loca por ti! ¡Tu dasela cuando la veas!

Dioses... que martirio...

Milo vio llegar a Kamus con una sonrisa contenida. Su alumna le habia
pedido permiso para ir con el caballero de Acuario al cine y la habia
hecho jurar y perjurar que el habia sido el que la habia invitado. Y
ahora que lo veia venir, no sabia si reirse o preguntarle si tenia
fiebre. Al ver la expresión de extrema vergüenza de su amigo tuvo una
idea. Genial desde su punto de vista, claro...

¡Kiti! ¡Ven! ¡Vamos a escondernos! – la aprendiz miro al caballero sin entender.

¿Por qué? ¡Yo queria ver a mi maestro sufrir! – rezongo ella, mientras Milo la empujaba detrás de una columna.

Ya, ya. Y lo veras. Pero si este nos ve aquí, no se va a atrever a entrar. Ahora, calladita. – ambos guardaron silencio cuando oyeron la puerta de la habitación de Vulpix abrirse. La chica miro a todos lados, buscando a su maestro y a su amiga, pero no les vio. Extrañada por su ausencia, decidio ir a la puerta para esperar al caballero de Acuario.

Kamus se dirigio hacia la entrada de la octava casa no muy convencido.
David tuvo que empujarlo en los ultimos metros para que no huyera. De
pronto, la chica aparecio en su campo de vision, Y se quedo helado.
Vulpix, sin el tipico uniforme que solian llevar los aprendices y con
una camiseta roja ajustada y unos pantalones negros pegados por la
cintura era algo que Kamus no se esperaba. David tuvo que hacer
esfuerzos descomunales para moverlo de su sitio.

¡Muevete pedazo de bloque de hielo! ¡No te quedes helado, que no es el momento! – hasta que el angel no le dio un pellizco en el brazo, Kamus no reacciono. Algo avergonzado, el caballero se acerco finalmente a la aprendiz. - ¡Di algo! ¡Hola al menos!

Ah...

¡Que puntual! – David estaba a punto de darse de golpes con una columna cercana.

¡Por el amor de los angeles, Kamus! ¡Di algo!

Ah... - Vulpix desvio su mirada a la mano del caballero, que milagrosamente sostenia la flor.

¡Que bonita! ¿Es un lirio japones? ¡Me encantan esas flores! – para alivio del angel, Kamus parecio reaccionar ante ese comentario. Con algo de torpeza, el caballero corto el tallo y le coloco la flor a la aprendiz en el cabello.

Es... es para ti... - la chica se sonrojo, sonriendo divertida.

Gracias... es preciosa... ¿Cómo sabias que me gustan esas flores?

¡Ahí va! – exclamo el angel. No habia caido en ese detalle. Kamus se apresuro a inventar una mentira que pareciera creible.

Este... Kiti me dijo...

¡Buenos reflejos, chico!

¿Vamos? – cuando los dos salieron de la casa, rumbo al pueblo, Kitiara y Milo salieron de su escondite, riendo como posesos.

¡Ey! ¡Ahora que caigo! ¡Yo nunca le he dicho a Kamus que a la loca le gustan esas flores!

Entonces... ¿Cómo lo supo? – los dos se miraron extrañados entre si, mientras Lisa reia a carcajadas por todo lo que habia tenido que presenciar.

¡Desde luego, David! ¡Tu protegido tiene ganado el cielo contigo! – murmuro el angel, viendo alejarse al trio.

CONTINUARA...