Disclaimer: Todos los personajes, lugares, etc.… pertenecen a JKR, excepto Rella Turner y su familia que es mía.
Nota de la Autora: Bueno, aquí vamos con el cuarto capítulo… siento el retraso, pero es que a mi beta va algo retrasadilla y no le había dado tiempo de leer el capi, pero aquí está por fin. Bueno os dejo con él:
Capítulo 4º
Una noche en las mazmorras
Rella se despertó con el ruido que hicieron los miembros de la Orden al entrar en la enfermería y saltó del sillón en el que se había quedado dormida y se dirigió hacia el director.
-Albus...-
-¡Rella! Creí que estarías en tu cuarto.-
-Lo estaba. ¿Cómo están, Albus?.-
-Están bien.-
-Lo han hecho, ¿verdad?, le han marcado, ¿no?.-
-Rella, tranquilízate, ¿quieres?.-
-Albus, no...-
-No, Rella, no le han marcado, pero por poco.-
-Dios, no. Yo tendría que haber estado ahí con él... ¿qué has dicho?.-
-No le han marcado, Rella, pero está algo nervioso...-
-¿Dónde está?.-
El director señaló una de las camas rodeada por cortinas, y comenzó a andar detrás de la joven.
Jack estaba sentado en la cama, temblando mientras la enfermera intentaba que tomara una poción para el dolor, pero el chico parecía no estar allí. Rella se acercó a él y se sentó a su lado mientras retiraba el pelo que le cubría los ojos, y lo acercaba hasta ella.
-Jack...-
El chico abrió y cerró los ojos varias veces hasta que consiguió enfocar a su tía, que le sonreía débilmente.
-Vamos, te llevaré a tu cuarto.-
Rella se levantó de la cama, ayudó a Jack y los dos salieron de la enfermería en silencio a pesar de las protestas de la enfermera, reticente a dejar marchar a su joven paciente. Caminaron por las mazmorras hasta llegar a la Sala Común de Slytherin; Rella dijo la contraseña y acompañó a Jack hasta su cama; lo acostó y fue a salir de la habitación, cuando la voz del chico la interrumpió.
-Tía Rella, yo...-
-Tranquilo Jack, no pasa nada.-
-Pero...-
-Duerme, no te preocupes.-
-Gracias tía Rella, buenas noches.-
-Buenas noches, Jack.-
Rella salió de la Sala Común y paseó por las mazmorras sumergida en sus pensamientos, cuando escuchó un ruido extraño, y se volvió rápidamente, y vio a alguien apoyándose contra la pared, para sostenerse. Rella se acercó e intentó ayudarle, cuando le vio.
-¡Severus!-
Se sorprendió al verlo así, y por ese tiempo pareció olvidarse de la pelea que habían tenido hacía unos días, y se ocupó de ayudarle. Lo levantó como pudo e intentó arrastrarlo hasta su dormitorio.
-Vamos Severus, despierta.-
Rella lo zarandeaba para intentar despertarlo, y al no responderle sacó la varita del cinturón y apuntó con ella al hombre.
-Enervate.-
-Que...que...coff, coff.-
-Shhh, tranquilo, sólo necesito que digas la contraseña y entraremos a tu cuarto, .-
El hombre murmuró algo y la puerta se abrió al tiempo que él volvía a desmayarse. Rella entró con él al despacho y lo tumbó como pudo en el sofá mientras con un "incendio" encendió la chimenea para calentar un poco la fría mazmorra. Abrió una de las ventanas y esperó un ratito a que Fainser apareciera. El águila entró y se paró junto a la joven que le acarició las plumas, mientras le hablaba tranquilamente.
-Necesito que traigas mi equipo, ¿vale?.-
Fainser salió volando y mientras volvía con el equipo de Rella, ella volvió a levantar a Severus para llevarle hasta su habitación; lo tumbó en la cama y volvió al despacho para recoger la pequeña caja que Fainser le había traído. Volvió a la habitación, dejó la caja en la cama, se quitó la túnica dejándola sobre la cama y se sentó junto al hombre sacando la varita.
Sacó unas cuantas pociones de la caja y despertó al hombre.
-Ahora necesitas tomarte esto, ¿vale?. Toma, esto es para el dolor, tómatelo.-
El hombre se la tomó con ayuda de Rella y comenzó a intentar hablar.
-¿Por qué?.-
-Toma esta; es para...-
-Rella. Ya sé para lo que es, coff, coff, ¿por qué haces esto?.-
-Es lo que tengo que hacer, ¿o prefieres morir?. Ahora tómatela.-
Se la tomó sin volver a protestar y dejó que la joven continuará ayudándole, mientras recordaba todo lo que acababa de ocurrir: él se había arriesgado para salvar al sobrino de Rella sólo porque sabía que ella estaría muy agradecida, y porque era la única forma de que ella volviera a hablarle después de su pelea, y a cambio de eso recibió unas cuantas maldiciones cruciatus y un poco de tortura a la muggle como decía el Lord...
-Ahora duerme.-
-Gracias.- murmuró el hombre.
-No importa.-
-Sí, que...-
-Tienes que descansar; mañana volveré para ver cómo estás. Si necesitas algo llama a Fainser, me encontrará. Hasta mañana.-
Él hizo un amago de contestarle algo, pero ella ya había salido por la puerta de su cuarto; dirigiéndose a su propio despacho.
-¿Realmente he hecho yo eso?.-
-Parece que sí, Rel.-
-Pero... por qué lo he hecho.-
-Rel...-
-¡Abuelo!, no lo entiendes, acabo de ayudarle a él.-
-Ya. Por si no lo recuerdas, él solía ser tu mejor amigo, ¿no?.-
-Eso fue hace mucho tiempo, Jeff, ya...-
-Ya!, entonces ¿por qué has dejado allí la túnica?.-
-¿Qué?.-
-¿NO ves?, aún es tu amigo, o al menos lo consideras como a un amigo. Si no, ¿te preocuparías por él?.-
-No me preocupo por él. Lo hubiera hecho por cualquier otro.-
-Ya, claro...-
-¡Abuelo!.-
-Rella sabes que tengo razón.-
Jeff desapareció del cuadro antes de recibir una contestación de Rella, que se marchó a su habitación y se tumbó en la cama mirando al techo, esperando a que llegara el día de mañana para poder bajar a ver cómo estaba él...
CONTINUAR
Nota de la Autora: Bueno, hasta aquí el cuarto capítulo. Espero que os siga gustando. Hasta el próximo capítulo, que espero subir mañana o pasado, y tb con las respuestas a los reviews…
Capítulo 5: La tregua.
Hasta pronto.
Fainser espíritu de la Oscuridad.
Miembro del Clan de los Espíritus del Abismo de Fuego.
