El despertar:

Harry abrió los ojos y reconoció inmediatamente el lugar en que se encontraba: La blancura de la enfermería en la que había pasado prácticamente cada fin de año escolar los últimos 7 años lo cegó, obligándolo a parpadear.

El sueño había sido muy real, y mucho más agradables que la mayor parte de los sueños que lo habían aquejado en años anteriores.

Se sentía reconfortado y listo para pensar en el echo de que estar en un lugar que solo le era destinado a enfermos y heridos, grupos a los que creía no pertenecer por el momento.

Cuando su vista se acostumbro se dedico a inspeccionar con mas atención la enfermería mientras intentaba recordar porque estaba ahí.

No tardo mucho en encontrar rostros conocidos, Hermione y Ron se encontraban en la cama contigua muy juntos uno del otro, extrañado Harry noto que parecían terriblemente tristes.

Se obligo a intentar recordar lo sucedido, porque posiblemente el que estuviera en la enfermería y que sus amigos parecieran muertos en vida estaba relacionado de alguna manera.

Sonrió para si por su suspicacia, casi podía decirse que era un genio atando cabos...por alguna extraña razón no podía sentirse mal, ni siquiera los entristecidos rostros de sus amigos podían deprimirlo...

Y de pronto recordó todo claramente.

La lucha final, el...el había sido besado por un dementor junto con Voldemort así que no podía estar en la enfermería... ¿Qué había pasado?

Quizá...quizá el sueño que había tenido no había sido solo un sueño...

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta al girar sobre las bisagras.

Un par de orejas puntiagudas le indicaron a Harry que Dobby se acercaba a su cama.

-Hola Dobby- dijo Hermione pasándose el dorso de la mano por los ojos -¿Qué haces aquí a estas horas?-inquiri

-Dobby – respondió el elfo, parecía incomodo por algo- Dobby traía el desayuno para los señores- dijo al fin.

-gracias –dijo Ron tomando la bandeja, al parecer no se encontraba con ánimos para hablan con nadie y intentaba deshacerse de Dobby lo mas rápido posible-¿para que trajiste desayuno para tres?-pregunto contando las tazas y los tazones con cereal-¿piensas desayunaras con nosotros?

Dobby negó con la cabeza y comenzó a retorcerse los dedos.

-Dobby trajo desayuno para Harry Potter y sus amigos-dijo mientras comenzaba a temblar de forma descontrolada.

-Harry no podrá tomarlo-dijo Ron con una frialdad asombrosa-ahora vete

-Dobby- llamo Hermione antes de que Dobby se fuera-debes entender que Harry no...no despertara...-no pudo continuar, al instante se lanzo a los brazos de su novio y sollozo irrefrenablemente.

-Harry Potter despertara- contesto el elfo con convicción- el le prometió a Dobby que al salir de le escuela Dobby podría trabajar para el.

Harry sonrió, era verdad, Dobby se lo había pedido hacia ya un mes según sus cálculos y el no había tenido corazón para negarse.

Ron miro con odio creciente a la pequeña criatura.

-por ultima ves-dijo recalcando la palabra "ultima" – Harry no tomara el desayuno, así que tu...-

-Claro que lo tomare-interrumpió Harry incorporándose en la cama y poniéndose los anteojos que se encontraban en la mesita a un lado de la cama-¿Qué fue lo que trajiste Dobby? Estoy famélico.

Harry contemplo, dividido entre la diversión y la culpabilidad, a sus amigos quedar en tal estado de shock que les fue imposible moverse o articular palabra alguna.

-¿y bien?-dijo luego de un tiempo al ver que ninguno de los tres efectuaba movimiento alguno.

Ninguno hablo tampoco ahora, pero, como si se hubiesen puesto de acuerdo se lanzaron sobre el en un abraso tumultuoso.

Harry no pudo evitar el comenzar a reír a carcajadas mientras veía a Dobby y Ron (este con lagrimas en los ojos) separarse de el y recuperar la compostura, no como Hermione que no paraba de llorar apoyada en su pecho.

-¿co---como?-tartamudeo Ron.

-calma Ron ya hablaremos de eso - dijo al ver que su amigo no se quedaría tranquilo hasta saber la totalidad de los hechos-ademas ni yo mismo lo tengo totalmente claro-añadió despreocupadamente mientras acariciaba sin notarlo el alborotado cabello de su amiga que no parecía dispuesta a separarse de el por algún tiempo almenos.

-aquí tiene señor- dijo Dobby entregándole a Harry el desayuno, paresia avergonzado de su anterior comportamiento, al parecer dar un abraso era demasiado osado para un elfo domestico.

-ya te dije que no me dijeras señor-puntualizo Harry frunciendo ligeramente el entrecejo.

Dobby sonrió ligeramente pero no dijo nada.

-¿Hermione?-pregunto Ron intentando separar a la chica de Harry para dejarlo desayunar.

Por toda respuesta Hermione bufo y se aferro con más fuerza al torso del chico mientras movía su cabeza negando con fuerza.

-lo ves Ron- dijo Harry mirando a su amigo- te dije que si seguías mimándola tanto acabaría por ser una niña caprichosa.

Ron se rio de con la broma, pero a Hermione no pareció agradarle mucho dado que incrusto con fuerza sus uñas en los costados de Harry.

Pero luego se incorporo en la cama, quedando junto a Ron y mirando a Harry de forma tal que el chico pudo entender cuanto era lo que Hermione lo quería, realmente parecía la mirada de una hermana...

Lo gusto saber eso.

Tomo el desayuno de la mesita y lo puso en su regazo.

-¿gustan?- pregunto tomando una de las tostadas y untándola con mermelada.

Hermione meneo la cabeza negativamente al parecer haciendo enormes esfuerzos por no comenzar a llorar nuevamente. Ron por su parte se acerco y tomo un tazón de cereales.

-¿piensas contarnos alguna ves lo que paso?- pregunto este luego de que Harry terminara de desayunar (aproximadamente unos 20 minutos después)

Harry durante ese tiempo se había dedicado a repasar mentalmente lo que hasta hacia poco había tomado nada más que como un sueño. Cosa de la que ya no estaba tan seguro.

Se reclino en la cama mientras buscaba una forma adecuada para expresar lo que en ese momento pasaba por su cabeza.

-bien- cuando por fin se decidió a hablar se dio cuenta de que sus tres escuchas (Dobby seguía con ellos) tenían toda su atención centrada en el –pero se los advierto- añadió lanzando a sus amigos una mirada significativa- no quiero interrupciones de ningún tipo.

Ellos solo se limitaron a asentir mientras se acomodaban alrededor de la cama.

flash back

Sintió un fuerte tiron en la parte alta de la espalda. Fue, sin lugar a dudas el peor momento que pudiera recordar, nunca antes se había sentido tan tremendamente desgraciado ni había sentido tanto dolor como en esa ocasión. Ya nada podría ayudarlo, nadie podría rescatarlo, pero Harry no sabía eso y, en realidad, Harry no sabia nada, ni quien era, ni donde estaba, ni como había llegado hasta ahí no pensaba, no escuchaba. Lo único que en esos momentos podía Hacer era sentir, y la única sensación que tenía era la de absoluta desesperación, el ferviente deseo de encontrarse en algún lugar muy distante de ahí.

Lo único que lo rodeaba era la mas absoluta de las soledades, una oscuridad penetrante capas de traspasar con su imponencia a la mas valiente y osada criatura.

Pero el aislamiento no era lo peor de todo, porque ese no era un aislamiento silencioso ni solitario. No, Harry no era el único con su soledad.

Por todo el lugar y al igual que el habían cientos de otras almas atormentadas y torturadas como la suya, otras personas que habían sido arrancadas de sus cuerpos y ahora flotaban por el enorme espacio que los rodeaba.

Todos, sin excepción lanzaban al "aire" cada cierto tiempo gemidos ahogados o alaridos de dolor y espanto, cada uno peor que el anterior, alaridos que eran aumentados por un "algo" en el ambiente, lo que hacia que fueran audibles aun para aquel que se encontrara al otro extremo de el ente que lo había emitido.

Así fue como Harry conoció aquello a que los muggles denominaban como inframundo, el purgatorio...el infierno, donde tendría Harry que permanecer durante la eternidad, acompañado solo por los espantosos gritos de las demás almas que habían corrido la misma suerte que la suya.

Pero había algo que lo diferenciaba del resto, y era que, en un rincón alejado de lo que quedaba de su ya muy mermada memoria seguían repitiéndose unas palabras una y otra ves:

"se ha ido para siempre".

En su estado, Harry no podía comprender el significado de la extraña frase, es más, su mente ni siquiera había intentado interpretarlo por el simple hecho de que le seria imposible.

Pero así era.

Las palabras se repetían una y otra ves dentro de el, incansablemente, haciendo, de algún modo la soledad un poco mas aceptable mas en ningún caso agradable. No supo cuanto tiempo permaneció así, ni cuando la espesa y sofocante oscuridad se fue transformando poco a poco en algo parecido a la claridad y luego a una especie de luz muy intensa, pero así ocurrió.

De un momento a otro aquella soledad y sufrimiento que los rodeaban dio paso a una especie de transparencia inmaterial, y a una tranquilidad inmensa.

Y otra ves la sensación de ser arrastrado por la parte superior de la espalda.

(...)

Harry abrió los ojos y se miro extrañado.

¡¡¡¡Había recuperado su cuerpo. !!!!

Se miro las manos con incredulidad, sin dar crédito a sus ojos. Ahora si tenia claridad de todo, y podía recordar el lugar del que acababa de salir.

-¿Dónde estoy?- se pregunto en vos alta, pero fue otra vos la que le respondió.

-eso no importa- la vos era masculina, y de alguna manera le sonaba conocida-lo que importa es que estas bien.

Harry miro en todas direcciones, pero lo único que consiguió fue descubrir una especie de habitación de proporciones gigantescas y de un brillante color ámbar, pero ni rastros de su interlocutor.

-¿Dónde estas?-inquirió volviendo a girar sobre sus talones.

-aquí-algo en la vos le indico a Harry que el hablante invisible se estaba divirtiendo mucho con la imagen del muy desorientado muchacho.

-¿Dónde?- lo único que en ese momento quería eran respuestas a las cientos de preguntas que se agolpaban en su cabeza, por ello aquel jueguito estaba comenzando a hartarlo.

-no puedes vernos- esta ves la vos que hablo fue de mujer. Sonaba muy triste, como si lo que más deseara era justamente lo contrario que había dicho.

Harry sintió una punzada en el estomago, no quería que aquella mujer sufriera o se sintiera mal, ademas, al igual que con la vos anterior algo le dijo que ya la había escuchado antes...pero no podía recordar cuando ni donde.

-¿Quiénes son...?-comenzó. Pero, justo en ese momento comprendió con quienes hablaba.

-¿ma-mamá? ¿Papá?-pregunto con vos ansiosa.

Desde las iluminadas paredes le llego muy nítido el sonido de una mujer sollozando acompañado por el de un hombre riendo.

-¿lo ves?- pregunto el hombre. Harry pudo notar que no se dirigía a el –heredo tu inteligencia.

Silenciosas lágrimas recorrían las majillas de Harry mientras buscaba desesperadamente a sus padres.

-¿Por qué no puedo verlos?- quiso saber- si estoy muerto (hace un momento que había llegado a esa conclusión) tendría que poder estar con ustedes.

La mujer dejo de sollozar y la vos del hombre al responder estaba mucho mas seria que antes.

-eso se debe claro esta-dijo con tono de que todo era muy obvio-a que tu no estas muerto-y acto seguido añadió en el mismo tono jovial de hasta hace un momento –me arrepiento de lo que te dije Lily –lanzo una carcajada- creo que si tiene mi cerebro después de todo.

-¡James!-exclamo la mujer y la risa de este seso por completo. Harry esbozo una pequeña sonrisa.

-si no estoy muerto...-dijo Harry intentando comprender su actual situación.

-estas vivo-termino su padre comenzando a reír otra ves.

-eres igual a como me dijo Sirius-dijo Harry con nuevas lagrimas saliendo de sus ojos.

Estaba ablando con sus padres por primera ves en su vida. Los tenia con el, no como recuerdos traídos por un dementor o cono sombras salidas de una varita. Eran ellos, por primera ves desde que era un bebe los tenia junto a el.

-Y tu eres justo como te imaginaba-contesto James, quien evidentemente estaba igual de emocionado que Harry.

-quisiera poder verlos-dijo Harry tristemente.

-y lo harás- esta ves fue su madre la que hablo y para Harry fue uno de los sonidos mas hermosos que le había tocado escuchar-pero aun no es el momento- continuo-tienes mucho por delante.

-pero yo quiero quedarme con ustedes- replico tercamente el muchacho-no quiero regresar solo.

-pero tu no estas solo cariño- contesto ella- y nunca lo estarás.

-según tengo entendido-añadió su padre en tono pícaro- hay una muchacha llamada Luna que sabe tratarte muy bien.

El aludido sintió su rostro enrojecer.

-eso sin contar a un par de amigos bastante buenos según creo- añadió su madre. Ya no sonaba triste, si no más bien encantado de ver a Harry recordando lo que tenia.

Harry tuvo que reconocer que era cierto. Muchas personas lo apreciaban. Eso no podía negarlo. Si, quería regresar, pero tampoco quería separarse una vez más de ellos, necesitaba poder conocerlos, reír juntos, los necesitaba...de pronto sintió como si un rayo le diera en la cabeza.

-¿esta Sirius con ustedes?-pregunto jadeante

Esta vez tanto su madre como su padre estallaron en carcajadas de felicidad.

-pensaba que nunca llegarías a este punto- dijo su padre, Harry casi podía imaginárselo moviendo la cabeza negativamente.

-Sirius- dijo su madre- bueno, el tampoco esta muerto.

La cara de estupor de Harry pareció divertir mucho a su padre, porque inmediatamente estallo en carcajadas.

-veras-respondió al ver que Harry no podía articular palabra-el arco nunca lo mato, ya que no tiene el poder de hacerlo...

-pero yo lo vi.- interrumpió Harry histérico. Si Sirius estaba vivo ¿Por qué no se había comunicado con el?

-tu lo viste caer a trabes del arco-respondió su madre-pero nunca lo viste morir ¿o si?.

Era verdad por supuesto.

-pe-pe-pero entonces....- comenzó una ves mas.

-sigue ahí- contesto su padre – nunca ha salido del arco.

Harry sintió como si su estomago se hubiese transformado de un momento a otro en una masa gelatinosa que tenia que ser expulsada. Sirius seguía en el arco, estaba vivo y sin posibilidades de ser rescatado.

-el esta vivo-Harry se sentía mas culpable cada ves.

-pero no te preocupes-susurro su madre consoladoramente

¿Qué no se preocupara?¿como podía decirle eso?

-Harry-llamo su padre-¿Cómo crees que llegaste hasta aquí?

Esta pregunta tomo por sorpresa a Harry.

-supongo que ustedes me salvaron de...-dijo pensando.

-no-dijeron ambos –tu solo te trajiste-continuo su padre.

-¿yo?-pregunto escéptico Harry-¿pero como?

-De la misma forma con que derrotaste a Lord Voldemort, utilizando tus poderes-su madre lo dijo en tono cariñoso.

-así es-agrego su padre-es por esos poderes que solo tu tienes por los que estas aquí con posibilidades de regresar incluso después de haber sido besado por un dementor.

-eso significa-dijo Harry atando cabos-que yo podría rescatar a Sirius?

Apenas pudo contener la emoción al decir esas palabras.

Por toda respuesta escucho las risas de sus padres, pero ya no sonaban cercanas, al contrario, se escuchaban como si se estuviesen alejando más y mas.

-no te preocupes hijo- escucho que le decía su madre estará todo bien.

-dale mis saludos a Sirius-dijo su padre de forma cariñosa.

Harry los llamo pero resulto inútil.

-Adiós-le pareció escuchar a lo lejos, y al ver de donde provenía la vos pudo ver claramente a dos personas de pie despidiéndose con la mano de su único hijo.

fin flash back

Para cuando Harry termino, tanto Ron como Hermione (y Dobby) lo miraban anonadados.

-Eso quiere decir que tu...-ron lo miraba con la boca abierta

-Hable con mis padres-respondió apoyando la cabeza en la almohada con una sonrisa extendiéndose por su rostro.

-ahora-dijo reincorporándose, haciendo que Hermione, tomando por sorpresa a Hermione que tuvo que sostenerse de Ron para no caer- ¿Qué fue lo que paso en mi ausencia?- eso era lo que había querido preguntar desde hacia aproximadamente una hora-¿Por qué son los únicos aquí?- llevaban hablando toda la mañana y nadie se había aparecido hasta el momento, ni siquiera la mismísima enfermera.

Para sorpresa de Harry, Ron comenzó a reír de forma casi descontrolada. Hermione le lanzo una mirada reprobatoria antes de volverse a Harry y responder:

-es que como creíamos que no regresarías nunca de...-parecía no querer pensar en ello- pues decidieron realizar una ceremonia en tu honor aquí en la escuela...-Hermione miro sorprendida a Harry al ver que este secundaba a Ron en su risa.

-ahora veo el lado entretenido- explico a modo de disculpa hacia Hermione- imaginate que sorpresa se llevaran cuando aparezca en mi propio funeral. Las carcajadas de Ron se redoblaron.

-¿y que paso con los terrenos? Porque estaban absolutamente inutilizable- Harry quería saber los detalles.

-la ceremonia es en gran comedor-respondió Hermione dándole a Ron un codazo en las costillas-en cuanto al terreno, fue arreglado durante el fin de semana.

Harry frunció el entrecejo.

-¿a que te refieres con "el fin de semana"?-pregunto-¿Cuánto llevo en cama?

-Mañana se cumpliría una semana-por un momento el rostro de Hermione se volvió nuevamente triste.

-Eso quiere decir que hoy es...-dijo Harry sacando un par de cálculos -¿Cómo esta Luna?-inquirió poniéndose de pronto pálido.

Ron lo miro con preocupación.

-ni idea – respondió ¿Cómo se había enterado?-ella...en la mañana tomo una escoba y escapo del castillo...nadie sabe donde.

-rápido-Harry se puse de pie de un salto –necesitare de su ayuda-los miro como esperando una respuesta, la que no fue necesaria, porque al verlo así de preocupado los rostros de Ron y Hermione se tornaron inmediatamente serios.

-Ron-dijo Harry mirando a su amigo- necesito que subas a la torre del ala norte y traigas mi motocicleta, te estaré esperado en el hall.

Ron asintió e inmediatamente salio como una flecha de la enfermería.

-Hermione-ella lo miro decidida- tienes que ayudarme a elegir algún regalo que le agrade a Luna.

La chica lo miro como si hubiese entendido mal.

-es que hoy-el rostro de Harry se volvió carmesí –es nuestro aniversario y ella me estará esperando.

Hermione alzo una ceja y luego lanzo una carcajada.

-vamos-dijo Harry desesperado.

-no se donde podría conseguir algo para ella en este momento-dijo Hermione pensativa.

-Dobby puede encargarse de eso señor-dijo el elfo haciendo una profunda reverencia.

Harry lo miro dudoso.

-Es tu mejor opción-susurro Hermione en su oído.

Harry suspiro.

-¿estas seguro Dobby?-pregunto. Conocía bien los gustos de su pequeño amigo. Las puntiagudas orejas del elfo se agitaron con emoción.

-por supuesto Harry Potter-dijo, repitiendo la inclinación.

-este bien-accedió este a regañadientes- entonces ve por el y llevalo al hall.

El elfo asintió y, al igual que Ron un momento atrás, salio de la enfermería muy rápidamente.

-ahora-dijo tratando de concentrarse-tengo que... ¿Qué?- se miro. Estaba esperando verse envuelto en una de las batas de la escuela, pero en su lugar llevaba, como si fuera un día cualquiera, su atuendo escolar completo (exceptuando los zapatos) -¿Cómo?-pregunto.

-bueno Harry-dijo Hermione tranquilamente- no esperabas que te atendieran como si fueras un enfermo mas-dijo esto evitando la mirada de Harry-luego de que te trajeron, te limpiaron y vistieron-se paso una mano por los ojos, aun desviando la mirada de su amigo.

-¿entonces porque estaba tapado por las cobijas? –inquirió.

-es que...-Hermione se sonrojo levemente- yo y ron pensamos que podrías resfriarte...-miro a los ojos a Harry como pidiendo disculpas.

Harry sonrió meneando la cabeza. No le cabía duda de que así había sido. Esos dos nunca lo cuidaban lo suficiente.

-bien-continuo Harry luego de la explicación- entonces lo único que necesito es mi varita- dijo mirando a todas partes, esperando ver lo que buscaba en alguna de las mesas.

-no esta- dijo Hermione notando lo que Harry buscaba.- esta en tu ceremonia- Harry la miro ceñudo-ya sabes, necesitaban algo que te representase.

-pero no te preocupes-añadio al ver preocupación en el rostro de Harry- yo iré por ella mientras tu te pones los zapatos.

Harry sonrió agradecido.

-Hermine-llamo antes de que la chica siguiera los pasos de Dobby y Ron. – ¿Alguien murió durante la batalla?-había estado a punto de pasar eso por alto.

-Hermione asintió. Harry sintió que se le encogía el estomago.

-dos mortifagos-el estomago de Harry regreso a la normalidad al oír esto- Averi...Malfoy.

Y dicho esto se volteo y salio.

Harry tardo unos segundos en procesar la información en su cerebro pero, luego de hacerlo, no sintió ningún pesar en su interior.

Más animado que antes ante la idea de que todos sus amigos habían logrado salir con bien de la pelea puso manos a la obra y comenzó a buscar sus zapatos por el lugar.

Para cuando dio con ellos ya habían pasado sin problema unos quince minutos desde la marcha de Hermione. No entendía el porque de la tardanza, el gran comedor quedaba muy cerca de la enfermería.

Se inspecciono por última vez y, comprobando que todo estaba bien, se encamino fuera, esperando no tener problemas en encontrar a sus amigos.

Cuando le faltaba poco para llegar al gran comedor (para saber porque Hermione se retrasaba tanto) llego hasta sus oídos el sonido de barullo y voces alteradas provenientes de el.

Lo primero que cruzo por la mente de Harry al entrar en el salón fue que realmente sabían como organizar una fiesta en memoria de alguien.

Ambos lados del salón (totalmente decorado con negro) estaban repletos de sillas. Sentadas en ellas todas las personas que Harry recordaba haber visto a lo largo de sus años en el mundo mágico. Desde sus compañeros de escuela, hasta la orden del fénix en pleno, pasando por algunos funcionarios del ministerio y algunas personas que había conocido durante los veranos.

Las sillas s encontraban separadas en dos grupos de igual tamaño, y por entre estos corría un pasillo que daba a una pequeña medalla a los pies de una foto y, junto a ella, una varita que Harry reconoció enseguida como propia.

Y vio, claramente, la causa del retraso de su amiga.

Hermione estaba detenida a unos pies de la foto y parecía echar fuego por la mirada. Interponiéndose entre ella y su objetivo se encontraba la profesora McGonagall acompañada de la señora Wesley y su propia madre (algo que lo sorprendió mucho, ya que era una muggle y se suponía que ellos no podían entrar a los terrenos de la escuela.)

-ya se los dije-chillaba Hermione desesperada –Harry la necesita.

Al parecer, por los rostros de las tres mujeres, ellas pensaban que la chica había caído en un ataque de histeria especialmente duradero.

-Hermione- dijo su madre con dulzura mientras intentaba aproximarse a su hija que no quería ser atrapada. –debes entender, por doloroso que te sea, que Harry ya no podrá recuperarse.-sonaba acongojada por ver a su hija en ese estado.

-no estoy loca- Hermione parecía a punto de sacar su varita y comenzar a lanzar maleficios en todas direcciones- la necesito porque Harry me la pidió.

-ya es suficiente señorita Granger-la vos de la profesora McGonagall resonó en todo el gran salón como un látigo. Harry podía ver los rostros entristecidos de la mayor parte de las personas amigas de la chica que, al igual que las tres mujeres que intentaban calmarla, estaban evidentemente preocupados por la salud mental de esta. La peor era Ginny, que se desahogaba llorando apoyada en el hombro de su novio Draco.

El único que no parecía preocupado por Hermione era el director, que sonreía ampliamente mientras veía los esfuerzos de la chica por obtener la varita.

Harry contemplo la escena dividido entre el estupor y la diversión. Y, justo cuando pensó en ayudar a Hermione, Dumbledore poso su vista en el y su sonrisa se pronuncio aun mas.

-bien-su vos, calmada y alegre, fue escuchada claramente por todos los presentes que inmediatamente dejaron de hacer lo que hacían para dirigir la vista al anciano director que parecía a punto de reír por algo sumamente gracioso.-creo que al fin a llegado el invitado de honor-todos, sin excepción siguieron la dirección que indicaban sus ojos, y todos exceptuando a Hermione reprimieron un grito al ver a un muchacho de unos 18 años de pelo negro azabache y con anteojos de pie a las puertas del lugar.

Hermione aprovecho el momento de descuido para colarse entre la señora Wesley y su madre y así, por fin, lograr recuperar la varita.

-Harry- jadeo corriendo con ella en la mano hasta el-¿Por qué tardaste tanto?-le entrego la varita y se apoyo en sus rodillas para recuperar las energías que había gastado durante 15 minutos de gritos.

-no podía encontrarlos- aclaro señalando sus pies-¿y Ron?-no estaba entre los presentes.

Un estruendo resquebrajo el aire indicándole que Ron, al igual que el, se había cansado de esperar.

La motocicleta entro volando sobre todos los presentes conducida por Ron acompañado de Dobby que se aferraba a su cintura. Ron sonreía ampliamente, lo que indico a Harry que Dobby lo había puesto al corriente sobre la situación de Luna.

-perdón por el retraso-dijo al estacionarse junto a sus amigos y descender- así que aniversario- sonrió aun más.-pensé que seria algo grave.

Pero para Harry si que lo era.

Al recordar el motivo de todo eso, se precipito sobre la moto y se elevo un metro en el aire.

-Dobby ¿tienes lo que necesito?-pregunto con el estomago recogido.

El elfo asintió con vehemencia entregando a Harry una bolsa muy gruesa.

-es lo que el amigo de Harry Potter –miro a Ron-le regalo a la amiga de Harry Potter-ahora miro a Hermione.

Harry asintió, no tenia tiempo de preocuparse por los rostros color rojo de sus amigos.

-ustedes expliquen todo- dijo antes de marcharse viendo las miradas atónitas que les dirigían todos los presentes menos Dumbledor.

-claro-Ron parecía encantado de ser el centro de atención de toda aquella gente.

Harry respiro hondo y se elevo lo suficiente para poder salir por una de las ventanas altas dejando tras de si un hervidero de dudas y preguntas.

(...)

Volaba a toda velocidad hacia la cueva en las afueras de Hogmeade, ahí era donde se había dado su primer beso con Luna y se habían hecho novios. Y ella insistió para que cada año celebraran ahí mismo su aniversario (algo completamente inútil según Harry).

El sonido de su motocicleta ahuyentaba a las aves de los árboles cercanos. Mientras Harry intentaba llegar lo menos tarde posible al lugar de encuentro.

Luego de aproximadamente unos 30 minutos de vuelo logro ver la pequeña abertura en una de las lomas.

Descendió sin problemas a unos cien metros y de ahí continuo a pie.

Entro y, inmediatamente, fue invadido por una serie de recuerdos, todos ellos agradables, sobre los acontecimientos del año anterior en ese mismo lugar.

-¿Luna?-una chica estaba sentada en una de las esquinas de la cueva con la cabeza entre las rodillas.

La chica, al oír su nombre, levanto la vista y lo miro.

Harry vio claramente los signos de llanto reciente en el rostro de la pequeña muchacha.

-¿Ha-Harry?-pregunto con los ojos como dos pequeños platos incorporándose lentamente.

Harry tomo la bolsa y extrajo su contenido: una caja de bombones y una única rosa color negro azabache. Sonrio, culpable por haber dudado de el buen gusto de Dobby.

-este...-no se lo ocurría que decir-¿feliz aniversario?-dijo enseñándole los obsequios.

-¡¡¡HARRY!!!- exclamo ella lanzándose a los brazos del chico y cruzando los brazos por detrás de la cabeza de este.

Harry se quedo sin palabras. Una sensación de alegría inmensa lo envolvió completamente.

-sorpresa-susurro en el oído de su muy emocionada novia, que sollozaba con fuerza sobre su hombro.

Luna lo miro a los ojos, aun con lagrimas cayendo de sus ojos.

-te amo- dijo esto con una convicción impresionante.

Harry la miro sonriente.

-Tambien te amo-al oír esto, la chica acorto la distancia que separaba sus rostros y termino dándole un profundo beso que inmediatamente fue correspondido por el.

Harry suspiro cuando sus labios se separaron.

-besas mucho mejor que los dementores- Luna lo miro seriamente.

-no bromees con eso-y, acto seguido, le propino una de las cachetadas mas fuertes que Harry recibiría a lo largo de su vida.

Miro atónito a la chica, pero, antes de que pudiera preguntar nada, ella le respondió.

-es lo que te mereces por el susto que me diste y por llegar tarde-dijo esto ultimo mientras apuntaba su reloj-ademas-continuo – quiero una explicación de todo.

Harry la miraba incrédulo. Pero luego de un instante le sobrevino un ataque de risa que incluso logro contagiar a la muchacha.

-Esta bien-Harry respiro hondo listo para relatar una ves mas su historia.- tengo toda una vida para contarle.

Y, tomando la cabeza de Luna entre sus manos, le dio un dulce y tierno beso en los labios.

-creo que podría acostumbrarme a eso-Luna apoyo su cabeza en el pecho de Harry.

Harry miro el techo de la cueva y comenzó el relato. No se preocupo por el tiempo. Ya no había un mago tenebroso que ensombreciera sus pensamientos, ademas estaba decidido a intentar librar a Sirius de el arco, y quizá, si su suerte le sonreía tanto como hasta ahora, podría hablar con Dumbledore y preguntarle si le gustaría tenerlo como profesor de defensa contra las artes oscuras dado que el actual renunciaría.

Realmente ya no le preocupaba el tiempo.

fin