Querida Hija
Capítulo 3
"Las 3 últimas hojas del Diario: La Agonía de lo que pudo Ser"
-----.-----
Hotaru terminó de leer la última hoja, y no se pudo contener...las lágrimas que ya se secaban por los sollozos de hace algunos minutos, volvieron a reaparecer cuando Hotaru, soltó toda esa tristeza y melancolía que guardaba en su ser desde hace mucho al no poder estar con su madre y no tenerla en los momentos que se sintió tan sola, y que su padre no pudo recurrir por su trabajo...
---Mamá...- decía Hotaru entre sollozos y una voz baja –
Así...entre el silencio de su tristeza y sus sollozos...lentamente...junto con la cálida luz de luna que entraba por la ventana Hotaru fue cerrando los ojos, mientras que con todas su fuerzas abrazaba el diario de su madre...asimilando que tal vez...la pudiera soñar...soñar con los momentos que nunca pudieron ser....
-----.-----
El sol entraba ya por la ventana del cuarto de Hotaru, los rayos que denotaban la luz de la mañana, mostraban a una Hotaru acurrucada en su cama, abrazando fuertemente el diario de su madre, su rostro denotaba rastros de lágrimas secas, mismas que dieron rienda suelta la noche anterior, al haber leído la mayoría del diario de su madre.
El Sr. Tomoe decidió bajar a preparar el desayuno, si el delicioso olor a hotcakes y tocino, no despertaba a su pequeña, el mismo le llevaría el desayuno a su cama, ya que él consideraba a su hija como una princesa que debía tener todos los lujos. Al pensar esto, Souichi sonrió para sí mismo, ya que si Keiko hubiera escuchado ese comentario, lo hubiera reprendido por ser tan consentidor.
Hotaru despertó al olor del desayuno que ya se encontraba terminando su padre, tardó un poco en despertarse completamente, ya que aún tenía que asimilar todo lo que había pasado en la noche. Rápidamente se levanto de la cama, guardó el diario en un cajón colocado a un lado de la cama perteneciente a una mesita de noche y se dirigió al baño, ahí se lavó la cara para quitar cualquier rastro de llanto y evitar que su padre se preocupara, se arregló un poco y por fin se decidió a bajar para juntarse con su padre. Mientras realizaba éstas acciones, Hotaru prefirió mantener en secreto todo, la noticia de que había encontrado el diario de su madre, podría sorprender más de la cuenta a su padre, y lo que menos quería, era incomodarlo cuando en realidad la estaban pasando muy bien los dos.
"¡Buenos días mi pequeña!" dijo Souichi con una amable sonrisa en sus labios. "¡Buenos días papá!" respondió amenamente Hotaru, mientras se acercaba a la mesa lista ya solamente para sentarse y degustar los alimentos. El Sr. Tomoe rápidamente se acercó con un plato lleno de hotcakes y tocino, mientras tanto, Hotaru decidió ayudarle poniendo en la mesa, la mantequilla y la miel de maple, ingredientes necesarios para complementar su desayuno. Después de acomodar todo en la mesa, Hotaru tomó asiento mientras que Souichi terminaba de arrimar la leche y se sentaba.
"¡Gracias por la comida!" ambos dijeron al unísono. El desayuno transcurrió tranquilamente, ambos comían amenamente, y en algunos momentos el Sr. Tomoe sacaba comentarios agradables o Hotaru divertía a su padre con anécdotas que había vivido anteriormente con Serena y las demás chicas.
-.-
Cerca de las ruinas de los laboratorios Tomoe, se encontraba un aparato de composición extraña, algo maltratado y corroído por el tiempo. Al parecer, ninguna de las autoridades de ese distrito se había encargado de limpiar todo ese lugar, ya que seguía como quedó en la batalla decisiva contra Faraón 90 y la Dama 9. El aparato comenzó a tambalearse, como si alguna cosa quisiera salir de él, destellos de luces se empezaron a hacer presentes, y por varios segundos una explosión se presentó. El fuego así como también el humo se esparcieron por todo el lugar, mostrando solamente la silueta de un ser que no se podía distinguir, lo único visible eran unos ojos inyectados de sangre, y una sonrisa malévola hasta el punto de llegar a ser aterradora.
-.-
Hotaru y su padre terminaron el desayuno. El Sr. Tomoe le comentó a Hotaru, que mas tarde saldrían al centro de la ciudad, y recorrerían las tiendas, comerían un helado y se divertirían mucho. Hotaru subió a cambiarse y estar lista para cuando su padre le dijera el momento de partir. Por mientras, el Sr. Tomoe se quedó en la cocina recogiendo todo, para que dentro de pocas horas, saliera a pasear con su hija, en su mente, el planeaba todo lo que harían esa misma tarde.
Rápidamente, cuando Hotaru llegó a su cuarto, sacó el diario de su madre; desde que lo había encontrado, no deseaba separarse de él ni un solo momento. Hotaru recorrió lentamente cada una de las hojas del diario, ahora, solo leía algunas partes, las que le llamaban la atención o que consideraba más especiales que las demás. La pequeña niña se sorprendió, al ver, que el diario, no terminaba donde ella había imaginado; al parecer, la emoción y fatiga de la noche anterior, no le permitieron ver que quedaban algunas hojas antes de que el diario llegara a su fin. Con mucha curiosidad, Hotaru dio vuelta a la hoja y se encontró con que solo le faltaban por leer tres hojas.
Una ola de emociones llegó a su cuerpo, al parecer, sentía alegría por saber de que el diario de su madre no terminaba aún y que por eso, faltaban más detalles por conocer.
La pequeña de cabellos negros empezó a leer la única de las tres hojas que tenía algo escrito. "No…no puede ser" murmuró asombrada, mientras que sus ojos se hacían tan grandes como platos debido a su pequeño descubrimiento "Ésta hoja tiene la fecha de su muerte…". Comenzó a leer…
Notas de Keiko:
Estos últimos días han sido demasiado extraños. Souichi se encuentra más adentrado en sus experimentos como nunca lo había estado, ya casi no viene a la casa, y en cada oportunidad que tiene, se lleva a Hotaru. Realmente me asusta, pienso que un laboratorio que maneja cosas tan peligrosas, no es apto para una pequeña como mi querida Hotaru…pero, ya es imposible discutir con él, pareciera que cada vez que intento hablar con él, se pone de malas.
Algo que también me intriga, es ese grupo que contrató para la ayuda en su laboratorio, esas jóvenes que no me dan nada de confianza, Eudial, Mimet, Telu, Viluy y Ciprin, ninguna tiene un aspecto bueno, su personalidad es muy áspera y más que científicas parecen brujas; algún día de éstos las investigaré, quiero asegurarme de que no representan una amenaza para mi esposo.
Notas Nocturnas (Mismo Día):
Ya es de noche, acabo de regresar de los laboratorios, y lo único que puedo pensar es de que mis sospechas son cada vez más grandes, algo demasiado extraño ocurre en esos lugares, y ahora mas que nunca, intentaré sacar de ahí a Hotaru y a Souichi, no considero nada saludable estar encerrado entre 4 paredes por más de 12 horas, mucho menos para una pequeña. Trataré de tomar nota de todo lo que sucede, ya que así me será más fácil investigar a cada una de esas mujeres extrañas…Regresaré a investigar en estos momentos…
Al parecer, hasta ahí habían llegado los apuntes de Keiko, no mostraban nada más, sólo dejaban inconclusa la idea de lo que pudo haber pasado, aunque la mente de Hotaru empezaba a entrelazar las ideas…la pequeña de cabellos negros se encontraba sentada en el borde de la cama, el diario tambaleaba de sus manos, realmente se encontraba aterrada por los pensamientos que la estaban asechando…
-.-
Hotaru y su padre salieron rumbo a la ciudad para divertirse un poco, aunque la preocupación se encontraba rondando los pensamientos de Hotaru, ésta trataba de disimular lo mas que se pudiese, ya que su padre no necesitaba preocuparse por cosas de las cuáles su mente ya había sido librada; ese problema era suyo, y ella, solamente ella llegaría hasta el fondo de esa intriga.
-.-
La noche ya estaba cayendo, y al parecer, el ser que anteriormente había salido del aparato extraño se encontraba rondando el lugar, solamente se podían escuchar murmullos y gruñidos, como si éste ser estuviera hablando consigo mismo, y regañándose a la vez. Sosteniendo un poco su báculo, se sentó en una de las piedras y empezó a meditar acerca de lo que haría ahora.
"Jajaja!!!" rió desquiciadamente "Ahora que estoy libre nadie podrá detenerme para destruir a esas tontas Sailors…y también a…" agregaba, mientras sus ojos ponían una mirada asesina "…necesito vengarme de esa tonta de…". La silueta súbitamente se levantó y comenzó a brillar, mientras que sus gritos se oían alrededor de todo el lugar "PREPÁRENSE GUERRERAS…HE VUELTO PARA VENGARME JAJAJA Y AHORA…¡¡¡NO DUDARÉ EN MATARLAS!!! JAJAJAJAJA", las tinieblas que ya abrazaban el lugar, ayudaron para hacer desaparecer a esa silueta, que al parecer ya tenía muy claro su objetivo.
-.-
Souichi ya había apagado las luces en el cuarto de su pequeña, así como también, ya le había dado las buenas noches, el se encontraba feliz, de ver feliz a su hija, aunque el no supiese lo que realmente estaba sintiendo Hotaru.
Hotaru trataba de dormir, pero sus pensamientos no la dejaban descansar y al parecer, imágenes persistentes aparecían rápidamente en su cabeza, imágenes de una mujer destruyendo todo a su paso, entre todas esas cosas, su casa, a su padre…y a ella. La Sailor de la destrucción despertó empapada de sudor y realmente exaltada, esas imágenes eran casi tan reales como las sensaciones que sentía en los mismos sueños, ahora, la incertidumbre se había acrecentado, ya que ahora Hotaru estaba segura, de que esa persona en su sueño, era alguien que ya conocía…pero ¿Quién podría ser?
Al ver que no podía conciliar el sueño, la pequeña niña salió al pórtico de su casa y decidió sentarse en uno de los bancos que se encontraban ahí. Empezó a ver las estrellas, y con su mirada entrecerrada, intentaba pedirles que le ayudaran a saber acerca de las imágenes de sus sueños. Un gran destello de luz proveniente de Juuban la sacó de su concentración, rápidamente dirigió su mirada hacia el lugar del resplandecer, y decidió investigar que era lo que estaba pasando, ya que definitivamente no era algo normal.
"¡Por el Poder del Planeta Saturno!" gritó "¡Transformación!". El traje de Sailor Saturn apareció en un destello color morado; en un pequeño baile, alzando y entrecruzando los brazos, moviendo la cadera, la falda color morado apareció. El moño delantero tanto trasero, se formó después de que listones colores lilas aparecieran. Levantando primero la pierna derecha, siendo rodeada por luces en tonos marrón, apareció su bota, lo mismo hizo con la pierna izquierda. Su frente se iluminó, mostrando el símbolo de Saturno, que poco después se convirtió en su tiara. Dando un giro con gracia, aparecieron sus guantes, y en una lluvia de colores opacos, apareció su guadaña. Sailor Saturn terminó su transformación, y corrió rápidamente en dirección a la ciudad, nada bueno podía pasar, y menos con el sueño que anteriormente había tenido.
-.-
El extraño enemigo comenzó a destruir todo a su paso y a cualquier persona que pasaba, le robaba la energía y le dejaba inconsciente. Sailor Saturn corría lo más rápido posible, las explosiones estaban avanzando, señal de que su enemigo se movía y estaba causando desastres. "¡¡¡Jajaja!!! ¡Mueran patéticos seres humanos, sufran con mi gran poder!". La silueta comenzó a moverse con más destreza, parecía que disfrutaba de lo que hacía. Una luz destellante y color morado cegó por varios segundos a la silueta que causaba el alboroto, "Soy una Sailor Scout que forma parte de una nueva era, mi planeta guardián es el planeta de la destrucción Saturno, Soy la Sailor de la Destrucción y el Renacimiento, ¡soy Sailor Saturn!".
"Vaya, vaya…" dijo la sombra después de recuperarse de la ceguera momentánea "…pero si es una Sailor Scout, ustedes tienen mucho que pagar, y no dejaré que me venzan… ¡una vez más!". Los ojos de la Sailor de la destrucción se abrieron al oír la frase "una vez más", es decir, que ese enemigo, ya lo habían derrotado con anterioridad las Sailor Scouts y que había regresado para vengarse. La luna se encontraba en todo su esplendor, de repente, todo el lugar se iluminó, y Sailor Saturn por fin pudo ver quién era ese enemigo que había regresado para rendir cuentas a las Sailors. La expresión de Sailor Saturn pasó de una consternada, a una totalmente aterrada: Ropas amarillas y negras…estrella negra entrelazada en un báculo de madera, tiara extraña en la frente, risa malvada y una voz que denotaba pura maldad; "Tu eres…" hizo una pausa "¡…Mimet!". Mimet lanzó una fuerte carcajada y vio detenidamente a la Sailor que tenía enfrente, "Al parecer, tu no estabas cuando la tonta de Telu me encerró en esa máquina maldita, pero no importa, eres una Sailor ¡y debo destruirte a toda costa!" la mujer de cabellos amarillos saltó y atacó con su báculo a Sailor Saturn. "¡Campo de Energía!" Sailor Saturn repeló el ataque, Mimet saltó y quedo de espaldas a Sailor Saturn, al voltear, Mimet ya había desaparecido, confundida, Saturn miró a todos lados y… "¡Estrellas…Ataquen!", varias estrellas de energía golpearon a Sailor Saturn, quién inevitablemente cayó al suelo y soltó su guadaña. Mimet se acercó a Sailor Saturn y con su afilado tacón empezó a pisar una de las manos de la guerrera. "¡Jajaja! ¿Esto es todo lo que puedes hacer guerrera?" Mimet alzó su báculo una vez más "¡Estrellas…Ataquen!", más estrellas de energía comenzaban a salir del báculo de una de las ex-integrantes de las 'Brujas 5'. "Cuando esa maldita Telu me dejó encerrada en la máquina, no sólo me sentí sola sino que aproveche para absorber todo el poder del artefacto, así que cuando salí de ese encierro mi poder aumentó ¡diez veces!, ¡al igual que mi sed de venganza contra las Scouts y esa tonta de Telu!". Hotaru recordó que después de que tuvo conciencia y se convirtió en una Sailor otra vez, cuando atacó Galaxia, Serena le contó todo lo que había pasado, desde el historial de las 'Brujas 5' y la Copa Lunar hasta la destrucción de la Dama 9, Faraón 90 y la Dimensión Tao, así que entendía lo que decía Mimet; como sus amigas vieron que ella quedaba encerrada en esa máquina porqué una sombra la había desconectado, sombra cuya identidad descubrieron e identificaron después como otra integrante de los Cazadores de la Muerte, Telu.
Mimet dejó de atacar un momento a Sailor Saturn, permitiendo que se levantara y recuperara un poco su compostura. "Lamento decirte…" dijo mientras se apoyaba con su guadaña "…que Telu, al igual que los Cazadores de la Muerte fueron vencidos por las Sailor Scouts". La chica de cabellos rubios mostró odio en su mirada y rápidamente se movió para llegar frente a Saturn y levantarla con mucha fuerza tomándola por el cuello "Bueno…" murmuró "¡…tendré que conformarme con matarte solo a ti!". El miedo invadió por un momento a Sailor Saturn, ya que desconocía totalmente a su enemigo, y no sabía de qué podría ser capaz ahora que su poder y sed de venganza habían aumentado considerablemente.
"Estrellas… ¡Ataquen!" Mimet lanzó el ataque después de haber soltado a la Sailor de la Destrucción. El ataque dio de lleno, Saturn pobremente hacía intentos de levantarse, pero su guadaña solo le permitió apoyo para quedar hincada. "Vaya…si que eres una Sailor muy latosa, pero no te preocupes, ya que pronto acompañarás a Telu, ¡para saludarla de mi parte!". "Estrellas, ¡Ataquen! ¡¡¡Máximo Poder!!!", la rabiada mujer alzó su báculo, el cuál, empezó a brillar en tonalidades púrpuras y oscuras, energía empezó a almacenarse en el centro del báculo para segundos después salir disparada en forma de miles de pequeñas estrellas de pura energía maligna.
Sailor Saturn no pudo evitar el ataque que le dio completamente de lleno y cayó vencida al suelo, su transformación desapareció, dejando expuesta su verdadera identidad. Mimet se acercó victoriosa al cuerpo y no pudo contener su expresión al darse cuenta de quién era la persona que yacía a pocos centímetros de sus pies.
Mimet soltó una cruel carcajada y movió un poco el cuerpo de Hotaru con su pie para que despertase. "¡Vamos niña! ¡Levántate!" exclamó "¿Quién iba a pensar que una de las latosas Sailors, iba a resultar ser, la misma hija del líder de los Cazadores de la Muerte?" sonrió "¡Jajajajaja!". Hotaru se levantó con muchos esfuerzos, su mirada estaba dirigida al suelo, tenía muy pocas fuerzas como para mantener la cabeza en alto, "Mi padre ya no es el líder de los Cazadores de la Muerte, ahora, vivimos una vida normal--------". Mimet se sentó un momento para terminar de digerir la información, ella estaba completamente sola, ya no había ni 'Brujas 5' ni Cazadores de la Muerte, ahora, era libre de hacer lo que quisiera. "Jajaja…" rió levemente "…entonces, si ya no hay nadie más a quién servirle, podré hacer de las mías y ¡nadie me podrá detener!".
Hotaru se levantó, al parecer, tendría que sacar fuerzas de algún lado para poder vencer a Mimet. Los ojos de la chica de cabellos negros parecían como dos luciérnagas encendidas con sed de justicia. "¿Nunca se te acaba la fuerza verdad mocosa?" dijo sarcásticamente "Así de obstinada era tu madre…", Hotaru oyó el nombre de su madre, salir de los labios de esa mujer malvada y sintió un dolor muy fuerte en su pecho. "Así es…" continuó "…tu madre nunca confió en ninguna de nosotras las Brujas, así que nos empezó a investigar y casi nos descubre…" Hotaru empezó a sentir un fuerte dolor, ahora proveniente de su estómago. "…Sino es porque un día decidimos tenderle una trampa…".
-.-
Keiko entró a escondidas al laboratorio subterráneo del colegio Mugen, pasó desapercibida, subió un largo tramo de escaleras, y llego hasta un cuarto que tenía escrito en la puerta "Witches 5". "Así que si son brujas, lo sabía, no me hacían sentir ninguna confianza" Keiko abrió lentamente la puerta, estaba muy oscuro, y sólo la pálida luz de una pequeña lámpara mostraba pocos metros de camino para que pudiera avanzar. Desde un principio, se le había hecho muy fácil la entrada al lugar sin ser vista, pero omitió esos pensamientos al sentir más y más curiosidad por descubrir quiénes eran realmente esas personas que rodeaban a su querido Souichi.
Desde una habitación bien escondida, las 5 brujas se encontraban viendo como su víctima iba directo a la trampa, todas tenían una sonrisa triunfal, y cada una tenía su arma preparada para enseñarle a esa mujer entrometida, que nadie se metía con las 5 Brujas de los Cazadores de la Muerte.
"¿Que son éstas semillas tan extrañas?" dijo al detenerse un poco y observar las semillas de demonios que se conservaban en un líquido rosado. "¿…y esto?" dijo ahora, señalando papeles que tenían fotos de muchas personas, desde artistas, hasta jóvenes y niños. "¿Pero de que se trata esto?", Keiko siguió caminando, y vio el cubículo de Eudial con muchos cargadores para su lanzallamas; el cubículo de Mimet, con muchos caracoles; el de Telu, con muchas plantas alrededor; Viluy tenía muchos aparatos extraños y complicados; finalmente, Ciprin, tenía muchas cosas en su oficina, pero lo extraño, es que ese cubículo parecía de dos personas, no de una.
"¡Ahora!" gritaron las 5 mujeres y salieron del cuarto de donde observaban. "¡Mis queridas plantas, impidan movimiento alguno a ésta mujer!", al dar la orden Telu, miles de lianas salieron de su cubículo y enredaron a Keiko, dejándola sin movimiento alguno. "¡Lo sabía, ustedes son personas malas y ustedes influyen a Souichi!". Eudial soltó una carcajada y se dirigió a Keiko "Usted es una impertinente señora, su esposo fue el que nos contrató, nosotras no tenemos nada de influencia en él" ahora fue Viluy la que le siguió a la bruja de cabello rojo "Las personas que se interponen en nuestro camino…deben pagar". Keiko empezaba a tener un mal presentimiento, esas mujeres podían ser capaces de cualquier atrocidad. "Chicas, yo opino que le demos una lección a la Sra. Tomoe…jajaja" después de dar la sentencia, Ciprin se dirigió a su cubículo por su báculo, al igual que Mimet por el suyo, Eudial por su lanzallamas y Ciprin por su mini computador. Keiko solo pudo levantar su rostro cansado pero su mirada denotaba dos ojos radiantes llenos de furia, pero a la vez compasión, parecían dos luciérnagas encendidas, que podían casi iluminar la oscuridad del cuarto.
"¡¡¡¡Lanzallamas!!!!" gritó con fuerza Eudial, mientras una sonrisa sádica cubría su rostro.
"¡Estrellas…Ataquen!" exclamó Mimet apuntando hacia Keiko.
"Computadora Nano… ¡Ataca!" Viluy comandó el ataque con una mirada fría y cruel.
"Báculo… ¡Elimina!" Ciprin dirigió su ataque hacia Keiko, su voz era totalmente llana y vacía.
Telu se dedicaba a mirar y reír, la inhumana tortura que le daban a la madre de Hotaru se hacía cada vez mas intensa, Keiko sentía mucho dolor, una lágrima alcanzó a escapar y un pequeño suspiro fue lo último que dejó salir de su cuerpo "Souichi…Hotaru…los…amo." La máquina Nano de Viluy pronto terminó de disolver el cuerpo de Keiko, dejando solamente el cristal del corazón puro, el cuál era más grande y brillante de lo que ellas hubieran visto. De las tinieblas del lugar, Petirol salió para tomar el cristal del corazón puro "Vaya…ésta será una buena ofrenda para nuestro enviado del mal, bien hecho chicas…". Las 6 brujas limpiaron un poco el lugar, se pusieron sus batas y continuaron con sus experimentos del día.
-.-
Hotaru no pudo controlar las lágrimas, su madre había muerto tratando de salvarlos. Las 5 brujas la trataron como a una marioneta y no se tocaron el corazón para hacerle pasar ese dolor.
Mimet se encontraba parada cerca de Hotaru, acababa de terminar de contar la historia, pero su rostro era invadido por una perversa sonrisa al recordar todo lo sucedido, ya que sabía que se había divertido aquella vez, lanzando sus ataque sin cesar.
"¡¡¡¡¡Porque!!!!!" gritó Hotaru con lágrimas en su rostro, aún posada en el suelo "¡¡¡Ella nunca les hizo nada!!!" la pequeña ahora había bajado su rostro y golpeado el suelo con uno de sus puños. "Cualquier persona que se entrometiera con nosotros, debía desaparecer…" dijo Mimet en un tono demasiado obstinado "…además, tu madre ya estaba muy cerca de descubrirnos, así que la tuvimos que eliminar, fue muy fácil, además, su corazón era muy puro, y nos sirvió como ofrenda para nuestro enviado del mal". Hotaru no podía soportarlo, Mimet lo decía como si hubiera sido algo de todos los días…no podía dejarlo así…su espíritu pedía… ¡Venganza!
Las fuerzas regresaban poco a poco al cuerpo de Hotaru. Por momentos, su cuerpo empezó a brillar demasiado, luces de color morado envolvieron su cuerpo, y sus miembros se fueron alargando poco a poco, en cuestión de segundos, la pequeña guerrera, se convirtió por completo en la joven Sailor Saturn.
"Mimet…" sentenció "…pagarás por lo que has hecho, ¡jamás te perdonaré! ¡¡¡Una bruja, pagará el pecado de todas!!!". Mimet tembló ante la amenaza, pero recobró la confianza, al recordar que tenía un poder supremo al de esa Sailor.
"Estrellas… ¡Ataquen!"
"¡¡¡Campo de Energía!!!"
"¡Maldita! ¡No podrás esquivar mi ataque todo el tiempo!" la bruja desapareció en el aire dejando confundida a Sailor Saturn, pronto salió por sus espaldas y la golpeó fuertemente con su báculo. "¡¡¡Ah!!!" gritó de dolor, "¡Eso te enseñará! ¡¡¡Vivirás el mismo destino que tu madre!!!", Sailor Saturn se recobró rápidamente, y cada vez que Mimet hacía burla del recuerdo de su madre, aumentaba su ira.
"¡¡¡Tumba del Silencio!!!" Saturn niveló su ataque para que no destruyera todo a su paso, sabía que tenían que irse de ahí, sino terminarían destruyendo la ciudad, o el mundo entero. "¡Nunca me atraparás!" Sailor Saturn empezó a brincar de edificio a edificio, al encontrarse en uno de los más altos de la ciudad, ubicó un pequeño asteroide, donde podrían terminar su batalla sin destruir o dañar a las personas; pronto desvaneció en el aire, se había teletransportado. "¡¡¡Insulsa…seguiré su rastro aunque tenga que ir hasta el fin del universo!!!". Pronto Mimet desapareció en el aire y apareció en un pequeño asteroide, lejos de la tierra donde podría culminar la batalla.
"Si crees que esto te da ventaja, estás equivocada" recalcaba la joven bruja.
"¡Aquí pelearemos mejor, no soy ninguna cobarde, como ustedes lo fueron con mi madre!"
"¡¡¡Calla!!! Estrellas… ¡Ataquen!" el ataque de Mimet fue ahora más fuerte que los anteriores, Saturn no podría detenerlo tan fácilmente. Rápidamente alzó su guadaña, con mucho esfuerzo trataba de repeler el ataque y regresarlo, la fuerza entre las dos era tanta, que sus pies empezaban a hundirse en la roca del asteroide. "'¡¡¡¡¡¡Kya!!!!!!!" la Sailor de la Destrucción sacó una fuerza inmensa y regresó el ataque a Mimet quién cayó exhausta al suelo. "No…me…vencerás…tan…fácil…" musitó. La punta de la guadaña de la Sailor, pronto se situó en el cuello de Mimet. "Es hora…de que pagues…", Mimet estaba acorralada, su mirada seguía siendo frívola, y al parecer, no tenía miedo. "Tonta… ¡Caíste!", el báculo de Mimet se movió solo situándose a las espaldas de Saturn, quién antes de poder evitar cualquier cosa, fue golpeada por una enorme estrella de energía. Ahora era el báculo de Mimet el que se encontraba en el cuello de Saturn. "¡¡¡¡¡Muere!!!!!", justo cuando Mimet iba a dar el golpe final, el cuerpo de Saturn se elevó, su tiara había sido remplazada ahora por el signo de Saturno, su guadaña brillaba al igual que ella. "Tumba…" Mimet sabía que ahora no tenía escapatoria "¡¡¡¡¡…del Silencio!!!!!"… "¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOO!!!!!!". Una gran explosión cubrió todo el asteroide destruyendo todo a su paso, Mimet quedó atrapada y su cuerpo se convirtió en polvo en cuestión de segundos.
Una pequeña roca albergó el cuerpo de la Sailor de la Muerte y Resurrección a quién le quedaban pocos momentos de vida, "Mamá…Papá…lo siento…".
-.-
Souichi se levantó de su cama al ver como una gran luz que provenía del cielo, pronto, fue a ver a Hotaru, y su cabeza albergaba una tremenda preocupación después de ver que su hija no estaba. "No…Por Favor…Hotaru no…".
-.-
Sailor Saturn se encontraba dando sus últimos respiros, cuando un cálido brillo alumbró el pequeño espacio donde se encontraba. "Mi pequeña…" fue el sonido que salió de la suave luz "…aún no es tu momento…". Saturn abrió un poco los ojos, y sintió como las energías regresaban poco a poco a su cuerpo, temerosa de que fuera un sueño, se mantuvo callada, al notar esto, el pequeño destello, se convirtió ahora, en una pequeña imagen de Keiko. "Mi querida hija…gracias…gracias por proteger ese recuerdo que yo dejé en ti…por proteger a tu madre, por salvar su espíritu", al ver que no era un sueño, Hotaru abrió completamente los ojos, los cuáles ya estaban siendo invadidos por las lágrimas una vez más "Mamá…" Hotaru sintió una sensación cálida y conocida en su mejilla, como si su madre la estuviera acariciando "…yo…no quiero perderte una vez más…no podría…Mamá…", la pequeña esfera de luz comenzaba a desvanecerse "Hotaru…jamás me perderás…yo siempre…te querré…y estaré…contigo…". La esfera se fue convirtiendo en una gran cantidad de luz, que empezó a cubrir a Hotaru, el cuerpo de la joven, empezaba a sentir como si estuviera siendo abrazada, como si regresara a esos días en los que su madre y ella corrían por el parque, o tomaban un helado, o simplemente reposaban en la sala viendo la colección tan grande de lámparas que tenían; Hotaru despertó en su cuarto, todo había regresado a la normalidad, su cuerpo volvió a ser el de una pequeña niña, y por lo visto, su padre no se había dado cuenta de nada.
"¡Hotaru!" llamó su padre "¡Baja, el desayuno ya está listo!"
"¡Si papá!" contestó algo confundida. Una de sus manos se dirigió a su pecho, y sintió como parte del espíritu de su madre, había quedado dentro de ella. Ahora entendía, porque fue que su madre le dijo que jamás volvería a estar sola. Rápidamente Hotaru bajó las escaleras con una enorme sonrisa, pero antes de eso, dio un pequeño beso, a un retrato que tenía al lado de su cama.
El retrato mostraba a Souichi abrazado de Keiko quién es sus brazos llevaba a Hotaru bebé.
.·:: fIN ::·.
Ahora sí, espero que les haya gustado. Muchas gracias a todos los que leyeron esta historia, y disculpen la tardanza, pronto terminaré el único fic de Sailor Moon que me falta, El Llamado del Mar. ¡¡¡Gracias a todos!!! ¡Nos veremos pronto!
¡Ja ne!
