5.- De Regreso al Sengoku Jidai?
Ese día amaneció cubierto por una capa de niebla,el frío era penetrante allá afuera, pero en la casa Higurashi se sentía un calor hogareño que calentaba hasta el mas profundo rincón de los seres que se encontraban en su interior. El nostálgico olor a tristeza parecía haberse desvanecido: Mamá había llegado a casa.
Todos parecían felices al ver de regreso a la Sra. Higurashi y Souta de Hong Kong.
Hacía apenas un par de días que la Sra. Higurashi había llegado pero su instinto maternal ya se había presentado como usualmente, así que al ver esas nubes que aseguraban una nevada como pocas, preparo un delicioso chocolate como nadie mas que ella sabía hacerlo. Todos se sentaron en la estancia a ver el canal de las noticias y así permanecieron un rato, y no es que vivieran totalmente aislados del mundo exterior, si no que cada uno estaba tan ocupado de sus propios pendientes que no tenían tiempo de hurgar en la vida de la ciudad. Sin que nadie lo esperara, Aome se levantó y apagó el televisor.
-Oye, Hija! Pero si estábamos viendo el noticie...-replicó el abuelo, quien sin duda era amante de los periódicos y documentales.
-Es suficiente abuelo, si mamá y Souta quisieran ver este tipo de cosas no tendrían que venir hasta Tokio, o si?
-Pero yo tan solo...-y no pudo terminar su frase dada la mirada tan determinante de su nieta.
-Esta bien hija, si el abuelo quiere ver las noticias nosotros podemos pasar al comedor, y les prepararé mas chocolate, quieren?
-Si!!!-gritó Shippou entusiasmado- La mamá de Aome es muy buena verdad Miroku?
-Así es Shippou, además de ser una hermosa....
-Su excelencia- Dijo Sango mientras lo surtía con un par de golpes en la cabeza
-Auch! Espera, Sango, yo solo quería decir que es una hermosa madre de familia
-Si claro
-vamos, acompáñenme a la cocina muchachos
- Mamá, podemos yo y Shippou ir a mi cuarto a jugar video juegos?
-Esta bien Souta, pero no jueguen demasiado que se pueden quedar bizcos =)
-Gracias!
-Creo que eres un muy flexible con él
-Souta ha tenido que estudiar mucho para mantener sus notas, aparte de que aún no domina muy bien el chino, estas son sus vacaciones, tu no debes ser tan dura con el Aome.
-Bueno, lo que tu digas, tu eres su madre
Y ese día transcurrió sin problema alguno, el simple hecho de que su madre estuviera en casa, hacía a Aome sentirse realmente segura.
....................................................................................
Ya era Lunes a las 7 AM y en la casa se presenciaba una actividad inmensa, mientras se culpaban unos a otros por no haber puesto las alarmas a tiempo: Todos llegarían tarde a sus labores matutinas, claro, excepto por el abuelo quien ya se encontraba muy hacendoso en el templo, aun que ese día de la semana no representara un día muy laboral para un sacerdote en estos tiempos.
No pasaron 15 minutos cuando la casa ya estaba vacía.
-Oooh...-Bostezó el abuelo- Por fin encuentro un momento de tranquilidad...vivir con tanto jovencito es adquirir una taquicardia segura...
Después de hacer su aseo rutinario en el templo, se acercó a la puerta para recibir los rayos del sol en sus arrugadas mejillas. Sus oídos captaban el hermoso canto de los pajarillos que compartían sus vocecillas desde una de la infinidad de ramas del Goshinboku, sus ojos que apenas se acostumbraban a la luz del sol, poco a poco se deleitaron al observar con curiosidad el armonioso flujo de las hojas de los árboles vecinos, que bailaban en el aire, sin duda el otoño había llegado al templo Higurashi.
Se quedó ahí un rato a admirar ese excelente espectáculo, pero al cabo de unos instantes, desvió su atención al lugar donde se encontraba aquel pozo.
-Si...lo recuerdo, fue ya hace años cuando tenía la necesidad de investigar nuevas enfermedades para justificar las ausencias de mi nieta a clases..-se decía cuando caminaba hacía adelante, cada vez mas cerca de la puerta.
Al entrar, sus ojos se tuvieron que adaptar de nuevo, pero esta vez, a la oscuridad que reinaba en ese lugar. Bajó las escalerillas y ya estando allí, enfrente del pozo, removió el pesado maderón que ahí se encontraba y se inclino para ver hacía dentro de él.
-Me pregunto que fue lo que sucedió en realidad?..mmmm..-suspiró profundamente-Tal vez nunca lo sabré...o tal vez sí- terminó con una sonrisa. Subió las escalerillas, cruzó el umbral, cerró las puertas plegadizas y entró a la casa nuevamente.
A eso de las 9 el abuelo estaba ya muy cómodo en una de las sillas de aquel pequeño comedor leyendo su tan acostumbrado periódico-Que tranquilidad hay- se dijo, cuando, sin esperárselo, la puerta se abrió con rapidez.
-Hola abuelo!
-Ahh! Hija me asustaste!
-de verdad? ...lo siento
-Por qué vienes a casa tan temprano?...que no tuviste clases?
-Emm, no, es que nada mas iba a ir por que debía presentar un examen, pero después de eso nos dieron la mañana libre. ¿qué bien verdad?
-O.O...si...creo --
Aome subió las escaleras con una rapidez no muy característica de ella y en solo segundos, pasó por enfrente del abuelo y se esfumó por la puerta
-O.o...pero ahora que le sucede a esta niña?...¿qué hora es?- preguntó mientras viraba su cabeza hacía el reloj de pared- las nueve...LAS NUEVE?!!! YA TENGO QUE IRME! Debo hacer unas compras y...YA ES MUY TARDE!!
Se levantó y con una energía que parecía de un joven en plena pubertad, salió corriendo con su bolso colgando de su hombro.
-Hija en un par de horas vuelvo!-Gritó a Aome quien se encontraba en el templo haciendo...'quien sabe que cosas' pensó el abuelo.
-Oo....Aaa...buelo?-pensó Aome sorprendida al ver la candidez con que su abuelo corría hacia la calle. Esperó unos segundos con la vista fija en el corredor, y cuando creyó que era suficiente..-Muy bien! Hagámoslo!- se dijo con un ímpetu de decisión y una sonrisa fingida en la cara, pero finalizado esto, bajo su mirada hacía el piso- Ay..creí que nunca se iría, bien! Es temprano, no hay nadie en casa..si lo voy a hacer, este es el momento.
Recogió del suelo una pequeña mochila de color gris, la puso en su hombro y partió con dirección al pozo del tiempo.
Ya ahí, sacó la amena esfera de color rosado, la causante de todo su sufrimiento.....y a la vez, de toda su alegría.
-Bueno, este es el momento- se decía mientras quitaba la pesada tabla que cubría el pozo y ponía un pie en aquel abismo negro- ¿Por qué estoy tan nerviosa? Solo echaré un vistazo, cierto? Aquí voy: 1, 2, 3!- pero por alguna razón algo le impedía dar el salto decisivo- Vamos, no es tan difícil, o si?...Vamos Aome, no pienses en él...no pienses en nada, en nadie..
Y ahí permaneció un rato hasta que los murmullos de unas voces se acercaban, aún no estaban muy cerca pero ella podía sentir que se aproximaban.
-Ok, es ahora o nunca!
...................................................................................
-..y nos enseñaron a prepara un platillo muy extraño
-Si? Extraño, eh, pero extraño como?-Preguntó Miroku mirándola con una mirada penetrante...intimidante
-Emm....pues una comida extranjera, no recuerdo su nombre-respondió Sango ruborizada- pero excelencia, como le fue a usted? Dígame
-"Usted"?- dijo Miroku dirigiendo una mirada de desaprobación-.....Bueno, tu sabes, nada interesante...ay, ninguna chica preciosa en el lugar
-Eso no es a lo que me refería! - exclamó Sango con tono de molestia mientras abría las puertas del hogar- YA LLEGAMOS!
No hubo respuesta alguna- Esto si es raro, ni el abuelo ni Aome han llegado aún, les habrá pasado algo?
-No lo creo Sango, seguro solamente se retrasaron en algo, no hay por que preocuparse. Ya que estamos aquí, tu y yo..la casa esta sola..-susurraba Miroku mientras pasaba una de sus manos por la cintura de la bella Sango
Sango, mas roja que un tomate-Ay pero su excelencia, que cosas sugiere- dijo Sango zafándose de las curiosas manos del Houshi
-¿Por qué te incomoda? Tu y yo ya somos gente madura, sería muy normal que..
-TENGO COSAS PENDIENTES QUE HACER!- dijo Sango con un tono alto pero muy nerviosa- Iré a mi cuarto- comenzó a caminar y sintió que el Houshi la seguía- SOLA!
-Esta bien, esta bien, como quieras, recuerda que soy un hombre...muy cariñoso- al decir esto Sango volteó con una mirada de despreció- ...PERO también soy un caballero..eeeestaré aquí abajo por si me necesitas
-Lo dudo!- se escuchó una voz en el segundo piso seguido por el sonido de una puerta
Sentada en su cama, Sango tubo tranquilidad suficiente para pensar ¿En qué pensaba? nadie podría saberlo con claridad, ni siquiera ella misma, solo eran "asuntos", o por lo menos eso se limitaba a contestar cuando el Monje Miroku le preguntaba algo que no precisamente era de su incumbencia.
...................................................................................
El viento era fresco, muy fresco, Aome pensó k debió haberse llevado consigo algo más que ese ligero suéter verde opaco. Miro hacía su alrededor, al fin estaba ahí, no sabia exactamente por que estaba ahí, ni que haría después, solo se quedó ahí observando el espeso bosque enfrente suyo. Era exactamente como ella lo recordaba, tan verde y frondoso como aquel día en que escuchó el llamado del destino, ese llamado que Inuyasha había escuchado también.
Se puso a recordar cosas que creía haber olvidado, o al menos eso le gustaba imaginar. Desde el primer día hasta el final, una a una desfilaban las memorias como si hubiese abierto un álbum de fotografías interminable.
En una parada de su viaje de memorias, recordó aquella vez que Kikyou le había lanzado una flecha que, milagrosamente solo rozó su mejilla dejando un pequeño hilo rojo de sangre en su cara, lo recordaba tan perfectamente, sus ojos estaban cerrados, y su mente volaba infinitamente hacía aquel entonces, cuando la flecha rozó su mejilla, recordando, el dolor parecía tan real...... sus ojos se abrieron inmediatamente después de oír el zumbido de algo pasar muy cerca de ella, seguido por la sensación de un liquido que escurría por su mejilla: era sangre.
El dolor era real, Aome estaba petrificada, era exactamente como aquel día. Estaba segura que ya había abierto sus ojos, pero todo parecía haberse escapado de sus memorias y saltar a la realidad.
Una joven Miko se encontraba parada, con el arco en una posición de ataque, con el ceño fruncido, una flecha ya había sido lanzada hacía ella, y como en ese día, falló.
Sus cabellos eran largos y negros y sus ropas justo como las que solían usar las sacerdotisas de aquel tiempo, mas en específico, las de esa aldea.
-¿quién eres? Y que negocios te traen a esta !- ordenó la voz- En esta aldea no hay nada que pueda ser de tu utilidad ser extraño! Regresa por donde viniste!
Aome aún estaba en shock, no podía moverse, pero al oír los gritos y la decisión de la eminente miko, al fin se dio cuenta: No, no era Kikyou, aun que tenía un gran parecido, tal vez mas que ella misma.
-Tranquila! No soy tu enemigo!....baja el arco
-Ja! Eso no sería sabio de mi parte, sabes? Estamos en guerras civiles, no hay promesa que puedas hacer para que en estos momentos confíe en ti!
-Emmm, veras...yo...este......no soy alguien peligroso, mírame, no traigo armamento ni armadura....yo..... soy amiga de esta aldea.....dónde está la anciana Kaede?
-Conoces a Kaede-sama?-y su mirada perdió un poco su rudeza
-Si! Verás...yo soy......soy una vieja amiga de esta aldea...
También conozco a....
-A si que tu eres esa extraña Miko eh?
-Eh?...bueno..yo....
-Si, Kaede-sama suele contarme de vez en cuando sobre una Miko que apareció en esta época de guerras y volvió a desaparecer, ¿eres tu aquella persona que se llevó la perla de shikon de esta aldea?
Aún que la joven había bajado un poco la guardia aun empuñaba el arco con fuerza. El tono con el que hizo la ultima pregunta no era del todo hostil, pero Aome, por alguna razón, temía decir la respuesta equivocada
-Pues...sss...si...esa soy yo
Inmediatamente la joven abrió sus ojos tan grandes como un par de platos, en asombro, Aome temiendo una grave reacción cerró sus ojos en espera de lo que viniera a continuación.
Después de unos segundos que no hubo respuesta agresiva, se atrevió a abrir los ojos y vio a la joven haciendo una reverencia
-OO...nani?.....emmm, disculpa- se acercó a la joven a menos de un metro- ¿qué haces?
-Muestro mis disculpas por tan atroz ultraje! Perdóneme, por Kami!
-..vamos levántate- Aome la tomó de un brazo, obligándola a ponerse de pie- ¿cuál es tu nombre?
-Rei
-Bueno Rei, no creo k haya alguna razón por la que me debas tus reverencias...veras, soy sólo una chica normal..
-Normal??!! No, no,no,no,no! todo menos normal! Kaede-sama me ha contado algunas historias sobre como lograron reunir los fragmentos de la perla y...sus hazañas....hay! pero que mal educada soy, no quieres ir a la aldea, Kaede-sama estará muy contenta de verte, te lo aseguro...
-No! no es necesario, yo...yo solo quería echar un vistazo al bosque y....
-Ô.
-.....no me quedaré por mucho tiempo si tu me entiendes?..
-No en realidad per-
-Rei! Niña! ¿Dónde estas?
Esa voz, esa voz es de..la anciana Kaede, ella no debe...
-Kaede-sama!! Estoy aquí frente al Goshinboku!
-hey no, espera! Yo tengo que- Y antes que Aome pudiera explicarlo o huir del lugar, la forma robusta y abultada de la anciana Kaede dejo las penumbras del bosque y se posó firme a unos metros de las dos muchachas.
Con una expresión de medio sorprendida, medio incrédula, Kaede inmediatamente cruzó su mirada con la de Aome. Después de algunos segundos de asombro se dio cuenta que sus ojos no la engañaban: era Aome!
-Aome! Has vuelto, que alegría!!- y se acercó estrechándola fuertemente en un cariñoso abrazo
-eh...si, hola anciana Kaede, cómo ha estado?- diciendo esto se separaron un poco, las dos sostenían una sonrisa, la sonrisa que sólo los grandes amigos pueden emitir
-Pues tu sabes, tiempos de guerra, pero estamos mejor, no ha habido ningún atentado a nuestra aldea últimamente, pero no hemos bajado la guardia es por eso que....ah! que descuidada soy! Rei, ven acá acércate! Mira Aome, esta muchacha llegó a la aldea pocas semanas después de que partieran. Le he estado enseñando la doctrina de las sacerdotisas, ha sido de gran ayuda para todos!
-Si creo que ya tuvimos el gusto de conocernos, no es así Rei?
-...S
-Niña, por que no vas a la aldea a ver como van las cosas allá? En un momento te alcanzaremos
-Claro Kaede-sama, espero verla pronto, Miko-dono!
-O.o...si, claro, adiós!
El viento, que había permanecido estático por varios minutos, soplo una agradable bocanada, trayendo consigo aquel aroma de nostalgia de aquellos momentos que recorrían la memoria de Aome una y otra vez. No era del todo triste haber vuelto, aun que la melancolía del lugar era inevitable. Aome sentía como un gracioso sentimiento recorría todo su cuerpo añorando cada vez mas volver el tiempo atrás.
La anciana Kaede observó el lugar de arriba abajo, como viéndolo por primera vez, al parecer estar en ese lugar también le provocaba sentimientos encontrados. Se acercó a Aome, poniéndose a un lado del pozo y echándole una rápida mirada a su interior, después de esto se apoyó en él hasta que logro sentarse en el borde.
-así que...has vuelto eh?
-s
-Para serte sincera pensé que regresarían mucho mas pronto, por cierto, ¿dónde están los demás?
-ah, este, emm pues...ellos...Anciana Kaede la verdad es que ni siquiera se por que estoy yo aquí, al contrario de usted, yo no pensaba regresar tan pronto. Me llamará tonta pero, yo sólo pensaba en echar un vistazo y regresar de inmediato
-a si? Por qué?
-La verdad no creo que esté lista para hacer esto
-ya veo....Para deshacerte de la perla? O......volver a ver a Inuyasha?- al hacer esta pregunta, la anciana temió no haberse entrometido demasiado
Al oír la pregunta tan directa de la anciana Kaede, Aome agachó su cabeza y no pudo evitar sentir una intensa punzada en el corazón. ¿Qué acaso era tan obvio? ¿Por qué la gente podía ver en su interior con tan sólo verla a los ojos? O al menos eso era lo que ella creía. O tal vez era por que la anciana Kaede la conocía bastante bien. Levantó la mirada y se reincorporo
-Bueno yo....- Aome ni siquiera sabía lo que iba a decir, así que esas fueron las únicas palabras que salieron de sus labios
Era un incomodo silencio, como todos los demás cuando de Inuyasha se trataba. Al notar la incomodidad de la muchacha, Kaede decidió hablar.
-Veras él....
-No hay necesidad anciana Kaede! Yo debo regresar a casa o se preocuparán
-Si temes volverlo a encontrar ahora, no te preocupes, creo que eso no será posible
-Que?!- Inmediatamente Aome se dejo invadir por la angustia, esperando oír lo peor- Inuyasha...está con vida, verdad anciana Kaede?
-Que? Ah! Si, si, él aún está vivo, o al menos de eso me da la impresión
-ya veo- dijo Aome en parte aliviada al saber que aún estaba vivo, pero sabía que en algún lugar, a lo mejor no muy cerca, Inuyasha se encontraba con Kikyou- dime anciana Kaede, si Inuyasha aún está con vida...que quiere decir eso?
-Si, entiendo tu confusión, se suponía que partiría al otro mundo con mi hermana, pero......
Aome escuchaba con cuidado las palabras de la anciana, extrañamente se percató de una mirada triste mientras la anciana predicaba el relato
-Pero?
-Kikyou Onee-sama.....Su alma ya no sufre más
-O.O....quiere decirme que Kikyou ha muerto?...pero, ¿cómo?
-Así es Aome, mi hermana ya no ronda por este mundo más, y aún que nunca la vuelva a ver, me alegro que haya regresado a dónde debe estar. El perverso de Naraku tomó su vida por segunda vez. Todos estábamos desprevenidos, incluso Inuyasha...
-Entiendo
-Desde entonces Inuyasha se ha dedicado a vagar, va de un lado a otro sin quedarse mucho tiempo en ningún lugar, siempre en la impaciente búsqueda de Naraku. Venía aquí a la aldea cada cierto tiempo, pero........hace 4 meses que no sabemos nada de él, comienza a preocuparme
Aome, se sentía un poco triste por lo sucedido y también estaba preocupada '¿Inuyasha, en dónde te has metido?'
Pero sin duda, una parte de ella estaba extrañamente feliz, y este sentimiento la hacía sentir terriblemente culpable al mismo tiempo.
¿Cómo podría ella ser feliz, a costa de aquellos a los que ama?
-Aome, mi niña, se que tu corazón ha sido roto mas de una vez, se que llevas cargas que no son fáciles de llevar, pero...¿por insistes es perdurar esta agonía?
-agonía?
Se preguntó Aome, sabiendo que sabía la respuesta, pero aún así, temiendo reconocerla. En esos momentos en donde la soledad parecía allanarse en Aome, la anciana Kaede la miró fijamente a los ojos por un segundo, después bajó la mirada hacía el misterioso bolso
-Shikon no Tama- susurró la anciana, poniendo una mano alentadora en el hombro izquierdo de Aome- ....Todos sufrimos....
Concluida la frase se dio la vuelta y comenzó a marcharse, Aome la observó, observó como esa sabia anciana iba adentrándose en las entrañas de ese profundo e intenso bosque, pronto su silueta ya había desaparecido.
Es verdad..aplazar esto significa aplazar mi agonía..No, no solo la mía, también la de la anciana Kaede, Sango, Miroku, los aldeanos, Inuyasha....Hay tanto que arriesgar y mucho que perder..sin embargo, si no hago nada al respecto, pronto nos quedaremos sin nada.
¿hasta dónde ha llegado mi insolencia?¿mi inmadurez?¿mi egoísmo?...arriesgar así a los que quiero...
Estos pensamientos la atormentaban y lastimaban increíblemente, hasta llegar al punto de no querer seguir viviendo. Su cabeza estaba en tantos lugares, pero en uno solo a la vez, que comenzaba a agotarse. Cuando tubo la fuerza de regresar al mundo cociente, se dio cuenta que un par de lagrimas galopaban en sus mejillas cereza. Las secó con sus dedos índices antes de que cayeran al suelo
-Ya entiendo, ya es hora.....
Sujetó su mochila protectivamente, se dio la vuelta y entro de regreso al pozo del tiempo.
Extrañamente, esa visita la había hecho ver las cosas desde un cristal mas claro, extrañamente se sentía mas fuerte que antes.
...................................................................................
Ya al otro lado del pozo, las cosas que la anciana Kaede le había dicho seguían revoloteando en la cabeza: Si veía a Inuyasha tan sólo una vez mas, ¿qué haría?¿qué le podría decir?. El hecho de pensar en su mirada, hacía que su mundo perdiera el mas mínimo sentido coherente.
Siguió caminando hacía la casa, pensando sin parar en todas esas cuestiones. Cuándo al fin entró a la casa, se encontró con las miradas curiosas de su madre, Miroku y Sango, los tres con un gran signo de interrogación en la frente
-Hija, ¿dónde estabas?
Aome interrumpió sus pensamientos de golpe para mirarlos de frente, pero mas en especial al Monje Miroku y a Sango.
-Viajaremos de vuelta al Sengoku- Dijo firmemente Aome
-Eh?
-O.o
Dejando de seguro mas de una cara perpleja.
:::::::::::::::::::::::::::Fin del Capitulo 5::::::::::::::::::::::::::::
N/A: Bueno no es el mejor capitulo que he hecho, pero al menos fue lo que se me vino a la mente, mas o menos lo que debió haber pasado en esa situación, como sea.
Espero obtener mas reviews que me indiquen que debo seguir con esta historia, por que la pasión se ha ausentado por un rato, pero estoy decidida a traerla de nuevo! =) en gran parte dependerá de los reviews que reciba, ok?
Reitero que sea como sea, yo empecé esta historia y claro que la pienso terminar, solo que no estoy segura de que tan seguido seré capaz de actualizar, que tambien esta sujeto a los reviews.
Me disculpo con aquellas personas que resintieron mi ausencia y prometo que no dejare que eso pase otra vez, aparte de que tengo nuevos proyectos en mente.
Este capitulo es sinceramente dedicado a mi amiga Gaby J., quien sin duda ha sido la seguidora mas fiel de este fic!
Espero y no te defraude Gaby! =)
Y a ustedes que se han tomado un poco de su tiempo en leer esto, quiero agradecerles infinitamente el apoyo, y que no se den por vencidos conmigo!
Okay creo que ya es suficiente de "notas de autor". Hasta la próxima (que prometo que será mas pronto que esta)
InuKag.
Ese día amaneció cubierto por una capa de niebla,el frío era penetrante allá afuera, pero en la casa Higurashi se sentía un calor hogareño que calentaba hasta el mas profundo rincón de los seres que se encontraban en su interior. El nostálgico olor a tristeza parecía haberse desvanecido: Mamá había llegado a casa.
Todos parecían felices al ver de regreso a la Sra. Higurashi y Souta de Hong Kong.
Hacía apenas un par de días que la Sra. Higurashi había llegado pero su instinto maternal ya se había presentado como usualmente, así que al ver esas nubes que aseguraban una nevada como pocas, preparo un delicioso chocolate como nadie mas que ella sabía hacerlo. Todos se sentaron en la estancia a ver el canal de las noticias y así permanecieron un rato, y no es que vivieran totalmente aislados del mundo exterior, si no que cada uno estaba tan ocupado de sus propios pendientes que no tenían tiempo de hurgar en la vida de la ciudad. Sin que nadie lo esperara, Aome se levantó y apagó el televisor.
-Oye, Hija! Pero si estábamos viendo el noticie...-replicó el abuelo, quien sin duda era amante de los periódicos y documentales.
-Es suficiente abuelo, si mamá y Souta quisieran ver este tipo de cosas no tendrían que venir hasta Tokio, o si?
-Pero yo tan solo...-y no pudo terminar su frase dada la mirada tan determinante de su nieta.
-Esta bien hija, si el abuelo quiere ver las noticias nosotros podemos pasar al comedor, y les prepararé mas chocolate, quieren?
-Si!!!-gritó Shippou entusiasmado- La mamá de Aome es muy buena verdad Miroku?
-Así es Shippou, además de ser una hermosa....
-Su excelencia- Dijo Sango mientras lo surtía con un par de golpes en la cabeza
-Auch! Espera, Sango, yo solo quería decir que es una hermosa madre de familia
-Si claro
-vamos, acompáñenme a la cocina muchachos
- Mamá, podemos yo y Shippou ir a mi cuarto a jugar video juegos?
-Esta bien Souta, pero no jueguen demasiado que se pueden quedar bizcos =)
-Gracias!
-Creo que eres un muy flexible con él
-Souta ha tenido que estudiar mucho para mantener sus notas, aparte de que aún no domina muy bien el chino, estas son sus vacaciones, tu no debes ser tan dura con el Aome.
-Bueno, lo que tu digas, tu eres su madre
Y ese día transcurrió sin problema alguno, el simple hecho de que su madre estuviera en casa, hacía a Aome sentirse realmente segura.
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Ya era Lunes a las 7 AM y en la casa se presenciaba una actividad inmensa, mientras se culpaban unos a otros por no haber puesto las alarmas a tiempo: Todos llegarían tarde a sus labores matutinas, claro, excepto por el abuelo quien ya se encontraba muy hacendoso en el templo, aun que ese día de la semana no representara un día muy laboral para un sacerdote en estos tiempos.
No pasaron 15 minutos cuando la casa ya estaba vacía.
-Oooh...-Bostezó el abuelo- Por fin encuentro un momento de tranquilidad...vivir con tanto jovencito es adquirir una taquicardia segura...
Después de hacer su aseo rutinario en el templo, se acercó a la puerta para recibir los rayos del sol en sus arrugadas mejillas. Sus oídos captaban el hermoso canto de los pajarillos que compartían sus vocecillas desde una de la infinidad de ramas del Goshinboku, sus ojos que apenas se acostumbraban a la luz del sol, poco a poco se deleitaron al observar con curiosidad el armonioso flujo de las hojas de los árboles vecinos, que bailaban en el aire, sin duda el otoño había llegado al templo Higurashi.
Se quedó ahí un rato a admirar ese excelente espectáculo, pero al cabo de unos instantes, desvió su atención al lugar donde se encontraba aquel pozo.
-Si...lo recuerdo, fue ya hace años cuando tenía la necesidad de investigar nuevas enfermedades para justificar las ausencias de mi nieta a clases..-se decía cuando caminaba hacía adelante, cada vez mas cerca de la puerta.
Al entrar, sus ojos se tuvieron que adaptar de nuevo, pero esta vez, a la oscuridad que reinaba en ese lugar. Bajó las escalerillas y ya estando allí, enfrente del pozo, removió el pesado maderón que ahí se encontraba y se inclino para ver hacía dentro de él.
-Me pregunto que fue lo que sucedió en realidad?..mmmm..-suspiró profundamente-Tal vez nunca lo sabré...o tal vez sí- terminó con una sonrisa. Subió las escalerillas, cruzó el umbral, cerró las puertas plegadizas y entró a la casa nuevamente.
A eso de las 9 el abuelo estaba ya muy cómodo en una de las sillas de aquel pequeño comedor leyendo su tan acostumbrado periódico-Que tranquilidad hay- se dijo, cuando, sin esperárselo, la puerta se abrió con rapidez.
-Hola abuelo!
-Ahh! Hija me asustaste!
-de verdad? ...lo siento
-Por qué vienes a casa tan temprano?...que no tuviste clases?
-Emm, no, es que nada mas iba a ir por que debía presentar un examen, pero después de eso nos dieron la mañana libre. ¿qué bien verdad?
-O.O...si...creo --
Aome subió las escaleras con una rapidez no muy característica de ella y en solo segundos, pasó por enfrente del abuelo y se esfumó por la puerta
-O.o...pero ahora que le sucede a esta niña?...¿qué hora es?- preguntó mientras viraba su cabeza hacía el reloj de pared- las nueve...LAS NUEVE?!!! YA TENGO QUE IRME! Debo hacer unas compras y...YA ES MUY TARDE!!
Se levantó y con una energía que parecía de un joven en plena pubertad, salió corriendo con su bolso colgando de su hombro.
-Hija en un par de horas vuelvo!-Gritó a Aome quien se encontraba en el templo haciendo...'quien sabe que cosas' pensó el abuelo.
-Oo....Aaa...buelo?-pensó Aome sorprendida al ver la candidez con que su abuelo corría hacia la calle. Esperó unos segundos con la vista fija en el corredor, y cuando creyó que era suficiente..-Muy bien! Hagámoslo!- se dijo con un ímpetu de decisión y una sonrisa fingida en la cara, pero finalizado esto, bajo su mirada hacía el piso- Ay..creí que nunca se iría, bien! Es temprano, no hay nadie en casa..si lo voy a hacer, este es el momento.
Recogió del suelo una pequeña mochila de color gris, la puso en su hombro y partió con dirección al pozo del tiempo.
Ya ahí, sacó la amena esfera de color rosado, la causante de todo su sufrimiento.....y a la vez, de toda su alegría.
-Bueno, este es el momento- se decía mientras quitaba la pesada tabla que cubría el pozo y ponía un pie en aquel abismo negro- ¿Por qué estoy tan nerviosa? Solo echaré un vistazo, cierto? Aquí voy: 1, 2, 3!- pero por alguna razón algo le impedía dar el salto decisivo- Vamos, no es tan difícil, o si?...Vamos Aome, no pienses en él...no pienses en nada, en nadie..
Y ahí permaneció un rato hasta que los murmullos de unas voces se acercaban, aún no estaban muy cerca pero ella podía sentir que se aproximaban.
-Ok, es ahora o nunca!
...................................................................................
-..y nos enseñaron a prepara un platillo muy extraño
-Si? Extraño, eh, pero extraño como?-Preguntó Miroku mirándola con una mirada penetrante...intimidante
-Emm....pues una comida extranjera, no recuerdo su nombre-respondió Sango ruborizada- pero excelencia, como le fue a usted? Dígame
-"Usted"?- dijo Miroku dirigiendo una mirada de desaprobación-.....Bueno, tu sabes, nada interesante...ay, ninguna chica preciosa en el lugar
-Eso no es a lo que me refería! - exclamó Sango con tono de molestia mientras abría las puertas del hogar- YA LLEGAMOS!
No hubo respuesta alguna- Esto si es raro, ni el abuelo ni Aome han llegado aún, les habrá pasado algo?
-No lo creo Sango, seguro solamente se retrasaron en algo, no hay por que preocuparse. Ya que estamos aquí, tu y yo..la casa esta sola..-susurraba Miroku mientras pasaba una de sus manos por la cintura de la bella Sango
Sango, mas roja que un tomate-Ay pero su excelencia, que cosas sugiere- dijo Sango zafándose de las curiosas manos del Houshi
-¿Por qué te incomoda? Tu y yo ya somos gente madura, sería muy normal que..
-TENGO COSAS PENDIENTES QUE HACER!- dijo Sango con un tono alto pero muy nerviosa- Iré a mi cuarto- comenzó a caminar y sintió que el Houshi la seguía- SOLA!
-Esta bien, esta bien, como quieras, recuerda que soy un hombre...muy cariñoso- al decir esto Sango volteó con una mirada de despreció- ...PERO también soy un caballero..eeeestaré aquí abajo por si me necesitas
-Lo dudo!- se escuchó una voz en el segundo piso seguido por el sonido de una puerta
Sentada en su cama, Sango tubo tranquilidad suficiente para pensar ¿En qué pensaba? nadie podría saberlo con claridad, ni siquiera ella misma, solo eran "asuntos", o por lo menos eso se limitaba a contestar cuando el Monje Miroku le preguntaba algo que no precisamente era de su incumbencia.
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El viento era fresco, muy fresco, Aome pensó k debió haberse llevado consigo algo más que ese ligero suéter verde opaco. Miro hacía su alrededor, al fin estaba ahí, no sabia exactamente por que estaba ahí, ni que haría después, solo se quedó ahí observando el espeso bosque enfrente suyo. Era exactamente como ella lo recordaba, tan verde y frondoso como aquel día en que escuchó el llamado del destino, ese llamado que Inuyasha había escuchado también.
Se puso a recordar cosas que creía haber olvidado, o al menos eso le gustaba imaginar. Desde el primer día hasta el final, una a una desfilaban las memorias como si hubiese abierto un álbum de fotografías interminable.
En una parada de su viaje de memorias, recordó aquella vez que Kikyou le había lanzado una flecha que, milagrosamente solo rozó su mejilla dejando un pequeño hilo rojo de sangre en su cara, lo recordaba tan perfectamente, sus ojos estaban cerrados, y su mente volaba infinitamente hacía aquel entonces, cuando la flecha rozó su mejilla, recordando, el dolor parecía tan real...... sus ojos se abrieron inmediatamente después de oír el zumbido de algo pasar muy cerca de ella, seguido por la sensación de un liquido que escurría por su mejilla: era sangre.
El dolor era real, Aome estaba petrificada, era exactamente como aquel día. Estaba segura que ya había abierto sus ojos, pero todo parecía haberse escapado de sus memorias y saltar a la realidad.
Una joven Miko se encontraba parada, con el arco en una posición de ataque, con el ceño fruncido, una flecha ya había sido lanzada hacía ella, y como en ese día, falló.
Sus cabellos eran largos y negros y sus ropas justo como las que solían usar las sacerdotisas de aquel tiempo, mas en específico, las de esa aldea.
-¿quién eres? Y que negocios te traen a esta !- ordenó la voz- En esta aldea no hay nada que pueda ser de tu utilidad ser extraño! Regresa por donde viniste!
Aome aún estaba en shock, no podía moverse, pero al oír los gritos y la decisión de la eminente miko, al fin se dio cuenta: No, no era Kikyou, aun que tenía un gran parecido, tal vez mas que ella misma.
-Tranquila! No soy tu enemigo!....baja el arco
-Ja! Eso no sería sabio de mi parte, sabes? Estamos en guerras civiles, no hay promesa que puedas hacer para que en estos momentos confíe en ti!
-Emmm, veras...yo...este......no soy alguien peligroso, mírame, no traigo armamento ni armadura....yo..... soy amiga de esta aldea.....dónde está la anciana Kaede?
-Conoces a Kaede-sama?-y su mirada perdió un poco su rudeza
-Si! Verás...yo soy......soy una vieja amiga de esta aldea...
También conozco a....
-A si que tu eres esa extraña Miko eh?
-Eh?...bueno..yo....
-Si, Kaede-sama suele contarme de vez en cuando sobre una Miko que apareció en esta época de guerras y volvió a desaparecer, ¿eres tu aquella persona que se llevó la perla de shikon de esta aldea?
Aún que la joven había bajado un poco la guardia aun empuñaba el arco con fuerza. El tono con el que hizo la ultima pregunta no era del todo hostil, pero Aome, por alguna razón, temía decir la respuesta equivocada
-Pues...sss...si...esa soy yo
Inmediatamente la joven abrió sus ojos tan grandes como un par de platos, en asombro, Aome temiendo una grave reacción cerró sus ojos en espera de lo que viniera a continuación.
Después de unos segundos que no hubo respuesta agresiva, se atrevió a abrir los ojos y vio a la joven haciendo una reverencia
-OO...nani?.....emmm, disculpa- se acercó a la joven a menos de un metro- ¿qué haces?
-Muestro mis disculpas por tan atroz ultraje! Perdóneme, por Kami!
-..vamos levántate- Aome la tomó de un brazo, obligándola a ponerse de pie- ¿cuál es tu nombre?
-Rei
-Bueno Rei, no creo k haya alguna razón por la que me debas tus reverencias...veras, soy sólo una chica normal..
-Normal??!! No, no,no,no,no! todo menos normal! Kaede-sama me ha contado algunas historias sobre como lograron reunir los fragmentos de la perla y...sus hazañas....hay! pero que mal educada soy, no quieres ir a la aldea, Kaede-sama estará muy contenta de verte, te lo aseguro...
-No! no es necesario, yo...yo solo quería echar un vistazo al bosque y....
-Ô.
-.....no me quedaré por mucho tiempo si tu me entiendes?..
-No en realidad per-
-Rei! Niña! ¿Dónde estas?
Esa voz, esa voz es de..la anciana Kaede, ella no debe...
-Kaede-sama!! Estoy aquí frente al Goshinboku!
-hey no, espera! Yo tengo que- Y antes que Aome pudiera explicarlo o huir del lugar, la forma robusta y abultada de la anciana Kaede dejo las penumbras del bosque y se posó firme a unos metros de las dos muchachas.
Con una expresión de medio sorprendida, medio incrédula, Kaede inmediatamente cruzó su mirada con la de Aome. Después de algunos segundos de asombro se dio cuenta que sus ojos no la engañaban: era Aome!
-Aome! Has vuelto, que alegría!!- y se acercó estrechándola fuertemente en un cariñoso abrazo
-eh...si, hola anciana Kaede, cómo ha estado?- diciendo esto se separaron un poco, las dos sostenían una sonrisa, la sonrisa que sólo los grandes amigos pueden emitir
-Pues tu sabes, tiempos de guerra, pero estamos mejor, no ha habido ningún atentado a nuestra aldea últimamente, pero no hemos bajado la guardia es por eso que....ah! que descuidada soy! Rei, ven acá acércate! Mira Aome, esta muchacha llegó a la aldea pocas semanas después de que partieran. Le he estado enseñando la doctrina de las sacerdotisas, ha sido de gran ayuda para todos!
-Si creo que ya tuvimos el gusto de conocernos, no es así Rei?
-...S
-Niña, por que no vas a la aldea a ver como van las cosas allá? En un momento te alcanzaremos
-Claro Kaede-sama, espero verla pronto, Miko-dono!
-O.o...si, claro, adiós!
El viento, que había permanecido estático por varios minutos, soplo una agradable bocanada, trayendo consigo aquel aroma de nostalgia de aquellos momentos que recorrían la memoria de Aome una y otra vez. No era del todo triste haber vuelto, aun que la melancolía del lugar era inevitable. Aome sentía como un gracioso sentimiento recorría todo su cuerpo añorando cada vez mas volver el tiempo atrás.
La anciana Kaede observó el lugar de arriba abajo, como viéndolo por primera vez, al parecer estar en ese lugar también le provocaba sentimientos encontrados. Se acercó a Aome, poniéndose a un lado del pozo y echándole una rápida mirada a su interior, después de esto se apoyó en él hasta que logro sentarse en el borde.
-así que...has vuelto eh?
-s
-Para serte sincera pensé que regresarían mucho mas pronto, por cierto, ¿dónde están los demás?
-ah, este, emm pues...ellos...Anciana Kaede la verdad es que ni siquiera se por que estoy yo aquí, al contrario de usted, yo no pensaba regresar tan pronto. Me llamará tonta pero, yo sólo pensaba en echar un vistazo y regresar de inmediato
-a si? Por qué?
-La verdad no creo que esté lista para hacer esto
-ya veo....Para deshacerte de la perla? O......volver a ver a Inuyasha?- al hacer esta pregunta, la anciana temió no haberse entrometido demasiado
Al oír la pregunta tan directa de la anciana Kaede, Aome agachó su cabeza y no pudo evitar sentir una intensa punzada en el corazón. ¿Qué acaso era tan obvio? ¿Por qué la gente podía ver en su interior con tan sólo verla a los ojos? O al menos eso era lo que ella creía. O tal vez era por que la anciana Kaede la conocía bastante bien. Levantó la mirada y se reincorporo
-Bueno yo....- Aome ni siquiera sabía lo que iba a decir, así que esas fueron las únicas palabras que salieron de sus labios
Era un incomodo silencio, como todos los demás cuando de Inuyasha se trataba. Al notar la incomodidad de la muchacha, Kaede decidió hablar.
-Veras él....
-No hay necesidad anciana Kaede! Yo debo regresar a casa o se preocuparán
-Si temes volverlo a encontrar ahora, no te preocupes, creo que eso no será posible
-Que?!- Inmediatamente Aome se dejo invadir por la angustia, esperando oír lo peor- Inuyasha...está con vida, verdad anciana Kaede?
-Que? Ah! Si, si, él aún está vivo, o al menos de eso me da la impresión
-ya veo- dijo Aome en parte aliviada al saber que aún estaba vivo, pero sabía que en algún lugar, a lo mejor no muy cerca, Inuyasha se encontraba con Kikyou- dime anciana Kaede, si Inuyasha aún está con vida...que quiere decir eso?
-Si, entiendo tu confusión, se suponía que partiría al otro mundo con mi hermana, pero......
Aome escuchaba con cuidado las palabras de la anciana, extrañamente se percató de una mirada triste mientras la anciana predicaba el relato
-Pero?
-Kikyou Onee-sama.....Su alma ya no sufre más
-O.O....quiere decirme que Kikyou ha muerto?...pero, ¿cómo?
-Así es Aome, mi hermana ya no ronda por este mundo más, y aún que nunca la vuelva a ver, me alegro que haya regresado a dónde debe estar. El perverso de Naraku tomó su vida por segunda vez. Todos estábamos desprevenidos, incluso Inuyasha...
-Entiendo
-Desde entonces Inuyasha se ha dedicado a vagar, va de un lado a otro sin quedarse mucho tiempo en ningún lugar, siempre en la impaciente búsqueda de Naraku. Venía aquí a la aldea cada cierto tiempo, pero........hace 4 meses que no sabemos nada de él, comienza a preocuparme
Aome, se sentía un poco triste por lo sucedido y también estaba preocupada '¿Inuyasha, en dónde te has metido?'
Pero sin duda, una parte de ella estaba extrañamente feliz, y este sentimiento la hacía sentir terriblemente culpable al mismo tiempo.
¿Cómo podría ella ser feliz, a costa de aquellos a los que ama?
-Aome, mi niña, se que tu corazón ha sido roto mas de una vez, se que llevas cargas que no son fáciles de llevar, pero...¿por insistes es perdurar esta agonía?
-agonía?
Se preguntó Aome, sabiendo que sabía la respuesta, pero aún así, temiendo reconocerla. En esos momentos en donde la soledad parecía allanarse en Aome, la anciana Kaede la miró fijamente a los ojos por un segundo, después bajó la mirada hacía el misterioso bolso
-Shikon no Tama- susurró la anciana, poniendo una mano alentadora en el hombro izquierdo de Aome- ....Todos sufrimos....
Concluida la frase se dio la vuelta y comenzó a marcharse, Aome la observó, observó como esa sabia anciana iba adentrándose en las entrañas de ese profundo e intenso bosque, pronto su silueta ya había desaparecido.
Es verdad..aplazar esto significa aplazar mi agonía..No, no solo la mía, también la de la anciana Kaede, Sango, Miroku, los aldeanos, Inuyasha....Hay tanto que arriesgar y mucho que perder..sin embargo, si no hago nada al respecto, pronto nos quedaremos sin nada.
¿hasta dónde ha llegado mi insolencia?¿mi inmadurez?¿mi egoísmo?...arriesgar así a los que quiero...
Estos pensamientos la atormentaban y lastimaban increíblemente, hasta llegar al punto de no querer seguir viviendo. Su cabeza estaba en tantos lugares, pero en uno solo a la vez, que comenzaba a agotarse. Cuando tubo la fuerza de regresar al mundo cociente, se dio cuenta que un par de lagrimas galopaban en sus mejillas cereza. Las secó con sus dedos índices antes de que cayeran al suelo
-Ya entiendo, ya es hora.....
Sujetó su mochila protectivamente, se dio la vuelta y entro de regreso al pozo del tiempo.
Extrañamente, esa visita la había hecho ver las cosas desde un cristal mas claro, extrañamente se sentía mas fuerte que antes.
...................................................................................
Ya al otro lado del pozo, las cosas que la anciana Kaede le había dicho seguían revoloteando en la cabeza: Si veía a Inuyasha tan sólo una vez mas, ¿qué haría?¿qué le podría decir?. El hecho de pensar en su mirada, hacía que su mundo perdiera el mas mínimo sentido coherente.
Siguió caminando hacía la casa, pensando sin parar en todas esas cuestiones. Cuándo al fin entró a la casa, se encontró con las miradas curiosas de su madre, Miroku y Sango, los tres con un gran signo de interrogación en la frente
-Hija, ¿dónde estabas?
Aome interrumpió sus pensamientos de golpe para mirarlos de frente, pero mas en especial al Monje Miroku y a Sango.
-Viajaremos de vuelta al Sengoku- Dijo firmemente Aome
-Eh?
-O.o
Dejando de seguro mas de una cara perpleja.
:::::::::::::::::::::::::::Fin del Capitulo 5::::::::::::::::::::::::::::
N/A: Bueno no es el mejor capitulo que he hecho, pero al menos fue lo que se me vino a la mente, mas o menos lo que debió haber pasado en esa situación, como sea.
Espero obtener mas reviews que me indiquen que debo seguir con esta historia, por que la pasión se ha ausentado por un rato, pero estoy decidida a traerla de nuevo! =) en gran parte dependerá de los reviews que reciba, ok?
Reitero que sea como sea, yo empecé esta historia y claro que la pienso terminar, solo que no estoy segura de que tan seguido seré capaz de actualizar, que tambien esta sujeto a los reviews.
Me disculpo con aquellas personas que resintieron mi ausencia y prometo que no dejare que eso pase otra vez, aparte de que tengo nuevos proyectos en mente.
Este capitulo es sinceramente dedicado a mi amiga Gaby J., quien sin duda ha sido la seguidora mas fiel de este fic!
Espero y no te defraude Gaby! =)
Y a ustedes que se han tomado un poco de su tiempo en leer esto, quiero agradecerles infinitamente el apoyo, y que no se den por vencidos conmigo!
Okay creo que ya es suficiente de "notas de autor". Hasta la próxima (que prometo que será mas pronto que esta)
InuKag.
