Lean el capítulo 7, que ya está completo (digo, para que entiendan el resto
del fic)
Capítulo 9: ARRANCANDO RECUERDOS DE RAÍZ.
-¿Y qué tal hermano, cómo estuvo esa salida? - preguntó Charlie cuando vio a Ron entrar en la casa.
-Bien... bien... - Ron aún no podía asegurarse de lo que había pasado con Sophie. Aún no se convencía de que se había atrevido a besarla.
-¿Sólo eso? ¿Bien... bien? - preguntó Charlie sin convencerse de la respuesta de Ron. - No puedes decir "bien... bien" cuando has salido con una chica tan linda como Sophie.
-¿Y qué quieres que te cuente? - respondió Ron con el ceño fruncido.- ¿quieres que te diga que la be...?
-¡Hermanito mío! ¡La besaste! - exclamó Charlie con alegría.- Venga un abrazo de felicitaciones...
-¡Qué felicitaciones, ni qué nada! ¡Me he sentido como un idiota! - dijo Ron algo triste.- Ahora va a pensar que soy un aprovechado.
-¡Qué va! Si a esa niña se le nota en los ojitos de cordero degollado que te pone cuando te ve, que le gustas - dijo Charlie con picardía.
-Sí, lo sé...
-¿Cómo que lo sabes? - dijo Charlie sorprendido. - No me digas que se te ha declarado...
-Sí... y yo también le he dicho que me gusta - dijo Ron mirando en otra dirección para que Charlie no viera sus mejillas coloradas.
-Pero con más razón venga ese abrazo - dijo Charlie mientras asía hacia sí al pelirrojo. A pesar de esto, Ron no se convencía del todo.
-Charlie... es verdad que me gusta Sophie, pero yo... yo...
-Tú no has podido olvidar a esa niña de Hogwarts, Hermione Granger ¿verdad? - preguntó Charlie con más calma.
-¡Diablos, se nota que eres mi hermano! - dijo Ron sonriendo levemente.- Sí, aún no puedo arrancarla de mis pensamientos. Ni de mi corazón.
-¿Y por qué no has vuelto a buscarla? - preguntó Charlie acercándose a su hermano y apoyando su mano en el hombro del pelirrojo.
-Porque... porque ella no va a querer verme ni en pintura. - dijo Ron con triste expresión.- Yo salí de su vida sin decirle nada... Ni siquiera me despedí de ella cuando me vine contigo a Rumania. No quería que sufriera una despedida... por eso, a lo mejor me odia... a lo mejor hasta se olvidó de mí.
-No digas tonterías, hermano. - dijo Charlie con seriedad.- los amigos nunca se olvidan... los verdaderos amigos no. Tienes que volver a buscarla... de seguro ella te extraña.
-No, aún no... no estoy preparado para pedirle perdón todavía...
Ron se sentó pesadamente en el sillón del living y se quedó pensando en toda esa situación que lo estaba agobiando. Por un lado estaba Sophie, a quien pronto aprendería a querer, pero su cabeza y su corazón no se despegaban del recuerdo de Hermione.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-*-*-*
-Buenos días, Ron - le decía Sophie mientras le daba un beso en la mejilla. - ¿Qué te sirvo hoy?
-Buenos días, Sophie... dame una cerveza de mantequilla, por favor - dijo Ron, sonriéndole amablemente.
Era verdad lo que le había dicho su hermano Charlie. Los otros hombres no lo mirarían con buenos ojos, ya que se había ligado a la chica más bonita del lugar. Pero Ron no le daba importancia a eso, aunque le costara la envidia de los demás. El lugar estaba lleno y el pelirrojo ocupaba la última mesa que quedaba en el fondo del local, guardándole un puesto a su hermano. Sophie llegó hasta él con la bandeja y la cerveza y se la sirvió a Ron con una gran sonrisa. Al ver la cara distraída del muchacho, tomó asiento frente a él y le preguntó:
-¿En qué piensas Ron?
-En... en nada, sólo en la inmortalidad del cangrejo - dijo Ron volviendo a sonreír. Probó la cerveza de mantequilla y la bebió de un golpe.- Gracias por la cerveza, estaba riquísima...
-La hice yo... - dijo Sophie bajando la vista.
-¿Sabes preparar cerveza de mantequilla? - preguntó Ron asombrado.
-Sí, la hice para ti - dijo sonrojándose.
-Gracias... está deliciosa. - dijo Ron.- Me tienes que dar la receta...
-No, no te la daré... es secreto, pero cuando quieras te preparo un vaso - dijo Sophie sonriéndole.
-Está bien...
-¿Cómo están los dos tortolitos? - preguntó Charlie, allegándose a la mesa.
-¡Charlie, no empieces! - reclamó Ron.
-Pero si se ven tan lindos los dos juntos... ¡qué tal Sophie! - saludó Charlie dirigiéndole una mirada simpática a la chica.
-Hola, Charlie, ¿Te traigo cerveza de mantequilla a ti también? - dijo Sophie poniéndose de pie.
-Bueno, si insistes...
Sophie fue en busca de cerveza para el hermano de Ron. Este último ocupó el lugar de la chica en la mesa y lanzó el interrogatorio hacia su hermano.
-Ya se comporta como toda una novia, ¿eh? -dijo Charlie pícaramente.
-No empieces con tus bobadas... ni siquiera se lo he pedido - dijo Ron jugando con las servilletas del lugar.
-¿Y qué estás esperando? De seguro ella aceptará de inmediato. "Oh, sí Ron, acepto ser tu novia" - dijo Charlie imitando la voz de Sophie.
-No seas bobo... apenas han pasado cuatro días - respondió Ron con pesadez.
-Hey, no te quedes en el pasado... estamos en el año 2000, el nuevo siglo. Ahora las cosas se hacen con más rapidez - dijo Charlie con los brazos detrás de su nuca.
-Pensé que eras más conservador... - apuntó Ron.
-Y yo pensé que tenía un hermano más valiente. - dijo Charlie con una sonrisita.- Ya diste el primer paso, ahora debes seguir caminando.
Sophie volvió con la cerveza de Charlie, quien le hizo un lugar para continuar la conversación. Hablaron largo y tendido del trabajo que les esperaría a los muchachos con un dragón traído desde Checoslovaquia y que venía gravemente enfermo. La tarea sería dura, pero Charlie y Ron conocían tan bien las enfermedades de los dragones, que esperarían preparados la llegada del animal. Continuaron conversando acerca de cualquier cosa. Sophie reía con las anécdotas que Charlie y Ron contaban de su familia y de Hogwarts, aunque por alguna razón los dos se habían puesto de acuerdo para no mencionar a Hermione. En un momento dado, Charlie se disculpó para irse, diciendo que tenía que atender "asuntos privados" y que no debía atrasarse. Dirigiéndole una mirada de complicidad a Ron, salió del local a paso largo.
-Tu hermano es muy simpático... me agrada - dijo Sophie volviendo la mirada al pelirrojo.
-Cuando le conviene - dijo el pelirrojo con una sonrisa.- Sophie, yo quería hablar contigo...
-Dime... ¿necesitas algo? - preguntó Sophie.
-Necesito preguntarte... preguntarte algo - dijo Ron comenzando a ponerse nervioso.
Sophie asintió, esperando la pregunta de Ron. Pero al chico le costaba hilar las palabras.
-Tú sabes que... que me gustas y... - Ron trataba de serenarse, pero sus intentos eran vanos.- y quería saber si... si tú...
-¿Quieres ser mi novio?
La chica se le había adelantado. Sophie sabía que de algún modo eso era lo que le preguntaría; pero sus impulsos y su impaciencia la habían traicionado. Ron quedó sorprendido. ¿No se supone que un hombre debe preguntar eso? Pero como había dicho Charlie, estaba en el año 2000 y en aquel tiempo, las chicas también preguntaban.
-Eeehh... yo iba a preguntarte lo mismo - dijo Ron completamente rojo.
-Entonces, parece que estamos de acuerdo ¿no? - preguntó Sophie.
-Creo que sí - respondió Ron.
-Bien... "amor", traeré más cerveza de mantequilla para que celebremos esto - dijo Sophie, mientras le robaba un tierno beso en los labios al pelirrojo.
-Okey...
Sentía una felicidad agradable, pero no la que creyó que sentiría cuando le pidiera a una chica que fuera su novia y esta aceptara. Era algo distinto, como felicidad e inseguridad. Pero... ¿inseguridad de qué? Sabía que Sophie lo quería mucho, o por lo menos eso le demostraba cada vez que lo veía. Quizás inseguridad de sí mismo, de no poder corresponder a esos sentimientos con la misma intensidad. Miró en derredor y se dio cuenta de que todos los hombres del local lo miraban con el ceño fruncido. ¿Cuántos estarían interesados en la chica? Los saludó con una leve sonrisa y volvió su mirada a la mesa. Se propuso entonces que haría todo lo posible por enamorarse perdidamente de Sophie. Razones no le faltaban, pero el amor no se aprende con el tiempo, sólo llega y toca a tu puerta una vez, y aquella vez Ron no la había aprovechado como debería.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-*-*-*
-Te ves prreciosa con ese vestido, Her-mio-ne - dijo Víctor cuando vio salir a la chica de su habitación.
-Gracias... tú también te ves muy guapo - le dijo al búlgaro, poniéndose de puntillas para besar su frente.
-Voy a serr la envidia de mis compañerros de equipo - dijo Krum cediéndole su brazo para conducirla hasta la salida.
Hermione iba vestida de fiesta aquella noche. Llevaba un vestido de terciopelo azul sin hombros y de mangas largas y anchas, abiertas en los costados. Le llegaba hasta los tobillos, por lo que debía tomarse la tela con sus manos para no tropezar. Un moño alto que dejaba caer su largo cabello castaño terminaba el atuendo. Víctor iba a presentarla frente a la selección de Bulgaria en una ceremonia de premiación que se le hacía a los jugadores cada año, por cada uno de sus logros. La subió con elegancia al auto y encendió el motor, una vez que estuvo sentado frente al volante. Hermione no podía creer que ya llevara tres semanas con Víctor. Era la relación más larga que hubiese tenido en su vida y realmente la estaba disfrutando. Se sentía a gusto con el búlgaro, que se empeñaba en atender todas sus necesidades y regalías. Era muy atento cuando debía y muy romántico. Todos los días le llegaba una rosa roja a su escritorio con una nota amorosa. Sentía mucha felicidad al estar con él, pero su relación no era completa. Hermione aún no lograba amar como ella hubiera querido a Víctor. El recuerdo de Ron no se alejaba de su mente, pero también recordaba como el pelirrojo se había ido sin decirle palabra alguna. Sólo por medio de su hermana Ginny, se había podido enterar de que Ron había viajado con Charlie hasta Rumania para estudiar dragones. Se había propuesto olvidarlo, pero en los tres años que habían pasado, su mente le recordaba a cada instante que seguía extrañándolo. En cada rincón veía su nombre y en cada esquina algo le recordaba al pelirrojo. Todos esos pensamientos inundaban la cabeza de la chica mientras viajaba en dirección a la fiesta de Krum. Las luces de la carretera daban en su rostro maquillado y no se dio cuenta cuando Víctor ya estaba afuera de su puerta esperando a que ella saliera del coche. El lugar era una mansión inmensa, propiedad del entrenador de equipo, adornado con velas flotantes que iluminaban la entrada. Dos grandes leones se alzaban en la escalera del pórtico y música agradable a los oídos salía por las ventanas y las puertas. Un hombre viejo los guió hasta el salón, repleto de los compañeros de Krum. Algunos también llevaban a sus novias y otros, menos afortunados, hacían conversación entre ellos.
-¡Víctor, bienvenido! - saludó un hombre de gran bigote y macizo cuerpo, cuando el búlgaro entró junto a su novia.
-Yarrovich, ¿Cómo estás? - dijo Krum dándole la mano al tipo. - Te prresento a mi novia... ella es Hermione Granger.
-¡Lo has dicho bien, Víctor! - exclamó Hermione sorprendida.
-Prracticando se aprrende... - dijo Víctor besándola en la mejilla.
-Gusto en conocerrla, señorrita Granger - dijo Yarrovich besando la mano de Hermione y haciendo una leve reverencia. - Pase y disfrrute de la fiesta...
La chica se despidió de Víctor con un beso y fue a recorrer los salones de la casa. Era preciosa. Había largos corredores iluminados con velas flotantes que despedían un aroma floral delicioso. Retratos de gente que la saludaba al pasar con gestos de simpatía. Las ventanas eran enormes y reflejaban un hermoso cielo estrellado que hizo que Hermione se detuviera por largo rato a mirarlo. Por un momento, se sintió como si hubiera vuelto a Hogwarts. No le hubiera sorprendido encontrarse con alguno de sus antiguos profesores o sus compañeros de escuela, pero esto no se trataba de Hogwarts. Una mano varonil la sacó de sus pensamientos y cuando se dio cuenta, se hallaba en los labios de un hombre que la retenía fuertemente en sus brazos.
-¿Qué te ha parrecido la casa? - dijo Krum al soltarla.
-Es preciosa... ¿Quién era el tipo que te saludó en el salón? - preguntó Hermione con interés.
-Es el entrrenadorr del equipo... Mijail Yarrovich. - respondió Krum.- Es Ruso, perro es el mejorr entrrenadorr que hemos tenido.
-¿Y qué están haciendo ahora allá abajo? - preguntó Hermione al oír la música que habían comenzado a tocar.
-Bailan... ¿quierre bailar conmigo bella dama? - preguntó el búlgaro.
-Cómo no, amable señor... -dijo Hermione tomando la mano de Krum y bajando las escaleras con él.
Las parejas habían comenzado a bailar un lento. Hermione se agarró del cuello de Víctor y empezó a dar vueltas con él, al compás de la música. Música en español, según lo que entendía. Podía entenderla claramente en realidad, el español no era un idioma difícil para ella y aquella canción la identificó al instante con su persona.
Quítame el recuerdo que me dejó,
quítame el vestido destrózalo,
bájame del cielo donde me llevó,
bájame y de nuevo súbeme
hasta el sol.
Quítame esa idea de serle fiel,
quítame el deseo de estar con él,
déjame en la mente ganas
de volver a verte.
Daban pasos lentos al ritmo de la melodía, pero Hermione ya no estaba allí. "Malditas sean las canciones románticas" pensaba en ese momento. La letra le decía mucho, le decía todo aquello que ella no se atrevía a pensar. Se sujetó más de los hombros de Víctor y se dejó llevar por su movimiento. Sólo su cuerpo estaba en aquella fiesta. Su alma y su corazón se debatían por no salir arrancando de ese lugar y buscar por cielo, mar y tierra a Ron.
Quítame ese hombre del corazón,
quita de mi cuerpo su sensación,
anda quítalo tú, anda quítalo tú.
Borra con tus labios lo que él besó,
llega donde nadie jamás llegó,
anda inténtalo tú, anda inténtalo tú.
Sus ojos castaños se inundaron de lágrimas. ¿Por qué demonios el destino se empeñaba en decirle que no debía estar en aquel lugar, que debía estar con su verdadero amor? Ella se resistía. Quizás Ron se había dado cuenta de que no la amaba y por eso se había ido sin despedirse, pero... ¿por qué le ocultó siempre sus sentimientos?
-¿Estás bien, Her? - preguntó Krum al ver las lágrimas en los ojos de la chica.
-Sí, estoy bien... sólo se me ha metido una basura en el ojo - dijo volviendo a abrazar a Víctor.
Quítame la venda que me cegó,
quítame de golpe esta obsesión,
siempre queda espacio para un
nuevo amor, siempre si el que
llega es muy superior.
Quítame esa idea de serle fiel,
quítame el deseo de estar con él,
déjame en la mente ganas
de volver a verte.
"¡Quita aquel recuerdo de mi corazón, Víctor!" le rogaba a su novio en sus pensamientos. "¡Arráncalo de raíz para poder amarte como te lo mereces!"
-Víctor, ¿me amas? - le preguntó de pronto, mirando directamente a sus ojos.
-Clarro, eso no lo dudes... ¿porr qué prreguntas? - quiso saber Krum.
-Quería estar segura - respondió Hermione.- No me dejes nunca, ¿eh?
-Nunca te voy a dejarr... - dijo Krum besándola en los labios.
Quítame ese hombre del corazón,
quita de mi cuerpo su sensación,
anda quítalo tú, anda quítalo tú.
Borra con tus labios lo que él besó,
llega donde nadie jamás llegó,
anda inténtalo tú, anda inténtalo tú.
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¡¡¡Aaayyy!!! ¡Qué romántico! Bueno, terminé el noveno capítulo... me ha salido bastante rápido. (Y bastante cursi) Sólo me demoré un día. Jejeje, los demás se demoran algo más que eso. Agradezco a mi hermano que me ha estado dando algunas ideas para continuar, algunas un poco descabelladas, pero... se consideran.
Reviews:
Vika Riddle: Oye, me gusto la aparición de Voldi en tu fic, está de pelos... (ja, ja, ja, me puse charra) espero que te haya servido lo que te dejé en los reviews... ¡¡Pobre Sirius!! O sea, por último que su muerte haya sido algo más digna, por que eso de estar jugando al "guaja, no me diste" es como... burp! No sé, idiota. Gracias por dedicarme el primer capi... me sentí muy honrada. Bueno, cuídate, Tanina Potter.
S. Lily Potter: bueno, como tú dices, "Con tremendo bombón al lado, a quien no se le mueve el piso". Pero la pobre de Úrsula va a tener que sufrir algo antes de poder conquistarlo. Es bueno también que la gente no se quede sólo con los recuerdos de un amor, te lo digo por experiencia propia... y Ron y Hermione se están dando otra oportunidad, como tú dices. Pero acuérdate de mí, el final tiene que ser feliz. Chaíto, saludos. Tanina Potter.
Katie Lupin: Wait! (Traduzco: espera) Aún no es domingo 18 como para saber los resultados. Aunque me estoy comiendo las uñas por saber qué onda con la postulación. Quería saber si podemos hacer el cosplay con más tiempo y ojalá a principios de marzo (onda primer fin de semana) por que después a ustedes las llenan de trabajos y tareas. Si logras hablar con las demás niñas, mándales saludos de mi parte. Tanina Potter.
Merodeadora_Chii: claro que no me aburren tus reviews, me dan más ganas de seguir escribiendo cuando los leo... me gustó tu idea de que Úrsula sea pariente lejana de Sophie, la tomaré en cuenta. Pero mientras Ron y Hermione seguirán alejados, es para mejor... jejeje. Saludos, Tanina Potter.
Importante:
¿Les gusta el nombre "Matthew?" Si no les gusta, pueden mandarme alguna sugerencia de nombre de niño pequeño que les agrade, ojalá en inglés (bueno, es como obvio... no le vamos a poner Juanito a un niño que nazca en Inglaterra) Yap, he dicho demasiado, no pienso decir nada más... ES SECRETO.
Atte. Tanina Potter.
Capítulo 9: ARRANCANDO RECUERDOS DE RAÍZ.
-¿Y qué tal hermano, cómo estuvo esa salida? - preguntó Charlie cuando vio a Ron entrar en la casa.
-Bien... bien... - Ron aún no podía asegurarse de lo que había pasado con Sophie. Aún no se convencía de que se había atrevido a besarla.
-¿Sólo eso? ¿Bien... bien? - preguntó Charlie sin convencerse de la respuesta de Ron. - No puedes decir "bien... bien" cuando has salido con una chica tan linda como Sophie.
-¿Y qué quieres que te cuente? - respondió Ron con el ceño fruncido.- ¿quieres que te diga que la be...?
-¡Hermanito mío! ¡La besaste! - exclamó Charlie con alegría.- Venga un abrazo de felicitaciones...
-¡Qué felicitaciones, ni qué nada! ¡Me he sentido como un idiota! - dijo Ron algo triste.- Ahora va a pensar que soy un aprovechado.
-¡Qué va! Si a esa niña se le nota en los ojitos de cordero degollado que te pone cuando te ve, que le gustas - dijo Charlie con picardía.
-Sí, lo sé...
-¿Cómo que lo sabes? - dijo Charlie sorprendido. - No me digas que se te ha declarado...
-Sí... y yo también le he dicho que me gusta - dijo Ron mirando en otra dirección para que Charlie no viera sus mejillas coloradas.
-Pero con más razón venga ese abrazo - dijo Charlie mientras asía hacia sí al pelirrojo. A pesar de esto, Ron no se convencía del todo.
-Charlie... es verdad que me gusta Sophie, pero yo... yo...
-Tú no has podido olvidar a esa niña de Hogwarts, Hermione Granger ¿verdad? - preguntó Charlie con más calma.
-¡Diablos, se nota que eres mi hermano! - dijo Ron sonriendo levemente.- Sí, aún no puedo arrancarla de mis pensamientos. Ni de mi corazón.
-¿Y por qué no has vuelto a buscarla? - preguntó Charlie acercándose a su hermano y apoyando su mano en el hombro del pelirrojo.
-Porque... porque ella no va a querer verme ni en pintura. - dijo Ron con triste expresión.- Yo salí de su vida sin decirle nada... Ni siquiera me despedí de ella cuando me vine contigo a Rumania. No quería que sufriera una despedida... por eso, a lo mejor me odia... a lo mejor hasta se olvidó de mí.
-No digas tonterías, hermano. - dijo Charlie con seriedad.- los amigos nunca se olvidan... los verdaderos amigos no. Tienes que volver a buscarla... de seguro ella te extraña.
-No, aún no... no estoy preparado para pedirle perdón todavía...
Ron se sentó pesadamente en el sillón del living y se quedó pensando en toda esa situación que lo estaba agobiando. Por un lado estaba Sophie, a quien pronto aprendería a querer, pero su cabeza y su corazón no se despegaban del recuerdo de Hermione.
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-Buenos días, Ron - le decía Sophie mientras le daba un beso en la mejilla. - ¿Qué te sirvo hoy?
-Buenos días, Sophie... dame una cerveza de mantequilla, por favor - dijo Ron, sonriéndole amablemente.
Era verdad lo que le había dicho su hermano Charlie. Los otros hombres no lo mirarían con buenos ojos, ya que se había ligado a la chica más bonita del lugar. Pero Ron no le daba importancia a eso, aunque le costara la envidia de los demás. El lugar estaba lleno y el pelirrojo ocupaba la última mesa que quedaba en el fondo del local, guardándole un puesto a su hermano. Sophie llegó hasta él con la bandeja y la cerveza y se la sirvió a Ron con una gran sonrisa. Al ver la cara distraída del muchacho, tomó asiento frente a él y le preguntó:
-¿En qué piensas Ron?
-En... en nada, sólo en la inmortalidad del cangrejo - dijo Ron volviendo a sonreír. Probó la cerveza de mantequilla y la bebió de un golpe.- Gracias por la cerveza, estaba riquísima...
-La hice yo... - dijo Sophie bajando la vista.
-¿Sabes preparar cerveza de mantequilla? - preguntó Ron asombrado.
-Sí, la hice para ti - dijo sonrojándose.
-Gracias... está deliciosa. - dijo Ron.- Me tienes que dar la receta...
-No, no te la daré... es secreto, pero cuando quieras te preparo un vaso - dijo Sophie sonriéndole.
-Está bien...
-¿Cómo están los dos tortolitos? - preguntó Charlie, allegándose a la mesa.
-¡Charlie, no empieces! - reclamó Ron.
-Pero si se ven tan lindos los dos juntos... ¡qué tal Sophie! - saludó Charlie dirigiéndole una mirada simpática a la chica.
-Hola, Charlie, ¿Te traigo cerveza de mantequilla a ti también? - dijo Sophie poniéndose de pie.
-Bueno, si insistes...
Sophie fue en busca de cerveza para el hermano de Ron. Este último ocupó el lugar de la chica en la mesa y lanzó el interrogatorio hacia su hermano.
-Ya se comporta como toda una novia, ¿eh? -dijo Charlie pícaramente.
-No empieces con tus bobadas... ni siquiera se lo he pedido - dijo Ron jugando con las servilletas del lugar.
-¿Y qué estás esperando? De seguro ella aceptará de inmediato. "Oh, sí Ron, acepto ser tu novia" - dijo Charlie imitando la voz de Sophie.
-No seas bobo... apenas han pasado cuatro días - respondió Ron con pesadez.
-Hey, no te quedes en el pasado... estamos en el año 2000, el nuevo siglo. Ahora las cosas se hacen con más rapidez - dijo Charlie con los brazos detrás de su nuca.
-Pensé que eras más conservador... - apuntó Ron.
-Y yo pensé que tenía un hermano más valiente. - dijo Charlie con una sonrisita.- Ya diste el primer paso, ahora debes seguir caminando.
Sophie volvió con la cerveza de Charlie, quien le hizo un lugar para continuar la conversación. Hablaron largo y tendido del trabajo que les esperaría a los muchachos con un dragón traído desde Checoslovaquia y que venía gravemente enfermo. La tarea sería dura, pero Charlie y Ron conocían tan bien las enfermedades de los dragones, que esperarían preparados la llegada del animal. Continuaron conversando acerca de cualquier cosa. Sophie reía con las anécdotas que Charlie y Ron contaban de su familia y de Hogwarts, aunque por alguna razón los dos se habían puesto de acuerdo para no mencionar a Hermione. En un momento dado, Charlie se disculpó para irse, diciendo que tenía que atender "asuntos privados" y que no debía atrasarse. Dirigiéndole una mirada de complicidad a Ron, salió del local a paso largo.
-Tu hermano es muy simpático... me agrada - dijo Sophie volviendo la mirada al pelirrojo.
-Cuando le conviene - dijo el pelirrojo con una sonrisa.- Sophie, yo quería hablar contigo...
-Dime... ¿necesitas algo? - preguntó Sophie.
-Necesito preguntarte... preguntarte algo - dijo Ron comenzando a ponerse nervioso.
Sophie asintió, esperando la pregunta de Ron. Pero al chico le costaba hilar las palabras.
-Tú sabes que... que me gustas y... - Ron trataba de serenarse, pero sus intentos eran vanos.- y quería saber si... si tú...
-¿Quieres ser mi novio?
La chica se le había adelantado. Sophie sabía que de algún modo eso era lo que le preguntaría; pero sus impulsos y su impaciencia la habían traicionado. Ron quedó sorprendido. ¿No se supone que un hombre debe preguntar eso? Pero como había dicho Charlie, estaba en el año 2000 y en aquel tiempo, las chicas también preguntaban.
-Eeehh... yo iba a preguntarte lo mismo - dijo Ron completamente rojo.
-Entonces, parece que estamos de acuerdo ¿no? - preguntó Sophie.
-Creo que sí - respondió Ron.
-Bien... "amor", traeré más cerveza de mantequilla para que celebremos esto - dijo Sophie, mientras le robaba un tierno beso en los labios al pelirrojo.
-Okey...
Sentía una felicidad agradable, pero no la que creyó que sentiría cuando le pidiera a una chica que fuera su novia y esta aceptara. Era algo distinto, como felicidad e inseguridad. Pero... ¿inseguridad de qué? Sabía que Sophie lo quería mucho, o por lo menos eso le demostraba cada vez que lo veía. Quizás inseguridad de sí mismo, de no poder corresponder a esos sentimientos con la misma intensidad. Miró en derredor y se dio cuenta de que todos los hombres del local lo miraban con el ceño fruncido. ¿Cuántos estarían interesados en la chica? Los saludó con una leve sonrisa y volvió su mirada a la mesa. Se propuso entonces que haría todo lo posible por enamorarse perdidamente de Sophie. Razones no le faltaban, pero el amor no se aprende con el tiempo, sólo llega y toca a tu puerta una vez, y aquella vez Ron no la había aprovechado como debería.
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-Te ves prreciosa con ese vestido, Her-mio-ne - dijo Víctor cuando vio salir a la chica de su habitación.
-Gracias... tú también te ves muy guapo - le dijo al búlgaro, poniéndose de puntillas para besar su frente.
-Voy a serr la envidia de mis compañerros de equipo - dijo Krum cediéndole su brazo para conducirla hasta la salida.
Hermione iba vestida de fiesta aquella noche. Llevaba un vestido de terciopelo azul sin hombros y de mangas largas y anchas, abiertas en los costados. Le llegaba hasta los tobillos, por lo que debía tomarse la tela con sus manos para no tropezar. Un moño alto que dejaba caer su largo cabello castaño terminaba el atuendo. Víctor iba a presentarla frente a la selección de Bulgaria en una ceremonia de premiación que se le hacía a los jugadores cada año, por cada uno de sus logros. La subió con elegancia al auto y encendió el motor, una vez que estuvo sentado frente al volante. Hermione no podía creer que ya llevara tres semanas con Víctor. Era la relación más larga que hubiese tenido en su vida y realmente la estaba disfrutando. Se sentía a gusto con el búlgaro, que se empeñaba en atender todas sus necesidades y regalías. Era muy atento cuando debía y muy romántico. Todos los días le llegaba una rosa roja a su escritorio con una nota amorosa. Sentía mucha felicidad al estar con él, pero su relación no era completa. Hermione aún no lograba amar como ella hubiera querido a Víctor. El recuerdo de Ron no se alejaba de su mente, pero también recordaba como el pelirrojo se había ido sin decirle palabra alguna. Sólo por medio de su hermana Ginny, se había podido enterar de que Ron había viajado con Charlie hasta Rumania para estudiar dragones. Se había propuesto olvidarlo, pero en los tres años que habían pasado, su mente le recordaba a cada instante que seguía extrañándolo. En cada rincón veía su nombre y en cada esquina algo le recordaba al pelirrojo. Todos esos pensamientos inundaban la cabeza de la chica mientras viajaba en dirección a la fiesta de Krum. Las luces de la carretera daban en su rostro maquillado y no se dio cuenta cuando Víctor ya estaba afuera de su puerta esperando a que ella saliera del coche. El lugar era una mansión inmensa, propiedad del entrenador de equipo, adornado con velas flotantes que iluminaban la entrada. Dos grandes leones se alzaban en la escalera del pórtico y música agradable a los oídos salía por las ventanas y las puertas. Un hombre viejo los guió hasta el salón, repleto de los compañeros de Krum. Algunos también llevaban a sus novias y otros, menos afortunados, hacían conversación entre ellos.
-¡Víctor, bienvenido! - saludó un hombre de gran bigote y macizo cuerpo, cuando el búlgaro entró junto a su novia.
-Yarrovich, ¿Cómo estás? - dijo Krum dándole la mano al tipo. - Te prresento a mi novia... ella es Hermione Granger.
-¡Lo has dicho bien, Víctor! - exclamó Hermione sorprendida.
-Prracticando se aprrende... - dijo Víctor besándola en la mejilla.
-Gusto en conocerrla, señorrita Granger - dijo Yarrovich besando la mano de Hermione y haciendo una leve reverencia. - Pase y disfrrute de la fiesta...
La chica se despidió de Víctor con un beso y fue a recorrer los salones de la casa. Era preciosa. Había largos corredores iluminados con velas flotantes que despedían un aroma floral delicioso. Retratos de gente que la saludaba al pasar con gestos de simpatía. Las ventanas eran enormes y reflejaban un hermoso cielo estrellado que hizo que Hermione se detuviera por largo rato a mirarlo. Por un momento, se sintió como si hubiera vuelto a Hogwarts. No le hubiera sorprendido encontrarse con alguno de sus antiguos profesores o sus compañeros de escuela, pero esto no se trataba de Hogwarts. Una mano varonil la sacó de sus pensamientos y cuando se dio cuenta, se hallaba en los labios de un hombre que la retenía fuertemente en sus brazos.
-¿Qué te ha parrecido la casa? - dijo Krum al soltarla.
-Es preciosa... ¿Quién era el tipo que te saludó en el salón? - preguntó Hermione con interés.
-Es el entrrenadorr del equipo... Mijail Yarrovich. - respondió Krum.- Es Ruso, perro es el mejorr entrrenadorr que hemos tenido.
-¿Y qué están haciendo ahora allá abajo? - preguntó Hermione al oír la música que habían comenzado a tocar.
-Bailan... ¿quierre bailar conmigo bella dama? - preguntó el búlgaro.
-Cómo no, amable señor... -dijo Hermione tomando la mano de Krum y bajando las escaleras con él.
Las parejas habían comenzado a bailar un lento. Hermione se agarró del cuello de Víctor y empezó a dar vueltas con él, al compás de la música. Música en español, según lo que entendía. Podía entenderla claramente en realidad, el español no era un idioma difícil para ella y aquella canción la identificó al instante con su persona.
Quítame el recuerdo que me dejó,
quítame el vestido destrózalo,
bájame del cielo donde me llevó,
bájame y de nuevo súbeme
hasta el sol.
Quítame esa idea de serle fiel,
quítame el deseo de estar con él,
déjame en la mente ganas
de volver a verte.
Daban pasos lentos al ritmo de la melodía, pero Hermione ya no estaba allí. "Malditas sean las canciones románticas" pensaba en ese momento. La letra le decía mucho, le decía todo aquello que ella no se atrevía a pensar. Se sujetó más de los hombros de Víctor y se dejó llevar por su movimiento. Sólo su cuerpo estaba en aquella fiesta. Su alma y su corazón se debatían por no salir arrancando de ese lugar y buscar por cielo, mar y tierra a Ron.
Quítame ese hombre del corazón,
quita de mi cuerpo su sensación,
anda quítalo tú, anda quítalo tú.
Borra con tus labios lo que él besó,
llega donde nadie jamás llegó,
anda inténtalo tú, anda inténtalo tú.
Sus ojos castaños se inundaron de lágrimas. ¿Por qué demonios el destino se empeñaba en decirle que no debía estar en aquel lugar, que debía estar con su verdadero amor? Ella se resistía. Quizás Ron se había dado cuenta de que no la amaba y por eso se había ido sin despedirse, pero... ¿por qué le ocultó siempre sus sentimientos?
-¿Estás bien, Her? - preguntó Krum al ver las lágrimas en los ojos de la chica.
-Sí, estoy bien... sólo se me ha metido una basura en el ojo - dijo volviendo a abrazar a Víctor.
Quítame la venda que me cegó,
quítame de golpe esta obsesión,
siempre queda espacio para un
nuevo amor, siempre si el que
llega es muy superior.
Quítame esa idea de serle fiel,
quítame el deseo de estar con él,
déjame en la mente ganas
de volver a verte.
"¡Quita aquel recuerdo de mi corazón, Víctor!" le rogaba a su novio en sus pensamientos. "¡Arráncalo de raíz para poder amarte como te lo mereces!"
-Víctor, ¿me amas? - le preguntó de pronto, mirando directamente a sus ojos.
-Clarro, eso no lo dudes... ¿porr qué prreguntas? - quiso saber Krum.
-Quería estar segura - respondió Hermione.- No me dejes nunca, ¿eh?
-Nunca te voy a dejarr... - dijo Krum besándola en los labios.
Quítame ese hombre del corazón,
quita de mi cuerpo su sensación,
anda quítalo tú, anda quítalo tú.
Borra con tus labios lo que él besó,
llega donde nadie jamás llegó,
anda inténtalo tú, anda inténtalo tú.
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¡¡¡Aaayyy!!! ¡Qué romántico! Bueno, terminé el noveno capítulo... me ha salido bastante rápido. (Y bastante cursi) Sólo me demoré un día. Jejeje, los demás se demoran algo más que eso. Agradezco a mi hermano que me ha estado dando algunas ideas para continuar, algunas un poco descabelladas, pero... se consideran.
Reviews:
Vika Riddle: Oye, me gusto la aparición de Voldi en tu fic, está de pelos... (ja, ja, ja, me puse charra) espero que te haya servido lo que te dejé en los reviews... ¡¡Pobre Sirius!! O sea, por último que su muerte haya sido algo más digna, por que eso de estar jugando al "guaja, no me diste" es como... burp! No sé, idiota. Gracias por dedicarme el primer capi... me sentí muy honrada. Bueno, cuídate, Tanina Potter.
S. Lily Potter: bueno, como tú dices, "Con tremendo bombón al lado, a quien no se le mueve el piso". Pero la pobre de Úrsula va a tener que sufrir algo antes de poder conquistarlo. Es bueno también que la gente no se quede sólo con los recuerdos de un amor, te lo digo por experiencia propia... y Ron y Hermione se están dando otra oportunidad, como tú dices. Pero acuérdate de mí, el final tiene que ser feliz. Chaíto, saludos. Tanina Potter.
Katie Lupin: Wait! (Traduzco: espera) Aún no es domingo 18 como para saber los resultados. Aunque me estoy comiendo las uñas por saber qué onda con la postulación. Quería saber si podemos hacer el cosplay con más tiempo y ojalá a principios de marzo (onda primer fin de semana) por que después a ustedes las llenan de trabajos y tareas. Si logras hablar con las demás niñas, mándales saludos de mi parte. Tanina Potter.
Merodeadora_Chii: claro que no me aburren tus reviews, me dan más ganas de seguir escribiendo cuando los leo... me gustó tu idea de que Úrsula sea pariente lejana de Sophie, la tomaré en cuenta. Pero mientras Ron y Hermione seguirán alejados, es para mejor... jejeje. Saludos, Tanina Potter.
Importante:
¿Les gusta el nombre "Matthew?" Si no les gusta, pueden mandarme alguna sugerencia de nombre de niño pequeño que les agrade, ojalá en inglés (bueno, es como obvio... no le vamos a poner Juanito a un niño que nazca en Inglaterra) Yap, he dicho demasiado, no pienso decir nada más... ES SECRETO.
Atte. Tanina Potter.