Capítulo 15: LO QUE PUDE HACER Y NO HICE.

Era difícil contestar a aquella pregunta sin causarle un dolor tremendo a su pobre hermano. Pasaban los segundos; Ron la miraba con impaciencia y Ginny no sabía como empezar. Balbuceó algunas sílabas y como si le hubiera costado trabajo construir las palabras en su boca, habló lanzando un suspiro.

-Se ha ido.

Ron también tardó en asimilar aquella corta frase, que retumbaba en sus oídos como un gong chino. Cerró un momento los ojos...

-¿Qué has dicho? - preguntó el pelirrojo.

-Se ha ido, Ron. Hermione acaba de irse - respondió su hermana menor.

No podía creerlo. Hubiese llegado dos minutos antes y la hubiera alcanzado. Lanzándole un golpe al viento, exclamó:

-¡Maldita sea!... y ahora ¿qué voy a hacer?

-No lo sé, Ron... Hermione se ha ido con su novio y dudo que vuelva pronto. - explicó Ginny.

-Pero... no puede ser - abatido, Ron abrazó a su hermana.- Soy un idiota, la he perdido.

Ginny no hallaba qué contestar, no sabía como consolar a su hermano.

-¿No hay manera de buscarla? - preguntó Ron esperanzado. - Digo, ¿en qué se iban? ¿Sabes su dirección en Bulgaria?

-No, Ron, no me dejaron su dirección... se iban a ir en el auto de Hermione, dudo que puedas alcanzarla. - respondió Ginny.

-Me lo merezco... este es mi castigo por haberla dejado sola hace tres años... - dijo Ron con pesadumbre.

-No es tu culpa, Ron... ¡cálmate! Vamos, entremos y conversaremos más tranquilamente - le invitó su hermana.

Cabizbajo, Ron entró con Ginny del brazo y subieron juntos hasta la cafetería del hospital. Allí, Ginny pudo explicarle los últimos sucesos que habían ocurrido en aquel mes, sobre todo lo de Draco. Ron no podía creer que su hermana quisiera involucrarse sentimentalmente con Malfoy. Nunca había sido del completo agrado del pelirrojo, pero por lo que le decía su hermana, el rubio había cambiado del infierno al cielo. Ron por su lado, le contaba todo lo relacionado con Rumania, de su trabajo con los dragones y de Charlie. Aunque lo que más le interesaba a Ginny, era saber de Sophie.

-¿Qué quieres que te cuente? - preguntó Ron con tranquilidad.

-Pues... cómo es ella, cómo va su relación... no sé, tú debes saber más que yo - explicó Ginny.

-Bueno, ella es una chica muy bella, muy amable y tierna. - comenzó Ron.- la conocí después de atender a una pobre dragona que se quejaba por un huevo que tenía atorado en la pelvis. Se nota que me quiere mucho... que de verdad me ama...

-¿Y tú, Ron? ¿Tú la amas? - preguntó Ginny con curiosidad.

Ron se quedó en blanco. Nervioso, comenzó a balbucear.

-Pues... yo... o sea... yo...

-No la amas, ya veo - concluyó Ginny.

-Claro que no, o sea... la quiero mucho, la respeto mucho - explicó Ron.

-Pero no la amas... eso ya me quedó más que claro - agregó Ginny.

-No... - afirmó Ron.- El recuerdo de Hermione no se ha borrado de mi mente.

-¿Y por qué no viniste antes a buscarla, a decirle cuanto la amabas? - preguntó Ginny.

-Por que soy un idiota... -respondió Ron.- Siempre creí que ella me odiaría si volvía a presentarme por estos lados.

-Sí, definitivamente eres un idiota - dijo Ginny alzando las cejas.- Si vieras cuán equivocado estabas...

-¿A qué te refieres? - preguntó Ron con sorpresa.

-A nada... será mejor que Hermione te lo explique todo.- declaró Ginny.

Ron frunció el ceño. A lo mejor esa respuesta se demoraría años en ser emitida y el pelirrojo ya no deseaba esperar más. Se terminó el café y bajó con su hermana para visitar a su viejo amigo, Harry.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-*-*-*

Una pequeña lechuza llegó en ese instante al despacho de Harry, sacándolo de sus cavilaciones. Traía un mensaje de otro curandero del hospital.

"Oye, Potter, ayúdame con este paciente, ha llegado en muy mal estado. Estoy en el subterráneo del hospital; sabes a qué me refiero. Atte. Lionel Grant."

Harry sabía a lo que se refería Lionel con eso del subterráneo. Tendría que atender una nueva autopsia. Recién había salido de la camilla y ahora debía enfrentarse a la muerte, pero gracias a Dios, no en carne propia. También había pedido que trasladasen a Úrsula a su casa, ya que se encontraba ya en perfecto estado y no había nada más que hacer por ella. Harry sonrió ante estos pensamientos. Recordó la cara de Úrsula cuando Harry por fin le dijo "Te amo" y aquella pequeña pataleta infantil que le dio al saber que tendría que separarse de él por unas horas. Harry le prometió que cuando terminara su turno, iría hasta su casa y la visitaría. Aquello le había subido por completo el ánimo, cosa que le ayudaba a soportar el frío ambiente de la morgue. Con todos sus instrumentos de trabajo, bajó hasta el lugar señalado. Ahí estaba Lionel, con dos curanderas más, revisando el cuerpo de una nueva persona.

-¡Qué tal, Lionel! - saludó Harry.

-¡Qué tal, Harry! Aquí estoy, al servicio de la muerte... - respondió Grant.

-Sí, ya veo... ¿Qué pasó esta vez? - preguntó Harry acercándose al cuerpo, que tenía el rostro cubierto por una sábana.

-Algo muy extraño - dijo Lionel anotando en su tablilla.- La mujer no presentaba signos de hemofilia ni nada por el estilo, pero sufrió un pequeño corte en el brazo y se ha desangrado por completo.

-¡Qué extraño! - Harry levantó la sábana y vio aquél rostro seco que se escondía tras ella. Estaba toda desfigurada, como si se tratara de una momia egipcia recién descubierta. Su expresión facial le decía a Harry que el temor y el dolor se habían apoderado de ella en sus últimos momentos. De lo que Harry pudo percatarse, fue de sus largos cabellos lisos de color oscuro. - ¿Cómo me dijiste que se llamaba?

-No, no te he dicho... - respondió Grant.- Déjame ver... sí, aquí está. Chang era su apellido... Cho Chang.

Harry no daba crédito a sus oídos. Volvió a mirar aquel desfigurado rostro y sintió que las tripas se le retorcían en el estómago como peces en una red. Se sintió mal, le dolía la cabeza, no podía pensar bien. Se disculpó con Lionel y subió hasta los servicios del hospital. Todo lo que había comido al desayuno, quedó tirado en el agua de un retrete. Cansado ya de expulsar hasta lo que no había comido, Harry se sentó a un lado del inodoro y comenzó a unir las piezas que faltaban en ese rompecabezas. De seguro Cho le había enviado aquel paquete a Úrsula y el hechizo se había revertido. Nunca pensó que Cho fuera capaz de poner en peligro la vida de alguien, no la veía como una amenaza, si no como una mujer despechada que buscaba a toda costa su atención. No quiso aceptar que Cho lo merecía; por un lado, ella le inspiraba ahora sólo lástima y pena.

Lentamente, subió hasta su despacho y se preparó un jugo de calabazas para pasar el mal rato. Pensó en escribirle a Úrsula de lo sucedido, pero creyó que ella no querría saber más del asunto, así que desistió de su idea. Un momento después, alguien golpeó a su puerta. Una cabellera roja se asomó al interior.

-Hola Harry ¿puedo pasar? - preguntó la mujer.

-Claro, Ginny, pasa - accedió Harry.

-¿Estás muy ocupado? - preguntó Ginny.

-No, para nada... - respondió Harry.- ¿Qué ha sucedido? ¿Le ha pasado algo a Draco?

-No, no es eso - respondió Ginny. Notó lo inusualmente blanco que se encontraba Harry y preguntó.- Oye, ¿te sientes mal? ¡Estás palidísimo!

-¿En serio? No te preocupes... me ha dolido un poco el estómago, pero no es nada, ya se me pasará.- contestó Harry.

-Ojalá... - siguió Ginny.- ¿Sabes? Te traigo una excelente noticia...

-¿Y qué podría ser tan bueno? - preguntó el medimago.

-No sé... pregúntale a mi hermano - respondió la pelirroja.

Harry tardó un poco en entender las palabras de su amiga, pero en cuanto Ron asomó la cabeza por la puerta del despacho, supo a qué se refería. Un chico alto, de cabellera roja y enormes ojos azules lo miraba con alegría desde el otro extremo de la habitación. A su juicio, Ron había dejado la adolescencia hace mucho pero no había perdido su expresión jovial que lo caracterizaba.

-¡Hola Harry! - saludó Ron alzando una mano.

Harry se aproximó hasta el pelirrojo y lo abrazó como a un hermano. Luego tomó su cabeza y poniéndola debajo de su brazo, frotó fuertemente su puño sobre ella.

-¿Cómo estás, Weasley? - preguntó Harry con alegría.

-Bien, pero... ¡ay! Me haces daño... - dijo Ron con voz de dolor.

Harry lo soltó un momento, tiempo que Ron ocupó para tomar él la cabeza de Harry y frotarla contra su puño.

-¡No se vale con venganza! - gritó Harry entre risas.

-¡Ya verás lo que es el dolor! - exclamó Ron.- ¡Eso te pasa por meterte con un Weasley!

Ginny se reía a carcajadas por aquella escena, y sobre todo cuando notó sus cabelleras arremolinadas y desordenadas una vez que se hubieron calmado. Con un pequeño movimiento de su varita, puso tres cervezas de mantequilla en el escritorio, que Harry y Ron recibieron con alegría.

-¡Qué bueno que estés de vuelta, Ron! - exclamó Harry con alegría. - Pero podrías comenzar por explicar porqué nunca escribiste.

-Lo siento Harry, pero... te seré sincero... ¡Se me olvidó! - explicó Ron. Harry por supuesto, no creyó en sus palabras y lo miró detenidamente con el ceño fruncido.- está bien, está bien... lo hice por Hermione.

-¿Hermione? ¿Por qué Hermione? - preguntó Harry con curiosidad. Él sabía de los sentimientos de su amigo por la chica, pero no entendía aquella explicación.

-Sabes que me fui de Inglaterra sin decirle nada... - comenzó a decir Ron.- por lo que pensé que jamás me perdonaría...

-Explícale la verdad, Ron - dijo Ginny de pronto.

-Pero... va a sonar idiota, Harry no me va a creer... - dijo Ron mirando a su hermana.

-Claro que te creeré... siempre he confiado en ti - declaró Harry.

Ron, dudando al principio, explicó la verdadera razón de su huida de Inglaterra...

-Durante el séptimo curso tuve una serie de sueños muy extraños... - comenzó a decir el pelirrojo.-... en ellos veía a Hermione, vestida toda de blanco y aguardando en un altar... Yo me acercaba hasta ella, pero apenas la tocaba, su vestido se volvía rojo sangre y ella desaparecía por completo... Busqué el significado de ese sueño en los libros de la biblioteca y descubrí que se trataba de una premonición...

-No estarás hablando en serio, ¿verdad? - preguntó Harry, algo incrédulo.- O sea, nosotros nunca nos tragamos las patrañas que Trelawney nos enseñó, ni lo extraño que decía Firenze.

-Sí, lo sé Harry, pero se me hizo demasiado extraño que todos los días tuviera ese sueño - argumentó Ron.- además, en los últimos días, ya no veía a Hermione desaparecer solamente, si no que veía a un bebé llorando junto a ella... supuse que no era mío, por que no se parecía a ninguno de mi familia... ella estaría en peligro si yo me quedaba aquí, pero ahora he vuelto y el destino me la arrebata otra vez.

-¡Patrañas! - exclamó Harry.- a Hermione nunca le pasará nada contigo por que tú de verdad la quieres...

-Lo sé, pero después ya no me atreví a volver y el trabajo me absorbió por completo - dijo Ron.- además, Hermione debe hallarse feliz con el estúpido de Víctor.

-No creo que sea tan estúpido, por que supo ganarse a Hermione en poco tiempo... - dijo Ginny.- pero dudo que lo ame tanto como él a ella.

-Ojalá así sea - repuso Ron.

-No te preocupes, Ron - le dijo Harry en tono amable.- Aquí te ayudaremos a sobrellevar tu pena.

-¡Me vas a hacer llorar, Harry! - decía Ron, mientras se secaba unas lágrimas imaginarias.

-¬¬ ¡lo digo enserio! - exclamó Potter.

-¿Y crees que yo no? ^^ - preguntó el pelirrojo.- También tengo sentimientos, "no soy sólo un cuerpo bonito"

-Par de locos - decía Ginny mientras se partía de risa.

Siguieron disfrutando de su conversación por bastante rato, hasta que Ginny se disculpó un momento para ir a ver a Draco.

-¿Por qué tanta preocupación por ese idiota? - preguntó el pelirrojo con el ceño fruncido.

-Porque ese "idiota" cómo tú lo llamas, podría llegar a ser tu cuñado... - dijo Ginny mientras salía de la habitación.

Ron pensó un momento en la respuesta de su hermana, y luego, como si se tratara de su madre, le gritó: - ¡Virginia Weasley! ¡Te prohíbo que te líes con ese tipo! Eres muy pequeña para tanto compromiso, ¡Ginny! ¡Vuélvete!

Pero Ginny ya se había perdido de vista y Harry miraba a su amigo con alegría. No había cambiado en nada, no había perdido para nada a su amigo del alma.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-*-*-*

-¿Puedo pasar? - preguntó Ginny al asomar la cabeza en la habitación del rubio.

-No tienes ni qué preguntar - respondió Malfoy.

La pelirroja se acercó hasta la camilla de Draco, donde su amigo la esperaba, sentado de piernas cruzadas y con un ejemplar de "El profeta" en sus manos. Mientras Draco leía el periódico, Ginny le contaba de la llegada de su hermano Ron.

-¿Weasley está aquí? - preguntó Draco con el ceño fruncido.

-Sí... ¿no te agrada la idea? - preguntó Ginny con sorpresa.

-No mucho... sabes que tu hermano jamás me cayó en gracia - dijo Malfoy volviendo a mirar el periódico.- Y creo que yo tampoco le agrado demasiado.

-Pero no seas así. Eso pasó durante el colegio... y ustedes ya están bastante grandes como para ponerse a pelear por niñerías - declaró la pelirroja en tono serio.

-Sí, lo sé... yo por lo menos maduré, no sé tu hermano...

-¡Draco! - exclamó Ginny molesta.- No ofendas a mi hermano.

-No lo estoy ofendiendo, sólo digo lo que recuerdo - declaró el rubio.- Y lo que recuerdo es que Weasley nunca fue lo suficiente maduro como para decirle a Hermione que la quería...

-¿Y cómo sabes tú eso? - preguntó Ginny, sorprendida.

-Porque se le notaba en la cara y en los gestos al pobre - dijo Malfoy con su sonrisa característica.- Le faltaba el babero no más para que no se manchara la túnica de baba cuando la veía...

Ginny rió ante este comentario. El rubio la miró con ternura y dijo:

-Te gusta reír ¿verdad?

La pelirroja asintió.

-Pues yo te voy a dar motivos suficientes para reír...

Y acto seguido, se lanzó sobre ella atacándola por todos lados con cosquillas. Ginny no paraba de reír y pedía clemencia de vez en cuando. Cuando Draco la soltaba un momento, arremetía ella contra el rubio, haciendo que éste riera a carcajadas. Luego vinieron los cojinzazos y la alegría se propagó por doquier. Agarrando un cojín con las manos, el rubio lo lanzó lejos y tomó a la pelirroja por las muñecas, dejándola tirada en la cama bajo él. Sus respiraciones agitadas fueron calmadas poco a poco, a medida que Draco acercaba su rostro al de Ginny. Estaban tan cerca que respiraban de sus propios alientos, cálidos y suaves mientras Draco acercaba su boca a la de Ginny. Aquel beso era tan deseado que no se dieron ni cuenta que dos espectadores estaban en la puerta de la habitación, mirando aquel espectáculo.

-¡Ginny Weasley!

Un pelirrojo de ojos azules, colorado hasta las orejas había aparecido en el umbral. Harry lo acompañaba, tratando de controlar su risa ante la extraña escena. Ginny no hizo más que permanecer en la misma posición, mirando de cabeza a su hermano y exclamó:

-¿No sabes tocar?

-¡Qué tocar ni qué nada! Golpeamos varias veces la puerta pero ustedes estaban demasiado ocupados como para escucharnos... - declaró Ron, conteniendo su ira.- ¡Y tú, Malfoy, deja a mi hermana tranquila!

-¡Basta Ron! ¡No te comportes como el hermano sobre protector, que no te queda! - le gritó Ginny, mientras se levantaba de la cama, ayudada por Draco.- No tienes por qué controlar mi vida, por que yo hago lo que quiera con ella.

-¿Y qué vas a hacer? ¿Liarte con este tipo? - preguntó Ron.

Ginny se quedó en silencio. Miró a Draco un segundo y luego respondió: - Pues sí, ya que Draco me lo ha pedido y tú me has preguntado, lo voy a hacer... porque de verdad quiero a Draco.

-¿Lo dices en serio, Ginny? - preguntó un atónito Draco.

-Muy en serio - respondió la pelirroja mientras besaba al rubio en los labios. Con seriedad, miró a su hermano Ron, quien estaba sorprendido ante la declaración.- Acepta que he crecido, Ronald, tengo casi veinte años. Ya no soy la niña de once a quien podías controlar.

-Pero es que... lo hago porque te quiero.- alegó Ron en tono triste.- Y no deseo que nadie te haga daño.

-Yo nunca le haría daño a tu hermana, Weasley - dijo Draco, tomando de la mano a la pelirroja.- Para mí ella es muy importante.

-Más te vale, Malfoy... por que si sé que la has tratado mal o la has hecho sufrir, me olvidaré de que soy educado y te daré una paliza que... - advirtió el pelirrojo.

-Si es que sobrevive a la que le daré yo - bromeó la pelirroja alzando el puño en señal de castigo.

Todos rieron ante la exclamación, menos Draco que miraba sorprendido a su ahora nuevo amor. Ginny lo abrazó y luego abrazó a su hermano, quien llevado por Harry salió de la habitación para dejar a la nueva pareja un momento en soledad.

-¡Ah! Se me olvidaba... - exclamó Harry antes de irse.- Mañana te dan el alta, así que puedes ir arreglando tu equipaje, Malfoy.

-Gracias Potter - dijo Draco pasándole el brazo por los hombros a Ginny. Luego volteó hacia la chica y preguntó: - ¿Serías capaz de darme una paliza?

-Claro, nadie hace sufrir a una Weasley.- dijo Ginny en tono pícaro.- Pero por mientras, sólo te llenaré de besos...

-Eso me gusta más - dijo Draco, al tiempo que besaba suavemente a Ginny.

Las desdichas ya habían pasado y el dolor había quedado atrás; todo gracias a su Ginny. Aquellas sonrisas fingidas, las únicas que conoció en su niñez, darían paso a aquellas que lo hacían sentir mejor, aquellas que no se compran con dinero y que te llenan el corazón como un vaso repleto de cerveza de mantequilla, hasta el tope.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-*-*-*

Yap, ¡Ay que me quedó tierna la última parte! Jejeje, es que hoy amanecí con buen ánimo. Y bueno, gracias a todas las que me mandaron reviews que fueron hartas...

(este capítulo fue terminado el día 2 de Febrero)

Una cosa más, para Lil Granger.... ¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!! (Música) ¡Cumpleaños feliz, te deseamos a ti, cumpleaños Lil Granger, cumpleaños feliz! (En inlgés) Happy Birthday to you, Happy Birthday to you, Happy Birthday Lil Granger, Happy Birthday to you!!! (En francés) Bon anniversaire à toi, Bon anniversaire à toi, Bon anniversaire Lil Granger, Bon anniversaire à toi!!!

Yap! Espero que te haya gustado y que puedas leerlo pronto. Felicidades.

Y ahora, reviews:

Deina-Yagami: Bueno, más vale tarde que nunca, como dice el título, pero ya ves que Ronnie hizo lo posible para llegar pronto (aunque aquel retraso, bueno...) Esperemos que Sophie no sufra demasiado. A mí tampoco me agrada el Draco de los libros, me dan ganas de golpearlo cada vez que lo leo, pero esta vez quise hacerlo algo más dulce... no puede seguir siendo tan malo después de todo lo que le pasó. Supongo que la Orden Siriusiana no está de acuerdo con el destino del pobre pad foot, y es que Rowling, en ese sentido, se merece una reprimenda... jejeje. Bueno, espero que recapacite... Yap, saludos, cuídate. Tanina Potter.

Mione Grint: Gracias por el review. Claro que Sophie no es mala persona, la única maldita en esta historia, hasta el momento, era la perdida de Cho, pero ya ves que tuvo su merecido. Si tengo algún tiempo, y mis papás no me pillan... ^^U voy a leer uno de tus fics, que de seguro están buenísimos. Saludos, Tanina Potter.

Tamy_Draco: Gracias por las palabras!!! No te preocupes que el reencuentro entre Ron y Herm se viene y se viene bueno. Jajaja. Gracias por decir que escribo genial, eso me sube el ánimo y me dan más ganas de escribir. Saludos, Tanina Potter.

Vika Riddle: ¡¡hola amigui!! Jajaja, aquí andamios bien, ¿Y a ti cómo te baila? (Shanfle, ya se me salió el shileno que todos llevamos dentro) Si cacho que estás páginas se trancan a veces... Uf! Da rabia cuando tienes oportunidad de estar en Internet, resulta que la cosa no quiere abrirse. El de los autos es mi hermano Sturgis, jejeje, él me enseña los modelos de sus revistas y yo escojo cual me gusta. Bueno, no te demores mucho con tu fic interactivo y espero que salga bien el otro fic que tienes pensado. Besos, saludos, cuídate, Tanina Potter.

Meiko: Claro que sigo escribiendo la continuación, para que nadie se quede en ascuas. Una pregunta ¿qué es "Chuchi"? bueno, saludos, Tanina Potter.

Lil Granger: No te pases películas, que ni siquiera había pensado en las consecuencias de aquella noche de pasión... jejeje, me has dado una buena idea, ya verás. Mi amiga Pancha también dice: "deberían vender hombres envueltos" algo así como esa comida que se hace aquí que se llaman niños envueltos. Jajaja... pero si se parecen a Ron o mejor, a mi niño hermoso de Elijah Wood, yo quedaría más que contenta. Sigue rezando por que no me pillen que yo ya le hice una manda a Sta. Rita... Jajaja. (broma) pero si se diera la ocasión, claro que le hago la manda. Bueno, saludos y de nuevo felicidades por tu cumpleaños. Tanina Potter. (Que se te cumplan todos tus deseos, incluso los más extraños)

IMPORTANTE: DURANTE DIEZ DÍAS NO PODRÉ ACTUALIZAR MI FIC PORQUE ME VOY A LA PLAYA DE VACACIONES, PERO COMO SIEMPRE ESTARÉ MAQUINANDO IDEAS EN MI MENTE PARA CONTINUAR LA HISTORIA Y HACERLA MÁS INTERESANTE TODAVÍA. ¡NO DESESPEREIS!

ATTE. TANINA POTTER.