Capítulo 17: DE VUELTA A LA REALIDAD.

"MATRIMONIO EN EL MUNDO MÁGICO DEPORTIVO"

BULGARIA.- El mundo del Quidditch está de fiesta. Uno de sus mejores exponentes en la materia, Víctor Krum, se casó esta semana en una ceremonia privada con una bella muchacha de apellido Granger. La mujer, de 20 años, fue muy amiga del jugador durante largo tiempo, formalizando su relación hace pocos meses atrás. "Estamos muy felices los dos, somos la pareja perfecta" declaró el joven jugador a este periódico un día después de que se supiera del acontecimiento. La flamante novia no ha dado declaraciones acerca de sus nupcias, debido a que es algo reservada y pocas veces se le ve frente a la prensa. Víctor Krum, de 23 años, ya había tenido algunas relaciones algo frustradas debido al carácter hosco que se le había atribuido. Pero al parecer, la señorita Granger ha podido conquistar el duro corazón de este hombre. Respecto a si han pensado en tener hijos, Víctor declara: "Ojalá tengamos los suficientes para formar un equipo de Quidditch completo". Ahora las admiradoras de este gran jugador deberán conformarse sólo con verlo en los partidos y en los periódicos, ya que su corazón y su persona, ya tienen dueña.



Aquello era lo que había puesto tan mal a Ron y que produjo que Harry corriera a acompañarlo. Hermione había hecho lo que tanto había temido el pelirrojo; Casarse. En la página principal, seguida del artículo, había una enorme fotografía del búlgaro acompañado por ella. Los dos sonreían enormemente, aunque Hermione se veía algo nerviosa. Al parecer Hermione se había olvidado completamente de él, no había respondido sus cartas y tampoco había escrito a sus amigos para contarle de este acontecimiento. Pero ¿sería capaz de enviarle ella aquel periódico?

Ron estaba sentado bajo un árbol, cerca de la entrada a la madriguera, con la cabeza en las rodillas y en completo silencio. El viento le estaba despeinando los cabellos de la parte alta de su cabeza. Harry se acercó a él poco a poco, como para no molestarlo, y posó su mano en el hombro del pelirrojo. Ron soltó un sollozo y elevó la cara, dejando en claro que las lágrimas lo habían vencido.

Todavía yo siento tus caricias

Y tu respiración sobre mi piel

No hay quien me haga olvidar tu sonrisa

Y sigo amándote hoy más que ayer

Soñando con volverte a ver

-Ya no queda nada – susurró. – Dijiste que la esperanza era lo último que se pierde, y yo acabo de verla morir.

-Ron, lo siento tanto... – dijo Harry algo afectado.

Y cada día que pasa más me mata tu ausencia,

Y pierdo la fe.

Quisiera poder olvidarme de ti

Con otras sacarte por siempre de mí

Decirte a la cara que no me haces falta

Para poder vivir

-No, no lo sientas. Soy yo el que está sintiendo esto en carne propia y no deseo que nadie más lo sienta. – dijo Ron al momento de caerle varias lágrimas por sus mejillas.- Es verdaderamente doloroso.

Quisiera borrarte de mi corazón

Quitar de mi boca tu dulce sabor

No echarte de menos al llegar la noche

Y sin reproches, resignarme a tu adiós.

Mas cuando creo que ya te he olvidado

Descubro que aún te amo.

Harry no sabía que palabras utilizar para aligerar la tristeza de su amigo. Sintiéndose miserable, se acomodó a su lado y lo rodeó con su brazo.

-¿Ya no hay nada que se pueda hacer? – preguntó Harry por última vez.

Sé que soy culpable de mi suerte

Y que mi sufrimiento no te hará volver a mí otra vez

Te hice llorar y me arrepiento

¡Amor cuánto lo siento!

Si no te vuelvo a ver, no sobreviviré.

-Nada... – dijo Ron con tristeza.- Mañana volveré a Rumania. Si ella pudo hacer su vida con otro hombre, yo haré la mía con Sophie.

-¿No crees que es algo precipitado tomar esa decisión? – preguntó Harry.

-No.- mirando hacia el horizonte, Ron agregó: - Ya no me queda nada aquí. Nada ni nadie.

Y cada día que pasa más me mata tu ausencia,

Y pierdo la fe.

Quisiera poder olvidarme de ti

Con otras sacarte por siempre de mí

Decirte a la cara que no me haces falta

Para poder vivir

-Estamos nosotros, tus amigos – apuntó Harry.

-Sí, lo sé y gracias.- dijo Ron con una leve sonrisa. – Pero debo darme una oportunidad en otro lugar



-Está bien



Quisiera borrarte de mi corazón

Quitar de mi boca tu dulce sabor

No echarte de menos al llegar la noche

Y sin reproches, resignarme a tu adiós.



Harry y Ron permanecieron en silencio por algunos minutos hasta que decidieron ponerse de pie y regresar a la madriguera por las cosas del pelirrojo. Molly no entendía nada de aquella situación, pero en cuanto hubo leído el artículo del periódico puso el grito en el cielo.

-¡No puede ser! ¡Esta no es la Hermione que yo conocí! – exclamó la madre de Ron alzando los brazos.

-Lo sé, madre, pero creo que el único culpable de todo este problema soy yo – dijo Ron con pesadumbre.

-¡No! ¡Claro que no, señor! – exclamó Molly.- Tú lo único que hiciste fue quererla y ella no supo darse cuenta. Si no me voy a acordar yo cuando llegabas a la casa contándome lo que había hecho ella durante el año escolar, diciéndome lo bonita que se iba poniendo cada curso y



-Madre, me estás apenando – dijo Ron al ver que Harry ponía cara de sorpresa.

-Nada de pena, Ronald. Si ella no supo aprovecharte, que le pese... –declaró Molly.

-No sé mamá... quizás, si nunca me hubiera ido a Rumania con Charlie, si nunca la hubiera abandonado... – decía Ron mientras miraba en otra dirección para que su madre no lo viera sufrir.

-No, hijo mío, tú fuiste a Rumania para ser un muchacho con más conocimientos, pero igual me dolió harto que te hubieras ido así como así, de la noche a la mañana sin decirnos nada... – dijo Molly poniendo las manos sobre su cintura.

-Lo siento, madre



-No importa, Ron. Ahora que has vuelto me da mucha felicidad por que sé que no nos abandonarás de nuevo, ¿verdad, Ronald? Por que tú viniste para quedarte ¿cierto? – preguntó su madre esperanzada.

Ron se quedó en silencio por algunos segundos. Sabía que su decisión afectaría a su madre en lo más profundo de su corazón, pero debía ser fuerte y hablar.

-No, madre



-¿Qué... qué quieres decir? – preguntó Molly con angustia.

-No me voy a quedar más tiempo en Inglaterra... lo siento, pero ya he tomado la decisión y creo que es lo mejor – declaró Ron.

-Pero, pero Ron... no puedes irte de nuevo, ¿no ves como estamos tu padre y yo? Solos, completamente solos... todos ustedes se han ido – dijo Molly al borde de las lágrimas.

-Ustedes no están solos... tienen a Ginny y a los gemelos que viven en el país y sabes que si les pasa algo, todos los hermanos estaremos con ustedes... todos, ¿entiendes? – declaró Ron abrazando a su madre.

Aun sabiendo que aquella afirmación podía no ser del todo cumplida, Ron quiso calmar a su madre de cualquier forma. Sabía que Bill, Charlie, los gemelos, Ginny y él estarían a su disposición, pero no estaba seguro de Percy. Desde que cortaron relaciones con él en quinto año, lo había visto una que otra vez en el ministerio y después de Hogwarts, ya no supo más de él. Pero tenía que calmar a Molly, aun si no estaba seguro de su veracidad.

-Mamá, yo tengo una vida allá en Rumania y si vine hasta acá fue sólo por que tuve la vaga esperanza de que podría recuperar a Hermione... – declaró en tono triste.- Pero ya no hay nada que hacer, así que mejor me largo.

-Ron... mi pequeño Ronnie... ¡Cuánto has crecido! Por poco no te reconocí cuando entraste por aquella puerta el día en que volviste.- dijo Molly con la cara hundida en el pecho de Ron.

El pelirrojo entonces tomó a su madre por la cabeza y besó su frente en señal de despedida. Subió con Harry a buscar su bolso y su chaqueta y salió de la madriguera sin dejar rastros de su presencia, como si nunca hubiera estado allí.



-¿Estás seguro de que no quieres despedirte de Ginny? – preguntó Harry cuando llegaron hasta el borde del bosque cercano a la casa.

-No... para qué alargar más este cuento... explícale mis motivos, ella sabrá entenderme – afirmó Ron con seriedad.

-Está bien – aceptó Harry.- Cuídate mucho, Ron. Te voy a echar de menos.

-Yo también Harry, yo también.

Como los viejos amigos que siempre fueron, Harry y Ron se fundieron en un abrazo fraternal. Entonces Ron, alejándose un poco de su amigo, pronunció el hechizo y desapareció confundiéndose con el viento. Harry entonces regresó solo a la madriguera.

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-Nombre.

-Françoise Leeward.

-Edad.

-Tengo 24 recién cumpliditos.

-Okey... Eeehh... ¿Tiene experiencia en cargos administrativos?

-Pues, en mi currículo dice que trabajé en una agencia de viajes muggles y en Madame Malkins. Era la cajera.

-Ya... y ¿por qué le interesó este trabajo?

-Por que... porque supuse que un puesto en el Ministerio de la Magia me daría más experiencia que una tienda de túnicas.

Úrsula alzó las cejas y sonrió forzosamente. Estaba algo cansada de tantas entrevistas y de las mismas preguntas. Aparte que hasta el momento le habían tocado puras mujeres ineptas con cara de "no sé hacer nada". La que tenía enfrente aún no pasaba toda la prueba, a pesar de que se veía mucho más inteligente que las demás, pero no debía arriesgarse a contratarla de una. Aquella mujer parecía la más indicada para el puesto, pero aun no la convencía del todo. Se veía simple, de cabello oscuro, liso y corto hasta los hombros. Algo más tostada que una mujer inglesa común, Françoise tenía mucha cara de no poseer más de diecisiete años, pero según su fecha de nacimiento, acababa de cumplir 24 la semana anterior.

-Muy bien, déjeme sus papeles y



TOC, TOC. Acababan de golpear la puerta. Un chico de cabellos azabaches y ojos esmeraldas asomó la cabeza.

-¿Se puede? – preguntó Harry.

-Sí, pasa... estoy terminando de atender a esta señorita. – dijo Úrsula con un dejo de cansancio.- Como le decía



-¿Doctor Potter? – preguntó la muchacha quien se había quedado mirando a Harry por largo rato.

-¿Perdón? ¿Ustedes se conocen? – preguntó Úrsula algo extrañada.

-Pues, no sé... – respondió Harry, atónito ante la situación.

-¿No se acuerda de mí, doctor? – preguntó la muchacha poniéndose de pie.- Soy yo... Françoise. ¿Se acuerda de mi pierna?

Levantó entonces su falda hasta la rodilla, en donde no había nada peculiar. Úrsula estaba atónita. ¿De qué se había perdido?

-Pues... – Harry pensó un poco y luego exclamó: - ¡Ah, señorita Leeward! ¡Mi primera paciente!

-Sí, yo era la tonta que se caía a cada rato de la escoba por que quería aprender a jugar Quidditch.- dijo Françoise sonriendo.- Pero aprendí que eso no era lo mío



-¡Claro, ya me acuerdo! – exclamó Harry.- Tuve que ponerte yeso mil veces... pero tú eras terca y seguías empeñada en jugar. Espero que hayas decidido pisar suelo firme para siempre.

-Oh, por supuesto, yo siempre escucho los consejos de mi Doctor y sobre todo si es tan guapo y tan hábil como usted – dijo Françoise con cierta picardía. Harry se sonrojó un poco.

-Esperen, esperen... ¿me he perdido de algo? – dijo Úrsula con seriedad.- Harry, ¿tú ya conocías a esta mujer?

-Sí... fue mi primera paciente en San Mungo. – dijo Harry con naturalidad.

-¿En serio? – dijo Úrsula con algo de ironía.- ¡Guau, pero que chico es el mundo!

-El mundo es un pañuelo... – agregó Françoise.- Y todos somos unos



-Eh, prefiero que no continúes – la interrumpió Harry.- Ya me sé esa frase y no querré saber lo que somos.

-Disculpe doctor – dijo Françoise sonriendo infantilmente.

"Disculpe doctor" decía Úrsula en su interior pero con una voz mucho más idiotizada que la de Françoise. "No te hagas la mosquita muerta, se nota que te gusta Harry. ¡Ah, pero no me quedaré mirando como le coqueteas a mi novio, no, no, no!" pensaba Úrsula mirando a Françoise con una sonrisa demasiado fingida. Se acercó rápidamente a Harry, como para marcar territorio y le dijo a Françoise:

-Harry es mi novio... ¿no te parece que hacemos una linda pareja?

-Oh, sí, preciosa pareja – respondió Françoise.

"Mentirosa. Te apuesto a que te mueres de envidia por dentro" decía Úrsula en su interior mientras sonreía hipócritamente.

-Necesito contarte algo, Úrsula – le dijo Harry.- Algo importante.

-Está bien, "amorcito" – dijo Úrsula enfatizando mucho la última palabra.- Françoise, ¿nos perdonas un minuto?

-Claro, claro... voy a tomarme un café.- finalizó la muchacha.

Cuando Françoise salió de la oficina, Harry pudo contarle a Úrsula lo ocurrido con Hermione y la decisión de Ron, de volver a Rumania. Úrsula estaba muy preocupada. ¿acaso Hermione también se había olvidado de ella y por eso no le había contado nada sobre su matrimonio? ¿acaso ya no la consideraba su amiga?

-O sea, todo esto lo supieron por un simple periódico – declaró Úrsula algo confundida.- Hermione no fue capaz ni de escribir



-Lo sé, Úrsula, pero quizás Hermione no tuvo tiempo suficiente, no sé... quizás quería que fuera una sorpresa – dijo Harry.

-No trates de excusarla, Harry.- dijo Úrsula indignada.- Hermione nos ha jugado chueco



-No te enojes, amor, que no te queda – dijo Harry algo serio.

-¿Cómo quieres que no me enoje? – exclamó Úrsula con seriedad.- ¿Cómo quieres que no me enoje si mi mejor amiga no es capaz de confiar en mí? ¡Si no es capaz de contarme sobre un hecho tan importante como su matrimonio! Al parecer se ha olvidado de todos por aquí



-¡Úrsula, cálmate! – Harry la sujetó por los hombros.- No te había visto tan alterada nunca



-¡Pues vete acostumbrando! – exclamó Úrsula.- Imagínate que mi mejor amiga no me escribe hace casi un mes y ahora aparece esa... esa



-¿A quién te refieres? – preguntó Harry con curiosidad.

-A esa... tu paciente con nombrecito francés... no me digas que no te diste cuenta como te coqueteaba... – declaró Úrsula roja de rabia.

Harry rió con satisfacción. La chica estaba claramente celosa, y aquello lo halagaba.

-¡Ah eso! – exclamó mientras cruzaba los brazos.- Pues déjeme decirle señorita "nervios explosivos" que desde que la conocí yo ando como un caballo con anteojeras, sin poder mirar para los lados.

Úrsula rió al ver la imitación de Harry, con las manos una a cada lado de los ojos y relinchando como caballo.

-Tonto... – rió Úrsula.- ¿Lo dices en serio?

-Muy en serio – dijo Harry abrazando a Úrsula.- Françoise fue mi primera paciente por eso la recuerdo más, pero eso es todo... ¿No estarás dudando de mi amor, o sí?

-No, claro que no... lo siento, creo que estoy muy alterada, he tenido entrevistas toda la mañana y no hallo a ninguna muchacha apta para el puesto – declaró Úrsula.

-¿Y Françoise? ¿Es apta para el puesto? – preguntó Harry.

-Pues... su currículo dice que sí, pero no sé... es que se ve tan... tan



-¿Tan qué?

-Infantil... no sé, ¿tú crees que funcione? – preguntó Úrsula.

-Dale una oportunidad... a lo mejor hace grandes cosas por el ministerio – dijo Harry sonriendo.

-Okey, te voy a hacer caso.- dijo Úrsula dándole a Harry un beso en la boca.- Pero si falla en algo, tú serás el castigado.

-Está bien, está bien... ¡Uf! ¡Qué mujer más difícil me ha tocado! – exclamó Harry.

-Cada oveja con su pareja, ¿no lo crees? – preguntó Úrsula.

-Claro que sí.

Salieron los dos a decirle a Françoise que estaba contratada. La muchacha estaba tan feliz que no dudó un segundo en abrazar a su doctor preferido, sin darse cuenta de la seriedad de Úrsula en ese minuto, quién también recibió el efusivo abrazo de Françoise.

Ahora sólo quedaba esperar qué pasaría más adelante



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Fin capítulo 17, Uf, qué manera de sacrificarme por meterme a Internet sin que mis papás me pillen... es que hay que hacer una de malabares... jejeje. (La canción que coloqué allá arriba es: "Quisiera poder olvidarme de ti" de Luis Fonsi)

Okis, la chica que sale en este fic está inspirada en una amiga mía, que se llama Francisca (alias Pancha) ella me pidió toda la semana pasada (por que fue a pegarme en la pera allá en las Rocas de Sto. Domingo) que le diera un papel, aunque fuese pequeñito, en este fic. Yo, como buena amiga y escritora, le dije: "Güeno, ya". Así que Panchita, espero que te haya agradado tu participación y no te olvides que ya se viene lo bueno. Ah, la frase que no completé allá arriba es: "El mundo es un pañuelo y todos somos unos MOCOUS" (léase en tono cuico) Jejeje, ¿te suena conocida, Panchis? A mí sí



Y ahora, adivinen... ¡¡¡sí, le achuntaron



Reviews:

Lil Granger: Oye, no me sigas halagando tanto, que me voy a inflar igual que la tía Marge. Después no vas a poder soportarme de lo creída que me voy a poner... ^^ Jajaja... (no, broma) aunque igual estoy un poco infladita pero es por golosear demasiado. Jejeje... espero que te haya gustado este capítulo que es bastante especial para mí por que puse una canción muy romántica de uno de mis ídolos: me refiero a Luis Fonsi. (¡¡¡Aaaahhh, mijito rico, está como me lo recetó el doctor!!!) Perdón, un momento de debilidad... y bueno, no sé que más decirte. Gracias por la idea que me diste, te aseguro que te va a gustar la continuación de esta historia... (o si no, te autorizo a que me estrangules, con toda confianza) Saludos, Cuídate, Tanina Potter.

Merodeadora-Chii: definitivamente me voy poniendo más mala cada día (la influencia de la TV en mí es mucha) espero que la continuación te siga gustando. Oye, tengo una pregunta que hacerte: ¿hay alguna manera de unirme a las RON4EVER o es algo así como una secta secreta e impenetrable? Porfa, dime si tengo alguna posibilidad, mira que me muero por este bombón pelirrojo llamado Ron Weasley. ¿Me dices, sí? Saludos, cuídate, Tanina Potter.

Vika Riddle: Hola amiga mía, how are you? I'm fine, very well (jejeje, se me salió el bilingüe) Oe... (mi forma corta de decir oye) Oe... ¿qué te ha pasado? ¿Qué tan grande fue tu cagad...? Espero eso sí que la hayas solucionado y que te encuentres bien, con más ánimo. Bueno, sé que Ron ha estado un poco lento, pero es por que aún no ha llegado su momento... lo peor viene cuando xxxx le pasa que xxxxx y ahí queda la embarrada y xxxxxx decide que tiene xxxxx ¿viste? Ta` súper interesante... jejeje. Yap, cuídese amigui y si tiene algún problema me dice... ¿ya? Que yo soy igual que Úrsula, sicóloga profesional con título en Marte. (;-p) Saludos, cuídate, Tanina Potter.

Mione Grint: ¡¡¡Eres afortunada!!! ¡¡¡Le achuntaste a "El profeta"!!! ¿Tienes una bola de cristal, lees mi mente? Jajaja... broma. Oe... no creas que soy tan malvada, (no soy una Cho Chang cualquiera) si igual tengo mi corazoncito, aunque de repente me pongo media loca y maquiavélica y me da por escribir maldades... pero gracias de todas maneras por leer mi fic, por lo menos sé que ya no hago el loco en Fanfiction... Cuídate, saludos, Tanina Potter.

Hasta el próximo capítulo...