Bueno, el título del capítulo es debido a una canción que creo que
interpreta mucho lo que pasa en él. La canción es "Eres" de Café Tacuba,
(Eres, lo que más quiero en este mundo, eso eres) Atte. Tanina Potter.
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Capítulo 24: LO QUE MÁS QUIERO EN ESTE MUNDO.
-¡Deja de moverte un rato, por favor, Úrsula! – exclamaba Hermione mientras terminaba de peinar el largo cabello de la chica.
-Lo siento, lo siento, pero es que estoy muy nerviosa... – dijo Úrsula, mirándose en el espejo.- No todos los días me caso.
-Ojalá que eso nunca suceda – dijo Hermione con pesadumbre.- Sino, tendría que soportar tus ataques de nervios muy seguido.
-¡Ya, okey! Me calmo... – repuso Úrsula, tratando de mantener los ánimos y respirando lentamente. A pesar del intento, nada funcionaba.- ¡¡¡Aaaahhh!!! ¡¡No puedo!!
La repentina exclamación de Úrsula, hizo que Hermione se sobresaltara y dejara caer el moño que estaba tomándole mucho tiempo hacer. Con resignación, volvió a tomar el cepillo y peinó de nuevo el cabello de su amiga. Al final de todo, Hermione optó por lo más fácil en esos casos... la magia.
-¿Qué clase de peinado vas a hacerme, Herm? – preguntó Úrsula con voz preocupada.
-Uno hermoso... digno de una princesa – respondió.
Con un pequeño movimiento de su varita, Hermione hizo que el rebelde cabello de su amiga se peinara tal como ella quería. La mitad de él suelto y la otra mitad hecha trenzas en los costados y unidas en una sola en medio de su espalda, fue el resultado del hechizo. Úrsula se contempló unos momentos en el espejo y sonrió ampliamente.
-Gracias, Hermi.- dijo de pronto.- Gracias por estar conmigo en este momento tan especial.
-Para eso soy tu amiga, Úrsula, para estar contigo siempre... – terminó diciendo.
Ahora sólo faltaba calzarse el vestido y maquillarse. Hermione también debía alistarse, así que dejó la tarea de ayudar a su amiga por un momento y caminó hasta el armario para sacar su vestido de fiesta. Dejaría el negro, ya había pasado mucho tiempo para seguir llevándolo y supuso que ese sería el momento más propicio para hacerlo. Su vestido no distaba mucho del de Úrsula en belleza. Era largo y en color damasco, ceñido desde la cintura hasta debajo de los pechos, terminando en un escote en "V", atado al cuello, sin mangas. Moviendo la varita de la misma manera que lo había hecho con Úrsula, alisó su enmarañado cabello y lo dejó suelto sobre sus hombros con especial gracia. Miró entonces la cuna donde dormía Matthew. El bebé se hallaba despierto, con los ojos enormemente abiertos, atento a lo que pasaba a su alrededor.
-Hola, amor – dijo Hermione, mientras tomaba en brazos a su hijo.- Nos tenemos que vestir... ¿Quieres ir a la boda de tía Úrsula? ¿Sí?
Matthew sonreía, como asintiendo a las preguntas de su madre. Hermione lo dejó un instante en la cama y le quitó las ropas que llevaba, para vestirlo según la ocasión. Un pequeño smoking celeste, con una humita del mismo tono y zapatitos blancos. Matthew estaba contento con el nuevo atuendo que tenía y agitaba las manitos con ternura.
-¿Qué tal me veo? – Hermione volteó a ver quien había hecho esa pregunta y vio a una pelirroja despampanante parada en el umbral de la puerta. Ginny estaba vestida con un traje de dos piezas, compuesto por una falda larga y ancha de color rojo y un corsé negro atado en la espalda con cintas también rojas. Un moño alto dejaba caer su ahora largo cabello pelirrojo como en una cascada.
-Estás muy bien – dijo Hermione mirando a su amiga.
-¡Cómo me gustaría que estuviera Draco aquí! – exclamó Ginny dejándose caer pesadamente en la cama.- Recibí una nota de él esta mañana, dice que ha llegado bien, pero que estará muy ocupado durante toda esta semana con lo del Wizengamot.
-No te preocupes, Ginny, sabes que el viaje de Draco es por el bien de los dos – la animó Hermione.
-Sí, pero no sabes cuánto lo echo de menos – dijo Ginny mirando al techo de la habitación. - ¡Uf! Esto de los matrimonios es lo más estresante que he visto... imagínate que ni siquiera soy la novia, y estoy completamente nerviosa.
-¡Me has leído el pensamiento! – exclamó Úrsula al salir del baño. Estaba ya vestida y maquillada y se había colocado una pequeña corona de flores en el pelo.- Yo ya no tengo uñas de tanto comérmelas.
-No se alarmen tanto – las calmó Hermione.- ¡No es para tanto!
-¡Claro, como tú nunca estuviste enamorada de Kr...! – Úrsula no alcanzó a terminar la frase, cuando se dio cuenta que acababa de meter la pata.- Eeehh... no quise decir nada, Herm, en serio.
-Te entiendo – dijo Hermione volviendo su atención a Matthew. Luego cambió bruscamente de tema.- ¿Quién te va a llevar a la iglesia?
-Eeehh... se supone que Ron lo haría – respondió Úrsula, aún avergonzada por el pequeño traspié.
-¿Ron? – preguntó Ginny con un tono de incredulidad.- Espero que no se pierda...
-No creo, según él, dijo que conocía la iglesia. – repuso Úrsula.- Pero más le vale... por que si no me lleva hasta allá, el golpe que le voy a dar no lo va a dejar bueno.
-¿Qué te dije, Hermione? – preguntó Ginny.- El matrimonio estresa a las personas.
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-¿Y si me quedo en blanco? ¿Y si me pongo a tartamudear? ¿Y si me tropiezo al salir y voto a Úrsula? – preguntaba Harry caminando frenéticamente de un lado a otro, mientras Ron terminaba de vestirse.
-¿Podrías calmarte un minuto? Me estás exasperando – dijo Ron en un tono cansado.- Pareces más la novia que el novio...
-No es gracioso, Ron – dijo Harry tajantemente.- Esto es demasiado importante y tiene que salir bien.
-Sí, ya lo sé... pero si no te quedas quieto, te quedarás sin suela en los zapatos – declaró Ron arreglándose la corbata.- ¿Estás listo?
-¿Listo para qué?
-¬¬ ...para poner un huevo... – dijo Ron con sarcasmo.- ¿Para qué va a ser? Para irnos a la iglesia.
-Ah, sí, sí, creo... – se miró de nuevo en el espejo y trató en vano de alisar sus rebeldes cabellos.- ¿Está derecha mi corbata?
-Sí, muy derecha – asintió Ron observando el aspecto de su amigo.
-Muy bien... – dijo Harry después de arreglar sus ropas.- Deséame suerte, amigo.
-Mucha suerte – dijo Ron.
Tomaron el auto de Harry y se dirigieron rápidamente a la Iglesia. Allí los esperaban sus amigos y familiares. La primera en recibir al novio fue la señora Weasley, quien con los ojos llorosos, apretujó a Harry con sus fuertes y regordetes brazos y le deseó muchas felicidades. También estaban los gemelos, conversando animadamente con Lee Jordan, quien le dio la mano a Harry y lo felicitó. Neville Longbottom estaba más al fondo de la Iglesia, casi al llegar al altar, con Hannah Abbot, quien lo saludó muy afectuosamente cuando pasó junto a ellos. Un hombre de casi cuarenta años, pero demostrando más, salió de entre los invitados y abrazó a Harry fraternalmente.
-De seguro tu padrino estaría muy orgulloso de verte aquí.- le dijo.
-Lo sé, profesor Lupin – respondió Harry.- Y sé que está conmigo en este momento.
Remus se quedó en su sitio, viendo como Harry avanzaba hasta el altar, para esperar a Úrsula. Mientras tanto, Ron había ido por ella hasta la casa de Hermione. Cuando llegó a la casa, encontró a la joven y a Ginny en el living, junto a Matthew. Ron no pudo dejar de mirar lo hermosa que se veía con su vestido damasco y su pelo liso y castaño sobre sus hombros.
-¿Está lista? - preguntó cuando apareció en la entrada.
-Creo que sí – respondió Hermione.- ¡Úrsula! ¡Ron ha venido por ti!
Apenas terminó de decir aquella frase, se abrió la puerta del dormitorio y apareció Úrsula en el umbral. Con una sonrisa un poco nerviosa, tomó las faldas de su vestido y avanzó hasta Ron.
-Ya estoy lista – dijo.
-Pues bien... vámonos – le dijo Ron.- Harry se va a caer de espaldas cuando te vea.- luego se dirigió a las chicas.- Ustedes, ¿cómo se van a ir a la iglesia?
-Nos apareceremos por allá – respondió Ginny.
-¿y Matthew? – se extrañó Ron.- Él es muy pequeño para aparecerse.
-El ministerio le ha dado permiso siempre y cuando esté conmigo... si yo me aparezco, él también lo hará – explicó Hermione.- Algo así como un hechizo compartido.
-Okey – dijo Ron.- Las espero allá.
Y salió junto a Úrsula para llevarla en el coche de Harry hacia la iglesia.
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-¿Sophie? ¿Estás aquí? – la gruesa voz de Charlie se esparció por la casa.- ¿Sophie, llegaste?
-¡Aquí estoy! – se escuchó la voz de Sophie desde el dormitorio. Charlie se dirigió hasta el lugar y encontró a la chica sentada en la cama con un pergamino en las manos.- ¿Cómo estás, Charlie?
-Muy bien, algo cansado, pero... – miró el papel que llevaba Sophie.- ¿Qué es eso?
-¿Esto? – preguntó señalando el pergamino.- Ah, es lo que me escribió una adivina...
-¿Una adivina? – preguntó Charlie con incredulidad.
-Sí – respondió Sophie con una gran sonrisa.- Me dijo que mi bebé sería niña...
-¿Niña? – esta vez la cara de Charlie también se ilumino.- ¡¡Es fantástico, Sophie!! ¡Genial!
-Fantástico, ¿verdad? Ron también se va a poner contento cuando la vea en mis brazos, cuando vea a su hijita... – agregó Sophie.- Estoy tan feliz que incluso he pensado algunos nombres para ella.
-Si que estás ansiosa, ¿eh? – dijo Charlie.- ¿Y en cuales has pensado?
-Pues, pensé en el nombre de mi hermana Michelle y también en Lilibeth... lo encuentro bastante lindo – opinó Sophie con nostalgia.- Sí, creo que le pondré Lilibeth.- bajó la mirada a su vientre y apoyó la mano en él.- Ya tienes nombre bebé... un bonito nombre.
-Es realmente hermoso –opinó también Charlie.- tan lindo como su mamá...
Sophie se sonrojó enormemente ante el comentario de Charlie y levantó la cabeza lentamente, sólo para decir "gracias".
-Eeehh... ¿quieres que te prepare la cena? – preguntó después de unos segundos.
-Está bien – asintió Charlie.- Tengo tanta hambre que sería capaz de comerme un dragón entero.
-Muy bien – dijo Sophie levantándose de la cama.- Entonces te prepararé un gran banquete.
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"Querida Ginny: ¿Cómo estás, amor? No sabes cuánto te he extrañado. Me haces mucha falta. Las cosas aquí en Francia, van muy bien. Ya me han asignado a un tutor para que me explique todo el funcionamiento del Wizengamot aquí y en Inglaterra.
Me estoy quedando en el "Hotel Louvre" por si deseas mandarme cartas con más exactitud. Es un hotel compartido, muggles y magos. Aún no me acostumbro a vivir con muggles, pero los que me ha tocado conocer –el botones, la camarera y el limpia vidrios- son muy amables. Obviamente que todos los muggles creen que nosotros también somos de ellos. Mándales mis felicitaciones a Potter y a Úrsula, por su matrimonio. Pídeles que me perdonen por no estar ahí, pero les daré un buen abrazo cuando vuelvan. Te amo mucho, mi linda pelirroja. Cuídate.
Draco"
Al terminar de escribir, dobló el papel en cuatro y lo ató a la pata de la lechuza mensajera que había alquilado para la ocasión. En cuánto el pájaro hubo salido de la habitación por la ventana, Draco bajó hacia el hall del hotel con prisa. Tenía una cita con su nuevo tutor, así que debía llegar a tiempo para causar una buena impresión. Caminó por las calles de Paris a grandes zancadas, con su abrigo negro levantándose en la parte de atrás a causa del viento y mirando constantemente el reloj. Lo habían citado en "La Rue Hautes montagnes 637"
-Tiene que estar por acá – dijo Draco mirando los nombres de las calles en los edificios. Todos tenían nombres parecidos, como "belles fleurs", "rivière puissante", etc. Un cartel sobre un enorme edificio negruzco le indicaba que había llegado a "hautes montagnes", así que dirigió sus pasos por la calle lateral.
Al llegar al 637, subió las escaleras de una vieja casa que parecía a punto de derrumbarse y entró al recibidor. El aspecto que la casa daba por fuera, era increíblemente distinto al que había adentro. Un enorme salón con cientos de sillas en los costados y dos mostradores en donde se leía "Réception". Draco se dirigió a uno de ellos, atendido por un hombre canoso de aspecto fatigado.
-Bonjour Monsieur – saludó Draco.- Je suis Draco Malfoy. Ils m'ont dit qu'aujourd'hui je connaîtrais mon nouveau professeur du Ministère de Magie. (trad. : Soy Draco Malfoy. Me dijeron que hoy conocería a mi nuevo tutor del Ministerio de Magia)
-Oh, oui Monsieur – respondió el hombre.- Vous attendez un moment.- Buscó entre los papeles que tenía a un lado y luego exclamó:- Ah, oui, ici c'est vous. Leur nouveau professeur l'attend dans la pièce 214, couloir 3, à droite. (trad. : Ah, sí, aquí está usted. Su nuevo tutor lo espera en la sala 214, pasillo 3, a la derecha)
-Merci, Monsieur.- dijo Draco.
Rápidamente caminó hasta el lugar indicado y golpeó la puerta que decía "214". Un amable "passez-vous" se escuchó desde adentro, y Draco hizo caso, abriendo la puerta. La verdad es que lo primero que se imaginó cuando le dijeron que tendría un nuevo tutor, fue a un hombre robusto, de gran bigote y mal genio o una vieja histérica, de enormes lentes cuadrados, llena de joyería barata; pero aquello no estaba en sus planes. Una despampanante mujer, de cabellos rubios y perfectamente enrulados, largas piernas y enormes uñas rojas, vestida con una pequeña minifalda negra y una apretada chaquetita del mismo color, estaba sentada sobre el escritorio, con las piernas cruzadas y una sonrisa seductora.
-Bonjour, Señog Malfoy – saludó la mujer. Se puso de pie en ese momento y caminó hasta Draco para alcanzarle su mano.- Mi nombge es Constance Bonacieux y segé su nueva tutoga pog encago del ministegio...
-Buenos días, señorita Bonacieux – dijo Draco algo inquieto.- Un placer conocerla.
-El placeg es mío, señog Malfoy – dijo la mujer en tono suave.- Le asegugo que el placeg es mío.
Sonrió tentadoramente, al tiempo que Draco lo hacía de manera nerviosa. Algo le estaba diciendo que aquella mujer era de cuidado, pero... ¿Qué maldad se escondía detrás de tan bella imagen?
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-Estamos reunidos aquí... – comenzó diciendo el sacerdote.-... para celebrar la unión en santo matrimonio de Harry y Úrsula...
El ambiente en la Iglesia era de total paz y armonía. Todos estaban felices y expectantes por aquel acontecimiento, hasta que el mismo sacerdote hizo un alto en su misa y habló al resto de los presentes.
-El señor Harry Potter aquí presente, me ha pedido que le dedique un minuto para que él pueda regalarle un momento feliz a su novia, Úrsula.- dijo el sacerdote, dejando a todos con una enorme cara de pregunta.- Quiero dejar con ustedes a la señorita Eleanor Wood y su banda, para cantarles una bella canción.
Todos voltearon sus caras en ese instante para mirar en la dirección que les indicaba el cura, y vieron junto a los altares de la virgen María, a una chica de tez clara, ondulado pelo y dulce sonrisa, junto a tres chicos muy parecidos entre sí, que tenían a su cargo una batería, y dos guitarras electro-acústicas.
-Esto es un regalo para ti, Úrsula – dijo Eleanor en el micrófono.- De tu vieja amiga y de tu gran amor, Harry.
-Eleanor... – murmuró Úrsula, sonriendo. La chica había sido su amiga de infancia en Sudamérica, por lo que le sorprendió verla ahí, tras tantos años.
-A todos los presentes, gracias por acompañar a mi amiga en este día tan importante – terminó diciendo Eleanor y su banda comenzó a tocar una suave y romántica melodía.
"Eres lo que más quiero en este mundo, eso eres, Mi pensamiento más profundo, también eres, tan sólo dime lo que hago, aquí me tienes."
"Eres cuando despierto lo primero, eso eres, lo que a mi vida le hace falta si no vienes, lo único, preciosa, que mi mente habita hoy."
Úrsula miró amorosamente a Harry, quien le tomaba las manos con ternura. Por otro lado, Ron escuchaba la canción junto a Hermione, quien no podía dejar de sonrojarse con la letra. En un breve instante, el pelirrojo chico imitó a su amigo en el altar y rozó suavemente la mano de su compañera, para apretarla decididamente con la suya.
"Qué más puedo decirte, tal vez puedo mentirte sin razón pero lo que hoy siento es que sin ti estoy muerto, pues eres lo que más quiero en este mundo, eso eres."
"Eres el tiempo que comparto, eso eres, lo que la gente promete cuando se quiere mi salvación, mi esperanza y mi fe."
También Neville y Hannah, sentados más atrás, podían demostrar que pasaba algo entre ellos, algo que florecía más con la canción. La señora Weasley y su hija Ginny se abrazaban mutuamente, mientras dejaban caer unos lagrimones de emoción por sus mejillas.
"Soy el que quererte quiere como nadie soy, el que te llevaría el sustento día a día, el que por ti daría la vida, ese soy."
"Aquí estoy a tu lado y espero aquí sentado hasta el final. No te has imaginado lo que por ti he esperado pues eres lo que yo amo en este mundo, eso eres, cada minuto en lo que pienso, eso eres, lo que más cuido en este mundo, eso eres."
Terminada la canción, Eleanor dejó el micrófono y caminó hacia Úrsula, abrazándola fuertemente y felicitándola con ganas.
-Luly, amiga mía – dijo Eleanor al felicitarla.
-Gracias por estar aquí, Eli – dijo Úrsula con alegría.
Eleanor también abrazó a Harry y luego volvió a sus asientos, junto a los integrantes de su banda. Entonces el cura continuó la misa.
-Úrsula Ami Broderik, ¿aceptas por esposo a Harry James Potter para amarlo y respetarlo toda tu vida, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe?
-Acepto. – dijo Úrsula.
-Harry James Potter, ¿aceptas por esposa a Ursula Ami Broderik para amarla y respetarla toda tu vida, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe?
-Sí, acepto – contestó Harry.
-Entonces – prosiguió el cura.- Que lo que ha unido Dios no lo separe el hombre... – se dirigió a los padrinos de la boda, que eran Ron y Hermione – los anillos, por favor.
Ron, un poco nervioso, llegó hasta el altar con la caja de los anillos y se los entregó al sacerdote. Este último se los dio a Harry y Úrsula quienes se los colocaron uno a cada uno. (N/A: Ustedes saben que sigue después de eso... pero no me sé todo el discurso)... (N/A: Y mi mamá tampoco lo recuerda)
-Para finalizar – siguió el sacerdote.- Harry, puedes besar a la novia.
Acercando suavemente el rostro de Úrsula hacia el suyo, Harry besó los labios de su mujer, mientras el resto de la concurrencia explotaba en vítores y aplausos. Se pusieron de pie y caminaron hacia la salida de la Iglesia, agasajados por los abrazos y las felicitaciones de sus amigos. Fred y George, sin importarles lo que vieran las gentes muggles del lugar, sacaron arroz y confetis de sus varitas y llenaron de serpentinas a los invitados. El mini-cooper de Harry los esperaba afuera adornado con cintas y rosas blancas y fue en él, en donde los novios se arrancaron con destino desconocido, dejando a los invitados felices y a la vez sorprendidos en la puerta de la Iglesia.
-¿Serás mi pareja en el baile de esta noche, Herm? - preguntó Ron cuando salían hacia la fiesta.
-Hace tanto tiempo que esperaba esa invitación.- dijo Hermione sonrojándose.- Claro que sí, Ron, seré tu pareja... y no sólo de baile.
Ron se quedó atónito ante aquellas palabras, mientras la chica mecía en sus brazos a su hijo Matthew. Entonces se decidió a dar el paso. Acercándose a ella lentamente, tomó su rostro entre sus manos y acercó sus labios a los suyos. Fue un momento mágico para los dos, como si todos los recuerdos y las añoranzas de antaño se volvieran uno con ese beso. Las descargas eléctricas que recorrían sus cuerpos en esos momentos los hicieron estremecerse. El tiempo se detuvo y los sonidos de la multitud desaparecieron. Creyó que el pecho se le estaba inflando, por que sentía su corbata más apretada y tirante, pero al final, Ron se dio cuenta de Matthew estaba tirando de ella, con el rostro congestionado y a punto de llorar.
-Parece que tendré que ganarme su confianza.- dijo Ron al separarse de Hermione.
-Sí – asintió Hermione.- Pero creo que no te costará demasiado.
Le sonrió enormemente y Ron la abrazó por la cintura para conducirla hasta el resto de los invitados que se disponían a marcharse a la fiesta.
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Uf! Por fin, terminé... ¡¡¡Aaaayyyy!!! Hasta yo me estoy poniendo nerviosa por el desenlace... ¿me reconocieron? Espero que sí. Por si acaso, no soy la rubia atrevida que sale con Draco... jejeje.
Bueno, ahora respondo los reviews:
luny: Jejeje, no seas tan trágica... (¬¬ mira quien habla) Está bien que tengas tus preferidos y lo hagas presente, pero no seas tan mala, ¿eh? Quien habla de mala, si yo soy bastante perversa. Bueno, gracias por darme tu opinión, algo de lo que dices puede pasar... adiós, saludos, Tanina Potter.
Lil Granger: Hey, si los dos estaban más que felices en sus respectivas despedidas de soltero, jejeje ^^ Y bueno, dejé "La Ilíada" botada, leí el resumen y comencé con "La Odisea" qué, según todos mis compañeros, es mucho mejor. (Ah! sí, Helena es bastante Cho) Bueno, espero que te haya gustado este chap, pero ya se viene lo bueno. Saludos, Tanina Potter.
Lily4ever: ¿Gracias por qué? Sorry, pero soy algo olvidadiza... y bueno, tb seguiré con el programa, pero el chap de Sirius, va a salirme más largo que rollo de confort de 60 metros...^^U Saludos, Tanina Potter.
SaraMeliss: Holanda, que Talca? Yo también quiero una así, pero primero tengo que encontrar al valiente que me aguante... jejeje. Espero que te guste este capítulo. Saludos, Tanina Potter.
eRgA: Jejeje... algo grande va a pasar, pero no te puedo adelantar mucho, (sólo que se van a caer de espaldas, así que desde el capítulo 25 tienen que amarrarse a la silla) Gracias por el review, me da mucha alegría leerlos. Muchos besos y saludos, Tanina Potter.
annafreey: hola niña... pobre de Ginny, pero a Draco más le vale que se acuerde de su noviazgo (por que lo mato yo primero, y luego ustedes me matan a mí) Y hablando de matar, como que a todas les dio con el asesinato, ¿eh? Bueno, ya verán lo que pase. Saludos, Tanina Potter.
Jessica Weasley: Muy buena idea, eh, jejeje, la pondré en práctica cuando haga mi propia despedida de soltera. Y no te arranques el cabello, que pucha que cuesta cuidárselo. (¬¬ si no pregúntenme a mí, que me la paso peleando con él) Bueno, Saludos, Tanina Potter.
mione grint: Jejeje, las cosas que hace una por las amigas, son inimaginables... tus dudas serán respondidas en los próximos seis capítulos (Porque este fic termina en el capítulo 30), así que no desesperéis. ¿Subiste ya otro capítulo de tu fic, ese de los malditos celos? Si no lo has hecho... ¡¡¡QUÉ ESPERAS!!!.Saludos, Tanina Potter.
Vale: ô.Ô ¿¿¿Cómo fue eso de que te caíste de un caballo??? Cuando leí tu review casi me da un soponcio. Ten mucho cuidado y recupérate pronto. Gracias por lo del fic... y no te preocupes, que aquí está el resultado de este capítulo, para que pases tu convalecencia leyéndolo. Cuídate mucho, Tanina Potter.
Vika Riddle: Oye, si Neville ya había aparecido todo canchero en otro capítulo, jejeje... es que el pobre se merecía una vida nueva, pero en el fondo es el mismo. Bueno, un 6.4 en física esta bastante mejor, aunque a mí nunca me fue bien en esa materia, puros 2 o 3... ^^U Ahora estoy con algo de trabajo, pero esta carrera se basa básicamente (valga la redundancia) en leer, leer, leer y leer... gracias por las buenas vibras. Saludos, Tanina Potter.
Merodeadora-Chii: ¿Me has reconocido? Espero que sí... Ah! imaginen que sí estuvieron en la boda de Harry y que quedan cordialmente invitadas a la de Ron y Herm, si es que se casan. Bueno, Saludos, Tanina Potter.
Yap, es todo por hoy...
Atte, Tanina Potter.
**Miembro de las Ron4ever**
Ronnie is the best and will be the best forever...
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Capítulo 24: LO QUE MÁS QUIERO EN ESTE MUNDO.
-¡Deja de moverte un rato, por favor, Úrsula! – exclamaba Hermione mientras terminaba de peinar el largo cabello de la chica.
-Lo siento, lo siento, pero es que estoy muy nerviosa... – dijo Úrsula, mirándose en el espejo.- No todos los días me caso.
-Ojalá que eso nunca suceda – dijo Hermione con pesadumbre.- Sino, tendría que soportar tus ataques de nervios muy seguido.
-¡Ya, okey! Me calmo... – repuso Úrsula, tratando de mantener los ánimos y respirando lentamente. A pesar del intento, nada funcionaba.- ¡¡¡Aaaahhh!!! ¡¡No puedo!!
La repentina exclamación de Úrsula, hizo que Hermione se sobresaltara y dejara caer el moño que estaba tomándole mucho tiempo hacer. Con resignación, volvió a tomar el cepillo y peinó de nuevo el cabello de su amiga. Al final de todo, Hermione optó por lo más fácil en esos casos... la magia.
-¿Qué clase de peinado vas a hacerme, Herm? – preguntó Úrsula con voz preocupada.
-Uno hermoso... digno de una princesa – respondió.
Con un pequeño movimiento de su varita, Hermione hizo que el rebelde cabello de su amiga se peinara tal como ella quería. La mitad de él suelto y la otra mitad hecha trenzas en los costados y unidas en una sola en medio de su espalda, fue el resultado del hechizo. Úrsula se contempló unos momentos en el espejo y sonrió ampliamente.
-Gracias, Hermi.- dijo de pronto.- Gracias por estar conmigo en este momento tan especial.
-Para eso soy tu amiga, Úrsula, para estar contigo siempre... – terminó diciendo.
Ahora sólo faltaba calzarse el vestido y maquillarse. Hermione también debía alistarse, así que dejó la tarea de ayudar a su amiga por un momento y caminó hasta el armario para sacar su vestido de fiesta. Dejaría el negro, ya había pasado mucho tiempo para seguir llevándolo y supuso que ese sería el momento más propicio para hacerlo. Su vestido no distaba mucho del de Úrsula en belleza. Era largo y en color damasco, ceñido desde la cintura hasta debajo de los pechos, terminando en un escote en "V", atado al cuello, sin mangas. Moviendo la varita de la misma manera que lo había hecho con Úrsula, alisó su enmarañado cabello y lo dejó suelto sobre sus hombros con especial gracia. Miró entonces la cuna donde dormía Matthew. El bebé se hallaba despierto, con los ojos enormemente abiertos, atento a lo que pasaba a su alrededor.
-Hola, amor – dijo Hermione, mientras tomaba en brazos a su hijo.- Nos tenemos que vestir... ¿Quieres ir a la boda de tía Úrsula? ¿Sí?
Matthew sonreía, como asintiendo a las preguntas de su madre. Hermione lo dejó un instante en la cama y le quitó las ropas que llevaba, para vestirlo según la ocasión. Un pequeño smoking celeste, con una humita del mismo tono y zapatitos blancos. Matthew estaba contento con el nuevo atuendo que tenía y agitaba las manitos con ternura.
-¿Qué tal me veo? – Hermione volteó a ver quien había hecho esa pregunta y vio a una pelirroja despampanante parada en el umbral de la puerta. Ginny estaba vestida con un traje de dos piezas, compuesto por una falda larga y ancha de color rojo y un corsé negro atado en la espalda con cintas también rojas. Un moño alto dejaba caer su ahora largo cabello pelirrojo como en una cascada.
-Estás muy bien – dijo Hermione mirando a su amiga.
-¡Cómo me gustaría que estuviera Draco aquí! – exclamó Ginny dejándose caer pesadamente en la cama.- Recibí una nota de él esta mañana, dice que ha llegado bien, pero que estará muy ocupado durante toda esta semana con lo del Wizengamot.
-No te preocupes, Ginny, sabes que el viaje de Draco es por el bien de los dos – la animó Hermione.
-Sí, pero no sabes cuánto lo echo de menos – dijo Ginny mirando al techo de la habitación. - ¡Uf! Esto de los matrimonios es lo más estresante que he visto... imagínate que ni siquiera soy la novia, y estoy completamente nerviosa.
-¡Me has leído el pensamiento! – exclamó Úrsula al salir del baño. Estaba ya vestida y maquillada y se había colocado una pequeña corona de flores en el pelo.- Yo ya no tengo uñas de tanto comérmelas.
-No se alarmen tanto – las calmó Hermione.- ¡No es para tanto!
-¡Claro, como tú nunca estuviste enamorada de Kr...! – Úrsula no alcanzó a terminar la frase, cuando se dio cuenta que acababa de meter la pata.- Eeehh... no quise decir nada, Herm, en serio.
-Te entiendo – dijo Hermione volviendo su atención a Matthew. Luego cambió bruscamente de tema.- ¿Quién te va a llevar a la iglesia?
-Eeehh... se supone que Ron lo haría – respondió Úrsula, aún avergonzada por el pequeño traspié.
-¿Ron? – preguntó Ginny con un tono de incredulidad.- Espero que no se pierda...
-No creo, según él, dijo que conocía la iglesia. – repuso Úrsula.- Pero más le vale... por que si no me lleva hasta allá, el golpe que le voy a dar no lo va a dejar bueno.
-¿Qué te dije, Hermione? – preguntó Ginny.- El matrimonio estresa a las personas.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
-¿Y si me quedo en blanco? ¿Y si me pongo a tartamudear? ¿Y si me tropiezo al salir y voto a Úrsula? – preguntaba Harry caminando frenéticamente de un lado a otro, mientras Ron terminaba de vestirse.
-¿Podrías calmarte un minuto? Me estás exasperando – dijo Ron en un tono cansado.- Pareces más la novia que el novio...
-No es gracioso, Ron – dijo Harry tajantemente.- Esto es demasiado importante y tiene que salir bien.
-Sí, ya lo sé... pero si no te quedas quieto, te quedarás sin suela en los zapatos – declaró Ron arreglándose la corbata.- ¿Estás listo?
-¿Listo para qué?
-¬¬ ...para poner un huevo... – dijo Ron con sarcasmo.- ¿Para qué va a ser? Para irnos a la iglesia.
-Ah, sí, sí, creo... – se miró de nuevo en el espejo y trató en vano de alisar sus rebeldes cabellos.- ¿Está derecha mi corbata?
-Sí, muy derecha – asintió Ron observando el aspecto de su amigo.
-Muy bien... – dijo Harry después de arreglar sus ropas.- Deséame suerte, amigo.
-Mucha suerte – dijo Ron.
Tomaron el auto de Harry y se dirigieron rápidamente a la Iglesia. Allí los esperaban sus amigos y familiares. La primera en recibir al novio fue la señora Weasley, quien con los ojos llorosos, apretujó a Harry con sus fuertes y regordetes brazos y le deseó muchas felicidades. También estaban los gemelos, conversando animadamente con Lee Jordan, quien le dio la mano a Harry y lo felicitó. Neville Longbottom estaba más al fondo de la Iglesia, casi al llegar al altar, con Hannah Abbot, quien lo saludó muy afectuosamente cuando pasó junto a ellos. Un hombre de casi cuarenta años, pero demostrando más, salió de entre los invitados y abrazó a Harry fraternalmente.
-De seguro tu padrino estaría muy orgulloso de verte aquí.- le dijo.
-Lo sé, profesor Lupin – respondió Harry.- Y sé que está conmigo en este momento.
Remus se quedó en su sitio, viendo como Harry avanzaba hasta el altar, para esperar a Úrsula. Mientras tanto, Ron había ido por ella hasta la casa de Hermione. Cuando llegó a la casa, encontró a la joven y a Ginny en el living, junto a Matthew. Ron no pudo dejar de mirar lo hermosa que se veía con su vestido damasco y su pelo liso y castaño sobre sus hombros.
-¿Está lista? - preguntó cuando apareció en la entrada.
-Creo que sí – respondió Hermione.- ¡Úrsula! ¡Ron ha venido por ti!
Apenas terminó de decir aquella frase, se abrió la puerta del dormitorio y apareció Úrsula en el umbral. Con una sonrisa un poco nerviosa, tomó las faldas de su vestido y avanzó hasta Ron.
-Ya estoy lista – dijo.
-Pues bien... vámonos – le dijo Ron.- Harry se va a caer de espaldas cuando te vea.- luego se dirigió a las chicas.- Ustedes, ¿cómo se van a ir a la iglesia?
-Nos apareceremos por allá – respondió Ginny.
-¿y Matthew? – se extrañó Ron.- Él es muy pequeño para aparecerse.
-El ministerio le ha dado permiso siempre y cuando esté conmigo... si yo me aparezco, él también lo hará – explicó Hermione.- Algo así como un hechizo compartido.
-Okey – dijo Ron.- Las espero allá.
Y salió junto a Úrsula para llevarla en el coche de Harry hacia la iglesia.
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-¿Sophie? ¿Estás aquí? – la gruesa voz de Charlie se esparció por la casa.- ¿Sophie, llegaste?
-¡Aquí estoy! – se escuchó la voz de Sophie desde el dormitorio. Charlie se dirigió hasta el lugar y encontró a la chica sentada en la cama con un pergamino en las manos.- ¿Cómo estás, Charlie?
-Muy bien, algo cansado, pero... – miró el papel que llevaba Sophie.- ¿Qué es eso?
-¿Esto? – preguntó señalando el pergamino.- Ah, es lo que me escribió una adivina...
-¿Una adivina? – preguntó Charlie con incredulidad.
-Sí – respondió Sophie con una gran sonrisa.- Me dijo que mi bebé sería niña...
-¿Niña? – esta vez la cara de Charlie también se ilumino.- ¡¡Es fantástico, Sophie!! ¡Genial!
-Fantástico, ¿verdad? Ron también se va a poner contento cuando la vea en mis brazos, cuando vea a su hijita... – agregó Sophie.- Estoy tan feliz que incluso he pensado algunos nombres para ella.
-Si que estás ansiosa, ¿eh? – dijo Charlie.- ¿Y en cuales has pensado?
-Pues, pensé en el nombre de mi hermana Michelle y también en Lilibeth... lo encuentro bastante lindo – opinó Sophie con nostalgia.- Sí, creo que le pondré Lilibeth.- bajó la mirada a su vientre y apoyó la mano en él.- Ya tienes nombre bebé... un bonito nombre.
-Es realmente hermoso –opinó también Charlie.- tan lindo como su mamá...
Sophie se sonrojó enormemente ante el comentario de Charlie y levantó la cabeza lentamente, sólo para decir "gracias".
-Eeehh... ¿quieres que te prepare la cena? – preguntó después de unos segundos.
-Está bien – asintió Charlie.- Tengo tanta hambre que sería capaz de comerme un dragón entero.
-Muy bien – dijo Sophie levantándose de la cama.- Entonces te prepararé un gran banquete.
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"Querida Ginny: ¿Cómo estás, amor? No sabes cuánto te he extrañado. Me haces mucha falta. Las cosas aquí en Francia, van muy bien. Ya me han asignado a un tutor para que me explique todo el funcionamiento del Wizengamot aquí y en Inglaterra.
Me estoy quedando en el "Hotel Louvre" por si deseas mandarme cartas con más exactitud. Es un hotel compartido, muggles y magos. Aún no me acostumbro a vivir con muggles, pero los que me ha tocado conocer –el botones, la camarera y el limpia vidrios- son muy amables. Obviamente que todos los muggles creen que nosotros también somos de ellos. Mándales mis felicitaciones a Potter y a Úrsula, por su matrimonio. Pídeles que me perdonen por no estar ahí, pero les daré un buen abrazo cuando vuelvan. Te amo mucho, mi linda pelirroja. Cuídate.
Draco"
Al terminar de escribir, dobló el papel en cuatro y lo ató a la pata de la lechuza mensajera que había alquilado para la ocasión. En cuánto el pájaro hubo salido de la habitación por la ventana, Draco bajó hacia el hall del hotel con prisa. Tenía una cita con su nuevo tutor, así que debía llegar a tiempo para causar una buena impresión. Caminó por las calles de Paris a grandes zancadas, con su abrigo negro levantándose en la parte de atrás a causa del viento y mirando constantemente el reloj. Lo habían citado en "La Rue Hautes montagnes 637"
-Tiene que estar por acá – dijo Draco mirando los nombres de las calles en los edificios. Todos tenían nombres parecidos, como "belles fleurs", "rivière puissante", etc. Un cartel sobre un enorme edificio negruzco le indicaba que había llegado a "hautes montagnes", así que dirigió sus pasos por la calle lateral.
Al llegar al 637, subió las escaleras de una vieja casa que parecía a punto de derrumbarse y entró al recibidor. El aspecto que la casa daba por fuera, era increíblemente distinto al que había adentro. Un enorme salón con cientos de sillas en los costados y dos mostradores en donde se leía "Réception". Draco se dirigió a uno de ellos, atendido por un hombre canoso de aspecto fatigado.
-Bonjour Monsieur – saludó Draco.- Je suis Draco Malfoy. Ils m'ont dit qu'aujourd'hui je connaîtrais mon nouveau professeur du Ministère de Magie. (trad. : Soy Draco Malfoy. Me dijeron que hoy conocería a mi nuevo tutor del Ministerio de Magia)
-Oh, oui Monsieur – respondió el hombre.- Vous attendez un moment.- Buscó entre los papeles que tenía a un lado y luego exclamó:- Ah, oui, ici c'est vous. Leur nouveau professeur l'attend dans la pièce 214, couloir 3, à droite. (trad. : Ah, sí, aquí está usted. Su nuevo tutor lo espera en la sala 214, pasillo 3, a la derecha)
-Merci, Monsieur.- dijo Draco.
Rápidamente caminó hasta el lugar indicado y golpeó la puerta que decía "214". Un amable "passez-vous" se escuchó desde adentro, y Draco hizo caso, abriendo la puerta. La verdad es que lo primero que se imaginó cuando le dijeron que tendría un nuevo tutor, fue a un hombre robusto, de gran bigote y mal genio o una vieja histérica, de enormes lentes cuadrados, llena de joyería barata; pero aquello no estaba en sus planes. Una despampanante mujer, de cabellos rubios y perfectamente enrulados, largas piernas y enormes uñas rojas, vestida con una pequeña minifalda negra y una apretada chaquetita del mismo color, estaba sentada sobre el escritorio, con las piernas cruzadas y una sonrisa seductora.
-Bonjour, Señog Malfoy – saludó la mujer. Se puso de pie en ese momento y caminó hasta Draco para alcanzarle su mano.- Mi nombge es Constance Bonacieux y segé su nueva tutoga pog encago del ministegio...
-Buenos días, señorita Bonacieux – dijo Draco algo inquieto.- Un placer conocerla.
-El placeg es mío, señog Malfoy – dijo la mujer en tono suave.- Le asegugo que el placeg es mío.
Sonrió tentadoramente, al tiempo que Draco lo hacía de manera nerviosa. Algo le estaba diciendo que aquella mujer era de cuidado, pero... ¿Qué maldad se escondía detrás de tan bella imagen?
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-Estamos reunidos aquí... – comenzó diciendo el sacerdote.-... para celebrar la unión en santo matrimonio de Harry y Úrsula...
El ambiente en la Iglesia era de total paz y armonía. Todos estaban felices y expectantes por aquel acontecimiento, hasta que el mismo sacerdote hizo un alto en su misa y habló al resto de los presentes.
-El señor Harry Potter aquí presente, me ha pedido que le dedique un minuto para que él pueda regalarle un momento feliz a su novia, Úrsula.- dijo el sacerdote, dejando a todos con una enorme cara de pregunta.- Quiero dejar con ustedes a la señorita Eleanor Wood y su banda, para cantarles una bella canción.
Todos voltearon sus caras en ese instante para mirar en la dirección que les indicaba el cura, y vieron junto a los altares de la virgen María, a una chica de tez clara, ondulado pelo y dulce sonrisa, junto a tres chicos muy parecidos entre sí, que tenían a su cargo una batería, y dos guitarras electro-acústicas.
-Esto es un regalo para ti, Úrsula – dijo Eleanor en el micrófono.- De tu vieja amiga y de tu gran amor, Harry.
-Eleanor... – murmuró Úrsula, sonriendo. La chica había sido su amiga de infancia en Sudamérica, por lo que le sorprendió verla ahí, tras tantos años.
-A todos los presentes, gracias por acompañar a mi amiga en este día tan importante – terminó diciendo Eleanor y su banda comenzó a tocar una suave y romántica melodía.
"Eres lo que más quiero en este mundo, eso eres, Mi pensamiento más profundo, también eres, tan sólo dime lo que hago, aquí me tienes."
"Eres cuando despierto lo primero, eso eres, lo que a mi vida le hace falta si no vienes, lo único, preciosa, que mi mente habita hoy."
Úrsula miró amorosamente a Harry, quien le tomaba las manos con ternura. Por otro lado, Ron escuchaba la canción junto a Hermione, quien no podía dejar de sonrojarse con la letra. En un breve instante, el pelirrojo chico imitó a su amigo en el altar y rozó suavemente la mano de su compañera, para apretarla decididamente con la suya.
"Qué más puedo decirte, tal vez puedo mentirte sin razón pero lo que hoy siento es que sin ti estoy muerto, pues eres lo que más quiero en este mundo, eso eres."
"Eres el tiempo que comparto, eso eres, lo que la gente promete cuando se quiere mi salvación, mi esperanza y mi fe."
También Neville y Hannah, sentados más atrás, podían demostrar que pasaba algo entre ellos, algo que florecía más con la canción. La señora Weasley y su hija Ginny se abrazaban mutuamente, mientras dejaban caer unos lagrimones de emoción por sus mejillas.
"Soy el que quererte quiere como nadie soy, el que te llevaría el sustento día a día, el que por ti daría la vida, ese soy."
"Aquí estoy a tu lado y espero aquí sentado hasta el final. No te has imaginado lo que por ti he esperado pues eres lo que yo amo en este mundo, eso eres, cada minuto en lo que pienso, eso eres, lo que más cuido en este mundo, eso eres."
Terminada la canción, Eleanor dejó el micrófono y caminó hacia Úrsula, abrazándola fuertemente y felicitándola con ganas.
-Luly, amiga mía – dijo Eleanor al felicitarla.
-Gracias por estar aquí, Eli – dijo Úrsula con alegría.
Eleanor también abrazó a Harry y luego volvió a sus asientos, junto a los integrantes de su banda. Entonces el cura continuó la misa.
-Úrsula Ami Broderik, ¿aceptas por esposo a Harry James Potter para amarlo y respetarlo toda tu vida, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe?
-Acepto. – dijo Úrsula.
-Harry James Potter, ¿aceptas por esposa a Ursula Ami Broderik para amarla y respetarla toda tu vida, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe?
-Sí, acepto – contestó Harry.
-Entonces – prosiguió el cura.- Que lo que ha unido Dios no lo separe el hombre... – se dirigió a los padrinos de la boda, que eran Ron y Hermione – los anillos, por favor.
Ron, un poco nervioso, llegó hasta el altar con la caja de los anillos y se los entregó al sacerdote. Este último se los dio a Harry y Úrsula quienes se los colocaron uno a cada uno. (N/A: Ustedes saben que sigue después de eso... pero no me sé todo el discurso)... (N/A: Y mi mamá tampoco lo recuerda)
-Para finalizar – siguió el sacerdote.- Harry, puedes besar a la novia.
Acercando suavemente el rostro de Úrsula hacia el suyo, Harry besó los labios de su mujer, mientras el resto de la concurrencia explotaba en vítores y aplausos. Se pusieron de pie y caminaron hacia la salida de la Iglesia, agasajados por los abrazos y las felicitaciones de sus amigos. Fred y George, sin importarles lo que vieran las gentes muggles del lugar, sacaron arroz y confetis de sus varitas y llenaron de serpentinas a los invitados. El mini-cooper de Harry los esperaba afuera adornado con cintas y rosas blancas y fue en él, en donde los novios se arrancaron con destino desconocido, dejando a los invitados felices y a la vez sorprendidos en la puerta de la Iglesia.
-¿Serás mi pareja en el baile de esta noche, Herm? - preguntó Ron cuando salían hacia la fiesta.
-Hace tanto tiempo que esperaba esa invitación.- dijo Hermione sonrojándose.- Claro que sí, Ron, seré tu pareja... y no sólo de baile.
Ron se quedó atónito ante aquellas palabras, mientras la chica mecía en sus brazos a su hijo Matthew. Entonces se decidió a dar el paso. Acercándose a ella lentamente, tomó su rostro entre sus manos y acercó sus labios a los suyos. Fue un momento mágico para los dos, como si todos los recuerdos y las añoranzas de antaño se volvieran uno con ese beso. Las descargas eléctricas que recorrían sus cuerpos en esos momentos los hicieron estremecerse. El tiempo se detuvo y los sonidos de la multitud desaparecieron. Creyó que el pecho se le estaba inflando, por que sentía su corbata más apretada y tirante, pero al final, Ron se dio cuenta de Matthew estaba tirando de ella, con el rostro congestionado y a punto de llorar.
-Parece que tendré que ganarme su confianza.- dijo Ron al separarse de Hermione.
-Sí – asintió Hermione.- Pero creo que no te costará demasiado.
Le sonrió enormemente y Ron la abrazó por la cintura para conducirla hasta el resto de los invitados que se disponían a marcharse a la fiesta.
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Uf! Por fin, terminé... ¡¡¡Aaaayyyy!!! Hasta yo me estoy poniendo nerviosa por el desenlace... ¿me reconocieron? Espero que sí. Por si acaso, no soy la rubia atrevida que sale con Draco... jejeje.
Bueno, ahora respondo los reviews:
luny: Jejeje, no seas tan trágica... (¬¬ mira quien habla) Está bien que tengas tus preferidos y lo hagas presente, pero no seas tan mala, ¿eh? Quien habla de mala, si yo soy bastante perversa. Bueno, gracias por darme tu opinión, algo de lo que dices puede pasar... adiós, saludos, Tanina Potter.
Lil Granger: Hey, si los dos estaban más que felices en sus respectivas despedidas de soltero, jejeje ^^ Y bueno, dejé "La Ilíada" botada, leí el resumen y comencé con "La Odisea" qué, según todos mis compañeros, es mucho mejor. (Ah! sí, Helena es bastante Cho) Bueno, espero que te haya gustado este chap, pero ya se viene lo bueno. Saludos, Tanina Potter.
Lily4ever: ¿Gracias por qué? Sorry, pero soy algo olvidadiza... y bueno, tb seguiré con el programa, pero el chap de Sirius, va a salirme más largo que rollo de confort de 60 metros...^^U Saludos, Tanina Potter.
SaraMeliss: Holanda, que Talca? Yo también quiero una así, pero primero tengo que encontrar al valiente que me aguante... jejeje. Espero que te guste este capítulo. Saludos, Tanina Potter.
eRgA: Jejeje... algo grande va a pasar, pero no te puedo adelantar mucho, (sólo que se van a caer de espaldas, así que desde el capítulo 25 tienen que amarrarse a la silla) Gracias por el review, me da mucha alegría leerlos. Muchos besos y saludos, Tanina Potter.
annafreey: hola niña... pobre de Ginny, pero a Draco más le vale que se acuerde de su noviazgo (por que lo mato yo primero, y luego ustedes me matan a mí) Y hablando de matar, como que a todas les dio con el asesinato, ¿eh? Bueno, ya verán lo que pase. Saludos, Tanina Potter.
Jessica Weasley: Muy buena idea, eh, jejeje, la pondré en práctica cuando haga mi propia despedida de soltera. Y no te arranques el cabello, que pucha que cuesta cuidárselo. (¬¬ si no pregúntenme a mí, que me la paso peleando con él) Bueno, Saludos, Tanina Potter.
mione grint: Jejeje, las cosas que hace una por las amigas, son inimaginables... tus dudas serán respondidas en los próximos seis capítulos (Porque este fic termina en el capítulo 30), así que no desesperéis. ¿Subiste ya otro capítulo de tu fic, ese de los malditos celos? Si no lo has hecho... ¡¡¡QUÉ ESPERAS!!!.Saludos, Tanina Potter.
Vale: ô.Ô ¿¿¿Cómo fue eso de que te caíste de un caballo??? Cuando leí tu review casi me da un soponcio. Ten mucho cuidado y recupérate pronto. Gracias por lo del fic... y no te preocupes, que aquí está el resultado de este capítulo, para que pases tu convalecencia leyéndolo. Cuídate mucho, Tanina Potter.
Vika Riddle: Oye, si Neville ya había aparecido todo canchero en otro capítulo, jejeje... es que el pobre se merecía una vida nueva, pero en el fondo es el mismo. Bueno, un 6.4 en física esta bastante mejor, aunque a mí nunca me fue bien en esa materia, puros 2 o 3... ^^U Ahora estoy con algo de trabajo, pero esta carrera se basa básicamente (valga la redundancia) en leer, leer, leer y leer... gracias por las buenas vibras. Saludos, Tanina Potter.
Merodeadora-Chii: ¿Me has reconocido? Espero que sí... Ah! imaginen que sí estuvieron en la boda de Harry y que quedan cordialmente invitadas a la de Ron y Herm, si es que se casan. Bueno, Saludos, Tanina Potter.
Yap, es todo por hoy...
Atte, Tanina Potter.
**Miembro de las Ron4ever**
Ronnie is the best and will be the best forever...
