Capítulo 13 Contra ataque.
Estaba el rey Thandruil, con sus hijos en el comedor esperando a Luna, a Haldir y a Guillian pues Luna le envió un mensaje al rey diciéndole que deseaba ser atendida por su doncella personal. Haldir le preguntó a su esposa:
"Amor, ¿por que cambiaste de parecer en cuanto a la servidumbre del rey? ¿No se sentirá ofendido?" Luna le comentó sus planes sobre Guillian y Legolas y decidido sonrió para si mismo y dijo: "Ya es tiempo de que ese viejo elfo se enamore, será un golpe para su ego y creeme amor que será toda una delicia verlo caer, ver su orgullo lastimado". Haldir había llegado temprano, se dio un baño ayudado por su mujer, de ahí pasaron a la alcoba y le amó por cada segundo que el estuvo fuera.
Mientras bajaban al comedor. El rey se preguntaba con sus hijos, si ellos sabían el por que del cambio de desición de Elbereth en llevar a su doncella para que se le atendiese. Legolas pasó saliva. Temió que Guillian hubiera hablado con su señora y todo se iba a descubrir. Con la consabida reprimenda de su señor padre. Pero no podía adelantar nada. Hasta no haber pasado un tiempo mas.
Por fin hicieron su entrada Luna tomada del brazo de Haldir, y detrás de ellos, Guillian ricamente ataviada, con un vestido largo, escotado color verde, con unos zarcillos de acerina, con esmeralda que le hacían juego a sus ojos y vestido. Luna tomó asiento en el mismo lugar que en la mañana, junto a su marido. Legolas se quedó pasmado, de pie en su lugar. No podía creer lo que sus ojos veían, una incitante y bella Guillian. Le miraba con ojos entornados Legolas sintió que su alma era traspasada por ésa elfa imponente. El rey le dijo a continuación. "Legolas, ¿que esperas para sentarte por favor? Toma asiento hijo mío". Legolas no podía quitarle los ojos de encima. Esa elfa, llegó y le bateó con su belleza. Jamás le vió asi. Entonces el servicio entró y Guillian eficientemente se paró detrás de su ama, esperando que el servicio se acercara. Ella misma le sirvió y depositó el plato en la mesa. Legolas estaba justo enfrente de Luna. Al depositar el plato de su ama, Guillian se agachó levemente para mostrar un poco de sus pechos a Legolas. Luego alzó su mirada hacia el y puso todo su corazón en sus ojos. Legolas sintió que algo le corría por una sien. Era una pequeña gota de sudor. Guillian le tenía al borde de la desesperación, una mirada mas como esa y no podría contenerse mas y tendría que retirarse intempestivamente. Estaban charlando de lo mas tranquilo, cuando un guardia anunció la llegada de Elladan, hijo de Elrond. El rey se sorprendió y asustado pues pensaba que algo pasaba en Rivendell, se dirigió hacia Elladan que ya venía en camino hacia la mesa y saludó al rey con una reverencia.
"Mi señor, mi padre te envía saludos. Me ha enviado para ayudar a el combate contra la resistencia de Mirkwood. En lo que sea necesario, cuente con mi arco y mis armas"
"Te lo agradezco Elladan, Imladris siempre se ha caracterizado por su bondad y ayuda hacia sus pueblos hermanos. Y acepto tu ayuda pues dos manos y un arco extra, siempre son bienvenidos. Acepta nuestra hospitalidad y comparte nuestros alimentos en nuestra mesa por favor"
"Acepto tu ofrecimiento mi señor de Bosque Verde."
Diciendo esto, Elladan buscó asiento y Guillian presta se apresuró a servirle a su antiguo señor. Elladan miró a Guillian admirando su belleza pues el tiempo en que estuvo en Rivendell jamás la vió asi. Lucía tan bella. Legolas vió la mirada que le dirigía Elladan a Guillian y sus mejillas se tornaron rojas de cólera. Tenía que disimular.
"Elladan, te agradezco tu ayuda pero entre la guardia de mi padre y la ayuda del capitán Haldir, experto en armas y guerrero de profesión al 100 por ciento, todo está bajo control" dijo Legolas, sintiendo gran animosidad contra Elladan. Así que este es el elfo que molesta a Guillian. Y claro ella seguramente le coquetea. Hay que ver como vino hoy a la mesa. Quizás ella sabía que él vendría. No los dejaría encontrarse por las noches. Si es posible, retendría a Elladan lo más posible.
"Elladan, quisiera charlar contigo a solas cuando termine la cena si es posible, se que vienes cansado del viaje pero en verdad es urgente lo que tengo que hablar contigo" dijo Legolas.
Nadie escuchó esto, pues cada quién estaba enfrascado en su propio tema en parejas. El rey con Haldir, la hermana de Legolas con Luna. Aunque Luna se precató lo bastante de las reacciones de Legolas. Sonrió para si misma. Con la llegada de Elladan, todo le favorecía a Guillian. "Sí príncipe Legolas, con sumo placer acudiré a sus habitaciones" dijo Elladan. "No será necesario, yo iré a las tuyas. Vienes cansado del viaje, tampoco deseo importunarte tanto".
Y así quedó el acuerdo.
Ya en las habitaciones de Elladan, la puerta sonó suavemente y Elladan acudió a abrir y estaba Legolas en el umbral. "Adelante Príncipe Legolas, por favor".
Tomaron una copa del mejor vino de Mirkwood y charlaron sobre esto y aquello.
Mientras Guillian terminaba de levantar los utensilios de la cena, para retirarse. Pero no deseaba irse a sus habitaciones, no tenía sueño. Se dirigió al mismo jardín en dónde anoche había platicado con Aratan la noche anterior. Estaba sentada mirando a Isilme que fulgía clara y brillante.
Legolas se retiró de la habitación de Elladan hasta que vió que Elladan se caía de sueño, sonrió satisfecho. Así al menos esa noche podría dormir tranquilo pensando que Guillian no se entrevistaría con el. "Bueno, amigo, me retiro, estás demasiado cansado. Y necesitas descansar pues mañana comenzarán las batidas en todos los alrededores de Mirkwood." "Hasta mañana príncipe Legolas". Dijo Elladan. Legolas salió de la habitación, se dirigió a el mismo jardincillo dónde anoche Guillian estaba con Aratan, pensando en Guillian, no sabía lo que le pasaba, pero se sentía confuso. No quería que nadie le mirase. ¿Por que ella lo hacía sentir así? Venía caminando cuando su percepción le avisó de un peligro. Se puso al acecho. Entonces sintió un golpe en la nuca y la oscuridad vino hacia él.
"Mi amor, Legolas, despierta amado mío, disculpame, por favor, no me dejes, te amo, aunque no estemos juntos amor mío"... Era una voz femenina la que escuchaba Legolas en la oscuridad. Quería desesperadamente abrir los ojos y ver el rostro de la dueña de la voz, pues se sentía tanto amor hacia él. ¿Quién era esa mujer que le amaba así? El no sabía de alguna elfa le amase así, y si era cierto, ¿por que escondía ese amor? Al ir abriendo poco a poco sus ojos y aclarar su visión, miró a Guillian que buscaba como hacer una venda de su propio vestido, desgarrándolo, sus piernas lucían a la vista de Legolas. Estaban espléndidas. Cómo dos juncos, izados, de carnes blancas y firmes, luego subió su vista, y vió sus pechos, que amenazaban con salir del peto del vestido. Se veían imponentes. Si tan solo pudiera tocarlos..... Desvió su vista y vió un palo al lado, tirandolo, entonces comprendió lo que había pasado. Ella lo golpeó, ahora vería, se la pagaría. Le jugaría una broma. Se haría el inconsciente. Se divertiría a sus espaldas. Mujer inconsciente, que tal si lo mataba. Se recostó otra vez y cerró los ojos. Y muy a tiempo, pues Guillian volteó a ver su rostro y se preocupó de ver que la sangre del príncipe seguía saliendo de su cabeza, manchando sus cabellos. "Legolas....... espera, te taponaré la herida........ " Tomó su cabeza y empezó a vendarsela, cuando terminó, miró su rostro en sus manos y le tenía tan cerca, esa boca, roja, besable...si al menos ella se atreviera. Nadie estaba ahí, solo ellos dos. Fue aproximándose hacia ese rostro amado. Le besó suavemente saboreando sus labios, inertes y fríos. Pensó que sería todo lo que tuviese de él y dos lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas, pasando a las de Legolas y él estaba impresionado, por lo que estaba haciendo Guillian, pero al sentir ese líquido salobre sobre sus mejillas y luego penetraron por su comisura y lo probó. Eran lágrimas. El no lloraba, solo el dolor de cabeza le mordía sus sienes pero si el no lloraba, entonces era ella. Pero ¿por qué lloraba? ¿Acaso ella era la que le amaba? No, eso tenía que ser imposible. Casi no se habían frecuentado. Pero por los Valares, esos labios sabían a néctar de dioses, no podía permanecer incólume, entonces empezó a responderle a Guillian. Guillian se sorprendió pero no quiso soltarlo, quería alargar mas tiempo ese momento de gloria para ella. Legolas descubría suavemente toda la boca de Guillian comprobando las mieles del amor, lo que ella podía ofrecerle, su respiración se entrecortaba, se agitaba, necesitaba aire pero no quería parar. Guillian comenzó a jadear, sus manos se movían por la nuca de Legolas y su pecho, Legolas también necesitaba mover sus manos. Depositó una mano, sobre su pecho y otra sobre el cuello de Guillian. Entonces Legolas giró a como le dejó su cabeza lastimada y la recostó sobre la hierba, y empezó a besar su cuello mientras sus manos viajaban por un pecho y por la pierna de Guillian, ella no podía creer lo que estaba pasando, Legolas le haría el amor. Se sentía feliz, en el máximo cielo, Legolas le murmuraba palabras en otro idioma que ella no entendía. Era Inglés, el idioma del mundo de afuera. Pero sentía tanta ternura en ellas que pensó que serían bellas. Ella sintió como la parte inferior de Legolas empezaba a responder, sentía esa gran presión queriendo escapar de su prisión. Fuerte, potente, y ella le tocó tímidamente, provocando que Legolas gimiera de placer y arqueara su espalda como buscando algo invisible. Entonces le comenzó a hablar en élfico. "Guillian, no sabes como te deseo"........... Guillian se desconcertó. Me desea.........nunca dijo que me amaba. Las lágrimas atenazaban con salir como cascada de sus ojos. Se levantó y miró a Legolas con una tristeza inmensa y le dejó ahí tirado, gimiendo de deseo, desconcertado. "¿Guillian?¿A donde vas? Guillian, te estoy hablando, no me dejes así. Guilliaaaaaaaaaannnnnnnnnn.". Esa mujer, ¿por que le hacía eso? ¿Por que lo dejaba temblando de pasión? Ya le haría pagar caro su atrevimiento ¿pero entonces por que le dejó si ella lloraba así por el? ¿Por qué? Legolas sentía que la cabeza le explotaría pues le punzaba y además la pasión insatisfecha le provocaba un dolor en el bajo vientre. Tenía que calmarse primero. Cuándo ya su parte noble comenzaba a bajar su intensidad, pudo pedir ayuda. Se quiso levantar pero un gran mareo le conmocionaba. No ataba a levantarse. Gritó a los guardias pero nadie le podía ayudar. No le escuchaban y la venda que había puesto Guillian ya se sentía mojada. Seguro se estaba desangrando. "Auxilio........guardias.............a mí" Pero no le escuchaban. Trató de hacer un último esfuerzo y gritó con toda su alma. "Guardiaaaaaaaaasssssssssss" y sintió que se desvanecía. Ya no supo mas de si. Una oscuridad le embargaba.
A las dos horas de haberse acostado, Luna y Haldir escucharon movimientos y gritos en palacio. La princesa lloraba con lamentos muy fuertes. Algo pasaba. Se miraron y rápido decidieron salir a ver que sucedía, se pusieron sus batas y salieron al pasillo. Todo era un corre y corre. Sollozos por parte de las mucamas.
"¿Qué pasa?" Le preguntó Haldir a una mucama que pasaba por allí llorando.
"Mi señor, el príncipe Legolas ha sido herido y está muy grave" "¿Qué?" Haldir y Luna no podían creerlo. "¿Pero que sucedió con el príncipe mujer?" "Lo encontraron golpeado en la nuca y desangrándose, con la túnica abierta"
Luna y Haldir se encaminaron hacia las habitaciones de Legolas. Ya estaba allí el rey, Elladan, los hermanos de Legolas y en la cama, yacía Legolas. Más pálido que de costumbre.
Unos lloraban, otros gritaban. El rey daba órdenes a la guardia, que enviaran por el sanador. Si no se daban prisa, perderían a Legolas. Entonces Luna se fijó en la cabeza de Legolas, aún tenía un vendaje extraño en la cabeza, le examinó y vió que era parte del vestido de Guillian. Meneó su cabeza y no supo que pasaba. En eso entró Guillian muy pálida con su bata de noche. Al mirar a Legolas, rápidamente llegó a su lado, llorando, por su amor, por su príncipe.
Entonces Luna, antes de que Guillian se pusiera en evidencia, sacó a los sirvientes, a la guardia, solo quedaron los miembros de la familia, y Haldir junto con Guillian que no quería despegarse de Legolas. También estaba Elladan. Entonces Luna le dijo a Elladan que detuviese a Guillian, entonces entre Haldir y Elladan la despegaron de la cama de Legolas, contra su voluntad pues ella lloraba. Entonces Luna, le quitó el vendaje y lo puso a un lado. Pidió agua y lienzos limpios. Limpió la herida de su amigo y llorando volteó a ver al rey. Por favor, todos juntos necesito de su ayuda, pidan a los valares por el, que le den la salud necesaria. Necesito todos sus espíritus y su energía para el. Todos hicieron lo que Luna les decía, se subió las mangas de la bata. Entonces una luz extraña de color plateado como la luz de la Luna empezó a salir de Luna, un resplandor. Cerró sus ojos y empezó a hablar otra vez en élfico antiguo, puso sus manos sobre la cabeza de Legolas, con exactitud sobre la herida. Una extraña luz empezó a brotar de las manos de Luna. Todos estaban estupefactos pues no sabían lo que pasaba, Luna comenzó a hablarle a Legolas en sus orejas. Mientras sus manos seguían sobre la herida. La sangre que había manado y escurrido por las manos de Luna, y caía hacia el piso se convertían en pétalos de flores con un dulce aroma. Todos estaban maravillados. De pronto esa luz que entraba a Legolas por medio de las manos de Luna le fueron recorriendo todo el cuerpo de Legolas hasta sus pies. Siguió esto por dos minutos y de pronto Luna se sintió desfallecer y sintió que se desmayaría. Trató de asirse de algo, pero Haldir, presto, corrió a detenerla y la sentó en un sillón que había ahí cerca. Luna estaba desmayada. Haldir se atemorizó por ella pero vió que ella respiraba normalmente y que solo estaba desmayada. "Pronto, traigan alcohol o sales." Dijo Haldir. Pronto llegó una doncella y le pasó las sales. Luna comenzó a abrir sus ojos. "Mph......... Legolas.....Haldir........." "Shhhh silencio amor, el esta bien.". "No, ayúdame a llegar a su cama" "Pero......." "Obedece Haldir" Y el le ayudó a llegar con Legolas. Luna le miró y una paz inundaba su rostro, sonreía apenas. Miró su herida y estaba cerrada y curada. Le miró su respiración
"Rey Thranduil, su hijo está bién. Solo duerme el sueño de los justos. Déjelo dormir hasta mañana." "Gracias mi reina y señora" decía el rey hincándose ante Luna. Luna pidió ayuda con los ojos a Haldir. El rápido ayudó al hombre a levantarse. "No rey, ha sido un placer atender a el príncipe." "Es mi amigo y le estimo mucho". "Este reino no olvidará nunca esto, y todo el reino estará a sus pies, reina Elbereth"
Haldir llevó en brazos a Luna hacia su recámara. Luna le dijo a Guillian. "Sígueme Guillian, necesito hablar contigo y es urgente"
Haldir miró preocupado a Luna. ¿Podría su amada resistir tanto?
Al estar instalada Luna en el lecho, se dispuso a hablar con Guillian.
"Bueno, Guillian, cuentame que sucedió. ¿Si amas a Legolas, por que le has dejado tirado?"
Guillian le contestó a Luna todas sus respuestas. Satisfizo todas las dudas de su señora y le dijo que ella aceptará cualquier castigo que mereciera por poner en peligro la vida del príncipe. Luna le dijo que bastante castigo sería el saber que ella casi mata a su amado. Luna, le dijo que no volviera a hacerlo, habló con ella y la dejó calmada. La envió a descansar. Guillian se retiró agradeciendo a su ama.
Entonces Haldir, mirando desde la puerta a su amada, se veía cansada. Estaba recostada pero se miraba agotada. No podía creer lo que había visto. Y eso que el ya había visto suficientes maravillas de Luna. Al despertar, no miró a Luna en el lecho. No sabía que pasaba pero últimamente sus capacidades de detección estaban muy minimizadas. No sintió cuando Luna salió. La fué a buscar y la halló en el cuarto de Legolas, revisándole. Legolas estaba despierto y se reían alegremente. ¿Quién diría que casi muere anoche? Su amada lo hacía sentirse incómodo a veces. Era muy extraña, parecía que se quebraría al menor movimiento, pero tenía una fuerza extraordinaria. Como de los mismos Dioses Valares.
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P.D.- Quiero agradecerles a mis queridas "Amazona Verde y Riegel. Gracias por leerme. Son un amor y les prometo un poco mas de diversión, ya verán lo que pasa con Luna. Si el fic tiene algun defecto, por favor háganmelo saber o si simplemente les sigue gustando, por favor, mandenme sus reviews. Beoso.Reina Varda.
Estaba el rey Thandruil, con sus hijos en el comedor esperando a Luna, a Haldir y a Guillian pues Luna le envió un mensaje al rey diciéndole que deseaba ser atendida por su doncella personal. Haldir le preguntó a su esposa:
"Amor, ¿por que cambiaste de parecer en cuanto a la servidumbre del rey? ¿No se sentirá ofendido?" Luna le comentó sus planes sobre Guillian y Legolas y decidido sonrió para si mismo y dijo: "Ya es tiempo de que ese viejo elfo se enamore, será un golpe para su ego y creeme amor que será toda una delicia verlo caer, ver su orgullo lastimado". Haldir había llegado temprano, se dio un baño ayudado por su mujer, de ahí pasaron a la alcoba y le amó por cada segundo que el estuvo fuera.
Mientras bajaban al comedor. El rey se preguntaba con sus hijos, si ellos sabían el por que del cambio de desición de Elbereth en llevar a su doncella para que se le atendiese. Legolas pasó saliva. Temió que Guillian hubiera hablado con su señora y todo se iba a descubrir. Con la consabida reprimenda de su señor padre. Pero no podía adelantar nada. Hasta no haber pasado un tiempo mas.
Por fin hicieron su entrada Luna tomada del brazo de Haldir, y detrás de ellos, Guillian ricamente ataviada, con un vestido largo, escotado color verde, con unos zarcillos de acerina, con esmeralda que le hacían juego a sus ojos y vestido. Luna tomó asiento en el mismo lugar que en la mañana, junto a su marido. Legolas se quedó pasmado, de pie en su lugar. No podía creer lo que sus ojos veían, una incitante y bella Guillian. Le miraba con ojos entornados Legolas sintió que su alma era traspasada por ésa elfa imponente. El rey le dijo a continuación. "Legolas, ¿que esperas para sentarte por favor? Toma asiento hijo mío". Legolas no podía quitarle los ojos de encima. Esa elfa, llegó y le bateó con su belleza. Jamás le vió asi. Entonces el servicio entró y Guillian eficientemente se paró detrás de su ama, esperando que el servicio se acercara. Ella misma le sirvió y depositó el plato en la mesa. Legolas estaba justo enfrente de Luna. Al depositar el plato de su ama, Guillian se agachó levemente para mostrar un poco de sus pechos a Legolas. Luego alzó su mirada hacia el y puso todo su corazón en sus ojos. Legolas sintió que algo le corría por una sien. Era una pequeña gota de sudor. Guillian le tenía al borde de la desesperación, una mirada mas como esa y no podría contenerse mas y tendría que retirarse intempestivamente. Estaban charlando de lo mas tranquilo, cuando un guardia anunció la llegada de Elladan, hijo de Elrond. El rey se sorprendió y asustado pues pensaba que algo pasaba en Rivendell, se dirigió hacia Elladan que ya venía en camino hacia la mesa y saludó al rey con una reverencia.
"Mi señor, mi padre te envía saludos. Me ha enviado para ayudar a el combate contra la resistencia de Mirkwood. En lo que sea necesario, cuente con mi arco y mis armas"
"Te lo agradezco Elladan, Imladris siempre se ha caracterizado por su bondad y ayuda hacia sus pueblos hermanos. Y acepto tu ayuda pues dos manos y un arco extra, siempre son bienvenidos. Acepta nuestra hospitalidad y comparte nuestros alimentos en nuestra mesa por favor"
"Acepto tu ofrecimiento mi señor de Bosque Verde."
Diciendo esto, Elladan buscó asiento y Guillian presta se apresuró a servirle a su antiguo señor. Elladan miró a Guillian admirando su belleza pues el tiempo en que estuvo en Rivendell jamás la vió asi. Lucía tan bella. Legolas vió la mirada que le dirigía Elladan a Guillian y sus mejillas se tornaron rojas de cólera. Tenía que disimular.
"Elladan, te agradezco tu ayuda pero entre la guardia de mi padre y la ayuda del capitán Haldir, experto en armas y guerrero de profesión al 100 por ciento, todo está bajo control" dijo Legolas, sintiendo gran animosidad contra Elladan. Así que este es el elfo que molesta a Guillian. Y claro ella seguramente le coquetea. Hay que ver como vino hoy a la mesa. Quizás ella sabía que él vendría. No los dejaría encontrarse por las noches. Si es posible, retendría a Elladan lo más posible.
"Elladan, quisiera charlar contigo a solas cuando termine la cena si es posible, se que vienes cansado del viaje pero en verdad es urgente lo que tengo que hablar contigo" dijo Legolas.
Nadie escuchó esto, pues cada quién estaba enfrascado en su propio tema en parejas. El rey con Haldir, la hermana de Legolas con Luna. Aunque Luna se precató lo bastante de las reacciones de Legolas. Sonrió para si misma. Con la llegada de Elladan, todo le favorecía a Guillian. "Sí príncipe Legolas, con sumo placer acudiré a sus habitaciones" dijo Elladan. "No será necesario, yo iré a las tuyas. Vienes cansado del viaje, tampoco deseo importunarte tanto".
Y así quedó el acuerdo.
Ya en las habitaciones de Elladan, la puerta sonó suavemente y Elladan acudió a abrir y estaba Legolas en el umbral. "Adelante Príncipe Legolas, por favor".
Tomaron una copa del mejor vino de Mirkwood y charlaron sobre esto y aquello.
Mientras Guillian terminaba de levantar los utensilios de la cena, para retirarse. Pero no deseaba irse a sus habitaciones, no tenía sueño. Se dirigió al mismo jardín en dónde anoche había platicado con Aratan la noche anterior. Estaba sentada mirando a Isilme que fulgía clara y brillante.
Legolas se retiró de la habitación de Elladan hasta que vió que Elladan se caía de sueño, sonrió satisfecho. Así al menos esa noche podría dormir tranquilo pensando que Guillian no se entrevistaría con el. "Bueno, amigo, me retiro, estás demasiado cansado. Y necesitas descansar pues mañana comenzarán las batidas en todos los alrededores de Mirkwood." "Hasta mañana príncipe Legolas". Dijo Elladan. Legolas salió de la habitación, se dirigió a el mismo jardincillo dónde anoche Guillian estaba con Aratan, pensando en Guillian, no sabía lo que le pasaba, pero se sentía confuso. No quería que nadie le mirase. ¿Por que ella lo hacía sentir así? Venía caminando cuando su percepción le avisó de un peligro. Se puso al acecho. Entonces sintió un golpe en la nuca y la oscuridad vino hacia él.
"Mi amor, Legolas, despierta amado mío, disculpame, por favor, no me dejes, te amo, aunque no estemos juntos amor mío"... Era una voz femenina la que escuchaba Legolas en la oscuridad. Quería desesperadamente abrir los ojos y ver el rostro de la dueña de la voz, pues se sentía tanto amor hacia él. ¿Quién era esa mujer que le amaba así? El no sabía de alguna elfa le amase así, y si era cierto, ¿por que escondía ese amor? Al ir abriendo poco a poco sus ojos y aclarar su visión, miró a Guillian que buscaba como hacer una venda de su propio vestido, desgarrándolo, sus piernas lucían a la vista de Legolas. Estaban espléndidas. Cómo dos juncos, izados, de carnes blancas y firmes, luego subió su vista, y vió sus pechos, que amenazaban con salir del peto del vestido. Se veían imponentes. Si tan solo pudiera tocarlos..... Desvió su vista y vió un palo al lado, tirandolo, entonces comprendió lo que había pasado. Ella lo golpeó, ahora vería, se la pagaría. Le jugaría una broma. Se haría el inconsciente. Se divertiría a sus espaldas. Mujer inconsciente, que tal si lo mataba. Se recostó otra vez y cerró los ojos. Y muy a tiempo, pues Guillian volteó a ver su rostro y se preocupó de ver que la sangre del príncipe seguía saliendo de su cabeza, manchando sus cabellos. "Legolas....... espera, te taponaré la herida........ " Tomó su cabeza y empezó a vendarsela, cuando terminó, miró su rostro en sus manos y le tenía tan cerca, esa boca, roja, besable...si al menos ella se atreviera. Nadie estaba ahí, solo ellos dos. Fue aproximándose hacia ese rostro amado. Le besó suavemente saboreando sus labios, inertes y fríos. Pensó que sería todo lo que tuviese de él y dos lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas, pasando a las de Legolas y él estaba impresionado, por lo que estaba haciendo Guillian, pero al sentir ese líquido salobre sobre sus mejillas y luego penetraron por su comisura y lo probó. Eran lágrimas. El no lloraba, solo el dolor de cabeza le mordía sus sienes pero si el no lloraba, entonces era ella. Pero ¿por qué lloraba? ¿Acaso ella era la que le amaba? No, eso tenía que ser imposible. Casi no se habían frecuentado. Pero por los Valares, esos labios sabían a néctar de dioses, no podía permanecer incólume, entonces empezó a responderle a Guillian. Guillian se sorprendió pero no quiso soltarlo, quería alargar mas tiempo ese momento de gloria para ella. Legolas descubría suavemente toda la boca de Guillian comprobando las mieles del amor, lo que ella podía ofrecerle, su respiración se entrecortaba, se agitaba, necesitaba aire pero no quería parar. Guillian comenzó a jadear, sus manos se movían por la nuca de Legolas y su pecho, Legolas también necesitaba mover sus manos. Depositó una mano, sobre su pecho y otra sobre el cuello de Guillian. Entonces Legolas giró a como le dejó su cabeza lastimada y la recostó sobre la hierba, y empezó a besar su cuello mientras sus manos viajaban por un pecho y por la pierna de Guillian, ella no podía creer lo que estaba pasando, Legolas le haría el amor. Se sentía feliz, en el máximo cielo, Legolas le murmuraba palabras en otro idioma que ella no entendía. Era Inglés, el idioma del mundo de afuera. Pero sentía tanta ternura en ellas que pensó que serían bellas. Ella sintió como la parte inferior de Legolas empezaba a responder, sentía esa gran presión queriendo escapar de su prisión. Fuerte, potente, y ella le tocó tímidamente, provocando que Legolas gimiera de placer y arqueara su espalda como buscando algo invisible. Entonces le comenzó a hablar en élfico. "Guillian, no sabes como te deseo"........... Guillian se desconcertó. Me desea.........nunca dijo que me amaba. Las lágrimas atenazaban con salir como cascada de sus ojos. Se levantó y miró a Legolas con una tristeza inmensa y le dejó ahí tirado, gimiendo de deseo, desconcertado. "¿Guillian?¿A donde vas? Guillian, te estoy hablando, no me dejes así. Guilliaaaaaaaaaannnnnnnnnn.". Esa mujer, ¿por que le hacía eso? ¿Por que lo dejaba temblando de pasión? Ya le haría pagar caro su atrevimiento ¿pero entonces por que le dejó si ella lloraba así por el? ¿Por qué? Legolas sentía que la cabeza le explotaría pues le punzaba y además la pasión insatisfecha le provocaba un dolor en el bajo vientre. Tenía que calmarse primero. Cuándo ya su parte noble comenzaba a bajar su intensidad, pudo pedir ayuda. Se quiso levantar pero un gran mareo le conmocionaba. No ataba a levantarse. Gritó a los guardias pero nadie le podía ayudar. No le escuchaban y la venda que había puesto Guillian ya se sentía mojada. Seguro se estaba desangrando. "Auxilio........guardias.............a mí" Pero no le escuchaban. Trató de hacer un último esfuerzo y gritó con toda su alma. "Guardiaaaaaaaaasssssssssss" y sintió que se desvanecía. Ya no supo mas de si. Una oscuridad le embargaba.
A las dos horas de haberse acostado, Luna y Haldir escucharon movimientos y gritos en palacio. La princesa lloraba con lamentos muy fuertes. Algo pasaba. Se miraron y rápido decidieron salir a ver que sucedía, se pusieron sus batas y salieron al pasillo. Todo era un corre y corre. Sollozos por parte de las mucamas.
"¿Qué pasa?" Le preguntó Haldir a una mucama que pasaba por allí llorando.
"Mi señor, el príncipe Legolas ha sido herido y está muy grave" "¿Qué?" Haldir y Luna no podían creerlo. "¿Pero que sucedió con el príncipe mujer?" "Lo encontraron golpeado en la nuca y desangrándose, con la túnica abierta"
Luna y Haldir se encaminaron hacia las habitaciones de Legolas. Ya estaba allí el rey, Elladan, los hermanos de Legolas y en la cama, yacía Legolas. Más pálido que de costumbre.
Unos lloraban, otros gritaban. El rey daba órdenes a la guardia, que enviaran por el sanador. Si no se daban prisa, perderían a Legolas. Entonces Luna se fijó en la cabeza de Legolas, aún tenía un vendaje extraño en la cabeza, le examinó y vió que era parte del vestido de Guillian. Meneó su cabeza y no supo que pasaba. En eso entró Guillian muy pálida con su bata de noche. Al mirar a Legolas, rápidamente llegó a su lado, llorando, por su amor, por su príncipe.
Entonces Luna, antes de que Guillian se pusiera en evidencia, sacó a los sirvientes, a la guardia, solo quedaron los miembros de la familia, y Haldir junto con Guillian que no quería despegarse de Legolas. También estaba Elladan. Entonces Luna le dijo a Elladan que detuviese a Guillian, entonces entre Haldir y Elladan la despegaron de la cama de Legolas, contra su voluntad pues ella lloraba. Entonces Luna, le quitó el vendaje y lo puso a un lado. Pidió agua y lienzos limpios. Limpió la herida de su amigo y llorando volteó a ver al rey. Por favor, todos juntos necesito de su ayuda, pidan a los valares por el, que le den la salud necesaria. Necesito todos sus espíritus y su energía para el. Todos hicieron lo que Luna les decía, se subió las mangas de la bata. Entonces una luz extraña de color plateado como la luz de la Luna empezó a salir de Luna, un resplandor. Cerró sus ojos y empezó a hablar otra vez en élfico antiguo, puso sus manos sobre la cabeza de Legolas, con exactitud sobre la herida. Una extraña luz empezó a brotar de las manos de Luna. Todos estaban estupefactos pues no sabían lo que pasaba, Luna comenzó a hablarle a Legolas en sus orejas. Mientras sus manos seguían sobre la herida. La sangre que había manado y escurrido por las manos de Luna, y caía hacia el piso se convertían en pétalos de flores con un dulce aroma. Todos estaban maravillados. De pronto esa luz que entraba a Legolas por medio de las manos de Luna le fueron recorriendo todo el cuerpo de Legolas hasta sus pies. Siguió esto por dos minutos y de pronto Luna se sintió desfallecer y sintió que se desmayaría. Trató de asirse de algo, pero Haldir, presto, corrió a detenerla y la sentó en un sillón que había ahí cerca. Luna estaba desmayada. Haldir se atemorizó por ella pero vió que ella respiraba normalmente y que solo estaba desmayada. "Pronto, traigan alcohol o sales." Dijo Haldir. Pronto llegó una doncella y le pasó las sales. Luna comenzó a abrir sus ojos. "Mph......... Legolas.....Haldir........." "Shhhh silencio amor, el esta bien.". "No, ayúdame a llegar a su cama" "Pero......." "Obedece Haldir" Y el le ayudó a llegar con Legolas. Luna le miró y una paz inundaba su rostro, sonreía apenas. Miró su herida y estaba cerrada y curada. Le miró su respiración
"Rey Thranduil, su hijo está bién. Solo duerme el sueño de los justos. Déjelo dormir hasta mañana." "Gracias mi reina y señora" decía el rey hincándose ante Luna. Luna pidió ayuda con los ojos a Haldir. El rápido ayudó al hombre a levantarse. "No rey, ha sido un placer atender a el príncipe." "Es mi amigo y le estimo mucho". "Este reino no olvidará nunca esto, y todo el reino estará a sus pies, reina Elbereth"
Haldir llevó en brazos a Luna hacia su recámara. Luna le dijo a Guillian. "Sígueme Guillian, necesito hablar contigo y es urgente"
Haldir miró preocupado a Luna. ¿Podría su amada resistir tanto?
Al estar instalada Luna en el lecho, se dispuso a hablar con Guillian.
"Bueno, Guillian, cuentame que sucedió. ¿Si amas a Legolas, por que le has dejado tirado?"
Guillian le contestó a Luna todas sus respuestas. Satisfizo todas las dudas de su señora y le dijo que ella aceptará cualquier castigo que mereciera por poner en peligro la vida del príncipe. Luna le dijo que bastante castigo sería el saber que ella casi mata a su amado. Luna, le dijo que no volviera a hacerlo, habló con ella y la dejó calmada. La envió a descansar. Guillian se retiró agradeciendo a su ama.
Entonces Haldir, mirando desde la puerta a su amada, se veía cansada. Estaba recostada pero se miraba agotada. No podía creer lo que había visto. Y eso que el ya había visto suficientes maravillas de Luna. Al despertar, no miró a Luna en el lecho. No sabía que pasaba pero últimamente sus capacidades de detección estaban muy minimizadas. No sintió cuando Luna salió. La fué a buscar y la halló en el cuarto de Legolas, revisándole. Legolas estaba despierto y se reían alegremente. ¿Quién diría que casi muere anoche? Su amada lo hacía sentirse incómodo a veces. Era muy extraña, parecía que se quebraría al menor movimiento, pero tenía una fuerza extraordinaria. Como de los mismos Dioses Valares.
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P.D.- Quiero agradecerles a mis queridas "Amazona Verde y Riegel. Gracias por leerme. Son un amor y les prometo un poco mas de diversión, ya verán lo que pasa con Luna. Si el fic tiene algun defecto, por favor háganmelo saber o si simplemente les sigue gustando, por favor, mandenme sus reviews. Beoso.Reina Varda.
