Capítulo 22 Nuevo Amanecer.

Haldir y Luna se encontraban dormidos cuándo Luna despertó sintiéndose presa de un frío intenso. Parpadeó para humedecer sus ojos, fijó su vista en la ventana. Pensó que estaba abierta y a eso se debía el frío. Era tan intenso que no podía dejar de temblar. Vió que la ventana estaba cerrada y que en la chimenea todavía se encontraban rastros de una lumbre. No tenía lógica. Haldir se notaba tranquilo, comfortable. Ella se paró lentamente procurando no despertar a Haldir, caminó hacia el guardarropa y sacó dos mantas que había ahí. Regresó a el lecho y se metió entre las mantas y todavía se puso las dos restantes que había sacado. Se acurrucó junto a Haldir, pues el frío no se le quitaba. Haldir le abrazó dormido, apenas sintiendo que ella se le aproximaba. Luna dejó de temblar, se volvió a dormir. Al rato Haldir comenzó a sudar pues sentía un calor intenso, no sabía que pasaba. Vió a Luna que ella buscaba su proximidad. Despertó por completo y vió que Luna estaba muy cubierta. Pero ella se notaba muy tranquila.

"¿Pero como puede ser posible que mi pequeña pueda dormir tan arropada con el calor que hace?"

Trató de destaparla un poco, pero ella se molestó

"Mph.......no..........tápame, tengo frío, mucho frío, me estoy congelando........amor".

Haldir se extrañó. La dejó taparse. Se le acercó y le tocó su frente. No tenía fiebre.

"Luna, mi amor, despierta, ¿te sientes mal?" le decía Haldir. "Mph...no, solo tengo frío, hace rato estaba temblando de frio. Creí que la ventana estaría abierta pero ví que no.".

"Pues frío no está haciendo. Esto es muy extraño."

Haldir de repente palideció. Recordó la profecía. Su angustia era mucha. "No, por Eru, no puede ser que esté comenzando la profecía, nooooooooo, por los Valares" pensó Haldir para si mismo. "Espera amor, vuelvo enseguida" le dijo Haldir a su pequeña. "¿A dónde vas mi pequeño elfo?, no me dejes sola".

"Ahorita vuelvo mi niña, no me tardo".

Y Haldir salió al pasillo, en cuánto se encontró con una elfa, le dijo que pronto le llevaran al sanador y que también buscaran a la dama Galadriel. Regresó apresuradamente con su niña.

La encontró arropada, pero se había levantado y se había puesto una túnica abrigada y aparte una capa élfica y se había cubierto la cabeza con la capucha. Estaba despierta pero no dejaba de sentir frio. Ese frio que la consumía.

"Haldir, diles a esos elfos que tocan los tambores, que se callen por favor. Que guarden silencio"

Haldir se asustó. No se escuchaban ningunos tambores. Se aproximó a la cama y le destapó el pecho a Luna. Puso su mano sobre su pecho tratando de sentir su corazón. Latía de forma desbocada. Parecía querer salírsele del pecho a Luna. Le tocó la frente pero no se le sentía ninguna fiebre. Entonces le destapó el vientre y se lo analizó, los mellizos estaban en movimiento, parecía que sentían que algo sucedía. Volvió a cubrir a Isilme y en eso tocaron la puerta. Era el sanador, que venía con todos sus implementos.

"Buen día mi señor Capitán, me informaron que mi señora Elentári se encontraba indispuesta.". "Sí, adelante por favor." "¿Qué le sucede a su majestad?" "Despertó sintiendo mucho frío, tanto que temblaba de frío. Sacó mantas y se ha cubierto. Inclusive sacó otra túnica y una capa élfica y se las ha puesto. No tiene fiebre. Los mellizos están muy inquietos".

"Déjeme revisarle, si ud. No indica otra cosa" "Adelante por favor, sánela, haga lo que tenga que hacer, pero con cuidado y prudencia por favor". "Descuide mi señor, seré muy cuidadoso" Haldir no le gustó que ése elfo auscultara a su Luna, pero era necesario pues no sabía que le pasaba a su Isilme. En ese momento entró Galadriel todavía con su bata de piso. Entró apresurada.

"¿Qué pasa Haldir? ¿Qué tiene Luna?" Haldir la miró con miedo reflejado en sus ojos. "Mi señora, Luna despertó con un frío muy intenso. Nada se lo calma. Se ha tapado con mantas y mantas y dice que escucha unos tambores. Le sentí su corazón y está a punto de salírsele del pecho. No tiene fiebre". Galadriel miró al sanador. Estaba terminando de revisarle el vientre. Rápido y con desición miró con gravedad a Haldir y a Galadriel. "Necesito estas hierbas. Yo no las tengo conmigo. Pronto, envíen a buscarlas" Haldir tomó el papel donde el sanandor había apuntado el nombre de las hierbas y salió apresurado. Sólo conocía a un elfo que conocía mucho de hierbas. Y por casualidad se encontraba en Lórien. Le dijo a la elfa de servicio. "Vé busca al Lord Glorfindel a su talan y explícale brevemente lo que sucede y díle que necesitamos éstas hierbas. Que corra al bosque y las consiga" "Sí, mi señor, enseguida"

Y la elfa corrió tan rápido como pudo. En eso al girarse Haldir para regresar a la habitación vió que Rúmil y Orophin venían corriendo por el pasillo contrario al que se fue la elfa. "¿Qué ha pasado con Luna Haldir? Nos informaron el servicio que amaneció enferma" dijo Rúmil. "¿Qué tiene nuestra nueva hermana Haldir?" dijo Orophin "No lo sé, el sanador y Galadriel están con ella" dijo Haldir.

Los tres entraron a la habitación. El sanador y Galadriel estaban quitándole a Luna todas las mantas y le dejaron solo su bata de dormir. Luna estaba inconsciente. Sólo llamaba a Haldir y hablaba en antiguo élfico. Galadriel le dijo a Haldir:

"Creo que se está manifestando Elentári por fin Haldir. Necesitamos aligerar el peso de su corazón. Que nada se lo oprima." Luna comenzó a convulsionarse. El frío lo seguía sintiendo aún en la inconciencia. Le llamaba a Haldir. "Haldir...........Hal...............mph,.....ven.............¿donde estas?" Todo esto lo decía en antiguo élfico. Haldir solo le entendía su nombre. Haldir se sentó junto a ella, le tomó de la mano y permaneció hablándole a Luna, diciéndole cuanto la amaba. Luego pasaba al vientre de Luna, hablaba con los mellizos. Les decía que ayudaran a su madre. Que ellos eran fuertes y podrían hacerlo. Que ella los adoraba. Por las mejillas de Haldir escurrían grandes lágrimas. Sabía que el sufrimiento de Luna se aproximaba. Una de las dos partes que restaban de la profecía se estaba llevando a cabo. Orophin y Rúmil estaban llorando también al ver que su ídolo, su ejemplo a seguir de fortaleza, bravura, dignidad, se derrumbaba al sentir en peligro a su amada. La escena era muy fuerte para todos. Los hermanos de Haldir temían por la vida de Luna y los mellizos, pues si algo le sucedía a ellos, su hermano moriría de pena. De eso estaban seguros.

En eso estaban tratando de confortar a Haldir, que ni caso hacía, cuándo llegó Glorfindel con las hierbas ya preparadas. Y un brebaje. Le pusieron a Luna en el pecho el emplaste con las hiertbas y la enderezó Haldir para que bebiera de ese brebaje. Era para reducir un poco los latidos del corazón si no a Luna le reventaría. La recostó Haldir para que descansara. Luna no reaccionaba. Solo le seguía llamando. Haldir se desesperaba cada vez mas. Mucho había sufrido ya Haldir por Luna, varias ocasiones estuvo a punto de perderla, parecía que el destino se la quería quitar de su vida, de sus manos y de su corazón. Luna estaba pálida. Cómo jamás lo había estado. Seguía llamándolo pero ya su voz se oía mas suave. Haldir le hablaba con tanto amor. Nadie de los ahí presentes había escuchado palabras mas dulces y llenas de amor pero también de dolor. Lord Celeborn llegó a lado de ellos, en la habitación de Luna. "Galadriel, ya mandé un mensaje a Lord Elrond. Vendrá enseguida. El Señor de las Aguilas le traerá. Apenas acaba de dejar todo en orden en Rivendel." Lord Celeborn miró angustiado hacia el lecho.Rogó a los Valares por la salud de Luna. Ni el dejó de reconocer que el amor que le tenía Haldir a Luna era inmenso, en todos sus miles de años, jamás había visto un amor así. Temió por todos. Luna ya había logrado penetrar su corazón, con tan poco tiempo de conocerla, ya había entrado y permanecido en su corazón. Haldir al mismo tiempo que le hablaba a Luna, comenzó a recordar su vida con ella. Esos momentos en la barca, cuándo la miró confeccionando la ropa de sus hijos, como había descubierto esa mirada llena de amor para sus hijos, el como les hablaba, cuando la conoció, de cómo le apuntó con una flecha hacia su corazón, de su mirada asustada cuándo la capturó, de cómo le había dicho que estaba loco por usar un disfraz, de cómo había sido testigo de los milagros de Luna, el maná de Mirkwood, de su complicidad para el romance de Legolas con Guillian, de cómo lloró al despedir a su padre Elrond y sus hermanos. Realmente su Isilme era una mujer llena de amor, era capaz de querer a cualquier elfo, y al mismo tiempo estaba tan necesitada de tanto amor, como era posible que alguien que toda su vida había carecido de el amor necesario para crecer fuerte, saludable y entero físicamente y emocionalmente se diera tanto para ese pueblo elfo, recordó la condición de su Isilme para ser reina, quería ofrecerles a sus elfos un corazón limpio, ya libre de culpas y odios, para así entregarse toda y todavía la inocente se atrevía a imponerlo como condición. Sus lágrimas engruesaron y se hacían mas copiosas. Todos estaban alrededor de la habitación. Todo Lórien se había ya enterado que su soberana estaba enferma de gravedad. Todos estaban fuera de el palacio que ahora era la residencia de Luna y Haldir. Elevaban plegarias a los Valares por la salud de su soberana y los mellizos. Todos estaban callados, no se escuchaban nada, ni los cantos de las aves. Repentinamente se oyó un sonido. Era un águila. Se colocó sobre el balcón de la habitación de Luna. Era Elrond que llegaba. Le abrieron la ventana y entró con mirada interrogante vió que todos estaban reunidos. Miró a Haldir y sintió pena por ése caballero noble y guerrero. La muerte le quería arrebatar a su amada de nuevo. Miró a su hija de adopción, estaba muy pálida. Miró a Galadriel y le preguntó mentalmente como estaba. "No lo sé, al menos está mas estable su corazón. Lo tenía muy acelerado". Glorfindel ayudaba al sanador a atender a Luna. A revisar el vientre y el corazón de Luna. Su respiración se hizo mas agitada y ruidosa. Habían cerrado la ventana, para que no le entrara una corriente de aire a Luna. Estaban todos pidiendo por Luna y los bebes. Cuándo un gran vendaval comenzó a azotar en Lothlórien, haciendo volar las cabelleras de todos los elfos reunidos en la base del piso. No sabían que pasaba. Las puertas de la ventana del balcón se abrieron con fuerzas. Todos se asombraron al ver esto. Quisieron correr hacia la ventana para cerrarla pero el viento era muy fuerte. Entonces voltearon a ver a Luna. Luna, comenzó a despedir una extraña luz plateada que salía por todo su cuerpo. Dejó de temblar, los mellizos dejaron de moverse. El aire seguía entrando a raudales por la ventana y giraba en la habitación, haciendo que los cabellos de todos se agitaran con el viento. Luna despidió una luz mas intensa y fuerte cada vez. Todos le miraban incrédulos de ver lo que estaba pasando, Luna comenzó a flotar sobre la cama, se elevaba cada vez mas, entonces vieron que su cabello crecía rápidamente cayendo por la gravedad, grandes mechones de cabello muy largos y plateados colgaban de su cuero cabelludo, el cabello le había crecido y cambiado a un hermoso color plateado, entonces Luna abrió sus ojos y rayos de luz salían también de sus ojos, al tratar de bajar a Luna, Elrond miró sus ojos y vió que sus pupilas estaban de color blanco, como dos pequeñas lunas llenas. Dejó de tocarla, pues la fuerza que impulsaba a Luna era superior a sus fuerzas y algo le decía que Luna no debía ser tocada cosa que advirtió a todos incluyendo a Haldir. Orophin y Rúmil estaban deteniendo a Haldir que aterrorizado no sabía que pasaba, sus ojos no daban crédito a lo que veía. Sus ojos seguían derramando lágrimas. En la cabeza de Luna, comenzaron a ver que salía una luz rosada de sus orejas. Todos se quedaron pasmados. Luna estaba cambiando sus orejas. Estaban creciendo como las de cualquier elfo, solo que un poco mas largas y picudas. Nadie daba crédito a lo que sus ojos veían, la túnica de Luna volaba por el viento. Así como el viento llegó, se fue retirando lentamente, y Luna fue bajando hacia su lecho de nuevo, muy suavemente como un pétalo que cae, al tocar la cama, sus ojos se cerraron, y Haldir se abalanzó y gritó:

"Nadie la toque, déjenla".

Galadriel se aproximó a Haldir y le tocó el brazo.

"Haldir, déjame revisarla, por favor. Parece que ya todo pasó"

Haldir miró los ojos de Galadriel y comprendió que tenía razón. "Esta bién mi señora" Galadriel se aproximó a Luna, escuchó su corazón, revisó su vientre y le revisó las pupilas. "Parece que está tranquila y está viva, pero no se de los mellizos, no logro verlos" "Yo puedo saber si están bién" dijo Haldir. Antes, cada vez que le tocaba el vientre, los mellizos parecían cobrar vida y se movían en su vientre. "Pronto Haldir, tocale su vientre". Así lo hizo Haldir, le descubrió su vientre y puso su mano en el vientre. Al segundo los mellizos comenzaron a moverse y las mismas protuberancias comenzaron a hacerse presentes. Haldir sonreía emocionado viéndo que sus bebes estaban a la perfección. Haldir lloraba. "Gracias Erú por el favor recibido, gracias Valares" El sanador se aproximó para revisar a Luna. Le pidió autorización a Haldir.

"¿Su majestad, puedo revisar a mi señora?"

Haldir se resistía a la idea pero comprendía que era necesario para certificar que ella estaba bién. "Sí señor".

El sanador la revisó y enseguida se puso de pie y dijo:

"Su majestad se encuentra sana y salva. Por ahora duerme un sueño reparador. Aconsejo que le dejen dormir para que descanse"

Haldir asintió y Rúmil y Orophin se despidieron de su hermano, no sin antes decirle que lo que necesitara, no dudara en pedírselos. Haldir les agradeció y se enterneció al ver a sus hermanos con las lágrimas en sus ojos todavía. Ellos salieron en compañía del Sanador y luego Celeborn salió diciéndole a Haldir que estaba contento de que Luna ya estuviera estable. Pero que si algo pasaba, que por favor le hablaran inmediatamente. Haldir le agradeció su preocupación. Luego Galadriel salió detrás de su marido. Elrond le pidió permiso a Haldir para permanecer ahí con su hija. Se lo dijo con lágrimas en los ojos. Haldir asintió. Le ofreció la silla que había ocupado el mismo mientras que el se hiba a recostar junto a su Luna, tratando de no molestarla. La miraba y no podía creerlo. Su Luna se había convertido en una elfa. Se veía hermosa. Su piel lucía mas clara que antes. Sus pupilas estaban blancas. Su cabello había crecido hasta la cadera y era plateado. Pero sus orejas, eran mas largas que las de las elfas normales. Haldir y Elrond se miraron y se sonrieron. No podían creer tanta maravilla. Así es que ésta era una de las partes que faltaban de la profecía, el cambio de Luna de Humana a Elfa. En ese instante Luna parpadeó para humedecer sus ojos y sintió que su vista se afinaba mejor. Miró a su marido. Ya no sentía ese frío tan intenso que había sentido. Vió su mirada de preocupación y le sonrió. Entonces sintió que alguien le tenía tomada de la mano y volteó. Sus ojos se abrieron como platos. Sonrió y dijo:

"Padre, estás aquí, mi corazón se regocija con tu presencia". "Hija, me tenías tan preocupado, estuviste muy mala" "Pero, si solo era un poco de frío, seguramente este Haldir que es muy exagerado te llamó, ¿pero es que acaso ha pasado tanto tiempo? Haldir, ¿me has dormido con tu hechizo del sueño?" "Luna, no te he hecho nada amor. Ahora necesito que me pongas atención. Estuviste muy mala. Tuviste mucho frío, luego te quedaste inconsciente. Pero eso no es todo. ¿Recuerdas que según Galadriel faltaban dos partes de la profecía?" "Sí mi amor" contestó Luna. "Pues una de ellas es lo que acaba de pasar. Ya ha pasado. Ha habido un cambio en ti. Un cambio físico. Necesito que estés serena. Tu humanidad y mortalidad ha muerto en ti. Desde el momento en que aceptaste ser Elbereth, también aceptaste tu inmortalidad y el cambio se ha llevado a cabo. Pero se corría el peligro de que murieras en el intento. Lo que provocó el cambio fue la sangre de nuestros pequeños elfos que corren en tus venas. Ahora te has transformado en una elfa amor." "Pero...........por favor Haldir, necesito un espejo por favor. ¿Puedes dármelo por favor?" "Sí querida niña"

Haldir le pasó el espejo a Luna y Luna se miró en el, descubriendo su nueva imagen, se tocaba las orejas con curiosidad, Haldir suavemente le retiró las manos de ahí. "Amor, no debes tocar la punta pues es una parte muy delicada"

Luna se miraba el cabello pero lo que mas le sorprendió eran sus ojos. En eso bajó el espejo y se cubrió con las mantas, diciéndole a Haldir:

"Alguien viene Haldir, por favor, no quiero que me vean todavía así. Atiéndele por favor y que se retire.". Elrond sonrió al ver que las habilidades de Luna ya eran élficas. Su hija ya era una elfa. Haldir atendió con premura a quién llegaba. Eran bandejas de comida que enviaba Galadriel para Luna, Haldir y Elrond. Luna, al ver que era comida, se enderezó y miró famélica a la bandeja. Estiró las manos y Haldir le pasó la bandeja. En verdad su pequeña tenía hambre. Elrond regañó a Luna. "Despacio hija mía, te puedes atragantar o lastimarte" Luna comenzó a comer el plato de frutas combinándolo con el vaso de leche endulzado con miel, no se había mirado la piel. La tenía mas suave y mas clara. Miró a su padre. "Esto es increíble padre. Ahora soy una elfa."

Elrond sonrió ante el comentario de su hija.

"Así es mi niña. Ya eres una de nosotros y por eso te adoramos, por que escogiste serlo. Ahora perteneces aquí a Tierra Media".

"Haldir, mi pequeño elfo, necesito ir al baño, ayudame por favor" Haldirsolicito ayudó a su mujer. Ella extrañada se tocaba su cabello largo. Estaba impresionada. Era mas largo que el de todos los Elfos que había visto. Aún que el de Lord Celeborn y Galadriel.

"Haldir, tienes que explicarme muchas cosas amor, por ejemplo, ¿Por qué no puedo tocar la punta de mis orejas? , ¿Qué pasaría si me corto el cabello un poco mas? " Haldir la iba ayudando a llegar al baño mientras le decía:

"Sí amor, poco a poco, te iré explicando todo, pero con calma, no te agites"

Elrond sonrió, esos dos, ahora si podrían amarse para toda la vida. Su hija ya era elfa y por lo mismo sería inmortal. Gracias a Eru, todo había salido bién.

Luna iba pensando en los elfos de Lórien. "Tengo que decirle a Galadriel que les comente a los elfos que su soberana ya está bién" "Descuida Luna, ya lo he hecho, puesto que todo Lórien estaba orando por ti, estaban fuera de palacio". Luna se sorprendió al escuchar la voz de Galadriel en su mente. "¿Acaso tu puedes escucharme Galadriel?" pensó Luna. "Sí, mas no siempre, mi señora. Después hablaremos sobre esto y tus nuevas aptitudes, por ahora descansa y estate tranquila que no siempre veo o escucho lo que estás imaginando". Luna se sonrojó.

"Amor, Nim melethril, poco a poco te iré enseñando todo lo que debes saber como una elfa" dijo Haldir "¿Haldir, por que no debo tocarme la punta de las orejas?" "¿De verdad quieres saberlo chiquita mía?" le contestó Haldir a Luna mirándola tiernamente a los ojos. Luna pasó saliva al ver la mirada azul de su marido. "Sí, amor" "Está bién señora, usted lo pidió" "Te enseñaré por que." Haldir se aproximó a las orejas de su mujer, nuevas, lustrosas, brillantes y élficas. Luna lo dejó hacer. Haldir comenzó a besar la punta de una de las orejas de Luna con tanta suavidad que parecía un aleteo. Luna se quedó estática, sin poder hablar, solo gemía. "Haldir, ......mph....." Haldir dejó de hacer lo que estaba haciendole a su mujer y enseguida le miró con sus ojos profundos. "Ahora ya sabes lo que siente un elfo cuando le tocan sus orejas ¿verdad amor?" Luna miró a su esposo, su mirada se perdía en esos ojos azules. Sintió el deseo nacer muy dentro de ella.

"Haldir,.......bésame" le dijo Luna. Haldir complació a su mujer y así dentro del baño comenzaron otra vez el viejo ritual. Mientras Elrond, presintiendo lo que pasaba, se llevó su bandeja y se fue rumbo a la cocina. Ellos se tardaban demasiado, así es que les dejó solos. Salió de la habitación sonriendo.

Lo último que Luna alcanzó a ver por la ventana del balcón era el día esplendoroso que se abría ante sus ojos, un nuevo amanecer para ella, como elfa, en "su" reino, antes de que perdiera la cordura en brazos de su pequeño elfo, como le gustaba decirle a su Haldir. Un nuevo beso en la otra punta de la oreja de Luna y ella no supo mas de si.

^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^

P.D.- Con mucho afecto para amazona verde, riegel, almita, y todas aquellas que me han seguido.gracias chicas., y aquí continuo con la historia. Espero les siga gustando. Besos Reina Varda.