Quiero pedir disculpas a mis chicas que me siguen pero tuve unos serios
problemas de salud, pero aquí sigue la historia. Y de nuevo mil disculpas
chicas.Gracias.
Capítulo 25.- Destinos Realizados.
Habían pasado ya dos semanas de haber encontrado a Haldir. Despertó sintiendo el cuerpo de Luna junto a él. Como siempre con su pulgar dentro de la boca. Dormía plácidamente, pero le observó ese vientre. Estaba inmenso. A veces pensaba que la piel de Luna reventaría. El trataba de ayudarla poniéndole aceites. Para que la piel se le hiciera un poco mas elástica. Ya no se movía tanto como antes. Ahora casi no salía de la habitación. Dormía muy inquieta. No encontraba su lugar. Según le había dicho, tenía un deseo muy fuerte por dormir boca abajo. Pero obvio que no podría. Hasta sugirió hacerle un hoyo a el colchón para así poder introducir el vientre ahí. Haldir permanecía todo el tiempo con ella. Haldir apenas se estaba reponiendo del accidente. Se encontraban en un período de descanso. Todo Lórien los mimaba. A los dos. Elrond todos los días iba a su habitación a leerle a Luna o a charlar simplemente. Luna comenzó a despertar pues sentía los cabellos de su amado sobre su cara, ella lo miró y le sonrió. Siempre lo primero que hacían al despertar era mirarse uno al otro. Querían tener la primera imagen de su amado. Haldir se paró y se vistió, se trenzó el cabello y le dijo a Luna que iría a ver como estaban Dien y Cornelius. Luna le dijo que no se tardara. "Pobrecillo, quizas se enfada de estar tanto tiempo conmigo. Se la pasa pegado a mis faldas. Debe extrañar sus armas, sus rondines por los árboles" Luna se incorporó, se vistió, se trenzó los cabellos y se sentó a esperar que le trajeran el desayuno. Tomó un libro y se puso a leerlo. Pero se sintió con sueño y se quedó dormida, con el libro sobre el pronunciado vientre. Cuándo Haldir regresó a la habitación, lo que miró lo dejó enternecido. Su Luna estaba dormida, esperándolo. Se aproximó y le quitó el libro, con suavidad. Ella suspiró en ese momento y mencionó su nombre: "mmmmhhhh ........ Haldir" Y se sonrió en el sueño. Seguramente era muy placentero lo que estaba soñando su niña. Sabía que si la mandaba a la cama, se despertaría y ya no querría dormir. La dejó ahí, la arropó con una manta y se sentó en un tapete a observarla. Miró todos sus gestos. Vió que el vientre de Luna se movía. Esos mellizos estaban haciendo de las suyas. Se sonrió. Luna despertó después de un rato y miró a Haldir observándola. Luna le dijo: "Vamos capitán, sea galante con su señora y ayúdeme a llegar al jardín." Haldir le ayudó y se sentaron en una banca. Ahí Haldir se puso a cantarle una canción a Luna. Luna lo miraba arrobada. Llegó la noche, el dia lo pasaron riendo, bromeando y se fueron a dormir, ya tenía tiempo que Haldir no quería molestar a Isilme con tocarla. Pero el se contenía. A media noche, Luna se levantó sintiendo un dolor agudo en el bajo vientre. Se imaginó que ya vendrían sus bebes. Se quedó sentada, hasta que tiempo después, otro acceso de dolor llegó. Entonces se paró y comenzó a caminar para ayudar al parto. No quiso despertar a Haldir todavía. Sabía que la fiestecita privada que le esperaba, solo alteraría a Haldir y no le quería molestar. Luna iba y venía por el cuarto. Los dolores cada vez aumentaban en cantidad y magnitud. Hasta que Luna se abrazó de uno de los barrotes de la cama y sentía que las piernas no la sostenían. Se dobló y se incó en el piso agarrándose el vientre instintivamente. Ya ella estaba aprendiendo a no ser ruidosa. Como todos los elfos, estaba aprendiendo a ser silenciosa cuando lo querían. Pero ahora si que no pudo ahogar el gemido de dolor. "Mph........ " Se agarró con fuerza del barrote. Haldir despertó al escuchar el gemido. Buscó a Luna en la cama y no la encontró. Se paró con rapidez encendiendo todas las luces de la habitación y fue cuando la vió. Estaba muy pálida, concentrada en su pena. "¿Qué pasa amor? Acaso son los bebes?" Luna asintió y le dijo sonriendo en medio del dolor tan agudo que sentía: "Tus hijos ya quieren conocerte amor". Haldir salió al pasillo y le habló al guardia. "Pronto, llamen a Lord Elrond, a la doncella, a Galadriel. La reina esta en trabajo de parto". El guardia salió corriendo a ejecutar las órdenes. Haldir ayudó a Luna a llegar a la cama. La ayudó a cambiarse. Se puso una camisa de Haldir que a ella le gustaba usar, pues ya había pensado en usarla para parir. Era amplia y cómoda y muy cálida. Además con ella podría amamantar fácilmente a sus bebes. Tanto así que envió a que le confeccionaran varias prendas con el cuello parecidas a la de Haldir. Galadriel entró en ese momento. Había presentido el dolor de Luna. Luna le dijo a Haldir. "Amor, en ese cajón hay cuatro medallas con un número, en cuánto vaya naciendo un bebé se las pones por favor, así no nos confundiremos para saber cuál nació primero. " Haldir se asombró de lo previsora que había salido Luna. Al destapar la caja, vió cuatro pequeñas medallas de oro con unos números grabados y una imagen. Era la madre de Haldir. Haldir miró a Luna emocionado. "Y eso no es todo amor, bajo esas medallas hay otro presente para ti, y quisiera que lo uses ahora por favor" Haldir levantó la base donde estaban las medallitas y lo que vió lo sorprendió. Era una medalla también con la imagen de su madre y por el reverso, de su padre. Era de oro con incrustaciones de pequeños diamantes alrededor. La medalla tenía una forma de corazón. "Dámela amor" dijo Luna en un período de descanso. Haldir le pasó la medalla y Luna la abrió y se la puso, "Listo amor, no quiero que te la quites nunca pues ellos te miran siempre, donde quiera que estén amor". Haldir lloró por esta acción de Luna. ¿De dónde habrá sacado imágenes de sus padres? En eso otra oleada de dolor acometió a Luna. Haldir miró que Luna se ponía mas pálida. Los dolores estaban muy fuertes y seguidos ya. En ese momento llegó Elrond y Lord Celeborn. Todos ayudarían a asear a los bebes, pues Luna no había querido un séquito de doncellas. Quería solo gentes cercanas a ella. La misma Galadriel, atendería el parto pues Luna y Haldir no deseaban un sanador. Haldir mismo no deseaba que nadie tocara a su amada. Aunque el sanador se había encargado de adiestrar bien a Galadriel en questiones de partos. También estaba Glorfindel junto al sanador en una sala contigua. Haldir y Elrond se sentaron a las orillas de la cama para apoyar a Luna cuando lo necesitara. Poco a poco como fueran llegando los bebes, cada uno se turnaria para atenderle. Lord Celeborn esperaba en un rincón donde no podía ver mas que la cara de Luna, por respeto a Haldir. Luna ya no razonaba. Solo apretaba los labios y se los mordía para no proferir queja alguna. Sabía como eran los elfos y no quería sentirse menos. Solo apretaba las manos de Elrond y Haldir con todas sus fuerzas. Galadriel la puso en posición, observando el camino de nacimiento para el bebe. Por fin le vió. "Ahí viene mi señora, quizas dos intentos y nacerá." Dijo Galadriel. Luna respiró tantito. Sentía su corazón que latía con fuerza. Escuchó afuera una campana y le preguntó a Haldir que significaba esa campana. Haldir le dijo que todo Lothlórien estaba fuera, esperando el nacimiento de los bebes. Orando a Eru por su reina y por los bebes. En eso otro acceso de dolor le dio a Luna. Solo miró estrellas arriba de ella, perdida en medio del dolor que sentía. Galadriel le dijo mentalmente a Haldir. "Para ser mellizo, viene muy grande el bebe, ella es muy estrecha Haldir". Haldir comprendió lo que Galadriel le dijo. Entonces Luna le dijo a Galadriel. "No importa, el bebe nacerá. Escuchame lo que te digo señora. De debajo de la almohada, sacó una daga de oro y se la dio a Galadriel, si hace falta, romperás la carne, para ayudar a nacer el bebe. Haras un corte vertical por el lado derecho rumbo al sur, sin tocar lo demas. ¿Entiendes?" Galadriel se quedó fría. "Si, mi señora" Galadriel aquilató el valor de Luna al dolor físico. En eso a Luna le dio el último acceso de dolor, ella sintió que desfallecía. Las manos se aferraban a Haldir y a Elrond. Lord Celeborn se acercó sin ver con las manos estiradas para recibir al bebe. Luna sudaba, jadeaba pero no quería proferir ningun grito de dolor. Echó la cabeza para atrás cerró los ojos y ayudó a salir a su hijo. No hubo necesidad de usar la daga. La carne era elástica. Pudo salir el bebe. El pequeño elfo salió prontamente. Era un varón, grande, de cabellos dorados como su padre, largos, sus orejas élficas y sus ojos como los de su padre. Grande, hermoso. Galadriel cortó con la misma daga que le dio Luna el cordón y se lo ató y enseguida le pasó el bebe a su marido para que lo bañara y desflemara. Lord Celeborn lo aseo, lo desflemó, le puso la medalla con el numero 1 y lo vistió. Luna estaba relajada, descansando pero no podía dejar de llorar. "Gracias Eru por este pedazo de vida, gracias Valares. ¿Lord Celeborn, está bien mi bebe?" preguntó Luna. "Si, hija, está muy sano, muy bién" dijo Lord Celeborn. Entonces otro acceso de dolor cegó y enmudeció a Luna. Elrond se puso de pie y se aproximó a Galadriel. Luna se aferraba a la mano de Haldir con desesperación y a la sábana. Haldir sentía morir al ver a su pequeña niña hundida en esos dolores. Si los bebes, seguían saliendo asi de grandes, quizas Luna no lo soportaría. El primer bebe seguro pesaría como 5 kgs. Luna empujaba y en eso se quiso enderezar un poco para hacer mas presión y el bebé coronó, Luna miró a Haldir con los ojos abiertos sintiéndose morir. Sus manos no le daban mas. Haldir vió sus ojos tan amados siendo presa del dolor. Luna pujó y el bebe nació. Luna se tiró sobre la almohada, con el llanto desgarrador pues este le había dolido mas todavía. Pero igual agradeció a los Valares. Elrond tomó al bebe mientras Galadriel seguía el mismo procedimiento del cordón. "Es un varón, fuerte, grande y robusto" le dijo Elrond a Luna. Enseguida Elrond se lo llevó para trabajar en el. Luna oía el llanto de los bebes, y le preguntó a Elrond. Lo mismo que a Lord Celeborn. "Está bien mi bebe?" "Si, hija mia, no te preocupes, esta muy sano" Luna seguía llorando, las lágrimas y el sudor no la dejaban. Apenas había medio respirado y descansado por segundos, cuando el tercer bebe se anunció. Luna miró angustiosamente a su marido. El lloraba con ella. Sus manos se entrelazaban pero Luna le tenía con fuerza, con todo lo que le daba. La doncella se aproximó pues ella atendería el tercer bebé. Luna ya no profería ningún sonido. Sólo empujaba y empujaba para que naciera rápido ese bebe. Hasta que coronó y Luna rugía de dolor, con unos sonidos guturales. Pujaba y gruñía. Y decía: "Tienes que nacer chiquito, vamos, ven con mami" Hasta que nació el tercero, igual, varón, con cabellos dorados como su padre. La doncella se lo llevó a asear. Luna se recostó, respiraba agitadamente. Solo faltaba el último Haldir sobaba su mano, sus sienes, le besó los labios tan lastimados por ella misma. Besaba sus ojos, acariciaba sus cabellos, no sabía como confortarla. Apenas Luna estaba medio tranquilizándose cuando el bebe se hizo notar. Luna se quedó muda. El bebe todavía no nacía. Pero se escuchó un sonido dentro de su vientre. Galadriel se sorprendió y miró a Luna. El bebe, había llorado dentro de Luna. Todos se miraron, entonces Luna apretó la mano de Haldir fuertemente, Lord Celeborn que ya había terminado con el primer bebe, se aproximó para tomar el ultimo bebe, para que Galadriel siguiera ayudando a Luna con la placenta. Eran gemelos, de una sola bolsa. Aunque lo extraño, todos presentaban diferencias físicas. Luna no soportó mas y lanzó un rugido que se escuchó en toda la habitación. Sentía que el bebe la rompía, la destrozaba, sintió la pujanza de este niño, era el mas grande de todos, Luna murió y nació en ese instante, las estrellas, el universo, todo se oscureció en la habitación, afuera los relámpagos sonaban, grandes vientos llegaron, azotaban a Lothlórien, la tierra comenzó a temblar, nadie sabía que pasaba. Todos estaban asustados. Elrond, y la doncella trataban de proteger a los tres bebes, mientras Lord Celeborn detenía a Galadriel, mientras Luna estaba perdida en un rugido de dolor, sus pupilas estaban al máximo. Haldir la sostenía y luego la tierra se calmó y Galadriel vió al bebe venir, Luna no soportó mas y se arqueó, todo el universo ante sus ojos hizo explosión, como si miles de estrellas giraran alrededor de ella misma, su pasado, su presente giraron en sus ojos, todo se conjuntaba. Asi que ese bebe era la representación misma de los valares en la tierra media. Luna lo supo y lo comprendió. Escuchaba la voz de Haldir muy lejana. Muy profunda. El bebé salió y Luna por fin respiró, todo se aclaró, los vientos se calmaron, Luna volvió a escuchar la voz fuerte y clara de su marido que le hablaba mas no comprendía lo que le decía. Galdriel abrió los ojos sorprendida de ver a ese bebe. Estaba enorme, de cabellos muy largos, plateados, irradiaba una luz muy destellante, de piel blanca, muy blanca, sus orejas muy puntiagudas y sus ojos, iguales que su madre, con las pupilas blancas, con un ligero tono de azul muy claro. De los cuatro bebes, era el que tenía las orejas mas largas que todos sus hermanos. Era un hermosos bebe élfico, en un futuro sería muy bien dotado varonilmente. Lord Celeborn lo miró y le hizo una reverencia. Todos comprendieron lo que sucedía. Lo tomó en sus brazos y lo fue a asear. Galadriel terminó de atender a Luna, la aseó y le limpió el lecho. La acomodó y la dejó descansar. Se fue ella a asear y a cambiarse que estaba toda sucia. Luna estaba descansando. Solo miraba a Haldir que lloraba copiosamente. Ahora no tenía fuerzas ni para consolar a su marido. Lo dejaba que llorara. La miraba en medio de sus lágrimas, agradeciendo a Erú por los favores recibidos. Glorfindel y el Sanador entraron a la habitación para revisar a Luna y ver que había sucedido. Vieron que todo estaba bién. Cuándo los cuatro bebes estuvieron listos, se encaminaron a el balcón y los mostraron a el pueblo de Lothlórien los cuatro nuevos loriendes, los próximos reyes de tierra media, la nueva sangre, todos aplaudieron y cantaron alabanzas y loas para los cuatro reyes de lórien y alabaron también a su reina, madre de reyes. Como reyes, ya se debían a su pueblo y se les debía mostrar. Lord Celeborn dijo: "Pueblo de Lothlórien, queridos amigos, visitantes, hermanos de raza, aquí están nuestros futuros reyes de reyes. La nueva sangre que redimirá a nuestro pueblo. Hemos sido bendecidos por los Valares y por Erú. La profecía ha sido cumplida. Nuestra reina y señora nos ha dado el máximo obsequio que nos ha podido dar, su sangre, cuatro retoños para los cuatro reinos elficos. Ha sido la máxima prueba de amor por parte de ella para nosotros los elfos. Hoy han sucedido grandes acontecimientos, la venida de estos reyes a nuestra nación. Se han manifestado con grandes poderes naturales. Todos se dieron cuenta. Y que quede escrito estos acontecimientos para que en las generaciones venideras, se propague la historia, de cómo Elbereth casi da su vida por nosotros, nuestra dama de rosa, nuestra reina peregrina, nos ha redimido. Pueblo de Lórien, aclamen a sus nuevos reyes. Honrenlos." Los elfos gritaban a rabiar. Estaban contentos. Después Lord Celeborn, indicó que debían llevarle los reyes a su madre. Luna dijo: "Denme uno por uno, según tengan los números en sus cadenas." Lord Elrond le dio al primer bebe. Luna lo recibió amorosa. El bebe era grande, del mismo color de piel que Luna. Cabellos rubios y ojos azules. "Chiquito mío, yo te recibo y te bendigo, sangre de la nueva alianza, para redención de todos los elfos. Si tu padre no se opone te llamarás Aldaron Haldan y serás el Sr. de los Bosques, Representante mío en Mirkwood y su rey te honrará." Haldir se asombró de ver como Luna había sabido el nombre de su abuelo. Y dijo: "Mi Isilme, no me opongo a ningún nombre que desees ponerle a nuestros hijos. Honrado estoy de que tu los selecciones reina mia" "Así sea" dijo Luna. "Pásenme al segundo por favor". Dijo Luna poniendo al bebé a un lado suyo. Lord Celeborn le pasó a su segundo hijo. Luna recibió de igual manera a su segundo hijo. "Mi bebé, yo te recibo y te bendigo, sangre de la nueva alianza, para redención de todos los elfos. Te llamarás Glorfindel Elrond Halmir y serás el Sr. del Aliento de Arda, Representante mío en Imladris. Y su rey te honrará." Y dicho esto Luna lo colocó junto a su hermano. Todos los presentes estaban emocionados pues Luna estaba poniéndole sus nombres a esos pequeños reyes. Glorfindel le pasó al tercer bebé y Luna lo miró. Tenía los cabellos dorados de Haldir, le miró y le sonrió. "Mi pequeño, yo te recibo y te bendigo, sangre de la nueva alianza, para redención de todos los elfos. Te llamarás Celeborn Handir, y serás Sr. de el bosque dorado de Lothlórien y su rey te honrará." Galadriel le pasó al cuarto hijo y Luna lo miró asombrada. Era la luz de la Luna encarnado. Su piel era demasiado blanca. Sus cabellos eran de plata y lo tenía mas largo que sus hermanos. Tenía las orejas mas picudas y largas de los cuatro. Luna miró que el bebé le sonrió y le dijo: "Mi tesoro, yo te recibo y te bendigo, sangre de la nueva alianza, para redención de todos los elfos. Te llamarás Alarmen Haldir Erú, y serás Sr. de Señores, rey de reyes, representante mío en toda tierra media y serás fundador de la nueva Eldamar en tierra media. Así sea" dijo Luna. Volteó a mirar a todos. Y les sonrió. Todos se hincaron y honraron con loas y salves a los nuevos señores. Después les dejaron solos, a Luna, Haldir y los bebes. Afuera había fiesta. Pero los bebes estaban tranquilos. Haldir se acercó y miró a sus hijos. Estaba feliz, radiante. Luna le dijo: Haldir, pásame a Aldaron Haldan por favor. Haldir le dio al primer bebe y Luna se desabrochó la camisa y se sacó el pecho. Haldir le miraba asombrado. Ese pecho estaba como cántaro, pleno, lleno. El pequeño Haldan succionó del pecho de su madre. Luego se quedó dormido. Luna le dio el bebe a Haldir para que lo pusiera en la cuna. Luego Haldir le pasó a Halmir, y Luna le amamantó del mismo pecho. Este bebe era muy goloso, no daba descanso hasta que se durmió. Así estaban el mismo proceso con los cuatro hasta que se durmieron y fueron depositados en la cuna. Luna se recostó y Haldir, estaba mudo. No hallaba que decir. Hasta que Luna le habló y le dijo: "amor, ven, recuéstate a mi lado. Vamos a dormir un poco." Y Haldir se recostó con ella, la abrazó y juntos se durmieron profundamente.
^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^
Capítulo 25.- Destinos Realizados.
Habían pasado ya dos semanas de haber encontrado a Haldir. Despertó sintiendo el cuerpo de Luna junto a él. Como siempre con su pulgar dentro de la boca. Dormía plácidamente, pero le observó ese vientre. Estaba inmenso. A veces pensaba que la piel de Luna reventaría. El trataba de ayudarla poniéndole aceites. Para que la piel se le hiciera un poco mas elástica. Ya no se movía tanto como antes. Ahora casi no salía de la habitación. Dormía muy inquieta. No encontraba su lugar. Según le había dicho, tenía un deseo muy fuerte por dormir boca abajo. Pero obvio que no podría. Hasta sugirió hacerle un hoyo a el colchón para así poder introducir el vientre ahí. Haldir permanecía todo el tiempo con ella. Haldir apenas se estaba reponiendo del accidente. Se encontraban en un período de descanso. Todo Lórien los mimaba. A los dos. Elrond todos los días iba a su habitación a leerle a Luna o a charlar simplemente. Luna comenzó a despertar pues sentía los cabellos de su amado sobre su cara, ella lo miró y le sonrió. Siempre lo primero que hacían al despertar era mirarse uno al otro. Querían tener la primera imagen de su amado. Haldir se paró y se vistió, se trenzó el cabello y le dijo a Luna que iría a ver como estaban Dien y Cornelius. Luna le dijo que no se tardara. "Pobrecillo, quizas se enfada de estar tanto tiempo conmigo. Se la pasa pegado a mis faldas. Debe extrañar sus armas, sus rondines por los árboles" Luna se incorporó, se vistió, se trenzó los cabellos y se sentó a esperar que le trajeran el desayuno. Tomó un libro y se puso a leerlo. Pero se sintió con sueño y se quedó dormida, con el libro sobre el pronunciado vientre. Cuándo Haldir regresó a la habitación, lo que miró lo dejó enternecido. Su Luna estaba dormida, esperándolo. Se aproximó y le quitó el libro, con suavidad. Ella suspiró en ese momento y mencionó su nombre: "mmmmhhhh ........ Haldir" Y se sonrió en el sueño. Seguramente era muy placentero lo que estaba soñando su niña. Sabía que si la mandaba a la cama, se despertaría y ya no querría dormir. La dejó ahí, la arropó con una manta y se sentó en un tapete a observarla. Miró todos sus gestos. Vió que el vientre de Luna se movía. Esos mellizos estaban haciendo de las suyas. Se sonrió. Luna despertó después de un rato y miró a Haldir observándola. Luna le dijo: "Vamos capitán, sea galante con su señora y ayúdeme a llegar al jardín." Haldir le ayudó y se sentaron en una banca. Ahí Haldir se puso a cantarle una canción a Luna. Luna lo miraba arrobada. Llegó la noche, el dia lo pasaron riendo, bromeando y se fueron a dormir, ya tenía tiempo que Haldir no quería molestar a Isilme con tocarla. Pero el se contenía. A media noche, Luna se levantó sintiendo un dolor agudo en el bajo vientre. Se imaginó que ya vendrían sus bebes. Se quedó sentada, hasta que tiempo después, otro acceso de dolor llegó. Entonces se paró y comenzó a caminar para ayudar al parto. No quiso despertar a Haldir todavía. Sabía que la fiestecita privada que le esperaba, solo alteraría a Haldir y no le quería molestar. Luna iba y venía por el cuarto. Los dolores cada vez aumentaban en cantidad y magnitud. Hasta que Luna se abrazó de uno de los barrotes de la cama y sentía que las piernas no la sostenían. Se dobló y se incó en el piso agarrándose el vientre instintivamente. Ya ella estaba aprendiendo a no ser ruidosa. Como todos los elfos, estaba aprendiendo a ser silenciosa cuando lo querían. Pero ahora si que no pudo ahogar el gemido de dolor. "Mph........ " Se agarró con fuerza del barrote. Haldir despertó al escuchar el gemido. Buscó a Luna en la cama y no la encontró. Se paró con rapidez encendiendo todas las luces de la habitación y fue cuando la vió. Estaba muy pálida, concentrada en su pena. "¿Qué pasa amor? Acaso son los bebes?" Luna asintió y le dijo sonriendo en medio del dolor tan agudo que sentía: "Tus hijos ya quieren conocerte amor". Haldir salió al pasillo y le habló al guardia. "Pronto, llamen a Lord Elrond, a la doncella, a Galadriel. La reina esta en trabajo de parto". El guardia salió corriendo a ejecutar las órdenes. Haldir ayudó a Luna a llegar a la cama. La ayudó a cambiarse. Se puso una camisa de Haldir que a ella le gustaba usar, pues ya había pensado en usarla para parir. Era amplia y cómoda y muy cálida. Además con ella podría amamantar fácilmente a sus bebes. Tanto así que envió a que le confeccionaran varias prendas con el cuello parecidas a la de Haldir. Galadriel entró en ese momento. Había presentido el dolor de Luna. Luna le dijo a Haldir. "Amor, en ese cajón hay cuatro medallas con un número, en cuánto vaya naciendo un bebé se las pones por favor, así no nos confundiremos para saber cuál nació primero. " Haldir se asombró de lo previsora que había salido Luna. Al destapar la caja, vió cuatro pequeñas medallas de oro con unos números grabados y una imagen. Era la madre de Haldir. Haldir miró a Luna emocionado. "Y eso no es todo amor, bajo esas medallas hay otro presente para ti, y quisiera que lo uses ahora por favor" Haldir levantó la base donde estaban las medallitas y lo que vió lo sorprendió. Era una medalla también con la imagen de su madre y por el reverso, de su padre. Era de oro con incrustaciones de pequeños diamantes alrededor. La medalla tenía una forma de corazón. "Dámela amor" dijo Luna en un período de descanso. Haldir le pasó la medalla y Luna la abrió y se la puso, "Listo amor, no quiero que te la quites nunca pues ellos te miran siempre, donde quiera que estén amor". Haldir lloró por esta acción de Luna. ¿De dónde habrá sacado imágenes de sus padres? En eso otra oleada de dolor acometió a Luna. Haldir miró que Luna se ponía mas pálida. Los dolores estaban muy fuertes y seguidos ya. En ese momento llegó Elrond y Lord Celeborn. Todos ayudarían a asear a los bebes, pues Luna no había querido un séquito de doncellas. Quería solo gentes cercanas a ella. La misma Galadriel, atendería el parto pues Luna y Haldir no deseaban un sanador. Haldir mismo no deseaba que nadie tocara a su amada. Aunque el sanador se había encargado de adiestrar bien a Galadriel en questiones de partos. También estaba Glorfindel junto al sanador en una sala contigua. Haldir y Elrond se sentaron a las orillas de la cama para apoyar a Luna cuando lo necesitara. Poco a poco como fueran llegando los bebes, cada uno se turnaria para atenderle. Lord Celeborn esperaba en un rincón donde no podía ver mas que la cara de Luna, por respeto a Haldir. Luna ya no razonaba. Solo apretaba los labios y se los mordía para no proferir queja alguna. Sabía como eran los elfos y no quería sentirse menos. Solo apretaba las manos de Elrond y Haldir con todas sus fuerzas. Galadriel la puso en posición, observando el camino de nacimiento para el bebe. Por fin le vió. "Ahí viene mi señora, quizas dos intentos y nacerá." Dijo Galadriel. Luna respiró tantito. Sentía su corazón que latía con fuerza. Escuchó afuera una campana y le preguntó a Haldir que significaba esa campana. Haldir le dijo que todo Lothlórien estaba fuera, esperando el nacimiento de los bebes. Orando a Eru por su reina y por los bebes. En eso otro acceso de dolor le dio a Luna. Solo miró estrellas arriba de ella, perdida en medio del dolor que sentía. Galadriel le dijo mentalmente a Haldir. "Para ser mellizo, viene muy grande el bebe, ella es muy estrecha Haldir". Haldir comprendió lo que Galadriel le dijo. Entonces Luna le dijo a Galadriel. "No importa, el bebe nacerá. Escuchame lo que te digo señora. De debajo de la almohada, sacó una daga de oro y se la dio a Galadriel, si hace falta, romperás la carne, para ayudar a nacer el bebe. Haras un corte vertical por el lado derecho rumbo al sur, sin tocar lo demas. ¿Entiendes?" Galadriel se quedó fría. "Si, mi señora" Galadriel aquilató el valor de Luna al dolor físico. En eso a Luna le dio el último acceso de dolor, ella sintió que desfallecía. Las manos se aferraban a Haldir y a Elrond. Lord Celeborn se acercó sin ver con las manos estiradas para recibir al bebe. Luna sudaba, jadeaba pero no quería proferir ningun grito de dolor. Echó la cabeza para atrás cerró los ojos y ayudó a salir a su hijo. No hubo necesidad de usar la daga. La carne era elástica. Pudo salir el bebe. El pequeño elfo salió prontamente. Era un varón, grande, de cabellos dorados como su padre, largos, sus orejas élficas y sus ojos como los de su padre. Grande, hermoso. Galadriel cortó con la misma daga que le dio Luna el cordón y se lo ató y enseguida le pasó el bebe a su marido para que lo bañara y desflemara. Lord Celeborn lo aseo, lo desflemó, le puso la medalla con el numero 1 y lo vistió. Luna estaba relajada, descansando pero no podía dejar de llorar. "Gracias Eru por este pedazo de vida, gracias Valares. ¿Lord Celeborn, está bien mi bebe?" preguntó Luna. "Si, hija, está muy sano, muy bién" dijo Lord Celeborn. Entonces otro acceso de dolor cegó y enmudeció a Luna. Elrond se puso de pie y se aproximó a Galadriel. Luna se aferraba a la mano de Haldir con desesperación y a la sábana. Haldir sentía morir al ver a su pequeña niña hundida en esos dolores. Si los bebes, seguían saliendo asi de grandes, quizas Luna no lo soportaría. El primer bebe seguro pesaría como 5 kgs. Luna empujaba y en eso se quiso enderezar un poco para hacer mas presión y el bebé coronó, Luna miró a Haldir con los ojos abiertos sintiéndose morir. Sus manos no le daban mas. Haldir vió sus ojos tan amados siendo presa del dolor. Luna pujó y el bebe nació. Luna se tiró sobre la almohada, con el llanto desgarrador pues este le había dolido mas todavía. Pero igual agradeció a los Valares. Elrond tomó al bebe mientras Galadriel seguía el mismo procedimiento del cordón. "Es un varón, fuerte, grande y robusto" le dijo Elrond a Luna. Enseguida Elrond se lo llevó para trabajar en el. Luna oía el llanto de los bebes, y le preguntó a Elrond. Lo mismo que a Lord Celeborn. "Está bien mi bebe?" "Si, hija mia, no te preocupes, esta muy sano" Luna seguía llorando, las lágrimas y el sudor no la dejaban. Apenas había medio respirado y descansado por segundos, cuando el tercer bebe se anunció. Luna miró angustiosamente a su marido. El lloraba con ella. Sus manos se entrelazaban pero Luna le tenía con fuerza, con todo lo que le daba. La doncella se aproximó pues ella atendería el tercer bebé. Luna ya no profería ningún sonido. Sólo empujaba y empujaba para que naciera rápido ese bebe. Hasta que coronó y Luna rugía de dolor, con unos sonidos guturales. Pujaba y gruñía. Y decía: "Tienes que nacer chiquito, vamos, ven con mami" Hasta que nació el tercero, igual, varón, con cabellos dorados como su padre. La doncella se lo llevó a asear. Luna se recostó, respiraba agitadamente. Solo faltaba el último Haldir sobaba su mano, sus sienes, le besó los labios tan lastimados por ella misma. Besaba sus ojos, acariciaba sus cabellos, no sabía como confortarla. Apenas Luna estaba medio tranquilizándose cuando el bebe se hizo notar. Luna se quedó muda. El bebe todavía no nacía. Pero se escuchó un sonido dentro de su vientre. Galadriel se sorprendió y miró a Luna. El bebe, había llorado dentro de Luna. Todos se miraron, entonces Luna apretó la mano de Haldir fuertemente, Lord Celeborn que ya había terminado con el primer bebe, se aproximó para tomar el ultimo bebe, para que Galadriel siguiera ayudando a Luna con la placenta. Eran gemelos, de una sola bolsa. Aunque lo extraño, todos presentaban diferencias físicas. Luna no soportó mas y lanzó un rugido que se escuchó en toda la habitación. Sentía que el bebe la rompía, la destrozaba, sintió la pujanza de este niño, era el mas grande de todos, Luna murió y nació en ese instante, las estrellas, el universo, todo se oscureció en la habitación, afuera los relámpagos sonaban, grandes vientos llegaron, azotaban a Lothlórien, la tierra comenzó a temblar, nadie sabía que pasaba. Todos estaban asustados. Elrond, y la doncella trataban de proteger a los tres bebes, mientras Lord Celeborn detenía a Galadriel, mientras Luna estaba perdida en un rugido de dolor, sus pupilas estaban al máximo. Haldir la sostenía y luego la tierra se calmó y Galadriel vió al bebe venir, Luna no soportó mas y se arqueó, todo el universo ante sus ojos hizo explosión, como si miles de estrellas giraran alrededor de ella misma, su pasado, su presente giraron en sus ojos, todo se conjuntaba. Asi que ese bebe era la representación misma de los valares en la tierra media. Luna lo supo y lo comprendió. Escuchaba la voz de Haldir muy lejana. Muy profunda. El bebé salió y Luna por fin respiró, todo se aclaró, los vientos se calmaron, Luna volvió a escuchar la voz fuerte y clara de su marido que le hablaba mas no comprendía lo que le decía. Galdriel abrió los ojos sorprendida de ver a ese bebe. Estaba enorme, de cabellos muy largos, plateados, irradiaba una luz muy destellante, de piel blanca, muy blanca, sus orejas muy puntiagudas y sus ojos, iguales que su madre, con las pupilas blancas, con un ligero tono de azul muy claro. De los cuatro bebes, era el que tenía las orejas mas largas que todos sus hermanos. Era un hermosos bebe élfico, en un futuro sería muy bien dotado varonilmente. Lord Celeborn lo miró y le hizo una reverencia. Todos comprendieron lo que sucedía. Lo tomó en sus brazos y lo fue a asear. Galadriel terminó de atender a Luna, la aseó y le limpió el lecho. La acomodó y la dejó descansar. Se fue ella a asear y a cambiarse que estaba toda sucia. Luna estaba descansando. Solo miraba a Haldir que lloraba copiosamente. Ahora no tenía fuerzas ni para consolar a su marido. Lo dejaba que llorara. La miraba en medio de sus lágrimas, agradeciendo a Erú por los favores recibidos. Glorfindel y el Sanador entraron a la habitación para revisar a Luna y ver que había sucedido. Vieron que todo estaba bién. Cuándo los cuatro bebes estuvieron listos, se encaminaron a el balcón y los mostraron a el pueblo de Lothlórien los cuatro nuevos loriendes, los próximos reyes de tierra media, la nueva sangre, todos aplaudieron y cantaron alabanzas y loas para los cuatro reyes de lórien y alabaron también a su reina, madre de reyes. Como reyes, ya se debían a su pueblo y se les debía mostrar. Lord Celeborn dijo: "Pueblo de Lothlórien, queridos amigos, visitantes, hermanos de raza, aquí están nuestros futuros reyes de reyes. La nueva sangre que redimirá a nuestro pueblo. Hemos sido bendecidos por los Valares y por Erú. La profecía ha sido cumplida. Nuestra reina y señora nos ha dado el máximo obsequio que nos ha podido dar, su sangre, cuatro retoños para los cuatro reinos elficos. Ha sido la máxima prueba de amor por parte de ella para nosotros los elfos. Hoy han sucedido grandes acontecimientos, la venida de estos reyes a nuestra nación. Se han manifestado con grandes poderes naturales. Todos se dieron cuenta. Y que quede escrito estos acontecimientos para que en las generaciones venideras, se propague la historia, de cómo Elbereth casi da su vida por nosotros, nuestra dama de rosa, nuestra reina peregrina, nos ha redimido. Pueblo de Lórien, aclamen a sus nuevos reyes. Honrenlos." Los elfos gritaban a rabiar. Estaban contentos. Después Lord Celeborn, indicó que debían llevarle los reyes a su madre. Luna dijo: "Denme uno por uno, según tengan los números en sus cadenas." Lord Elrond le dio al primer bebe. Luna lo recibió amorosa. El bebe era grande, del mismo color de piel que Luna. Cabellos rubios y ojos azules. "Chiquito mío, yo te recibo y te bendigo, sangre de la nueva alianza, para redención de todos los elfos. Si tu padre no se opone te llamarás Aldaron Haldan y serás el Sr. de los Bosques, Representante mío en Mirkwood y su rey te honrará." Haldir se asombró de ver como Luna había sabido el nombre de su abuelo. Y dijo: "Mi Isilme, no me opongo a ningún nombre que desees ponerle a nuestros hijos. Honrado estoy de que tu los selecciones reina mia" "Así sea" dijo Luna. "Pásenme al segundo por favor". Dijo Luna poniendo al bebé a un lado suyo. Lord Celeborn le pasó a su segundo hijo. Luna recibió de igual manera a su segundo hijo. "Mi bebé, yo te recibo y te bendigo, sangre de la nueva alianza, para redención de todos los elfos. Te llamarás Glorfindel Elrond Halmir y serás el Sr. del Aliento de Arda, Representante mío en Imladris. Y su rey te honrará." Y dicho esto Luna lo colocó junto a su hermano. Todos los presentes estaban emocionados pues Luna estaba poniéndole sus nombres a esos pequeños reyes. Glorfindel le pasó al tercer bebé y Luna lo miró. Tenía los cabellos dorados de Haldir, le miró y le sonrió. "Mi pequeño, yo te recibo y te bendigo, sangre de la nueva alianza, para redención de todos los elfos. Te llamarás Celeborn Handir, y serás Sr. de el bosque dorado de Lothlórien y su rey te honrará." Galadriel le pasó al cuarto hijo y Luna lo miró asombrada. Era la luz de la Luna encarnado. Su piel era demasiado blanca. Sus cabellos eran de plata y lo tenía mas largo que sus hermanos. Tenía las orejas mas picudas y largas de los cuatro. Luna miró que el bebé le sonrió y le dijo: "Mi tesoro, yo te recibo y te bendigo, sangre de la nueva alianza, para redención de todos los elfos. Te llamarás Alarmen Haldir Erú, y serás Sr. de Señores, rey de reyes, representante mío en toda tierra media y serás fundador de la nueva Eldamar en tierra media. Así sea" dijo Luna. Volteó a mirar a todos. Y les sonrió. Todos se hincaron y honraron con loas y salves a los nuevos señores. Después les dejaron solos, a Luna, Haldir y los bebes. Afuera había fiesta. Pero los bebes estaban tranquilos. Haldir se acercó y miró a sus hijos. Estaba feliz, radiante. Luna le dijo: Haldir, pásame a Aldaron Haldan por favor. Haldir le dio al primer bebe y Luna se desabrochó la camisa y se sacó el pecho. Haldir le miraba asombrado. Ese pecho estaba como cántaro, pleno, lleno. El pequeño Haldan succionó del pecho de su madre. Luego se quedó dormido. Luna le dio el bebe a Haldir para que lo pusiera en la cuna. Luego Haldir le pasó a Halmir, y Luna le amamantó del mismo pecho. Este bebe era muy goloso, no daba descanso hasta que se durmió. Así estaban el mismo proceso con los cuatro hasta que se durmieron y fueron depositados en la cuna. Luna se recostó y Haldir, estaba mudo. No hallaba que decir. Hasta que Luna le habló y le dijo: "amor, ven, recuéstate a mi lado. Vamos a dormir un poco." Y Haldir se recostó con ella, la abrazó y juntos se durmieron profundamente.
^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^
