Cap. 27 Rumbo a Góndor.

El día de la partida llegó, Luna, Haldir y los mellizos junto a sus nanas salieron de palacio, hacia las afueras de palacio, ahí esperaba el fiel Dien y Cornelius, el unicornio de Isilme. Estaba la carreta donde viajarían los mellizos, otra con todos los comestibles, la guardia ya esperaba a sus monarcas, Se aproximaron Galadriel y Lord Celeborn para despedir a los monarcas. Luna se abrazó a Galadriel, y le besó y le dijo: "Galadriel, te encargo Lóriel, se que no debo decírtelo pero amo tanto este pueblo que no puedo evitar el preocuparme." Galadriel sonrió y le dijo a Luna: "tranquila, todo estará bien. Ve sin pendiente querida señora". A continuación Luna se dirigió con Lord Celeborn, dándole un beso en la mejilla, se despidió de el, y con grandes lágrimas que escurrían por sus mejillas terminó de despedirse de Lord Celeborn, luego se dirigió hacia su fiel Cornelius, Haldir, presto se acomedió a ayudarle a montar a su unicornio. Luego Haldir se dirigió a despedirse de sus señores. Luego se dirigió hacia Daen y se montó sobre el, luego Haldir gritó: "Caravana, hacia Góndor" Iban, primero algunos elfos de la guardia real, luego iba la carreta de los comestibles, después la carreta donde iban los mellizos, luego Luna escoltada por Haldir y Rúmil, y al ultimo otro grupo de elfos de la guardia. Luna, ya había conocido ese gesto adusto y preocupado de Haldir y de Rúmil, el mismo que llevaban todos los elfos cuando viajaban, iban vislumbrando el panorama, no deseaban exponer a Luna o los mellizos, pues eran los monarcas. Haldir era el mas preocupado de todos. Llevaba sobre la espalda el arco, listo para ser usado y una buena dotación de flechas en el carcaj. Aparte su espada y dagas en la espalda. Luna llevaba roba cómoda pero que era abrigadora sin necesidad de pasar calor. Portaba una capa elfica. Al igual que Haldir y Rúmil. Fueron dejando los linderos de Caras Galadhon, fueron penetrando los bosques de Lórien, Luna sentía la presencia de los guardias en los arboles, escuchaba silbidos, ruidos, sonidos, sabía que era la forma de comunicarse de los elfos guardianes. Miró a Haldir hacer un ruido y recibir contestación entonces adelante, en un recodo del camino, al dar vuelta un elfo cayó de un árbol, entonces Luna vio a su esposo que se encaminaba al frente. Lo vio bajarse del caballo y abrazar a este elfo, entonces se fueron aproximándose hacia Luna y los mellizos. Luna le reconoció era Orophin, el otro hermano de Haldir que se quedaba encargado como capitán de la guardia de Lórien. Estaba de guardia y bajó para despedirse de su familia. Luna bajó de Cornelius, ayudada por Orophin, entonces se abrazaron y Orophin le dijo a Luna: "Cuída mucho a los mellizos que son mis sobrinos y tambien a mi hermano, por favor". Luna se sonrió y le dijo: "tranquilo, que son lo que mas amo, como podría dañarles? Mejor cuídate tu por favor. Volveremos lo mas pronto posible. " Y Orophin se dirigió hacia el carruaje de los mellizos, entro y les miro, les beso y les dijo unas bendiciones en élfico. Luego salió y miró a su hermano y a su cuñada y señora, que le miraban abrazados, les sonrió y les hizo una seña elfica, entonces corriendo, retornó a su arbol. Luna se admiró al ver la gracia y la rapidez con la que desapareció en ese árbol. No uso escalerilla como usó Haldir con ella cuando se conocieron. Seguramente que Haldir tampoco solía usarlas, mas si estaba ahí, era por que seguido llegaba alguien que no estaba frecuentado con esas usanzas. Luna sonrió y se dirigió hacia Cornelius, y Haldir se aproximó para ayudarle a montar. Luna se fijó en el portaestandarte, un elfo que portaba el estandarte de Luna. Sonrió recordando a su amigo Legolas. Comenzaron la marcha y asi siguieron lo mas rápido posible pues Haldir no deseaba que Luna se cansara mucho ni los mellizos se expusieran a alguna enfermedad. Asi cabalgaron durante cuatro horas, de pronto Luna le hizo una señal a Haldir, entonces Haldir, disparo una flecha que se incrusto en un árbol, justo frente a los hombres de la guardia. Al instante los hombres pararon, y aprovecharon el descanso para acomodarse para iniciar una vigilancia. Todos se detuvieron, entonces Luna se aproximó al carruaje y entró y tomo asiento. Las elfas que cuidaban de los mellizos, salieron, y Luna se quedo sola con los mellizos. Así fue tomando uno por uno, hasta amamantarlos a todos, les cambio de ropa y cuando ya los dejo acostados en sus cunas, salió y las elfas subieron otra vez al carruaje, Luna le dijo a Haldir: "Acompáñame amor. "Haldir asintió, y se internaron en unos arbustos que se veían, Luna tenía necesidad de evacuar algunos líquidos. Haldir vigilaba con extremo cuidado los alrededores. Cuando Luna estuvo lista, prosiguieron hacia sus monturas, Haldir ayudo a Luna a subir a Cornelius a su vez, el subió sobre Daen, y comenzó la cabalgata otra vez. Así anduvieron por dos dias, en los cuales apenas paraban para descansar. Luna se sentía muy fatigada. Hasta que en el medio día de el tercer día se avistaron las torres de Góndor. Luna se alegró. Cuando se iban acercando, Luna vio que un elfo de la guardia se adelantó hacia las enormes puertas de Góndor, quizás para facilitar la llegada de la comitiva hacia Góndor. Haldir se sentía satisfecho pues no habían tenido ningún contratiempo. Cada vez se avistaba mas cerca las murallas de Góndor. Luna alcanzó a escuchar leves sonidos y gritos de los humanos, silbidos, se oian chirriar de goznes, de las puertas que se abrían, unas trompetas sonaron, anunciando la llegada de la Reina Varda. Entraron y un hombre se emparejo a la guardia delantera, mostrándole el camino hacia el palacio del Rey Aragorn y la reina Arwen Undómiel. Todos los hombres se admiraban de ver tanto elfo, pero al ver a Luna se sorprendían, jamás habían visto una elfa asi. Tenía los cabellos mas largos que cualquier elfo que hubiesen visto y plateado, la magnificencia de esa elfa era regia. Parecía que iba muy concentrada con su mirada al frente. Entonces Luna le llamó la atención una mujer, que se veía enferma, atrás de ella se veía un humano, sosteniéndole, la gente que se encontraba alrededor, sintió la mirada penetrante de Luna, y se sobrecogieron. Jamás les había pasado cosa tal con los elfos. Los elfos eran a su parecer algo arrogantes, valientes, orgullosos y hermosos. Pero esta elfa se veía diferente. Quizás lo que les había dicho su rey Aragorn, era cierto y una diosa venía a salvarles. Acaso ella venía ahí en esos carruajes, lo ignoraban pero esa elfa se les semejaba con mas diferencias que su misma reina Arwen Undómiel. A pesar de que las dos eran elfas, tenían ciertas diferencias. Conforme iban pasando por la ciudad hacia el palacio de los monarcas, Luna se sentía ansiosa por llegar. Estaba cansada y pensaba en sus bebes, que seguramente estarían cansados. Querrían seguramente descansar en unas habitaciones. Observaba que la gente de Góndor le miraba y le aclamaban pero se sentía ya incómoda, pero comprendía que era diferente a todos los elfos. Por fin se veía el palacio. Agradeció a los valares. Al arribar a la puerta principal, observó que Aragorn y Arwen, los esperaban junto a la entrada. Abrazados y sonrientes. Luna sonrió y esperó a que Haldir desmontara a Daen, para ir a ayudarle como ya era costumbre. Le ayudó a desmontar a su unicornio y unos hombres se llevaron a los caballos de todos los elfos y el unicornio de Luna a las cuadrillas. Luna se dirigió hacia el carruaje de los pequeños príncipes, tomo a uno de ellos, en brazos y Haldir tomo a otro de los niños elfos, y se aproximaron mientras dos de las elfas tomaban en brazos a los dos principes restantes, e iban detrás de sus señores. Luna saludó a Arwen a la usanza elfica, y luego a Aragorn con una reverencia. Al inclinarse Luna, Aragorn la detuvo, y le dijo: "No, mi señora, no lo haga por favor.... soy yo el que debe inclinar mi cabeza ante ti mi señora". Y Aragorn al decir esto, levantó a Luna y con rodilla al piso, hizo una reverencia ante Luna. Luna lo único que deseaba era descansar. Arwen capto la necesidad de los viajeros. Y dijo: "Pero pasen por favor, deben venir cansados, enseguida les llevaremos a sus habitaciones. Luna pensó que que felicidad el que ya descansarían. Les designaron tres habitaciones, una para las elfas que cuidaban a los bebes, otra para los bebes y otra para Luna y Haldir. Aragorn y Arwen les dejaron solos y les dijeron que les enviarían la cena tanto a las elfas como a los monarcas de Lórien. Haldir se metio al baño para ducharse y quitarse el polvo del camino. Se sentía cansado, Luna se dirigió hacia la habitación de los bebes. Las elfas ya los estaban cambiando. Luna tomo a sus hijos uno por uno para alimentarlos y les fue acostando, los bebes, cayeron dormidos en el acto, parecían muy cansados. Luna se fue después de darles un beso a cada uno y les miro, corrió a las elfas con la mano a señas para que se fuesen a descansar y a continuación, ella se retiro a su habitación, al entrar, sonó la puerta, ella fue a abrir y entro una mujer con una bandeja con las viandas de la cena. Las colocó sobre una mesilla y a continuación sacó su bata, ropa limpia y se fue a bañar, Haldir terminaba de bañarse cuando llego Luna, Haldir le vació la tina y se la volvió a llenar. La entibió y a continuación ayudó a su mujer a quitarse las ropas de viaje, y le ayudo a meterse a la tina. Luna rápidamente se aseó y enseguida se paro y Haldir le pasó una toalla para secarse y le ayudo con el cabello. Luego le ayudo a vestirse y enseguida, se desenredo el cabello cosa que Haldir ya había hecho, mientras ella desenredaba su cabello, el cenaba pues ambos estaban cansados y querían dormir. A continuación de que Luna terminara de cepillase el cabello, se aproximó con Haldir que seguía comiendo. Con calma para darle tiempo a su mujer de que le alcanzase. Comieron juntos, hasta satisfacer su hambre, luego fueron a cepillarse los dientes y enseguida, se fueron a dormir, al instante se quedaron dormidos, Haldir ya sin preocupaciones pues durante el camino, tuvo solo dos preocupaciones, y fueron la seguridad de Luna y los mellizos y ver que fueran lo mas cómodos posibles. Ahora yacía en el lecho junto a Luna, con toda comodidad y tranquilidad. Luna se quedó dormida al instante. Y así pasaron la noche, durmieron hasta tarde, eran las diez de la mañana cuando Luna comenzó a estirarse, y recordó a los bebes, se paró rápido y jaló la bata, corrió hacia el cuarto de los bebes, Haldir al sentir el miedo y preocupación de Luna, se levantó junto con ella. Con mucho apresuramiento, entraron a la habitación de los bebes. Las cunas estaban tendidas. Luna se angustió y terminándose de cerrar la bata, se dirigió hacia la salida de la habitación, rumbo a la habitación de las elfas. Haldir iba tras suyo, terminándose de abrochar la bata, comenzaba a sentir la angustia de Luna, vieron que las elfas no se encontraban, los dos iban descalzos y Luna le dijo, vete tu a el jardín exterior que yo iré al interior. Se separaron, Luna iba con mucho apresuramiento. La servidumbre se asombraba de ver a la reina en bata, casi corriendo muy angustiada. Luna no veía nada, solo quería saber donde estaban sus mellizos. Empujó unas puertas de vidrio que daban a un jardín interior, ahí encontró a las elfas, junto con Aragorn y Arwen, que jugaban con los príncipes. Con el apresuramiento no se dio cuenta que Los monarcas le escucharon al abrir las puertas de golpe. Voltearon y le vieron, entonces Luna recordó en que figura andaba. Se sonrojó y Aragorn apresurado, se dirigió hacia Luna al mismo tiempo que se quitaba su capa y se la ofrecía a Luna. Mientras Arwen, pasaba a su lado y le dijo, iré a avisarle a Haldir que los mellizos están aquí. Luna le dijo: "Mi señora, mi esposo ha ido hacia el jardín exterior a buscarles." "Gracias mi señora Elentari Elbereth, iré a avisarle." Luna se sentía tan avergonzada, miró hacia los mellizos, miró que estaban bien y le dijo a Aragorn: "perdone mi señor, pero iré a mis habitaciones para cambiarme" Aragorn le contestó: "Permítame acompañarle mi señora por favor". Entonces Luna se cerró bien la capa de el monarca y comenzó a caminar con Aragorn al lado. Aragorn comenzó a charlar con Luna para minimizar la vergüenza que ella había sentido. "Y que bueno que han llegado por fin a Góndor, pues así veremos ver cobrar vida nueva a mi amada tierra y a toda la Tierra Media mi señora". Luna se sonrió hacia Aragorn y le dijo: "Así será mi señor, con la venia de los Valares, así será." Habían llegado a las habitaciones y Luna le quiso regresar la capa a Aragorn pero el monarca le detuvo, para evitar el que Luna se despojara de la capa, y le dijo: "No, mi señora por favor, déjelo así por favor, ya después la devolverá por favor". Entonces Luna sonrió y le hizo reverencias al monarca pero tan rápido que Aragorn no pudo hacer nada y se sonrió y le hizo reverencias a su señora también y esperó a que Luna cerrara la puerta. A continuación Aragorn se retiró otra vez hacia el jardín para darle órdenes a las elfas doncellas encargadas del cuidado de los mellizos. Llegó al jardín cuando vió que Arwen estaba ahí jugando con los mellizos y sonreía. También sonrió al verle. Se veía un cuadro extraño ver a tanto elfo bebe, pues no era muy comun entre los elfos el ver a tanto bebe, y veía que Arwen Undómiel se veía en su elemento con los bebes. Se aproximó y se integró a los jugueteos con su esposa y con los mellizos. Le preguntó sobre Haldir y Arwen le dijo que lo había encontrado y que ahora el se dirigía hacia sus habitaciones ya mas tranquilo.

Haldir abrió la puerta de su habitación y encontró a su mujer sacando ropa de el ropero, tanto de ella como de el, sonrió y fue y la abrazó por la espalda y le besó el cuello. Luna ya le había sentido, así es que tomo sus manos y luego parte del mechón de Haldir que caía hacia el frente de Luna. Entonces Haldir la giró y le tuvo frente a frente, entonces le miró sus ojos y se fue acercando lentamente hacia los labios de Luna, con un dedo haldir suavemente acarició la punta de una de las orejas de Luna, y ella con suavidad se prendió de los hombros de su marido, sentía desfallecer de pasión, las piernas se le doblaban, ella estaba asombrada lo sensibles que eran las orejas élficas pero ya se estaba acostumbrando a estas sensaciones. Veía a Haldir aproximándose hacia ella, poco a poco, ella sintió el aliento de su marido, hasta que sintió los labios demandantes de Haldir, ella cerró los ojos para perderse en ese mundo de éxtasis. No supo a que horas fue levantada sobre los brazos de su esposo, a que horas fue depositada sobre el lecho y como quito el las ropas que ella estaba sacando. Solo supo que ese beso duró eternidades, las manos de Haldir, se movieron prestas, volaban de un lado hacia otro, abriendo la capa de Aragorn, luego la bata de Luna, después el camisón, todo volaba y volaba, hasta que Luna quedó al descubierto, anhelante, Haldir no podía dejar de besarla, mientras que al mismo tiempo el comenzó a despojarse de sus ropas, la bata, la camisa de dormir, el pantaloncillo, al quedar desnudo, se recostó junto a su amada, la cubrió con la manta, no quería que tuviera frío, pero el calor pronto circuló por la habitación, los sonidos del amor, comenzaron a escucharse en derredor del lecho, Luna no soportaba mas, pero Haldir, viejo elfo acostumbrado a las lides del amor, sabía lo que debía hacer. Prolongar el momento, haciendo que Luna se desesperara mas, pero sabia que ella estaría mas feliz así. Haldir no le daba descanso, donde quiera que su boca andaba iba prendiendo un camino de fuego en Luna, Haldir, le miró, Luna ya estaba lista y el no se contenía, daba rienda suelta a su pasión, la mujer le seguía tras suyo, aunque no se sabe quien tenía mas pasión en ese momento, de pronto Haldir, sintió que no podría mas con su pasión, se recostó sobre el lecho y Luna enseguida entendió lo que Haldir buscaba, llevando al unísono, pensamiento y acción, Luna y Haldir se fundieron en uno solo, Haldir la miraba cual amazona, con esos cabellos plateados cayéndole por todo el cuerpo, ahí no había reyes ni dioses, solo eran un varón y una hembra llevando a cabo el acto mas sublime de la existencia de todo ser vivo. Hasta que Luna sintió convulsionarse, su frente estaba perlada, Haldir bramaba y tomaba la cintura de Luna con desesperación, Luna al ver que su amado por fin llegaba a la cumbre, se inclinó para darle besos en la frente, bebió de su frente, y se quedaron así recostados.

Se quedaron descansando por media hora, luego se levantaron jugando y riendo como dos infantes, luego se dirigieron hacia el baño y se bañaron y se vistieron, se peinaron y salieron a buscar a sus hijos. Ya venían las doncellas en camino pues el sol ya calentaba y los mellizos debían desayunar. Entonces Luna le sonrió a Haldir y le dijo, adelántate amor a alcanzar a los monarcas, enseguida les alcanzo en el comedor, solo amamantaré a los mellizos. Luna se fue a la habitación de los mellizos, y comenzó a amamantarlos uno por uno, cuando terminó se los dejó a las elfas, y les dio un beso a cada uno de ellos y salió rumbo al comedor.

Por el pasillo se encontró a una humana de servicio y le preguntó, "Por donde queda el comedor?" "Enseguida le muestro el camino mi señora". "Gracias" fue lo que Luna contestó. Sonrió al ver la mirada de la humana, era una mezcla de asombro y admiración pues la mujer nunca había visto elfos como Luna. Si esa mujer pudiera saber que ella antes era al igual que ella, una triste humana tratando de sobrevivir. Que lejana parecía su vida antigua, pero ahora ya sabía su destino, y estaba feliz, tenía un marido, 4 hijos y toda una tierra para amar. Para entregarse por completo. Llegaron a una puerta de Roble y la Sra. de servicio, empujó las puertas, al entrar Luna, vio ya a Haldir, y a los monarcas que les esperaban y a otras gentes ahí reunidos. Luna se apresuró a llegar junto a Haldir, y Aragorn, se apresuró a presentar a Luna con los demás personas ahí presentes. Eran los humanos con cargos mas importantes en Góndor. Luna les saludó con una ligera inclinación de su cabeza, ellos le rindieron pleitesía como lo que ella representaba y era: la Reina de Tierra Media. Todos pasaron a la mesa en sus respectivos lugares, Haldir permitió que Aragorn le ayudase a Luna con la silla, por meras reglas de urbanidad, pero toda su rabia la escondió muy bien. No era la primera vez que lo hacía en su vida, y el sabia que Aragorn solo pretendía fungir sus funciones de Soberano, pero aún así, a el no le gustaba que alguien se aproximara tanto a Luna. Era "su" Luna. Así pasaron la mañana, comiendo y charlando sobre los temas mas generalizados de Góndor.

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