Cap. 28. Una pasión oculta.

Haldir se dirigió con Aragorn mientras Arwen se disculpó con Luna para descansar mientras Luna recorría los alrededores de Góndor. Los Humanos, iba pensando en ellos. ¿Como poder darles ese regalo de bondades y maravillas naturales que era la causa de ese viaje? Los humanos le habían hecho mucho daño, como le nacería amor por los humanos, después de tanto sufrimiento. Luna comprendió que la tarea sería difícil. ¿Olvidaría Luna tanto dolor venido de los humanos? Claro que estos humanos no eran iguales que de donde ella provenía. Esta clase era de Tierra Media, estaban acostumbrados a tratar con elfos, hobbits, orkos y todas las criaturas imaginables de Tierra Media. Pero sobre todo aún estaba muy reciente la guerra del anillo y Góndor tenía muy fresco las maravillas que se habían realizado ahí mismo en Góndor, en Minas Tirith, en Mordor, en Rivendel, en tantos lugares. Muchos fueron testigos de las curaciones casi milagrosas por parte de su rey, entonces todos tenían una fe ciega en el milagro que se realizaría, era la esperanza para muchos Gondorianos. Las afueras de Góndor podrían ser cultivadas, y la región se beneficiaría lo suficiente, esperaban mucho de la maravilla de la que les había hablado su rey, de una extraña reina elfa que llegaría y sería ella la que hiciera toda esta magia posible. Los Gondorianos miraban con asombro a Luna, Jamás habían visto a una elfa asi, Luna dejó el palacio y comenzó a adentrarse en las callejuelas de Góndor, iba en busca de un perdón, para un rencor tan añejo, como los viejos vinos que se guardaban en los toneles en las cavas antiguas. Sabía que esta sería una misión mas difícil de llevar a cabo. Tenía que enseñarse a amar a los humanos. Al ir comenzando a caminar, entonces se escuchó un galope proveniente de el palacio. Volteó y a lo lejos se miró un jinete sobre una cabalgadura, aparte venía un corcel junto con este jinete. Conforme se aproximó a Luna, iba mirando que se aproximaba este jinete. Afinó su vista élfica y no dio crédito a lo que sus ojos miraban. No podía ser. Sonrió. Al parar el jinete, miró las ropas élficas de este personaje, su viejo y querido amigo Legolas estaba ahí. Luna no daba crédito. "Pero Legolas, ¿qué haces aquí? ¿No debías estar preparando tu boda?" dijo Luna en una avalancha de preguntas. Legolas se paró frente a Luna, le sonrió y la abrazó. Luna le correspondió el abrazo. Las lágrimas de la emoción de ver a su amigo comenzaron a aflorar. Legolas al separarse de Luna sacó presto su pañuelo y dijo: "Sabía que haría uso de el, no cambias amiga" Y Luna sonrió. Se dejó limpiar las lágrimas de parte de su amigo. Luna miró las manos de Legolas, blancas, firmes, nítidas y albas. Luna le dijo: "¿Pero que haces aquí amigo?" Legolas le contestó: "Pues nada, solo que he venido en una misión de mi padre con Aragorn mas no esperaba encontrarles aquí. Pero dejame verte, estas cambiadísima. Estas hecha toda una elfa, aunque un poco diferente pero una elfa por dentro y fuera.Pero ¿y ese vientre? Luna, no me digas que tu ya...." Dijo Legolas sonriendo y Luna movía la cabeza afirmativamente. Legolas dijo: "Pero, ¿que has tenido? ¿Varón o hembra? ¿Acaso la profecía se ha realizado?" Luna le hizo una seña de guardar silencio a Legolas riendo al ver el mar de preguntas que le bombardeaba Legolas. Le dijo: "Ahora te explico querido amigo, pero veo que has traído a Cornelius. Eso significa que querías cabalgar. Anda, vamos a las afueras de Góndor y por ahí en alguna pradera charlamos. ¿Está bien?" "Claro que si" contestó Luna muy afable. Luna montó sobre Cornelius con la ayuda de Legolas. Ya Luna era muy versada en cuanto a la cabalgadura de caballos y mas sobre Cornelius, pero Luna comprendía que los varones le ayudaban por simple y mera cortesía hacia una soberana y sobre todo a una elfa de sexo femenino. Luna les dejaba hacer, sabiendo colocarse en su lugar de soberana. Iniciaron un suave galope, mas que nada por que aún se encontraban dentro de los límites de la ciudad. Avistaron pronto las puertas de Góndor y se abrieron para dar paso a la pareja real que deseaba salir. Por fin pudieron avistar la salida y comenzaron a galopar, encontraron una sombra en su camino entonces se aproximaron al árbol y Legolas desmontó rápidamente y tomó a Luna de la cintura para ayudarla a bajar. Ella colocó sus manos sobre los hombros de su amigo y rápidamente bajó pero al caer Luna se le dobló el pie y se lastimó el tobillo, sintió que caería y se asió con desesperación de Legolas. El la detuvo y le miró como ella se puso pálida, entonces comprendió lo que había pasado, Legolas, le tomó en brazos y la cargó y Legolas presto se quitó su capa y la puso en el piso, sobre la hierba que ofrecía un mullido colchon para Luna. Legolas la depositó sobre la capa y enseguida dio paso a revisar que pie fue el herido, al ver la reacción de Luna, rápidamente procedió a quitar la bota que portaba Luna, una bota élfica en tonos color miel. Luna solo apretaba los labios, pues no quería mostrar debilidad ante Legolas, quería demostrar que era toda una elfa. Valiente. Legolas le miró y comprendió lo que Luna estaba tratando de hacer. Legolas le dijo a Luna: "Vamos, si quieres llorar, si te duele lo suficiente, puedes llorar, no le diré a nadie que te he visto hacerlo. No me tienes que demostrar nada Luna. Al terminar Legolas de descubrir el pie de Luna, se le apreciaba cierto moretón en el tobillo de Luna, pero bastante pronunciado, tenía un tono morado tirando a negruzco, había sido una lastimadura muy fuerte. Miró a Luna a los ojos y miró sus ojos verdosos, cuajados de lágrimas, que amenazaban con ser derramadas por las mejillas, mejillas que lucían pálidas por el dolor, entonces Legolas sacó de su bolsa de viajero una pomada, y se desgarró un poco la camisa, para curar el pie a Luna , le miró cuando terminó de enrollar el vendaje, y le dijo, amiga, Luna, esto quizás te duela mas de lo que pensabas pero puedes gritar, nadie te escuchará en estos parajes. Nos alejamos lo suficiente de Góndor.Pero trataré de lastimarte lo menos posible. ¿Quieres mi pañuelo para morderlo? Luna negó con la cabeza y apretó los labios esperando la acometida de Legolas. Legolas tomó del tarro una generosa porción entre sus dedos y tomó el albo pie de Luna, esa blancura de su piel, hacia un contraste con el feo hematoma que se le presentaba a Luna. Sus pies eran pequeños y delicados. Al posar Legolas sobre el cardenal, sintió el estremecimiento de Luna. Comenzó la fricción suavemente primero, conforme fue calentando el pie de Luna, fue aumentando la fricción Cuando Legolas terminó de sobar el pie a Luna, guardó el tarro y se limpió las manos, entonces miró a Luna, ella estaba hecha un mar de lágrimas, gruesas gotas fluían y caían por sus mejillas, Legolas le miró y se le figuró una niña, indefensa, entonces su corazón se encogió pues quería a Luna por sobre todas las cosas. Presto se inclinó, sacó su pañuelo y precedió a limpiar las lágrimas de Luna. Lo hacía con delicadeza, estaba su rostro tan aproxiamdo al de Luna, creía percibir su aliento. Legolas miró los ojos de Luna, miró su naríz, "era tan perfecta" pensaba Legolas. Al mismo tiempo que se iba acercando, Luna al ver lo que sucedía, primero se desconcertó, no supo que hacer, Legolas se acercaba y ella no podría de momento hacer nada. Ella no podía permitir ser besada por Legolas, pues ella amaba a Haldir. Cuando ya Legolas casi rozaba los labios de Luna, ella fingió un dolor, en el tobillo, ya la crema estaba haciendo el efecto y el dolor se le había reducido, pero tuvo que fingir. Legolas, enseguida se separó de ella, y le preguntó, "te sigue el dolor Luna?" Ella asintió, entonces Legolas le dijo, "será mejor que nos vayamos a palacio, debe verte un sanador". Y Legolas cargó a Luna y le ayudó a montar sobre Cornelius, entonces le terminó de limpiar las lágrimas, sabia que Luna no desearía ser vista así, despues de todo, ya era una elfa. Se montó en su caballo y emprendieron el regreso a Góndor, galopaban pero cada movimiento del caballo le provocaba una nueva ondonada de dolor a Luna, Legolas estaba preocupado por ella, sabía lo que Luna estaba sintiendo, al llegar a las puertas de Góndor, aminoraron su galope, a un suave trote hasta que les abrieron las puertas, siguieron asi, Legolas comprendió que Luna no deseaba tener una muestra de dolor. Lo que no sabía es como le haría Luna pues seguro intentaría caminar, pero no podría. Era muy necia. Cuando llegaron a las puertas de palacio, dos palafreneros esperaban para llevar a los caballos a el establo.Legolas le dijo a Luna, ni si quiera te atrevas a querer caminar, una cosa es el orgullo pero otra muy distinta es que te lastimes mas por orgullosa, entonces Luna sintió que no hubiera podido caminar, entonces permitió a Legolas cargarla, los palafreneros estaban asombrados, pero no dijeron nada, tomaron las riendas de ambos caballos y los llevaron a las cuadras reales. Un sirviente al ver la escena, desde unas ventanas de lo alto, corrió a avisarle a Haldir que estaba con el Rey Aragorn, los dos se pusieron de pie y corrieron hacia la entrada de palacio. Y vieron que ya Legolas venía con Luna en brazos, Haldir presuroso la tomó entre sus brazos, y la llevo a la habitación, ahí ya unas mucamas le habian abierto el lecho, otro sirviente llamó al Sanador, Haldir estaba preocupado por Luna, entonces le descubrió el vendaje que le había hecho Legolas. Aragorn y Legolas miraban a Haldir desesperado por Luna. Ella yacía recostada con los ojos cerrados, quizas el dolor se agudizaba. Entonces llegó el sanador con todos sus potes y brebajes, preguntó que fue lo que pasó y se avocó a la curación. Todos miraban,ese moretón crecía.Aragorn comprendio que el sanador tardaria mas en curarle, entonces le dijo a un mozo, por favor, manden traer en un aguila, o un pegaso a Elrond de Rivendel. Lo mas pronto posible, esa lastimadura habia sido muy grande y sabia lo que Luna estaba pasando, era un dolor tremendo y conocía el orgullo de los elfos y ya Luna habia doblegado ese orgullo. El una vez paso por lo mismo y conocía muy bien ese dolor que mordía, cuando sus juventudes y comenzaba a perderse en ese vasto mundo de la tierra media. Haldir estaba desesperado, pues veia a Luna quebrarse en dolor, sabia que no se quejaba pero estaba sufriendo. Legolas le tenia detenido, pues estaba rayando en la desesperación. Las elfas que cuidaban a los bebes, se dispusieron a cuidar muy bien de los principes pues no deseaban que con su llanto perturbaran la paz de Luna en lo mas mínimo. El sanador hizo lo que pudo, en seguida Aragorn, tambien procedió a curar a Luna, volteó y le dijo a Legolas, llévatelo Leggy por que esta sufriendo mucho y ella tambien por verlo asi. Entonces Legolas disuadió a Haldir por el lado de que Luna sufría al verlo asi y Haldir aceptó a ragañadientes. Aragorn, hizo lo que pudo por Luna, ese pie estaba a la mar de hinchado, sus ojos lloraban pues el sabía lo que ella estaba sintiendo, y comprendió el dolor de esa niña Reina. A continuación le besó la mejilla y la abrazó y la mecía un poco, dandole su apoyo.

Pido mil disculpas por la demora, es que las ninfas me han abandonado mas exámenes, pues ustedes ya saben como es esto, no necesito platicarselos. Aquí les pongo mi e mail para que las que gusten contactarme:
ReinaVarda62hotmail.com. De nuevo me disculpan chicas?