Cap. 29.Reconsideración.
Luna sentía como Aragorn la mecía, ella no quería hacer fuerzas por que hasta eso le dolía, solo sentía muy suavizado el tacto de Aragorn en su piel. El le empezó a hablar, a tratar de tranquilizarla, ¿como no amar a esa Reina si era una niña? Era tan fácil, el supo la historia de Luna por boca de Elrond, sabía cual habia sido su pasado y su futuro. El, como rey, le debía sumisión.Poco a poco ella se fue quedando dormida, el brebaje le había hecho efecto y la voz grave de Aragorn apenas musitada, cantandole una canción que le enseñara Elrond. La recostó, la arropó, todavía una de sus mejillas tenía una lágrima que tardaba en bajar, pues las mejillas de Luna eran aterciopeladas como la piel de los melocotones.Aragorn, la miró y se enterneció mas, con su mano, limpió esa lágrima. Se asombró de ver que el rostro de Luna se perdía en su mano. No tenía comparación.
Observó sus ojos abiertos,y sonrió pues ya sabía como dormían los elfos, con los ojos abiertos, esas pupilas como pequeñas esmeraldas.Le había conocido con su fisonomía de humana y ahora estaba imponente, esas orejas eran elficas al cien por ciento, esos cabellos plateados, largos, que con facilidad pudiesen servir de vestimenta para ella en caso de algun accidente imprevisto. Luna respiraba con profundidad y calma. El la observaba como su pecho subia y bajaba. Ya la respiración estaba ritmica. Aragorn entonces musitó: "pequeña, como ha cambiado tu vida, mi historia no tiene comparación con la tuya, tus lágrimas son mas amargas que las mías". Entonces Aragorn quitó un mechón de la frente de Luna y le dio un beso en la frente. Entonces Aragorn procedió a sentarse en un sillón que estaba al junto a la cama. "Ojalá que Elrond llegue lo mas pronto posible", pensó Aragorn y comenzó a recordar cuando le curó el pie a Luna, el pié tan pequeño, albo, por algun momento sintió deseos de besar esa piel, sentir la claridad de ellos en sus labios. Aragorn se estremeció "¿Pero que le estaba sucediendo?" pensó el, si contaba con el amor de la dulce Arwen. Se puso de pie, y a continuación se encaminó hacia la puerta, quería dejar esa habitación que le quemaba. Al salir vió que pasaba por ahí una sirvienta y le pidió que cuidara de Luna. Ella acató la orden y penetró a la habitación mientras que Aragorn salía casi corriendo hacia las caballerizas. Necesitaba alejarse y pensar, pensar bastante. Ya había escapado de Góndor varias veces, no le veía la dificultad, siempre andaba armado, montó a su caballo y comenzó a galopar hacia las afueras. Sentía como el cabello volaba en su cabellera. Ese aire no le satisfacía, necesitaba mas frescura. Apuró a su caballo, y corrió hasta casi reventarlo. Llegó a una especie de estanque, necesitaba, refrescarse, se aseguró de estar en completa soledad, y se desnudó por completo y se metió al agua. Perdió la noción del tiempo, cuando recapacitó, habían pasado dos horas, ya la noche estaba encima, entonces salió se vistió y montó a su caballo. Para entonces, ya la reina Arwen estaba desesperada. Sabía de las corretizas de su marido por el campo, sabía que le era imposible dejar atrás sus tiempos de montaraz. Mandó a varias gentes a buscarle. Estaba preocupada. Entre los que salieron a buscarle se encontraba Haldir, pues le preocupaba la suerte del rey Aragorn, montó sobre su caballo, y salio a buscarle. Aragorn tomó un atajo, y llegó a la ciudad blanca. Dejó el caballo en manos del palafrenero y entró a palacio apresurado. Fue hacia su habitación y se dio un baño con agua caliente y cuando salía del baño, ya Arwen venía entrando. Le dijo de su preocupación, entonces se pusieron a hablar, mientras que en el campo de Góndor, Haldir fue siguiendo las huellas de Aragorn, sabía y podía seguir las pistas aunque fuera de noche. No en balde era el mejor guerrero de Lórien. Además tenía la vista mas desarrollada que Aragorn y cualquier humano. Llegó a las proximidades del estanque, pero cual fue su sorpresa al ver ahí una mujer, era blanca,delgada, guardó silencio y se aproximó bajando del caballo, ella portaba las tunicas elficas, al fijarse, detectó que era una elfa, muy hermosa, portaba un cántaro de bronce, estaba sacando agua del riachuelo que caía en esa poza. Ella no lo había detectado al parecer, para ser elfa se veía muy lenta. Haldir sacó su daga y se acercó, hasta que la detuvo con la daga en el cuello. Se le había hecho demasiado fácil, ella soltó el cántaro, el agua cayó, entonces el habló y le dijo, silencio, si hablas eres elfa muerta. Ella guardó silencio mientras Haldir le ataba las manos, y pronto la ató a un árbol. Entonces ella lo miraba con sus ojos moros, incrédula al ver sus cabellos rubios, los de ella eran de un color castaño. Ella estaba silenciosa, el le dijo: "acaso vives en Góndor?" Ella negó en silencio. Vaya, por lo menos le entendía, quiere decir que no era sorda. Haldir le dijo: "¿cómo te llamas?" a lo que ella contestó: "Me llamo Almarandil Amelir, hija de Luthien Tinúviel y mi padre se llama Beren." Haldir se sorprendió, no podia ser, la hija de Beren y Luthien Tinúviel? Aquí, con vida. Si esa era una historia muy añeja. Haldir no podía creer lo que veía. Si ella poseía esos cabellos oscuros como su madre. El le preguntó: "¿Si no vives en Góndor entonces dónde vives?". Y Almarandil le contestó: "Vivo en aquel bosquecillo que se ve al pié de esa montaña". "Pero ese bosque está encantado según la leyenda", dijo Haldir. "No, contestó ella, eso se hizo creer para evitar la entrada de humanos a el bosque, por que mis padres me querían proteger".Dijo la elfa. "¿Pero acaso vives sola con tus padres?" a lo que la elfa respondió: "No mi señor, vivo sola, mis padres hace mucho que murieron. Por las noches vengo aquí para recoger agua para mis diarias necesidades". Haldir se sorprendió de la inocencia de esa elfa. Entonces decidió llevarla a Góndor para hablarlo con Aragorn, pero recordó que Aragorn estaba perdido, entonces se fijó en otra huella, las cuales iban hacia la ciudad blanca. Comprendió que eran de Aragorn, entonces le dijo a la elfa: "te llevaré a Góndor para ver que suerte decide sobre ti el rey, no tengas miedo, yo soy elfo como tu, y el es una buena persona, es noble, aunque humano pero noble.""Trata de no hacer movimientos bruscos, no te haré daño, te subiré a mi caballo" y Haldir la tomó de los brazos, y chifló llamando a su caballo. Entonces apareció su fiel corcel, el montó y subió a la elfa de lado, para que no se lastimara. Y emprendió el retorno a la ciudad blanca. Debía apurarse, pues no deseaba encontrarse con ninguna mala jugada por parte de algún enemigo. Al llegar a la ciudad, desmontó fuera de palacio, entonces al bajar a la elfa, ella quedó cerca de su rostro, ella no podía hacer nada por llevar las manos maniatadas. Haldir la miró con profundidad entonces la terminó de depositar en el suelo. Le desató las manos, y le dijo que caminara por delante de el, que el le mostraría el camino. Almarandil obedeció. Asombrada miraba el esplendor del palacio de Góndor. Jamás había visto semejantes lujos. Al llegar a una especie de salita, ahí se encontraban una elfa mas, el rey debería ser el que portaba la corona, unas elfas con unos bebes elfos, cuatro para ser precisos. Entonces al penetrar a la estancia, las puertas fueron cerradas. Haldir le dijo a Aragorn: "vaya mi señor, veo que se encuentra en buen estado de salud, he salido en su búsqueda pero comprendí que había retornado. En su búsqueda encontré a esta elfa, se llama Almarandil Amelir según dice ella es hija de Beren y Luthien Tinúviel. Arwen dejo caer la manta que llevaba en las manos y miró sorprendida a esa elfa. Sus ropas eran hermosas mas no las de una reina. Se vestía con sencillez. Para ser elfa era un poco pequeña, menuda. Poseía los rasgos de una casa real. Arwen se acercó y le tocó la mejilla. Almarandil se sorprendió del roce en su mejilla por parte de esa elfa. Era hermosa, con ojos azules y cabello negro. Su cabeza portaba una corona. Suponía que era una reina. Eontonces Arwen le dijo: "Por hoy, te quedarás a dormir aquí, ya es noche y esos caminos son peligrosos para que una elfa ande por ahí,sola. Almarandil Amelir, asentó con la cabeza y esperó a que le mostraran su habitación. NOTA:-Este capítulo es dedicado especialmente a una persona, Alma, tu sabes que te quiero mucho, gracias por seguir mi fic desde el principio, tu sabes por todo lo que he pasado, y bueno, quiero hacerte un homenaje mi niña.Gracias.
Luna sentía como Aragorn la mecía, ella no quería hacer fuerzas por que hasta eso le dolía, solo sentía muy suavizado el tacto de Aragorn en su piel. El le empezó a hablar, a tratar de tranquilizarla, ¿como no amar a esa Reina si era una niña? Era tan fácil, el supo la historia de Luna por boca de Elrond, sabía cual habia sido su pasado y su futuro. El, como rey, le debía sumisión.Poco a poco ella se fue quedando dormida, el brebaje le había hecho efecto y la voz grave de Aragorn apenas musitada, cantandole una canción que le enseñara Elrond. La recostó, la arropó, todavía una de sus mejillas tenía una lágrima que tardaba en bajar, pues las mejillas de Luna eran aterciopeladas como la piel de los melocotones.Aragorn, la miró y se enterneció mas, con su mano, limpió esa lágrima. Se asombró de ver que el rostro de Luna se perdía en su mano. No tenía comparación.
Observó sus ojos abiertos,y sonrió pues ya sabía como dormían los elfos, con los ojos abiertos, esas pupilas como pequeñas esmeraldas.Le había conocido con su fisonomía de humana y ahora estaba imponente, esas orejas eran elficas al cien por ciento, esos cabellos plateados, largos, que con facilidad pudiesen servir de vestimenta para ella en caso de algun accidente imprevisto. Luna respiraba con profundidad y calma. El la observaba como su pecho subia y bajaba. Ya la respiración estaba ritmica. Aragorn entonces musitó: "pequeña, como ha cambiado tu vida, mi historia no tiene comparación con la tuya, tus lágrimas son mas amargas que las mías". Entonces Aragorn quitó un mechón de la frente de Luna y le dio un beso en la frente. Entonces Aragorn procedió a sentarse en un sillón que estaba al junto a la cama. "Ojalá que Elrond llegue lo mas pronto posible", pensó Aragorn y comenzó a recordar cuando le curó el pie a Luna, el pié tan pequeño, albo, por algun momento sintió deseos de besar esa piel, sentir la claridad de ellos en sus labios. Aragorn se estremeció "¿Pero que le estaba sucediendo?" pensó el, si contaba con el amor de la dulce Arwen. Se puso de pie, y a continuación se encaminó hacia la puerta, quería dejar esa habitación que le quemaba. Al salir vió que pasaba por ahí una sirvienta y le pidió que cuidara de Luna. Ella acató la orden y penetró a la habitación mientras que Aragorn salía casi corriendo hacia las caballerizas. Necesitaba alejarse y pensar, pensar bastante. Ya había escapado de Góndor varias veces, no le veía la dificultad, siempre andaba armado, montó a su caballo y comenzó a galopar hacia las afueras. Sentía como el cabello volaba en su cabellera. Ese aire no le satisfacía, necesitaba mas frescura. Apuró a su caballo, y corrió hasta casi reventarlo. Llegó a una especie de estanque, necesitaba, refrescarse, se aseguró de estar en completa soledad, y se desnudó por completo y se metió al agua. Perdió la noción del tiempo, cuando recapacitó, habían pasado dos horas, ya la noche estaba encima, entonces salió se vistió y montó a su caballo. Para entonces, ya la reina Arwen estaba desesperada. Sabía de las corretizas de su marido por el campo, sabía que le era imposible dejar atrás sus tiempos de montaraz. Mandó a varias gentes a buscarle. Estaba preocupada. Entre los que salieron a buscarle se encontraba Haldir, pues le preocupaba la suerte del rey Aragorn, montó sobre su caballo, y salio a buscarle. Aragorn tomó un atajo, y llegó a la ciudad blanca. Dejó el caballo en manos del palafrenero y entró a palacio apresurado. Fue hacia su habitación y se dio un baño con agua caliente y cuando salía del baño, ya Arwen venía entrando. Le dijo de su preocupación, entonces se pusieron a hablar, mientras que en el campo de Góndor, Haldir fue siguiendo las huellas de Aragorn, sabía y podía seguir las pistas aunque fuera de noche. No en balde era el mejor guerrero de Lórien. Además tenía la vista mas desarrollada que Aragorn y cualquier humano. Llegó a las proximidades del estanque, pero cual fue su sorpresa al ver ahí una mujer, era blanca,delgada, guardó silencio y se aproximó bajando del caballo, ella portaba las tunicas elficas, al fijarse, detectó que era una elfa, muy hermosa, portaba un cántaro de bronce, estaba sacando agua del riachuelo que caía en esa poza. Ella no lo había detectado al parecer, para ser elfa se veía muy lenta. Haldir sacó su daga y se acercó, hasta que la detuvo con la daga en el cuello. Se le había hecho demasiado fácil, ella soltó el cántaro, el agua cayó, entonces el habló y le dijo, silencio, si hablas eres elfa muerta. Ella guardó silencio mientras Haldir le ataba las manos, y pronto la ató a un árbol. Entonces ella lo miraba con sus ojos moros, incrédula al ver sus cabellos rubios, los de ella eran de un color castaño. Ella estaba silenciosa, el le dijo: "acaso vives en Góndor?" Ella negó en silencio. Vaya, por lo menos le entendía, quiere decir que no era sorda. Haldir le dijo: "¿cómo te llamas?" a lo que ella contestó: "Me llamo Almarandil Amelir, hija de Luthien Tinúviel y mi padre se llama Beren." Haldir se sorprendió, no podia ser, la hija de Beren y Luthien Tinúviel? Aquí, con vida. Si esa era una historia muy añeja. Haldir no podía creer lo que veía. Si ella poseía esos cabellos oscuros como su madre. El le preguntó: "¿Si no vives en Góndor entonces dónde vives?". Y Almarandil le contestó: "Vivo en aquel bosquecillo que se ve al pié de esa montaña". "Pero ese bosque está encantado según la leyenda", dijo Haldir. "No, contestó ella, eso se hizo creer para evitar la entrada de humanos a el bosque, por que mis padres me querían proteger".Dijo la elfa. "¿Pero acaso vives sola con tus padres?" a lo que la elfa respondió: "No mi señor, vivo sola, mis padres hace mucho que murieron. Por las noches vengo aquí para recoger agua para mis diarias necesidades". Haldir se sorprendió de la inocencia de esa elfa. Entonces decidió llevarla a Góndor para hablarlo con Aragorn, pero recordó que Aragorn estaba perdido, entonces se fijó en otra huella, las cuales iban hacia la ciudad blanca. Comprendió que eran de Aragorn, entonces le dijo a la elfa: "te llevaré a Góndor para ver que suerte decide sobre ti el rey, no tengas miedo, yo soy elfo como tu, y el es una buena persona, es noble, aunque humano pero noble.""Trata de no hacer movimientos bruscos, no te haré daño, te subiré a mi caballo" y Haldir la tomó de los brazos, y chifló llamando a su caballo. Entonces apareció su fiel corcel, el montó y subió a la elfa de lado, para que no se lastimara. Y emprendió el retorno a la ciudad blanca. Debía apurarse, pues no deseaba encontrarse con ninguna mala jugada por parte de algún enemigo. Al llegar a la ciudad, desmontó fuera de palacio, entonces al bajar a la elfa, ella quedó cerca de su rostro, ella no podía hacer nada por llevar las manos maniatadas. Haldir la miró con profundidad entonces la terminó de depositar en el suelo. Le desató las manos, y le dijo que caminara por delante de el, que el le mostraría el camino. Almarandil obedeció. Asombrada miraba el esplendor del palacio de Góndor. Jamás había visto semejantes lujos. Al llegar a una especie de salita, ahí se encontraban una elfa mas, el rey debería ser el que portaba la corona, unas elfas con unos bebes elfos, cuatro para ser precisos. Entonces al penetrar a la estancia, las puertas fueron cerradas. Haldir le dijo a Aragorn: "vaya mi señor, veo que se encuentra en buen estado de salud, he salido en su búsqueda pero comprendí que había retornado. En su búsqueda encontré a esta elfa, se llama Almarandil Amelir según dice ella es hija de Beren y Luthien Tinúviel. Arwen dejo caer la manta que llevaba en las manos y miró sorprendida a esa elfa. Sus ropas eran hermosas mas no las de una reina. Se vestía con sencillez. Para ser elfa era un poco pequeña, menuda. Poseía los rasgos de una casa real. Arwen se acercó y le tocó la mejilla. Almarandil se sorprendió del roce en su mejilla por parte de esa elfa. Era hermosa, con ojos azules y cabello negro. Su cabeza portaba una corona. Suponía que era una reina. Eontonces Arwen le dijo: "Por hoy, te quedarás a dormir aquí, ya es noche y esos caminos son peligrosos para que una elfa ande por ahí,sola. Almarandil Amelir, asentó con la cabeza y esperó a que le mostraran su habitación. NOTA:-Este capítulo es dedicado especialmente a una persona, Alma, tu sabes que te quiero mucho, gracias por seguir mi fic desde el principio, tu sabes por todo lo que he pasado, y bueno, quiero hacerte un homenaje mi niña.Gracias.
