Exterminio: Capitulo Quinto
Anna y la sorpresa de los enemigos
Aquel manto negro no alcanzó a caer cuando los dos restantes también volaron y al fin la identidad de ese grupo de extraños ideales quedaba al descubierto.
Unos cabellos rojos como la sangre caían sueltos haciendo ver más intenso el verde de los ojos de aquella mujer. A su derecha se encontraba un hombre muy alto, sus ojos no se dejaban ver por el semblante oscuro que creaba su cabello gris que cubría su rostro. Al otro extremo se encontraba un hombre más bajo que el anterior, sus cabellos y ojos eran negros y un semblante de ira se dibujaba en su rostro.
-¿Quienes son ustedes?- se apresuró a decir Yoh. Por segunda vez Yoh creyó perder la calma. Pero no alcanzó a pensar demasiado.
Yoh alcanzó a ver como la pelirroja lo miraba con sus ojos verdes directamente a los suyos. De pronto se vio rodeado por murallas de fuego y perdió de vista a sus enemigos.
-Yo soy Uriel- se escuchó la voz femenina -el ángel del fuego, el fuego que consumirá a todos los shamanes del mundo- sintió las manos de aquella chica en su cara, pero no pudo moverse -y es el fuego que te quemará, Yoh Asakura- Yoh sin embargo no necesitó zafarse. Uriel había retrocedido. Yoh se dio vuelta y vio como caía sangre de la espalda de ella y a su espada tirada en el suelo, ensangrentada.
-Rápido don Yoh, me cuesta mucho mover la espada yo solo- Amidamaru estaba al lado de Yoh hablando con aspecto agotado.
-Si - contectó Yoh- Amidamaru, posesión de objetos (ya no dice posesión de Harusame ne?)- la posesión se logró cpn éxito.
Yoh se dirigió a atacar a Uriel, pero.
***
Anna seguía tratando de salir de ese laberinto que ella había descubierto que era la alcantarilla de algún lugar de Japón, pero.¿Dónde?.
Después de un largo recorrido, Anna logró divisar una escalera, ¿a dónde llevaba? No importaba, lo esencial era salir de ese apestoso lugar.
Con un poco de esfuerzo logró llegar hasta la escalera y la subió, se encontró con que una especie de tapa de fierro le cubría el camino. Trató de abrirla pero sus manos ensangrentadas le dolían mucho pero con un gran esfuerzo la logró empujar del todo pudiendo ver así la luz del día. Sin embargo mucha gente corría despavorida por todos lados.
Anna salió y se encontró cerca de la Torre de Tokio. A lo lejos vio muchos cuerpos tirados, vio también a la pelirroja del templo que le atacó y a dos hombres que estaban sosteniendo por los lados a un joven de castaños cabellos.
-No, no puede ser- Anna se exaltó- ¡Yoh!- comenzó a correr lo más rápido que le permitían sus piernas. Pero iban a atacar a Yoh que no se podía defender, tenía que alcanzar a llegar.
-Señorita- dijo el hombre de cabellos grises- esa es la rehén- Uriel se dio la vuelta y pudo ver como Anna llegaba corriendo.
-¡Oh!, pero que no es esa bella carnada- la pelirroja comenzó a reir- gracias a ti en vez de uno sólo, ¡Tenemos a todos tus amigos demonios!-
Entonces Yoh se dio cuenta, ¿cómo pudo haber sido tan estúpido de haber llevado a todos sus amigos a una trampa tan simple?. Sin embargo, frente a él estaba Anna, sana y salva.
-Anna, sal de aquí!-
-No! - Anna fijó su mirada en la pelirroja que ahora miraba a Yoh y le pegó una cachetada tan fuerte y con tanta furia retenida que Uriel dio un grito y cayó tomándose fuertemente la mejilla.
Los dos hombres soltaron a Yoh para ir a atender a su dama, dándoles la oportunidad a Yoh y a Anna para escapar.
-Vamos Anna- Yoh tomó a Anna en brazos para poder (con la ayuda de su posesión) avanzar más rápido entre los edificios y demases en la ciudad. Anna se sujetaba fuertemente de Yoh, por un lado, por miedo a caerse pero principalmente porque no quería separarse de él.
-Yoh, prométeme que vivirás a mi lado para ser el Shaman King- dijo Anna tratando de no sonar tan sentimental.
-jijijijijiji- Yoh rió con su risa particular- claro que lo haré Anna-
-Yph, creo que nos olvidamos de algo.- Anna miró a Yoh.
-¡Es cierto!, los demás.¿No pueden estar muertos o si?- Yoh parecía preocupado.
-Si no lo está lo estarán- Anna parecía en el fondo preocuparse pero no quería demostrarlo aún en esas circunstancias.
-Por ahora, creo que no podemos hacer nada, a no ser de que -Yoh miró a Anna.
-Annita, ¿podrías hacer una invocación para entretener por unos segundos a esos tipos?-
-Si, eso creo-
-Muy bien, vamos a intentarlo- Así dieron la vuelta y se encaminaron nuevamente a la Torre de Tokio.
Ahí se encontraban Uriel, ya estable, y sus dos acompañantes. Anna e Yoh se detubieron en la sima de la Torre de Tokio esperando no ser vistos.
Después de que muchas palabras salieron de la boca de Anna y de muchas posturas de manos, alrededor de los exterminadores comenzó a aparecer una enorme cuerda de luz dorada que los ató en menos de un segundo. Ese fue el momento en el cual Yoh se acercó a sus amigos.
Yoh se apresuró hacia los cuerpos inmóviles de sus amigos, uno a uno fue levantándolos y los iba dejando en un callejón oscuro que quedaba a unos cuantos metros.
"¿Qué habrá pasado?, ¿Porqué no reaccionan?" se preguntaba Yoh una y otra vez a medida que iba retirando los cuerpos y escondiéndolos. De pronto se dio cuenta de que no estaba Tamao, ella iba con ellos.¿Qué le habría pasado?.
Sin embargo no tuvo mucho tiempo para pensar, Anna ya no podía más con el conjuro y poco a poco comenzó a desaparecer.
-Nadie me dijo que ella fuera una hechicera- dijo Uriel mirando a sus compañeros.
-Soy sacerdotisa y la boca te queda ahí mismo- dijo Anna sacando la lengua, sin embrago no pudo ocultar su cansancio.
-¿Dónde está Tamao?- preguntó Yoh frenéticamente mirando hacia todos lados.
-Yoh, podrías dejar de preocuparte de ella y preocuparte de mi que ya no puedo más con el conjuro-dijo una Anna enfadada, cansada y muy celosa.
-Sólo aguanta un poco más- dijo Yoh.
-Si crees que un simple conjuro de sacerdotisa servira para impedir nuestros ideales pues estas muy equivocada- Uriel sacó algo de un bolsillo trasero- Hasta otro momento- una cortina de humo se expandió por todo el lugar. Anna cayó rendida y cansada, pero los exterminadores habían desaparecido.
-Anna!- gritó Yoh y fue en su ayuda- ¿estás bien?-
-¡No ves que me desplomé!- Anna estaba muy celosa de que Yoh se hubiera preocupado mas de Tamao que de ella.
-Vamos Annita, no te enojes conmigo que si no te vas a arrugar- Yoh sacó su risa común hasta que recibió un golpe en la cabeza de parte de Anna.
-Será mejor que vayamos a ver si los demás despertaron-
-¿Pero y Tamao?- De entremedio de los arbustos salió una miedosa Tamao y se fue directo al pecho de Yoh.
-Hay me dio tanto miedo cuando comenzaron a atacar esos señores que me oculté hasta ahora, perdóneme señor Yoh por preocuparlo- Yoh solo reía pero Anna herbía de los celos-
-No importa- dijo la normal Anna- como castigo harás los quehaceres de la casa por una semana- Tamao comenzó a soltar lagrimas de ¿Por qué a mi?- Sera mejor que vayamos pornto a ver como estan tus amigos Yoh-
-¿Desde cuando te preocupas tanto por mis amigos Annita?-
-Solo vamos- dijo una Anna sonrojada.
Fueron al callejón y vieron como una por uno se iban despertando los jóvenes compañeros de Yoh, al parecer, porque se debilitó el poder extraño de Uriel.
Unas largas horas de explicaciones acompañó a la pensión Asakura pero después de esa dura jornada Yoh sólo quería descansar. Después de despedir a todos, Yoh espero que Anna se fuera a tomar un baño y el se fue a su habitación. Ahí escuchó sonar el timbre.
-¿Quién será?-
Yoh fue a abrir la puerta y se encontró con una mujer que hizo abrir mucho los ojos de Yoh.
-Ma.rion?-
*~Continuará~*
Notas del autor: Uff.como me fui de vacas y tuve mucha flojera al volver, trade cerca de 3 semanas en publicar este cap y luego tuve que retocar algunas partes que no calzaban con otras (debido a ke lo escribi por partes) pero este cap esta dedicado en especial al consejo de Seinko en que pusiera a una Anna más REAL. Tambien a Jos D que me pidió que pusiera alguna de las Hanagumis, luego sabrán a que viene esta linda joven, mi amiga Kisuka me esta apurando por eso no responde reviews, hasta la proxima y mandenme mas reviews para saber que hay gente que lo lee, si no no sigo publicando XP.
Anna y la sorpresa de los enemigos
Aquel manto negro no alcanzó a caer cuando los dos restantes también volaron y al fin la identidad de ese grupo de extraños ideales quedaba al descubierto.
Unos cabellos rojos como la sangre caían sueltos haciendo ver más intenso el verde de los ojos de aquella mujer. A su derecha se encontraba un hombre muy alto, sus ojos no se dejaban ver por el semblante oscuro que creaba su cabello gris que cubría su rostro. Al otro extremo se encontraba un hombre más bajo que el anterior, sus cabellos y ojos eran negros y un semblante de ira se dibujaba en su rostro.
-¿Quienes son ustedes?- se apresuró a decir Yoh. Por segunda vez Yoh creyó perder la calma. Pero no alcanzó a pensar demasiado.
Yoh alcanzó a ver como la pelirroja lo miraba con sus ojos verdes directamente a los suyos. De pronto se vio rodeado por murallas de fuego y perdió de vista a sus enemigos.
-Yo soy Uriel- se escuchó la voz femenina -el ángel del fuego, el fuego que consumirá a todos los shamanes del mundo- sintió las manos de aquella chica en su cara, pero no pudo moverse -y es el fuego que te quemará, Yoh Asakura- Yoh sin embargo no necesitó zafarse. Uriel había retrocedido. Yoh se dio vuelta y vio como caía sangre de la espalda de ella y a su espada tirada en el suelo, ensangrentada.
-Rápido don Yoh, me cuesta mucho mover la espada yo solo- Amidamaru estaba al lado de Yoh hablando con aspecto agotado.
-Si - contectó Yoh- Amidamaru, posesión de objetos (ya no dice posesión de Harusame ne?)- la posesión se logró cpn éxito.
Yoh se dirigió a atacar a Uriel, pero.
***
Anna seguía tratando de salir de ese laberinto que ella había descubierto que era la alcantarilla de algún lugar de Japón, pero.¿Dónde?.
Después de un largo recorrido, Anna logró divisar una escalera, ¿a dónde llevaba? No importaba, lo esencial era salir de ese apestoso lugar.
Con un poco de esfuerzo logró llegar hasta la escalera y la subió, se encontró con que una especie de tapa de fierro le cubría el camino. Trató de abrirla pero sus manos ensangrentadas le dolían mucho pero con un gran esfuerzo la logró empujar del todo pudiendo ver así la luz del día. Sin embargo mucha gente corría despavorida por todos lados.
Anna salió y se encontró cerca de la Torre de Tokio. A lo lejos vio muchos cuerpos tirados, vio también a la pelirroja del templo que le atacó y a dos hombres que estaban sosteniendo por los lados a un joven de castaños cabellos.
-No, no puede ser- Anna se exaltó- ¡Yoh!- comenzó a correr lo más rápido que le permitían sus piernas. Pero iban a atacar a Yoh que no se podía defender, tenía que alcanzar a llegar.
-Señorita- dijo el hombre de cabellos grises- esa es la rehén- Uriel se dio la vuelta y pudo ver como Anna llegaba corriendo.
-¡Oh!, pero que no es esa bella carnada- la pelirroja comenzó a reir- gracias a ti en vez de uno sólo, ¡Tenemos a todos tus amigos demonios!-
Entonces Yoh se dio cuenta, ¿cómo pudo haber sido tan estúpido de haber llevado a todos sus amigos a una trampa tan simple?. Sin embargo, frente a él estaba Anna, sana y salva.
-Anna, sal de aquí!-
-No! - Anna fijó su mirada en la pelirroja que ahora miraba a Yoh y le pegó una cachetada tan fuerte y con tanta furia retenida que Uriel dio un grito y cayó tomándose fuertemente la mejilla.
Los dos hombres soltaron a Yoh para ir a atender a su dama, dándoles la oportunidad a Yoh y a Anna para escapar.
-Vamos Anna- Yoh tomó a Anna en brazos para poder (con la ayuda de su posesión) avanzar más rápido entre los edificios y demases en la ciudad. Anna se sujetaba fuertemente de Yoh, por un lado, por miedo a caerse pero principalmente porque no quería separarse de él.
-Yoh, prométeme que vivirás a mi lado para ser el Shaman King- dijo Anna tratando de no sonar tan sentimental.
-jijijijijiji- Yoh rió con su risa particular- claro que lo haré Anna-
-Yph, creo que nos olvidamos de algo.- Anna miró a Yoh.
-¡Es cierto!, los demás.¿No pueden estar muertos o si?- Yoh parecía preocupado.
-Si no lo está lo estarán- Anna parecía en el fondo preocuparse pero no quería demostrarlo aún en esas circunstancias.
-Por ahora, creo que no podemos hacer nada, a no ser de que -Yoh miró a Anna.
-Annita, ¿podrías hacer una invocación para entretener por unos segundos a esos tipos?-
-Si, eso creo-
-Muy bien, vamos a intentarlo- Así dieron la vuelta y se encaminaron nuevamente a la Torre de Tokio.
Ahí se encontraban Uriel, ya estable, y sus dos acompañantes. Anna e Yoh se detubieron en la sima de la Torre de Tokio esperando no ser vistos.
Después de que muchas palabras salieron de la boca de Anna y de muchas posturas de manos, alrededor de los exterminadores comenzó a aparecer una enorme cuerda de luz dorada que los ató en menos de un segundo. Ese fue el momento en el cual Yoh se acercó a sus amigos.
Yoh se apresuró hacia los cuerpos inmóviles de sus amigos, uno a uno fue levantándolos y los iba dejando en un callejón oscuro que quedaba a unos cuantos metros.
"¿Qué habrá pasado?, ¿Porqué no reaccionan?" se preguntaba Yoh una y otra vez a medida que iba retirando los cuerpos y escondiéndolos. De pronto se dio cuenta de que no estaba Tamao, ella iba con ellos.¿Qué le habría pasado?.
Sin embargo no tuvo mucho tiempo para pensar, Anna ya no podía más con el conjuro y poco a poco comenzó a desaparecer.
-Nadie me dijo que ella fuera una hechicera- dijo Uriel mirando a sus compañeros.
-Soy sacerdotisa y la boca te queda ahí mismo- dijo Anna sacando la lengua, sin embrago no pudo ocultar su cansancio.
-¿Dónde está Tamao?- preguntó Yoh frenéticamente mirando hacia todos lados.
-Yoh, podrías dejar de preocuparte de ella y preocuparte de mi que ya no puedo más con el conjuro-dijo una Anna enfadada, cansada y muy celosa.
-Sólo aguanta un poco más- dijo Yoh.
-Si crees que un simple conjuro de sacerdotisa servira para impedir nuestros ideales pues estas muy equivocada- Uriel sacó algo de un bolsillo trasero- Hasta otro momento- una cortina de humo se expandió por todo el lugar. Anna cayó rendida y cansada, pero los exterminadores habían desaparecido.
-Anna!- gritó Yoh y fue en su ayuda- ¿estás bien?-
-¡No ves que me desplomé!- Anna estaba muy celosa de que Yoh se hubiera preocupado mas de Tamao que de ella.
-Vamos Annita, no te enojes conmigo que si no te vas a arrugar- Yoh sacó su risa común hasta que recibió un golpe en la cabeza de parte de Anna.
-Será mejor que vayamos a ver si los demás despertaron-
-¿Pero y Tamao?- De entremedio de los arbustos salió una miedosa Tamao y se fue directo al pecho de Yoh.
-Hay me dio tanto miedo cuando comenzaron a atacar esos señores que me oculté hasta ahora, perdóneme señor Yoh por preocuparlo- Yoh solo reía pero Anna herbía de los celos-
-No importa- dijo la normal Anna- como castigo harás los quehaceres de la casa por una semana- Tamao comenzó a soltar lagrimas de ¿Por qué a mi?- Sera mejor que vayamos pornto a ver como estan tus amigos Yoh-
-¿Desde cuando te preocupas tanto por mis amigos Annita?-
-Solo vamos- dijo una Anna sonrojada.
Fueron al callejón y vieron como una por uno se iban despertando los jóvenes compañeros de Yoh, al parecer, porque se debilitó el poder extraño de Uriel.
Unas largas horas de explicaciones acompañó a la pensión Asakura pero después de esa dura jornada Yoh sólo quería descansar. Después de despedir a todos, Yoh espero que Anna se fuera a tomar un baño y el se fue a su habitación. Ahí escuchó sonar el timbre.
-¿Quién será?-
Yoh fue a abrir la puerta y se encontró con una mujer que hizo abrir mucho los ojos de Yoh.
-Ma.rion?-
*~Continuará~*
Notas del autor: Uff.como me fui de vacas y tuve mucha flojera al volver, trade cerca de 3 semanas en publicar este cap y luego tuve que retocar algunas partes que no calzaban con otras (debido a ke lo escribi por partes) pero este cap esta dedicado en especial al consejo de Seinko en que pusiera a una Anna más REAL. Tambien a Jos D que me pidió que pusiera alguna de las Hanagumis, luego sabrán a que viene esta linda joven, mi amiga Kisuka me esta apurando por eso no responde reviews, hasta la proxima y mandenme mas reviews para saber que hay gente que lo lee, si no no sigo publicando XP.
