Capitulo 2
Infancia Solitaria

Una luz solitaria se asomaba por la puerta entreabierta del amplio cuarto, el resto de la casa, si es que se le podía llamar así por su gran tamaño y sus lujos, permanecía en las penumbras. Una pequeña figura reposaba en un sillón cercano a la cama, al parecer, leyendo un libro.

"...y para eso creo a dos seres mágicos con habilidades complementarias que..." –su lectura en voz alta fue interrumpida por la presencia de un joven de cabello castaño que sostenía una bandeja metálica entre sus brazos.

"Esa es tu idea de un cuento para dormir Spi??" –suspiró mientras dejaba su carga sobre la mesita y se disponía a ayudar al pequeño de solo 2 años a tomar su cena- "Si empiezas a contarle estas cosas a tan corta edad, vas a hacer que el amo se aburra de escuchar la misma historia una y otra vez"

"No me llames así" –respondió el pequeño felino con tono de indignación, mientras cerraba el libro que había estado leyéndole al pequeño amo.

Los días pasaban uno tras otro, hasta convertirse en meses y estos en años. El pequeño amo, como lo llamaban las otras dos criaturas que habitaban la gran mansión, aprendía cada vez mas y mas, devorando libro tras libro, escuchando cada historia que sus acompañantes le narraban y aprendiendo a liberar y a controlar la magia que habitaba en su interior.

A su corta edad era algo difícil comprender por que estaba solo, pero siempre pensó que eso sería algo que tendría que averiguar una vez que su misión fuera completada. A pesar de no tener padres, amigos o siquiera algún familiar lejano, contaba siempre con la compañía incondicional de Spinel Sun y Edward. El primero era una pequeña criatura alada con aspecto felino de color azul marino y ojos como la menta, mientras que el segundo era un joven aparentemente en la adolescencia de cabello castaño y ojos del mismo color.

Eriol ahora se encontraba en la biblioteca de la gran mansión que le pertenecía. Pasaba la mayoría de su tiempo allí, por lo que el mas pequeño de los guardianes comenzó a desarrollar una gran adicción por la lectura, así podría acompañar a su amo. Pero mientras este último empleaba su tiempo en leer historia y libros de magia, el niño de ojos azules buscaba algo mas, algo que casi estaba seguro que no podría encontrar en ningún libro, pero aún así no se daba por vencido.

De vez en cuando, sir Albert lo visitaba. Albert era un señor de edad avanzada, con largos cabellos blancos y ojos grises, vestía siempre lo mismo, una túnica de color azul marino con algunos adornos en color negro y dorado. La última vez que lo había visto fue en su cumpleaños número siete, del cual hacia casi un año completo. Nunca se había tardado tanto en regresar, pero esta vez Eriol sentía que la próxima persona que lo visitara no sería el y que probablemente no volvería a verlo en mucho, mucho tiempo.