Capitulo 4
Pasado Revelado

Edward servía el té para cuatro personas, o seres, no había diferencia en este hogar. Kaho estaba sentada en un amplio sillón junto a Spinel mientras que Eriol, la reencarnación del mago más poderoso que ha existido, se encontraba en su sillón rojo frente a la chimenea.

"¿Esta todo listo Edward?" –inquirió el niño de ojos azules.

"Si Eriol, reserve el boleto de la señorita Mizuki, el avión sale mañana a las 8.15 am" –terminó el joven sentándose en una silla de frente a Kaho.

"Solo una cosa mas Kaho" –Eriol se levantó de su asiento para dirigirse hacia la pared y buscar algo en ella. Después de que lo encontró, era una especie de botón, lo presionó y este hizo un ruido sordo antes de abrir una caja fuerte secreta detrás de la pared. Eriol la miró confundido unos segundos y luego se dispuso a concentrarse e intentar un par de números, que como resultado abrieron la caja.

Allí dentro descansaba un objeto dorado, metálico y con listones de colores colgando de una punta. El pequeño mago introdujo su mano en la caja y sacó este peculiar objeto antes de dirigirse hacia donde se encontraba su amiga y entregárselo.

"Es un cascabel, lo hizo Clow para darle una segunda oportunidad a la futura maestra de las cartas cuando tuviera que hacerle frente a Yue" –hizo una pausa y luego a juzgar por la mirada de la chica frente a el, decidió continuar -"Soñé eso la otra noche, Clow se encontraba frente a la chimenea justo en este sillón y de pronto sus dos guardianes se acercaban desde atrás, entonces el comenzaba algún extraño conjuro. Uno de ellos, Kerberos, quedaba sellado en el libro de las cartas mientras que la esencia del guardián de la Luna quedaba sellado en un recuerdo, hasta el día que tuviera que juzgar a la nueva dueña de las cartas. Después de eso vi como Clow se levantaba y hacia un último hehcizo, este cascabel, y lo ponía allí dentro" –terminó señalando hacia la caja fuerte ahora vacía.

En los últimos dos años, Eriol había aprendido que esos extraños sueños realmente no eran sino recuerdos de su vida pasada como Clow, el creador de las cartas. Con ayuda de Kaho, su memoria ya no estaba sellada, sino que recordaba con claridad casi toda su vida pasada, y sobretodo su misión como reencarnación de Clow en esta vida. Su infancia solitaria y triste era solamente un recuerdo, uno ya olvidado.

"Gracias Eriol" –la mujer de cabellos rojizos se puso de pie –"Nos veremos muy pronto" –dicho esto último sonrió para luego dar media vuelta y desaparecer por el umbral de la puerta.