La vida contigo.

Capítulo 6: Comienza la aventura

En casa no podría meter a Legolas si no contaba con una cómplice, Macarena, mi hermana, había llegado a casa antes que yo por lo que no tuve que preocuparme por encontrarla, miro a Legolas como un bicho raro, impactada, un bicho raro demasiado hermoso y dijo con su famoso tonito de forreo:

"¿Y a este de donde lo sacaste?"- me pregunte cual sería la forma correcta de explicarlo, pero Legolas me facilitó el trabajo.

"Soy Legolas Hojaverde, Príncipe del Bosque Negro"

"Sí claro y yo soy la reina de Inglaterra"- me miro cansada- "vos no cambias más, te buscas cada amigos..."

Yo ya estaba exasperada por lo largo del día y fui directo al grano "Creé lo que q uieras, pero necesito que me ayudes a que Legolas se quede en casa"- me miro raro, a pesar de lo odiosa que podía a llegar a ser Machu sabía perfectamente que podía contar con ella en momentos como esos.

"¿Qué tenes pensado?"- sonrió traviesa, mi vieja siempre fue una mina despistada, y si bien nos quería nunca nos daba mucha atención, vivía su vida a su modo y nos dejaba vivir la nuestra, nos ponía límites, pero teníamos que mandarnos una demasiado grosa, por lo que el castigo lo era igual. Por esa cualidad de mi señora madre fue que pudimos conseguir lo siguiente, no era el gran plan pero funcionó, y yo necesitaba a Machu para que me apoyara en esa mentira.

Al llegar mamá se encontró con nosotros tres riendo en la cocina y una cama tendida en el living, cuando llego hasta nosotros, nos miró con cara ¿? Y preguntó quien era nuestro invitado, que ella no se había enterado. La mire exasperada, había llegado la hora de la actuación...

"Mamá te dije hace mas de un mes que Leggy- así habíamos decidido llamarlo para que no fuera tan obvio su origen- vendría a quedarse con nosotras por unos meses, cuando te pregunte vos dijiste que no había problema"- Legolas estaba a punto de reírse por los nervios y Macarena con su mejor cara de apatía continuó:

"Te olvidaste de nuevo, ves como nunca nos escuchas cuando te hablamos, ni hablar si estas chateando..."- al parecer se lo estaba tragando, porque me pidió que la acompañe a su cuarto.

"Lucía quien es ese chico???"-

"Mamá, Leggy es mi amigo de Barcelona- invente- y vino a pasar acá sus vacaciones de verano, nos conocimos en el acuario el tiempo que yo estuve allá, y desde que volví chateamos todos los días – comente haciéndome la ofendida- no puedo creer que te olvidaras, era muy importante para m

"Ay!!!- mintió para hacerme sentir bien- vos no me dijiste ese día que yo estaba chateando con Maru sobre la fiesta de disfraces"- la mire sorprendida, había picado. Asentí Salimos del cuarto y ambos supieron que había salido bien, por mi enorme sonrisa, nos sentamos a comer y mamá preguntó algo de lo que había ocurrido durante la mañana, volví a mentirle diciendo que había ido al medico con Leggy y me habían diagnosticado reposo, y que podía deberse a las tensiones de los preparativos de la graduación, el viaje de estudio y los cursillos de la facultad...

Una vez en mi cuarto Macarena me bombardeo a preguntas sobre lo ocurrido, pero no terminaba de creerme, cuando Legolas golpeo a la puerta sus antes escondidas orejitas lo delataron, nos deseo las buenas noches y se acomodó en su improvisada cama en el living. Macarena todavía mareada por la impresión me miró atónita.

"En verdad es él, es un elfo, es Legolas"- por poco grita del espanto

"Hasta que te cayo la ficha, no estoy tan loca como pensas, aunque mi vida se este transformando en una locura"

"Si es verdad eso, lo otro también debe serlo"- comento emocionada- "yo quiero ayudarte y conocer al resto de la comunidad"- rog

"Mañana tenes que ir al cole, a la tarde vemos, según lo que pase ok???"- asintió feliz murmurando

"que bueno que mamá no entienda nada de El Señor de los Anillos"

A la mañana siguiente cuando Macarena y mamá ya se habían ido Legolas me despertó, y fuimos con mi flamante auto, un regalo de mi papi para mis 18 recién estrenados, hasta la casa donde descansaba la comunidad, luego de desayunar todos juntos comenzamos a analizar en el mapa de la ciudad las posibles ubicaciones de las Eithelfëa, o piedras fuente de espíritus, las gemas que debíamos encontrar, para ello Gandalf me dio un extraño brazalete en el que una piedra azulada brillaba con luz propia, y cinco engarces a su alrededor esperaban a las ocupantes.

"Esa piedra es tu identificación- explicó Gandalf,- fue hecha por los enanos para ti, junto con el brazalete, una vez que las Eithelfëas estén en sus lugares tendremos la solución para poder enfrentar a Sauron"- si quería obtener mas información de la boca de Gandalf no saldría, me mareaba todo eso. Miramos el mapa minuciosamente, pero en no podíamos saber donde se guardaban esas joyas.

"Bueno- dijo Merry consternado- al menos sabemos donde buscar la joya del agua"- señalando los kilómetros de playa, no pude evitar reír ante tal sincero pesar, fue entonces cuando sentí la nueva sensación, al parecer mis poderes se irían manifestando de a poco, como luego me explicó Gandalf, pero eso no lo sabía en ese instante.

Mil imágenes pasaron por mi mente en un segundo, y los vi, eran 5 cuevas, en las cuales un guardián me esperaba para darme la joya, me llamaban, me llamaban con desesperación, temiendo que la oscuridad llegara primero, por último sentí esa angustia antes conocida, y el fatídico ojo me contemplo nuevamente.

"No podrán hacer nada esta vez- aseguró- todo este mundo está contaminado, y caerá muy pronto" Legolas cantaba dulcemente a mi lado cuando abrí los ojos, me miraron sorprendidos cuando les conté lo ocurrido.

No tenía tiempo que perder, como Sauron mismo lo había dicho mi mundo estaba por caer y yo no podía permitirlo. Los mire con determinación señalando el mapa

"la costa es muy grande- Señalé- y quiero llegar a ese Templo del agua lo antes posible"...

Aca les dejo otro capitulo, espero que les guste y me dejen uno de esos lindos reviews, que tanto me levantan el ánimo

Eresse: ya viste que libdo Legolas no???, y como cumplo tu pedido de un nuevo cap., no te preocupes que en lo posible intento actualizar a diario