La vida Contigo
Capítulo 8: Vale las cosas se complican...
Cuando salimos de la tienda náutica Gimly no salía de su asombro respecto al como había obtenido la joya. "Como es posible que la tuvieras si desde que entraste no te movieras del centro de la cueva- se quejó- no hiciste nada y ahí la tienes... bahhhh- lo miré divertida, mientras sacaba el celular
"Era mi destino"- me burle marcando el número de Coki "
Ya era hora que te dieras cuenta de eso- dijo Legolas con total seriedad, la parecer no le iban mis ironías- ya va siendo hora de que te hagas cargo de tu lugar, Luinil"- dijo con un tono tierno y compasivo, talvez tuviera razón y estaba poniéndome la altura de las circunstancias, o solamente me dejaba llevar por los hechos sin pensar sus consecuencias , pero la verdad era que estaba acostumbrándome a su presencia y tener que lidiar con ellos, no lo pasaba mal, e intentaba no pensar en el futuro. Buscar las joyas era mi mayor preocupación ahora. .
Coki atendió con voz cansada: "No encontramos nada, esto esta totalmente normal"- me aseguró, detrás los murmullos de Campe, Gisel, Gandalf, Sam, Frodo y Aragorn se escuchaban exasperados. "
No te preocupes- le aseguré- ya esta en su lugar"
"¿Qué????? Ya la tenes??" – se escucharon los festejos del otro lado- "Esto hay que festejarlo, nos vemos en la heladería, yo invito"
Los padres de Coki eran dueños de una de las mejores heladerías de la ciudad, esa tarde en pleno centro vimos desfilar en su eterna corrida a los ejecutivos de distintas empresas, buscando el progreso continuo, siempre queriendo avanzar, siempre mejorando, siendo mas competitivos, ganando, atesorando y deseando cada vez más, fue en ese momento cuando sentí por primera vez la maligna energía de Sauron en todo, los demás también parecían sentirla, especialmente Frodo, quien se sostenía el brazo con fuerza.
Una vez dentro de la heladería todos parecíamos estar de acuerdo, en un pacto de silencio para poder festejar ese hallazgo después de tantas penurias que habíamos pasado en esos dos días, los empleados nos atendieron gustosos, mientras explicábamos a nuestros amigos que eran los helados y ellos elegían sus gustos, Merry y Pippin, tentados por una fotografía pidieron una bandeja con distintos sabores, con trozos de frutillas, barras de chocolate y quien sabe cuantas cosas más, que tenía la mitad del tamaño de ellos, todos nos reímos viendo el primer plato que pudo sobrevivir en parte al apetito de un hobbit.
Legolas le contaba a las chicas sobre la vida en la Tierra Media mientras yo narraba a la comunidad un poco de nuestra forma de vida, pero una ráfaga de viento, con olores putrefactos, asquerosos, maléficos
"huele a orco"- comenté mirando a Aragorn quien preparaba su espada, Frodo, apenas asomo a Dardo, pero estaba tan opaca como siempre.
"Puede que huela a ellos, pero no hay ninguno cerca"- aseguró mientras veía a las chicas esconderse aterradas tras Gandalf. "
Ya sé donde se esconde Sauron, de donde saca sus fuerzas"- murmure para el asombro de todos. Aragorn apoyo su mano en mi hombro dándome pie a que hablara , Legolas asintió con la cabeza y me miro con dulzura- "Él se esconde en el sistema, en ese correr continuo que lo único que crea son mas preocupaciones, insatisfacciones y falsas necesidades, somos nosotros mismos los que le damos las armas, es mucho peor que mil ejércitos, esta tras las depresiones, las carencias, el estrés; esta demasiado arraigado en la vida de los hombres como para poder destruirlo como si nada"- las chicas me miraron aterradas, ellas sí sabían a lo que me refería, los demás solo lo habían sentido como una oleada de maldad, y un problema que necesitaba el cambio de la gente.
Pero no era así en mi torturado siglo XXI, el consumismo había llegado hasta tal punto que los propios lideres comunistas tenían merchandising, las personas te medían por la ropa que usabas o la plata que tenías, ni hablar de el vivir corriendo por estar a la moda, y no envejecer...
Coki les explicó como pudo a lo que yo me refería ya que, como ella misma admitía era la mas atada al sistema. Gandalf fue el primero en comprender, y Legolas al ver mi cara se dio cuenta de lo grave de la situación, como se había burlado esa mañana, habíamos llegado a conocernos bastante en esos dos días y si seguíamos así pronto tendríamos telepatía.
Un suspiro de dolor nos trajo a todos de nuevo al presente, El hombro de Frodo estaba mancado de rojo, la vieja herida hacía ya tiempo cicatrizada se abrió de la nada, cargamos a Frodo en la camioneta y lo llevamos a la casa, mientras Gisel llevaba a Aragorn con el auto, por distintos viveros para ver si encontraban athelas, con otro nombre obviamente. Mientras viajábamos en la camioneta Campe pregunto
"Que son las plantas esas que los mandaste a buscar???"
"Son unas hojas alargadas- explico Sam- que cuando se las quema o se las pone en agua hirviendo despiden un olor dulce que calma los dolores y las intranquilidades"
"¿Canabis?- pregunto en tono extraño la única hierba que le parecía similar, la mire pidiéndole que se callara, pero ella con voz culpable continuo- porque si es así yo tengo..."
"Campe tanto vos como yo sabemos que eso no tiene nada de curativo..."- me burle ante la actitud de mi amiga, era la única en el grupo en consumir y no perdíamos oportunidad en darle a entender que debía dejarlo. Los demás nos miraron extrañados.
El resto de el camino transcurrió con Legolas cantando canciones luminosas, para que Frodo se tranquilizara, ya que la herida le había provocado fiebre y estaba semiinconsciente. Al llegar lo colocamos sobre la cama mientras Campe ponía a calentar agua para limpiar la herida y Coki iba hasta su casa a buscar un botiquín.
La voz de Legolas se extinguió poco a poco, ya que, según dijo, la tristeza de ver a Frodo en ese estado de nuevo no le permitía cantar.
"Que cante Lucía, tiene buena voz, y si canta canciones de la iglesia, estas también pueden servir para ayudar a Frodo"- aseguró Campe
"La niña canta?"- preguntó sorprendido Gimly, con cara de no querer escucharlo
"Es un ser élfico- continuo Sam- la bella gente siempre tiene una voz muy hermosa"
"Canta Luinil, por favor- rogó Legolas- así talvez tu puedas sacarnos esta tristeza que nos inunda a todos"- vino a mi mente un blues que me gustaba , sus palabras salieron de mi boca, sin darme cuenta de ello:
"Tu gracia recibí, dulzura y luz, yo nunca merecí tanto amor
mi vida renació, se ilumino, de la sombra pase a la luz
Me abriste el corazón con tu perdón y mi pecho se inflamó, en el ardor,
con que tu gracia, Señor, mi dolor cerró, de la sombra pasé a la luz
Tardamos en aceptar, el mensaje de amor
Que Tú nos enseñaste en la cruz, dos mil años de error,
Veinte siglos de horror, y la verdad triunfó al fin
Todos me miraron sorprendidos, Sam lloraba de la emoción, Merry y Pippin parecían meditando cada palabra, la Campe sonreía cómplice mientras Gandalf revisaba a Frodo, quien ya no se revolvía en las sábanas, Legolas parecía estar vagando por un lugar muy lejano, cuando su voz elevo una nueva canción, tan dulce y tierna que aunque no pude entender su letra derritió mi corazón.
En ese instante llegó Coki con el botiquín, se lo saqué de las manos y me puse a atender a Frodo. Después de limpiar y desinfectar la herida, con la ayuda de Gimly y Sam, pudimos ponerle unos cicatrizantes y vendajes, mientras la voz de Legolas seguía calmando a Frodo.
Gandalf parecía perdido en algunas de sus numerosas meditaciones cuando Aragorn y Gisel llegaron con las athelas, las habían conseguido en una antigua herboristería, la dueña, les había explicado que la planta era muy extraña por estos lugares, y no tenía ningún don conocido, pero ella las cultivaba por gusto, de un brote que quien sabe donde había conseguido y les regalo una planta.
Aragorn puso las hojas machacadas en un recipiente con el agua hirviendo y lo depositó al lado de Frodo, hizo seña de que los dejemos solos, pero nos pidió a Legolas y a mí que lo ayudáramos.
Después terminar de curar a Frodo salimos a la sala, donde nos esperaban los demás, Sam corrió a la habitación, para ver a su Señor, Gandalf nos miro consternado
"Sabíamos que esto podía ocurrir- aseguró- Frodo nunca se recuperó totalmente de esa herida, y al ser tan grande la presencia de el Ojo, con su atención puesta en nosotros era muy probable la recaída, pero nunca creímos, ni Elrond, Galadriel ni yo que sería tan grande"
"Lo mejor va a ser que Frodo y Sam se queden aquí hasta que todo termine, no podemos arriesgarnos a que vuelva a pasar –aseguré – los libraremos de correr peligros innecesarios"
"Y si algo les pasa??- quiso saber Merry – como sabremos si no los atacan a ellos aquí????"
"Sam puede aprender a usar el teléfono- ante cualquier ruido extraño, o duda podría llamarme" –así quedamos, cuando Sam salió de la habitación le explique como utilizar el teléfono, explicando que a partir de ahora lo mejor sería que Frodo no saliera de casa, con lo que estuvo totalmente de acuerdo.
Legolas y yo partimos a casa con ese amargo sabor en la boca que nos provocaba el dejar a Frodo en ese estado, viajamos en silencio, cada uno pensando en lo que podríamos haber hecho para que nuestro amigo no sufriera. Estacioné el auto en la puerta de casa y permanecí en silencio un instante, no podría enfrentar a mi madre con esa angustia dentro.
"Tienes una voz muy hermosa"- aseguró Legolas con tristeza antes de bajar del auto. Lo seguí sorprendida, intentando comprender que era lo que le pasaba.
Dentro mi hermana nos esperaba, al ver nuestras caras, supo que algo no andaba bien, se acerco a preguntarme mientras veía como Legolas se encerraba en el living para que nadie lo molestara.
"¿Qué paso? ¿se pelearon?"
"A Frodo se le abrió la herida y no pudimos hacer nada"- me miro sorprendida- "creo que se siente culpable. Avisale a mamá que no vamos a cenar, inventate una excusa"
Golpee la puerta del living, como no abría comencé a hablar "Legolas ¿Qué pasa? No estas así solamente por lo de Frodo, por favor abrime, yo también estoy mal"
"Por favor Luinil, necesito estar solo, no podrías entenderme"
"Esta bien, no me abras si no queres, yo me quedo acá afuera hasta que te decidas a no ser tan orgulloso y compartir tus sentimientos"
La puerta se abrió despacio y un compungido elfo me invitó a pasar...
Y aqui les ejo otro capi mas, espero que le guste y si me hacen el favor de dejar reviews, se los agreadezco y mucho
Eresse: bueno, ya parezco tomate por todo lo que dijiste, me hace muyy bien saber que te gusta el fic, pero haceme un favor y anda a un cardiologo, no quiero que te me infartes con el próximo capitulo, si casi te derrites con el anterior...
Candy Bloom: te vas a sorprender de lo que puede llegar a hacer ese inocente elfito, y no creas, que la pobre de Luinil esta en pleno ataque de nervios con tantos cariños....
