La vida contigo

Capítulo 9: Buscando un camino

"Legolas que es lo que pasa?"- pregunté una vez adentro, él cerro la puerta y me miro de una forma que jamás podré borrar de mi mente, no solo era tristeza, sino duda y dolor, lo que escapaban de sus hermosos ojos azules

"Luinil, yo...- le costaba hablar, que podía ser lo que producía que un príncipe elfo, tan orgulloso y fuerte como él se viera tan destrozado?- nunca creí que esto me pasaría, pero por primera vez en mi vida tengo miedo de perder una batalla- lo miré asombrada, él se había ofrecido para enfrentar a Sauron en Mordor mismo y tenía miedo ahora??- no sé porque presiento que todo esto va a terminar mal, alguien morirá y no voy a poder hacer nada"

"La herida de Frodo nos puso mal a todos, a mí misma me ayudó a darme cuenta que lo que esta pasando no es un juego, y que estoy en peligro, por eso mismo, no voy a involucrar mas a las chicas en esto, no puedo arriesgarlas; pero no por eso tenemos que temer a la muerte, ustedes ya la vieron muy de cerca en la guerra, y yo, yo nunca temí mi muerte y no voy a comenzar a temerla ahora, si alguien debe morir, morirá y nosotros no podemos hacer nada. La vida es un camino Legolas, cuando uno lo recorre tiene que superar distintos obstáculos y cuando llega al final ya no tiene nada para hacer y muere, ni un segundo antes ni un segundo después se nos permite irnos del mundo. No te preocupes por el futuro, tenemos demasiadas cosas que solucionar ahora como para encima cargarnos con eso"

Legolas no podía creer oír esas palabras de una joven que era prácticamente una niña para su pueblo, todo lo que decía era verdad, aunque él no le hubiera contado todas sus preocupaciones, pero lo había ayudado a darse cuenta de la realidad de sus sentimientos.

Legolas me miro con un extraño brillo en los ojos que no pude descifrar "nunca escuche palabras mas sabias que esas"-dijo con dulzura- supongo que no debo preocuparme por lo que los Valar nos tengan preparado si nada puedo hacer- asentí con una sonrisa al ver lo bien que había captado mi idea, fue en ese momento cuando volvió a descolocarme- "anda a tu cuarto y descansa, mañana va a ser un día muy largo"- concluyó acariciando mi mejilla con suavidad, podía sentir como la temperatura de mi rostro se elevaba, tenía que salir de ahí lo antes posible, me despedí de Legolas, me encerré en mi pieza y me acosté a dormir antes que cualquiera notara el color de mis mejillas.

Legolas no podía dejar de pensar en lo que había oído, como podría decirle que lo que temía era su muerte si ni ella misma la temía, como podría explicar todo lo que en ese momento sentía.

Recordó con cariño la hermosa voz de la joven, tan dulce y clara, suave, pero firme, recordó la forma en que se reía ante cada broma molestando a sus amigos, o cuando la abrazó esa mañana para simular su noviazgo, y la recordó minutos antes, tan hermosa, y decidida, con total conciencia de sus palabras, tan sabia, tan bella. Ya no dudaba de sus sentimientos, la amaba.

Desde la primera vez que la vio, junto al gigantesco orco, sintió una extraña atracción, pero en esos dos días había aprendido a amarla de una forma que nunca creyó posible. Pero ¿qué pasaría cuando todo terminara? Si bien ella era una elfa estaba atada ese mundo por su labor como guardiana, y él pertenecía a la Tierra Media, ¿la perdería para siempre después de haberla encontrado?

No sabía que hacer, moría por sostenerla en sus brazos, y besarla toda la eternidad; pero temía, no el ser rechazado, pues había visto como se sonrojaba ante sus abrazos y caricias, temía el tener que perderla cuando terminara esta misión, o que sufriera alguna herida.

Tenía dos opciones, seguir como estaba y regresar a Tierra Media soñando con lo que podría haber sido, o disfrutar al máximo de los momentos que tuvieran juntos, buscar alguna forma de permanecer juntos y si no podían atesoraría en su corazón los recuerdos de los momentos vividos, como el mayor de los regalos.

Al darse cuenta de esto no lo dudo, hablaría con ella, Luinil debía saber de sus sentimientos, apenas se despertara se lo diría

Ese sábado por la mañana era radiante mi mamá me despertó contenta diciendo que nos íbamos a la isla, la miré extrañada, 'justo hoy se le ocurre ir al río' pensé, e inventé una excusa de inmediato

"Mamá, no puedo dejar solo a Leggy" "¿Quién dijo que lo vas a dejar solo? Nos vamos los cuatro a la isla, estoy segura que le va a gustar, esta de vacaciones, va a disfrutar el viaje, además el médico dijo que tenías que despejarte y no hay mejor lugar"- sabía que no podía hacer nada, mi buena madre ya tenía todo organizado, tendría que dejar la búsqueda de las piedras hasta el próximo lunes, cuando regresáramos.

En ese momento sonó el teléfono y Maqui avisó "Lu, es Sam, al parecer hay problemas"- salí como un tiro de la cama ante el asombro de mamá.

"Sam que pasa???"- pregunté aterrada, lo único que me faltaba era que Sauron estuviera tan apurado como para andar fastidiando a la comunidad

"No es nada grave no se preocupe- me aseguró- el señor Frodo se encuentra bien, la herida esta cicatrizando y mas tardar en dos días ya estará bien"

"Sam, me llamaste para decirme que Frodo esta bien?- dije exasperada, era increíble lo rápido que estaba perdiendo la paciencia últimamente- entiendo que.."

"No es solo eso- me interrumpió, al parecer estaba buscando la forma de decirme algo- bueno, es que... Merry y Pippin..."

"Sam que es lo que tienen?"

"Indigestión, al parecer les hizo mal comer tanto helado, señorita, y hoy no podrán levantarse de las camas"- me reí a carcajadas, a pesar de mi viaje la comunidad tampoco hubiera podido hacer mucho hoy.

"No te preocupes Sam, eso les pasa por tragones"- aseguré- "pasame a Aragorn"- se escucharon unos segundos de jaleos y la áspera voz del Rey de Gondor resonó en le tubo

"¿Luinil?"

"Aragorn, se presento un contratiempo y tendré que salir de viaje el fin de semana, el lunes por la mañana Legolas y yo estaremos de regreso, por favor cuida que todos se queden en la casa, tienen suficiente comida en la heladera"

"No te preocupes yo me encargo de que esos hobbits no hagan destrozos, esperemos que esto no retrace demasiado los planes"

"Lo mismo espero yo"

"Namari

"Namarië, Aragorn"

"¿Qué es lo que quería Sam?- preguntó Legolas detrás de m

"nada grave, Merry y Pip están con dolor de estomago, comieron demasiado helado"- el elfo rió con ganas imaginando a los pequeños hobbits hartos de tanto comer- "te dijo mamá lo del viaje?"

"sí, no entendí muy bien pero creo que nos va a hacer bien, al menos para mí esta situación esta siendo demasiado"- asentí riendo, nos merecíamos un pequeño descanso.

Había olvidado lo hermoso que se veía el sol poniéndose detrás de la ciudad, verlo desde la isla era algo realmente impactante, Legolas, Macarena y yo descansábamos tirados en el jardín de la casa de verano, contemplando el maravilloso espectáculo.

El día había sido largo, habíamos recorrido toda la isla a caballo, cosa en la que Legolas nos sacó demasiada ventaja, trepado todo tipos de árboles, jugado a la pelota y pescado la cena que mamá en ese mismo instante estaba preparando, al parecer las dudas de Legolas se habían despejado, parecía estar disfrutando el viaje.

Mamá nos llamo a comer el delicioso pescado al roquefort que había preparado, mientras Macarena buscaba las bebidas, Legolas y yo poníamos los platos, una vez que estuvimos todos sentados a la mesa, mamá salió con una preguntó que nos dejo helados a todos

"Leggy a que te dedicas???"- miré a Legolas de reojo, no podía decir que era un príncipe

"Soy arquero"- respondio este dudando, pero mi madre lo tomo en otro sentido

"Arquero, ¿y en que equipo estas?, el football en España es muy exigente"

"Leggy donde aprendiste a montar así?" –preguntó Maqui para cambiar el rumbo de la conversación Legolas y yo la miramos agradecidos

"Mi padre tiene muchos caballos, aprendí a montar de niño"-así siguió el interrogatorio por un buen rato hasta que anuncie que me iría a recorrer la playa.

"No entiendo porque te gusta tanto pasear por la noche"- se quejo Maqui

"yo tampoco, pero no lo voy dejar de hacer porque vos no estés de acuerdo"- me burl

"Yo te acompaño"- aseguró Legolas ayudándome a poner un abrigo, una vez que salimos mamá y Macarena se miraron cómplices, no dijeron nada.

La luna llena brillaba ahora redonda y plateada sobre el agua, la suave brisa acariciaba mi rostro, lo que nunca le había dicho a mi hermana era que esas caminatas me hacían sentir plena, viva, totalmente plantada en la tierra y unida al cielo. Ese sentimiento se vio superado cuando la mano de Legolas tomo la mía, me detuve de inmediato, y vi su bello rostro iluminado por la luz de la luna, mientras su otra mano acariciaba mis mejillas, mi cuello, mis labios, sentí como mi corazón daba un vuelco al comprender lo que pasaba, intenté alejarme pero Legolas me detuvo y con sus labios ató los míos, con un beso tan dulce, cálido y apasionado que no pude olvidar aun hoy. Cuando nuestros labios se separaron escuché en un susurro.

"Luinil, Te amo"

Este es mi capi favorito, ¿no esta lindo?. espero que les guste tanto como a mí y me dejen sus reviews

Eresse: seguis viva o voy llamando a la ambulancia??? hey, no me parece que no Ya se me infartó una!!! de todas formas ya vez porque estaba triste el elfito, no es una dulzura???

Candy Bloom: otra a la que me va a tocar revisarle el puso, te digo lo mismo que a Eresse, el pobre elfito es un sentimental incurable!!!,

Hada/ Estel:, ya despues me decis como preferis que te llame, me alegra que estes de acuerdo conmigo en el tema de que el mal lo podemos producir nosotros mismos y la forma en que vivimos en este mundo, respecto a lo de la pareja, bueno ya lo podes ver...