La vida contigo
Capítulo 14: corazón del fuego
A pesar de lo apremiante de la situación no pude dejar de sentir culpa por la forma en la que había tratado a mi mamá, trabajaba cerca del lugar en el que estábamos, por lo que no dude en dejar a los demás buscando el templo del fuego mientras yo iba en busca de mi madre para explicarle la situación.
Cuando llegamos al negocio, nos sorprendió descubrir que mi hermana se encontraba allá, intentando conseguir que le comprara unos jeans nuevos. Mi madre nos miro sorprendida, apenas llegamos a su lado, nos escaneó de arriba abajo, era obvio, ninguno de los dos nos habíamos dado cuenta con la facha que íbamos.
Por precaución, siguiendo el consejo de Galata y Uriel, llevábamos todas nuestras armas encima, así vio mi madre a un Leggy con un gran arco en su espalda, con un carcaj repleto de flechas y un cuchillo en el cinturón, pero conmigo se quedo de miedo, llevaba además del arco y el carcaj una gran espada en la cintura, mi hacha, en versión latita de arvejas estaba a su lado y una vara en la mano derecha. Sus labios querían, pero no podían articular palabra alguna, Macarena, en cambio, podía percibir, lo desesperado de la situación.
Había llegado el momento de la verdad, tome aire, intentando buscar la fuerza y las palabras correctas para explicar todo aquello, cuando una flecha orca se clavo junto a mis pies, Legolas y yo os miramos sorprendidos, volteando a ver la puerta, por donde un grupo de orcos se precipitaban contra nosotros. En un movimiento nos pusimos frente a mi madre y hermana, con los arcos tensados, las flechas volaban directamente a la frente de los orcos, y estos caían por montones, pero parecía que nunca acabarían, nos atrincheramos detrás del mostrador, mientras mi madre preguntaba desesperada que era todo aquello.
"Deberías haberte leído el Señor de los Anillos"- explico Macarena temblando. Mi señora madre, la miraba incrédula mientras nosotros seguíamos disparando
"Mamá, permitime presentarte al Príncipe Legolas del Bosque Negro"- explique mientras mamá veía al elfo, con cara de estar por desmayarse- "para ponerla corta la cosa es así, el mundo esta por ser dominado por el mal, y al parecer soy la única que se puede hacer cargo, el resto de la comunidad también esta en nuestro mundo buscando el último elemento que nos falta para poder salvarnos"- ahora sí estaba desencajada, mi pobre madre estaba al borde del infarto, mientras los orcos se agolpaban en la puerta.
Sentí la magia subir por mis manos cuando murmuré soltando esa flecha:
"Alagos, sellpeng /tormenta de viento, hija del arco,
degina brincoth/ mata al antiguo enemigo"
Tras la flecha un huracán derribó a la multitud de orcos dejándolos a todos inconscientes, tanto mi madre como Legolas me miraban sorprendidos, mientras Maqui reía "Me encanta que hagas eso"- la miré reprobándola mientras daba las llaves del auto a mi madre, en el instante que sonaba el celular
"Lo encontramos"- aseguró Sam desde un teléfono público- "no esta lejos de donde estábamos"
"Donde?- quise saber- los orcos ya están destruyendo todo Sam, no podemos perder más tiempo"
"Es un lugar muy grande, antiguo, esperá que le pregunto al guardián"- esperé unos segundos que parecieron eternos- "Es una parroquia, del Carmen"
Conocía el lugar perfectamente, era una de las parroquias mas antiguas de la ciudad, había nacido como una misión jesuita aislada, pero con el crecimiento de la ciudad había quedado dentro de ella.
"Nuestra Señora del Carmen????"- repetí para que no hubiera dudas
"Sí, pero apurate, los orcos no van a tardar en llegar."- colgué. Mire a mi mamá todavía frente a mí y la abracé con fuerza.
"Andá a la casa náutica de la rambla- ordené- decile a Daniel que vas de mi parte, él va a entender, ahí van a estar seguras"- me di la media vuelta y sin mirarlas salí corriendo hacia la parroquia con Legolas atrás.
El camino fue un calvario, los orcos nos atacaban sin tregua, mientras destruían viviendas, autos y acuchillaban a cualquiera que no estuviera a cubierto. Buscábamos los caminos mas "tranquilos" para poder sobrevivir a esa matanza, pudimos ver como un escuadrón completo de policías con sus pistolas, chalecos antibalas, y todo, caían en manos de un brutal ejércitos de orcos que no les daba tregua con su salvajismo.
Cuando llegamos a la parroquia estaba repleta de feligreses, que rezaban continuamente por su salvación, mis amigos esperaban junto al altar, mientras los fieles volteaban a ver como Legolas y yo entrábamos por la puerta principal corriendo.
"Bienvenida, joven Luinil- dijo el sacerdote que estaba junto a mis amigos- sígame- comenzó a caminar y señalo una puerta- solamente usted puede entrar, sus amigos deben esperarla afuera, los elementales del fuego podrían molestarse"- asentí en silencio, soltando la mano de Legolas, mientras comenzaba a bajar las escaleras.
La cueva era inmensa, con miles de antorchas iluminando el lugar, una llama salió de ellas y una grupo de hermosas mujeres con la piel roja e igual color de cabellos se nació de ella
"Somos los espíritus del fuego"- dijo una riendo
"las salamandras"- explicó otra- "a nosotras se nos encomendó guardar Eithelnaur hasta tu llegada"
"Pero antes de dártela hay varias cosas que debes saber"- comentó una tercera
"Las piedras que hasta hoy has recibido te han dado distintos dones, los han potenciado en realidad"- explicó la primera
"El agua sabiduría y sentido común, te permitió conocer y evaluar emociones, tanto tuyas como ajenas"- comento otra- "la tierra te dio estabilidad, una base, un sustento sobre el cual poder avanzar, el aire te permitió ser mas creativa, mas pura, mas arriesgada, el espíritu, te permite adaptarte a los cambios, a los extremos"
"El fuego- comunico alguna que ya no pude diferenciar entre tantas- te dará la fuerza para poder seguir peleando, es por eso que es la última que recibes, primero debes saber como hacerte cargo de esta fuerza, y es eso lo que te enseñaron las joyas anteriores"
"No es solo fuerza física, sino también de voluntad y energía"- la que habló primero me guiñó el ojo y dijo en tono cómplice
"Vos misma naciste bajo la entera protección del fuego, es por eso que compartiremos nuestros secretos contigo, sos una de las nuestras"- las mire sorprendidas ¿a que se referían con ello?- "cuando el fuego entra en los seres solamente tiene dos lugares donde instalarse, el corazón y el cerebro"
"Si lo hace en el cerebro se llena de odio, ya que vive deseando cosas, y nunca termina de satisfacerse, se transforma en una persona egoísta, maliciosa, hasta perversa"
"pero cuando se instala en el corazón – rió una con ojos traviesos- te permite vivir pasiones insospechadas, el amor más puro y fuerte que pueda existir"
"El fuego puede ser un elemento utilizado tanto para el bien como para el mal, a pesar que nosotros busquemos el bien"
"Todo depende en que lugar se encienda el fuego"- concluyó alguna. Las miré sorprendida, mientras una de ellas me entregaba la roja piedra
"Sos una de nosotras,- me explico- aunque ahora no lo veas, en tu interior están todos nuestros secretos"
"Junto a Eithelnaur te entregamos esta otra piedra"- dijo una poniendo la inmensa piedra negra en la punta de mi trabajada vara- te permitirá utilizar no solo los poderes del fuego, sino que te dará clarividencia y el poder de leer las mentes"- asentí agradecida, había aprendido mucho de ellas, me habían explicado el porqué de ese peregrinar. Me hubiera encantado poder quedarme con ellas, explicándome los poderes de cada uno de los elementos y sus dones.
Pero tenía que salir de allí. Subí lentamente las escaleras, cada paso se me hacía más pesado, lo que venía sería el mayor reto que me tocara vivir.
Algo había cambiado en esa cueva, tenía miedo, sabía que pasara lo que pasara habría dolor, pero de alguna forma especial yo sabía que mi destino era pelear esa batalla, desconocía que me esperaba después, pero algo en mi interior me decía, que nada sería igual.
Snif... snif, no lo quiero terminar!!! aqui les dejo otro capi de este fic que se está acabando, espero que les guste y me dejen sus reviews.
Eresse: en verdad me encariñe mucho con este fic y me da penita terminarlo, me alegra que te haya gustado todo lo anterior, pero desde mi punto de vista lo mejor viene a partir de ahora.
Candy Bloom: que bueno que te haya gustado el capi, esto se va a poner todavia mejor en el próximo.
Maiya:no te preocupes, que actualizo a diario, y ayer termina la historia, por lo que no vas a tener que esperar mucho, me alegra que te haya gustado este fic
