¿Quién es su Dueño?

Kuki miraba desde lo lejos mientras Wally y Hoagie se enfrentaban. Ambos chicos se veían enojados, y Kuki estaba sorprendida. Después de la derrota de Naraku habían aprendido a convivir en paz, y ahora tenía que pasar esto...

"¡No puedo creer que inmaduro estás siendo!" Hoagie estaba diciendo. "¡Ya supéralo!"

"¡No voy a dejarlo pasar así porque sí!" Wally respondió. "Ella era mía antes de que entrarás en la imagen, ¡y no voy a dejar que te la lleves!"

"Nunca fue tuya," dijo Hoagie. "Sólo creías que ella lo era."

"¿Cómo lo sabes? ¡La conozco mucho más que vos!"

"Eso no importa. Vino a mi, ¿no? La trataste mal, por eso vino a mi."

"¡No la traté mal!"

"¿Entonces por qué vendría a mi? Admítelo, Wally, no la trataste bien."

"Si, ¡lo hice! ¡Hice todo lo que puede por ella! Ella se preocupaba por mi, Hoagie, lo podía ver en sus ojos. Siempre se veía tan feliz cuando nos encontrábamos..."

"Está feliz conmigo, también."

"¡No-oh! ¡No te besa como me besa a mi!"

"¿Cómo lo sabes?"

"La he visto, ¿está bien? ¡Tengo una mejor relación con ella que la que tu tienes!"

"Wally," dijo Miroku pacientemente, "Creo que estás tomando esto un poco demasiado serio. ¿No pueden hacer un trato o algo?"

"¿Un trato?" Wally repitió. "¿Cómo vamos a hacer un trato con algo así? No es que podemos compartirla, ¡por el amor de Dios!"

"¿Por qué no?" preguntó Hoagie. "Yo no tengo problema."

Wally se quedó mirando a Hoagie. "Eres raro, ¿sabías?"

Mientras, Kuki continuaba mirándolos, completamente divertida. Mientras estaba observando, Abby vino detrás de ella y miró la discusión.

"¿Qué está pasando?" preguntó.

Kuki giró sus ojos. "Sólo los chicos están siendo malos y fuertes, como siempre. Discutiendo sobre cosas estúpidas."

"¡Guaw!" Estuvo de acuerdo una pequeña voz en sus pies.

"Oww, ¡mira el cachorrito!" Abby se agachó. "¡Es taaan lindo! ¿De dónde salió?"

"Es una hembra. Wally y Hoagie la encontraron el otro día, y no pueden dejar de pelear para ver quien va a ser su dueño... Oye, Abby, vos no querrías una cachorrita, ¿no?"

"Me encantaría," respondió, alzando a la cachorra. "¡Vamos, chica! Vamos a hacerte algo de comer..."

Se fue caminando, seguida por Kuki. Los chicos miraron fijamente.

"¡Se robó mi cachorra!" Hoagie protestó.

"Mi cachorra," Wally lo corrigió. Suspiró. "¡Y ni siquiera me dio un beso de despedida!"