Promesas sin cumplir.
By: Annie-chan Diethel
~ · . Capítulo 2: Necesidad y nada más. . · ~
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No sabía por qué, pero estaba seguro de que la casa se había agrandado con su partida. Cuando ella estaba aquí, parecía faltar espacio por todos sitios, y ese espacio parece haber surgido ahora, cuando lo que menos necesito es más espacio aún. ¿Por qué estaba todo tan silencioso? Faltaba sonido, movimiento, algo. Me di cuenta de que la televisión de la sala de estar estaba apagada. Normalmente Anna se sentaba frente a ella a ver algún programa mientras esperaba que yo le hiciese la cena. El sonido del televisor inundaba la casa y la llenaba de vida, al tiempo que lo hacía el sonido que provocaban las cosas de la cocina.
Lo añoraba todo...
En una de mis inspecciones estúpidas por la casa, vi que Anna se había dejado su pañuelo rojo en el perchero de su cuarto. Lo tomé en mis manos y pude sentir el suave tacto de la tela. Aspiré también el perfume de los cabellos de la itako y lo guardé en uno de los cajones de mi ropa, con el recóndito pensamiento de que de esta forma mi ropa conservaría su esencia. Aunque la mayor parte de mi mente acusaba este pensamiento de estúpido y se autoconvencía de que solo lo hacía para devolvérselo si alguna vez volvía.
Yo siempre la había admirado, hacía lo que me ordenaba por admiración a su firmeza y seriedad... Y pensé que era realmente afortunado al tener su influencia sobre mí... Pero al paso del tiempo esa admiración se tornó en mero hábito. Pensé que todo se mantendría así, sin alterarse, ella a mi lado, yo al suyo... Y nada más. Todo formaba un agradable equilibrio hasta que aquella carta lo truncó. O quizá ya estaba roto pero no nos dimos cuenta.
Hacía un par de meses que el ambiente estaba tenso. Apenas cruzábamos un par de palabras diarias, y las miradas brillaban por su ausencia. Por tanto, el contacto físico era simple recuerdo. Sabíamos que habíamos descubierto que nunca hubo amor entre los dos... Pero aún así estabamos prometidos, por tanto, debíamos estar juntos. Entonces recibimos la carta de mi abuela...
"Estimados Yoh y Anna:
En vista de que habéis cumplido la mayoría de edad, nos vemos obligados tanto Yohmei como yo a animaros que os caséis lo antes posible. Sabemos la precipitación que esto supone, pero comprended que nos urge, ya que en estos momentos hay gran parte de la familia lejana alojada en Izumo y queremos aprovechar la situación. La fecha ya la fijamos Yohmei y yo. Será el día 12 de Mayo, aprovechando así el cumpleaños de Yoh. Esperamos recibir noticias vuestras pronto.
Un cordial saludo:
Kino Asakura"
El día que la recibimos era 15 de Abril. Desde entonces, las cosas se tensaron aún más: nos evitábamos, poníamos excusas tanto uno como el otro cuando se daba la ocasión ideal para hablar... Pero el día 24 no pude esperar más. Quería aclararlo todo de una maldita vez. Quería saber si ella fingía y realmente me quería o simplemente mostraba su mayor consideración tratando de no herirme. Recordaba muy bien que la sorprendí mientras bebía de su taza de té, sin excusa alguna. Me miró, comprendiendo lo que quería, escuchando en mis ojos lo que pronto dirían mis labios. Me senté frente a ella, nervioso y a la vez triste. Agaché la cabeza ligeramente, incapaz de mirarla a la cara pronunciando tan apenadas palabras con voz quebrada, al igual que una parte de mí:
- No habrá boda... Y lo sabes.
- Sí, lo sé.
Se pudo apreciar claramente que a ella también se le quebraba la voz. Ambos teníamos los nervios a flor de piel, no éramos capaces a mantenernos firmes en una situación así. Tantos años... Tantos recuerdos... Tanto vacío...
- Sabes también que tú y yo, por mucho que diga mi familia, no estamos hechos para estar juntos. Y sabes también que no nos queremos, ni tú a mí... ni yo a ti.
Medité unos segundos mis últimas palabras, y un pequeño resquicio de mi corazón me gritaba mentiroso y me dolía. Siempre había odiado estar solo, y por ello pasé tanto tiempo con Anna. Reconocí para mis adentros que aquello era una necesidad... Y nada más. No sabía cómo seguir, así que lo hizo ella por mí.
- Así que lo mejor será romper el compromiso.
Sus pocas palabras me golpearon como cien puñales en mi corazón. Sin embargo, sabía que no era por amor... Uno nunca sabe donde acaba el amor y comienza el egoísmo. Yo quería tenerla a mi lado... Porque no quería estar solo... Necesitaba su presencia cerca....Y nada más. Las palabras salieron solas de mi garganta, acompañadas de una lágrima desobediente que cayó sin mi permiso.
- Lo sé, no podemos mantenernos como mutua costumbre, Anna. Sé que tú también lo sabías desde el principio. Además... no quiero retener más tu vida aquí. Debes ser libre para escoger con quién quieres pasar el resto de tu vida... Y yo también.
- Entiendo.
¿Y ahora me hacía el considerado? Había sido egoísta y aún lo seguía siendo. En mi conciencia, la conversación se reducía a un simple "Te mantuve conmigo por capricho. Ya no te necesito. Vete." Nos miramos a los ojos y vi que lloraba en silencio, pero se secó las lágrimas, se levantó y me abrazó. Automáticamente, la imité, con más fuerza, y pasé con suavidad mi mano por sus finos cabellos, respirando disimuladamente su perfume. De repente me sentí tranquilo... Y nada más.
- Lamento haberte arruinado la vida con todo lo que te hice, Yoh. Te pido perdón por todo.
- No me has arruinado nada, Annita. No me has arruinado nada.
Me sentía culpable y no sabía de qué. Lo único que sabía es que aquello no era amor, era puro vicio... Y nada más... Nos separamos ligeramente y nos miramos de nuevo. Entonces se me ocurrió... No quería... Pero lo ansiaba.
- Aunque sé que es una completa falta de respeto por mi parte, Anna, me gustaría pedirte una cosa...
- Dime.
- Es que... Verás, en todo este tiempo que hemos estado prometidos, en un pequeño rincón de mi corazón, siempre anhelé probar tus labios... Perdóname, estarás pensando que soy un imbécil... Ignora eso...- Me sentí como un idiota y pretendí retirarme, pero me detuve al escuchar su voz resonar en la habitación de nuevo.
- El caso es... que un pequeño apartado de mí también quiso probar los tuyos...
Podía reconocer que no había estado más confundido en mi vida, pero aún así, me acerqué a ella y puse con cuidado una mano en su cadera, y con la otra deslicé mis dedos por su suave mejilla. La vi sonreír. Jamás olvidaré ese momento...
- Siempre quise hacer esto.- confesé y no esperé respuesta.
Lentamente posé mis labios sobre los de ella, para luego explorar el interior de su boca con mi lengua, mientras ella me imitaba, por primera y última vez. Sentí sus brazos alrededor de mi cuello y yo la presioné suavemente contra mí, profundizando el beso. Después, nos separamos, aunque todavía podía sentir sus labios sobre los míos. Desapareció por el pasillo hasta su habitación, y yo lo único coherente que pude hacer fue suspirar mientras me pasaba la mano por la cabeza. Luego deambulé por la casa como un tonto, pero no sabía qué hacer. Mi vicio seguía acechándome... Ahora más.
Apareció con una maleta cuando yo estaba en la puerta de la pensión. Dejó la maleta en el suelo y la ayudé a ponerse el abrigo, tocándola de nuevo. Luego le sostuve los guantes y le pedí que me dejase ponerle el gorro. Me sentía como un niño, siempre me había sentido así a su lado... ¿Significaba su partida que el niño debía crecer? ¿Tanto que se haría anciano y moriría?
Nos dijimos las pocas cosas que se pueden decir en estos casos, y gasté una broma insulsa para no recordar aquel momento con tanta tensión. Nos abrazamos con fuerza y mi instinto me hizo darle un corto beso en los labios, un adiós palpable. Agarró su maleta y la miré mientras recorría aquel camino del jardín, para luego perderla de vista cuando dobló la esquina.
No me atrevía tampoco a llamar a mis abuelos. Me imaginaba sus expresiones con mi noticia: "Hola abuela, no, es que Anna y yo nos hemos dado cuenta de que no nos queríamos, así que se ha ido y no hay boda. Pero no te preocupes, solo éramos una costumbre mutua." No, no podía hacerlo. Habían pasado ya cinco eternos días desde que ella se fue, y los pasillos de la casa a cada momento eran más largos, y la calidez que despedía su presencia se había transformado en un frío acechante a su ausencia. Abrí el cajón de mi armario y tomé su pañuelo entre mis manos. Lo abracé con fuerza, deseando que aquello la hiciese volver. Aspiré su aroma de nuevo, mientras las lágrimas caían seguidamente de mis ojos, acompañadas de amargos sollozos que retumbaban en la habitación.
La casa estaba vacía sin ella... Y nada más.
Continuará...
~ · .*. · ~ · .*. · ~ · .*. · ~ · . * . · ~ · . * . · ~ · . * . · ~ · . *. · ~ · . * . · ~ · . * . · ~ · . * . · ~ · . *. · ~ · . * . · ~ Notas de Annie:
Hola ^-^ ¿Les va gustando el fic? ¿Sí? ¿No? Bueno, pues al que no le guste, está de suerte porque el próximo capítulo es el último. Además, si no les gusta... ¿Qué hacen leyendo esto? O.o Quizá el final sea un poco dramático, pero en fin, sea como sea.
Por último, quiero darle las gracias a las personas que me dejaron review: ei-chan (no me odies!! TOT Y tampoco soy merecedora de ninguna reverencia, aun así, gracias ^-^), loconexion (^^ Aquí lo tienes, gracias!), Sweet G (o.o No sé cómo, nee-chan, pero los escribo, además, no estoy muy segura de lo que hacer... Si pregunto a la afición, me dirán que lo deje en YohxAnna... Pero si no lo dejo, me matarán!! x.x No sé, ya veremos...), Kyouyama (gracias por tus confortables palabras ^-^ espero que te siga agradando el fic), Anna la Sacerdotisa (o.o te hice llorar?? De verdad?? Tan triste está esta cosa?? Pues espero que te siga gustando, porque el próximo será el último...), Xris (^-^ Gracias, pero no puedo creerme las palabras tan lindas que me dices, solo espero que te agrade la continuación!), hao-kun (a- ^-^ Mi intención es que agrade! B- También era mi intención que fuese muy triste. C- O///o No creo. D- Actualizado ^-^ E- En el próximo capítulo lo sabrás. F- Si te lo digo, no tiene gracia. G- Aparte de eso, no quiero descuidar el resto de fics por este, más que nada, porque este fic es solo una idea pasajera. H- T-T Sie, de+iado!! I- Yo también te traño!! J- Y tambien te quero musho!! K- ^-^ Espero que te siga gustando el fic!), Kilia (¿Tan triste es? Bueno, ya veremos el final, está por ver...) y Lady Kaoru (Hola ^^ Muchas gracias, pero como dije anteriormente, no puedo creerme tantas hermosas palabras que me decís, simplemente, no me cabe en la cabeza tanto halago!! ^-^ Bueno, el YohxAnna también es mi pareja favorita, pero pensé en qué pasaría si todo fuese tal y como se ve en el anime... y este es el resultado. Espero que te siga gustando!!!)
Sin ellos, no sé qué demonios de fic estaría escribiendo, gracias a todos!! Sois los mejores!!!
Y bueno, me despido ya, hasta el próximo capítulo!!!
Matta ne!! ^-^
By: Annie-chan Diethel
~ · . Capítulo 2: Necesidad y nada más. . · ~
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No sabía por qué, pero estaba seguro de que la casa se había agrandado con su partida. Cuando ella estaba aquí, parecía faltar espacio por todos sitios, y ese espacio parece haber surgido ahora, cuando lo que menos necesito es más espacio aún. ¿Por qué estaba todo tan silencioso? Faltaba sonido, movimiento, algo. Me di cuenta de que la televisión de la sala de estar estaba apagada. Normalmente Anna se sentaba frente a ella a ver algún programa mientras esperaba que yo le hiciese la cena. El sonido del televisor inundaba la casa y la llenaba de vida, al tiempo que lo hacía el sonido que provocaban las cosas de la cocina.
Lo añoraba todo...
En una de mis inspecciones estúpidas por la casa, vi que Anna se había dejado su pañuelo rojo en el perchero de su cuarto. Lo tomé en mis manos y pude sentir el suave tacto de la tela. Aspiré también el perfume de los cabellos de la itako y lo guardé en uno de los cajones de mi ropa, con el recóndito pensamiento de que de esta forma mi ropa conservaría su esencia. Aunque la mayor parte de mi mente acusaba este pensamiento de estúpido y se autoconvencía de que solo lo hacía para devolvérselo si alguna vez volvía.
Yo siempre la había admirado, hacía lo que me ordenaba por admiración a su firmeza y seriedad... Y pensé que era realmente afortunado al tener su influencia sobre mí... Pero al paso del tiempo esa admiración se tornó en mero hábito. Pensé que todo se mantendría así, sin alterarse, ella a mi lado, yo al suyo... Y nada más. Todo formaba un agradable equilibrio hasta que aquella carta lo truncó. O quizá ya estaba roto pero no nos dimos cuenta.
Hacía un par de meses que el ambiente estaba tenso. Apenas cruzábamos un par de palabras diarias, y las miradas brillaban por su ausencia. Por tanto, el contacto físico era simple recuerdo. Sabíamos que habíamos descubierto que nunca hubo amor entre los dos... Pero aún así estabamos prometidos, por tanto, debíamos estar juntos. Entonces recibimos la carta de mi abuela...
"Estimados Yoh y Anna:
En vista de que habéis cumplido la mayoría de edad, nos vemos obligados tanto Yohmei como yo a animaros que os caséis lo antes posible. Sabemos la precipitación que esto supone, pero comprended que nos urge, ya que en estos momentos hay gran parte de la familia lejana alojada en Izumo y queremos aprovechar la situación. La fecha ya la fijamos Yohmei y yo. Será el día 12 de Mayo, aprovechando así el cumpleaños de Yoh. Esperamos recibir noticias vuestras pronto.
Un cordial saludo:
Kino Asakura"
El día que la recibimos era 15 de Abril. Desde entonces, las cosas se tensaron aún más: nos evitábamos, poníamos excusas tanto uno como el otro cuando se daba la ocasión ideal para hablar... Pero el día 24 no pude esperar más. Quería aclararlo todo de una maldita vez. Quería saber si ella fingía y realmente me quería o simplemente mostraba su mayor consideración tratando de no herirme. Recordaba muy bien que la sorprendí mientras bebía de su taza de té, sin excusa alguna. Me miró, comprendiendo lo que quería, escuchando en mis ojos lo que pronto dirían mis labios. Me senté frente a ella, nervioso y a la vez triste. Agaché la cabeza ligeramente, incapaz de mirarla a la cara pronunciando tan apenadas palabras con voz quebrada, al igual que una parte de mí:
- No habrá boda... Y lo sabes.
- Sí, lo sé.
Se pudo apreciar claramente que a ella también se le quebraba la voz. Ambos teníamos los nervios a flor de piel, no éramos capaces a mantenernos firmes en una situación así. Tantos años... Tantos recuerdos... Tanto vacío...
- Sabes también que tú y yo, por mucho que diga mi familia, no estamos hechos para estar juntos. Y sabes también que no nos queremos, ni tú a mí... ni yo a ti.
Medité unos segundos mis últimas palabras, y un pequeño resquicio de mi corazón me gritaba mentiroso y me dolía. Siempre había odiado estar solo, y por ello pasé tanto tiempo con Anna. Reconocí para mis adentros que aquello era una necesidad... Y nada más. No sabía cómo seguir, así que lo hizo ella por mí.
- Así que lo mejor será romper el compromiso.
Sus pocas palabras me golpearon como cien puñales en mi corazón. Sin embargo, sabía que no era por amor... Uno nunca sabe donde acaba el amor y comienza el egoísmo. Yo quería tenerla a mi lado... Porque no quería estar solo... Necesitaba su presencia cerca....Y nada más. Las palabras salieron solas de mi garganta, acompañadas de una lágrima desobediente que cayó sin mi permiso.
- Lo sé, no podemos mantenernos como mutua costumbre, Anna. Sé que tú también lo sabías desde el principio. Además... no quiero retener más tu vida aquí. Debes ser libre para escoger con quién quieres pasar el resto de tu vida... Y yo también.
- Entiendo.
¿Y ahora me hacía el considerado? Había sido egoísta y aún lo seguía siendo. En mi conciencia, la conversación se reducía a un simple "Te mantuve conmigo por capricho. Ya no te necesito. Vete." Nos miramos a los ojos y vi que lloraba en silencio, pero se secó las lágrimas, se levantó y me abrazó. Automáticamente, la imité, con más fuerza, y pasé con suavidad mi mano por sus finos cabellos, respirando disimuladamente su perfume. De repente me sentí tranquilo... Y nada más.
- Lamento haberte arruinado la vida con todo lo que te hice, Yoh. Te pido perdón por todo.
- No me has arruinado nada, Annita. No me has arruinado nada.
Me sentía culpable y no sabía de qué. Lo único que sabía es que aquello no era amor, era puro vicio... Y nada más... Nos separamos ligeramente y nos miramos de nuevo. Entonces se me ocurrió... No quería... Pero lo ansiaba.
- Aunque sé que es una completa falta de respeto por mi parte, Anna, me gustaría pedirte una cosa...
- Dime.
- Es que... Verás, en todo este tiempo que hemos estado prometidos, en un pequeño rincón de mi corazón, siempre anhelé probar tus labios... Perdóname, estarás pensando que soy un imbécil... Ignora eso...- Me sentí como un idiota y pretendí retirarme, pero me detuve al escuchar su voz resonar en la habitación de nuevo.
- El caso es... que un pequeño apartado de mí también quiso probar los tuyos...
Podía reconocer que no había estado más confundido en mi vida, pero aún así, me acerqué a ella y puse con cuidado una mano en su cadera, y con la otra deslicé mis dedos por su suave mejilla. La vi sonreír. Jamás olvidaré ese momento...
- Siempre quise hacer esto.- confesé y no esperé respuesta.
Lentamente posé mis labios sobre los de ella, para luego explorar el interior de su boca con mi lengua, mientras ella me imitaba, por primera y última vez. Sentí sus brazos alrededor de mi cuello y yo la presioné suavemente contra mí, profundizando el beso. Después, nos separamos, aunque todavía podía sentir sus labios sobre los míos. Desapareció por el pasillo hasta su habitación, y yo lo único coherente que pude hacer fue suspirar mientras me pasaba la mano por la cabeza. Luego deambulé por la casa como un tonto, pero no sabía qué hacer. Mi vicio seguía acechándome... Ahora más.
Apareció con una maleta cuando yo estaba en la puerta de la pensión. Dejó la maleta en el suelo y la ayudé a ponerse el abrigo, tocándola de nuevo. Luego le sostuve los guantes y le pedí que me dejase ponerle el gorro. Me sentía como un niño, siempre me había sentido así a su lado... ¿Significaba su partida que el niño debía crecer? ¿Tanto que se haría anciano y moriría?
Nos dijimos las pocas cosas que se pueden decir en estos casos, y gasté una broma insulsa para no recordar aquel momento con tanta tensión. Nos abrazamos con fuerza y mi instinto me hizo darle un corto beso en los labios, un adiós palpable. Agarró su maleta y la miré mientras recorría aquel camino del jardín, para luego perderla de vista cuando dobló la esquina.
No me atrevía tampoco a llamar a mis abuelos. Me imaginaba sus expresiones con mi noticia: "Hola abuela, no, es que Anna y yo nos hemos dado cuenta de que no nos queríamos, así que se ha ido y no hay boda. Pero no te preocupes, solo éramos una costumbre mutua." No, no podía hacerlo. Habían pasado ya cinco eternos días desde que ella se fue, y los pasillos de la casa a cada momento eran más largos, y la calidez que despedía su presencia se había transformado en un frío acechante a su ausencia. Abrí el cajón de mi armario y tomé su pañuelo entre mis manos. Lo abracé con fuerza, deseando que aquello la hiciese volver. Aspiré su aroma de nuevo, mientras las lágrimas caían seguidamente de mis ojos, acompañadas de amargos sollozos que retumbaban en la habitación.
La casa estaba vacía sin ella... Y nada más.
Continuará...
~ · .*. · ~ · .*. · ~ · .*. · ~ · . * . · ~ · . * . · ~ · . * . · ~ · . *. · ~ · . * . · ~ · . * . · ~ · . * . · ~ · . *. · ~ · . * . · ~ Notas de Annie:
Hola ^-^ ¿Les va gustando el fic? ¿Sí? ¿No? Bueno, pues al que no le guste, está de suerte porque el próximo capítulo es el último. Además, si no les gusta... ¿Qué hacen leyendo esto? O.o Quizá el final sea un poco dramático, pero en fin, sea como sea.
Por último, quiero darle las gracias a las personas que me dejaron review: ei-chan (no me odies!! TOT Y tampoco soy merecedora de ninguna reverencia, aun así, gracias ^-^), loconexion (^^ Aquí lo tienes, gracias!), Sweet G (o.o No sé cómo, nee-chan, pero los escribo, además, no estoy muy segura de lo que hacer... Si pregunto a la afición, me dirán que lo deje en YohxAnna... Pero si no lo dejo, me matarán!! x.x No sé, ya veremos...), Kyouyama (gracias por tus confortables palabras ^-^ espero que te siga agradando el fic), Anna la Sacerdotisa (o.o te hice llorar?? De verdad?? Tan triste está esta cosa?? Pues espero que te siga gustando, porque el próximo será el último...), Xris (^-^ Gracias, pero no puedo creerme las palabras tan lindas que me dices, solo espero que te agrade la continuación!), hao-kun (a- ^-^ Mi intención es que agrade! B- También era mi intención que fuese muy triste. C- O///o No creo. D- Actualizado ^-^ E- En el próximo capítulo lo sabrás. F- Si te lo digo, no tiene gracia. G- Aparte de eso, no quiero descuidar el resto de fics por este, más que nada, porque este fic es solo una idea pasajera. H- T-T Sie, de+iado!! I- Yo también te traño!! J- Y tambien te quero musho!! K- ^-^ Espero que te siga gustando el fic!), Kilia (¿Tan triste es? Bueno, ya veremos el final, está por ver...) y Lady Kaoru (Hola ^^ Muchas gracias, pero como dije anteriormente, no puedo creerme tantas hermosas palabras que me decís, simplemente, no me cabe en la cabeza tanto halago!! ^-^ Bueno, el YohxAnna también es mi pareja favorita, pero pensé en qué pasaría si todo fuese tal y como se ve en el anime... y este es el resultado. Espero que te siga gustando!!!)
Sin ellos, no sé qué demonios de fic estaría escribiendo, gracias a todos!! Sois los mejores!!!
Y bueno, me despido ya, hasta el próximo capítulo!!!
Matta ne!! ^-^
