Perdón por el retraso, ahí van dos capítulos como recompensa...
Capítulo 8 – Una materia nueva
El gran salón estaba tan elegante como siempre y las cuatro mesas repletas con alumnos hambrientos que empezaron a devorar la comida tan pronto como terminó la selección de los de primero, un ritual que se llevaba a cabo con el sombrero seleccionador quien les colocaba en las distintas casas según sus cualidades.
Al terminar, Dumbledore se levantó de su silla y todos callaron al instante haciendo que el silencio se hiciera omnipresente. Con los últimos acontecimientos y sucesos, Albus Dumbledore había recobrado toda su autoridad y respeto, aunque los alumnos nunca le perdieron su temor reverencial hacia su director.
- Bienvenidos a un nuevo curso en la Escuela de Brujería y Hechicería, Hogwarts. Para aquellos que son nuevos, sabed que hay unas normas que debéis respetar, así como el Bosque Prohibido. Se prohíbe a cualquier alumno entrar en él, ahora más que nunca. Por otra parte, el conserje Flich me ha pedido que les informe que la lista de objetos no permitidos ha aumentado con tres más, la encontraréis en su despacho todo aquél que quiera consultarla. Referente a los acontecimientos del curso pasado... todos los decretos impuestos por el Ministerio referentes a los estudiantes y sus profesores fuera de la autorización del director quedan anulados.- una fuerte explosión de alegría invadió el gran salón. Cuando la euforia hubo disminuido, prosiguió.- Por consiguiente, los grupos de Quiddich con todos sus componentes anteriores a tales leyes quedan restablecidos. Los grupos, clubes y demás son libres de realizar cualquier actividad dentro de las normas establecidas por la escuela.
Este curso tenemos una nueva integrante en la materia de Defensa Contra las Artes Oscuras que serán dirigidas por la profesora Padmess.- hubo un gran aplauso general. Todos la observaban maravillados, nunca antes habían tenido una profesora tan joven y atractiva. Harry se sorprendió al no haberse dado cuenta antes, hacía ya rato que estaba en la mesa de los profesores, ¿cómo no la había visto?- Bueno, por el momento esto es todo, ahora ya pueden ir a descansar, venga.
Todos los alumnos empezaron a desfilar hacia sus respectivos dormitorios. Con un último vistazo a la mesa de los profesores divisó a Hagrid que estaba hablando con Dumbledore, Padmess estaba con Flitwich y Snape... parecía algo más pálido que de costumbre, no decía nada, como si estuviese meditando sobre algo. No pudo continuar observándolos, la corriente le empujó hacia la salida.
- Aún no nos han dicho los nuevos horarios...- estaban en el gran salón almorzando, los demás cursos ya les habían repartido sus nuevas clases mientras que ellos aún esperaban los suyos.
- Debemos ir a hablar con McGonagall al terminar.- dijo Hermione.- Por cierto, ¿qué habéis decidido hacer?
- Lo he pensado mucho... y creo que iré dentro el Ministerio, en Relaciones Internacionales, no sé, la idea no es mala...
- No, no lo es.
- ¿Y tu, Harry?
- Auror.
- Vaya, como no... pero debes ser muy bueno, ¿lo sabes?
- Tengo la nota suficiente para serlo, el problema está que deberé hacer pociones...
- ¡Yo no deberé verlo más por ahora!
- Por ahora...- dijo haciéndole una mueca, la chica.
- Bueno, ¿y tu qué vas a hacer?
- Yo... bueno... quería,- parecía algo incómoda- quería entrar en el Departamento de Misterios...
- ¡Uau! Bueno, con tus notas seguro que puedes...
- ¿Y tu, Neville?
- Pues no lo sé aún, pero con lo que saqué en transfiguración y pociones... quería entrar en Investigaciones Curativas, pero, no creo que pueda...
- ¿Por qué no?
- Porque, aunque aprobé las dos, no saqué el mínimo para continuar con pociones y es una materia necesaria.
- Ey, chicos, debemos irnos ya.- les advirtió Hermione.
Todos los que se habían quedado en el salón eran los de sexto y, ahora, empezaban a desfilar hacia los despachos de sus jefes de casa. Como el suyo era McGonagall, se fueron hacia la clase de transfiguración.
- Entrad todos.- dijo abriéndoles la puerta para que pasaran.- Sentaos. Bien, os daré los horarios según lo que hablamos el curso anterior, aquellos que no han conseguido los requisitos para lo que propusieron, hablaré con ellos. Debéis saber que, a partir de sexto, los alumnos de las distintas casas se unen en las clases según sus intereses en aquella materia.- uno a uno les fue dando unos horarios, Harry miró el suyo.
Muchas de las materias que tenía el curso anterior las conservaba. Tenía: Defensa Contra las Artes Oscuras, Transfiguración, Encantamientos, Herbología, Pociones y Crianza de Criaturas Mágicas con la clase de nivel superior. Historia de la Magia era común, así que no se la quitaba de encima. Había dejado Astronomía y Adivinación, en vez de esto, haría una nueva materia, Magia Antigua. Miró el de Hermione, ella tenía las mismas que él, bueno, al menos no iría solo, le habían quitado Crianza por Aritmancia, aún conservaba Runas Antiguas.
- ¿Cómo lo tienes tu, Ron?
- No lo sé, el mío aún no me lo ha dado...
- Señor Weasley.- se levantó y fue hacia la mesa junto a la profesora quien iba llamando a los alumnos uno a uno.
- Me pregunto como será Magia Antigua... Debe ser interesante, ¿no?- Harry pensó que la palabra interesante no sería lo mismo para él, seguramente le cargarían de libros y más formulas.
- ¿Qué tal?
- Bueno... me han quitado Pociones, Herbología, Astronomía y Adivinación. Ahora hago Muggleología, Historia Universal y Ciencia y Tecnología, además de las que ya hacía. ¿Y vosotros?- les mostraron su horario.- Tampoco está tan mal, ¿verdad?
- Señor Potter.- se fue hacia ella- Sus notas fueron satisfactorias, así pues, continua con auror, ¿verdad?- le afirmó con la cabeza.- Bien, entonces ya sabe su horario. Añadiré que los exámenes de EXTASIS que se realizarán en séptimo y último curso en Hogwarts, serán sobre las materias que seguirá este y el curso continuo.- afirmó con la cabeza- Señor Longbottom.- Harry la dejó, detrás, Neville caminaba hacia ella algo decaído.
- Bueno, ¿y cuando empezáis vosotros?- dijo Ron.
- Esta tarde, con Defensa Contra las Artes Oscuras.
- Yo dentro de dos horas, a las once. A ver... vaya... Muggleología... ¿Cómo crees que será la nueva profesora?
- ¿Padmess? Espero que buena, ahora más que nunca nos hace falta un buen profesor con esta materia... Ahora que lo pienso... ¿recordáis lo que dijo Dumbledore sobre los clubes? Tenemos vía libre sobre el ED. ¿Qué vamos a hacer?
- Veamos... puede que con ella no nos haga falta más clases extra, además, con este nuevo horario no creo que tengamos mucho tiempo libre, y si contamos los entrenamientos... ¿Has visto? ¡Tenemos un montón de horas para cada materia! ¿Cómo piensan que podremos hacerlo todo?
En eso tenía razón, se quedó horrorizado al ver la gran cantidad de horas que habría de pasar junto a Snape, ¡cuatro horas semanales! Estaba seguro de que no llegaría a fin de curso... ¿Pero por qué tantas? ¿Es que no tenían sentimientos acaso los profesores? Sí, claro, nivel superior, debía estar preparado para su vocación... aunque dudaba que, siguiendo aquella suerte, llegara a ser auror, Snape lo habría matado antes. Más resignado de lo que se había pensado, miró el lado positivo, si es que había alguno. No estaría solo, aunque Ron se fuera a hacer Ciencia y Tecnología, le hubiese gustado verlo con cosas de muggles, Hermione también debía estar en Pociones, mejor uno que nadie... Al parecer, Defensa era la materia que más horas haría, normal si debía ser un auror, cuatro horas y media, no estaba mal, solo deseaba que la profesora fuera buena, aunque seguro que sí. En todo caso, aquella tarde lo sabría, tenía su primera clase con ella de tres y media hasta las seis de la tarde, justo después de comer. Bueno, al menos, solo tenía una hora y media de Historia de la Magia, esta vez, contemporánea, la más reciente.
- ¿Qué tal, Neville?- había vuelto algo más contento.
- McGonagall me ha dicho que, si sigo con sobresalientes en Herbología, puedo seguir en Pociones, aunque menos intensivo que los demás, sólo haré dos horas a la semana, pero para mi mucho mejor. Ha hablado con Snape y han acordado que sólo haré media parte de la materia.
- Me alegro, Neville.
Cuando les dejó salir se fueron hacia la sala común para aprovechar las horas que les quedaban antes de empezar el nuevo curso que prometía ser más intenso que nunca.
Ron había vuelto con los hombros hundidos después de su primera visita al mundo de los muggles. McGonagall le había dicho que le hacía falta ponerse al día con esa materia, pues había faltado ya dos años sin ella, así que Harry y Hermione le dieron su apoyo para ayudarle con lo que pudieran. Algo más alegre estaba al saber que Luna también hacía aquella materia, al parecer, quería trabajar como periodista, pero independiente al Ministerio. Hacía, como él, Muggleología, Historia Universal y Ciencia y Tecnología. Más tarde, como le explicó, en séptimo deberían hacer idiomas, otras horas más, pensó Ron.
Después de comer se dirigieron a su primera clase con la profesora nueva, todos hacían especulaciones sobre como sería ella, pero nadie la conocía aún.
- Buenos días.- dijo cuando todos se acomodaron en sus asientos.
- Buenos días, profesora.- no esperaba aquel trato, pero su anterior profesora les había acostumbrado a decírselo así, por lo que siguieron con la nueva costumbre. Pasó lista a todos los que estaban en ella, tal y como les había dicho McGonagall, eran de distintas casas. Por suerte, Draco y sus amigos no se encontraban allí.
- Como ya sabéis, mi nombre es Hilda Padmess y soy vuestra nueva profesora en Defensa Contra las Artes Oscuras. Este año va a ser algo distinto con los anteriores. Esta materia va a ser mucho más intensa que las demás, los que estáis aquí es porque os será muy necesario en un futuro laboral, así pues, debéis esforzaros el doble que antaño. Según me informaron, habéis hecho maleficios y criaturas peligrosas, mi misión es conseguir que sepáis defenderos ante una situación de peligro. Algunos queréis ser aurores, para ser más concretos, hace como tres años que nadie escoge esta profesión. La preparación para los aurores es extrema, deben hacer frente a muchos tipos de situaciones, todas igual de diversas. En este curso solo tengo a un interesado...- solo uno, vaya, no había pensado en ser el único que veía su salida en un auror.- Aún así, los que también estáis aquí es porque lo necesitaréis.
Bien, vuestro programa será este.- señaló a la pizarra con su varita y salieron unas letras blancas- Primero, empezaremos con un repaso de los distintos maleficios que se pueden hacer. Desde los más simples hasta los más complejos, los físicos y los mentales, cualquier de ellos, deben saber verlos y como contrarrestarlos. Después buscaremos sus contrarios, aquellos que los sacaran del medio y los protegerán. Haremos hechizos contra seres malignos y formas de derrotarlos a ellos y a sus poderes. Veremos objetos varios y sus funciones, para finalizar con una prueba de todo ello. El examen va a ser sobre todo lo que habremos visto con un ejemplo teórico y otro práctico.- todos estaban apuntando y escuchando impresionados con la perspectiva del curso.
Ya que aún no nos conocemos, debo deciros que cada semana les voy a pedir un pequeño trabajo escrito sobre lo hecho durante las clases, deberán, además, ir practicando entre horas para no perder el hilo de la materia. Aquél que no muestre estar al nivel exigido será cambiado a un nivel inferior.- todos estaban silenciosos, nadie hacía nada más que mirarla en completa fascinación. Sí, se veía exigente, igual que lo eran McGonagall y Snape, pero no parecía como ellos, sencillamente, quería que todos la siguieran para no perder demasiado tiempo.- Ahora, por favor, saquen ploma y pergamino y empiecen por decirme...
La clase, aunque no hacían más que tomar apuntes, fue muy interactiva. Todos recordaban las lecciones hechas durante los cursos anteriores, en los exámenes de los TIMOS lo habían repasado todo, así que no sólo Hermione estuvo con la mano levantada. Al terminar, todos salieron contentos, no había estado mal, y la profesora era muy simpática.
Martes tampoco estuvo del todo mal, por la mañana tuvo dos horas de Encantamientos y después de comer, Crianza con Hagrid. Empezaron viendo una fantástica criatura que nunca antes habían visto, un artímedes, un extraño animal muy bonito que dejó a las chicas encantadas. Tenía la forma de un colibrí, pero era un par de centímetros más grande, con las plomas plateadas y el pico negro. Su canto era bellísimo, pero tuvieron que taparse las orejas porque hacía caer a uno en un profundo sueño. Se utilizaba mucho en los hospitales para hacer descansar a los pacientes más graves, era más efectivo que las pociones de sueño. Ni si quiera los de Slytherin tuvieron nada para recriminar, Hagrid los había dejado a todos impresionados, así se lo dijeron Harry y Ron al terminar la clase.
- Vaya, no esperaba esto de Hagrid...
- Ya, yo tampoco. Escucha, ¿no encuentras a Malfoy algo más callado?
- Será que ahora tiene menos humos, al fin y al cabo, su padre está acusado de ser un mortífago, ¿no?- bueno, en ello también tenía razón Ron. No le dieron importancia.
Miércoles las cosas fueron distintas, empezaba la nueva materia y estaba algo nervioso. Hermione, como no, ya se había leído gran parte de la biblioteca que se refiriera a la magia antigua. Al parecer, era de las más complejas y peligrosas de hacer, pero también muy poderosa. Pocos magos lograban algún día hacer uso de ella, pedía preparación y mucho tiempo de estudio, quizá fuera por eso que tenían siete horas a la semana, ¡siete! Le parecía una barbaridad, se preguntaba si tendría tiempo para dormir siquiera.
Había llegado el momento de asistir a su nueva clase. Ésta estaba en uno de los torreones. Por un principio pensó que volverían a estar como en adivinación, pero se equivocó. Las escaleras subían a lo alto de la torre en espiral hasta llegar a una puerta en vez de lo que suponía iba a ser otra trampilla. Fuera habían unos cuantos alumnos más esperando. Uno de Slytherin y otro de Hufflepuff, dos de Ravenclaw, Hermione y él. ¿Sólo seis? Esperaba encontrar una clase más completa, pero se equivocó. No conocía a los otros, aún así, le gustó que fueran tan pocos.
- Bueno, entramos, ¿no?- dijo Hermione también nerviosa.
Abrió la puerta y se encontraron ante una pequeña aula llena de libros por todas partes, todos muy antiguos. Había una ventana al fondo y, delante de ella, una mesa de madera que parecía tener muchos años. Había un hombre viejo detrás. Vestía una sencilla túnica morada muy oscura, tenía una pequeña barba blanca, del mismo color que su pelo. Sus ojos eran grises y parecía algo cansado.
Estaba leyendo un gran libro, pero, al verlos entrar, lo cerró con cuidado y les indicó sentarse en unos pupitres que había, seis para ser precisos, divididos en dos columnas. Con sumo cuidado apartó las cosas que le molestaban y las apiló a un lado, cogió un pergamino de dentro de un cajón y lo dejó delante suyo.
- Buenos días.- todos estaban en silencio, sin decir nada, más por la impresión del lugar y del profesor en sí, que por lo demás.- Mi nombre es Asellus Terbadir y seré vuestro profesor en la materia de Magia Antigua. Antes de nada, debéis saber que muy pocos logran saber el uso de la magia antigua, pocos consiguen controlar tales conocimientos. Las magias antiguas requieren un gran esfuerzo por parte del mago, es mucho más que coger la varita y moverla con gracia junto con unas palabras. Se necesitan muchos años de estudio antes de controlarla y nosotros sólo tenemos horas, así que, quien crea que no puede seguir con la clase, se podrá ir en cualquier momento del año sin temor alguno.- el temor reverencial que sentían hacia él se intensificaba por momentos.- Bien, entonces... veamos quienes sois...- se puso unas pequeñas gafas y empezó a leer.
Will Taylor era de Hufflepuff, Alice Seaggle de Slytherin, Sheila Glamen y Joseph Estreth de Ravenclaw. No se detuvo al llegar a Harry, a diferencia de todos los que, hasta entonces, había tenido, exceptuando a la profesora Padmess quien ya lo conocía de antes.
- Como son todos nuevos en esto, empezaremos des del principio. Cojan el libro por la página cinco y lean las bases históricas, por favor.
Aunque aquello significaba aburrimiento, hizo lo que le mandaba y empezó a leer. Se equivocó al juzgarlo por un principio, era realmente interesante. La magia era, de verdad, muy vieja. Se empezó a utilizar en los principios de la humanidad, aunque sin control alguno, pues aún no se sabía controlar. Poco a poco, a medida que iban apareciendo las primeras civilizaciones, los magos, capaces de protegerse de los peligros que los rodeaban, empezaron a estudiarse a sí mismos para descubrir la causa de tales facultades que sólo ellos tenían. Descubrieron que, utilizando objetos mágicos conseguían controlar aquel don, pero no bastaba, sus cualidades eran básicas y simples. Probando con varias combinaciones dieron con la varita, un objeto compuesto por distintos elementos mágicos que dependían según el mago, que les permitía canalizar mucho mejor sus poderes, pero aún faltaba algo. Sus deseos no coincidían con los hechos, si querían encender una vela podía ser que la cortaran o desaparecieran, así que probaron con el lenguaje oral además de la concentración mágica. Resultó. Encontraron la forma de combinar las dos virtudes para crear la magia. Desde entonces, siguieron buscando distintas formas de hacer cosas y utilizar sus poderes.
- La magia moderna se basa con aquellos descubrimientos tan primitivos, son su base, por así decirlo. Pero no toda la magia se concentra en esta forma, hay muchas más. Hoy por hoy clasificamos las magias de distintas formas: magia negra, prohibida, rutinaria, académica, avanzada... hemos separado cada una de sus finalidades en distintos grupos. Pero la base de todas ellas es la misma, esto debéis entenderlo, pues es sumamente importante para comprender su equilibrio. Imaginad un nudo, de él se ramifican muchos hilos, pero todos salen de él. Ese nudo es la base, lo demás, las pequeñas ramas que salen de ella, son los distintos grupos de magia.
Sí, tenía su lógica. No era tan difícil como pensaba, si sólo se trataba de comprender sobre nudos y hilos no debía ser muy complejo... bueno, se volvió a equivocar. Aquellos solo eran los fundamentos de la historia, después vendría la verdadera faena.
Al salir de la clase todos habían quedado satisfechos, les había gustado más de lo que pensaron. Habían hecho tres horas seguidas y sin darse cuenta. Era hora de comer, todos se fueron hacia sus salas comunes para dejar las cosas y volvieron al gran salón, después les tocaba otra vez con Padmess.
