Epílogo
La mañana estaba tranquila. El sol se asomaba entre un cielo completamente despejado. El reloj marcaba las diez, hora en que ambos ya estaban despiertos. Habían pasado tres meses desde aquel extraño suceso en la playa. Los recuerdos eran muy difusos… Sin embargo hacían el intento de olvidarlo.
Después de dos semanas y medias en el hospital, a Draco le habían dejado ir a casa. A él le habían asignado unas pastillas, al principio un poco fuertes, pero los efectos ya resultaban comunes. De hecho… ella ya no los notaba.
Hermione le había perdonado la falsa identidad, se decidió por la verdad, no le importaba aquel engaño, lo amaba, y contra eso… muy difícil… Quería pasar el resto de su vida al lado de ese hombre que la había secuestrado para encargarle una misión sin sentido. El resto de su vida… ¿No sonaba eso muy repetitivo? ¿Había caído en los típicos pensamientos de una enamorada?
De seguro sí… Pero ya qué importaba.
- ¿Y ahora en qué proyecto vas a trabajar? – Preguntó Hermione sentándose al lado del hombre – Porque tienes que regresar a algún agite.
- Sí… no puedo quedarme aquí sentado mientras tu trabajas – Respondió ofreciéndole un piquito a su novia – A ver… qué podría ser…
- Con esa mentalidad y experiencias podrías… no sé, escribir un libro.
- ¿Tú crees?
- Claro que sí – Afirmó mientras se recostaba sobre él – Es más, yo te ayudo en todo lo que necesites.
- Mmmm no es mala idea… Y si tu vas a ayudarme – Agregó abrazándola – ¿Sabes que estaba estudiando medicina?
- ¡Ajá! Eso explica lo de mi herida en el tobillo. ¿Por qué no seguiste?
- No lo sé… me gustaba, pero cuando la estaba estudiando me surgieron muchos problemas. Ya habrás escuchado del encierro de mi padre… tras asesinar a mi madre…
- Oh… lo siento, no debí recordarte eso.
- Tranquila… Ahora voy a hacerte…
- Shhh, no digas nada – Le calló dulcemente con un beso – Ya me haces muy feliz. ¡Ah! – Exclamó, dándole una fugaz mirada al reloj – Es hora de tu pastilla. ¿Ves que nunca me lo recuerdas?
- Por qué será – Contestó él sarcásticamente – Y yo te repito, ¿Ves que siempre lo arruinan todo? Estábamos tan cómodos aqu
- Bah, es un momentito… míralas, están allí mismo sobre la mesa – Se levantó rápidamente y las cogió - ¿Quieres que te prepare algo rico para que te las tomes? – Propuso tiernamente.
- No, tranquila, voy a prepararme mi té. Sabe muy bien así – Ella le sonrió - ¿Quieres un poco, no?
- Sabes que sí, nada mejor para una mañana como esta.
Draco caminó hasta la cocina. Suspiró, mirando los medicamentos… Sabía perfectamente que eran pastillas para locos. Ni siquiera le habían mandado una poción… Un remedio muggle… Como si lo fuera. Lo peor era que él ya sabía que estaba loco.
Como todas las anteriores pensaba ocultarla en el envase donde guardaba las bolsitas de té, pero se lo pensó dos veces y tomó una decisión un tanto extraña. Hermione continuaba creyendo y se cegaba de tal forma que no quería escuchar la verdad. Se atormentaba confiando en que solamente la identidad de Ethan era una falsedad. Pero muy en el fondo, Draco sabía que ella se preguntaba qué clase de locura era en realidad.
Todo era una mentira… ¿Lo era? Al plantearse esa pregunta le entraban unos ataques, él la veía, sabía que ella se destrozaba por dentro con sólo imaginarlo. A él no le quedaba nada por hacer, pues si le confirmaba sus peores sospechas… Iba a sembrar un caos sobre otro, y eso… no podía traer nada positivo.
Tras tener el té caliente en su mano y las pastillas a un lado, suspiró. Tenía la mirada fija puesta en los medicamentos. Supuestamente debía tomar dos. Debía… No lo hacía pero debía… Y si… ¿Y si a Hermione le sirvieran? ¿Y si eso la sacaba de dudas? Si le hacía olvidar por completo lo que había pasado…
Al contrario… los efectos podían ser… terribles. Podía trastornarla, volverla más loca… ¿Por qué se lo pensaba tanto? ¿En verdad no podía controlar su propia locura? ¿Entonces por qué creía que sí? Debía tomar las pastillas… Debía. No lo estaba haciendo y eso le pondría peor… no podría cuidar más de su Hermione.
Pero debía probar… Sí. Después de todo ellos eran… eran dos locos enamorados… que se cuidaban mutuamente. ¿Qué haría uno sin el otro? ¿Qué haría él sin Hermione? ¿Qué haría Hermione ahora sin él? Ella había dejado la poca cordura que le quedaba por él, eso era muy significativo. Y había dejado su pasado… había dejado atrás a Harry.
- ¿Ocurre algo? – Preguntó ella desde la sala de estar.
- No… tranquila… tan solo… tan solo experimentaba un nuevo sabor – Dijo, tomando las dos pastillas y colocándolas en el té sin que ella se diera cuenta. Empezaron a disolverse… ya casi no las veía… ya no más huellas. Agarró una cuchara y cuidadosamente lo revolvió – Ten. Con nueva especialidad de la casa.
- Mmm – Saboreó – Tan rico como siempre. Le has puesto algo nuevo, ¿Qué es?
- Sabes que es secreto – Respondió, cerrando el tema con un beso.
Notas de la autora:
¡Al fin he acabado este fic! TT Realmente no sé cuántos meses me ha llevado… Es que la poca inspiración, creo incluso que dentro de poco llegaba al año. Sé que es todo ilógico y una locura… pero al fin y al cabo, un fic.
Quiero agradecer por ayudarme a Mariale, Titi, Dani, Seinku, Eva, Mafe (Gracias Mafe, sé que te costaba mucho buscar con tu flojera xD) Ann y… a ustedes por leerlo hasta el final (Si están leyendo esto) Sé que es aburridito…
Cualquier pregunta pueden hacérmela, hay cosas que no quedaron aclaradas para estar a libre imaginación, sin embargo pueden preguntar.
Porfa dejen review!!! TT Hagan sentir bien a la autora, jeje. Cualquier cosilla mi correo es lisloveriolhotmail.com
¿Qué les ha parecido el final? Traté de hacerlo lo mejor posible para no terminar de meter la pata xD
Lis Jade Black
(¡Reviews!)
