Cáp. VI Prisionero de los años
Este capítulo esta dedicado a Makimashi Misao (Futura De Shinomori Si lo atrapo)
Aoshi había permanecido en el mismo lugar desde que Misao hubiese salido del templo, la había escuchado, en su mente daba vueltas las ideas, un hijo.......suyo....pero ella estaba con otro hombre......¿quién podría ser?. Los rayos del sol filtrándose por las grietas del templo, el polvo levantado y el olor a humedad.......no era un sueño.......Misao había regresado, talvez habría entendido mal.......debía comprobarlo, no era la primera vez que su mente lo engañaba haciéndole creer que ella regresaba y estaba a su lado. Destenso sus músculos y recorrió el valle completo, lo conocía perfectamente pero ahora le parecía tan extraño y ajeno, sentiase correr sin llegar a ningún lado, mirar árboles nunca antes vistos y casas que olvido estaban ahí.
La mañana se iluminaba con los primeros rayos de luz mostrando el apacible rostro del ex-okashira, el azul profundo de sus ojos saludo al sol. "Apenas esta amaneciendo" pensó mientras se cambiaba; debía ir a entrenar, no lo había hecho hacia ya varios días, se encontraba muy ocupado entonces como para hacerlo, visitaba templos y recorría las ferias locales, pero todo lo hacia por ella, no importaba cuanto deseara el quedarse ella lo hacia ceder. Tenia ya varios meses de haber resuelto que su amor correspondía únicamente a aquella a quien sus ojos miraban a diario. Aun no había salido de la habitación se escucho el leve golpeteo en la puerta.
- ¿Aoshi, estas despierto? – el joven volteo sonriendo ligeramente ante la pregunta –¿puedo pa........?
- Misao, pasa – continuo recogiendo sus espadas gemelas – es muy temprano deberías estar durmiendo......yo debo entrenar
- ¿Lo harás todo el día? – la chica se sentó observando – hoy por la noche habrá una celebración en el pueblo y me preguntaba si tu.....
- Terminaré antes del anochecer.......y podremos asistir – Aoshi quedó frente a Misao, cerro los ojos y se acerco lentamente envolviéndola en sus brazos deseando nunca tener que separarse
El sol se ocultaba tras las colinas disimulando el pequeño camino, una sombra se paseaba por las ramas de los árboles esquivando hábilmente las hojas. Deslizo el brazo de un tronco a otro deteniéndose en uno para observar en el horizonte un río que se extendía por la gran espesura; en él, sentado a su orilla se encontraba el joven que buscaba, con los ojos cerrados y en posición de loto, acostumbraba hacerlo después de un entrenamiento para relajar los músculos. Empujo su peso en contra de la rama saltando directo al piso, al caer la suave tierra no emitió el menor ruido, se paseo ágilmente hasta posarse a unos cuantos pasos del joven y con un nuevo movimiento salto. Aoshi quien ya había escuchado que alguien se acercaba se levanto dando un giro y extendiendo los brazos con el objeto de golpear a su agresor; sin embargo al distinguir la silueta frente a él dio un paso en falso hacia atrás cayendo directamente al agua con la otra persona encima.
- Aoshi......creí que no me habías visto – dijo la avergonzada joven, pero sin bajarse del hombre – perdóname
- No..no te preocupes......yo debí suponerlo – la verdad era que Aoshi no pensaba en lo sucedido, estaba muy ocupado aparentando tranquilidad. Tenia a Misao encima y en una posición.....intento despejarse tomándola por la cintura y levantándola
- Solo quería sorprenderte .......- se froto los brazos en señal de frió lo que Aoshi descubrió enseguida
- Será mejor que vayamos a casa.......estas empapada y podrías enfermar
- Tu también......estas temblando – dijo sonrojándose – el templo queda cerca
Había ya anochecido, Aoshi pensó por algunos segundos y afirmo. En el templo estaría haciendo frió sin embargo afuera haría aun mas; al llegar él saco unas mantas las cuales habían permanecido ocultas, ofreció una a la chica conservando la otra. Se sentó a una distancia prudente a manera de conservar el poco calor que desprendieran sus cuerpos, entonces noto que Misao aun temblaba.
- Quítate la ropa – dijo secamente
- ¡¡¡¡¿Qué!!!!? – grito sonrojada
- Estas temblando, tu ropa esta mojada....podrías enfermar – Misao lo pensó detenidamente
- Lo haré si tu lo haces primero – contesto convencida de que había ganado, sin embargo Aoshi comenzó a despojarse de sus ropas. Ella estaba totalmente impresionada y no se atrevía a voltear para verlo
- Bien es tu turno......- el ex-okashira no estaba nada cómodo, todo lo hacia para que ella se quitara esa ropa mojada. Intentaba concentrarse nuevamente para no perder el control de si mismo. Hundido en sus pensamientos no se percato que su compañera ya estaba en las mismas condiciones
Aoshi volteo repentinamente encontrándose con una pálida figura a su lado, se sonrojo totalmente pensando en cuantas veces había deseado estar de esa forma con ella, y en ese momento estaba tan tranquila, o por lo menos eso pensaba, pues en la mente de Misao revoloteaban miles de ideas, pero todas apartadas de lo que era la realidad, recordaba momentos anteriores en que deseara aquello con ferviente locura y ahora estaban tan cerca. Viendo su apacible semblante, Aoshi poso la mano en su mejilla apartando los pequeños mechones que la cubrían y haciéndola girar hasta quedar frente a frente, la atrajo hasta que sus labios rozaron. Ella espero con los ojos cerrados hasta que sintió el leve contacto, sin embargo él se contuvo y no la beso, paseo su rostro aspirando cada parte de su cuerpo, abrazándola nuevamente. Las mantas habían caído brindándoles un cobijo al frió piso, él continuo, lentamente por todo su cuerpo saciándose en cada beso. Ella permanecía casi inmóvil, moviendo únicamente sus manos por el cuerpo de Aoshi, el frió estaba totalmente olvidado. De pronto el se detuvo, mirándola fijamente como si fuera la primera vez que la viera realmente.
- Es....estas segura....- dijo él – yo ....yo no podría..... - Pero antes de poder continuar, Misao cubrió con su dedo la boca de Aoshi asintiendo en silencio
Habían ya transcurrido algunas semanas desde aquella preciosa noche, Aoshi se encontraba nuevamente entrenando, el agua del rió estaba tan fría que le helaban los huesos, pero ese era el método para despejar sus pensamientos. Salió secando sus pies en el pasto, por fin había terminado y estaba listo para tomar su desayuno. Torno a su alrededor virando hacia el camino, llegando hasta el restaurante, sin embargo aun no había nadie despierto, entro lentamente dando en el patio central de la casa, recorriéndolo hasta el lugar de su habitación, escucho antes de llegar hasta este un ruido proveniente del baño, se paralizo al escuchar la voz entrecortada de Misao. Se oculto observando desde su posición lo sucedido; ella salía sosteniéndose de la pared, daba unos pasos y después...... ahí estaba aquel chico, Soujiro Seta, el ex-yupon la ayudaba a entrar en su habitación, permaneciendo ¿uno, dos, diez minutos? una eternidad (por lo menos eso le pareció a el).
Esta había sido la ultima vez que viera a Misao, después intentaba evadirla, pasaba todo el día en el templo llegando a altas horas de la noche y saliendo antes del amanecer para no toparse con ella. Un día al despertar se sintió sofocado por la culpa, salto de la cama y corrió hasta la habitación de Misao, debía verla, pedirle una disculpa, decirle cuanto la amaba y cuanto deseaba estar con ella. Al entrar descubrió el cuarto vació, frió y tan solo; dejo de nueva cuenta la alcoba llegando hasta donde Okina y lo interrogo fieramente.
- ¡¡¿Dónde esta Misao?!! – el anciano no respondió, solo se sentó en su cama - ¡¡¿contéstame?!!
- Ella se ha ido – dijo frotándose los ojos y bostezando
- ¡¡¿Cómo .......a qué lugar?!! – Aoshi no salía de su asombro, recargo su cuerpo sobre sus pies permaneciendo hincado en el lecho
- Nuestro okashira a pedido no se te informe y ha dictado que no se le siga – se dejo caer durmiendo nuevamente en su futon
Aoshi salió y con paso lento regreso hasta su habitación, recargo el cuerpo lentamente en la pared, cerrando los ojos. Por alguna razón se sintió solo como nunca antes lo hubiera hecho
Cuando por fin diviso el Aoya pudo sentir la presencia de alguien desconocido, un aura grande pero oculta, sabia que la había sentido antes; sus pasos terminaron en la puerta, el Aoya estaba cerrado, le pareció extraño en un día como ese.
En el recibidor seguían todos reunidos, ninguno de ellos lo había sentido aun. El se encontraba recargado contra la puerta mirando, ahí estaba Okina, sentado sosteniendo un bebé en brazos; los demás miembros oni escuchaban las palabras de un joven que permanecía de espaldas, pero él ya sabia quien era ese joven, nada menos que el ex-jupongatana. Soujiro se dio vuelta mientras seguía hablando, dirigiéndose a él continuo
- ....... y seria un gran honor que usted le diera ese conocimiento – Aoshi estaba sorprendido ¿desde cuando lo había detectado? Seguramente desde su llegada, sin embargo espero hasta que todo estuviera aclarado para invitarlo a la conversación
La tarde había dado paso a la noche, los habitantes del Aoya estaban distribuidos por toda la casa, pero la reunión que interesaba mas por el momento era la de Aoshi y Okina. Los dos se encontraban en la sala de meditación, el viejo debía aclarar con el ex-okashira la situación antes de proceder; su decisión ya estaba tomada pero aun quería saber la opinión de su protegido.
- Ella ha vuelto....lo mas seguro es que necesitemos un nuevo líder – bebió un sorbo a su taza – ese era tu lugar y si estas dispuesto lo será nuevamente
- .......- Aoshi no respondió, únicamente asintió en silencio
- Me siento feliz......ella me ha desobedecido, pero el joven con el que se encuentra se que es un buen muchacho y cuidara de ella......y ya que tienen un hijo....es a quien corresponde seguir con nuestra tradición, yo ya soy un anciano así que la decisión de Soujiro de que tu entrenes a su pequeña es justa – el muchacho permanecía con los ojos fijos sin responder aun – por lo que han dicho seguirán viviendo en Tokio, la vida en ese lugar les espera fácil.....ella luce tan feliz a su lado.....¿dime que has pensado al respecto?
- Es bueno para ella, el es un buen chico – respondió secamente
- No me refiero a eso.....ese bebe suyo es tan parecido a ella......con una pequeña diferencia.....sus ojos son azules – Aoshi levanto la vista encontrándose con que el viejo estaba de pie casi para salir – piensa en la propuesta hecha por Soujiro....a veces uno comete errores......no dejes que suceda lo mismo
El viejo Okina lo sabia todo, no por nada era uno de los miembros mas distinguidos del grupo de ninjas Oniwabanshu, sin embargo de la casa parecía ser el único en notarlo; Okón lo había engañado muy bien al principio, sabido ella del pequeño problema de Misao, pero no del causante. Estaba feliz cuando la mujer se lo había confirmado, sin embargo una gran decepción lo asaltaba desde entonces, pensaba que Misao no volvería, truncándole así sus sueños de verla feliz al lado del hombre que amaba; mas había sido para su agrado que su corazón estuviera entero y además perteneciera a otro
Continuara.........
Notas: Creemos que si seguimos actualizando tan lento vamos a tener que aprender a pedir perdón en todos los idiomas. No se desanimen actualizamos lo mas rápido que podemos.
Bueno, para quien no haya entendido este capítulo, aquí van las explicaciones: en si es la perspectiva de Aoshi pero antes y después de que Misao se fuera
Bueno, Bueno ya basta de malas y aburridas explicaciones de autor, esperamos que les este gustando e informamos que ya pronto (Si es que Kazy no le mete otra cosa) este fic estará terminado.
A sí nos olvidábamos.....damos las gracias a todos los que leen nuestra historia, en especial a Misao Makimashi(F.D.S.S.) y a Kitiara....¡¡¡¡¡¡Muchas gracias por su apoyo!!!!!!!!!!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Sigan dejando reviews porfa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
