Una Hermione distinta

Capítulo 3- No soy un juguete de tres

Ya habían sonado las campanas, ya era más de mediodía. Hermione estaba leyendo un libro que había comprado en el Callejón Diagon antes de empezar el curso, era lo que ella nombraba "lectura ligera". Cuando se encontraba más sumergida en la lectura, notó unos labios que empezaron a comerle el cuello y unos brazos que la apresaban por la cintura. Después de que ella soltara una pequeña risa y saliera de su ensimismamiento, dijo:

Draco, mi amor, para, ya sabes que en estos lares de Hogwarts hay demasiada gente para mi gusto.

No, no; no soy Draco.- dijo el chico, apartándose a su pesar del cuello de la chica.

Fue entonces cuando Hermione se puso en pie algo asustada, cerró el libro y le miró. Abrió los ojos como dos platos al descubrir quien era. Se encontraba ante Harry. Éste lucía una gran sonrisa, y parecía que (por una vez es un su vida) había intentado peinarse un poco su revoltoso pelo. Hermione no pudo evitar mirar al suelo y sentirse avergonzada, cosa que quedó clara con su notable sonrojo. Empezó a mirar a su alrededor por si acaso alguien (alguien de Slytherin, mayormente) había vito la escena.

Harry, ya te dije ayer que esto no podía ser.- le repitió Hermione, insistente- Yo estoy con Draco, y tú lo sabes.

No, no estás con Malfoy, y ambos los sabemos. Aún no sois novios, por lo tanto, no le estás siendo infiel. En todo caso, estás divirtiéndote. Malfoy y yo tenemos el mismo derecho de besarte mientras no salgas con uno de nosotros.

¿Eso no lo tendría que decidir yo, cariño?- inquirió Hermione, sarcásticamente.

Harry le hizo una breve afirmación con la cabeza, pero pronto se encontraron en un nuevo beso, aunque no duró nada, ya que Hermione le apartó. Pero, en cuanto decidió mirarle a la cara, no puedo evitar morderse el labio inferior del deseo de besarle y abrazarle. Aprovechando la ocasión, Harry le dijo de ir a un lugar de Hogwarts donde seguro nadie. Hermione dudó unos instantes, pero no pudo rechazar la propuesta de Harry. Pronto entraron en Hogwarts y empezaron a recorrer, sigilosamente, los pasillos del colegio. No tardaron mucho en legar a la sala de los menesteres, la sala escondida de Hogwarts. Harry empujó con poca fuerza a Hermione hacia dentro, y él entró con ella. Había una cama y la chica se asustó un poco, pensando que pasaría algo de lo que, tal vez, se iba a arrepentir. Harry empezó a besarla en los labios y las cogió por la cintura, mientras Hermione pasaba sus brazos por su trepidante cuello. Sin poderlo evitar, Hermione cayó en la cama, y Harry encima de él. Al pasar tal cosa, Hermione apartó sus labios y le empujó para que retrocediese.

Harry estamos yendo demasiado lejos. – le rogó- No quiero ir tan rápido en una relación, las cosas más lentas. Si ni siquiera con Draco he ido tan rápido...

Hermione tubo la sensación de que aquello que había dicho había ofendido a Harry y gravemente, porque su cara cambió de forma radical. Se ató el botón que se le había desatado de la camisa y cruzó su mirada con la de Hermione.

Es decir, - intentaba comprender Harry- que soy tu segundo plato. Siempre que pueda ser con Malfoy, ¡al ataque con Malfoy! Pero si no está, ¡venga, me conformo con el pobre de Harry!

No saques tan rápido tus equivocadas conclusiones, Harry. – le pidió Hermione, poniéndose muy seria- Yo ya te he dicho que a Malfoy es a quien quiero. Es evidente – añadió, viendo que en el rostro de Harry relucía indignación- que por ti siento algo, esto no es algo espontáneo – "¿o sí?", se cuestionó Hermione- pero estoy muy confusa. Deja que me lo piense, ¿vale?

Hermione le pasó su mano por la mejilla derecha, y Harry pareció calmarse del todo. Se abrazaron; Hermione porque necesitaba consuelo, Harry porque era cuando mejor se sentía. Cuando se hubieron mirado tras el abrazo, procedieron a salir. Hermione se arrepentiría por eso más tarde. Fueron los dos juntos a la sala común, cogieron el material para la siguiente clase, Cuidado de criaturas mágicas (impartida por Hagrid, por supuesto), y volvieron a salir. Compartían sesión con Ravenclaw, cuyos alumnos parecían estar más pendientes que Harry y Hermione, que no se separaron en toda la clase. Hermione pudo observar que la cara de Ron seguía aún bastante agria. Parecía, más que enfadado, indignado. Hermione no era tonta, y podía adivinar que Ron sentía algo más que amistad por ella. Tal vez no era amor, pero había una chispa de calor entre ellos, que en los últimos días era una chispa explosiva (no por el afecto, sino porque no se hablaban para nada). Hagrid, por primera vez, había decidido dar una lección de preparación para tratar a una extraña criatura ("qué peligro", pensaban los alumnos) por lo que pidió un permiso (concedido) para transportar mesas a los jardines de Hogwarts. En un momento de ensoñamiento, Hermione arrancó un trozo de pergamino y escribió algo. De pronto, Ron recibió en su mesa un papelito; miró hacia atrás y vio la cara sonriente de Hermione. Decidió leer la notita; decía: "Quiero hablar contigo luego, no podemos seguir así. Te veo después de clase delante del campo de Quiditch". Ron miró la nota un poco más antes de arrugarla y guardársela en un bolsillo, miró a Hermione y le hizo un gesto afirmativo con el dedo pulgar, la chica quedó complacida y se lo demostró con una sonrisa. Cuando la clase finalizó, Ron marchó rápidamente al campo de Quiditch, y Hermione se despidió de Harry tras contarle lo que había hecho. Por el camino, se encontró a Malfoy, que mostraba un rostro muy serio.

Hermione, tenemos que hablar urgentemente.- casi bramó el rubio

Hola Draco, - dijo dándole un beso- ahora no puedo, he quedado con Ron, te veo luego, ¿vale, mi amor?

De acuerdo, te veo esta noche en la sala de menesteres, ¿de acuerdo? Es muy importante.

¿En la sala de menesteres? – inquirió Hermione, con tono juguetón y pícaro- Cariño, que somos prefectos...

Bueno, ¿eso qué más da? Para algo somos prefectos, porque somos superiores y tenemos más derechos que cualquier vulgar alumno.

Mmm... Me gusta tu filosofía. De acuerdo, a las once allí nos vemos. ¡No llegues tarde!

Así, y con un beso, se despidieron. Hermione estaba muy extrañada por la actitud de Malfoy; la cara de éste la había asustado, pensaba que quería romper con ella en un principio, pero por la forma en que le devolvió el beso vio claramente que no. Se sonrojó cuando pensó que tal vez hoy Malfoy se le iba a declarar, eso podría explicar su serio rostro, ya que él era muy cerrado y aquello le costaba mucho. Finalmente llegó delante del campo de Quiditch. Ron estaba allí, sentado en un banco, mirando un reloj de aguja que llevaba en el brazo derecho. Se cruzaron sus miradas y Ron se levantó.

Hola Ron, cariño. – le saludó Hermione, dándole dos besos- ¿Cómo estás?

Bien, bien gracias... ¿De qué querías hablar, Hermione?

Verás, Ron. Ya sé que últimamente estás muy enfadado, seguramente porque salgo con Malfoy, -Ron abrió la boca para decir algo pero Hermione se lo impidió- y lo entiendo porque lleva años siendo nuestro peor compañero, pero las cosas han cambiado. Sólo te pido que me vuelvas a tratar como antes, Ron...

¿Cómo antes de cuándo? ¿Cómo antes de empezar el curso o cómo antes de que salieras con Malfoy?

¿Perdón? – exclamó Hermione- ¿A qué te refieres?

Vamos, Hermione, ¡no te hagas la tonta! Sabes tan bien como yo que no eres la misma desde que has vuelto del verano. Has cambiado totalmente, eres más cariñosa, más amable, no te preocupas tanto por los estudios... A eso me refiero.

Ron, si eso te molesta, me lo hubieras dicho y ya está, te trato como antes.

¡De eso nada! – gritó Ron. Se sonrojó mucho y durante unos instantes fue incapaz de mirar a Hermione- A mí me gusta mucho como eres ahora y me parece que has cambiado a mejor... Perdona Hermione me he salido de tono sólo porque...

Ron no fue capaz de continuar. Su cabeza parecía un tomate con orejas y tuvo que retirar su vista de los bellos ojos castaños de Hermione. Habían vivido tantas cosas juntos... Hermione y Ron recordaban para ellos mismos aquellos momentos juntos... esas peleas que les caracterizaban tanto, estropeaban su relación pero a la vez les unía, habían creado un lazo especial entre ellos dos.

Hermione, - decía Ron, aún muy sonrojado- tal vez es tarde, pero tengo que decírtelo... Me gustas mucho. Siento que nos hayamos peleado tanto estos años, siento que hayamos tenido tan mal rollo juntos... ahora me doy cuenta de todo lo que he desaprovechado junto a ti, Hermione, y lo siento, lo lamento mucho. Y te quiero.

Me alegra saber eso, Ron, de verdad. Pensaba que jamás volverías a dirigirme la palabra.

Y, bueno, ¿qué me dices?

¿Decirte? ¿Qué quieres que te diga, Ron? Era para eso que te he citado aq...

Ron le dio un beso con fuerza. Hermione intentó liberarse (aunque usando poca fuerza), pero no consiguió escapar de los brazos de Ron, y acabó por abrazarle devolverle el beso. Poco después se separó de él y le dio un gran bofetón, con mucha rabia. Ron se quedó atónito.

¡Ya basta, Ron! – gritó la chica- ¿¡Sólo sirvo para eso!? ¡Soy mucho más que una muñeca que podéis usar a vuestro antojo! ¡Soy una persona!

Hermione se puso a llorar desconsoladamente y Ron la apaciguó entre sus brazos. La chica seguía llorando, aunque con menos intensidad, hasta que al final dejó de llorar. Entonces pudo mirar a Ron a la cara.

No te quiero Ron, - dijo decidida- ¡no quiero estar contigo nunca más! ¡No has cambiado nada! ¡Sigues siempre el mismo de siempre, el arrogante! ¡No vuelvas a mirarme nunca más! ...Vete de mi vida para siempre.

Dicho esto, la chica huyó corriendo, desconsolada; corrió a dentro del castillo y Ron le perdió la pista. El pelirrojo aún se estaba preguntando que era lo que había pasado, pues cuando estaba llorando se acurrucó en sus brazos y de repente se había esfumado esa sensación de amor y bienestar y se había ofendido. Ron quedó destrozado, no podía con su alma. De pronto se empezó a encontrar mal, le dolía mucho el pecho y no podía respirar; iba emitiendo sonoros ruidos con los que intentaba tragar aire, pero se estaba asfixiando...

Aquí acaba el tercer capítulo!! Creo que es el mejor de los tres que he hecho, creo que no me ha quedado mal, sobretodo el final! Iba a hacerlo más duradero, pero como he visto que es un buen final he parado aquí!! Sólo decirles (deciros) que en los próximos capítulos sabréis qué era lo Hermione escribía en esa libreta del capítulo uno, no puedo aseguraros que sea en el próximo capítulo pero... sorpresa. Y habrá enfados y alguna pelea (sin comentar las rebeliones contra Snape y McGonagall). Adiós!! Reviews por favor!!