CAPÍTULO16: SUS DOS SOLES
Ella miró a Luka con cara de pena, empuñando en una mano una barra de labios color café y en la otra un peine de una muñeca.
Elizabeth miró a Luka, que se debatía entre la carcajada y el llanto.
-Cariño...ahora Luka tiene que ir a trabajar, así que luego viene a que le peines, ¿vale? –dijo Lizzy agachándose y acariciando la cara de la niña que empezaba a hacer pucheros.
-El ma dicho... – dijo Ella casi llorando.
-Ya lo se peque...- dijo Luka agachándose junto a Lizzy – pero ahora me tengo que ir a casa a ducharme para quitarme toda la papilla que tengo en el pelo y para arrancarme las coletas estas, pero te prometo que un día vengo para que me pintes entero, ¿vale?
La niña sonrió maliciosamente y salió corriendo escaleras arriba con la barra de labios en una mano, y el peine en la otra.
-Puedes ducharte aquí...- dijo Elizabeth levantándose de esa posición.
-No, no te preocupes, me voy a casa y así me cambio de ropa. – dijo Luka.
-Dúchate aquí y te cambias en el County...que tampoco pasa nada, porque te pongas otra vez esta ropa... – dijo tirando de un botoncito del polo. – Además...si te llevo a tu casa no llegamos al trabajo.
-¿Y por qué ibas a llevarme? – dijo Luka extrañado.
-¿Tengo que recordarte que no tienes coche? – dijo Elizabeth sonriendo.
-Oooopssss – dijo Luka habiendo olvidado lo que había ocurrido la noche anterior con sus llaves.
-O también puedo dejarte algo de ropa de Mark, seguro que te sirve...
-No, eso nunca Lizz. Ante todo respeto a Mark, para mí era un gran ejemplo a seguir, de veras. -¡Oh vamos! No pasa nada porque te pongas una camiseta de Mark.
-Para mi si pasa...- dijo Luka bastante serio respecto a la conversación.
-Vale. De acuerdo...pues entonces sube, y dúchate. Ponte de nuevo tu ropa y en el County te cambias, ¿si?- dijo Elizabeth dejándose convencer por las razones que Luka tenía para rechazar una camiseta de Mark.
-Eso me parece más coherente. – dijo Luka guiñando un ojo.
-Déjame al menos que te limpie el polo de la papilla, y que te quite esas coletas. ¿Tu no sabes que hay que quitarse las gomas del pelo antes de dormir...? Así se te acabará recortando el pelo, y se te llenará de marcas. – dijo Elizabeth al más puro estilo "madre consejera".
-Te aseguro que no lo sabía, pero de todas formas no tenía pensado volver a llenarme el pelo de lacitos horribles de estos...- dijo tirando a ciegas de una de las coletitas.
-¿Te las quitas o te las quito? M e da a mi, que no llegamos a tiempo, y la canguro está a punto de venir para llevarse a Ella a la guardería.
-Quítamelas... rápido por favor. Lo único que me faltaba es que tu canguro piense que soy una especie de travestido o algo por el estilo.- dijo sentándose en una silla baja. Elizabeth se colocó por detrás.
-¿Acaso lo eres? – dijo Lizz arrancando una de las gomas y dejándola en un cenicero al que jamás se había dado uso.
-De momento no...a menos que la que nos liasteis anoche, nos vuelva adictos a resaltar nuestros traseros con faldas ajustaditas y shorts provocativos. – dijo Luka girando su brazo por detrás de las piernas de Lizzy para darle un pellizco cerca del trasero.
-¡Aisss!¡ Que duele! ¡ No pellizques! – dijo tirando con saña de una de las coletas que mejor permanecían hechas.
-¡Aissssss! ¡Que eso si que duele! ¿Es lo mismo un pellizco que arrancarte un mechón de pelo?. -dijo Luka haciendo pucheros fingidos.
-Como se nota que nunca te has depilado. ¡Flojucho!
Elizabeth siguió quitando las gomitas del pelo de Luka, hasta que hubo acabado.
-Bueno...ya está. Ahora sube a ducharte. Allí tienes toallas, jabón...todo lo que necesitas. El baño está al lado de la habitación de Ella. En el estante de arriba del mueblecito, tienes gomina. Vuélcate el bote en la cabeza, porque no creo que se te quiten los cuernitos estos que se te han quedado de las gomas. –dijo Lizzy cogiendo un mechón del pelo de Luka. – Yo mientras, voy a buscar a Ella y a vestirla. La canguro llegará en cualquier momento para llevarla a la guardería.
-¿Cuánto nos queda para que empiece el turno? – dijo Luka palpándose los bolsillos del vaquero en busca de su reloj.
-Exactamente – dijo Elizabeth mirando al reloj de cocina que colgaba en la pared sobre el microondas - nos quedan 22 minutos y 13 segundos. Y 10 minutos para que vengan a recoger a Ella.
-Vamos... que tengo que ducharme como un rayo...Mejor me voy subiendo. ¿Quieres la camiseta para limpiarla entonces? – dijo Luka
-Si, quítatela. – dijo Lizzy alejándose con el cenicero en la mano para vaciarlo en el cubo de la basura.
Luka se sacó el polo negro y se lo tendió a Elizabeth que se le quedó mirando el torso desnudo. Cogió la camiseta y la dejó sobre la mesa. Agarró a Luka por la cintura y se puso de puntillas para darle un cariñoso beso. Luka le respondió con otro más dulce...se dejaron llevar.
Luka comenzó a besarla por el cuello, levantando su tupida melena. Elizabeth empezó a acariciar el rostro de Luka suavemente casi temiendo que fuese a romperse... el momento no podía ser más lindo...
-¡¡¡¡¡¡Mamiiiiiiiiiiiiiiii!!!!! ¡¡¡¡¡Pissssssss!!!! – gritó Ella haciendo tambalearse la puerta semi-giratoria de la cocina. Luka dio un paso a atrás y miró a Elizabeth medio abochornado.
-Voy a ducharme... – dijo Luka dando un suave beso a Lizz en la mejilla.
Ambos estaban totalmente rojos. La escena era bastante cómica.
Luka salió de la cocina riéndose de sí mismo y Elizabeth se rió de la entrada triunfal que había hecho Ella.
-¡Venga corre! – dijo saliendo de su trance.
Comenzó a correr cacheteando suavemente el trasero de la niña que corría delante de ella, dirigiéndose al cuarto de baño de la planta de abajo, a toda velocidad.
-¡¡Ay mami, que meo!!- dijo Ella corriendo entrando al baño. Elizabeth dispuso a la niña, para que orinase, mientras se reía de todo cuanto le rodeaba.
Su vida empezaba a cobrar sentido después de mucho tiempo. Aquellas dos personas con las en ese momento compartía casa, estaba segura de que le alegrarían la existencia.
