Hola peques!!!
Nos alegra mucho el buen recibimiento que tuvo el capitulo anterior, esperemos que este capitulo tambien les guste. :)
CBMLupin:
Earwen :¿que dices manis? ¿La dejamos sufrir un poquito más o la dejamos leer este capitulo? muajajajaja, (creo que me ha hecho mal pasar este verano con el Tío Voldy.)
Jaen: Mmm, no sé, creo que no debemos ser tan malvadas con nuestras lectoras, ¿no crees manis? En fin. Gracias por leernos CBMLupin.
Gala Snape:
Earwen: hummmmm....... creo que tienes razon esto se esta poniendo muy rosa. Creo que se podría hacer llorar un ratito a ese par...... hummmmm...... ¡Merlín, las ideas que me estan surgiendo! (Earwen pone cara de inocente y mira a su hermanita) ¿Tu crees que podré ser tan malvada?
Jaen: Ya lo estás siendo manis… Pero si quieres serlo aún más, por mí no hay problema, todo sea por hacerlas sufrir un poquito.
Cerdo Volador:
Earwen: solucionado el problemilla. Gracias por el review, espero que este cap también te guste
Jaen: Yo también lo espero y perdón por las molestias del cambio, se siente.
Nima:
Earwen: Wapa!! pues la otra personita soy yo! jejeje. Como ya ves mi nombre es Earwen y aquí te dejo mi msn por si quieres anotarlo imearwenhotmail.com . Y con respecto a lo de dar ideas, en eso estamos iguales con Uialwen, ella me saca del pozo cuando mi musa se toma vacaciones y yo lo hago con ella. XD
Entre tu y yo, hay que picar un poquito a Jaen para que siga con "Venganza o Sentimiento?" XDDD
Jaen: Buaaaaaa. No quiero conspiraciones en mi contra! Ya es duro intentar seguir con el próximo cap. Para que vosotras vayáis montando a saber el qué para obligarme a seguir…
darkita666:
Earwen: ¡¡¡habrá que ver!!! y yo que pensaba que el capitulo había quedado algo tonto, muajajaja. Gracias, mi ego te lo agradece.
Jaen: Earwen, ¡qué estás hablando de nosotras! (tito voldy vente a lanzarle un par de cruciatas!)
kendra duvoa:
Earwen: (de interesantes los días no tendrán mucho, pero las noches... uyyyyyy). CÁLLATE MENTE PERVERTIDA!!!! Merlín! las vergüenzas que me hacen pasar.... uffffff ..... pues si, lindo despertar y Petunia ya esta en mi lista de "gente para quemar en leña verde". (El primero es Dumby, y luego los Dursley.)
Jaen: ¿Crees que esa es manera de decirles a las lectoras? Atrevida!
Liwk:
Earwen: Y aqui vamos de nuevo! Creo que hemos sido unas cretinas al dejar el capitulo allí (Earwen se da vuelta para ver a su hermana) ¿Que fue lo que te dije de dejarlo así? ES QUE SOY ADIVINA!!!
Jaen: Creo que fue la mejor idea que tuve en mi vida, manis, porque sino no nos leerían ¬¬ Y de cretinas nada…
mint=sak-angel25:
Earwen: jajajajajajajaja (Earwen pone su mejor cara angelical y sonrisa inocente) ¿Nosotras? ¿Sádicas? Pero si somos dos angelitos (bajados del cielo a escobazos). La sádica es mi mente pervertida (de hecho estoy considerando bautizarla, se aceptan sugerencias para el nombre)
Para que veas que no somos tan malas este capitulo tiene un poquito de acción. Jejeje, aunque no se tal vez lo deje por la mitad y con las ganas hasta el proximo..... hummmm no se, no se, ¿tu que dices hermanita?
Jaen: Que tu crueldad me sorprende manis… La verdad, ¿la locura se empalta? Porque si es así, creo que te la he pasado…
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Bueno, basta de cháchara. Aqui les dejamos el proximo capitulo.
Este capitulo tendría que ir dedicado a Ana, quien quiere que le canten a su belleza y no se que más, muajajajaja. Pero como soy una tía consentidora se lo dedico a ella.
Que lo disfruten!!!
Capitulo 4: Nuevas y viejas costumbres
Llevaba nueve días en el mundo muggle, nueve días viviendo en la casa de Potter. Nueve días que había firmado su sentencia de muerte. No solo le había dado la espalda a su familia, sino que también a Lord Voldemort. Quién, como su padre se esforzaba en hacerle recordar cada vez que podía, tenía "grandes y maravillosos" planes para él.
En un instante había tirado a la basura años de la mejor educación que el dinero pueda comprar. Y lo había hecho por unas líneas escritas en un pergamino, enviado por aquel que ostentaba el título de "el mayor enemigo". Enemigo de su padre y de aquel a quien todos creían que le juraría su lealtad, entregándole su vida y su alma. Y probablemente así hubiera sido si Potter no le hubiera enviado aquella carta.
Él ya estaba resignado, le había escrito una misiva al Gryffindor como despedida, sabía que no faltaba mucho para que el Dark Lord requiriera su presencia y sus servicios.
- ¿Por que justamente a ti te escribí?- susurro a la nada.
Después de todo podría haberle escrito a Severus, su padrino, y aunque también era un mortifago lo había protegido en algunas ocasiones. Pero no, le había escrito a Potter. En un momento de soledad se había dirigido a él una vez más-
- Aj! me estoy volviendo cursi- mascullo mientras le propinaba un patada a una mata de pasto.
Llevaba nueve días desde aquel beso, apenas un roce, pero no por eso menos intenso. Aún podía sentir la suavidad de los labios de Harry sobre los suyos. Nueve días paso tratando de desenredar la maraña de emociones que se agitaban en su interior.
Últimamente ya no podía ni pensar con tranquilidad en la casa de los Dursley, cada vez que volteaba ahí estaba Harry. El moreno actuaba extraño, no se acercaba mucho a él, y cuando estaban solos eran escasa las veces que se dirigían la palabra. Parecía que ambos hacían monumentales esfuerzos por no cruzarse uno en el camino del otro. Esta tarde no había sido diferente, Harry se había quedado en su habitación y Draco decidió salir a caminar. Vagó sin rumbo fijo hasta que sus pies lo llevaron al pequeño parque que Potter le había mostrado la semana pasada. Cuando llego allí busco una de las bancas más alejadas y se sentó a la sombra de los árboles. Se le había hecho costumbre pasar ahí largas horas. Detalle que no había pasado desapercibido por cierto grupo.
- ¡Pero miren lo que tenemos aquí!- le llego desde algún lugar detrás de él.
- ¡Es el niño bonito!- rió socarrón otro de los intrusos. El Slytherin contuvo el impulso de contestarles como era debido.
- ¿Que pasa te comió la lengua el gato?- Duddley solo se enfrentaba a Malfoy cuando estaba rodeado de sus amigotes. Con exquisita elegancia Draco se puso de pie, compuso su aspecto y sin dirigirles ni una sola mirada paso entre ellos con porte altivo y arrogante. Una mano se poso sobre su brazo haciéndolo detenerse y solo entonces elevo sus ojos para clavarlos en los de Duddley. El rollizo chico soltó el brazo del rubio de inmediato.
- Parece que el chico bonito encontró su valor- se burlo uno de los inútiles que acompañaban a Duddley, y los demás rieron tontamente. A Draco le recordaron a Crabbe y Goyle, pero estos muggles eran, si es posible, aún más idiotas.
- El valiente es Potter, yo soy el astuto- murmuro fríamente, mientras acompañaba sus palabras con un movimiento de su mano, dejándola descasar donde guardaba su varita.
- ¡No puedes, lo tienes prohibido!- chillo temblando Duddley haciendo que sus amigos lo miraran extrañado.
- Por lo que veo ballena, no les has dicho a tus amiguitos lo especiales que somos Potter y yo.
- Claro que nos dijo- salto en defensa un chico moreno algo más pequeño que Duddley- Nos dijo que ustedes van al mismo reformatorio para delincuentes..
Draco tuvo que hace uso de todo su autocontrol para permanecer impasible y no estallar en carcajadas.
- Algo así- contesto descaradamente, para seguir con su habitual cinismo- Entonces no será necesario que te recuerde ballena las cosas que aprendemos allí, aunque cuando quieras puedo darte una demostración.
- Tu... no... pu...puedes- tartamudeo el otro.
- Sí que puedo. Siendo quien soy tengo ciertos privilegios- sentenció el Slytherin antes de salir de allí caminando con paso firme.
Era verdad, todo mortifago o quien se postulara para semejante posición, tenía al menos una varita no registrada para sus "trabajos extracurriculares"
El rubio llego al número cuatro de Privet Drive, subió la escalera y atisbó dentro de la habitación pero al ver que Harry no estaba entró y se dejo caer sobre la cama. No se enorgullecía demasiado de su pasado, pero en momentos como estos estaba tentado a usar todo aquello que le habían enseñado sus tutores de Artes Oscuras.
Años aprendiendo como torturar y sonsacar información a muggles y squibs, por momentos parecían cobrar sentido. En especial en esas ocasiones en las Harry arremetía contra todo, incluida su propia familia solo por apoyar algún comentario que se le escapaba al Slytherin sobre la magia.
Malfoy había visto como era tratado el salvador del mundo mágico por aquellos seres con los que compartía un lazo de sangre. En realidad no le parecía extraño que se pusiera de su parte por defenderlo de los Dursley, lo que si lo había sorprendido y quizás hasta asustado, aunque jamás lo admitiría, fue saber que se enfrento a Weasley. Harry le había mandado un lechuza hacia unos días explicándole porque el Slytherin se estaba quedado en su casa. La reacción del pelirrojo había sido la obvia. No envió un howler porque probablemente su madre se lo prohibió, pero la carta que le llego a Harry había sido suficiente para deprimir al moreno. Pero la apatía no le duro mucho, la contestación que le envió a Weasley fue rotunda, y parecía que había sido suficiente por el momento.
Draco suspiro insatisfecho. Tal vez unos meses antes no le hubiera importado en lo más mínimo, pero ahora se sentía algo culpable al ver que Harry se enfrentaba a sus amigos, a los que consideraba su verdadera familia, y lo hacía por él. Tenía que devolverle lo que hacía, aunque fuera solo para resarcir su maltrecho orgullo Slytherin.
Esos pensamientos se interrumpieron cuando noto que Harry estaba en el marco de la puerta observándolo, un ligero rubor cubriendo sus mejillas y una expresión velada en sus ojos esmeralda.
El moreno había bajado a la cocina para subir la cena de los dos de manera que no tuvieran que cruzarse con Vernon, que hoy particularmente parecía decidido a pelear con los magos. Harry estaba enfrascado en la preparación de la cena cuando le pareció oír la puerta principal cerrarse. Supuso que era Malfoy que había vuelto de su paseo, y decidió subir la bandeja de la cena.
Pero al llegar a la puerta de su cuarto se congelo al ver al rubio recostado en su cama. Escucho un suspiro de frustración escapar de los labios de Malfoy. Últimamente el Slytherin parecía estar cada vez más desilusionado, y Harry no creía que fuera exactamente por haber dejado atrás los lujos de la mansión y el repentino cambio de su status social. En realidad parecía que el Slytherin batallaba consigo mismo cada vez que los Dursley se acercaban a alguno de ellos dos.
De pronto noto como Malfoy se lo quedaba mirando y se ruborizo profundamente. Era algo que le pasaba con frecuencia, cada vez que lo veía a los ojos recordaba el beso y no podía evitar que su mejillas se tiñeran.
El Slytherin se incorporo y lo observo con fingida indiferencia mientras Harry dejaba la bandeja sobre el escritorio.
Cenaron en silencio, Potter perdido en sus pensamientos y Malfoy estudiándolo disimuladamente. El moreno vestía una camisa de un rojo muy oscuro y unos jeans. Había logrado que el Gryffindor usara algo de su ropa después de pasar cerca de tres horas despotricando sobre el aspecto del moreno.
====== Flash Back ======
- Mira Potter, en realidad me importa poco como vistas...
- No parece llevas tres horas quejándote de los mismo- lo corto Harry algo irritado.
- Si quieres parecer un huérfano por mi esta bien es solo que......... AH!!! ya esta bien!!!! ¿Es que no tedas cuenta?- grito el rubio perdiendo el control.
Harry se quedo mudo, era la primera vez que cruzaban más que dos palabras desde lo del beso y no estaba seguro de querer seguir esa conversación.
- Potter estoy tratando de ser agradecido- continuo el otro algo más calmado- Me sacaste de aquella mansión y me das un techo seguro. Esto me cuesta mucho, podrías hacer un esfuerzo tu también. Solo quiero devolverte algo de lo que haces por mi. ¡¡ PERO SI TANTO TE OFENDE USAR MI ROPA, PUES NO LA USES Y YA!!!
Vernon abrió la puerta con un estrépito y se los quedo mirando enojadísimo. Su rostro estaba rojo de ira y resoplaba furioso.
Malfoy se fue de allí sin darle tiempo a Vernon de gritarle nada.
====== End Flash Back =====
Draco sonrió al recordar que esa tarde cuando regreso, Harry se había puesto unos pantalones negros algo ajustados y una camisa holgada de un verde muy claro. Acontecimiento que tuvo una muy placentera consecuencia para Malfoy, el olor del moreno se impregno rápidamente en la ropa que compartían.
Con disimulo Draco olio el cuello de la camisa que llevaba, la misma que usara Harry aquella primera tarde. Sí, allí estaba, el olor del moreno mezclado con el suyo propio, sonrió satisfecho.
Un suspiro del Gryffindor lo hizo volver a la realidad.
- ¿Terminaste de cenar Potter?
El moreno asintió, mientras Draco recogía sus platos y los llevaba a la cocina. Harry se acomodo en el escritorio y saco su libro de pociones, pergamino y tintero, dispuesto a hacer los deberes que su "querido profesor le había asignado.
Tan enfrascado estaba con su tarea que no se dio cuanta cuando Malfoy regreso y se sentó a su lado. El moreno exasperado dejo caer su cabeza contra el escritorio produciendo un golpe seco. La risa a su lado lo sobresalto y se giró confundido.
- Así cara rajada, solo vas a lograr matar las últimas neuronas que te quedan- comentó burlón Draco.
- Es la quinta vez que leo condenado párrafo y no entiendo.
- Vamos a ver- dijo el otro tratando de contener la risa ante el infortunio de su compañero. Tomo el libro y leyó un poco - Bueno, no es tan complicado.
La siguiente media hora la pasaron sorprendentemente relajados, mientras Draco explicaba la poción y Harry tomaba notas e intercalaba algunas de sus ideas al monologo del rubio.
Harry estaba terminando los últimos centímetros de su ensayo, cuando escucho el vozarrón de su tío quejándose y gritándole algo a su hijo.
- Pero, caramelito, dime ¿en serio estas bien?- se escucho la voz preocupada de Petunia- Pastelito, apenas si probaste tu tercer plato.
Harry rió entre dientes y miro a Draco, quien lo observo por encima del grueso libro de transformaciones, encogiéndose de hombros.
- ¿Esos anormales no te habrán hecho algo?- retumbó Vernon
- ¡No papá!- se apresuró a contestar Duddley
En la habitación Harry sopeso los hechos del día antes de preguntar:
- ¿Tu no habrás tenido algo que ver?
- ¿Y que si fui yo?- contestó desafiante, Harry levanto las manos en son de paz y sonri
- Nada, solo me gustaría saber
Draco suspiro, dejo el libro a un lado y se dedico a contarle la "amena" charla que mantuvo con Duddley en el parque.
- ... y solo le dije que tengo algunos privilegios, que cuando... - el rubio se interrumpió cuando la puerta se abrió dejando ver a Duddley quien seguramente había estado espiando. Harry observo la palidez de su primo, la cual aumentaba conforme a cada paso que Malfoy daba en su dirección.
- ¿Se te perdió algo ballena?- seseo el Slytherin cerrando de un portazo. Harry sonrió feliz y Draco es sintió satisfecho de ver a su Gryffindor tan radiante.
- Un segundo, ¿desde cuando es MI Gryffindor?- pensó, y agitó la cabeza intentando aclararse.
- ¿Revisas mi ensayo?- la pregunta de Potter lo volvió a la realidad y tomo la hoja que éste le ofrecía. Asintió complacido, el trabajo estaba muy bien, pero no pudo evitar burlarse un poco.
- No esta tan mal. Tal vez consigas un 3 o un 4.
Harry frunció el seño y le dio la espalda molesto. Y se puso a repasar su ensayo.
- No se que es lo que espera- murmuro para si mismo, pero Draco lo escuchó y sonrió. Se acerco poniéndose detrás de la silla que ocupaba Harry y se inclino hacia adelante señalándole un párrafo.
- Allí esta el único error que tiene tu trabajo- dijo el rubio intentando que su voz sonara fría y desdeñosa y al retirar su mano rozó levemente la majilla de Harry, una extraña sensación los invadió a ambos. Sus miradas conectaron un momento antes de que Malfoy la apartara confundido.
El Gryffindor se puso de pie algo azorado, pero dispuesto a terminar con esta actitud que venían tomando hace días. Malfoy se tenso al ver que Harry se le acercaba, pero su orgullo pudo más que los nervios que estaba pasando. Así permanecieron lo que les pareció una eternidad. Malfoy perdido en esas orbes esmeraldas y Potter sumergido en los lagos de plata que se abrían ante él.
El rubio subió su mano su mano para volver a acariciar la mejilla del Gryffindor, quien se inclino levemente y cerro los ojos disfrutando del contacto de la piel fresca del otro.
La mano de Draco abandono la mejilla para seguir con una sutil caricia por la quijada de Harry, bajando por el cuello deslizándose hacia la nuca donde se detuvo un momento antes de descender por la espalda y de regreso.
Harry podía sentir la suave caricia en su nuca, aún con sus ojos cerrados rodeo la cintura de Draco acercándolo un poco más.
- Esto esta mal- susurro Draco, pero no aparto la mano de Harry
- ¿Quien dice que esta mal?
- Somos enemigos, Harry- esas palabras le costaron un gran esfuerzo al rubio que sintió que algo se quebraba en su interior. Se alejo del abrazo de Harry, quien lo miraba dolido.- Es mejor así.
- Si soy tu enemigo, entonces ¿por que aceptaste venir aquí?
- No lo sé. Yo..... Harry esto no pude ser.- sentenció el Slytherin y se dirigió a la puerta dispuesto a irse cuando escucho que Vernon ponía los candados y les gritaba que no hicieran ninguna de sus rarezas. Draco dejo caer su frente sobre la superficie de la puerta. Estaba atrapado, en todos los sentidos. Aunque pudiera salir de esa habitación, lo que no requería grandes habilidades, nunca podría escapar de lo que sentía. Fuera lo que fuera, no podía dejar que continuara. Se sobresalto al sentir como el moreno lo volvía abrazar por la espalda e intento liberarse, pero Harry lo tenia bien sujeto. Lo giró hasta que la espalda del rubio estuvo apoyada contra la puerta.
- Me gusta como suena mi nombre en tus labios- susurro
- Esto no pude ser
-¿Quieres dejar de decir eso?- lo regaño algo molesto, pero aun su voz era suave- También estoy confundido Draco, pero pienso aclararme y para eso necesito tu ayuda.
El moreno no dijo nada más, tampoco le dio tiempo al otro de replicar nada. Harry se inclino y capturo sus labios en ese beso que se debían hacía ya tanto tiempo. Por un momento Draco no reacción y cuando lo hizo una parte de él quiso salir corriendo de allí, pero ese beso lo embriagaba y al sentir la lengua del moreno acariciar su labio inferior se sintió morir. Si eso estaba mal entonces quería estar equivocado siempre.
Correspondió al beso con la misma pasión con que Harry se lo daba y pronto se enfrascaron en una lucha por recorrer cada milímetro de la boca del otro. Demasiado pronto se hizo presente la falta de oxigeno. Liberando los labios de Harry se dedico a esparcir húmedos besos por el cuello del moreno que emitía suaves quejido de placer.
Trastabillando lograron llegar hasta la cama de Harry, el moreno se tenso un momento al sentir como Draco se recostaba sobre él.
- Draco...... hummm.... espera
- ¿No quieres?
- ¿Estas bromeando?- su voz plagada de deseo- Es que mis tíos están del otro lado de esa pared.
- Un hechizo silenciador y listo- ronroneo el rubio antes de volver a atacar el cuello de Harry. Volvió a deslizar sus manos debajo de la camisa del moreno cuando un estruendo en la cocina los sobresalto.
- Tienes razón- aceptó de mala gana Malfoy- con tu primo asaltando la cocina no hay quien conserve el humor.
- Ya habrá ocasión- trato de sonreír, pero la desilusión era clara en su rostro.
- Ven, te ayudare a quitarte eso- dijo el rubio mientras comenzaba a desprender los botones de la camisa de Harry.
- Creí que no íbamos a.... bueno tu sabes- murmuro logrando que Draco sonriera al ver su sonrojo.
- Que no lo vayamos a hacer no significa que no pueda desnudarte- gruñó el rubio mientras desprendía el botón del pantalón- ¿O es que duermes vestido Harry?
Con movimientos suaves se desnudaron uno al otro hasta quedar solo en boxers. Compartieron algunas caricias más antes de caer dormidos, Draco abrazado al torso de Harry abrazándolo por la cintura y el moreno pasando un brazo por su espalda lo mantenía lo más cerca que podía.
Un repiqueteo lo despertó, miró hacia la ventana para descubrir a cinco impacientes lechuzas. Se incorporo y salió de la cama con cuidado de no despertar a Harry. Abrió la ventana y dejo pasar a los ruidosos animales
- Shhhh!!! Lo van a despertar- se quejo en un susurro y las lechuzas parecieron entender porque se calmaron un poco, permitieron que el rubio tomara los mensajes y paquetes que traían y de inmediato se fueron. Draco observo los diferentes paquetes algo desconcertado, de uno de ellos sobresalía una tarjeta donde se distinguía en una caligrafía desordenada un "Feliz Cumpleaños"
- ¿Es su cumpleaños?- le pregunto a Hedwich que intentaba volver a dormirse acurrucada en su jaula. La lechuza ululo suavemente y se volvió a dormir. Draco miro a Harry y sonrió pícaro.
- Mmmm... ¿que te daré de regalo de cumpleaños Potter?- murmuro volviendo a acomodarse junto al moreno que se abrazo al rubio instintivamente.
- Aquí vamos de nuevo- suspiró Draco al ver que el ojiverde comenzaba a murmurar y temblar a causa de una nueva pesadilla. Apretó su abrazo y acarició el sedoso cabello ébano.
- Tranquilo........ todo esta bien...... estoy aqui- murmuraba mientras delineaba con la punta de sus dedos los rosados labios del moreno.
Harry se apretó más contra él buscando el calor que le brindaba.
- Te quiero Draco- no fue más que un susurro, Draco se tenso al escuchar semejante frase de los labios de Harry. Lo observo dormir placidamente y el ojiverde se acurruco en su pecho.
Era irónico, solo estando profundamente dormidos eran capaces de confesarse lo que sentían. Porque él lo sabía, o estaba casi seguro, de que Harry lo había escuchado aquella primera noche. Ese fue el último pensamiento coherente del rubio antes de dormirse.
Intento encontrar una posición más cómoda en su cama pero un peso sobre él no lo dejo moverse. Abrió un ojo perezosamente para observar cual era la fuente de ese calor tan reconfortante sobre él. Se sorprendió al notar una mata de cabello rubio sobre su pecho, entonces imágenes de la noche anterior llegaron hasta el moreno y sonrió feliz, aún un poco confundido, pero feliz. Draco se acomodo dejando su cabeza en el hombro de Harry.
- Bueno días- dijo el Gryffindor aun sonriente
- Buenos días cabeza rajada- susurro roncamente Malfoy
- Hey! esa no es manera de...- Draco impidió que Harry siguiera su replica sellando sus labios en un ardiente beso.
- ¿Así esta mejor?- ronroneo Draco
- Mucho- gimió Harry
- Por cierto..... feliz..... cum.....ple...... años- dijo entre besos el Slytherin- Llegaron algunas cartas para ti.
Malfoy salio de debajo de las sábanas para alcanzarle los paquetes a Harry.
- Mejor nos levantamos antes de que mis tíos se les ocurra venir a ver porque nos demoramos.
- No es tan mala idea- el Slytherin sonrió sugestivamente- ¿que crees que harían si te beso delante de ellos hasta que ya no puedas respirar?
Harry se sonrojo violentamente y hundió su nariz en la primera carta que pudo encontrar.
- Eres un pervertido- logro murmurar.
- Te ves delicioso cuando te sonrojas- comento Malfoy logrando que el sonrojo de Harry se profundizara
- Vas a dejar de sonreír así cundo te enteres de esto- contraatacó el moreno mientras agitaba el pergamino con gesto de triunfo.
- No me digas que mi padre te envía sus felicitaciones- bromeo Draco, mientras se deslizaba dentro de unos pantalones- y nos invita a pasar el resto de las vacaciones en la mansión de verano de los Malfoy.
- Creeme que preferirás que fuera eso
- Deja de sonreír así y dime que dice la maldita carta- adoraba cuando Harry sonreían de una manera tan Slytherin, pero no cuando él era el objeto de su burla.
- Esta bien, escucha:
- ¡Genial! De vacaciones con los Weasley- el frío sarcasmo asomando de nuevo en la voz de Draco.Querido Harry:
Muy feliz cumpleaños.
Por lo que veo tus veranos son más interesantes cada año. No me malinterpretes, todavía no me parece una buna idea, pero confío en tu juicio, si dices que Malfoy no intenta nada le daré el beneficio de la duda. Pero todavía no confió en él.
Esto tal vez te alegre, aunque no estoy seguro de la serpiente. Recibimos una carta de Dumbledore dándote permiso para que vengas a pasar el resto del verano con nosotros, la única condicion que puso es que Malfoy también viniera.
Creo que Hermione tiene razón, por lo menos asi lo tendremos más cerca para vigilarlo.
Mamá te esta haciendo un pastel de cumpleaños para cuando vengas.
Ron Weasley
PD: Remus ira a buscarte esta tarde
- Te dijo que no te gustaría- se burlo el moreno
Escuchando las quejas del rubio el resto de la mañana, Harry se encargo de empacar y preparar todo para cuando llegaran a buscarlos.
- ¿Todo listo Potter?
- Ya casi son las dos, Remus tiene que estar por llegar
- El licántropo- murmuro el rubio recibiendo una dura mirada de Harry- Tranquilo, no tengo ningún problema con él.
- Eso es bueno- logro decir antes de que el rubio asaltara su boca con maestría- ¿y eso por que fue?
- Con los Weasley no voy a tener muchas oportunidades, quiero aprovechar el tiempo.
Las manos del Slytherin nunca permanecieron quietas, acariciando la espalda, los brazos, deslizándose bajo la camisa del moreno acariciando el vientre. Mientras los labios del moreno se encargaban de torturar el cuello ante sí, sus manos se dedicaban a pellizcar los pezones del rubio logrando que emitiera suaves gritos.
Un golpe en la puerta los sobresalto y un momento después entraba Remus a la habitación. Al notar la agitación de los chicos supuso que habían estado peleando de nuevo.
- ¿Algún día van a dejar esas estupidas peleas?
Los muchachos se miraron y elevo una ceja en gesto de superioridad
- Trae mi baúl cara rajada
- Ni lo sueñes hurón
En lo único que pudo pensar Remus fue en que sería un verano muy largo.
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Hasta aqui por hoy!! esperamos que les gustara.
Las hermanitas Zabini
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