Heero abrió su mano para encontrar una pequeña caja, sus ojos se deslumbraron al reconocer el objeto.

-…lo tenias en tu mano Heero…pensé que no estabas preparado para enfrentar tu pasado…-

-…de que estas hablando, que yo la tenia en mi mano, cuando…?- dijo Heero con una voz peligrosamente baja

-…cuando te sacaron del edificio…- fue la respuesta de Ian.

-…Creo que necesitamos hablar Heero…- al reconocer Quatre lo que Heero apretaba en su mano -… y no acepto un no de respuesta…- dijo seriamente

Heero miro a Quatre a los ojos, sabia que cuando sus ojos brillaban con esa intensidad era mejor no correr riesgos, y silenciosamente lo siguió con un nudo perforando su estomago.

En su puño fuertemente apretado llevaba la Cruz,…la Cruz de Duo …………….

Capitulo 5.-

Duo había discutido largamente con Quatre, él no estaba de animo, y menos para celebrar su dichoso cumpleaños. Podía entender a su amigo, él solo intentaba alegrarlo, pero el no saber de Heero, no verlo a diario lo estaba matando.

Duo despertó sudando, con un fuerte nudo en su garganta y las lagrimas quemando sus ojos.

El de verdad había intentado ser fuerte frente a sus amigos, pero solo él conocía el infierno que eran sus noches, era como si de golpe todos sus fantasmas se hubieran unido y se vengaran de él, por cada muerte provocada, cada grito, cada llanto, lo visitaban esas miradas de dolor, pena, abandono, sus propios recuerdos mezclándose, las antiguas pesadillas que lo visitaban desde que era un niño con un nuevo agregado ….Heero….perdido……sangrante….muerto.

Bueno…si de hablar de pesadillas estamos…también estaban esos otros sueños, donde veía a un Heero, hermoso, desnudo, haciendo el amor con alguien que no era él, solo para despertar frustrado, excitado y terminar siempre sollozando.

En algunas horas amanecería, Dios…como dolía su brazo, en estas mañanas heladas, el dolor en sus huesos era casi intolerable…pero hasta el dolor se sentía bien, era hora de pagar sus culpas.

Hoy le celebrarían el maldito cumpleaños, a pesar de todo el joven trenzado sonrió, todavía recordaba la tremenda discusión con el pequeño rubio, había que reconocer que su amigo entre algunas de sus " ENCANTOS " estaba el de envolver de tal forma que era imposible negarle algo.

Así, a su propio pesar tendría su fiesta de cumpleaños.

Por lo menos estarían sus amigos más cercanos……

-..Heero…- murmuró

Pero el cambiaría, no podría seguir así, él era un sobreviviente…que ingenuo había sido…amor…él ni siquiera lo merecía.

Otra mañana desvelada, …esperar a que amaneciera, …colocarse su maldita mascara… y enfrentar un nuevo día.

Eran las ocho de la mañana y estaba tomando un café negro y dulce, cuando unos pasos ligeros hicieron su entrada en la cocina

-…Quatre…- solo murmuró

El era el único ser humano capaz de irradiar esa tranquilidad, esa alegría, a esas horas de la madrugada, era absolutamente inmoral.

Duo sonrío……..él debía ser un poco más como él, su pequeño amigo había sufrido primero no ser amado cuando niño…pero cual de ellos lo había sido???…para luego enamorarse perdidamente y sin ninguna esperanza, ver casarse al hombre que amaba y terminar siendo forzado, vejado por un bastardo en un bar de solteros.

Quatre le saludo con una de sus sonrisas, esa era ya casi como una tradición

-…hoy no puedes llegar antes de las diez…y no me pongas esa cara…- escuchó a su amigo advirtiéndole.

-…y no se te ocurra no llegar…eso me lastimaría…- lo miró Quatre con una carita de animalito herido, sabiendo que su amigo no podría resistir esa mirada.

-…Sabes que lo que haces tiene un nombre, y muy feo…- contestó Duo agrio.

-…no digas nada de lo que después te arrepientas…- y la risa de Quatre fue cortada por la llegada de Trowa.

-…Quieres un te…- escuchó la voz cantarina de Quatre mientras cerraba la puerta de la calle.

-…Quatre…Quatre…- se fue murmurando, su casi hermano era tan trasparente.

Quatre miró la figura de Duo perderse en la esquina, y sonriendo tomo del brazo a su amigo.

-…Recuerda que me prometiste acompañarme a hacer las compras…- sacando con una gran velocidad una larga lista de su bolsillo.

-…Tengo ya programado todos los viajes que debemos hacer…-

Trowa suspiro, un Quatre hiper-activo era algo de temer, pero no pudo dejar de mirar con ternura la pequeña figura alejándose a buscar las llaves del auto.

§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§

Trowa estaba agotado, el perseguir a Quatre por toda la tienda había sido agotador…la lista parecía no tener fin… sin contar que más de una vez tuvo que detener a Quatre en sus compras, tener una familia grande le había hecho perder las dimensiones de las cosas.

-…Quatre …por favor …solo contéstame…dime cuanta gente esta invitada?…- fue la pregunta seria de Trowa.

-…20 más o menos…- fue la inocente respuesta de Quatre -…por qué??…-

Solo en ese minuto fijó la vista sobre el punto que su amigo miraba y se sonrojó profundamente.

Inconscientemente llevó una de sus manos a sus cabellos, y se mordió el labio inferior, mientras miraba el carro de compras.

Solo él era capaz de provocarse esas vergüenzas.

Trowa lo miro, sus ojos brillaron de una forma intensa, su amigo era absolutamente provocador y ni siquiera lo sabia.

Le sonrío tímidamente….

Quatre sintió su corazón correr a mil, sabia que esas sonrisas eran para él y le hacían sentir menos torpe y querido.

-…No te preocupes pequeño… solo hay que sacar unas cuantas cosas…- dijo suavemente.

-…Unas cuantas..?…- preguntó Quatre levantando una ceja, y luego echándose a reír

-…empecemos todo de nuevo…- fue la respuesta de Quatre

Trowa solo suspiro.

§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§

El cumpleaños había sido todo un éxito.

Quatre estaba feliz, la cara de Duo había valido la pena …..y todavía faltaba lo mejor.

Duo estaba feliz, el valoraba el esfuerzo hecho, estaba con toda su gente, sus compañeros de estudios, los de su trabajo, sus viejos y más queridos amigos, Quatre, Trowa Wufei, Noin, Sally, Hilde…menos mal que Quatre no había invitado a Relena, no quería ser cruel con la muchacha pero era simplemente insoportable.

Sin embargo sentía apretar su corazón cada vez que escuchaba el nombre de Heero, ya había pasado un buen tiempo, pero el piloto japonés todavía removía fibras profundas en él, debía comenzar a aprendería a vivir sin él, ya antes había perdido a sus seres queridos, y había vuelto a comenzar, eso haría, pero cada vez más solo y vacío.

Duo se abrazó con fuerza a Quatre, sintiendo como su corazón sanaba lentamente, no dejaría de amar tan fácilmente a Heero, pero ayudaba tener amigos, ……amigos que entendiera sus sentimientos y que si no, no lo juzgaban, él solamente necesitaba esa noche sentimientos de…calor…cariño….acompañamiento…amistad…..

Duo estaba agotado, había bailado durante horas, la fiesta había sido desordenada por decir lo menos…él se había dedicado a molestar a Wufei, hasta que a este último lo único que le quedó para alejarse de su amigo hiper-quinetico fue salir a bailar, tomando sin medir las consecuencias a Sally fuertemente de la cintura y arrastrándola hacia el lugar más distante de Duo.

Después …..la noche se fue caldeando, la música también, el alcohol fue inundando, y Duo no aguantaba la risa al ver una pareja que apasionadamente se encerraba en una de sus habitaciones.

-…Creo que esta noche no tendré donde dormir, …- dijo sonriendo sarcásticamente a Quatre al ver la pequeña escena dada por Wufei y Sally.

-…Sabes que le pasa a Trowa…?- preguntó Quatre

-…nada…esta como siempre…- le contestó Duo al oído, tratar de hablar era casi imposible, la música saturaba todo.

Quatre miro a Trowa, Duo se equivocaba… algo le pasaba…era como si una tristeza lo hubiera golpeado, apagado…tan distinto a la tarde cuando hicieron todas las compras

-…De verdad no quieres que me quede…?- fue la pregunta de una Hilde algo ebria y evidente.

-…no amiga…prefiero que te vayas…- contesto Duo.

En el estado de borrachera de su amiga podría hacer o decir cosas que ambos lamentarían después, …..no es que no fuera bonita…….pero él ya no podía hacer eso, perder alguien más por sus hormonas descontroladas….sin contar que a Hilde no tenia o le faltaba lo que él deseaba.

Los tres muchachos acompañaron a los últimos de los invitados a la puerta y viéndolos marchar calladamente.

Duo se dio vuelta y su cara fue un poema.

-…no me digas que tendremos que ordenar ahora…estoy agotado…estoy de cumpleaños…- dijo Duo haciendo un puchero.

-…no …lo haremos mañana…todavía me falta entregarte mi regalo…- sonrío Quatre, arrastrando a Duo hacia su habitación.

Ningunos de ambos jóvenes se percato de una mirada triste y amarga que los siguió por el corredor.

Trowa sintió que se ahogaba, un fuerte y amargo nudo apretaba su garganta y tomo rápidamente su chaqueta del aparador, unos cigarros que encontró en la mesa y que alguien debía haber olvidado y salió lo más rápido que pudo.

El no quería ver a esos dos, …había estado esperando esto toda la noche….solo esperaba que al no estar presente se sintiera mejor, pero su mente traidora solo le hizo recordar….

§§§§§§§§§Algunas horas antes§§§§§§§§§§

Al terminaron las compras Quatre y lograron salir finalmente de la tienda llevaron el carro con todas las compras al auto de Trowa,.

-…Me esperas aquí, necesito compras una cosa que se me olvido…- le dijó Quatre al joven de ojos verdes, mientras corrió nuevamente hacia las tienda.

Trowa estaba curioso…la actitud de Quatre le había extrañado…y no asiendo caso al pedido siguió a su joven amigo árabe.

El trataba de no ser posesivo, pero lo vivido en las ultimas semanas lo había hecho ser obsesivamente sobreprotector, …él se había vengado….él había sido cruel, despiadado…pero ese bastardo en vez de suplicar solo se mofó…se burló de su pequeño…contándole detalles de lo que le había hecho, …..diciéndole como lo había lastimado.

Ese pobre estúpido…quien penso que él era…?, acaso un novio celoso, pidiendo explicaciones…?, él jamas había llorado frente a nadie, pero al saber .los detalles, al comprender la magnitud de cómo ese bastardo había lastimado a Quatre, no pudo evitar que una lagrima solitaria recorriera su rostro.

Ese pobre estúpido, se río de él sin saber que había sellado su propia condena…Trowa fue simplemente brutal, …perdido en su rabia y traspasado por el dolor de su amigo.

Minutos más tarde Trowa esperaba a Quatre en el auto, con su corazón hecho pedazos, tratando de sonreír al pequeño árabe.

§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§

-…Tengo un regalo para ti…- dijo Quatre, mientras empujaba a Duo a sus habitaciones, Duo se voltio rápidamente cuando escucho el cerrojo echar a la puerta dejándolo encerrado y solo.

-…no es gracioso Quatre, abre la maldita puerta…- gritó Duo, odiando el extraño humor de su amigo, cuando un ruido lo hizo voltearse asustado.

La habitación estaba alumbradas por velas, puesta en distintos lados de la habitación dándole una luminosidad pequeña y extraña, creando sombras que perturbaban.

Vio como un cuerpo se levantaba de la cama y caminaba lentamente hacía él.

Su corazón se paralizó, su boca se secó, sus piernas comenzaron a temblar, sus ojos comenzaron a picar, las lagrimas saliendo sin control, mientras un cuerpo, unos brazos lo abrazaban y lo sostenían, mientras que una mano gentil acariciaba su espalda tratando de darle calma.

Duo se olvido de todo, del día, el lugar, su pena, sus muertos, sollozando desconsoladamente, con su cara enterrada en el cuello del ser que más amo en su vida.

Sintió como Heero lo llevo con suavidad a la cama y lo sentó, mientras que él avergonzado no se atrevía a levantar la vista y mirarlo a los ojos.

Sintió como Heero en cuclillas frente a él levantaba su cara para encontrar esos ojos azules, oscuros, cobaltos, intensos, fijos en él

-…Discúlpame…- murmuró Duo -…después de semanas de no verte, me pongo a llorar como un niño…pero te falte tanto…- concluyó mientras su voz era un conjunto de sollozos y suspiros avergonzadolo más todavía.

Pero los ojos de Heero no se desviaban de su cara, esa mirada parecía brillar, bailar, era cálida y segura.

-...ven…- dijo Heero, tomándolo de su mano izquierda y tirándolo fuertemente contra él

-…acompáñame…- mientras abría la ventana y de un salto subía al techo.

Duo lo siguió más lento, trepar era difícil si unos de tus brazos no trabaja como es debido.

Sintió como los brazos de Heero lo tomaron y lo izaron con facilidad, agradeciendo con todo su alma que fuera de noche y Heero no notara el violento sonrojo que lo había cubierto.

Heero se tendió mirando a las estrellas, indicándole que se inclinara junto a él.

-…me agrada mirar las estrellas, me da calma, esta es una de las razones porque vivo en la tierra...- dijo Heero.

-…hay otras…?- preguntó Duo.

-…otras que ?…-

-…razones…?…- dijo Duo, asombrado de que no fuera capaz de irbanar una frase siquiera, era como si le hubieran arrebatado todas sus neuronas y solo tuviera cabeza para mirar a Heero, sentirlo, olerlo…enloquecer con su presencia.

Pero Heero no contestó, no era de extrañar, él le había hablado mucho más que los meses anteriores.

-…tengo un regalo para ti…- y la voz de Heero lo hizo estremecerse completamente, no supo si fueron sus palabras, o fue porque la voz sonó baja y ronca, promesa del cumplimiento de muchos anhelos y deseos, una voz que había escuchado solo una noche y que lo había perdido totalmente.

Duo vio a Heero sentado mirándolo, y suavemente se levantó, mirando la pequeña caja que estaba en sus manos.

-…para mi…- y su voz sonó más infantil de la que hubiera deseado, pero él solo pensar que Heero se había preocupado de darle un presente lo había conmovido.

-…bueno si no lo quieres…- cerrando su mano, mientras Duo prácticamente se abalanzó hacia su regalo, tirándolo de espalda, mientras una sonrisa traviesa brillaba en sus ojos mientras tomaba la caja de las manos de Heero.

-…es para mi, no tienes derecho a quitármelo…- dijo Duo jugetonamente.

Heero por primera vez en mucho tiempo sonrió, bueno no fue una gran sonrisa, sino que sus labios se curvaron suavizando su expresión haciéndolo ver simplemente hermoso, como había extrañado las risas de Duo, ese humor molesto y travieso, esa risa coqueta y no pudo evitar que sus labios sonrieran para ese muchacho del que hace tanto tiempo se había enamorado.

Duo quedo perdido mirando a Heero, atontado, seducido por esos ojos, esos labios, esa nariz, ese conjunto que era el ex - piloto japonés.

-…lo vas a abrir o no…?- sonó la voz levemente molesta de Heero.

-…no seas huraño…- fue la respuesta de Duo, mientras le sacaba la lengua.

…me enamore de un niño…penso Heero mientras sacudía su cabeza, cuando escucho un sollozo. Vio la espalda de Duo estremecerse mientras se llevaba convulsivamente su mano al corazón y se encorvaba apretando sus piernas contra su pecho.

Heero lo tomo con fuerza, apretándolo contra su pecho, sintiendo estremecer a Duo. El no había sabido la magnitud del significado de esa cadena y cruz para Duo, Quatre le contó gran parte del pasado de Duo, de sus infancia, su época de rata callejera, sus años en el orfanato, el atentado a la iglesia, la muerte de Solo, de sus amigos, del Padre Maxwell, de la Hermana Helen, de todos lo que amó y perdió, lo abrazo susurrando palabras a sus oídos.

-…perdona por no traértela antes…no sabia que Ian la tenia…él pensó que era mía, la tenia envuelta en mi muñeca cuando nos rescataron…-

Duo levanto su cara y miró a Heero directamente a sus ojos, …Ian… no podía odiarlo, Heero se veía bien, feliz.

-…gracias…- fue la suave voz de Duo, mientras miraba el cielo y su sonrisa abarcaba toda su cara, tenia a sus seres queridos de vuelta con él, y si bien Heero no lo amaba, le quería y eso era suficiente.

-…deja ponértela…- dijo Heero mientras tomaba la cadena de las manos de Duo y se colocaba detrás de Duo.

Duo sintió las manos de Heero tocar con suavidad la piel de su cuello, y corrió su trenza para dejar que Heero abrochara su cadena, los dedos de Heero le provocaban escalofríos, cuando sintió unos labios suave acariciar donde su cuello se unía a su clavícula congelándolo de golpe y permitiéndole solo gemir mientras la mano de Heero tomaba su cuello y lo empujaba mientras sus labios demandaban su boca.

Duo no supo cuanto tiempo lo beso, era como si hubiera perdido la noción del tiempo, del lugar donde estaba, intoxicado por el sabor de él, sintió como Heero le mordía levemente su labio inferior y se separaba de él.

Duo se dio vuelta rápidamente y miro desesperadamente a Heero, y el joven japonés sintió perderse en esa mirada, …tanto amor, …anhelo,… miedo se veía que sintió que su corazón iba a estallar.

-…no juegues conmigo Heero, no lo soportaría…- fue la suplica de Duo, esperando un destello que le indicara que esto no era un sueño, que él estaba con el hombre que amaba y que el le había besado, sus labios todavía zumbaba diciéndole que este momento era verdad, era real.

-…nunca jugaría contigo…-

-…pero Heero…tu estas con Ian…- dijo Duo, y sintió como su garganta se atragantaba en esas palabras.

-…ya no más…y si…hay otras razones por la que me quede en la tierra…-

Duo vio como Heero se acercaba y apoyaba sus labios en sus oídos

-…solo por ti, nada más que tu…-

Duo lo abrazo, sintiendo su corazón estallar, y sintió como Heero lo empujo de espaldas quedando mirando el cielo abrazados.

§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§

Trowa entró silencioso a su casa, el caminar le había hecho bien, su corazón se había calmado, la idea de Quatre y Duo junto dolía pero era soportable, haría cualquier cosa por su pequeño, sabía que Duo seria bueno con él.

Trowa sentía que había perdido su oportunidad hace mucho tiempo, cuando por una torpeza de su parte se involucro con esa mujer, embarazándola y obligado a casarse con ella, para descubrir más tarde que solo había sido un engaño, que había sido burlado, que ese niño nunca fue suyo, que solo necesitaron un estúpido que se hiciera cargo del desliz de la muchacha con un importante hombre de negocios y que además era casado.

El nunca olvidaría la cara de terror de esos dos cuando los enfrentó, y para su bien consiguió ese día su nulidad, su libertad y volvió con la única gente que en toda su vida había sido su única familia.

Sus amigos nunca preguntaron que sucedió, no hicieron preguntas, solo lo recibieron con los brazos abiertos, y el sabría honrar esa confianza.

Si Quatre había escogido a Duo el respetaría su elección.

Trowa estaba perdido en sus pensamientos cuando un suave ronquido lo desconcertó, buscando rápidamente por el lugar, sus ojos se habían achicado y su mirada parecía la de un gato, por su forma y color, cuando divisó una figura pequeña envuelta en una manta acurrucada en el sillón.

Silenciosamente se acercó a ella, inclinándose para ver el rostro del que dormía en ese lugar, y su corazón se sobresaltó cuando vio la dulce cara de Quatre, y sonrío pesando que hacia ahí, el solo pensar que Duo lo hubiera rechazado le dolía, le daba ganas de ir y patear a ese estúpido, como alguien en su sano juicio rechazara a ese ángel.

Sin poder controlarse se agachó, acariciando suavemente el cabello de Quatre, retirando asustadamente su mano, cuando sintió al muchacho despertar por su toque.

La visión que tuvo fue una que jamas olvidaría, ver a Quatre adormilado, con su pelo revuelto, sus ojos cargados de sueño y sus labios en un suave puchero, lo dejo mudo y enamorado.

-…Que haces durmiendo aquí…- preguntó temiendo la respuesta.

-…No tengo donde dormir…- respondió mientras se daba vuelta para seguir durmiendo.

Pero Trowa no tenia intenciones de dejar eso ahí.

-…como que no tienes donde dormir… y tu habitación…-

-…esta ocupada…-

-…ocupada… y quien esta en ella…?- preguntó no entendiendo nada.

Quatre se voltio y lo miro sonriendo

-…Duo y Heero…-

Trowa sintió un mazazo, podría ser tan estúpido….?

-…por ellos compraste esas sabanas y velas…?- preguntó ya sabiendo la respuesta.

-…sabias…?- pregunto él rubio

-…vi cuando decoraste tu pieza…- mintió el joven castaño.

Quatre se sintió levantar por los aires, e inconscientemente se aferró al cuello de Trowa.

-…no voy a dejar que duermas aquí, dormirás hoy conmigo…- dijo mientras se llevaba su carga preciosa en sus brazos.

Suavemente depositó a Quatre en su cama, arropándolo como si fuera una criatura, viéndolo sonreír en sueños.

Trowa se preparó y se metió lentamente en la cama, no queriendo disturbar al joven árabe, sus ojos se abrieron completamente cuando sintió que su amigo se acurrucaba contra su cuerpo.

Se sentía tan bien…tan correcto… sentir el suave ronquido contra su pecho, el cosquilleo del rubio cabello contra su piel, y finalmente envolvió al muchacho en sus brazos, el pelearia, lucharia por su pequeño y no supo cuando se quedó dormido.

Nunca escuchó la voz de Quatre llamándolo entre sueños.

-…Trowa, …te amo…-

§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§

-…Duo …estas temblando…- susurró Heero en su oído.

-…tengo un poco de frío…-

-…ven…bajemos…- dijo mientras tendía una mano para ayudarlo a bajar de techo.

Heero salto ágilmente dentro del cuarto y rápidamente se dio vuelta para tomar a Duo y ayudarlo a entrar.

El nunca pensó que un gesto tan simple y sin dobles intenciones fuera tan erótico, pero sentir a Duo deslizarse entre sus manos, sentir el cuerpo marcado por el esfuerzo realizado lo descontroló, y atacó su boca cuando todavía lo tenia en sus brazos.

Ese beso tenia la misma intensidad de los compartidos anteriormente, pero ahora estaba cargado de deseo, de pasión, de promesas de cama y sentía su boca ser recorrida por un invasor…un prisionero que intentaría retener toda su vida,. toda la esencia de Heero se fundía en un solo beso…un beso salvaje…arrebatador…sensual…peligroso.

Esos besos fueron tan diferente a los anteriores, donde un joven inexperto e inocente le arrebató el corazón.

Dios, se sentía tan bien y no pudo evitar gemir cuando sus pezones fueron acariciados, provocándole estremecimientos, mientras la boca y lengua de Heero acariciaban su cuello, creando una ruta húmeda que llegaba a su corazón.

-…Heero…- susurraba Duo, perdido en las caricias y en sus propios anhelos, apretando su cuerpo con fuerza contra el otro muchacho, solo para sentir la muestra de su propia excitación contra el estomago del ex - piloto del Ala.

La boca de Heero estaba sobre uno de sus pezones, lamiendo, mordiendo, succionando, haciéndole gemir, torturando ese capullo de carne mientras las manos, trataban de sacar su polera sobre su cabeza.

-…Heero espera que me ahogas…- se río Duo mientras separa a joven de su cuerpo y lo miraba directamente a los ojos, provocando, retándolo mientras tiraba su polera sobre la cara de su amante, solo para ganarse una mirada amenazadora.

-…no me mires así, que esa mirada ya no me asusta… - dijo sonriendo, alejándose cada vez más del joven japonés, confundiéndole, pero una idea clara llegó a su mente sobrecalentada explicando las intenciones de su amante, sonrío y simplemente se sentó en la cama mirando a Duo sensualmente desnudarse frente a sus ojos.

Dios, había visto desnudarse a Duo miles de veces, pero nunca como ahora, nunca lo había provocado de esta forma, quizás todo se debía a la mirada de esos ojos violetas, era lo que cambiaba todo, o serían esas manos, que recorrían su propio cuerpo acariciándose, mientras deslizaba sus pantalones, haciéndoles caer de sus caderas, revelando una piernas largas, moldeadas, perfectas.

Heero no pudo mas que morderse los labios, ese maldito lo tenia completamente despertado, su erección lastimándolo contra sus pantalones, seguía hambriento las manos de Duo que ahora se deslizaban tocándose y provocando gemidos que salían sensualmente de sus labios divididos, para luego tomar su ropa interior de los bordes y deslizarlos, …pero la época de embromar a Heero parecía no haber acabado ya que Duo lo miraba sonriendo sin bajarlos lo suficiente para dar a su amante el premio tan deseado.

Pero ese juego podría jugarlos dos, Heero se tendió sobre la cama, con su cabeza sobre uno de sus brazos mientras que con el otro lentamente comenzó a acariciarse sobre su ropa, sonriendo a Duo.

Duo fue cogido en sus propio juego, quedándose inmóvil, subyugado por la imagen frente a él, un Heero hermoso, excitado, tocándose, acariciándose, sonriedole provocadoramente llevando su mano hacia su pelvis y metiéndola dentro de sus propios boker.

Duo sintió que estaba empezando a hiper ventilar, lo había embromado y duramente, se sacó violentamente su ropa interior y saltó sobre Heero montándolo a hojarasca, acariciando el despertar duro de su amante con sus propias nalgas, haciéndolo jadear fuertemente.

-…Heero tómame, hazme el amor…- susurró mordiendo suavemente su lóbulo.

Heero se quedó sin aliento, tener sexo con Duo era una cosa, hacerle el amor otra muy distinta, y llevarlo era algo que jamas pensó posible.

-…estas seguro…- logró modular

-…Hhn…- si el gemido no fuera suficiente, la sacudida de sus nalgas le dio la respuesta.

-…solo trátame con gentileza, por favor…-

Heero se perdió en los ojos de Duo, …había tanto amor, …tanta esperanza, …tanta confianza, que se rindió a su destino, no había nada que lo separaría nuevamente de su trenzado, esta noche sellarían su compromiso de vida, lo tomó fuertemente del cuello y lo volteo suavemente quedando sobre él, …su mayor sueño, …su única razón de vida.

-…suéltate el cabello…-

Duo sonrío, seductoramente, Heero tenia una verdadera fijación con su cabello, eso le gustó, le gusto mucho, soltó la traba que oprimía su trenza deshaciéndola y dejando caer su pelo en cascada, la verdad que su pelo era algo muy intimo y querido, jamas lo soltó antes, a excepción de esa noche con Heero, que despertó con su cabello libre por su cuerpo.

Heero se desnudaba mirando a su compañero -…eres hermoso…- dijo involuntariamente provocando un fuerte sonrojo en Duo.

-…no amor, tu lo eres…-

Heero sintió su corazón correr a mil, Duo lo había llamado de muchas formas pero nunca así.

Duo vio esos ojos azules cargados de amor, de pasión, se levantó y abrazó a su compañero, fuerte contra su cuerpo.

Heero enterró su cara en el cuello de Duo, ambos sabiendo que este gesto tan simple e intimo era mucho mas que un simple caricia, era su unión, su compromiso.

-…juntos…toda la vida…- dijo Duo sellando su promesa con un beso, largo, profundo.

Suavemente se deslizó sobre la cama, sin soltar su abrazo, ambos muchachos gimieron cuando sus cuerpos se unieron, frente a frente, Heero sobre Duo, sin que sus bocas se separarán un solo segundo.

Los besos fueron incrementándose en intensidad, no solo las boca y lenguas compartían, ahora sus manos corrían frenéticamente sobre el cuerpo de su amante, las manos de Duo recorrían las espalda de Heero, acariciando cada curva, línea, cicatriz, llegando a sus caderas y tomando fuertemente las nalgas amasándolas con suavidad.

Duo sonreía, aunque era difícil cuando su boca era arrasada, pero los jadeos de Heero eran cada vez más fuertes, todavía le asombraba la intensidad de ellos, las sensaciones que Heero le provocaba, lo vocal que su amante podría llegar a ser.

Heero abandonó su boca, cortando esos besos calientes, húmedos, y siguió recorriendo con su boca, con su lengua la barbilla, el cuello hasta llegar a un pezón erecto, sensible, que hizo silbar a su dueño.

Heero sonrío levantando levemente su cabeza para ver a Duo, le sonrío con una risa abierta, franca, total, dejando aturdido a Duo…este nunca supo bien si eran esa boca talentosa o esa mirada la que lo dejo nockeado.

Heero dio masaje a ambos pezones, dejándolos al borde de su sensibilidad, sonriendo con los quejidos de Duo, sabia lo gritón que podía ser y solo esperaba poder escuchar esos gemidos, esos gritos de pasión.

Heero siguió bajando, acariciando su estomago, y jugando con su ombligo, lamiéndolo, mietras sus dedos se enredaban en las fibras del cabello de Duo.

Duo estaba perdido en sus emociones, sus dedos enterrados en las sabanas de la cama, solo a la expectativa, deseando que Heero siguiera en lo que estaba haciendo, y descendiera más.

Duo dio un verdadero brinco, cuando una respiración caliente y cercana acaricio su miembro.

-…Heero…- logró jadear, abriendo de par en par sus ojos, al momento que se levantaba quedando su cuerpo suspendido en sus codos.

Heero no seria capaz, no lo tomaría de esa forma, no podría ser, su cuerpo se desplomó de golpe y su espalda se arqueo al ser tomado completamente en la boca del joven japonés.

-…AHHHHHHH…-

Duo jadeaba, jadeaba sin control, sintiendo la lengua de Heero recorrer su miembro a través de todo su eje, acariciando su cabeza, lamiéndolo como si fuera un helado, intercambiando caricias suaves son sus labios, su lengua y una atrevida caricia con sus dientes, raspando cuidadosamente, pero arrancando gemidos sin control.

Dios…el placer era demasiado, pero necesitaba ver, a duras penas se levanto, solo para ser premiado con una hermosa visión, Heero de rodillas, con su pelo salvaje a la altura de su ingle, con sus manos acariciando sus muslos internos.

Duo sabia que no podría durar mucho más, Dios, el no quería acabar solo, quería acabar con Heero, en conjunto, en unión.

-…Heero, ….no así, …juntos…- logró articular, mientras separaba la cabeza de su amante de sus cuerpo.

Los ojos de Heero lo miraron asustados, preocupados, …quizás no debió acariciarlo de esa forma, …quizás solo lo asustó, …Dios no debió llevarlo tan lejos…

-…RO….RO…calma…-, susurró Duo, viendo todas las dudas y angustias recorrer los ojos de Heero, era increíble, como nunca antes se dio cuenta de lo comunicativo que podían ser sus ojos si uno lograba verlos en la forma correcta…?

-…quiero acabar contigo…quiero que sea perfecto…juntos tu y yo…- dijo besando con fuerza a su amante.

Heero sonrío de esa forma que convertía cada miembro de Duo en gelatina.

-…estas seguro, de verdad quieres que te tome…?- preguntó serio

-…es lo único que deseado desde que te vi hoy …-

-…no tengo experiencia en esto, no quiero lastimarte…-

-…si sigues tratando de esta forma te aseguro que no lo harás…- dijo Duo dándole un beso húmedo.

Heero con fuerza lo dio vuelta y lo puso boca abajo, cubriéndolo con su cuerpo.

En la pieza solo se escuchaba los gemidos de ambos, Heero se restregaba contra Duo sacándole gemidos de placer, embromando su entrada con su miembro, haciéndole curvar su trasero para mas roce.

Duo sintió como el cuerpo de Heero se comenzó a alejar de su cuerpo, y una manos separaban gentilmente sus nalgas.

Duo enterró su cabeza en la almohada, arqueando sus caderas, entregándose para lo que venia, pero nada lo preparo para lo que sintió.

Duo grito…..

Grito sin control…

Corcoveando de pasión mientras una lengua húmeda y traviesa acariciaba su entrada, mientras unos dientes mordían sus bordes gentilmente.

Nada lo preparó para eso, giró su cuello solo para ver la cabeza de Heero enterrada entre sus nalgas, dándole masajes como nunca nadie lo había hecho.

Tan perdido en sus emociones y sensaciones estaba que nunca supo en que momento Heero lo preparo, solo sintió cuando extrajo tres dedos de su interior.

Suavemente, con ternura lo giro, lo miró directamente a los ojos, pidiendo su aprobación, Dios, lo amó tanto por eso, …sabia que había tomado elección correcta,…Heero jamas lo lastimaría, …jamas dejaría de amarlo y le dio su respuesta con las mas amplia de las sonrisa.

-…Tómame, te quiero dentro de mi…- su voz sonó ronca.

Heero se sentó en la cama, con sus piernas abiertas mientras tomó a Duo, lo levantó, permitiendo que el joven americano quedara de rodillas en la cama.

Su entrada estaba lubricada, el miembro de Heero también y empezó a bajar, cuando fue detenido por las manos de Heero en sus caderas.

-…mas lento, date tiempo para que te acostumbres…- susurró

Era tanta su necesidad que hubiera enterrado de golpe a su amante en su cuerpo, pero la verdad que era mas fácil decirlo que hacerlo, la entrada de Heero en su cuerpo era difícil, pero los movimientos circulares de Heero ayudaban, Duo silbaba, cuando sintió las manos de Heero detenerlo.

-…te estoy lastimando, no sigamos…-

-…si te sales te mató…- murmuró jadeante mientras sintió como sus músculos cedían y le daban la entrada total a su amante.

Solo escuchó ese gemido corto y agudo de Heero

Dios se sentía bien, …Duo era caliente…apretado, …lo volvía simplemente loco, …la necesidad de moverse era tan fuerte pero la sola preocupación de lastimar a su amante lo detenía, …él esperaría, …él no se movería hasta que Duo le indicara.

Pasaron algunos minutos…eternos…sintió cuando Duo acomodo sus piernas anclándola en su espalda, mientras un suave movimiento circular de sus caderas le incido a Heero a continuar, tomó las caderas de Duo y lo levantó hasta casi salir y lo trajo de vuelta a casa, enterándose profundamente en él.

La verdad ninguno de los dos supo cuanto tiempos estuvieron así, minutos, horas, toda una vida, lo único que eran conscientes era en sus propios cuerpos uniéndose, entregándose completamente, los gritos de Duo lo excitaba cada vez más, los gritos de pasión de Duo se combinaban con sus grititos inarticulados.

Duo lo cabalgaba desesperadamente, cada entrada golpeaba su punto dulce, haciendo estallar su mente en luces de colores, de golpe Duo se sintió atacado por ambos frentes, una de las manos de Heero mantenía el ritmo en sus caderas, mientras la otra acaricia su despertar, acelerando su culminación haciéndole perderse en los inicios de su clímax.

Heero miro a su amante

..Esa imagen jamas se borraría de su mente

.…La imagen más erótica y excitable que en su vida vería

….…Un Duo mojado, sudoroso, con su pelo moldeando su cuero, la agitación haciendo subir y bajar su pecho, sus ojos entrecerrados, sus dientes mordiendo su lengua, tratando en vano de aguantar sus gritos.

Heero solo sintió tensar el cuerpo de Duo, al momento que sus gritos confirmaban la llegada de Duo, mientras su semilla brotaba salpicando su pecho y abdomen, pero no tuvo mas consciencia que eso, ya que ese canal que lo había cobijado durante todo ese tiempo se vio arrasado por el orgasmo de su dueño, contrayéndose hasta volverlo loco, y con un último empuje, se perdió en las marejadas de sus propio orgasmo, cayendo sobre las sabanas en un enredos de piernas y brazos.

Pasaron algunos minutos hasta que sus respiraciones se aquietaron, sus corazones se calmaron, y Heero sintió un beso suave en sus labios.

-…Wuau…-

Heero sonrío abiertamente, el comentario de su compañero valía por mil palabras, lentamente se comenzó a separar de todo ese enredo.

-…A donde crees que vas…- sonó la voz posesiva de Duo, con un leve tono de molestia

Heero no pudo evitar reír, su risa saturo el lugar y beso furiosamente a su amante

-…Te amo Duo, lo sabes…Cierto…?…-

-…Hn…aunque simple es bueno que te lo digan…-

-…voy a buscar algo para limpiarte…-

Duo siguió la figura de Heero caminar desnuda hacia el baño, era increíble, la figura de Heero lo encendía como nadie.

Tendría que recordar dar las gracias a Quatre, era obvio que todo esto se debía a él, sabanas negras de satín, velas, lubricante de todas las variedades posible, sonrío, valía la pena tener amigos así.

Heero volvió en unos minutos y tomó a Duo en sus brazos.

-…Oye bájame, que no soy un lisiado…- pataleo haciendo que Heero lo pusiera en el suelo, al momento que de su garganta salía un gemido agudo.

-…Baka…- dijo el joven japonés al momento que tomaba en brazos otra vez a su muchacho y lo depositaba suavemente en una tina, caliente y aromática.

-…eso te ayudara, relajara tus músculos, y mañana sentirás menos molestias…- dijo mientras lo lavó cuidadosamente.

Duo se quedó en silencio, devastando como un gatito recién nacido.

Lo dejó en la cama y se fue a lavar, incluso había cambiado las sabanas mientras él estuvo en el baño, y no pudo evitar sollozar, llorando calladamente.

Heero se asustó cuando entro a la pieza y lo escucho sollozar, se acerco al borde la cama y acaricio la cabeza de su amor.

-…Duo estas arrepentido…?- con su voz quebrándose de angustia.

-…soy un animal…- sollozó

-…Hn…-

-…no merezco tu amor…- sollozaba desconsoladamente

-…Duo dime que pasa…-

-…Te lastime…- salía sus palabras a borbotones -…ni siquiera te preparé, no me preocupe de ti, ni durante ni después…solo soy un maldito violador…- dijo enterrando su cabeza en la cama y llorando amargamente.

Heero se quedó de una pieza, …en que momento Duo había llegado a esa conclusión tan absurda…?, que le hizo pensar que no merecía que fueran gentil con él.

-…eso no es verdad…-

-…si lo es…- gritó llorando

Heero empezó a rabiar, esta había sido la mejor noche de su vida y no permitiría que un torpe complejo de culpa destruyera lo que estaban recién iniciando.

Se arrodillo y se sentó sobre sus talones en el suelo.

-…Duo mírame..-

Solo sollozos era sus respuesta

-…Duo escúchame…-

Llanto

-…Por la mierda Duo me vas a escuchar…?- dijo tratando de no sonar muy brusco, pero sabia que ahora la única forma de calmar a Duo era hablando con la verdad, su verdad.

Vio los ojos violetas fijos en su mirada, y un suave lloriqueo indicada que Duo trataba de controlar su llanto.

-…no me lastimaste, …te lo juro…fuiste áspero, …eso es cierto, …pero esa noche me sentí querido y amado como nunca

Vio levantar la cara de Duo lentamente.

-…Duo…- respiró profundo, a punto de revelar una de sus más oscuros recuerdos -…el único sexo que conocía hasta encontrarte era de rodillas, con mi cabeza enterrada en el suelo y mis pantalones en mis tobillos…-

Duo abrió sus ojos llenos de terror, no podía ser…

Se bajo de la cama y tomó a Heero en sus brazos…

-…no…Dios no, eras solo un niño…-

-…fui el soldado perfecto…lo olvidas?…- y su voz sonó tan amarga y triste.

-…debía soportar cualquier clase de tortura nada debía quebrarme…-

-…maldición…- dijo abrazándolo más fuerte -…eras un niño, que clase de animal fuerza a un niño para enseñarle a soportar el dolor…-

Duo se levantó, haciendo caso omiso a un dolor tenue en sus caderas, y estiro su mano ofreciéndola a Heero.

-…Ahora estamos juntos…nada nos lastimara…lo prometo…- suspiró fuertemente mientras se acostaban y arropaba sus cuerpos con las sabanas.

-…y que ese bastardo agradezca que esta muerto…sino buscaría la forma de matarlo una y otra vez…-

-…Duerme amor, .debemos aprender a olvidar Duo, …merecemos algo mejor que una vida llena de odio…- susurro dando un beso profundo y largo.

La mañana los encontró abrazados, sonrientes, con la promesa de una nueva vida…..

….y un gran aseo a realizar

Fin

Gracias por todos los Reviews recibidos, espero que les agrade esta conclusión, la verdad que el Lemon no me terminó de convencer, solo he escrito un NC-17 antes, y nunca como esto, así que puede sonar un poco falso, pero ahí esta.

La verdad no supe si dejar inconclusa la historia de Quatre y Trowa…que piensan…debo darles un final feliz a ellos…..?

Hasta la próxima