Shaman King.
*1 es 1 ÷ 2 = La mitad*
[~~~~~~~]
Notas1:
¡Hola! Bueno, bienvenidos sean a mi nuevo fic en progreso [Sí, otro; porque yo no tengo vergüenza], esta vez continuación de *2 en 1*.
Al ser una continuación, lo más recomendable [O tal vez, lo que deben hacer para poder entender mejor este], es haber leído antes *2 en 1*. Pero, como sé que es fastidioso, y además, con tanto tiempo que ha pasado, no muchos se acuerdan de la trama, aquí va un pequeño resumen de lo que aconteció:
*- Hao fue vencido por Yoh. Al tener una sola alma, la mente de Hao, pasó al cuerpo de Yoh, por lo tanto eran dos personas en un cuerpo. [Y quedó resuelto el título].
*- Hao podía dominar a veces el cuerpo de Yoh, sin embargo, ninguno de los dos le dice que Hao está ahí.
*- Horo Horo y Ren se besan, pero, (por acuerdo mutuo) deciden olvidarlo, a pesar de que se quieren (Sólo que el otro no lo sabe).
*- Pilika y Chocolove bailan, haciendo que piensen si es que se gustan.
*- Hao besa a Anna, e Yoh se venga diciéndole a Lyserg que Hao lo quería, dejando al inglés muy confundido.
*- Manta se entera de que Hao está en Yoh, y trata de ayudar.
*- Gracias a Ren y a Ryu, todos descubren que "Hao está entre ellos".
*- Hao al tercer día, empieza a desaparecer, y entre Fausto y los otros, construyen un clon de Yoh, que es en donde poner la mente, y mitad del alma de Hao, para que tenga cuerpo propio. Lo malo, es que perdió su cabellera, ya que es ahora idéntico a Yoh.
*- Anna está molesta con Yoh, porque piensa que no confió en ella al no decirle lo de Hao.
*- Manta quiere a Tamao, pero, es muy tímido para decirle.
*- Los 12 personajes viven en la casa Asakura [Porque Manta no vive ahí, pero, se la pasa adentro], haciendo que se forme, cierto aire de tensión.
-La autora se da cuenta de que su largo fic de 10 capítulos fue reducido a 11 viñetas- o.ôUUU .... Eh, aún así,... Recomiendo leerlo primero.
Bueno: He aquí. Ojalá les guste.
[~~~~~~~]
Capítulo 1: Al día siguiente.
Abrió los ojos con lentitud, y sintiendo en sus párpados pesados el sueño que aún le quedaba. Había sido despertado casi abruptamente de su sueño, cuando sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal.
Dejó escapar un gruñido.
-Esperaba que no se diera cuenta de que me podía llamar si él quería.- Volvió a gruñir- Al menos que no se enterara hasta un año, o dos... O nunca.
Unos tímidos golpes a la puerta de su habitación, hicieron que parara de divagar.
-Adelante.- Dijo mientras que se movía un poco en su futon.
-Buenos días, Joven Hao.- Lo saludó Tamao a penas abrió la puerta.- El joven Yoh me ha mandado a despertarlo, ya que la señorita Anna quiere que se guarde toda la comida del desayuno... Eh... Ya.
Hao observó suspicazmente a la pelirrosada, haciendo que esta se sonrojara un tanto.
¿Qué hora sería?
-Increíble. Llevo sólo un día aquí, y ya se me pegaron los malos hábitos de Yoh... Esto de ser holgazán no me era muy común.- Tamamura sonrió.- Ya bajo.
-Trataré de que la señorita Anna no se lleve nada.- Dicho esto, la chica cerró la puerta retirándose del cuarto.
Ya más despierto se levantó de donde dormía de un salto, y se estiró. Sin poder evitarlo, observó su reflejo en el espejo.
-Mi precioso cabello.- Dejó escapar con lástima por quiensabecuanta vez en 2 días. Esto de tenerlo tan corto como su gemelo no le agradaba mucho.
-Aunque, la pérdida fue mucha, estoy igual de guapo.
Dicho esto, encaminó hacia la puerta: Tenía hambre.
[~~~~~~~]
Él se encontraba en esos momento observando fijamente la ventana que debía pertenecer al cuarto de su gemelos, desde el jardín. Dejó escapar una corta risa.
A penas ayer se habían despertado estando en dos cuerpos distintos de nuevo. Había sido reconfortante ver a todos más tranquilos, y al propio Hao contento [Y algo molesto: nunca dejó de reclamarle sobre su cabellera]; pero ahora se daba cuenta de que lo extrañaba un poco.
Aunque, aquello no era un real problema. El menor Asakura estaba más que seguro de que Hao seguiría unido a él, y que también lo haría alguna vez con el grupo completo.
Además, hace pocos minutos, había tenido la tentación de despertarlo de golpe, haciéndolo rabiar un tanto... Y fue en ese momento que su mente se desplazó a otra parte.
En vez de estar sentado a la luz del Sol de su jardín, se había visto a sí mismo en un lugar oscuro, con muchos ojos en cima suyo, pero sintió temor en cada uno de ellos. Luego de unos segundos se dio cuenta de que estaba en el sueño de Hao. De alguna forma, había entrado a la mente de su gemelo.
Y apenas lo supo, volvió a su jardín, sabiendo que ya él estaba despierto, y que venía bajando. [O por lo menos esperaba que Tamao hubiese cumplido lo que le encargó].
-¡¡Yoh!!- Alguien lo llamaba gritando. Volteó la cabeza, dejando escapar de nuevo una risita- ¡¡¡¿¿Tu prometida está loca??!!! ¡Me ha votado del comedor, sólo porque dije que no era necesario guardar la comida, sino que yo me la comería!
Yoh se llevó una mano hasta la nuca.
-Bueno, Horo Horo, tú conoces como es ella cuando está de mal humor.
-¿Qué la tendrá así?- Dejó escapar el Ainu con casi desesperación.- ¡No llegué a mi tercer plato! ¿Puedes creerlo?
Yoh lo observó divertido:
-¡Vaya, Horo Horo! Habrás de estar con hambre.
-¡¿Qué sino no?!
El joven de cabello azul sintió como su estómago protestaba hasta con más fuerza que su propia voz, lo que hizo que sus mejillas se tiñeran un poco de rojo.
-Eh... Iré a ver si puedo salvar algo de comida.- Antes de dar media vuelta, le preguntó a Yoh- ¿Tú ya comiste?
-¡Así es!- El joven Asakura lució una gran sonrisa.
-... Te tocó preparar el desayuno, ¿no es cierto?
La sonrisa se le rebajó un poco, mientras que su risita característica volvía a sonar.
-Así es.- Repitió.
-Con razón.
Justo cuando Horo Horo se fue, el semblante de Yoh pasó a ser uno serio.
El Ainu le había dado en su cuerda flexible: Anna.
Ella estaba molesta, porque creía que Yoh había traicionado su confianza. ¡Pero, él nunca lo vio de aquella forma! De hecho, lo último que quería era preocuparla, o ponerla en un aprieto, ya que Hao no se quedaba exactamente quieto con nada.
-¡Ay, mi Annita!- Suspiró al viento.
[~~~~~~~]
Horo Horo llegó a la puerta del comedor, y se escondió a un lado del marco de esta. Tal vez Anna seguía allí. Tal vez lo iba a dejar inconsciente. Tal vez lo destrozaría. ¡¡Tal vez él sería la próxima cena!!
No, definitivamente no iba a entrar ahí de buenas a primeras.
Asomó un poco los ojos, para tener una visión del que podría ser su próximo campo de batalla. Suspiró al darse cuenta de que ninguna melena rubia se hallaba presente, pero el corazón se le encogió al notar dos pares de ojos dorados comiendo. Volvió a esconderse rápidamente.
Suspiró con tristeza mientras cerraba los ojos.
¿Por qué no podía simplemente cumplir la promesa que hicieron? ¿Por qué no se podía conformar con el "nada pasó" que Ren le había dado? ¿Por qué tenía que ser todo tan difícil?
-Y no me gusta la depresión.- Soltó al aire.
-¡¡A mi tampoco, güerito!!- Le respondió una voz muy animada- ¡¡Para eso es la risa!!
Horo Horo abrió los ojos rápidamente, para ver a Chocolove a su lado, al parecer, había terminado de comer, y se retiraba. Lo que no le gustó, fue ver a Ren detrás del moreno, observándolo con ojos desafiantes.
"¡Rayos! ¿Él me habrá oído?" Pensó.
-¡Si quieres te cuento unos chistes muy buenos, que me contó el Doctor Gueguerebaba!
-Yo me voy.- Y dicho esto, el joven Tao siguió su camino por el iluminado pasillo.
-¡Uy, siempre de mal genio! Bueno, como te decía...- Siguió Chocovole.
-¡Ay, ahora no, bembón!- Y rápidamente entró al comedor.- No vaya a ser que vuelva Anna... U otra persona.
-Buenos días, Horo Horo.- Le dijo una voz muy amable desde la mesa.
-¡¡Buenos días, Lyserg!!- Le respondió poniendo una gran sonrisa.- Espero que aún no se haya agotado la comida.
El inglés sonrió.
-No. Para nada. Siéntate y come lo que gustes.
-¡No tienes que decirlo!- Y dicho esto se sentó en la mesa, al tiempo que tomaba un palto, y empezaba a servirse mucha comida.
-¿Y cómo...?- Empezó el shaman del norte con la boca llena. Pero el sonido de la puerta abriéndose nuevamente lo distrajo.
El mayor de los gemelos Asakura había entrado al comedor.
-Buenos días.- Dijo antes de sentarse, al lado de Lyserg, en la mesa para comer.
El ojiverde frunció el entrecejo casi inmediatamente, y sin tratar si quiera de ocultarlo. De repente, decidió que ya había comido bastante, y había quedado lo suficientemente satisfecho como para retirarse.
-Sí, buenos días.- Se levantó- Permiso.- Y sin dejar a alguien si quiera reclamar, salió de la habitación.
Hao sonrió de lado, tal vez, por pura costumbre. Horo Horo, sin embargo, se le quedó mirando a Hao con algo de desconfianza, y aún con la boca llena.
-Tú tienes suerte en estas cosas.- Le dijo Hao sonriendo a Horo Horo, haciendo que el semblante de este, su volviera sorprendido- Te envidio.
-¿Qué quieres decir?- Pudo preguntar luego de tratar.
[~~~~~~~]
-¡Oh!- Resonó en algún lugar de la casa- Tengo ganas de viajar para ver a alguien especial.- Dudó un momento- Pero, primero comeré: Tengo hambre.
[~~~~~~~]
Fin del capítulo 1.
Notas:
He aquí el primer capítulo. No tengo ni idea de cuantos serán, y en realidad no lo tengo concretamente planeado, es más, hace unas pocas semanas resolví cada uno de los rollos armados [O que se armarán]. Por eso, perdónenme... Aún así espero que les guste.
Ya sé que quedó malo, y que no es lo que en realidad esperaban, pero: lo siento. Así salió. Bueno, ojalá les haya gustado.
Sólo quiero decir algo: ¡¡Mi bebé se hizo 'rande'!! ;___; Adoré *2 en 1* ... ¡Y escribir esto se me hace tan bien!
Mi e-mail -- zelshamada@hotmail.com
¡Gracias por leer!
¡No se pierdan!
Zelshamada.
