Shaman King
1 es 1 ÷ 2 = La mitad
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Notas: nn La mandada a volar que da Anna es éste capítulo, está dedicada a The Dark que la pidió! xDD Espero que les guste el capítulo!
n.n ¡¡GRACIAS A TODOS LOS QUE DEJARON R/R!! ¡En serio!
Ale: Primero que nada: gracias por leer y por decir cosas tan lindas del fic!!! nn ¡En serio! Es grato saber que mi fic gusta. Síp, el HoroRen es una gran pareja, y una de las más queridas! xD No alucinas, yo me encargaré de que tengan un final feliz, por ahora al menos. Luego, sufrirán… ¡Wuhajaja! Ehrm… nn ¡Gracias por leer! Ojala te siga gustando.
The Dark: Wuhajaja! Gracias por seguir leyendo!!! Vaya que me corté cuando leí lo de que te sorprendía… ¡Gracias por decir tan lindas cosas! n-n =P Gracias por entender lo del HaoLyserg, y también por lo de los títulos originales! Jeje, a mi no me parecen, pero espero que te sigan gustando. Ñaka-ñaka, bueno, aquí Anna manda a volar a alguien, y te dedico la volada!! Jeje… n.n Ya que la querías ver. Espero que te siga gustando, y sigas leyendo esto!!
Lucy: ¡Cada vez que leo que eres mi fan me sonrojo hasta la punta del cabello! ¡Gracias por seguir aquí! Jeje, síe, muchas gracias por leer, y seguir éste fic. Lo sé, debo poner más juntos a Horo y a Ren, pero, pronto estarán muy unidos… ¡Déjalo en mis manos, no más! Wuhajaja! A muchos les gusta la pareja, y espero no decepcionarte. Ojala sigas leyendo!! Y gracias.
LADY TAO: Eeeh!! Sigo teniendo 5 estrellitas!!! Jejeje… ¡¡GRACIAS!! No sólo por leer, y decir tan buenas cosas sobre el fic, sino también por haberte molestado dejando un R/R. A mí también me encanta el Yaoi, y si es HoroRen ¡bienvenido sea! Jejeje. Espero que te siga gustando, y sigas leyendo, ¡ens erio! Me dan mucho ánimo tus R/Rs.. ¡Y a Petra también! xDD. ¡Gracias!
Marineneko: ¡¡Gracias por leer esto, chica!! No, en serio!! Muchísimas gracias; para mí es un honor que me dejes un R/R, aunque sea un capítulo sí y otro no! n.n Pues sí, los traumas de Lyserg complican el asunto, pero lo hace más divertido. [=PP Mí punto de vista]. Y lo de Ren,… síe, els iempre es desconfiado, y con Hao aún más! Que bueno que te gustó lo de Hawai, estaba nerviosa con eso, pensé que era una gran bobería [xDD Aún lo hago, y que no iba a gustar el detalle]. Gracias por tu tiempo, tu R/R, y tu presencia leyendo mi fic. Te lo agradezco muchísimo, ojala pueda seguir tus expectativas.
katya-chan: ¡¡¡Gracias por leer!!!! Seriooo! Muchas gracias (Etto, si no salen las cositas delante de tu nick, es porque ff.net no las muestra ahora, no sé porqué! oóU) Que honor que me dejaras un R/R si tenías tiempo sin hacerlo. Y además, el comentario positivo de mi fic.. ¡Oh! Espero no defraudarte!! Me esforzaré!! n.n Con lo del HaoLyserg, ¡que bueno que te gusta! Es un tanto rara por las condiciones dadas, ¡pero vaya que gusta! xD. Espero que mi fic siga gustándote, y lo sigas leyendo. Muchas gracias.
Takami Megunata: ¡¡GRACIAS POR LEER!! En serio, gracias por no perder la sintonía, tus R/Rs siempre me animan, y me hacen seguir, (Petra te tiene cariño u.uU). ¡Eeh! Que bueno que te gusta eso de los pensamientos… Cierto que algunos aburren… ¡Ay que vergüenza tengo! Gracias por decir que le mío no aburría, y lo de mi sentido del humor, también gracias [xD Mi prima leyó eso, y se echó a reír afirmándolo oóU]. ¡¡Gracias por seguir aquí!! Bueno, con las fotos RenHoro sí te puedo complacer, n.n agrégame a tu MSN, y nada más dime que eres tú, y te paso todas las que gustes!! De nuevo, gracias por leer, y espero que te siga gustando. n.n ¡Serio!
Javiera Hiwatari: ¡Gracias por seguir aquí leyendo, sis de mi alma! n.n ¡Wuneo! Aquí otro capítulo que en serio espero que te guste, y siga complaciéndote. Lo de los sueños, bueno, ya se resolverá, y ya verás quién lo odia, ¡ni te lo puedes imaginar! [jeje], todo tendrá una explicación!! Con el YohAnna [xDD ¿Puedes creer que eres de las pocas que pregunta?], ¡claro que se resolverá! Y no te preocupes, que Yoh ya no dará más pena, pronto, dará ganas de comérselo a besos [xDD O eso espero]. ¡¡Gracias por seguir leyendo!! ;--; Ojala y no abandones el fic, que te quiere.
AGUILA FANEL: ¡Ay, gracias por seguir leyendo! n.n Que bueno que te gusta el fic, y se te haga interesante, de veras. Y también, por tomarte un tiempo para dejarme un R/R. nn Espero que te siga gustando, y lo sigas leyendo. No dejaré de actualizar, así tarde meses! =P Le tengo cariño a la historia. Grax, por leer!!!
lily-chan: ¡¡Amiga mía!! n.n Gracias por leer!!!! En serio, jeje.. ¡se me hace un gran honor tenerte como lectora de mis fics! Síe, ya Hao y horo se pusieron en acción, con su plan. Y síp, grax por la paciencia con el HaoLyserg, como ya te dije ;; está complicado, pero ojala y guste mi modo de acercarlos. Yeah, Lyserg, para mí, es muy observador, e inteligente, no se le escapan muchas cosas, sólo que está traumado y tiene baja autoestima,… a ver como Hao cambia eso! xD. Pues no, Manta no vive con ellos, pero sí se la pasa en la casa Asakura, es que me cae muy bien el enano. Con lo de Chocolove y Anna, espero que me perdones, trato de ponerlos, pero son muchos personajes, y yo soy inexperta… Ahora sí trataré de no ignorar a ninguno. Y ya veras con las parejas n.n. Espero que te siga gustando, y sigas leyendo. ¡Muchas gracias!
Rei: ¡Gracias por haber leído!! ¡Wow! Y por las cosas que dijiste.. ¡Que bien que te gustara! Y espero de todo corazón que lo siga haciendo. Síe, el HaoLyserg es complicado, creo que por eso me gusta mucho, uno no puede decir "Siempre se quisieron, y vivieron felices por siempre". También, grax por lo del RenHoro, jeje. ¡Gracias por seguir leyendo! Espero que te siga gustando, y que ésta capítulo no sea la excepción.
Bueno, ¡¡GRACIAS A TODOS LOS QUE LEYERON!! Y también, muchísimas más a los que se tomaron un poquito de tiempo, y me dejaron un R/R.
Espero que les guste.
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Capítulo 5: ¡Nos vamos-vamos!
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Pilika caminaba por los pasillos de la residencia Asakura, luciendo una media sonrisa, en su cara llena de cenizas. ¡Wuhajaja! Ésta vez, la comida le había quedado muy bien.
¿Por qué todos se comportaban como si estuvieran reacios a comer? ¿Qué les pasaba? ¡Hasta Hao la miró con desconfianza cuando le informó que el desayuno estaba listo!
¡Jojo! Pero es que él no había probado sus exquisiteces. Pero ya vería; ¡¡Esos huevos revueltos con salsa picante, algo de almendra, y miel le habían quedado di-vi-nos!!
Torció un poco su linda sonrisa, a pesar de que su semblante seguía mostrando felicidad. ¿A quién engañaba? Pilika odiaba cocinar. Esas tareas del hogar no estaban hechas para ella; la Ainu prefería no ensuciar o desordenar la casa, a ayudar en su limpieza.
Jejeje… Aunque gracias a Anna, no debía preocuparse por limpiar. Aunque cocinar era otra cosa, ¡al menos podía poner su imaginación al máximo!
Hace tiempo que no se sentía orgullosa por alguna creación suya. De hecho, ahora que lo pensaba bien, tenía tiempo sin sonreír a todo lo que le daban los labios.
-Jum… Ya volví a pensar en eso.- Le dijo al aire, frunciendo el entre cejo.
No podía decir que tenía un dilema existencial [Como el pobre Lyserg. Casi no lo conocía, y ya reconocía que el semblante de amargado con el que se la pasaba, no era normal.], pero a nadie le gusta estar confundido. A ella le gustaba estar clara en lo que sentía, para poder estar en calma.
Pero cierto moreno no hacía más que reír y danzar en su cabeza molestamente.
Se sonrojó. Bueno, ya era un hecho que no sabía qué sentía por Chocolove. Le gustaba mucho estar con él, pero bien podía pasársela bien sin el bembón a su alrededor. Además, se consideraba muy joven para novios, y ése tipo de cosas.
…. Y aún así el pensamiento no la dejaba en paz.
¡Que confusión! ¡Ni ella misma se entendía! Mejor pensar en otra cosa. En su hermano, por ejemplo.
En ése momento los ojitos de Pilika no supieron qué emoción mostrar. Por un lado, sabía que Horo Horo no estaba bien… Por otro, parecía muy normal.
Era raro ver al enérgico peliazul deprimido en su futon; si bien no mostraba tanto su tristeza al exterior, Pilika la palpaba casi inconscientemente.
No en vano eran hermanos…
Ella le había preguntado en varias oportunidades qué le acontecía, y él siempre respondía con lo mismo: "Sólo tengo sueño, Pilika". Por lo que, tuvo que investigar por sus propios medios, y llegó a una conclusión: Nadie sabía, pero todo el mundo se había percatado.
Algo contradictorio, ¿verdad?
Aunque… Su hermano desde ayer parecía muy apegado a Hao, ¿tendría que ver con la llegada del shaman del fuego? ¿Será que a Horo Horo le gustaba ése tipo?
Sin previo aviso, una brillante luz blanca, la hizo salir de sus pensamientos, para percatarse que había quedado un poco ciega.
-¿Qué demonios haces, Manta?- Le preguntó mientras que se tallaba los ojos con sus manos.
El cabezón rió un poco.
-Yo sólo cumplo con la misión de Hao.
Pilika frunció el entrecejo de nuevo al escuchar el nombre. La idea le había iluminado el cerebro, y despertado asombrosamente su curiosidad: ¿Sería por él que su hermano suspiraba tanto por las noches?
-Bueh…- Empezó la chica, bajando la cabeza para ver directamente al mejor amigo del buen Yoh.- Venía a decirte que el desayuno está listo.
Gracias a que lo veía muy bien, pudo darse cuenta de cómo el semblante de Oyamada cambiaba de uno alegre, a uno casi desesperado.
-Eh… ¿Tú cocinaste, Pilika?
Ahora podía sentir como una venita se la hacía en la frente, y subía el brazo.
-¡¡¡Sí!!! ¡¿Algún problema con ello?!
Pero Manta tomó otra fotografía. ¡¡Que desesperante!
Tamao apareció detrás de Pilika en el instante correcto (tal vez, salvando al cabezón de un buen golpe, conociendo el carácter de la Ainu).
-Ya todos están en la mesa, señorita Pilika.- Luego de estas mágicas palabras, la chica del Norte salió corriendo al comedor: ¡Oh, ya quería introducir el desayuno!
A la pelirosa tan sólo le salió una gota de sudor, al ver la estela de polvo que había levantado su amiga. Vaya que estaba emocionada.
-¿Qué crees que haya preparado Pilika ésta vez?- Preguntó Manta lentamente.
-Cuando pasé por la cocina, no reconocía la mezcla amarillo oscuro…- Fue la no muy tranquilizadora respuesta.
El más bajo suspiró, apretando la cámara entre sus manos. Se sonrojó cuando pensó que no tenía ninguna foto de Tamao.
-¿Oye, Tamao?
-Dígame, joven Manta.- Tamamura sonrió tímidamente.
-Podría… - Más sonrojo.- ¿Tomarte una foto? ¡Es para el álbum que luego llenaremos…!
-Oh…- Ahora ella era la sonrojada.- Eh… Claro.- Se puso al frente de Manta, y con sus manos juntas al frente, y sonriendo muy apenada, posó- ¿Así está bien?
-Cla-claro…- El nerviosismo de Oyamada estaba muy presente; Tamao se le hacía una chica muuuuuy linda, se apresuró a tomarle la foto.
Pero, un segundo antes de que el flash saliera, los espíritus de ella, Konchi y Ponchi, salieron de la nada asustándola, haciendo que la foto quedara un poco chistosa.
-Lo lamento, joven Manta.
-Dime sólo Manta.- Le sonrió.- Y no te preocupes, que quedó muy bien.
Y aunque a ella le pareciera increíble, se sonrojó aún más.
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Cuando Pilika llegó corriendo al comedor, dirigiéndose a la cocina, no se percató de que su hermano y Hao estaban muy juntos en la mesa, hablando en voz baja y apresurada. En palabras más simples: secreteando.
Pero Ren era otra cosa; se había percatado, no sólo de que a penas había entrado Hao al comedor, Horo Horo lo miró muy intensamente, sino también, que definitivamente Hao ya le había contado su conversación de la madrugada. Lo sabía porque el shaman del hielo estaba sonrojado, y tenía un semblante de sorpresa.
"Hao actúa como un chivo expiatorio" Concluyó el de China.
Sonrió de medio lado. Al menos eso era una buena señal, significaba que le importaba (aún) a Horo Horo, y no lo había mandado a volar de su mente; pero aún así… El shaman del Norte y el gemelo de Yoh, estaban demasiado juntos a su parecer. Ahora frunció el entrecejo: quería saber de qué demonios hablaban.
Disimuladamente se acercó un poco más, y en realidad, fue poco lo que captó de la plática que los shamanes de hielo y fuego sostenían.
-¿Estás seguro de que Ryu le dijo eso a Yoh?- Preguntó Horo Horo con extrañeza.
-¡Que sí! No te miento a ti.
-Lo sé, lo sé.- Suspiró.- Me dan ganas de hacer lo mismo.
-Tú dijiste que querías, cuando estaba yo en el cuerpo de Yoh.
-Eso también lo sé; pero ahora estás tú, y estoy un poco confundido.
-Por mí no te preocupes, sabes que yo me haré cargo de mi parte.- Dijo Hao.
-Bien, gracias. Pero yo no quiero faltar a mi parte.
-Creo que ya lo confundiste un poco más, va por buen camino…
-¿Quién te entiende Hao?- Horo Horo rió un poco.- Aconséjame, ¿qué hago?
-¡Jaja! Pidiéndole consejos al gran Hao.- Exclamó bajamente.
-Pues, si te vas a poner así de nuevo…
-¡Ya, ya! Yo te digo que hagas lo que quieras.
-¿Qué? ¡Eso no me ayuda!
-¿Y qué quieres que te diga?
-Si lo hago o no.
-¿Y eso no es decisión tuya?- Para el oído de Ren, Hao se encontraba muy confundido.
-¡¡Pero decide tú por mí!!
-Si eso insistes…- Hao miró calló durante 3 segundos, y luego sonrió.- Hazlo.
-¿En serio?- Ahora el extrañado era el shaman del hielo- ¿Y qué hay de mi parte? ¡No te quiero dejar solo!
-¿Qué? ¿Me dejarás para siempre?
-Bueno, no…- El del Norte sonrió.- ¡¡Tienes razón!! ¡Lo haré! Tal vez, si me despejo la mente, te pueda ayudar mejor. Estoy consiente de que tú problema es más grave.
-¡Jah! Sí, bueno…- Hao suspiró.- Ya dejemos de hablar así, porque el chinito no se está perdiendo ni pista de la conversación.
Antes la declaración de Hao, Ren se sonrojó hasta las raíces del cabello, y rápidamente volteó la cara hacia otro lado, por si acaso Horo Horo lo veía para comprobar lo dicho por el mayor Asakura.
Si bien antes Ren estaba curioso de lo que hablaban ambos shamanes, ahora lo estaba muchísimo más. ¿Qué era eso que haría Horo Horo, y qué parte le tocaba cumplir? ¿Cómo que no quería dejar a Hao? ¿Desde cuando se tenían entre los dos tanta confianza?
Ahora sabía que la incomodidad de sentía en la boca del estomago, era la rara combinación de los celos, con la angustia. ¿Y si verdaderamente, lo que Hao ganaba ayudando a Horo Horo, era al propio shaman del hielo?
Agitó varias veces la cabeza: No, ni pensarlo. Y sin embargo, la sensación seguía ahí.
-¡¡Buenos días!!- La animada voz de Pilika sacó a todos de sus pensamientos, o conversaciones.- ¡¡He aquí su desayuno!!
La peliazul destapó una olla, de donde salió una pequeña nube de humor; bueno, tal vez, sí se le había pasado un poco cuando lo puso a cocinar, ¡pero qué más da!
Las caras de todos se arrugaron al sentir un extraño olor, que ni siquiera quisieron tratar de identificar.
La Ainu muy gustosamente, puso la olla en el centro de la mesa, con intención de que todos se sirvieran, y luego, con una gran sonrisa, se sentó en la mesa, lista para ver como sus amigos probaban sus exquisiteces.
Mientras que Lyserg se servía con una cara de desagrado, preguntó:
-¿No comerás tú, Pilika?
-¡Ah, no!- Le sonrió.- Cocinar me quita el hambre, no sé porqué.
¡Que alegre muchacha! No pudo evitar pensar Anna, mientras que el inglés le pasaba cuidadosamente el desayuno. Si ella no probaba su propia comida… ¡¡No sabía con qué demonios los estaba torturando!!
¡Arhg! No podía ni disfrutar de un buen desayuno, tenía unas inmensas ganas de ahorcar a la chef. Y para lo más cumbre, y sobretodo bueno para su paciencia: Manta tomó una foto.
Anna frunció más el entrecejo, ¿de dónde había sacado el enano tan molesta costumbre ahora? ¿Por qué Hao reía tanto? ¿Por qué Horo Horo se veía sin tanta energía? ¿Por qué Ren parecía rabioso? Y ¿por qué Chocolove y Pilika no se miraban, mientras que Tamao y Manta tenían un rosa permanente en sus mejillas? Ryu estaba muy ido, y al menos Fausto estaba normal: Tan amable y frío como siempre.
Entendía porque Lyserg también estaba de mal humor constante; pero lo que no entendía, y la ponía de peor humor a ella, era la razón por la cual su prometido estuviera tan calmado como siempre.
¡Anna prácticamente le había dicho de todas las maneras habidas y por haber que estaba muy enojada con él! ¿Y qué hacía el lindo Yoh? ¡¡Nada!!
Dejó escapar un gruñido, que a penas y Lyserg captó. ¡Quería que su prometido se moviera! ¡Que se viera más interesado! Que por una vez, frente a ella, no pusiera esa cara de despreocupado.
¡Ella lo quería, con un demonio, y tan sólo quería una demostración de que a Yoh le importaba!
Por la itako no era tonta, para nada. Claro que sabía que Yoh no le había dicho lo de Hao por querer protegerla, ¡pero ella podía sola! Además, siempre lo tendría a él para que la ayudase.
Le molestó la falta de confianza, que siempre debe haber en una relación de pareja. Ella le tenía mucha confianza, y no le guardaba secretos; por un momento se sintió desplazada, por no haberse enterado de que Hao estaba en Yoh.
Al menos tenía una satisfacción: sabía que Yoh la amaba tanto como ella a él, porque se lo había dicho. Bueno, se lo había dicho a su hermano, pero en voz alta, luego de que Hao la besara.
Se sonrojó sólo un poco.
Hao la había besado, pero luego ella había besado a Yoh, y él por ese simple acto, le hizo saber que cualquier duda que la rubia tuviera sobre su amor, sobraba totalmente.
"Baka, Yoh" Pensó Anna, casi sonriendo "Pero así es él…"
Y volvimos a llegar al punto de su enojo: así era él. De acuerdo, Anna no quería cambiarlo, y por nada del mundo lo haría, es sólo que, quería que se interesara por resolver el pequeño pleito que tenían.
Que se moviera un poco, no estaría de más.
Y simplemente eso la molestaba. Ya hablaría en calma con su prometido un día no muy lejano. Porque siempre le buscaba conversación en los peores momentos. [¡En el capítulo final de su novela, por los dioses!]
Y ahora sólo quería saciar su hambre en paz, ¿y qué había de comer? Una masa extraña, que parecía contener demasiada azúcar para el gusto de ella, y el de cualquiera.
-Si comen esto, no podrán comer más dulces o huevos en toda una semana,- Opinó Fausto, casi para sí mismo- posee mucho colesterol.
Antes de que el carácter de Pilika saliera a flote, Hao comentó:
-¡Vamos! No está tan mal.- Y para sorpresa de todos, llevó hasta su boca una cucharada del desayuno,… y otra, y otra más.
-¿Lo ven? ¡A Hao le gusta! ¿Por qué ustedes no comen?- Preguntó la hermana menor de Horo Horo molesta.
Antes de que Anna pudiera lanzarle algún comentario sarcástico, la interrupción de un "Mmmh, que rico." La hizo voltear su cabeza, hasta Horo Horo; y ahora se percataba de que todos, menos Hao, lo miraban.
Si estuviese comiendo la comida hecha por su hermana, tal vez todos hubieran volteado rápidamente sus cabezas, para probar suerte con el desayuno; pero parecía estar comiendo un pastelito muy esponjadito y apetitoso. Y lo estaba disfrutando mucho.
¡Eso fue el colmo para la paciencia de Anna! ¡¡No permitiría que nadie hiciera trampa!!
-¡¡O sufrimos todos, o ninguno!!- Le dijo la itako mientras que golpeaba a Horo Horo y lo mandaba a volar, volar.
Anna sonrió, al menos había encontrado una forma de descargar un poco de frustración. Y Hao seguía comiendo, como si el platillo fuese una de las maravillas del mundo.
Ante esto, Chocolove se atrevió a probarlo… Y gracias a los dioses que Pilika estaba entretenida buscando en dónde había caído su hermano, o habría visto su semblante reducirse hasta uno de asco.
"La chica es linda…" Pensó el moreno "Pero, mejor yo prepararé la comida de nuestros hijos" Inmediatamente se sonrojó, para después lanzar algún chiste malo, para que Manta le pasara el agua.
Yoh sonrió. ¡Que divertido era estar entre amigos, y los seres más queridos!
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Horo Horo, ya estaba totalmente decidido; hablaría con Ryu, Fausto e Yoh.
Bueno, posiblemente el viaje aéreo hasta la parte más alejada del jardín trasero, había reforzado sus ganas de acompañar a sus amigos. No obstante, había un pequeño detalle que no le gustaba dejar: Hao.
El mayor Asakura, caminaba a su lado por los pasillos de la casa de su gemelo, dispuesto a acompañarlo mientras hablaba con el shaman de la espada de madera.
Por alguna extraña razón, Hao le profesaba confianza, lo cual era irónico. Había luchado contra él a muerte, y ahora no quería abandonarlo, porque le era fiel a los tratos que hacía.
Giró un poco su cabeza, para detallarlo mejor. El cabello corto que traía lo hacía semejarse mucho a su hermano, y aún así, podía distinguirlos fácilmente, por la mirada, y la sonrisa. La mirada de Hao era astuta, y la sonrisa burlesca. Los ojos del menor eran calmados, y su sonrisa despreocupada.
"Hermanitos para raros…" Pensó.
-Ya te dije que no te preocupes- Le dijo Hao casi adivinando sus pensamientos-, tú no te irás para siempre, y yo sé que puedo confiar en ti, para que me ayudes con Lyserg.
Horo Horo sonrió.
-¿Por qué confías tanto en mí?- No pudo evitar preguntar el shaman del hielo, sintiéndose relajado; lo cual era extraño, él no acostumbra a confiar rápido en las personas. ¡Y confiar en Hao de buenas a primeras, era algo que concebía imposible! … Y ahí estaba.
-Por la misma razón que tú confías en mí.- Demonios, odiaba cuando el castaño le respondía de esa manera, porque no decía nada claro.
-¡Pero eso tampoco lo sé!- Y para la frustración de Horo Horo, Hao sonrió.
Sin aviso, Kororo apareció frente a ellos, sosteniendo su ramita, y sonriendo de buena gana.
-¡Kukuruku!- Decía con ánimo el espíritu - ¡Koko, Horo Horo! Kukuru, Hao, ¡Kurururku! ¡Kuru!- Y al decir esto, señalaba respectivamente a los jóvenes.
Antes de que siguiera hablando, Horo Horo tomó al espíritu entre sus brazos, para luego proceder a halarle sus lindos cachetes.
-¿De qué me hablas, Kororo?- Le dijo su humano acompañante- ¡Por primera vez en mi vida, no te entiendo!
-¡Jajaja!- Empezó a reír Hao, antes de quitarle a Kororo al Ainu, y ponerlo en su hombro.- No está diciendo nada malo.
-¿Lo entiendes?- Preguntó el Ainu extrañado.
-Sí, bueno, un poco.
Ante esto, Kororo le sonrió al castaño, y le casó la lengua de una forma muy graciosa al shaman del hielo.
-¡Kororito!- Lloró el hermano de Pilika. Y Hao volvió a reír.
Antes de que Horo Horo le pudiera preguntar a Hao, que había dicho su espíritu (Es que había hablado muy rápido, y con mucho ánimo… ¡No había entendido tantos Koro's!), Ryu llegó caminando por el pasillo del lado contrario, cantando su típica canción de la lluvia.
-Debes preguntarle al loco vestido de Elvis.- Le animó el shaman del fuego.
-¡Ya sé!… ¡Oye! No le digas así a Ryu.
-¡Deja de posponer las cosas, y hazlo!- Y empujó a Horo Horo hacia el frente.
-¡Horo Horo!- Le sonrió el acompañante de Tokagueroh- ¿Ya no te duele el golpe que te dio Doña Anna?- Le preguntó.
Al Ainu se le coloraron un poco las mejillas, para luego contestar de mala gana un "No". Y antes de que al mayor se le ocurriera burlarse de él, fue directo al grano.
-Ryu, quiero hablarte sobre lo que Fausto y tú piensan hacer.
Ryu frunció el entrecejo, tal vez, preguntándose cómo diablos Horo Horo estaba enterado la de la conversación.
-Ehh… Bueno, Horo Horo…
-Hola, hermanito.- Saludó Hao, a Yoh, quien recientemente estaba al lado de Ryu, sonriendo tan tranquilo como siempre.
-Hola Hao, Ryu, Horo Horo y Kororo.- Dejó escapar una risita.- ¿A qué se debe ésta reunión de pasillo?
Hao sonrió de medio lado, eh… bueno, tal vez sí debería moverse a otro lado para conversar más tranquilos, pensó.
"Y también, porque estamos al frente de la habitación de Annita, y no creo que le guste tanto ruido"
Ahora el mayor Asakura dejó escapar un gruñido. ¿Por qué Yoh no podía simplemente hablarlo? ¿Por qué tenía que decirle eso a través de la mente? ¡¿Qué no tenía nada que hacer además de sacarlo de quicio?!
-Vayamos a otro lado, ¿no les parece?- Sonrió el menor Asakura, mientras que empezaba la marcha hasta la sala, para hablar más tranquilos.
"A buena hora vienes a decirlo, Yoh" Le reprochó Hao mentalmente.
¡Oh! Como le gustaba exasperar a su hermano mayor. Ya sabía que Hao aún no se acostumbraba a que él interrumpiera sus pensamientos, y cada vez que podía, no perdía una oportunidad para pasarle algún dato mental.
"¿De qué hablan Horo Horo y Ryu?" Cuestionó mentalmente Yoh, procurando que Hao lo escuchase.
"El Ainu se quiere ir con el del copete" Le respondió simplemente su gemelo.
"¡Oh! ¿Y eso?"
"Le ayudará a despejar la mente"
"Jijijiji. Ya veo."
"¿Ya dejas de hablarme por aquí?"
"No." Fue la simple respuesta de Yoh, antes de escuchar un gruñido de su hermano mayor.
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Ya era la hora del almuerzo, lo cual era un alivio para todos aquellos que no probaron bocado en el desayuno. ¡Por fin comerían comida que de verdad fuera comida y se pudiera comer!
Chocolove no imaginaba otra mañana repitiendo tantas veces la palabra comida en toda oración. Manta le dijo algo así como que estaba obsesionado por comer: ¡Y no era para menos! La linda Pilika los estaba matando de hambre, en sentido figurado.
Por lo que, cuando Ryu apareció de la cocina, con una gran olla de comida, muchos suspiros de oyeron.
-¡Gracias a los espíritus!- Lloró Horo Horo.
En un santiamén ya todos tenían servida una buena porción de verdadera comida en sus platos respectivos.
Fausto observó detenidamente su almuerzo: al menos éste no lo mataría. Jamás se quejaría de la comida de Ryu, tenía un gran balance. ¡Oh! Recordaba cuando su querida Eliza le cocinaba…, pero era mejor no ponerse melancólico.
Podía percibir un aire de tensión en la mesa, y no tenía idea de porqué. Bueno, sí la tenía, la llegada de Hao no fue lo que se diga la mejor noticia del mundo, por lo menos, no para ellos. Suponía que de eso se trataba.
No se podía quejar de aquellos muchachos. Todos tenían un gran corazón, eso, sin contar el inmenso poder espiritual; todos le caían muy bien, cada cual a su manera.
Sin poner resistencia alguna, su mirada chocó contra una nerviosa de Ryu. ¡Era cierto! Tal vez su pobre compañero estaba un tanto asustando, por dar la noticia.
Bueno, ¿qué mejor momento que éste? Sobretodo, desde que le habían informado que Horo Horo se había unido al plan.
Había un gran silencio en la mesa; lo que podía significar dos cosas: O que estaban peleados, o que tenía exagerada hambre. Ya que Ryu no sabía exactamente cual de las dos opciones era la correcta, decidió dar la noticia de golpe.
Se aclaró la garganta para empezar, llamando la atención de todos.
-Espero que estén disfrutando la comida.- Sonrió, y todos sonrieron con él. Por alguna razón el shaman de la espada de madera estaba nervioso.- Bueno… Quería anunciar públicamente, que desde el día de mañana el buen Fausto, Horo Horo y yo, ya no estaremos aquí.
-¡¿Qué?!- Se escucharon en coro, por lo menos, las voces de Ren, Pilika y Manta.
-¿A dónde irán, pue'?- Preguntó Chocolove después de limpiarse los labios con una servilleta.
-Iremos a dar una vuelta por América.- Le aclaró Horo Horo con ánimo.- Más específicamente, a Estados Unidos.
-Irán a mi patria…- Dejó escapar el moreno, en un tono cantado.
-Así es.- Sonrió ahora el compañero de Tokagueroh.
-¡Pero, hermano!- Empezó al voz de Pilika.- ¿Qué harás por allá? ¿Tú por qué vas?
A pesar de que la mirada de Ren se clavó en el Ainu, (a quién las mejillas se le coloraron un poco de escarlata), Horo Horo empecinadamente miraba sólo a su hermanita. Por nada del mundo, vería al Tao. No quería que ahora su confianza fallara.
-Bueno, Pilika…- Empezó a explicar- ¡Yo iré a buscar un terreno para mis plantas!
-¿Tan lejos?- Ahora el que preguntaba, era el propio Ren.- ¡Es ridículo que lo hagas en América!
Sin quererlo del todo, el shaman del hielo chocó con la mirada dorada del chico chino. Sentía protesta en su voz, ¡eso era buena señal!
-Bueno, por algún lado debo empezar. Además, recuerda que yo quiero hacerlo por todo el mundo.
-¡Entonces yo iré contigo!- Casi gritó Pilika.
-¡Eso sí que no, jovencita!- Renegó su hermano.- Tú debes quedarte aquí. Además, no me iré tanto tiempo, volveré mucho antes de Ryu y Fausto.
-¿Y ustedes por qué se van?- preguntó ahora Anna, con su tono desdeñoso de siempre, refiriéndose al médico, y el que vestía como Elvis.
-Pues,- La mejillas de Ryu se ganaron un tono escarlata- ¡Para ver amigos de por allá!- Respondió pensando sólo un nombre: Billy.
-¿Y tú Fausto?- Preguntó Manta.
-Mí querida Eliza quiere viajar.
-Ya veo…
-¡Pero es estúpido!- Siguió Ren en un tono de burla- Irte para allá sólo por eso... ¡Bah!
-Yo no le estoy pidiendo opinión, señorito.- Le respondió Horo Horo de mala gana.
-Da igual; mí opinión siempre cuenta. Y sólo a ti se te ocurre algo tan baka.
-¡Ya que dije que no me importa lo que pienses! Es mi sueño, y no lo dejaré sólo porque a un arrogante como tú no le parezca.
Yoh decidió intervenir, antes de que la pelea se tornara de otro color; ya que podía ver como en las miradas de ambos la rabia y la tristeza crecía, y crecía.
-Creo, entonces, que lo que debemos hacer el desearles un muy buen viaje.- Sonrió.
-Así es.- Terminó Hao.
Chocolove iba a decir algo más, pero el flash de la cámara de Manta, (quien estaba a su lado) lo cegó casi totalmente.
"Así que de eso hablaba Horo Horo con Hao ésta mañana" Cayó en cuenta el chico Tao mientras sostenía los palillos japoneses con fuerza en su mano derecha "Ahora sí te irás, Horo Horo… ¡Y yo aún no hago nada!"
Y, para remate, la sonrisa que Hao le dedicaba desde el otro lado de la mesa, no era nada consoladora.
Otro flash relució, ésta vez, cegándolos a todos.
-¡¡Ya, Manta!!- Gritó Pilika con desespero.
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Fin del capítulo 5.
Notas:
De acuerdo… Odio éste capítulo. La verdad es que quería que quedara bien!! Lo juro por Jack Sawyer que quería que quedara bien. Lo lamento….
TT Sin embargo,… Apartando la redacción, lo complicado, lo horrible, la ortografía, el tiempo sin actualizar, etc, ¿les gustó? ¡Sean sinceros, por favor! ;---; No se preocupen por mí.
Wueno, ¿qué pasó en ésta capítulo? Eh… nnU Que Horo Horo dice que se va, se va! [=PP Por eso el título]. Sí, creo que eso el lo más resaltante.
Eh, también disculpen porque, por alguna razón, ff.net no lee los cositos que ponía entre los corchetes! TT Ni los guiones bajos, ni otras cosas más.
Sin más parloteo; espero de todo corazón que me perdonen, y aún así, que les haya gustado.
POR CIERTOSólo para que sepan [xD], ya que el título de éste fic es muy largo y complicado [nn Pero todo un orgullo], he decidido decirle a secas 0,5 ¿Por qué? .. Porque cuando le comenté a mi prima el título, se empezó a reír, y a decir: "'No entiendo. ¿El ombligo? ¿1 y medio? ¿0,5?"… Así que así quedó! xD Para que no se perdieran, es todo! u.uU
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¡Gracias por leer!
¡No se pierdan!
Zelshamada.