Nota previa: Para entender de mejor forma esta historia es recomendable leer primero el one short de "Es una promesa". Arigatou

Promesas pasadas 

Por Kary

Capitulo XV:

Será que te conozco…

Será que te conozco

Y que esta vez nos espera desde entonces

Que esa luz en tus ojos

Pudo más que esta tierra y estos nombres

Que seguimos errantes

Que estuvimos de paso en otra estrella

Que lo intentamos antes

Y hoy me vuelve tu abrazo a la pelea

Todo vendrá de tu boca

Para la luz y de la sombra

Todo vendrá

Si recuerdas la promesa de esta sociedad

De luz

Será que te conozco

Y que no fue coincidencia nuestro encuentro

Porque para tu voz

Se ha escapado mi nombre del silencio

Que quedamos deacuerdo

Para buscar el sol a cada paso

Donde solo el recuerdo

Donde solo la noche o el ocaso oh oh oh

Todo vendrá de tu boca

Para la luz y de la sombra

Todo vendrá

Si recuerdas la promesa de esta sociedad

De luz… de luz…

Trova Alejandro Filio

~*

- ¡¡Kaoru date prisa!!- la voz conocida sonó tan lejana que ella apenas la escucho por encima de la fuerte y fría lluvia que caía contra su cuerpo y chocaba contra las casas de tejas y madera, casas tan poco conocidas y tan añoradas, por calles conocidas pero olvidadas.

- ¡Ahhh hace poco fue que compre este kimono!- Kaoru escucho las palabras que venían de su boca, no recordaba haber pensado en eso, ni siquiera recordaba haber comprado un kimono, el último se lo había regalado una tía vieja hacía ya dos años y hablando de cosas raras… ¿Qué hacía corriendo en una calle tan extraña? Deacuerdo, buscando un lugar para protegerse de la lluvia, eso era obvio, pero ¿Dónde estaba y porque llevaba puesto un kimono? Cuando se dio cuenta estaba bajo un pequeño techo observando la lluvia, levanto los brazos para ver como las mangas del kimono se pegaban a su piel por el agua, cuando una mansa mano se poso sobre la suya aun en el aire ¿era ella o la imagen se estaba disolviendo? No podía ver bien de quien se trataba, lo único que sabía era que su corazón latía con rapidez de pronto

- Por aquí- la voz a su lado era tan suave y distante, pero a su vez tan conocida que volteo a verla por inercia… pero la imagen era tan borrosa que era imposible reconocerla

- hum…- escucho Kaoru que murmuraba, ella soltó la manga y la mano se apretó suavemente sobre la suya…

Los ojos de Kaoru se abrieron lentamente y parpadearon un par de veces, una luminosa estrella la recibió estampada en el casi oscuro cielo de una casi noche, sentía como su corazón aun latía con rapidez contra sus costillas, eso había sido extraño, muy extraño para ser sinceros, aunque había sido un sueño tan simple y raro la había dejado sintiendo emociones que se aglomeraban en su pecho. Tal vez era una consecuencia por dormir a la orilla del mar, se dijo, estaba aun completamente mojada y llena de arena desde la cabeza hasta la punta de los pies.  

El como había terminado dormida no lo recordaba pero su descanso había sido agradable, sumamente agradable si recordamos al pelirrojo que esta a su lado, con su manos sobre su cintura proteccionistamente y una expresión de tranquilidad muy grande. 'Parece tan tranquilo' pensó Kaoru al verlo, su pecho subía y bajaba con cada respiración, al igual que ella estaba mojado y repleto de arena.

Y su expresión suave, clamada y sonriente en sueños le recordó a algo… buscando en el fondo de sus pensamientos lo encontró y lo recordó, cabello rojo, estatura pequeña y voz suave y aunque su rostro estaba escondido entre las nieblas de sus sueños ella lo sentía sin poder explicarlo sentía que el muchacho que desde siempre había invadido sus sueños y pesadillas cada día y cada noche desde que tenía memoria, era él, Kenshin…  el Kenshin que estaba a su lado tenía que ser, era el único que conocía ¿Pero como podía haber soñado con él cuando apenas tenía cinco años? Y a lo seis, doce… catorce… ¡siempre! Como era eso posible si no lo había visto nunca hasta ahora, hasta hacía unos meses atrás, nunca antes lo había visto nunca antes lo había conocido… o tal vez si… tal vez…

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

El tic tac del reloj sonaba monótonamente bajo el silencio incomodo que reinaba en aquella sala bonita.

Sanosuke llevaba cinco minutos dándole palmadas ociosas en el lomo al perro llamado Notaro y viendo hacía todas partes excepto a la mujer de larga cabellera negra que caminaba de un lado ha otro de espaldas viendo las fotos sobre los muebles, el sonido del reloj parecía volverse más fuerte cada segundo, o tal vez era que el silencio y la rigidez en el ambiente era tan grande que llenaba todo.

Sano le robo una mirada a Megumi antes de ver hacía sus pies y maldecir para sus adentros por décima vez, de todas las mujeres en el mundo, de todas las personas en el mundo ¿Por qué Magdalia Amakusa tenía que ser la prima de la estúpida zorra? ¡¿Por qué?! ¡¿No podía ser su amiga?! ¡¿No podía ser la ex-novia de su hermano!? ¡¿No podía ser una simple conocida?! ¡No! ¡Tenía que ser parte de su familia! ¡Tenía que tener un lazo de sangre con ella! Y aunque no entendía el porque, le molestaba increíblemente el que ambas muchachas tuvieran un parentesco.

- ¿Te duele?- la voz en un tono severo de Megumi se dirigió a Sano que la vio tentativamente. ¡Mira que tratar de hacer del héroe! Tonto es lo que había sido.

- Nada- respondió el cortantemente y Megumi frunció el ceño en la molestia

- No seas idiota. Claramente se ve que te duele- le dijo acercándose hasta donde él estaba y al contraste de sus duras palabras tomo su brazo vendado con sutileza y lo observo- Y esto esta mal vendado, tendré que acomodártelo

- No- dijo Sano apartando su brazo bruscamente, por alguna razón eso le había molestado

- Como quieras- dijo Megumi en un tono indiferente que poco logro ocultar lo que le dolió la reacción de él. Al parecer aun estaba resentido con ella. Eso es lógico Megumi. Se reprendió ella haciendo una mueca interior.

El silencio volvió a sentirse y solo fue interrumpido por el siempre monótono tic tac del reloj que Sanosuke tenía ganas de tirar por la ventana y luego por el sonido del salir del vapor de una tetera, pocos minutos después la figura de Magdalia se dejo ver entrando a la sala.

- Disculpen la tardanza- dijo ella, en sus manos tenía una bandeja con tres tazas y una tetera que dejo en la mesa- No encontraba el azúcar- dijo comenzando a servir el liquido en cada una de las tazas, su rostro se veía más pálido de lo que Sano recordaba.     

- Gracias Magdalia- dijo Megumi viendo el vapor caliente salir de la taza, Sanosuke recibió su te sin decir nada.

- Me alegra tanto que hayas venido a verme Megumi-chan- dijo la muchacha de cabello castaño sonriendo- Hacia mucho que no te veía, ni a Kaoru ni a Misao ¿Cómo están? ¿Y las niñas?

- Están bien como siempre- respondió sin emoción la casi doctora- ¿Y tu hermano?

- Oh Shougo esta fuera de la ciudad, atendiendo algunos asuntos de la empresa- explico ella con una sonrisa amable- No quería ir y dejarme sola pero son asuntos importantes, no creo que regrese pronto de todos modos.

- Ya veo- dijo Megumi, desde hacía minutos sus ojos se habían posado sobre Sanosuke que estaba viendo fijamente las flores pintadas en la elegante porcelana en silencio ¿Por qué estaba tan callado? Tal vez la herida le dolía mucho, aunque era extraño su silencio ya que pocas veces mantenía la boca cerrada.

- mm… Megumi-chan hace poco vi a Kanryuu Takeda y me pregunto por ti- la voz de Magdalia era suave y cuidadosa y Sano noto el cambio en Megumi inmediatamente, su postura tranquila había sido reemplazada por una tiesa, su rostro había palidecido notablemente y sus manos se habían aferrado a la taza con tanta fuerza que sus nudillos se estaban poniendo de un color que casi se asimilaba al blanco de la porcelana y se veía asustada, por primera ves Sanosuke había visto a Megumi asustada y no le gustaba, para nada le gustaba, prefería ver su mirada sabelotodo a esa mirada pálida y aterrorizada que sus ojos mostraban e incluso prefería oír sus comentarios sarcásticos al silencio tétrico que parecía haberla rodeado. Alguien sería golpeado por eso.

- Oh bueno…- dijo ella bastante torpemente para luego levantarse de un golpe asustando incluso a Notaro- Creo que es tarde ya, es mejor que nos vayamos Sanosuke- dijo ella con una voz diminuta y aunque Sano quiso decirle que no quería irse con ella por que prefería quedarse con el perro o con un sapo, se levanto sin palabras y metió las manos en sus bolsillos.

Magdalia los acompaño hasta la puerta con una mirada extraña puesta en su prima que no dijo nada.

- Nos vemos- se despidió Sano de la muchacha que le contesto con una sonrisa, con el halo de la noche que había llegado de repente su rostro se veía bellamente iluminado, así que él no pudo dejar de sonrojarse como si fuera un niño ¡¿Qué quieren que haga?! Ella era linda. Megumi le dirigió una mirada que Sano no pudo distinguir si era de confusión o asco, la mas probable era la segunda o las dos, para luego darse vuelta y caminar sin verlo. Sano la siguió, se sentía cansado y contento sin entender el porque, después de todo hoy no había sido uno de sus mejores días: lo habían rechazado, había peleado, había escuchado las canciones más cursis en el mundo, un perro lo había mordido y una muchacha lo había golpeado, y ahora seguía a la zorra que tenía la misma cara que el tendría si lo obligaran a ir a una escuela militar y lo dejarán sin comer por tres días. Parecía que ella tenía ganas de vomitar.

- ¿Y a ti que diablos te pasa zorra?- le pregunto él tratando de parecer fallidamente despreocupado cuando ella se tropezó por quinta vez con sus pies. Las calles estaban vacías.

- Nada- respondió ella de la misma forma cortante en que él le había respondido minutos antes.

- ¿Quién es ese sujeto del que Magdalia hablaba?- pregunto Sano viendo la espalda de la muchacha fijamente notando el cambio en ella en cuestión de milisegundos luego de sus palabras

- Cuanta confianza- murmuro sarcásticamente Megumi viéndolo por el rabillo del ojo refiriéndose al hecho de que la llamara por su nombre cuando hacía pocas horas que la había conocido, cuando Sano se encogió de hombros con indiferencia ella apresuro su paso firme sin decir nada.

- Dime- dijo Sano insistentemente aun detrás de ella, pero Megumi no le respondió. Una sucesión de 'Dime, dímelo, dime' continúo por parte del muchacho hasta llegar a la esquina de la casa, cuando Megumi se dio la vuelta para enfrentarlo, oh si se veía enfadada.

- ¡¿Qué quieres que te diga?!- grito molesta- ¡¿Que el cielo es azul?! ¡¿Que el arco iris sale luego de una lluvia?!¡¿Qué me gusta el color morado y odio el rosado?! ¡¿Que si ves demasiadas telenovelas terminas creándote un trauma de por vida y juras que todo lo que te pasa es por culpa de un loco que quiere robarte tu vida por que piensa que todo lo que tienes es perfecto pero no es así?!

- Solo quiero saber quien diablos es Kanryuu Takeda para que actúes como histérica cada vez que escuchas su nombre- pregunto bastante fríamente Sanosuke y Megumi se quedo sin palabras por varios minutos en los cuales se oyó solo su respiración agitada.

- No es nadie Sanosuke- respondió ella al final viéndolo a los ojos con una mirada que claramente le decía no me hables de esto ahora, no quiero hablar así que Sanosuke desvió los ojos y camino unos pasos lejos de ella deteniéndose un momento, dándole la espalda

- Deacuerdo kitsune no me digas si no quieres, pero ten en cuenta que no podrás ocultarlo de mí por mucho tiempo, no podrás, más si es algo grave por que no dejare que te pase algo malo si de eso se trata ni que hagas una tontería- dijo Sano cerrando los ojos y hablando seriamente. Nada se escucho por unos momentos y Sano pensó orgullosamente que Megumi le diría todo ahora pero…

- ¡Itai!- uno de los zapatos de ella voló directamente al cráneo de Sano golpeándolo con fuerza- ¡Maldita zorra! ¡¿Qué diablos te pasa?! ¡¿Te volviste loca o que?!

- ¡No me hables como si fuera una niña idiota! ¡Yo se lo que tengo que hacer y se defenderme! ¡Así que no trates de hacerte el héroe porque para eso no estas hecho! ¡Solo eres un pobre estúpido!- grito ella con toda la fuerza de sus pulmones

- ¡¿Y como quieres que te hable si eso es lo que eres?! ¡Una niña idiota!- le grito el a su vez - ¡Podrías agradecerme por lo menos el hecho de preocuparme por ti cuando no me interesas en lo más mínimo!

- ¡Pues ni pienses que quizás iba a agradecerte que me dieras una lección sin sentido como si fueras mi padre!

- ¡Quizás no debería preocuparme por lo que pase o suceda contigo!

- ¡Quizás!- dijo ella cruzándose de brazos arrogantemente. Algunas personas comenzaron a asomarse de sus casas para ver quienes estaban armando tanto escándalo.

- ¡Eres insoportablemente in-so-por-ta-ble!- grito Sano viéndola- ¡Ni siquiera puedo soportar el verte!

- ¡¿Entonces por que me ves?!- grito ella- ¡No me veas y vete!

- ¡Eso es lo que voy a hacer tonta! ¡Me voy!

- ¡¿No por mucho tiempo, no?!- pregunto Megumi en un grito rápido sin pensar mucho

- No, solo quiero dormir y descansar- dijo él sin gritar pero rápidamente recordó que ambos estaban peleando - ¡Entonces me voy!

- ¡Buenas noches!- grito Megumi

- ¡Adiós!- Sano grito rápidamente

- ¡Adiós!- dijo de igual forma Megumi. Sanosuke se dio media vuelta y comenzó a caminar hasta la casa con Megumi a pocos pasos detrás de él. Ambos con suaves sonrisas en sus labios, sabiendo que todo entre ellos había regresado a su propia y rara normalidad.

   *.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

- ¡Noooooooo! ¡No hagas eso! ¡No entres ahí! ¡Idiota los vas a ver! ¡No quieres verlos! ¡Noooooo! ¡Maldición!- los gritos de Misao murieron en su boca al ver como en la actriz entraba por una puerta gris, el suspenso término cuando aparecieron los anuncios publicitarios en la televisión. La muchacha aparto el tazón con las palomitas de maíz de su regazo y suspiro con aburrimiento viendo una propaganda sobre un jabón que hacía maravillas en la piel. Estaba sola por lo tanto estaba aburridísima.

Kenshin y Kaoru habían regresado hacía un rato, con caras tontas y sonrisas risueñas dejaron un camino de agua salada y arena hasta las habitaciones del piso superior casi sin notar que ella estaba sentada en un sofá frente a sus narices.

Media hora después llegaron Megumi y Sanosuke, parecían de mejor humor que en la mañana e incluso Misao creyó ver una sonrisa en la cara de su hermana mayor, lo cual últimamente era tan extraño como encontrar dinero en la cartera de Sano; parecieron notarla un poco pero rápidamente desaparecieron por las escaleras.

Y Aoshi… Aoshi no había aparecido en la casa en toda la tarde ni en todo el día, y tampoco lo había visto mientras caminaba por la ciudad. Camino por aquí y por allá, viendo y buscando a algún hombre alto y serio, busco en el templo, pero no estaba, busco en la playa, tampoco estaba, busco incuso en la biblioteca y en el parque, pero no había ni rastro de él, cansada de hacer de la detective volvió hasta la casa para ver la telenovela.

¿Patético?

Si, y bastante. ¿Pero que más podía hacer? Si el habría querido estar con ella le habría pedido que la acompañara pero no lo hizo así que ella no iba a ponerse a buscarlo de nuevo por todas partes como lo había echo este día. No, no, y ni siquiera le preguntaría a donde había ido, si el quería decírselo que lo hiciera y si no, no. A ella no le iba a importar.

Las llaves y luego el sonido de la puerta al abrirse se escucharon en la sala y Misao volteo instantáneamente.

- ¡Aoshi-sama! ¿Dónde estuvo toda la tarde?- pregunto de inmediato. En verdad era patética ¿no?

- En el templo- respondió él mirándola

- Pero yo estuve allí- dijo Misao frunciendo el ceño- y no lo vi

- Estuve meditando- respondió Aoshi- Yo si te vi, estabas hablando con un joven-

Seguramente había sido su imaginación pero a Misao le pareció sentir en el tono frío de su voz algo de… ¿molestia? No, esa había era su mente dándole esperanzas.  

- Oh, hai- dijo Misao parándose del mueble como si de repente se hubiera clavado una aguja – Era Seta-san, vive allí en el templo, es muy simpático y agradable. 

- Ya veo- murmuro y como siempre un silencio lleno la habitación por completo.

Bien. Se dijo Misao era ahora o no era nunca.

- Aoshi-sama yo, bueno, yo quería… ano, como decir, quisiera saber si bueno, no es nada muy importante demo no se si usted podría, es decir, si quisiera, aunque si no quiere no importa, por que a mi no me molestaría de todas formas si dice que no por que bueno, no se

- Misao ¿Qué quieres?- Aoshi corto su balbuceo cuando comenzó a marearse

- Oh bueno- dijo Misao apenada, carraspeando ligeramente- yo quería saber si quisieras…

- ¡¡Comadreja ven aquí!! ¡¡¡Creo que rompí esto y creo que es tuyo!!!- la voz de Sano la corto al instante en que iba ha hablar, ella volteo hacía su voz proveniente de las escaleras con la una expresión que igualaba a la de mil demonios.

- ¡¡¡¡IDIOTA!!!! ¡¡¡VOY A MATARTE!!!- grito ella corriendo a zancadas y subiendo las escaleras saltando varios escalones.

Aoshi la miro correr para luego negar con la cabeza, quedando ligeramente intrigado con lo que ella le iba a pedir.

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Kaoru entro en la habitación que le había tocado en silencio, su cabello estaba húmedo aun por la larga ducha que había tomado para poder quitarse la arena. Toco sus labios suavemente, aun podía sentir los labios de Kenshin sobre los suyos cuando se despidieron hacía minutos.

Misao se revolvió en su futón cuando Kaoru apago la luz, le había tocado compartir la habitación con ella, Megumi en un ataque de prepotencia y malacrianza había dicho que quería una habitación para ella sola y había entrado en el primer cuarto subiendo las escaleras, no quedándole mas opción a Kenshin, Sano y Aoshi que compartir el último. Había sido un largo día y estaba tan cansada que no le tomo más de tres minutos caer en el agradable mundo de los sueños…

+.+.+.+.+.+.

El puente de madera era tan largo que no llegaba a ver su final y a pesar de la fuerte luz del sol a sus costados no veía más que la negra oscuridad, Kaoru camino por el lentamente esperándose que saliera un loco con escopeta de repente pero al contrario escucho una risa lejana. Histérica. Y luego pasos que retumbaban como si fueran miles de caballos galopando, Kaoru agudizo la vista para ver una figura pequeña acercarse, era Yahiko que corría hacía ella riendo como loco, en sus espaldas cargaba un biombo más grande que el y de gris azul brillante paso a su lado sin verla aun riendo, camino más y vio a Sanosuke y Megumi sentados al borde del puente con coronas y velos haciendo figuras de Origami

- El color rojo se parece a tu corazón- había dicho Megumi entre risas tontas dándole al muchacho una pelota de papel

Sanosuke había dicho algo sobre preferir el cabello corto que los días largos cuando llego Misao con un papel arrugado cantando el himno de la alegría y el puente con todos desapareció quedando ella atrapada entre dos puertas cerradas, cerca de una estaba Aoshi sentado en el piso, con un sombrero de copa en sus manos y cientos de conejos corriendo de un lado hacía otro sin parar

- Tengo días buscando el plato de la taza- murmuro Aoshi incoherentemente. Kaoru con una risa incontenible traspaso la puerta y quedo helada en sus pasos.

Estaba en un dojo de eso no había duda, los nombres de diferentes estudiantes estaban colgados en las paredes pero ella no podía leerlos, y el piso brillaba suavemente bajo la tarde que entraba por las ventanas sin vidrio, y allí había un hombre que nunca antes había visto. Tenía un traje azul, era alto y delgado con un rostro fino y puntiagudo, sus ojos dorados, pequeños y brillantes miraban con una fiera calma a su oponente, en sus manos tenía una katana que brillaba en la luz lista para atacar.

Y en el otro extremo estaba él, Kenshin, con su cabello rojo, largo y suelto moviéndose con el poco viento que llenaba el lugar, con la espada en su mano. Los mechones  de cabello ocultaban sus ojos pero la cicatriz en forma de cruz era totalmente visible, el miedo se apodero del cuerpo de Kaoru por completo.

- Voy a matarte- dijo fríamente el hombre alto y delgado.

- ¿Matarme?- pronuncio la voz de Kenshin con un sarcasmo desconocido y una risa despreciativa- No. Esa es mi línea. Yo voy a matarte-  

Las manos de Kaoru volaron a sobre su boca cuando reprimió un grito, los ojos salvajes y dorados resplandecieron en la tarde cuando Kenshin levanto la vista.

- ¡¡Kenshin!!- la mano de Kaoru asió con fuerza su pecho cuando despertó en la comodidad de su futón que ahora estaba totalmente desordenado. Ese había sido Kenshin ¿verdad? ¡No! ¡Era imposible! Esos sueños tan extraños estaban comenzando a atormentarla, momentos fugases y situaciones extrañas la rodeaban cada noche sin explicación… ¿acaso estaba volviéndose loca?

Un fuerte ruido la hizo saltar de repente y volteo la vista hacía la ventana. Solo fue una rama Kaoru. Se dijo viendo como el fuerte viento azotaba las ramas de un lado hacía otro. A su lado Misao dormía profundamente enredada entre sus sabanas ¿Cómo podía dormir tan tranquilamente cuando ella estaba viendo la posibilidad de internarse en algún manicomio? Camino hasta la ventana viendo el jardín y las casas a oscuras, era ya muy tarde como para molestar a Kenshin con tonterías, Kaoru se fijo en una de las esquinas de la calle que claramente se veía desde su habitación y allí los vio. Dos ojos viéndola tan fijamente que los cabellos de su nuca se erizaron.

Tal vez no era tan tarde para eso.

Con ese pensamiento Kaoru salio de su habitación y corrió hasta la de Kenshin, sin molestarse en golpear abrió la puerta tropezándose casi con el cuerpote un dormido Sano, entró montándose sobre el estómago de un dormido pelirrojo

- ¡Kenshin! ¡¡Kenshin!! ¡¡Despierta baka!!- grito agitándolo violentamente por los hombros.

Los ojos violetas de Kenshin se abrieron despacio para ver a Kaoru sentada sobre su estómago, con su ropa de dormir desarreglada dejando ver bastante piel y su cabello suelto y revuelto. ¡No! ¡Otra vez estos sueños! Gimió frustrado interiormente.

Kaoru vio sus ojos violetas abrirse como si fueran la maravilla más grande del universo y sintiendo el peso disolverse en su estómago como el humo ¡Tonto sueño! Kaoru lo abrazo con tanta fuerza que la espalda de Kenshin incluso sonó.

- ¿Qué paso Kaoru?- pregunto Kenshin estranguladamente dándose cuenta de que no estaba soñando

- Creo… creo que vi a alguien mirándome desde la ventana- murmuro ella contra su cuello no queriendo decirle sus verdaderos miedos

- Probablemente fue un gato- dijo él cuando Kaoru lo soltó renuentemente, ella lo miro significativamente y Kenshin se paro para ver por la ventana que tenía casi la misma visibilidad que la de la habitación de al lado que era la de ella, no se veía nada en toda la calle- Ves no hay nadie- dijo el suavemente, Kaoru vislumbro la calle vacía también.

- Oh- murmuro ella y luego vio el rostro del pelirrojo que estaba levemente iluminado por la luna y sonrió dando gracias a todos los dioses que era su Kenshin el que estaba frente suyo, poso una mano sobre su mejilla izquierda tratando de encontrar algo, una marca, un cicatriz pero solo estaba la piel liza y suave- Oh Kenshin, me alegra tanto que estés aquí, que tu estés aquí conmigo-

- Yo siempre voy a estar contigo- murmuro Kenshin perdiéndose en la profundidad de sus ojos antes de besarla suavemente, Kaoru enredo sus manos detrás del cuello cuando el beso creció en su intensidad.

- ¡Oh maldita sea busquen un hotel!- dijo la voz de Sano con molestia cuando las dos voces lo despertaron, pero ni Kenshin ni Kaoru se molestaron en hacerle caso. No dispuesto a ver más, salio por la puerta maldiciendo y murmurando algo sobre agua y que al regresar pudiera seguir durmiendo solo.

Apenas la puerta se cerró fue como si se hubiera prendido una llama desconocida, una pasión extraña y loca en cada uno de ellos, Kenshin inclino con su mano el cuello de Kaoru para poder ahondar el beso sintiendo su respuesta ansiosa cuando ella rastrillo sus colmillos con su lengua tímidamente, sintiendo la necesidad de aire Kenshin abandono su boca para moverse hasta su cuello y bajar aun más hasta su hombro descubierto plantando besos suaves, sus manos recorriendo su espalda y su cintura con calidez.

Kaoru sintiendo que sus piernas dejarían de responderle de un momento a otro bajo hasta recostarse en el futón, sin pensar ya en el sueño o las miradas ajenas sin pensar en otra cosa que no fueran las sensaciones nuevas que Kenshin provocaba en ella, del calor que crecía en su pecho y de nunca querer acabar, él recostó su peso sobre ella al tomar suavemente con sus dientes el lóbulo de su oreja, ha estas alturas Kaoru ya estaba jadeando levemente y tratando de regular su corazón pero era imposible ¡¿Cómo podía hacer eso cuando sentía el calor del cuerpo de Kenshin sobre el suyo?! ¿¡Cuando sus labios habían vuelto a los suyos por más?!

- Kaoru- murmuro el jadeando suavemente, sus ojos brillaban en la oscuridad – Creo… creo que es mejor detenernos ¿ne?  

Kaoru sintió ganas de ahorcarlo por detenerse pero entendió, las cosas estaban yendo muy rápido, no es que eso la disgustara pero era mejor esperar un poco más para llegar a ese nivel. Asintiendo con un suspiro hizo un movimiento para levantarse, pero Kenshin la beso nuevamente, suave y reprimiendo las ganas de soltar la pasión que había en su pecho.

- Creo que debo ir a acostarme- dijo Kaoru luego de unos momentos bostezando. Kenshin se acomodo a su lado, poniendo su mano sobre su cintura posesivamente.

- Hace frío… si tan solo alguien se quedara conmigo- murmuro simulando un drama. Kaoru rió suavemente y se acomodo a su lado.

- Deacuerdo pero no te acostumbres- dijo ella cerrando los ojos y sintiendo el calor del cuerpo de Kenshin rodearla acogedoramente- ¿Kenshin? ¿Yo… no te conozco de algún otro lado, nunca nos vimos antes?- pregunto ella lejanamente

- No lo creo Kaoru- respondió Kenshin luego de pensarlo por unos momentos.

Y solo se escucho el viento chocar contra el vidrio.

Bueno no lo conocí, esas eran locuras suyas.

¿Y qué dirían sus padres si la vieran acostada en la misma cama que con un hombre? Seguramente su padre le diría a gritos que tenía que aprender a ser más respetable y distinguida como su hermana mayor, que no podía andar abrazándose en la calle frente a todos con un muchacho por que eso lo hacían solo las mujeres de poca clase y luego la encerraría en su habitación hasta que ella le pidiese perdón por cosas que ni sabía que había hecho, en seguida llegaría su madre y le daría un largo he hiriente sermón por su 'indigna' acción y comenzaría a relatarle la larga y extensa tradición de mujeres honradas en su familia ¡Como si ella no lo fuera! ¿Cuantas veces había pasado por eso mientras sus padres aun estaban vivos? Ni las recordaba, habían sido tantas, sobretodo cuando comenzó a salir con Enishi ¡Y esos eran simples abrazos! ¡Si la vieran! De todas formas no estaba haciendo nada malo, solo dormir. Y aunque había adorado a sus padres Kaoru nunca entendió sus formas de ser y actuar.

El sueño comenzó a apoderarse de su mente y a nublar sus pensamientos.

- ¿Kaoru?- su voz sonaba tanto o más dormida que la de ella

- ¿si Kenshin?

- Kaoru-dono te amo-

- Yo también te amo mi rurouni- murmuro ella antes de dormirse sin darse cuenta de significado de lo que ambos habían dicho.  En mas de una forma.

*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*

Sanosuke subió las escaleras tropezándose con todo y murmurando cosas incoherentes luego de haber bajado para tomar algo y prevenirle a Aoshi (que también estaba tomando algo) que no subiera aun, esperaba que Jou-chan hubiera dejado la habitación para que el pudiera volver a dormir. Sin ver bien por donde iba abrió la primera puerta que encontró y vio que Kenshin estaba durmiendo bajo las tapas del futón y Kaoru no se veía por ningún lado, ni su futón ¡Bah que importa! Pensó acostándose en el único futón que había y empujando a la otra persona levemente.

Pobre Sano, lastima que la visión es mala de noche. Pobre, pobre Sanosuke.

_________________________________________________     

Notas de la autora:

Holaaaaaaaa, lamento mucho, mucho la demora pero mis exámenes finales me tuvieron al borde de la locura, hoy presente matemáticas y salí con un trauma emocional suficientemente grande para llenar toda una escuela ;_; ¡¡¡PERO AHORA SOY LIBRE!!! Vacaciones ricas vacaciones, playita!!

Así que latardanza la recupero con un capitulo extra grande

Primero que nada quiero aclarar que no tengo la más mínima intención de acabar con la pareja de S/M que es una de mis preferidas, y tampoco quiero que Magdalia quede como la 'mala' de la historia ¡para nada! Solo quiero agregarle un poco más de emoción a su relación  y un ingrediente que moverá más las cosas ~_^

Y otra cosa que me llamo la atención que se dieran cuenta es que no hay ningún antagonista que les hace la vida imposible a todos, es una de las cosas que quiero demostrar con esta historia, que no hace falta algún personaje malvado que odie a todos para que se creen los problemas, cada personaje crea y vive en sus problemas, por ejemplo Kenshin, a el nadie le dijo que le mintiera a Kaoru, fue su elección, el que eso le acarreara problemas es otra cosa.

¡No puedo creer la respuesta que tuvo el capitulo pasado! ¡¡Es tanta la emoción que me dan sus respuestas!! ¡¡¡GRACIAS!!!

Mer: hola!! Pues la pareja de Sano y Megumi seguirá siendo igual por que me encana y Soujiro pues por ahí salio nombrado hoy pero tal vez quede como un personaje tácito más que todo :p  Gracias!!

Megumi014:Genial que te haya gustado el capitulo, y las razones por las que Megumi rechazo a Sano las sabremos más adelante solo te puedo decir que forman parte de su pasado wajajaja pero el pasado presente he :P

Sumire-chan: Siento mucho la tardanza en verdad pero me ha costado mucho hacer otra cosa que no fuese estudiar, pero espero que el capitulo te hay gustado.

Hibari: Hola!! Pues… sinceramente me cuesta entrar en la materia gris de Aoshi, pero más adelante lo intentare :P

Michire-Mein: ¿Quien no quisiera estar en el lugar de Kaoru? Por que yo si… Y bueno lo del triangulo M/S/M sea algo más psicológico que real :p Si Magdalia se llama Sayo pero más adelante se sabrá por que su nombre lo cambio al occidental y Shougo pues a ver cuando lo pongo pero lo mas probable es que salga mas adelante. Gracias por tu mensaje!!!

Cleoclaudia: Perdón otra vez por la tardanza ni es raro que me crean muerta pero como verás los estudios me tenían hasta el cuello, pero ya esta a aquí el capitulo y espero que te guste. Pues si Ken-san y Kao-chan son demasiado lindos ^^ y pues Megumi se queda donde esta.

Misao Himura: Gracias!! Pues tengo algunas cosas para A/M pero sinceramente me cuestan un poco, Aoshi es un témpano de hielo frente a mi inspiración -_-

Ale: De que a Sano le gusta Magdalia, le gusta, pero eso no significa que se vaya a enamorar… o si… :p no pues no lo creo. Espero que te guste el capitulo!

Rayen: Holas!! Pues creo que ya te explique mas detalladas las cosas, sabes la relación S/M es sagrada ~_^

Jocky Misao: jeje pues yo me lo como con salsa si me confundieran con la hija del chico que me mueve el suelo, pobrecita de Misao ._.

Kahoru Himura: Holaaaaaaa!!!!! Gracias por tu review! Pues para que Kaoru sepa que Kenshin y Battousai son la misma persona quedan varios capítulos pero te aseguro que esa escena ya la tengo escrita y me pican las ganas de publicarla pronto, lastima que mi tiempo no es mucho, y claro que quisiera ser tu amiga, cuando quieras puedes escribirme o agregarme en el msn, aunque últimamente no entro mucho por el mismo tiempo. Gracias!!

Hitokiri Lady: je gracias! Creo que fuiste una de las pocas personas que se alegro por la parición de Magdalia -_- ¿verdad que Kaoru siempre sale con buenas ñapas? Shougo creo que aparezca mas tarde, y Notaro es bello!!!

Anto_chan: Aunque la idea de un Shouho ex – novio de Megumi fue tentadora ya tenia la idea del parentesco entre ellos  pero lo de un Sano celoso… mmm me leíste el pensamiento ~_^

Aska Ishida: Je espero que  sea de tu agrado el capitulo y me digas que tal te parece??

Alrakanirak: jeje ::sonrojo::

Ai: Gracias!!! Que bien que te guste mi historia, me alegra que te parezca buena entre tantas mucho mejores que hay en español, y si actualizar es difícil ^_^

Roxy: jaja pues que loca! Ya sabes no?

Lunascorpio: que bien que fue una sorpresa la aparición de Sayo para ti! Dime que tal te parece este capitulo si?

Megumi Sagara: Hola!! Gracias me emociona que te guste mi historia. Y Sayo, bueno ella no es mala :p

Misao-19: Pues aunque tarde aquí esta el capitulo y pronto pondré más M/A espero que te guste mas o menos este capitulo.

Demi-san: Hola mi niña! Gracias por todo lo que me dijiste! Eres preciosa! También las amenazas ¬¬

Naoko Himura: Gracias!! Dime que te parece este capitulo!

Bueno espero que me dejen tantos o mas mensajes que en el capitulo anterior ahora que estoy de vacaciones podré actualizar mas rápido!

Kary

Ja ne