Nota previa: Para entender de mejor forma esta historia es recomendable leer primero el one short de "Es una promesa". Arigatou
Promesas pasadas
Por Kary
Capitulo XVII:
A paso lento pero seguro
Misao tropezó un poco mientras caminaba sobre la arena por la playa para tratar de dar alcance al hombre que estaba a algunos pasos de ella. No estaba siendo el día romántico que se había imaginado, con las olas suaves y el silencio cómodo mientras estaban solos sentados en la fresca arena, todo lo contrario. El mar parecía alborotado y había tanta gente que apenas podía caminar, sin contar el bullicio ensordecedor de las personas y la arena que quemaba a pesar estar tan cerca del agua, Misao bufó disgustada, su día perfecto estaba resultando ser no el peor pero si catastrófico, si solo Aoshi le hablara…
- Creo que es mejor ir a otro lado- comento Aoshi cuando Misao se tropezó con una palita de plástico. Bueno por lo menos decía algo, aunque no era lo que ella esperaba.
- Pero acabamos de llegar Aoshi-sama, ¿Por qué no buscamos algún lugar para sentarnos?- pregunto ella buscando con la vista algún lugar apartado del ruido, lo que era casi imposible
- Como quieras- dijo el secamente. Siguieron caminando por la orilla del mar, mojando sus pies descalzos, Misao tenía un short azul oscuro muy corto y la parte superior de un traje de baño verde chillón, Aoshi tenía un short que le llegaba hasta las rodillas y una camisa azul. Y claro, él era quien de los dos atraía más miradas, lo cual comenzó a molestarle a la pelinegra que estaba a su lado, allí debían haber por lo menos doscientas hermosas mujeres con muchos mejores atributos que los de ella pero… eso no desanimo de ninguna manera a Misao, después de todo Aoshi no parecía hacerle caso a sus miradas y era ella la que estaba con él y no ellas. Misao sonrió con orgullo, podía no ser la novia de Aoshi, ni ser su mejor amiga pero entre ellos la relación confianza-amistad existía, tal vez no era tan grande como ella quisiera pero estaba allí y poco a poco sería mayor. De eso ella se encargaría.
Luego de caminar por casi media hora encontraron un lugar de la playa donde podían sentarse y que estaba menos poblado de personas y de niños que corrían por todas partes tirando arena, había gente si, pero por lo menos ahora Misao podía oír su propia voz y vaya que la utilizaba.
-…cuando era pequeña me gustaban las galletas con pasas, okaasan solía tener un frasco lleno de ellas y las escondía en el baúl de fotos viejas para que ninguna de nosotras las pudiera encontrar, claro que yo era la única que sabía donde estaban y siempre agarraba, pero una vez me comí todas las galletas, deben haber sido más de sesenta o setenta y claro que no pude dormir por tres noches debido al dolor de estómago y Kaoru- oneesan estuvo molestándome por eso durante años- ella rió tontamente al recordar su niñez- Por eso ahora odio las galletas con pasas, el solo pensar en una me revuelve el estómago, tampoco me gusta el café descafeinado, antes si pero a Megumi-oneesan no le gusta y solo para molestarme un día le puso dentífrico diluido ¡sabía a mil demonios! y tampoco me gustan los ratones, bueno a ninguna de nosotras, Megumi-oneesan llega blanca como el papel cada vez que tiene alguna practica con ellos en la universidad- dijo y luego lo vio a él -¿Y a ti que no te gusta Aoshi-sama?
- La mayonesa- respondió Aoshi simplemente y Misao se le quedo viendo, esperando su relato de por que no le gustaba la mayonesa y esperando que luego siguiera contando las anécdotas de su vida y bla bla bla poder conocerlo mejor, después de todo el amor llega de el conocimiento mutuo y la convivencia- Comí mucha cuando era pequeño y ahora me da asco- dijo cuando notó la mirada de la muchacha
- ¿sou? Nosotras no comemos mucha mayonesa por que Megumi-oneesan dice que es mala para la salud pero ya la he visto a ella ¡Cuando cree que nadie la ve le pone el frasco completo de mayonesa a la ensalada!-comento Misao con la emoción de quien sabe el secreto de la creación del mundo
- Ya veo- dijo secamente Aoshi pensando en que Misao siempre hablaba en plural y muy pocas veces en singular, todo siempre estaba en torno a ella y sus hermanas siempre era 'nosotras' o 'mis hermanas y yo' pero muy pocas veces solo 'yo' eso le daba a entender que la relación con sus hermanas tenía que ser bastante fuerte y unida, sobretodo con las mayores y eso era bueno, por que a pesar de no tener a su padres las tenía a ellas para apoyarse cuando lo necesitara, no como él… -Es muy bueno que te lleves bien con tus hermanas, trata de que siempre sea así- murmuro mirando hacía el mar ausentemente
Misao lo miro confundida por el rápido cambio de tema, normalmente era ella que cambiaba de conversación siempre, pero el que él hablara significaba que le estaba prestando atención- Si… claro. Aunque antes solíamos pelear mucho pero ahora somos mucho mas unidas, desde la muerte de otou-san y luego la de okaa-san hemos estado prácticamente solas en todo- dijo ella sonriendo tristemente- ¿Usted aun vive con sus padres?- le pregunto Misao pero luego se dio cuenta de lo tonto que sonó eso
- No- respondió Aoshi y se mantuvo en silencio por un rato, tanto que Misao pensó que se había enfadado con ella pero cuando volvió a hablar no parecía estar disgustado de ningún modo- Hace mucho que no vivo ni veo a mis padres
- Oh ¿Y donde están?- pregunto interesada Misao
- ¿Ahora? Deben estar en Francia o en Rusia- dijo tan secamente que Misao se pregunto si en realidad le importaba- Hace meses que no los veo, incluso creo que en mi vida los habré visto diez o veinte veces- dijo apáticamente y luego se pregunto por que le decía esto a Misao, era algo que había salido de la nada algo que nunca había comentado con casi nadie por que siempre había estado solo y ¿amigos? Claro que tenía, a Sanosuke y Kenshin los conocía desde siempre al igual que ha Hannya o Beshimi, pero ellos no siempre podían estar con él y además padres son padres por más que hayan amigos y ese tema nunca había sido el favorito de Aoshi, pero con Misao temas como estos no eran difíciles de hablar, después de todo ella hablaba de tantas cosas que solo surgía lo demás y para él era más fácil hablar.
- Ya veo- dijo ella, ahora se daba cuenta de varias cosas, Aoshi siempre había estado solo y sin hermanos, con sus padres siempre en algún lugar distinto del mundo muy ocupados para preocuparse por si su niño tenía a alguien quien lo arropara en la noche, tal vez por eso era su personalidad fría y seca… tal vez porque nunca había tenido a nadie con quien llorar o con quien compartir sus preocupaciones y aunque tuviera algún amigo los niños siempre suelen ser muy reservados en temas familiares y él se había encerrado en su mundo solitario, pobre Aoshi-sama pensó Misao y luego sonrió un poco: él se estaba abriendo con ella. Le estaba contando algo sobre su vida que iba más allá de su repulsión por la mayonesa, y siendo Aoshi como era eso debía ser algo para alegrarse- Pero no hay problema por que ya no estas solo- dijo Misao sonriéndole abiertamente. Aoshi la miro sintiéndose confundido, hasta que entendió y una sonrisa ilumino sus ojos, no sus labios que seguían siendo una línea recta pero el azul de sus ojos brillo más de lo acostumbrado.
Y todo el ruido y la gente parecían haber disminuido en su paradójica sonrisa compartida quedando todo en un silencio simpático y agradable… hasta que una pelota golpeo en la cabeza a Misao.
- ¡Auch!- gimió sobándose la cabeza, la pelota rodó por la arena cuando ella maldijo entre dientes su suerte. Un niño pequeño corrió, agarro la pelota y se fue corriendo sin voltear- Estúpido engendro…- murmuro molesta de que la magia repentina se esfumara tan de repente.
- Kenshin y Kamiya-san deben haber terminado el almuerzo- dijo Aoshi viendo su reloj, habían pasado casi dos horas y media desde que salieron de la casa. Misao asintió y su sonrisa regreso más grande aun.
Con tanta gente atravesada buscaron otro camino para poder llegar hasta la acera, pero este estaba atestado de piedras grandes y pequeñas. Misao estaba tan absorta en sus pensamientos sobre la triste niñez que debió haber vivido su Aoshi-sama, que no se dio cuenta cuando tropezó con una de las piedras más grandes, agarrándose de lo primero que había: la mano de Aoshi. Ella lo vio sonrojándose apenada por su torpeza y por haberlo usado de socorro pero a Aoshi Shinomori no pareció importarle, no por la forma en siguió caminando como si nada hubiese pasado, sin dar la más mínima señal de querer soltarse. Ni él ni Misao se soltaron de las manos hasta que llegaron a la casa.
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Sanosuke Sagara miro con ausencia como Magdalia acomodaba delicadamente los víveres en la alacena, todos sus movimientos eran finos y hechos con la gracia hermosa que la caracterizaba y si él no hubiera estado tan inquieto con otros asuntos en mente, segura e inevitablemente hubiera creado un mar de baba a sus pies.
Y los otros asuntos no eran para menos, su principal problema era ella: Megumi.
Después de lo que había ocurrido en la mañana todo en su mente se había colmado de la zorra, todo lo que veía le recordaba a ella y eso lo tenía de un humor bastante sucio. No había sido su culpa el entrar en su habitación ¡diablos! Estaba oscuro y el cayéndose del sueño era comprensible que se equivocara, pero no, ella no lo comprendía y no se le había ocurrido nada mejor que hacer que gritar, por eso él trato de evitar que lo hiciera pero ella tenía que morderlo (incluso aun tenía las marcas de sus dientes en su mano) ¿Qué más podía hacer? Ya la estaba besando antes de darse cuenta y aun sin darse cuenta comenzó a besarla con más hambre y con más deseo, ella era un extraño imán para él y aunque podía repetirse infinitamente que nunca se acercaría más de medio metro era imposible no hacerlo y eso le preocupaba por que era la primera vez que le pasaba. El podía salir y pasarla bien con una chica un día y olvidarse por completo que existía al siguiente o podía disfrutar el momento con cualquier mujer y luego hacerse el tonto y fingir ignorancia, pero con ella no era así con ella todo era diferente por que Megumi siempre estaba en su mente.
A Magdalia se la había encontrado cuando ella iba camino al mercado y termino sin darse cuenta acompañándola y llevando su canasta ¿Cuántas veces su madre le había pedido hacer lo mismo y él había terminado escondido dentro del guardarropa para no hacerlo? Y Magdalia ni siquiera se lo había pedido, algo extraño ¿no? nunca hacía este tipo de cosas… excepto con Megumi le recordó una vocecita en la cabeza.
Y hacía menos de veinte minutos que había visto la ácida kitsune, él podría haber actuado como si nada hubiese pasado, molestarla y hacer cualquier comentario que diera por hecho que lo ocurrido no tenía ni la mas mínima relevancia en él, pero no, él se había quedado callado a un lado, helado de verla allí en medio de la calle y sin palabras en la boca al verla con esa mirada que le estaba dando. Lo había mirado de una forma que él nunca antes se hubiera imaginado, parecía molesta y dolida por algo pero él no tenía ninguna pista sobre lo que pudiera ser, luego de saludar a su prima como si él fuera parte del paisaje le dijo que tenía que hablar con ella y que tanto a Misao como a Kaoru les encantaría verla así que estaba invitada al almuerzo; Megumi se dio media vuelta y se fue con paso rápido pero elegante. Y en todo ese tiempo fue incapaz de dirigirle una palabra a él ¡ni siquiera lo miró! Sanosuke maldijo entre dientes y maldijo doblemente por no saber por que le molestaba tanto eso.
- ¿Dijo algo Sagara-san?- pregunto Magdalia al oírlo decir algo
- Iie, no dije nada- murmuro Sano viéndola fijamente. Con Magdalia era todo tan fácil, ella era alegre, amable y simpática sin nombrar que era un ser precioso tanto por dentro como por fuera, claro esta. Con ella podía hablar sin discutir, podía reír libremente y sentirse bien, con lo poco que la conocía podía sentirse contento cuando estaba a su lado, con Magdalia Amakusa casi todo era perfecto, casi todo por que con ella no venía esa chispa que se prendía dentro de él cada vez que Megumi estaba cerca, con ella no sentía esa ardor en el pecho cuando discutían como con la kitsune…
- Voy a ponerme algo más adecuado, espéreme aquí Sagara-san- dijo Magdalia sacando al muchacho de sus pensamientos, el asintió torpemente con la cabeza y ella sonrió al perderse en el corredor que iba hacia las habitaciones.
Magdalia le puso el cerrojo a la puerta cuando entro en su habitación, todo allí era de colores pálidos, había un estante con varios libros, una cama llena de peluches, algunos portarretratos y un espejo de pie ovalado, sobre la cama había una cruz. Ella abrió el armario y comenzó a buscar algo que ponerse para ir a la casa donde estaban sus primas. El pensamiento fugaz de Sanosuke Sagara paso por su mente y una sonrisa se formo en sus suaves labios. Él era de esas personas que cuando la vez en la calle lo primero que piensas es en todas las veces que debe haber ido a la policía por vago y rufián pero que cuando las conoces te das cuenta que es una persona en el fondo amable y confiable. Ella pocas veces había hablado con hombres, su hermano con su paranoica sobreprotección se había encargado de eso, pero ahora él no estaba y podía aprender por ella misma que no todos los hombres eran malos y oportunistas como siempre le hacía ver Shougo y había aprendido también a saber que ella no era tan débil como creía, que podía mantener una discusión acalorada con un hombre sin que la voz le flaquease. Sonrió al pensar en lo desquiciado que se pondría Shougo si viese a Sanosuke sentado en la sala mientras ella se cambiaba en su cuarto. Desde la muerte de su padre se había puesto mucho más aprensivo hacía su persona, desde que se habían quedado ellos dos solos, su padre tenía pocos años de muerto uno o dos más que el padre de Kaoru y las demás, su madre… bueno a ella prácticamente no la había conocido porque murió pocos meses después de su nacimiento, por una enfermedad que se la había llevado como… Magdalia escucho sonar el timbre mientras abotonaba el único botón de su vestido.
Salió a prisa luego de mirarse fugazmente en el espejo, Sanosuke estaba en la puerta hablando con el cartero que le entrego un sobre mediano de color marrón, cuando estaba a punto de leer el nombre del remitente ella se lo quito de las manos de una forma tosca y grosera.
- ¡Oi!- replico Sano medio enfadado y medio confundido por la actitud de Magdalia.
- Gomen kudasai- dijo ella apenada mirando hacía el suelo, con un rubor cubriéndole las mejillas por su atípica reacción
- No importa- dijo Sano despreocupadamente, mirando como ella guardaba el sobre en su cartera- ¿Demo… de quien es esa carta?
- mm… de nadie en especial, solo una vieja amiga- murmuro Magdalia buscando sus llaves en la mesa distraídamente y Sanosuke no le creyó absolutamente nada, pero dejo de pensar la razón por la cual Magdalia podría querer ocultarle sobre el remitente de esa carta cuando la vio detalladamente, tenía puesto un vestido primaveral ajustado a la cintura y suelto hasta las rodillas de un color verde que hacía juego con sus ojos, y su cabello estaba amarrado en una cola extraña que dejaba caer mechones rizados en diferentes direcciones sobre su rostro y su cuello, y a pesar de verse terriblemente pálida parecía sacada de un cuento de hadas. Sanosuke hizo una mueca al darse cuenta que últimamente sus pensamientos estaban siendo muy cursis.
- Aquí están- dijo haciendo sonar las llaves Magdalia- Vámonos Sagara-san
- Oye deberías comenzar a llamarme por mi nombre- dijo él mirándola, una sonrisa extrañamente seductora pasando por sus labios y ella se sonrojo levemente, Sano sonrió y le dio unas palmaditas en el lomo a Notaro como despedida antes de salir tras la muchacha de ojos verdes y aura cándida.
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El sonido constante del cuchillo cortando vegetales era el único sonido dentro de la casa, había un aroma agradable de sopa y vegetales asados y la atmósfera parecía estar sumergida en un ambiente de pura paz.
Era agradable estar así.
Si, se dijo Kenshin, era agradable estar tranquilo por un momento haciendo lo que le gustaba con Kaoru a su lado, sin las constantes peleas de Sanosuke y Megumi, sin una Misao corriendo y hablando como loro por todas partes y sin un Aoshi recriminándole con la mirada quien sabe cuantas cosas. Esto era sumamente agradable.
- ¿Así esta bien Kenshin?- pregunto sollozando Kaoru y Kenshin la vio fijamente, sus ojos estaban hinchados y rojos mientras lágrimas gruesas caían por sus pómulos pálidos.
- Hai, ahora ponlo en el satén despacio- dijo Kenshin y Kaoru asintió con la cabeza aun sollozando, llevó la tabla de madera repleta de cebollas recién picadas en mínimos pedazos y las hecho sobre el sartén hirviendo haciendo que el aceite saltara, ella dio un paso hacía atrás asustada- ¿Estas bien?
- Hai- respondió ella yendo hacía el fregadero y abriendo el grifo para que el agua cayera sobre sus manos, se las lavo varias veces con jabón y luego se lavo la cara llevándose así las lagrimas y la irritación de los ojos. Cuando termino de secarse la cara volteo a ver a Kenshin que le sonreía.
- ¿Ves? No fue tan difícil koi- dijo sonriendo Kenshin y Kaoru hizo una mueca de perro herido
- ¡Claro que lo fue!- respondió ella trágicamente levantando su dedo índice que tenía puesta una bandita y poniéndolo frente a los ojos del pelirrojo- ¡Me corte y mis ojos aun me arden por la estúpida cebolla! ¡Además estoy muy cansada!
- Solo cortaste dos cebollas Kaoru- dijo Kenshin sonriendo- No fue una pena tan grande
- ¡Mou Kenshin!- grito ella indignada- ¡Tu eres bueno en eso pero yo no!
- Si eso lo se- respondió altivamente Kenshin y Kaoru lo miro fijamente ¿Desde cuando Kenshin hacía comentarios arrogantes? El pelirrojo rió alegremente tomando su mano- Solo bromeo Kaoru, con un poco de prácticas incluso podrás preparar una cena perfecta para cincuenta personas
- Si claro- murmuro Kaoru sintiéndose cohibida de repente cuando el rostro de Kenshin estuvo muy cerca del suyo pero de repente él se alejo sonriendo
- Deberías tener un poco más de confianza en ti misma Kaoru
- ¡Mou! si yo tengo mucha confianza en mi ¡yo puedo hacer todo!- dijo alegremente girando en si misma mientras Kenshin sostenía su mano- ¡Incluso puedo levantar la tienda sin la ayuda de Battousai! ¡¿No es genial?!
Y Kenshin tuvo que hacer un esfuerzo sobre- humano para poder sonreír ante el comentario de la chica Kamiya mientras sentía como si el aire se hubiera cortado de repente y la luz se hubiese apagado de pronto. Esto estaba se estaba alargando mucho para su gusto ¿Cuánto tiempo llevaba? Casi dos meses con Kaoru y aun no tenía las fuerzas para decirle la verdad, podía ser fuerte en cualquier pelea de espadas, podía ser fuerte al tomar una decisión determinante en la empresa pero al ver sus ojos azules tan confiados tan inocentes, toda su fuerza se convertía en un ligero aire. Simplemente la idea de perderla le provocaba un dolor afilado en el pecho pero la carga de conciencia se estaba convirtiendo en un dolor de cabeza constante.
- ¡Kenshin baka!- le grito Kaoru cuando Kenshin pareció no oír su relato sobre lo que le haría a Battousai si algún día lo llegaba a ver
- ¿nani?- pregunto él saliendo de la nube de preocupación que ocupaba desde hacía tiempo ya
- ¡Kenshin no baka! ¡No me estas haciendo caso!- dijo Kaoru molesta y Kenshin sonrió pidiendo disculpas
- Gomen nasai Kaoru-dono- se disculpo al verla enfadada pero todo había quedado en un tétrico silencio, a excepción del sonido crujiente de las cebollas sofriéndose en el aceite nada se oía. Kaoru lo vio fijamente, con un sentimiento de desencanto en lo más profundo de su pecho haciendo que sus ojos se llenaran de lágrimas que no caerían. Era extraño, esa solo había sido una palabra tonta que no se usaba desde hacía cientos de años pero por alguna razón se sentía profundamente decepcionada de que Kenshin se hubiese referido a ella así, sentía como si un muro invisible se hubiera levantado entre los cinco centímetros que los separaba.
- ¿Qué fue eso?- pregunto en un susurro Kaoru
- ¿Qué?- pregunto Kenshin sin darse cuenta de nada
- Nada, olvídalo- murmuro Kaoru agitando la cabeza para alejar todo raro e ilógico pensamiento de su mente
La puerta se abrió y entro una Misao sumamente alegre, con una sonrisa de oreja a oreja seguida de un Aoshi con aspecto relajado.
- ¡Ya llegamos!- saludo ella felizmente pero su mueca se apago un poco- ¿no huelen nada extraño?- pregunto Misao, Kenshin y Kaoru gritaron al ver la nube de humo negra que se extendía por toda la cocina.
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El almuerzo fue divertido. Tanto Kaoru como Misao se alegraron mucho de ver a su prima Magdalia luego de tanto tiempo, Kenshin como siempre fue dulce y servicial con la muchacha y Aoshi solo se limito a saludarla cortésmente. Nada paso fuera de lo normal a excepción claro de la aptitud taciturna y callada de Megumi, que en toda la tarde pronuncio por lo mucho cinco palabras, no hubo discusiones ni comentarios sarcásticos de su parte y Sanosuke no pareció darse cuenta de esto ya que estaba muy ocupando hablando con Magdalia de quien sabe que cosas.
Megumi frunció el ceño al tomar de su jugo de naranja. Algo raro había entre ellos dos, si a Sanosuke le gustaba ella.
Sus uñas hicieron un sonido agudo ante el cristal del vaso cuando ella lo presiono muy fuerte, todos hicieron una mueca de dolor al sonido desagradable.
- ¡Oye! ¿Quieres ser un poco más delicada?- grito Sanosuke, los pelos de la nuca se le habían erizado. Megumi no se molesto ni en disculparse ni en responderle.
- Megumi-chan- pronuncio suavemente Magdalia cuando ya todos luego del almuerzo se encontraban hablando en la sala, la aludida la vio- he, necesito decirte algo
- Si claro- dijo Megumi y ambas subieron las escaleras bajo la mirada sagaz de Sanosuke.
- ¿Y que vamos a hacer hoy?- pregunto Misao de repente
- ¡Oh si!- contesto Sanosuke bajando su mirada de halcón de las escaleras y pareciendo sumamente feliz- Al parecer hace poco inauguraron un club nocturno y según dicen es muy bueno y podríamos…
- No- lo interrumpió rotundamente Kaoru captando sus intenciones
- ¡Oh vamos oneesan!- gimió Misao entendiendo las intenciones de Sano también- ¡Será divertido!
- Pero Misao-chan- dijo Kaoru suspirando y de repente una sonrisa torcida se dibujo en sus labios- Esos lugares no son para muchachas como tu, muchachas que aun no tienen la edad apropiada para poder entrar ¿no querrás quedarte aquí sola toda la noche verdad?
- ¡¡No!!- grito Misao- ¡Nos quedaremos aquí a jugar cartas!- el silencio helado paso por la sala- ¡Vamos no me pueden hacer eso!
- No te preocupes pequeña comadreja- dijo sonriendo Sanosuke y todos lo vieron fijamente cuando del bolsillo de su chaqueta saco una tarjeta pequeña y blanca- Yo al ser una persona precavida he inteligente- todos le enviaron una cara pintada en sarcasmo pero él los ignoro olímpicamente- que piensa todo antes, he conseguido una identificación para la comadreja en donde legalmente tiene dieciocho años.
- ¡¡Si!!- grito Misao feliz, agarrando las manos de Sano entre las suyas y mirándolo con ojos llorosos llenos de devoción y alegría
- ¿Cómo la conseguiste?- dijo Kenshin cuando se la quito al joven de las manos, la identificación parecía en todos los aspectos autentica, incluso tenía una foto de Misao sonriendo, nadie nunca podría saber que no era real
- Pues, Katsuhiro Tsukioka ¿Quién más?- dijo sonriendo Sano mientras la cara sonriente de Tsunan aparecía en el aire con sus ojos pícaros y su cabello largo, negro y delgado
- ¡lo amo, lo amo, lo amo!- grito Misao quitándole la identificación a Kenshin de las manos y besándola desquiciadamente
- ¡Oye no olvides que yo fui quien la consiguió!- dijo Sano arrogantemente pero ella lo ignoro
- Aun así no creo que este bien- murmuro Kaoru- podríamos tener problemas si descubren que es falsa y además ¡Ya tenías esto planeado ¿no Sanosuke? Si como pensaste en esto antes!
- ¡Oh vamos oneesan!- le pidió Misao humildemente mientras Sano se hacía el desentendido a sus palabras
- ¡Mou Misao párate del piso!- Kaoru suspiro- ¡deacuerdo pero si pasa algo no vengas a pedirme ayuda!
- ¡¡Sugoi!!- grito alegremente Misao.
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Megumi leyó atentamente cada palabra, cada punto y cada coma de la carta que tenía en sus manos, mientras Magdalia arrugaba el sobre marrón entre sus manos nerviosas esperando la respuesta de su prima. Megumi frunció el ceño profundamente.
Esto era malo. Muy malo.
Pero cierto, era tan cierto y tan verdadero como que ella estaba pisando el suelo. Miro a su prima por el rabillo del ojo pensando en como decírselo… era tan difícil, Megumi ya tenía sospechas de que este momento llegaría, de que todo saldría a la luz y ella tendría que luchar arduamente… pero ella todavía no estaba preparada ¡todavía no! ¿Qué podía hacer? Le faltaba mucho para poder enfrentarse a esto.
Sus ojos picaron en lágrimas…
Pero ella no lloraría… no todavía…
- Magdalia, esto no es bueno… esto…
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Notas de la autora:
Bueno disculpen la tardanza como de costumbre, pero no he estado pasando los mejores momentos de mi vida así que pensándolo bien es un milagro que este capitulo haya salido. Por eso mismo espero que les haya gustado el momento M/A, aunque algunas personas me dijeron que esperaban más, lo siento, pero Aoshi y Misao apenas se conocen y Aoshi por mas que sea es un témpano de hielo, Misao necesita conocerlo primero y el a ella, de una forma más intima que dos amigos, por eso no me culpen si no es mucho el romance.
Por cierto ¡¡Me han nominado para el premio anual Manga de Oro 2003 como mejor fanfic de Rurouni Kenshin!! En verdad estoy muy contenta así que si piensan que mi historia lo merece pasen por h t t p:/ / mangadeoro . tripod . com / manga_de_oro / mdo . htm y voten por mi ^^ o pasen por mi bio para ver la dirección.
Mil veces gracias por todos sus mensajes, la verdad es que me levantan los ánimos mucho! ¡Espero que me dejen un review en este capitulo y me digan que tal les pareció por que así puedo mejorar y además les sale gratis!
Una nota sumamente importante: Pronto comenzare las clases y mi examen de admisión para la universidad es a finales de octubre y ustedes ni se imaginan todo lo que tengo que estudiar ¡yo todavía estoy impresionada! Así que tal vez tarde en volver a subir un nuevo capitulo aunque trataré que no sea mucho tiempo pero compréndanme ^^
Megumi Sagara1: jeje no la matará, te aseguro que Megumi quiere mucho a su prima como para hacerlo :p gracias por tu mensaje!
Mer: Bueno la relación de Megumi y Sano es algo extraña :p como sus propios protagonistas pero saldrá todo bien. Gracias por todo!! Y por cierto sigue con tu fic pronto!
Kaoru86 Kamiya: ^^ Hola!! Que bien que te guste, espero que me digas que tal te pareció este capitulo : )
Lunascorpio: Me alegra que te gustaran los capítulos de S/M y si su relación concuerda mucho con la canción, y si Aoshi es muy sexy, tan serio el! Y espero que la parte de Aoshi y Misao te haya gustado!
Megumi014: jeje en verdad Magdalia no es mala y el que últimamente Sano este mucho con ella no significa nada :P Lo de Kanryu vendrá en el próximo capitulo, eso es lo más seguro.
Lourdes Ariki: Pobrecita!!! Pero te comprendo yo ahora ando de vacaciones pero el estrés va a llegar pronto ;_; de todas maneras me alegro mucho cuando veo un mensaje tuyo ¡Gracias!
Hitokiri Lady: Bueno en realidad a mi si me gusta mucho la pareja de S/M pero la de Magdalia y Sano no me disgusta tampoco y si, en realidad es raro ver una historia en donde Kenshin no pelee con medio mundo por el amor de Kaoru :p pero me alegra que a las personas les guste el cambio. Tampoco hubo mucho k/k en este capitulo pero pronto habrá más. Bueno gracias por tu apoyo y espero que continúes con tus fics que me encantan!
Rurouni-andrea: Hola!! Bueno espero no haberte decepcionado con la parte de Misao y Aoshi, pero a mi me gusto, me pareció que fue linda! ¡Espero que me digas que te pareció a ti!
Cleoclaudia: Pues Magdalia ya fue a casa de sus primas, y si tanto Kaoru como Misao saben lo que paso con Megumi, después de todo son sus hermanas. Gracias por todo! Y espero que tu musa aparezca pronto!
Misao-19: Bueno aquí esta el A/M especialmente para ti, en realidad lo hice pensando en lo mucho que te gusta esta pareja así que espero que te guste!!
Rayen: Que alegría que te haya gustado el capitulo y el beso! Hoy no hubo mucha acción solo pensamientos de ellos pero para el próximo capitulo tengo pensado mucho, ¡dime que te parecio este!
Aska Ishida: Que bien que te gusto, espero que me digas si este también fue bueno!
Kenkao: Hola! Bueno me halagas mucho diciéndome que soy de tus autoras favoritas y que te gustan mis historias. Pues no, Sano no creo que la haya pasado tan mal. Bueno la semana comienza así que ahora es que queda tiempo para que vayan juntos a la playa y como dije antes todavía falta para que Kaoru sepa la verdad ¡Espero que te guste mucho el capitulo!
Anto_chan: Hola!! Jeje pues ya veo que eres muy celosa :p pero no te preocupes a Magdalia no le van a salir colmillos ni garras para tirársele encima a Sano :P Espero que te guste el capitulo!!
Meg-ek: Pues gracias por tus reviews!! Lo lamento mucho pero Sano no se va a quedar con Magdalia, por lo menos no en esta historia, la pareja Sano/Megumi me gusta mucho, pero aun así espero que la historia te guste.
Makimashi Misao: Que mala… pues no importa me alegra que me hayas dejado un review ahora ^_^ Y bueno espero que te haya gustado la actuación de tu cubito hoy con Misao, parece que esta comenzando a derretirse!!
Sumire-chan: Cuando me halagas ::^^:: pero gracias me subes los ánimos!! Je pues te aseguro que Megumi ardía de los celos por dentro solo que es muy orgullosa para aceptarlo, solo hay que ver como actuó en el almuerzo xD ¡¡Gracias!!
Miyuki Kobayakawa: Gracias!! Pues si no tengo intenciones de dejar de escribir ya que es una de las cosas que más me gustan pero los estudios son una cosa que me vuelven loca ::suspiro:: de todos modos dime como quedo el capitulo si?
Roxy: A veces te da por ser poco comunicativa no… ¬¬
Cherry-dono: Pues gracias, me complace mucho ser de tus autoras favoritas, espero no defraudarte y que encuentres un momento para decirme que tal te parecen los capitulo. ¡GRACIAS!
Meikyo: Gracias por tu mensaje!! Espero que te guste!!
GRACIAS A TODOS POR SUS MENSAJES Y DEJÉNME UNO AHORA NO ES DIFICIL, SOLO APRIETEN EL BOTÓN LILA Y ASI ME REGALAN UNA SONRISA : ) !!!
Kary
Ja ne
